Los mitos y leyendas de cada país me encantan. Sus cuentos, sus creencias, así como su bestiario. Este último en especial. Si uno los analiza psicológicamente detecta fácilmente a un ser humano que según su ubicación, no es muy diferente de los demás. Mitos, leyendas, cuentos y creencias, la mayoría llegan a ser muy parecidas con tan solo modificarles el clima, entorno y ciertos sentimientos. No obstante, en los detalles está el demonio, como dicen las abuelas. Y de esos detalles originales nos gusta nutrirnos a los autores, a la gente inquieta y a los curiosos. Es por eso que uno siempre tiene puesto el ojo en Ediciones Siruela, una editorial donde poder encontrar en sus colecciones de relatos de los diferentes lugares del planeta, una gran variedad de «detalles». Como no iba a disfrutar yo entonces de una obra tan diferente y fresca como Mitos y Leyendas Inuit. ¿Qué nos puede ser más desconocido a los de la zona calurosa de la Tierra, todo lo contrario, esa parte lejana del mundo civilizado como es Groenlandia?
«Un lugar, un país es enigmático y maravilloso, solo las personas que entienden los temas ocultos pueden entrar allí».
Con edición, prólogo y traducción del danés de Blanca Ortíz Ostalé, nos topamos con un volumen recopilatorio de leyendas recogidas por Knud Rasmussen (1878-1933), un científico polar danés-groenlandés, nacido en Illulissat, anteriormente llamado Jacobshavn, que vivió en Groenlandia durante los primeros doce años de su vida antes de ser enviado a un internado en Dinamarca. De adulto, regresó a Groenlandia y realizó siete expediciones más por el Polo Norte. Knud Rasmussen fue un emprendedor investigador que no dudó en documentar sus experiencias, llevando un diario para recopilar material, para escribir libros una vez regresaba a Dinamarca. Debido a su educación, Knud Rasmussen sabía bastante de la tradición groenlandesa. Amante de las canciones y la narración de cuentos del lugar, dedicó gran parte de su vida a estudiar dicha cultura visitando a oriundos de aquel mar blanco, así como sus aldeas.
«Érase una vez, hace mucho tiempo, una época en la que todos los humanos vivían en el cielo y eran inmortales. Pero entonces un hombre se salió del sendero y engendró una hija con la tierra. Sus descendientes fueron muy fértiles y pronto desbordaron el paraíso en el que vivían. Un poderoso terremoto dividió la tierra en enormes grietas y mucha gente desapareció. Se originaron otras especies. Y se originó el hombre subterráneo poblador del mundo interior. Los apaga fuegos…».
Mucho se ha hablado y especulado sobre la forma de vida de los habitantes de las zonas más frías del globo. Pero casi siempre se reduce a una visión sesgada y llena de estereotipos…, comenta la sinopsis editorial y no puedo estar más de acuerdo. Nadie mejor que alguien que ha vivido aquello de primera mano para trasladarnos sensaciones, historias y visiones de gente que transita el día a día en uno de los lugares más inhóspitos del mundo. Mitos y Leyendas Inuit, se vuelve un volumen único y revelador que nos invita a conocer de primera mano la cosmovisión y creencias de un pueblo ancestrar, enigmático y poco conocido.
«Cuentan también de un hombre y de una mujer; pero… ¿cómo? Es misterioso. ¿Cuándo estuvieron juntos? ¿Cuándo crecieron? No lo sé. El caso es que la mujer cosió ropa de niño y echó a andar. Encontró a los pequeños, los vistió y los llevó a su casa. Así fue como hubo muchos seres humanos. Cuando fueron numerosos, quisieron perros. Un hombre salió con una correa de perro en la mano y empezó a patear la tierra al grito de ¡Hoc!¡Hoc, hoc! En ese instante, empezaron a salir perros de montículos de tierra y…».
Knud Rasmussen sabía que este lugar era su vida. Se convirtió en un expedicionario que viajó a otras partes del mundo. Se rodeó de etnógrafos, arqueólogos, prisioneros groenlandeses y mujeres groenlandesas, cada uno con una importante tarea para sus aventuras. Hacerle ver al mundo estos lugares tan inaccesibles fue cumplir el sueño de su vida. Mitos y leyendas en zonas así, era la principal evidencia de ese antiguo parentesco pasado entre seres humanos. Promulgó una especial familiaridad entre esquimales canadienses y los de Groenlandia. Evidencias de antiguos viajes cruzando el Gran Azul para bienes comunes.
Knud Rasmussen fue nombrado Caballero y también recibió el Signo de Honor de la Orden Dannebrog.