Reseña: La Odisea, de Luc Ferry, Clotilde Bruneau, Lorusso y VVAA

Cuando leo en formato cómic obras como La Odisea, se me vienen a la mente frases de un amigo que tengo el cual utiliza siempre un lenguaje un poco llano pero más sincero que todas las cosas. Diría: “Esto hay que leerlo así”. Y es que como pasa con los niños, el lenguaje más fácil, más directo, suele ser el más aclaratorio. Una historia mil veces contada, una trama, la mitología bien representada y maravillosamente ilustrada… Esto hay que disfrutarlo así.

En un volumen de cómic europeo como el que Yermo Ediciones ha publicado en nuestro país, Luc Ferry y Clotilde Bruneau sacan adelante un guion para que sea representado y traído a la vida por las ilustraciones de Didier Poli, Giovanni Lorusso y Giuseppe Baiguera. Una verdadera historia iniciática como es La Odisea, de Homero, trasladada al cómic, un cuento tan maravilloso y épico como aterrador.

Lleno de peligros y fabuloso que confronta a los hombres en el antiguo mundo griego poblado de criaturas peligrosas y donde los dioses se complacen en jugar con la debilidad humana. Para ellos, no somos otra cosa que una partida de ajedrez que controlan desde el Olimpo para aliviar su aburrimiento. Este viaje de regreso después del asedio de Troya es una prueba para Ulises que desencadenó en primer lugar en la ira de Zeus y especialmente en la de Poseidón. De ahí los numerosos obstáculos que jalonan el regreso a Ítaca. Pero todas las aventuras conocidas se describen aquí: el enfrentamiento con el cíclope Polifemo, la isla de los Lotophages, la isla de Circe, la isla de Calipso, el paso de Caribdis y Escila, el episodio de las Sirenas, el encuentro con el dios de los vientos Eolo… Y el episodio en el inframundo donde Ulises se encuentra con las sombras de los héroes muertos en Troya; que es por mucho mi favorito.

Aunque también mola mucho el del tensado del arco, una prueba imposible para estos arrogantes pretendientes de los cuales Antinoo y Eurímaco son los más viles.

En el dibujo, prefiero el de Lorusso. Lo encuentro más aplicado, con más vida y más grandioso. Una pena que Lorusso no haya podido dibujar todas las aventuras. Hubiera sido apoteósico.

He aquí una gran aventura y una hermosa, rigurosa y fiel adaptación a la obra de Homero. Tras Heracles, La Ilíada y Jasón y el vellocinio de oro, tenemos otra obra de Ferry clasificada en la colección La Sabiduría de los Mitos (La Sagesse des Mythes), títulos que ningún amante de las buenas aventuras y el tema mitológico debería perderse.

Reseña: Hércules 1417, de Enrique de Villena, Das Pastoras, Pedro Víllora y José Villarrubia

Siempre defenderé que la originalidad creativa es un don y es el más potente diferenciador que tenemos para con los animales. ¿Un súper poder? Podría decirse así. O no. Pero un don que hay que mostrarlo al mundo…, eso lo tengo clarísimo. Porque además se ve a leguas cuando esto aparece en un libro, en un guión o en un ilustrador. Y my friends, Das Pastoras (1956) es uno de esos seres creativos con dicho don. Por lo que poder volver a disfrutar de su originalidad ha sido todo un placer. Un gustazo que ofrece en este caso Nuevo Nueve Editores ya que ha conseguido junto al gran José Villarrubia (premiado autor español pero residente en USA, habitual colaborador de Alan Moore, Paul Pope y Richard Corben, además), juntos traer de vuelta después de los años al mítico artista Das Pastoras (Castaka, Heresiarcas, Thor, Lobezno). Que no sé ustedes pero yo conocí y me enamoré de sus dibujos en los primeros libros de rol de los 90; época gloriosa en nuestro país con esta forma de diversión.

Y es que fue mucho el entusiasmo que levantó el arte de Das Pastoras dentro del mundo de los juegos de rol. Ilustraciones que tengo que decir que también tenían sus detractores pero que, en general, a todo el mundo le molaban. Ilustraciones que no dejaban indiferente a nadie. Eso por seguro. Y es que Julio Martínez Pérez (nombre real de Das Pastoras) llegó a dibujar para JOC Internacional más de cien ilustraciones (Runequest, Stormbringer, suplementos de rol, revistas dedicadas a Magic The Gathering así como cartas promocionales de SATM, el juego de cartas de El Señor de los Anillos). Pero siempre un autor que ha brindado por la expresión de libertad arbitraria en su trabajo le pese a quien le pese. Y con algunos rostros inolvidables. Es por ello que no cabía duda que me moría y ansiaba por reseñar esta obra que es Hércules 1417, un nuevo libro ilustrado que recién aparece en librería y que como suponéis cuenta las hazañas del Héroe en una versión modernizada del trabajo de Enrique de Villena y que el guionista Pedro Víllora recoge y muta para con nuestro tiempo.

Una obra para el deleite visual, pensada para ser disfrutada cual tamaño considerable tal como se publica. Lo digo muy en serio, cada ilustración es digna de lienzo llevado a la pared. Son quince grandes ilustraciones a todo color y doce en color sepia las que te llevarán a imaginar todo lo que el señor Víllora propone con esta nueva adaptación de una mitología que a base de cuentecillos o fábulas aportan moral y conciencia. Los doce trabajos canónicos que son los que en su día listó Apolodoro. Pues Hércules 1417 recoge la selección de Boecio -que recopila la mayoría de los de Apolodoro-, aunque con algún que otro cambio. ¿Un ejemplo? Las aves de Estínfalo aquí son arpías o la cierva de Cerinea nunca es atrapada. Los doce trabajos o doce pruebas de Hércules llevadas a un modo ilustrado glorioso para el deleite visual, insisto. Euristeo siendo malévolo con un Hércules que empieza a destacar, solo para expiar el asesinato de su mujer, hijos y sobrinos, siguiendo el consejo del Oráculo. Y Hera provocando locura y desazón a su paso.

Víllora propone a un Hércules que no cumple encargos, que destroza fieras y bestias que devoran personas o a pobre gente que sufren semejante castigo. Un héroe de todas-todas que vemos y casi sentimos gracias al trabajazo del maestro Das Pastoras. Gracias a ellos, para mí Hércules es más héroe aún (y por fin pude quitarme de la mente ese bosquejo infantil de Disney). Además, si sois conocedores de la obra clásica, vais a ver que Víllora traslada al español actual bastante texto de aquel sufrido castellano del siglo XV. Nos hace más accesible una lectura que muy pocos acogen, sobre todo, los jóvenes. ¿Entonces qué más decir? ¿Indispensable? ¿Maravillosa edición? Relájate, relajate, aún lo tienes a mano. Estamos ante una lectura que se devora en nada. Con la que se recomienda pararte a imaginar con cada ilustración cual paseo de Museo de Das Pastoras. Va desde aquí mi propuesta.

Todo un gustazo disponer de joyitas así entre manos, de verla brillar en la cómicteca de uno con portada hacia delante. Ese tesoro que consigues y te sientes orgulloso/a de tener. Que suma y destaca junto al oro de tu montaña.

Un lujo de edición que nadie debería perderse. Das Pastoras nunca se fue.