Si hay una propuesta de Netflix que lleva un tiempo dando que hablar, esa es Cadáveres:
Cuatro asesinatos. Cuatro detectives. Cuatro eras. Una conexión imposible.
Pero recordad friends, que para disfrutar de una buena historia siempre hay que recurrir a las fuentes. Y dicha historia está sacada de la miniserie de ocho numeritos que elaboró el guionista Si Spencer junto a Dean Ormston, Phil Winslade, Meghan Hetrick y Tula Lotay. Volumen recopilado que acaba de ser publicado en tapa dura por ECC Ediciones en nuestro país. Un cómic que contiene una de esas historias impactantes que mezclan el género negro con la ciencia ficción… y el horror.
Porque en Cadáveres esta esa mezcla que suma e inspira y hay referencias a múltiples obras que van desde los cuentos de Sherlock Holmes hasta el poderoso From Hell, de Alan Moore. Pasando por conspiraciones y horrores de los que H. P. Lovecraft estaría orgulloso. Y todo ambientado en Londres donde Edmond Hillinghead es un triunfador de la década de 1890 que intenta resolver un asesinato que a nadie le importa mientras oculta su propio secreto. Pero después tenemos a Karl Whiteman en los años 40 haciendo lo mismo (otro tío con un pasado impactante). Y a Shahara Hasan que es la increíble sargento detective que en 2014 investiga entre la delgada línea que existe entre religión y poder. Y Maplewood, un amnésico de un año 2050 post-apocalíptico que aporta la perspectiva más inquietante de todas. Sin duda, es uno de los cómics que ya llaman la atención por su portada. Y suma cuando te enteras que ha sido trasladado a una de las plataformas de TV que más sigue la gente. Pero el cómic de Cadáveres merece toda tu atención y más. Cuatro detectives, cuatro épocas diferentes, una víctima de asesinato, el mismo modus operandi, el mismo lugar, apareciendo ante cada detective. ¿Quién mató a John Bull? Cadáveres (Bodies) es un misterio de asesinato muy complicado de desentrañar y descifrar, y diré que es uno de los cómics de Vertigo de los últimos años que más he disfrutado. Parece que por fin han vuelto a las “andadas”.
Aparte, mola ver que cada una de las cuatro historias está dibujada por un artista diferente. Eso le da ese toque estupendo de “separación” en el tiempo que la historia necesita. Edmond Hillinghead es un detective encerrado en 1890, dibujado por Dean Ormston; Karl Whiteman es un detective corrupto en 1940, dibujado por Phil Winslade; Shahara Hasan es una detective musulmana de 2014, dibujada por Meghan Hetrick; y finalmente Maplewood es un detective/terrorista amnésico en 2050, dibujado por Tula Lotay. Realmente me gustaron todas las contribuciones de los artistas. Un trabajo muy sólido en general. Y tenemos al ya desaparecido señor Si Spencer haciendo algo grande en el guion. Escribiendo las diferentes partes y haciendo un buen trabajo al presentar cada una con una voz diferente.
El colorista Lee Loughridge también hace un trabajo excelente, dando a cada época una apariencia única: oscura y sangrienta para el Londres victoriano, demasiado brillante y desequilibrada para el futuro. Donde cada personaje tiene la tarea de investigar el asesinato de un hombre desconocido encontrado en Longharvest Lane y surgen similitudes para cada uno.
Por supuesto, no voy a revelar nada más. Pues uno de los mayores éxitos de Seven, de David Fincher, es que la gente nunca habló con nadie sobre el final a menos que la ha hubiera visto.