Reseña: Los Vigilantes, de A. M. Shine

Los Vigilantes (The Watchers), de A. M. Shine comienza rápidamente, con la sección inicial siguiendo a un marido y una mujer que, en busca de aventuras, dan un paseo en coche por las tierras perversamente encantadoras de Connemara, en el oeste de Irlanda. Los acontecimientos de este viaje marcan un viaje intenso a lo que se suma la descripción del escenario…

Y así durante toda la historia. Una novelita de trescientas y pocas páginas que no hace falta decir que me enganchó. Para luego conocer a nuestra MC, Mina, quien junto con un copiloto inusual, una hermosa cotorra dorada, también viaja por esas mismas tierras salvajes. Y es que Mina está intentando ganar dinero rápido. Debería ser fácil entregar el loro de forma segura a su nuevo dueño. Sin embargo, cuando su coche se avería en la carretera abandonada, su tarea de repente se vuelve de todo menos fácil. Por lo que Mina sale del coche con el pájaro y busca ayuda…

Los bosques son bastante espeluznantes, pero los gritos de fondo lo hacen todo mucho peor.

Sin señal de teléfono móvil ni idea de dónde está, Mina tiene que seguir adelante. No se sabe cuánto tiempo podría tardar otro automóvil en pasar por allí. Hasta que finalmente se encuentra con una mujer que le grita y le hace señas para que entre en un búnker. Asustada por el entorno, el frondoso bosque y la oscuridad, Mina hace lo que le dicen y entra al refugio. A partir de ahí, queda cautiva de ese espacio aparentemente seguro. Un rehén de lo que acecha más allá de los arbustos…

Si esperas respuestas rápidas a esta trama, no las tendrás. Sí. Es la típica historia que pone nervioso/a por una situación simple que nos podría pasar a cualquiera, y a partir de ahí todo es terror psicológico ante el miedo de no tener ni puñetera idea de lo que está pasando. Por eso parte del éxito de esta historia es la forma en que Shine genera esa sensación de incertidumbre e inquietud. La cabeza te da vueltas desde el primer momento en que Mina entra al refugio. Sabes que la ha cagado de algún modo. Y sabes que aquel lugar es todo menos refugio. ¿O estamos equivocados?

¿Y qué diablos estaba pasando? Los otros residentes del refugio, Madeline, Daniel y Ciara, parecen haber estado allí desde hace un tiempo, pero cuánto tiempo no está nada claro. ¿Y qué los observa? ¿De qué tienen miedo? Con el paso de las páginas nos centramos más en los personajes y en sus interacciones forzadas en el pequeño refugio. Una parte de mí sintió que eso pudo haber sido intencionado por parte del autor. Quizás como una forma de adormecer al lector y darle un poco de complacencia, porque justo cuando olvidas el peligro que corren estos personajes, vuelve a asomar su fea cabeza y ese miedo y suspense regresa. Sin embargo, incluso con este cambio de ritmo, todavía sigues intrigado y comprometido en descubrir cuál es la verdad. Y al final la novela toma una dirección que no esperas.

Una conclusión que me pareció inteligente a la vez que inquietante.

Una muy buena historia que veo normal que la familia Shyamalan se haya encargado de llevarla al cine. Se estrena en junio. Papá Michael Night Shyamalan (El sexto sentido, El Protegido, Señales, El bosque…) a la producción y su hija Ishana Shyamalan a la dirección. Ganazas de ver en pantalla esta genial y sólida historia de terror popular irlandés. Y maravillosa siempre Nocturna Ediciones publicando estas joyitas de Terror.

Reseña: La Canción del Superviviente, de Paul Tremblay

Los libros de Tremblay en nuestro país están pasando entre los arbustos, tras el follaje de un bosque al que solo parecen acceder los que andamos siempre en busca de buenas historias de terror. Y no lo entiendo porque es un autor súper recomendable, del cual ya han partido muy buenas tramas las cuales algunas ya han sido llevadas al cine incluso por el maestro M. Might Shyamalan como fue La cabaña del fin del mundo (el film se llamó en nuestro país Llaman a la puerta). Muy buenos libros también en su haber como Una cabeza llena de fantasmas, que fue ganadora del prestigioso Premio Bram Stoker. Todos estos títulos publicados en nuestro país por Nocturna Ediciones. Desde entonces me enganché a este autor que tanto recomienda Stephen King al otro lado del charco.

Por eso y por mucho más deseaba leer La canción del superviviente. Desde la primera página del nuevo libro de Paul Tremblay (Survivor Song), sabes exactamente cómo terminará. Lo sabes porque lo sabes. Porque has visto esta película antes, leído estos libros antes, escuchado estas historias antes. Lo sabes porque está en tus huesos saber cómo terminan ciertas historias incluso antes de que realmente hayan comenzado. Esto no es un cuento de hadas. Este es Tremblay hablándote directamente a ti, al lector, desde la página uno, párrafo uno, sabes cómo va a terminar esto porque él te dice cómo va a terminar. Y luego sigue adelante. Sin embargo, no sé porqué yo, que soy tan listillo a veces por haber leído ya lo que nadie leerá en lo que le queda de vida; no me percaté que el título ya indicaba que estaba ante una historia de zombies. Una historia de un virus, una historia de desastres y un drama intenso y personal centro en los personajes y solo en ellos como quise hacer yo en mi novela Cuando Susanah llora. Pero no vi a Tremblay escribiendo una novela zombie. Y empezó a encantarme muy pronto porque la historia, toda la novela se desarrolla exactamente durante tres horas, quizás cuatro. Y esas originalidades me encantan.

Es, en otra vida, una historia corta. Un capítulo de la historia de fondo de la novela de otra persona. Una historia eliminada de la edición final de la película por tiempo porque era «agradable». Eso es lo que es. Incluso cuando es lenta, es una novela de acción que es, al mismo tiempo, atemporal. Es una historia de brote que fue lanzada en medio de una pandemia global como la que hemos pasado pero que, en su terrible realidad, eclipsa por completo la ficción contenida de las portadas de los medios. Es una historia de terror sin sustos porque sabes (sabes) qué tan malo, qué horrible, qué triste y qué sangriento se pondrá todo antes de que termines. Y todo funciona. Todos estos parámetros hacen que La canción del superviviente sea lo que es, una novela claustrofóbicamente pequeña y dolorosamente real de terror cotidiano que parece (repugnante y deprimentemente) y que podría haber sido una larga historia de no ficción si las cosas de hoy y de ayer hubieran salido bien. Y además, los zombies.

Al principio, está Natalie, muy embarazada, que vive en una casa tranquila en Massachusetts con su esposo Paul durante los primeros días de un brote de rabia viral que ha dado el salto a los humanos. Cuando menciona su aburrimiento y ansiedad después de cuatro días de encierro (cuatro días a nosotros puede darnos hasta risa, ¿no?). La confusión. La preocupación. Natalie tiene miedo de encender las luces porque podría atraer la atención de animales infectados. No tira de la cadena del váter porque hará demasiado ruido. Y ella, en todos los sentidos, vive dentro de su propia pequeña película de terror, operando bajo suposiciones apocalípticas.

Paul está en el supermercado. Haciendo largas filas. Tratando de conseguir suministros. La rabia, dicen, puede infectar a las personas. Los vuelve agresivos. Violentos. Locos. El gobierno ha lanzado paquetes de cebo para vacunar a los animales. La Guardia Nacional está dirigiendo el tráfico. Los hospitales se están llenando de gente aterrorizada que cree que se ha contagiado porque su perro les lamió la cara o su gato estornudó en su boca. Cuatro días. Natalie nacerá en dos semanas. Paul llega a casa. Paul es atacado por un hombre infectado en la sala de estar. Paul muere. Natalie es mordida. Natalia huye. Está a cinco minutos de… Ya sabes lo que va a pasar. Pero la ayuda que viene parece que va a cambiarlo todo… O no.

Una pequeña historia de terror que conoces pero gusta leer por los diferentes sucesos dentro un apocalipsis que ya has vivido. O eso crees. Sabes lo que hay en el tráiler, ¿no? Por supuesto que sí. Sabes como sucederá todo. Pero Tremblay te termina dando una sorpresita. Pienso leer TODO lo que este señor publique.

Reseña: ECO, de Thomas Olde Heuvelt

Como os contaba en una anterior reseña, decidí seguir la obra del holandés Thomas Olde Heuvelt básicamente por lo bien que trataba el género de Terror. Básicamente, de forma muy básica, pero quizás esa es la forma más fácil para hacer sentir miedo al lector. Los editores de Nocturna Ediciones también debieron de enamorarse de sus escritos pues tenemos nueva novela entre sus novedades. ECO, una historia espeluznante que nos lleva a ese pensamiento que a veces hemos tenido muchos de pasada a los que siempre nos gustó irnos de camping, nos mola el senderismo o montañismo, y hemos pensado de todo al encontrarnos solos por esos lares.

El montañismo es un pasatiempo extraño. No es algo en lo que participo, al menos, no tanto como me gustaría. Demasiado extenuante, demasiado caro, demasiado arriesgado pero también casi incompatible con los que hacen (¿por obligación?) vida rutinaria en la gran ciudad. Responsabilidades. Sin embargo, eso no quita que esté intrigado por ello y que cada poco (con la llegada del mal tiempo) mis pensamientos viajen a aquellas zonas de Sierra donde también huele cuando llueve. Mis acampadas con amigos. Leí hace unos años Into Thin Air, de Jon Krakauer, y me encantó. Hacía un buen trabajo al retratar lo atractivo de dicho deporte, pero también ilustraba los peligros y riesgos: riesgos para él mismo, pero también para los demás. Lo mismo ocurre con ECO, de Olde Heuvelt, excepto que añade un giro muy aterrador. Donde es fácil ver de dónde sacó la inspiración: «Maudit» significa montaña maldita y existe realmente semi-enterrada en algún lugar profundo de los Alpes. Olde Heuvelt, por cierto, significa Old Hill (me encanta cuando el círculo se cierra).

Nick y Sam son una pareja feliz que viven en un tranquilo barrio de Amsterdam. Sam estudia Lingüística y Nick es un reseñador de viajes con muchos seguidores en Instagram. Están perdidamente enamorados y felices, hasta que Sam recibe una llamada de un hospital suizo diciéndole que Nick ha resultado gravemente herido durante una escalada. Sam se apresura a viajar a Suiza, y pronto descubre que las cosas no cuadran. Nick ha quedado horriblemente desfigurado pero su especialista parece mentir sobre cómo y dónde. Según el equipo de rescate, la cara de Nick fue desgarrada tras una caída en la roca, pero parece como si hubiera sido cortada con una piolet (bastón de alpinista). Además, ¿qué ha pasado con el compañero de escalada de Nick? ¿Por qué las autoridades insisten en que Nick fue encontrado en un valle más bajo en lugar de donde realmente lo encontraron? ¿Por qué ocultan información sobre esa supuesta montaña maldita? Al principio, Sam está encantado, por supuesto, de tener de vuelta a su pareja, pero lucha con el hecho de que ahora está gravemente desfigurado. Mientras tanto, Nick sufre pérdida de memoria y tiene pesadillas sobre su compañero Augustin atrapado en un serac (un bloque grande de hielo fragmentado por importantes grietas en un glaciar). Entonces empiezan a suceder cosas extrañas. Gente alrededor de Nick muere. Los especialistas que le cuidan se suicidan y días después, treinta y dos pacientes mueren de manera inexplicable. Mientras tanto, Nick sigue exhibiendo un comportamiento cada vez más extraño. Y a Sam hay una cuestión que le está consumiendo: ¿Por qué Nick no quiere quitarse las vendas?

El potencial de ECO lo tiene en como, poco a poco, va generando tensión. No todos los elementos funcionan igual de bien, eso es cierto, pero lo que funciona es la columna vertebral de la historia: relación Nick y Sam. Están perdidamente enamorados, pero antes del accidente su relación parece un poco superficial. Después de reunirse, Sam tiene problemas para aceptar que su otrora hermoso novio ya no es lo que solía ser, pero está fascinado y asustado a partes iguales por lo que -demonios sea- Nick se ha convertido.

Terror básico, escalofríos, animales enloquecidos, sueños siniestros y lugareños que vienen con horcas y leyendas de antaño. Disfruté de HEX lo más grande (https://www.cronicasliterarias.es/?p=6591). Lo decía al principio de la reseña, eso me hizo querer seguir la obra de este neerlandés que viene pegando fuerte en el género de Terror. De hecho, ya consta en su haber con un Premio Hugo a Mejor Novela Corta, se le ha galardonado con el Harland en tres ocasiones y se lo ha nominado a un World Fantasy Award. Alguien que tiene las cosas muy claras y que ha conseguido ser súper ventas en Europa y Estados Unidos, y cuyos máximos exponentes literarios dice que son Stephen King y Roald Dahl, en mi opinión, merece ser leído.

Y por el momento sigo pensando que es mejor no subir ninguna montaña.

Reseña: Iluminaciones, de Alan Moore

Me gustaría ver que no solo por aquí decimos que Nocturna Ediciones trae a nuestro país títulos la mar de interesantes así como exitosos al otro lado del charco. A los amantes del fantástico les gustará saber que aparte de toda la obra del genial Joe Hill, acaba de publicar la conocida antología del gran Alan Moore, un libro de relatos del magnífico autor creador de grandes cómics, algunos míticos y eternos como Watchmen, From Hell, V de Vendetta o la mejor época de La Cosa del Pantano jamás creada. Ahora friends, su Iluminaciones ya está entre nosotros.

Hay muchos comiqueros que consideran al guionista británico, el más grande de todos los tiempos. No sé si lo es, pero que transformó los cómics convencionales para siempre, sí que es cierto. Pocos escritores de cómics del pasado o del presente podrían igualar la subversiva creación (y destrucción) de mitos de Moore o la penetrante planificación psicológica que trajo a un campo que fue ampliamente ridiculizado en ciertos años. Pero (¡Oh spoiler!) Moore se retiró de los cómics hace años, una gran pérdida para sus admiradores y la profesión. Volvía y se retiraba. Metía mano en alguna cosilla (cogía pasta) y se retiraba. Pero afortunadamente, Moore nunca se retiró, en verdad, de la narración. Entre sus idas de olla y sus “brujerías”, se convirtió en un escritor de ficción considerable con libros entre los que se incluye la antología de relatos denominada Iluminaciones. Y aunque ninguna de estas obras ha tenido el impacto de lo que hizo en el noveno arte, que es un tío con un don y una imaginación increíble, de eso no os quepa duda.

Iluminaciones es la primera colección de ficción corta de Moore. Un conjunto de sublimidades espeluznantes con más pirotecnia que el 4 de julio en USA. Tramas como un enfriador de sangre instalado en un burdel de otro mundo o un grupo de tristes investigadores sobrenaturales que deciden dejar de lado los estudios de siempre y pasan a buscar entidades a las que «nuestras taxonomías» nos han cegado. Seres que no están en otros mundo, ni en este, ni en el otro, pero visibles todo el tiempo. O ni eso.

La mitad de Illuminations está ocupada por una novela corta que cuenta la historia del siglo del cómic al rastrear a un grupo de creadores tremendamente disfuncionales y al personaje que inició la locura de los superhéroes. Admiro lo que Moore buscaba con esta historia. Mostrar cómo esta institución aparentemente inocua es su propio tipo de Bestia, tanto en sus prácticas comerciales como en el deseo antidemocrático. Una historia que nos lleva al verdadero hijo pródigo de los cómics de superhéroes, que nació para narrar, pero un relato que a pesar de su destreza satírica y astutas impiedades, se vuelve demasiado críptico, o al menos, a mí me lo pareció. Y que da unos “golpes asesinos” sorprendentes. Con mucho béisbol interno y que trata el negocio del pijameo de forma que hará las delicias de los nerds como yo (y volará sobre las cabezas de los no iniciados). La industria del cómic durante los últimos setenta y cinco años desde el punto de vista de varios personajes.

Moore ha escrito una colección de historias dinamita con un manual de monstruos en su interior. Como seres humanos son tramas que revelan nuestras lógicas, nuestros miedos, nuestros deseos y en una sola palabra cómo de monstruos podemos llegar a ser. En la historia donde un anciano nostálgico decide visitar un balneario de su juventud y se topa con el pasado a la vuelta de la esquina, lo podemos ver.

Le oí una vez decir a alguien que los fracasos de Moore son pocos y sus resplandores muchos. En esta antología se percibe eso.

Reseña: La Cabaña del Fin del Mundo, de Paul Tremblay

Una obra impactante de horror psicológico y Terror del bueno que evita el parpadeo durante la lectura, es la nueva novela del fantástico autor del momento en USA, el señor Paul Tremblay. Su nueva novela, La Cabaña del Fin del Mundo, es un thriller muy elogiado por la crítica que ha sido llevado al cine por nada más y nada menos que Michael Night Shyamalan (El Sexto Sentido, El Protegido, Señales, El Bosque, La Visita, Tiempo…). Ahí es nada. Con el título de Llaman a la Puerta aún la podéis encontrar en cartelera.

Tremblay es un autor que siempre que puede basa sus argumentos en la lógica de la situación. Algo muy difícil de hacer dentro del género de Terror. De conseguir que quede bien. En La Cabaña del Fin del Mundo despoja su narrativa de los elementos más raídos en una historia que es casi imposible de revisar sin revelar algunos momentos críticos. Pero lo intentaré. Algo os tendré que contar, ¿no?

Lo hablaba con una compañera hace nada, aunque es una conversación que incluso ya es redundante entre los fans de la literatura de Terror. Debemos estar muy atentos a lo que se publica, porque literatura de Terror en nuestro país, se edita poquísimo, pese a la enorme demanda de adeptos (algo ocultos, eso si) que existen. Nocturna Ediciones, de hecho, es una de las editoriales en las que debéis poner el ojo casi cada mes. Y aunque sí que es cierto que llegan cositas, la verdad que bastante buenas, queremos más. Fuera de nuestras fronteras se publica MUCHO Terror del bueno. Y aquí no llega para satisfacernos.

En La Cabaña del Fin del Mundo hay una pareja que lleva muchos años juntos. Eric y Andrew se conocen bastante bien y deciden tomarse unas merecidas vacaciones en una cabaña remota cerca de un lago en la zona rural de New Hampshire. Les acompaña su hija Wen, una niña china adoptada y muy querida con casi cualquiera que se cruza. Wen es entrañable y auténtica como pocas personas existen. Y ahora, pese a encontrarse los tres en un lugar tan apartado que podría ser desconocido para muchos, aparece un desconocido, de tamaño descomunal, que hace migas con la pequeña y le advierte con terribles palabras sobre algo que va a suceder.

Una historia de pocos personajes en la que de pronto aparecen más desconocidos de dispares puntos del país, dos hombres y dos mujeres portando armas de aspecto medieval, que llegan para trasmitir un mensaje insoportable a la familia. Y que pese a su apariencia común, no hay nada particularmente extraordinario en estos extraños: un cantinero, una enfermera, un cocinero y un matón que puede o no ser quien dice ser. «Tus padres no querrán dejarnos entrar, Wen. Pero tendrán que hacerlo. Diles que tienen que hacerlo. No estamos aquí para lastimarte. Necesitamos su ayuda para salvar el mundo. Por favor».

Una elección grave que cumple con todos los principios dramáticos de Anton Chekhov. ¿Cómo acceder a desconocidos que llevan armas de por medio?

Paul Tremblay cambia magistralmente perspectivas durante los momentos más dramáticos de la novela. Hay ciertos puntos que están mejor descritos que en el film. Y, por supuesto, cosas diferentes y añadidas. Es el ejemplo claro de: Mejor lee el libro. O por lo menos, antes de ver la peli. En la novela se crea una trama frenética que te mantiene en vilo hasta el final, cosa que el film solo logra en ciertas partes. Un guion que solo ofrece pistas de cómo se originó la extraña misión de tan extrañas personas que, insisto, en la peli apenas se cuenta.

Una genial historia de supervivencia y sacrificio que combina el poder de la fe con el potencial del hombre para una violencia desenfrenada. Hablamos de unos libros más recomendados por Stephen King.

Reseña: El Teléfono Negro (Fantasmas), de Joe Hill

Fantasmas, de Joe Hill, es una de las mejores antologías de Terror que se pueden leer actualmente y esto no debería pasar desapercibido. Contiene algunas de las mejores tramas del género de horror contemporáneo y la prueba es que han salido buenas pelis o cómics de aquí. Tenéis el ejemplo claro en Black Phone, uno de los más potentes films de Terror que se pudieron ver en cines el año pasado, aunque dentro de esta antología hay más. mucho más horror, salido de la cabecita del autor estadounidense hijo menor del gran Stephen King.

Fantasmas (20th Century Ghosts) es una colección de cuentos que Nocturna Ediciones sigue teniendo en catálogo junto a otros tantos títulos de Joe Hill. Un escritor que parece haber heredado, sino el cien por cien, un alto porcentaje del don de su padre. Una colección de cuentos que se publicó por primera vez en octubre de 2005 en el Reino Unido y se lanzó en octubre de 2007 en USA. Curioso es también que el lanzamiento original estuviera disponible para venta anticipada solo a través del sitio web de la editora inglesa. Negocios, negocios… Fantasmas es una antología que ha ganado varios premios, incluido el Bram Stoker a Mejor Colección de Ficción, así como el Premio Británico de Fantasía a Mejor Colección y Mejor Cuento Corto para uno de ellos. Antología contenedora de una historia potente además, la misma que os decía antes, una de las mejores películas de asesinos en serie que he visto en años llamada El Teléfono Negro. Un secuestrador de niños y un joven que consigue usar un teléfono misterioso para comunicarse con las víctimas anteriores de dicho captor trastornado y con máscara inolvidable tras la que se esconde el actorazo Ethan Hawke.

Pero El Teléfono Negro solo es uno de los quince relatos que componen Fantasmas. Otros como La Capa me parecen brillantes también. Historia de rencillas entre dos hermanos que encuentran una capa que les permite volar y con el paso de los años la relación se convierte en tóxica no, lo siguiente. La podéis encontrar en formato cómic también.

Y así tenemos cantidad de historias de nivel de calidad medio alto la mayoría, lo cual es mucho decir. Las antologías son como discos musicales, es muy difícil mantener el nivel en todo el álbum y que todas las canciones enganchen pero en mi opinión, aquí todas mantienen el ritmo aunque no sean gloriosas. Encontraremos desde un editor de antologías de Terror que se dedica a leer cientos de relatos cada año para seleccionar los que le parecen mejor, lo que no acabará bien, hasta un ente que se le aparece en un cine a diferentes personas. Pero originales y surrealistas también como la historia de un niño hinchable o la reinterpretación del famoso cuento de Kafka como es Oirás cantar a la langosta. Y otra brillantez como es Hijos de Abraham, con dos niños y un padre obsesionado con que los vampiros existen. Otra historia digna de film. Cuentos sobrenaturales, una “carrera final” muy interesante, la peculiaridad del último aliento de los que mueren, amores perdidos, fantasmas de árboles, la maldad que todo ser humano lleva dentro sacada a flote, amantes reencontrados en el rodaje de una peli de zombies de Romero, gente que huye de los palos de la baraja o un niño autista con un don sorprendente…

Puede ser la antología de autor más recomendable de los últimos diez años. Y de Terror. Y disponible en español. Que no es decir poco.

Reseña: Figuras Ocultas, de Jason Rekulak

Si empezamos diciendo que es una novela que ha sido traducida a 20 idiomas, creo que es suficiente, como mínimo, para ponerle atención. Figuras Ocultas, de Jason Rekulak, un señor de nueva Jersey que ha sido durante muchos años editor del sello independiente Quirk Books y que con su novela La Fortaleza Imposible (2017) ya gustó; ahora lanza una nueva novela en nuestro país bajo la protección de Nocturna Ediciones. Figuras Ocultas, una novela de gran éxito de crítica y ventas en 2022 al otro lado del charco. Y cierto es, que nunca antes había oído hablar de Jason Rekulak hasta que me enteré que Hidden Pictures fue finalista de los Goodreads Choice Award 2022, donde finalmente ganó en la categoría de Terror.

Sinceramente, es raro que a una novela de terror le vaya tan bien en una competencia tan importante de críticas de reseñas de libros en internet. Así que tuve que rastrearla para satisfacer mi curiosidad y curiosamente me llega la noticia de que Nocturna Ediciones la publica en español. Pero, ¿es bueno y vale la pena el bombo? Sí, y definitivamente sí. Este es exactamente el tipo de thriller con un toque sobrenatural que sería popular entre los lectores que no se sienten atraídos por la ficción de terror más tradicional o que brindan con cada nueva novela de John Connolly. Figuras Ocultas es exactamente lo que promete su publicidad y es un thriller oscuro e increíblemente fácil de leer. Y eso que no siempre estoy de acuerdo con el ciclo interminable de citas de Stephen King que aparecen en los nuevos lanzamientos, pero en esta ocasión, King tiene razón. Como el maestro alude, goza de algunos giros muy inteligentes, cambios en la trama y un guion direccionado astutamente para engañar al lector. En su mayor parte, utiliza la ambigüedad a la perfección, equilibrando un riff sobrenatural potencial con un personaje principal que es un narrador poco fiable.

Leí las trescientas setenta y dos páginas durante tres noches y lo pasé de maravilla con esta novela. Es extremadamente difícil reseñar este libro sin entrar en territorio spoiler, por lo que voy a mantener el resumen de la trama de forma breve. El primer fuerte de Figuras Ocultas es la narración en primera persona del personaje principal Mallory, una joven en recuperación temprana (18 meses) de la adicción a las drogas. Cuando era adolescente, tuvo una carrera prometedora como corredora de fondo, que se vio truncada por un accidente, seguida de una adicción a los analgésicos que se convirteron en drogas mucho más fuertes. Cuando comienza la novela, Mallory está a punto de ser entrevistada como niñera interna de Teddy, un niño de cuatro años. Quizás os preguntéis por qué una pareja de ricos como Caroline y Ted podrían estar interesados en contratar a una ex-drogadicta para cuidar a su hijo, pero Caroline trabaja en el campo de la medicina y está ansiosa por darle a Mallory una segunda oportunidad. Aunque su esposo es más reacio.

Mallory pronto se enamora del pequeño y la casa de verano que le dan para vivir es perfecta e inicialmente todo sale como en un sueño. Incluso por las noches, Mallory realiza carreras largas, conoce a un chico y siente que tiene la oportunidad perfecta para reconstruir su vida y quizás llegar a un acuerdo con los esqueletos que acechan en su armario. También deja de asistir a las reuniones de Drogadictos Anónimos (o algo así), pero sigue manteniendo el contacto con su patrocinador (como consejero) por teléfono y en alguna que otra reunión. Pero las cosas no permanecen en paz por mucho tiempo, ya que Teddy comienza a hacer dibujos inquietantes de una amiga imaginaria a la que llama Anya. Está bastante claro para Mallory y para los padres de Teddy, incluso en su estilo tosco e infantil, que la mujer que Teddy está dibujando en sus dibujos está muerta. Pronto, las imágenes comienzan a volverse más y más sofisticadas y Mallory les cuenta sus preocupaciones a los padres de Teddy. A partir de ese momento, las cosas empiezan a complicarse en extremo y nada es lo que parece…

Un excelente trabajo que consiguió mantenerme enganchado y me encantó la forma en que los dibujos se agregan a la historia, magnificando la paranoia de Mallory. Las interacciones entre los cuatro personajes también son geniales. Se me quedó una frase en la cabeza después de leer el libro. Suficiente para hacer que una persona crea en fantasmas.

Reseña: El Club de los Portaféretros, de Paul Tremblay

Para ciertos críticos, a Paul Tremblay le costó un tiempo encontrar su tempo. Dar un giro al género y encontrar su espacio, su estilo, dentro de un género difícil siempre como es la literatura de Terror. Y lo dicen porque después de unos primeros trabajos e intentos de meter cabeza en la inmensa “empresa” de la ciencia ficción estadounidense con algunas historias satíricas o distópicas (incluyendo Swallowing a Donkey’s Eye), Tremblay decidió pasarse a este nuestro amado terror y allí fue donde en 2015 dio el pelotazo con Una cabeza llena de fantasmas. Desde entonces, yo al menos puedo decir que cada una de sus novelas me están pareciendo de notable alto, que desde entonces ha ganado el estatus de best-seller, los respectivos elogios de Stephen King, entre otros autores, y ya que menciono al maestro, casi que espero con el mismo ansia cada nueva novela suya que cruza el charco. Porque por aquí tenemos la suerte de que Nocturna Ediciones las publica en español. Esta maravillosa editorial en la que ya podéis encontrar sus geniales La cabaña en el fin del mundo (https://www.cronicasliterarias.es/?p=6424), Desaparición en la Roca del Diablo, así como la mencionada Una cabeza llena de fantasmas (https://www.nocturnaediciones.com/libro/118/cabeza_llena_fantasmas), Premio Bram Stoker, que lleva nada más y nada menos que tres ediciones ya. Ah, y que no se me olvide deciros friends que La cabaña del fin del mundo es esa historia que ha sido llevada al cine por el gran M. Night Shyamalan y que ahorita está en cartelera en nuestro país con el nombre de Llaman a la puerta.

A lo que vamos es que su última novela, El Club de los Portaféretros ya está aquí. Una historia que continua con la vena macabra encontrada por el autor aunque esta vez agrega la dimensión de un tema cuasi-autobiográfico, como dice Tremblay en su epílogo, con respecto a la protagonista Art Barbara: “Para ser claros, Art Barbara es y no soy yo. ¡Bueno, está bien, él es principalmente yo! El Club de los Portaféretros está ambientada en Massachusetts y Providence, tierras propias de la vida del autor. ¿Y quién es Art Barbara y cuál es su historia? Antes de desvelar eso, conviene hablar de la presentación del libro. Se nos hace creer que esta no es la composición de Tremblay, sino el manuscrito encontrado de las memorias de Art. Una presunción bastante familiar en el género de terror clásico pero que suele funcionar para complicar las capas de la narrativa. Pero descubrimos que el manuscrito ha sido anotado por una mujer llamada Mercy Brown la cual intercala páginas enteras de comentarios en puntos cruciales (a mano y/o en los márgenes del libro), dirigiendo a su persona lo que realmente piensa.

Nos encontramos por primera vez con Art como un saco triste de la escuela secundaria en 1988. Un nerd, un friki, el rarito de la escuela, ya sabéis… Pero en este caso, su vida es lúgubre y no tiene hobbys (todo lo contrario a un friki de verdad). Pero Art es bastante inteligente y hábil con las palabras (sus memorias están repletas de metáforas sorprendentes y narraciones hábiles), de hecho, tiene la intención de acumular material suficiente en trabajos para sus solicitudes universitarias. Así que en una de ellas decide comenzar El Club de los Portaféretros. ¿Cómo? Básicamente, imagina un escuadrón de estudiantes en prácticas que actúan como docentes durante los funerales solitarios de los no deseados. En el libro, las escenas en la funeraria en las que participan estos estudiantes ofrecen bastante humor negro y comentarios sarcásticos. Unas partes del libro que se disfrutan bastante. Porque es en este lugar espeluznantemente emocional donde Art se encuentra con su némesis/compañera/sombra oscura de toda la vida, la encomiable Mercy Brown…

Mercy comparte nombre con una residente de Rhode Island de la vida real, cuyo cuerpo fue exhumado en 1892 por los aldeanos que creían que era un vampiro. Este conocimiento pone en alerta a Art. ¿Debe él, y nosotros, creer que la Mercy de 1988 es esa misma criatura? Una chica con una chaqueta militar llena de botones de la cultura pop, ¿quién convierte el arte en música punk? Muy improbable, ¿no?

La descripción de Tremblay tanto de la vida de un adolescente de Nueva Inglaterra en la década de los 80 como de la escena de los clubes de rock en loa 90 y principios del siglo XXI son vívidas y precisas. Describe a Providence especialmente bien (con algunos guiños a nuestro hijo-maestro-nativo, el gran H.P. Lovecraft). Tenemos así casi que dos novelas de terror que dan sentido a una realidad distópica. Los narradores duales y en duelo otorgan a los eventos del libro un alto nivel de indeterminación que provoca una lectura tan misteriosa como entretenida. Aquellos que disfrutan del terror silencioso, al estilo de Anne Rice, en este libro encontraran una joya.

Reseña: El Imperio del Vampiro, de Jay Kristoff

Tan inmortales como su esencia, los vampiros o el tema vampírico nunca pasa de moda. Llevan “acosándonos” desde hace siglos ya sea a través de cuentos de terror, leyendas, mitos o posteriormente en novelas, cómics y películas, a excepción del “afortunado” que haya tenido un encuentro con alguno de ellos. No obstante, si esto sucedió en realidad, ya no lo contamos entre los nuestros porque obviamente pasó a mejor vida. A lo que voy es, que el nuevo título o títulos de moda al que hincarle el diente  (¿de ajo?) se denomina El Imperio del Vampiro. Una inspiración del destacado y tan en boga autor Jay Kristoff, una obra que ha estado bastante tiempo en las listas de éxitos de ventas del New York Times.

La novela de Kristoff lleva al lector a los reinos ficticios de Nordlund, Talhost, Ossway y Sudhaem: el Imperio de Elidaen. Elidaen es un lugar que alguna vez fue poderoso y que ahora se está oscureciendo bajo la sombra de los vampiros que invaden y se apoderan lenta e inexorablemente de todo el entorno incluido sus habitantes. El sol se ha desvanecido y con él, el último impedimento para que los vampiros ganen toda su fuerza y la capacidad de vencer a cualquier enemigo humano. Pero tenemos cuatro clanes de vampiros y uno de ellos se ha destacado por encima de todos los demás: los Blood Chastain, que luce el sigilo de los lobos, buscan poner a todo el antiguo Imperio (incluidos los clanes de vampiros rivales) bajo su mando. Y están muy cerca de lograr su objetivo. Aún así, con el logro supremo de su golpe de estado puede ser que se haya logrado capturar al infame Gabriel de León, el último miembro de la Orden de Plata. ¿Quién? ¿Quiénes? Los Silversaints (Orden de Plata) son mitad vampiros, mitad humanos. Los sangre pálida. Una orden de caballería que juró defender a la Santa Iglesia y al Imperio actuando como herramienta de Dios, destruyendo vampiros y a todo monstruo que se precie. Salvar a la humanidad de la abrumadora marea de oscuridad que se cierne sobre la tierra.

Tierra mermada por el horror. Lo chulo es que el libro está narrado por Gabriel hablando de su impactante, desgarradora y sangrienta vida como es la perdición contra los vampiros.

Similar al formato de exitosos libros con los que se ha comparado como El Nombre del Viento, de Patrick Rothfuss, y Entrevista con el vampiro, de la genial Anne Rice; Gabriel cuenta su historia al educado, suave, elegante, ingenioso y ordenado pero desdeñoso Jean-François. Y es que la historia de Gabriel tiene varias líneas de tiempo. Por lo que hay algunos saltos, en lugar de una narrativa estrictamente lineal. Por ejemplo, una línea de tiempo trata sobre la infancia de Gabriel, el qué alimenta su deseo de venganza y cómo se une a la Orden de Plata y se eleva para convertirse en su guerrero más temido.

La otra línea de tiempo implica a cómo Gabriel habría llegado a la edad adulta y de cómo se convirtió en leyenda.

Mola ver que los saltos de Gabriel en su historia irritan a su cronista, Jean-François, pero al lector o por lo menos a mí, me encantaron. Kristoff hace un trabajo excepcional al mantener las cosas bien ordenadas para el lector, y las líneas de tiempo cambiantes solo generan una sensación de tensión y temor a medida que descubrimos los misterios que rodean a la Orden Silversaint, la guerra de los vampiros y la búsqueda del Santo Grial. Algo a lo que únicamente tienen miedo estos vampiros que se han hecho con el poder.

Y Gabriel parece ser el único ser vivo que lo ha encontrado y que lo ha…

La construcción del mundo de El Imperio del Vampiro es maravillosa, exuberante, inspirada en la Baja Edad Media y principios del Renacimiento, con una pizca de je ne sais quoi francés. La maravilla de las catedrales, la pobreza de los pueblos oprimidos y la majestuosidad y el esplendor que se desvanece de los salones y cortes de los ricos y poderosos, están dibujados con un cuidado inmaculado. El sistema mágico y religioso está familiarizado con muchos de nuestros mitos y leyendas sobre vampiros. Y la fe inspirada en el cristianismo, con un mesías mártir, ángeles protectores, abades, etc. Las escenas de lucha son espectacularmente espantosas, y algunos de los momentos más tranquilos e introspectivos, o las expresiones de amor, amistad y nobleza harán que el lector pueda llegar a las lágrimas. Los romances son encantadores, la camaradería es conmovedora y a pesar de la sensación de muerte inminente, el éxito de muchos de los humanos para tallar algo de belleza en la existencia sombría, asediada y sin sol, realmente hizo que este libro brillara mientras lo leía.

Desde ya, todo mi crédito hacia el señor Kristoff. Ha conseguido algo que muy pocos consiguen: que me lea un libro de setecientas páginas en lo que tarda un avión en llegar a los países del Este desde España. Nocturna Ediciones se marca otro exitazo tras otros títulos chulos que se pueden encontrar en su catálogo. Es una editorial que sigo, sobre todo, porque publica en español sendas obritas de Joe Hill, el “niño” del gran Stephen King, que ya se ha hecho un nombre dentro de la literatura fantástica, sobre todo, de terror. Cómics, libros y últimamente en cines con joyitas como la genial Black Phone.

Una maravilla todo.

Reseña: Cuernos, de Joe Hill

Al igual que en la película Cuernos protagonizada por Daniel Radcliffe, en el libro de Joe Hill que obviamente es anterior, la base y de dónde parte la idea original es una máxima: ¿Por qué diablos le salen cuernos de pronto al protagonista en la cabeza? Lo cierto es que Cuernos, de Joe Hill, que vuelve a estar disponible en librerías gracias a Nocturna Ediciones, es una historia que aborda mucho más que esa simple pregunta. No sólo trata de lo que representa ser diferente. Cuernos es una historia que va sobre cómo interpretar dones, lo que representa la apariencia, los poderes del amor, la pérdida y la obsesión.

Ignatius Perrish es visto como un demonio en su ciudad natal, y está acostumbrado, incluso cree que se lo merece. Es el único sospechoso de la muerte de su novia de la infancia, Merrin. El pueblo, los vecinos, se resienten por el hecho de que no hubo suficientes evidencias para hacerlo pagar por el crimen que solo él podría haber cometido (a sus ojos). El girito viene cuando Ignatius Perrish un día se despierta con cuernos saliéndoles de su cabeza y de pronto se encuentra pensando que se merece ese mal salido del infierno que está apareciendo en su frente. Lo que muestra lo que realmente es…

Y entonces se da cuenta que esas cornamentas infernales le dan el poder de sacar la verdad de la gente. Tiene la capacidad de encontrar al asesino de su único amor verdadero. Aunque va a odiar dicho descubrimiento…

Joe Hill muestra lo genial escritor que es el hijo menor de Stephen King. Ya no hay que esconder nada porque ha demostrado que por sí mismo tiene personalidad y calidad como autor de sobra. Ya varias obras le avalan, y la última Black Phone, peli de Terror que ha sido todo un éxito en USA y que acaba de llegar por estos lares, ya os puedo decir que es una joyita del género. Un pelotazo de historia que parte de un relato suyo. Pues Hill ha heredado uno de los dones de su padre. El crear historias totalmente adaptables a la gran pantalla.

Y de calidad.

Podría haber tomado una ruta simple en Cuernos y simplemente convertirla en una historia sobre un antihéroe descubriendo la verdad y luego vengándose. Pero la verdad es que su novela es mucho más que eso. Horns analiza lo que representan los cuernos y lo que significa el diablo para la sociedad, con la pregunta ¿es el diablo realmente un ser tan malvado como se hace creer? ¿Negro oscuro, lo peor de lo peor? ¿O gris como la gran mayoría de los seres humanos? Y da un buen argumento de por qué quizás la metáfora es más mentira que otra cosa. Usar al Diablo y la imagen que los cristianos ven como una representación de él en un sentido un tanto positivo como se hace en Cuernos, corre el riesgo de molestar a las personas religiosas, pero esto no es lo que Joe Hill hace en la trama. El hecho es que sí, Ig se convierte en el Diablo o en un demonio y sus poderes podrían verse como malvados, pero en realidad no lo son. Ig puede ser un poco llorica incluso (antes y después de la muerte de Merrin), pasa la mayor parte del tiempo compadeciéndose de sí mismo, pero necesita ser ese perdedor en la vida que termina encontrando su vocación.

¿Y los cuernos le permiten finalmente encontrar las respuestas que estaba buscando? Tendréis que comprobarlo por vosotros mismos.

Muy buena novela que se devora en nada. Una historia que no toma el camino fácil para contar una trama de venganza y ya está. ¿El Diablo es siempre malvado? ¿Son los poderes otorgados a Ignatius Perrish un boleto al Infierno? Siempre decidimos nosotros.

Eso no lo olvidéis nunca.