Original, atípico y magníficamente ilustrado, rinde muy buen homenaje a la obra de Lovecraft. Podría ser la definición de En la noche de los tiempos, la nueva publicación de esta maravillosa colección que Planeta Cómic está trayendo a nuestro país, del siempre magnífico Gou Tanabe; el cual está o estuvo trasladando las grandes obras del maestro del horror cósmico H.P. Lovecraft, lo que le quedaron grandes cómics o mangas que todo amante del terror debería degustar en algún momento de su vida.
Tras disfrutar de El morador de las tinieblas (https://www.cronicasliterarias.es/?p=14169) y La sombra sobre Insmouth (https://www.cronicasliterarias.es/?p=10994), percibes que lo mejor que Tanabe sabe crear es una narración fluida para las diferentes historias. Tanabe se toma el tiempo para establecer esa atmósfera vagamente inquietante que añade sabor a las historias del maestro de Providence. Y muchos de los que estáis por aquí sabéis que de lo primero nunca gozas en la literatura del propio Lovecraft. Aunque de lo segundo sí. Tengo un colega que siguió toda esta colección en francés y decía que cuando tuvo concretamente este volumen que os reseño hoy (2018), se dio cuenta que junto a La llamada de Cthulhu (https://www.planetadelibros.com/libro-la-llamada-de-cthulhu/361322), estaba ante una de las mejores obras adaptadas de toda la colección. Eso me hypeó bastante. Por eso andaba loco porque llegara. ¿Y qué tenemos aquí? En la noche de los tiempos encontramos los temas centrales de Lovecraft que giran en torno a cierta forma de drama angustioso, opresivo y de terror. De libros secretos (¡Ah, el Necronomicon!), de civilizaciones antiguas surgiendo de las entrañas de la Tierra, y de una lenta toma de conciencia por parte del héroe (buena parte de la narración es en estilo indirecto) de estos fenómenos que impactan con su personalidad. Esto juega en el tiempo, que no se desarrolla a la misma velocidad para todos (el héroe tiene así un “intervalo” de algunos años durante el cual parece estar en una progresión paralela), o en el que parece que podemos viajar. Esperad, esperad… que empiezo a enrollarme como Lovecraft, ¿no? Lo contaré al estilo Gou Tanabe. ¿Qué tenemos aquí? En la noche de los tiempos encontramos una historia que se desarrolla a lo largo de unos veinticinco años. Con un personaje con doble personalidad y después de una amnesia de cinco años. Se narra en primera persona la historia de Nathaniel Wingate Peaslee, un profesor de Economía de la Universidad de Miskatonic, que entre 1908 y 1913 sufre una inexplicable amnesia y trastorno de la personalidad, cuyo trasfondo tratará de descubrir a pesar de las cosas terribles que pueda averiguar. Las personas más allegadas a él lo abandonan, debido al extraño comportamiento que desarrolla durante los cinco años de amnesia. Excepto su hijo, Wingate Peaslee, a quien más tarde confiará a través de una carta todos los detalles de la historia que va desenterrando acerca de lo sucedido.
Y luego de haberse recuperado, extraños sueños lo acosan noche tras noche y cada vez lo atormentan más… Hasta que los sueños se vuelven cada vez más nítidos y aterradores y descubre la razón de sus gritos al despertar: la existencia en el pasado de una raza de extraños alienígenas. Pero años después de haber sobrellevado sus temores y haber enterrado sus sueños, recibe una carta desde Australia, donde al parecer se han encontrado misteriosos restos con grabados curvilíneos como los que describió periódicamente en una revista de psicología. El arqueólogo le propone realizar la empresa de excavar las arenas si dispone de recursos y obreros para realizarlos. Y allí que va.
Un nuevo título donde el dibujo es realmente bueno. Con algunos escenarios fantásticos que podrían estar a la altura de los grandes dibujantes de los 70 u 80 del pasado siglo. Un buen tomo llevadero con el que disfrutar de la lectura doquiera que te encuentres.
En la noche de los tiempos ya era una de las obras más “accesibles” de Lovecraft antes de esta versión. Pues imaginaos si os la presenta Gou Tanabe. En mi opinión, si no la mejor, una de las más espeluznantes, completa y rica. Indispensable para amantes del horror atmosférico.