Siempre son buenas noticias que se publiquen en español obras de terror que jamás pensaste que llegarías a tener entre tus manos. Sobre todo, si son cuentos, novelas o grandes recopilaciones que vieron la luz en el mundo anglosajón, a lo que hay que sumar, como en este caso, que viene de la mano de un gran antologista y escritor como es Ramsey Campbell. Y suma bastante más que os hablo de una antología traducida a nuestro idioma en la genial colección de cuentos de fantasmas de Diábolo Ediciones, una edición que en los mercadillos de segunda mano anglos se paga a precio de oro; sobre todo, una edición que existe con grabados en tela negra, ediciones de poco más de doscientos ejemplares en todo el mundo firmadas por Campbell y el artista Ladislav Hanka… Todo esto suma sí o sí. Y permitidme decir que por esta vez, incluso queda más chulo el titulo en el idioma de Cervantes que en el de Shakespeare. Que raras veces pasa. Y aunque pueda parecer un poco tarde para esta reseña, porque la época ideal para su lectura acaba de pasar, puedo decir que he disfrutado en tiempo y forma de Nochebuena en un barco embrujado y otros relatos espectrales navideños, el décimo volumen de esta indispensable colección de relatos de terror que se está marcando Diábolo Ediciones. Que apoyada por grandes profesionales como Alberto Ávila Salazar y Fernando López Guisado aportan para la ocasión Introducción y reflexión bastante interesante sobre lo que para él representa las ghost stories. El cuento “principal” de esta antología habla de David, un niño que intenta superar las tensiones familiares durante una visita a sus abuelos durante las vacaciones de Navidad. La madre de David ha sido abandonada recientemente por su marido, y la abuela de David, que lucha contra la demencia, está obsesionada con un adorno de plástico de Papá Noel que se desprende del techo de su casa. La narración avanza lentamente hasta un clímax aterrador y ambiguo, de las tramas que te llevan a amar el cuento de terror en todas sus formas. De hecho, este relato (Los adornos), que cierra la antología y da nombre al volumen en inglés, fue seleccionado como la historia principal por el editor Stephen Jones para la genial The Mammoth Book of Best New Horror, de 2006.
Solo comentaré algunos relatos para no destripar (spoilear) demasiado pero ya os digo que no hubo ningún relato de esta antología que no disfrutara, cada uno con sus características. La sombra, de la siempre genial Edith Nesbitt, es, sin duda, un relato que impacta; una historia de fantasmas contada en un estilo inusual, una historia de fantasmas que en realidad no trata en absoluto de mitologías sobrenaturales, vistas espeluznantes o atmósfera gótica, sino más bien una historia profundamente preocupada por la condición humana. Una tinta líquida negra se hunde en las sombras y perturba a los propietarios de una propiedad. Relato lleno de una atmósfera oscura e invernal, disfruté mucho de este cuento que lleva a la época victoriana como pocos. La señorita Eastwich, el ama de llaves, contándole a «sus niñas» una historia de fantasmas mientras les ofrece un chocolate junto al fuego…
Me sorprendió encontrar a J.M. Barrie (Peter Pan), aportando un cuento de fantasmas, un relato muy sugerente y nada infantil. “Se dice que cada Nochebuena se repite la escena silenciosa y la tradición declara que ninguna persona vive tranquila mientras el espectro apunte con el dedo”. Un relato muy breve que da escalofríos y que deja con ganas de más.
Nuestra compatriota Emilia Pardo Bazán tiene su hueco en esta antología. Y no me extraña. Porque siempre fue una autora poderosa en creación de ambientes o historias costumbristas, y a donde lleva eso si no es la principal festividad cristiana. El ciego, es uno de sus cuentos más cortos e importantes donde se aprecia de lo que esta precursora autora de nuestro país fue capaz.
El último cuento que comentaré, pese a que la antología cuenta con veinticinco relatos más unos apéndices contenedores de artículos sobre las fiestas navideñas de grandes autores como Ambrose Bierce o el aristócrata George W. Erskine Russell, es la joyita del científico y novelista Charles Grant Blairfindie Allen (1848-1899) conocido como Grant Allen. Muy pulp es Mi nochevieja entre las momias. Y es que en la víspera de Año Nuevo, la noche antes de que el grupo de Eliot realizara una visita guiada y escalara la pirámide aún sellada, él se dispuso a caminar solo alrededor de la pirámide para aliviar su aburrimiento. Entonces, encuentra una entrada secreta… Lo que experimenta en lo profundo de la pirámide es algo que casi no se puede describir… Brillante, las sensaciones que aporta este relato.
Aunque se vendió en nuestro país como ¡El mejor libro para leer en fiestas navideñas!, pienso que es una antología que por extensión y poderoso ambiente creador se puede disfrutar en cualquier momento del año. Cualquier momento en que quieras leer terror del bueno. Pero que duda cabe que el aislamiento lector, el entorno rural, el frío y la búsqueda del calor en las fiestas de fin de año, suma bastante a la lectura de este volumen que no es otra cosa que una celebración para los amantes del terror. Pocos regalos para Navidad hay más perfectos. Y es que mientras retiraba con mi familia los adornos navideños en casa, no podía sacarme de la cabeza la visión interior del desenlace del relato de Campbell; espeluznante, con imágenes de antaño simplemente sugeridas, nunca demasiado obvias. Casi subliminal. Estremecimiento. Nunca volveré a mirar las luces navideñas de la misma forma.
Un ritmo cardíaco elevado seguido de un rápido subidón de endorfinas causado por la adrenalina es justo lo que nos calienta en una fría noche de invierno. Y correr. Hacer deporte siempre es bueno.