Reseña: La Mennulara (Novela Gráfica), de Simonetta Agnello Hornby y Massimo Fenati

Quizás es bueno que ciertas obras cambien de formato con tal de que lleguen a más gente. Después uno/a buscará más o no si le interesa. Pero al menos será consciente de su procedencia y tendrá esa opción de «expandirse», tal vez de conocer más, o simplemente de verlo resuelto de otro modo. Me ha pasado con La Mennulara que acaba de publicar Planeta Cómic en formato novela gráfica. Una joyita que he degustado en unos cuantos viajes en metro. Esos, en los que me evado de todo y disfruto de mis lecturas.

Simonetta Agnello Hornby siempre ha sido vinculada a la profesión de abogado pero gracias a su pasión por la escritura y el compromiso de apoyar las causas de los menores, víctimas de violencia doméstica y marginados, fue galardonada con la Orden de la Estrella de Italia de rango oficial, mención honorífica que otorga el gobierno italiano. Nacida en Sicilia, vivió muchos años en Londres, y debutó en el mundo literario con la novela de La Mennulara, nada más y nada menos que a los 57 años. Con un best-seller traducido a diecinueve idiomas, un gran éxito internacional que ahora se convierte en novela gráfica gracias a las ilustraciones de Massimo Fenati.

Os puedo aclarar que La Mennulara en este formato es una obra respetuosa con el original, pero también es cierto lo que se aclara en la sinopsis: en cierto modo es autónoma y diferente, y viene enriquecida con algunas escenas inéditas, un «capítulo perdido» que no estaba presente en la novela tal y como se conocía hasta ahora.

La Mennulara nos traslada a los años 60 del siglo pasado. En la Sicilia de El Gatopardo, ahí siguen los señores y los criados, y a su alrededor, la gente que, temerosa, cuchichea sin cesar y cree saber «toda la verdad» sobre los demás. Pero los tiempos han cambiado, y esa gente ya no teme tanto a los poderosos de antaño, ni a esa nueva ley del silencio que se impone cuando asoma la huidiza presencia de la mafia. Llegamos entonces al 23 de septiembre de 1963, cuando en el pueblo siciliano de Roccacolomba, fallece la Mennulara, así llamada por haber sido en su niñez una hermosa recolectora de almendras.

Durante toda su vida, hasta el mismo día de su muerte, se dedicó a servir con una lealtad que rayaba lo enfermizo, a la acaudalada familia Alfallipe. Pero ¿cómo se explica que con el tiempo se convirtiera en administradora de los bienes de sus amos? ¿Y por qué éstos se resisten en un principio a cumplir sus últimas voluntades? En el pueblo no tardan en desatarse los chismorreos: unos la maldicen, otros la veneran, piezas de un rompecabezas y voces que nos van dando forma a la imagen fragmentada de La Mennulara, para componernos así, y poco a poco, el espléndido retrato de una mujer inolvidable.

Y mientras va desvelándose el misterio que la envuelve, su figura emerge, poderosa, en un universo rural y opresivo, donde muchos intentan alejarse de un pasado que se resiste a morir y una modernidad que nunca acaba de llegar.

Los dibujos de Massimo Fenati recuerdan la clara línea de la BD y tienen el encanto del dibujante estadounidense moderno. Durante el último encuentro en el Circolo dei Lettere recordó su gran amor por el Tintín, de Hergè, descubierto en su infancia, del que admiraba el trazo limpio y a la vez detallado y rico. Otro autor importante en su formación fue Quino, el creador de Mafalda, cuyos dibujos animados aprecia especialmente y de los que aprendió a hacer los personajes en el papel, dándoles carácter, algo que no es tan simple e inmediato de expresar solo a través del dibujo.

En La Mennulara se ve claramente dicha inspiración.

Durante el mismo encuentro del Circolo dei Lettere, Simonetta Agnello Hornby afirmó que la historia de La Mennulara le fascinó mientras la escribía y aún hoy le gusta leer la novela gráfica de Massimo Fenati, pues aclara que no es un thriller, pero hay bastante misterio en dicho relato visto así. Mencionó también, que fue un nuevo descubrimiento para ella pasarse al mundo del cómic, y por eso decidió que libro y novela gráfica fueran algo diferentes. En especial, la forma de expresar la historia.

La Mennulara, la premiada novela debut de Simonetta Agnello Hornby, se ha convertido en novela gráfica. No tenéis excusa para pasar un buen rato.

Reseña: Star Wars. Thrawn. Alianzas, de Timothy Zahn

Más leña que nos viene genial a algunos para apagar ese fuego que es Star Wars. Un incendio de universo de historias del que siempre queremos saber más, y como en Desde New York – Crónicas Literarias siempre estamos al tanto de una de nuestras ambientaciones favoritas, pues intentamos leer todo-toditto-todo lo que sale; poniendo especial atención a Planeta Cómic y a su ya colección legendaria de novelas y/o recuperaciones de grandes historias del Universo Expandido de Star Wars en formato literario. Novelas súper recomendables para el fan acérrimo de toda la vida, donde si quieres, tienes bastante donde elegir, no solo entre novedades, tiene un buen buffet clasificado por personajes o por épocas. Un amplio abanico de tramas donde saciar ese ansia que nos gobierna a todos de ver/vivir/leer más y más cositas de Star Wars. Indagar en qué hubiera pasado sí, qué ocurrió entonces con, o qué pasó con los hechos acaecidos en… Así hasta todas las preguntas que quieras hacerte. ¿Lo bueno? Que resulta que hay una serie de autores contratados para que también se hagan esas cuestiones, y lo mejor, escriban sobre ello.

Star Wars Thrawn: Alianzas son dos historias del Gran Almirante Thrawn y Anakin Skywalker por el precio de una. En algún momento entre las películas de El Ataque de los Clones y La Venganza de los Sith, el Emperador empareja al estratega imperial Thrawn con el Lord Sith Darth Vader para investigar una perturbación en la Fuerza. Una misión que los lleva a los bordes de la galaxia conocida, aunque no es la primera vez que han estado en el planeta Batuu. En la segunda historia del libro ambientada en algún momento después de La Venganza de los Sith y entre las temporadas tres y cuatro de la serie Star Wars: Rebels, Anakin Skywalker y el oficial ascendente Chiss Thrawn se cruzan por primera vez, formando una especie de alianza durante sus propias misiones personales. Dos historias entretejidas, amenas y dinámicas, que uno encuentra ideal para tardes de verano en las que no se necesita pensar tanto, solo disfrutar. Aunque es cierto que Star Wars Thrawn: Alianzas deja claro al principio que en dichas tramas se alternarán dos períodos de tiempo. Así que en vosotros está prestar más o menos atención a lo que se lee. Y no es que el autor Timothy Zahn lo haga difícil: son hechos cronológicos conocidos pero habrá momentos de relación, sucesos paralelos que si consigues llevarlos adelante contigo, encontrarás una lectura bastante fácil y muy bien diseñada en lo que se refiere al siempre interesante personaje del General Thrawn.

Alianzas muy bien escritas. Y, sin embargo, dudaría en decir que realmente disfruté leyendo al cien por cien, pues una de las historias paralelas que Zahn establece entre los dos personajes principales usa el enfrentamiento de sus súper poderes y eso me quebró un poco el alma. El cerebro súper estratégico de Thrawn y el uso de Anakin/Vader In Process se expresan de una forma especial en el texto. Son enfoques interesantes, pero ambos eventualmente juegan con el lector de alguna forma. No obstante, no es un factor decisivo y sé que mis frustraciones residen en que siempre miro con lupa todo cuando se toca a mi amado y poco entendido personaje de Anakin-Vader.

Eso sí. Si estáis familiarizado con los personajes de Thrawn y Anakin/Vader en conjunto, os va a encantar Star Wars Thrawn: Alianzas. Por un lado, Thrawn considera varias perspectivas, mientras que Vader solo se preocupa por una: la suya. La dinámica de poder en las historias presentadas aquí es súper tensa y creíble. Por lo que disfruté y disfruté con el ejemplar hasta el infinito. En un extraño giro de los acontecimientos, los momentos irritantes de Anakin son en parte responsables de una de mis representaciones favoritas de Thrawn. Me intrigaron todas las mujeres oficiales que Thrawn tiene con él a bordo de la Quimera. Ni por temas machistas, ni por temas sexuales, pero da que pensar en ese «porqué». Además, Timothy Zahn equilibra muy bien los momentos de aprendizaje del comodoro con demostraciones de liderazgo y competencia. Fue bueno ver a Padmé tener alguna inclusión en la historia de la línea de tiempo anterior, más allá de ser un claro “macguffin”.

Ah, y por supuesto, es bueno haber leído la novela anterior Thrawn para entender lo que realmente está sucediendo en este Star Wars Thrawn: Alianzas. Ambas historias hacen descubrimientos muy interesantes, pero quizás sean las reflexiones del comandante de la Primera Legión de Vader, las más interesantes de todas. Así que solo queda decir que muy guapo que Planeta Cómic ponga este libraco en disponibles.

Reseña: From Black to White. Tras los Pasos de Michael Jackson, de Stéphane Louis y Clément Baloup

Cuando has sido fan de alguien toda la vida, tiendes a quedarte con lo mejor de él. Lo que te atrajo siempre, lo que te impresionó y de un manotazo borras sus demonios de los que te has ido enterando con los años. Y si se fue pronto, como todos los grandes mitos y como fue el caso del gran Jacko, pues te quedará siempre esa sensación extraña e incondicional de pensar en cómo sería de viejo y qué otras “trastadas” haría. Todos tenemos nuestros males y nuestros demonios, insisto, pero siendo fan total, repito, siempre me quedaré con sus buenos momentos y lo que me hicieron disfrutar sus éxitos mundiales. De este modo me acerqué con muchas ganas a From Black to White, un cómic que tuvo muy buena acogida en la BD en 2018 y que acaba de ser publicado en nuestro país por Planeta Cómic. Una historia que de algún modo hace referencia al gran dios de la música Michael Jackson, y ya solo con eso, tiene mucho ganado. Sin embargo…

Cuando Curtis pasa cerca de la tienda de televisores, se detiene siempre frente a las pantallas. Los cuerpos se mueven de una manera increíble y especialmente una en particular, la de ese cantante llamado Michael Jackson. Estos días de 1964, en Harlem, marcarán un punto de inflexión en la vida del chico. Fascinado por el rey del pop, ya nunca dejará de perseguir su sueño: bailar. No obstante, en una sociedad bajo dominación blanca, tendrá que imponerse por su talento, mientras que a su alrededor, la campaña antirracial está en pleno apogeo.

Stéphane Louis escribe en From Black to White: Tras los Pasos de Michael Jackson una historia paralela al destino del gran rey del pop. Con el trasfondo político que lo gobernaba todo en USA en esos momentos: la lucha por los derechos de las minorías negras. Una visión general a su vez, de los eventos que respaldaron un período rico en emancipación, de verdadera reflexión social. Pero no un cómic que se centre en eso, aunque se deja ver lo que muchos pensaron entonces, es decir, como curiosamente triunfaba sobre todos los demás un icono musical de color negro. Un ídolo extraño que no fue realmente un símbolo de lucha para los afroamericanos, sin embargo, aquí el guión del cómic con la historia de Curtis persiguiendo su sueño, se hace bastante interesante y entretenida al margen.

Tenemos así a un héroe que resulta ser comprensivo y carismático, todo sazonado con una cuantas viñetas de optimismo, unos cuantos escalones por encima del mundo de la violencia y la discriminación que miremos por donde miremos, seguimos viendo más de cincuenta años después. Clément Baloup, además, con sus ilustraciones (autor que sigo bastante dentro del cómic europeo), logra una agradable visión de la historia, con dinamismo y algunas escenas de composición de ambiente muy conseguidas.

From Black to White: Tras los Pasos de Michael Jackson es una novela gráfica que busca, sobre todo, contarnos el éxito de alguien que siempre creyó en sus habilidades y, sin traicionar sus convicciones, se lanzó al precipicio para obtener éxito a pesar de los obstáculos de una era problemática.

Una muy chula historia de superación.

Reseña: Murder Falcon, de Daniel Warren Johnson y VVAA

Ese que siempre anda buscando la originalidad en un libro, en un cómic, en un guión, soy yo. It´s me…, como decía la canción. Por eso cuando a mis oídos llegan voces de Murder Falcon y mis ojos twitteros reparan en ilustraciones como las de Daniel Warren Johnson; una especie de hype crece en mi interior. Una bola de nieve que se agranda y agranda, hasta tenerla en mis manos. Para colmo, me entero que Planeta Cómic, siempre al quite con este tipo de obras chulas actuales e independientes del mercado USA, lo recién publica en español. Un tomito genial con los ochos primeros números, que comprenden la primera miniserie al completo. Una historia tan desmesurada como divertida, tan atractiva por su narrativa tensa y emocionante, que uno se pregunta como obras tan chulas han podido pasar tan desapercibidas hasta el momento.

Murder Falcon es una historia sobre monstruos, música y amor. Quién se atreva con ella, disfrutará de una combinación increíblemente satisfactoria con algunos elementos de cyberpunk, steampunk, o una mezcla de cualquier subgénero que toque el tema futurista semi-actual y se salsee con monstruos. Murder Falcon, de Daniel Warren Johnson, es ridículo, exagerado e increíble, uno de esos extraños sandwiches mixtos que nos pedimos en un bar, con un sabor nuevo y que bocado a bocado nos va gustando cada vez más. Es un cómic que celebra la música metal y la cultura que lo acompaña, lo que lleva a una trama que resulta ser al final sorprendentemente dulce y significativa. Algunos que no lean fantástico solo experimentarán una historia de amor y pérdida con un poderoso mensaje sobre cómo superar el dolor. Pero para el 98% de los que estáis leyendo esta reseña, la combinación de estos elementos increíblemente convincentes se convierten al poco en una historia súper entretenida que se puede leer fácilmente en una o dos tardes de piscina. Pues el núcleo de Murder Falcon se centra en una batalla entre seres monstruosos de otra dimensión que invaden la Tierra, esos mismos que son completamente inmunes al armamento tradicional; en cambio, se les opone una banda de metal, cuya música puede impulsar a los héroes con la capacidad de luchar contra esos seres. Esto lleva a batallas enormes de acción ininterrumpida, con demonios atravesados por colmillos de mamuts lanudos gigantes o un halcón que explota y raja aberraciones como quien corta mortadela.

Un nivel de acción tan enorme que lo convierte en una lectura tremendamente adictiva. Sin embargo, Murder Falcon tiene más que ofrecer. Mientras se desarrollan esas batallas, también se desarrolla una historia profundamente personal sobre la pérdida y el autoaislamiento. A medida que se avanza por la lectura, comprendes que el personaje principal, Jake, ha estado sufriendo por algo (no quiero spoilear) y, debido a esto, ha tomado medidas para aislarse de las personas que ama. Esto le hizo perder a su novia, despedir a su banda y entrar en un estado de depresión que le impidió hacer lo que más ama, tocar su música. Pero la vida siempre te da sorpresas (sorpresas te da la vida) y el paso del tiempo (y las hojas) le va ofreciendo a Jake una salida de sus pensamientos más oscuros a través de la música metal, que con el tiempo le permitirá volver a conectarse con las personas que quiere. Un mensaje poderoso que puede parecer demasiado obvio, pero en general sigue siendo muy efectivo.

Por que la vida del ser humano lo es. Por que las historias de amor son así.

Lo que atrapa verdaderamente de esta miniserie es la forma en que se aborda este mensaje. Durante los primeros capítulos, se desconoce por completo la condición de Jake. Hay indicios de que sufre algún tipo de trauma, pero no parece tan complicado. Luego, a medida que avanza la historia, se recibe una información tan fuerte como importante con la que casi te da un vuelco el corazón… por que ya casi “amas” a Jake. Con momentos muy dolorosos para los que hemos sufrido de cerca ese tema, pero también muy emotivos para los que comprendemos que la vida son dos días y hay que vivirla a tope.

Genial, magnífica miniserie, con muy atractivas ilustraciones (siempre me parece sorprendente leer un cómic escrito e ilustrado por la misma persona), elementos que bien trabajados de forma conjunta, dan pie a una obra de arte del cómic independiente.

Maravillosa.

Reseña: Frankenstein, de Bernie Wrightson y Mary Shelley

Desde nuestro lado, al menos, en este retorno a la normalidad no venimos exigiendo a las editoriales nada, sin embargo, parece que ellas mismas se autoinfligen exigencias para hacerse notar con su regreso. Virtud que repercute buenamente en nosotros como lectores. Y es que, no sólo es terriblemente maravilloso que vuelva estar disponible en librerías esta maravillosa novela gráfica llamada Frankenstein, además, es que vuelve a un precio genial. Ese mismo que resquebraja el tan odiado y dañino mercado de segunda mano especulador. Por supuesto, todo el mundo que conozco la está pillando. Ayer mismo vi que ese director friki tan guay como es Álex de la Iglesia, comentaba en Twitter lo encantado que estaba de haber obtenido por fin este titulazo. En serio, sin que sepas más, comprala y luego vienes y vuelves a leer la reseña, si quieres. O no. Lo que te apetezca. Pero no pierdas el tiempo, por que están desapareciendo a ritmo de bocadillos de jamón en la puerta de un colegio…

Hablamos de la clásica novela de Frankenstein, de Mary Shelly, pero ilustrada por el maestro del diseño macabro, el gran Bernie Wrightson (1948-2017). Para el que no lo conozca (no tenéis perdón de Dios), un historietista estadounidense creador de La Cosa del Pantano, así como otras decenas de títulos dentro del cómic de Terror que partió de revistas de género como House of Mystery, House of Secrets, o aquellas pioneras que dieron lugar a mi tan amada Creeepy. No obstante, también tocó otras cositas en las grandes casas del cómic de superhéroes, donde en mi opinión dejó huella en Batman con su The Cult. Pero, pero, pero…, en un podio aparte, Writghtson quedará eternamente reconocido por trasladar a nuestros ojos un Frankenstein de culto. Y, por supuesto, por ser amigo y colaborador del maestro Stephen King, quien precisamente escribe el Prólogo para esta edición en tapa dura publicada inicialmente en USA por Dark Horse.

La historia es un clásico, quizás la conocéis de pe-a-pa, o quizás solo por encima; depende de vuestro nivel lector y gustos por la literatura gótica de Terror. No voy a entrar en eso. Además, hay pelis y cientos y cientos de reseñas al respecto, con algunas teorías conspiranoicas que esas sí que dan miedo. Pero la diferencia entre esta y otras ediciones es realmente las ilustraciones de Bernie Wrightson. El valor que alcanza la historia con las cuarenta y cinco ilustraciones a página completa y en blanco y negro que son simplemente impresionantes y hermosos cuadros. Lienzos, que muchos de vosotros vais a imaginar en lo maravilloso que sería tenerlas a gran tamaño en esas tristes paredes que os reguardan del frío…, bueno, ahora mismo, del calor infernal que se aproxima. Unas ilustraciones que se cruzan y entrelazan con la trama de forma increíble y que sumergen al lector en dicha trama, la misma que ya pone nervioso e inquieta con tantos momentos terroríficos.

Detalles, detalles, detalles.

Pocas obras de artistas de cómics se han ganado la aclamación y reverencia universal, como es la versión ilustrada del Frankenstein, de Mary Wollstonecraft Shelley, por Bernie Wrightson. Un lanzamiento original de 1983 donde se empareja de forma maravillosa arte y literatura de calidad.

Si no has leído este clásico y estás considerando obtener uno, esta ES LA EDICIÓN. Esta. Cuando habléis con alguien que medio sepa de literatura fantástica, y tratéis el tema de El Moderno Prometeo casi siempre os van a hacer referencia a ESTA EDICIÓN. A tal y cual de una editorial que mola pero es que…, al final, se terminará hablando de ESTA EDICIÓN. Por que es la mejor, la que todo el mundo debiera tener, así de simple. Y por que tenerla en tus manos, es sinónimo de gozar con una trama tremenda y macabramente encantadora y bellamente ilustrada.

Cuando arte y trama son joyas, una historia maravillosa se transforma en diamante tallado en oro. Decir súper recomendable es quizás quedarse corto.

Obra de arte.

Reseña: Patria, de Toni Fejzula y Fernando Aramburu

Hay historias con tanto poder que sabes-notas-percibes mientras las estás leyendo, que te están marcando al igual que una aguja graba en tu piel un tatuaje. Tanta fuerza, que seguramente tras leerla, ya no pienses igual sobre cosas a las que antes apenas pusiste atención. Y sinceramente, yo que soy más de literatura o cómic extranjero, jamás pensé que una historia así pudiera engancharme tanto. Claro que un cómic que parte de un novelón llamado Patria, de Fernando Aramburu, premiado con el Premio Francisco Umbral, un libro que como todo buen súper ventas cuenta ya con novela, en breve miniserie de la HBO y ahora novela gráfica. Algo tendrá, ¿no?

Una historia de la que empezamos a saber, el día en que ETA anuncia que abandona las armas. Bittori decide entonces ir al cementerio a contárselo a su difunto marido, el Txato, asesinado por la banda terrorista años atrás. Entre otras cosas, quiere decirle que ha tomado la decisión de volver a la casa del pueblo en la que vivían antes de su muerte. La misma que tuvo que abandonar por el acoso de sus propios vecinos y recomendación de sus hijos. Y aunque dicen que el paso del tiempo lo borra todo, la vuelta de Bittori alterará la tranquilidad de la aldea, particularmente, la de Miren, su antigua íntima amiga, madre de Joxe Mari, que fue encarcelado por terrorismo y sospechoso de haber matado al Txato. Pero, ¿qué ha pasado para que dos familias que eran uña y carne hayan terminado así con tanto odio mutuo? El regreso de Bittori a su aldea natal nos mostrará las posibilidades que tenemos para reflexionar sobre el tremendo daño que en el pasado provocaron situaciones que rompieron una sociedad que se llenó de victimas, y en muchos casos, gente que apenas tomaba parte en el asunto. Dos bandos, dos familias enfrentadas, por culpa de la política y los problemas de la sociedad. Decisiones que se tomaron en el pasado y que han transformado sus vidas en un pueblo que aunque no se aclara, se puede deducir que está en las inmediaciones de San Sebastián.

Una historia con cantidad de personajes que llegan a emocionarte, a cabrearte, y especialmente importante en esta trama, a ponerte en el lugar del otro. Saber los entresijos de cómo una persona puede llegar a entrar en una organización terrorista, cómo una madre puede cambiar radicalmente sólo por seguir los pasos de su hijo hasta convertirse en una abertzale… Insisto, una historia muy potente en cuanto a personajes; hecho que me consta que está bien traído de la novela.

La confrontación en Euskadi, la historia de dos familias con sentimientos, vidas, errores, tragedias y alegrías, que nos llevan a una historia terriblemente atractiva a poco que te gusten las intrigas costumbristas, problemáticas y tan cercanas como tuvimos las de este tipo en este país. Teniendo claro que mucho peor tuvo que ser vivirlas «in situ».

Toni Fejzula es profesor de la Escola Joso y autor de cómics, cuyos excelentes trabajos se han publicado para el mercado USA en Dark Horse y en la BD para Glénat. Aquí se compromete a adaptar un bestseller español, una novela conmovedora, difícil de olvidar, sobre los últimos treinta años de la vida en Euskadi, pero con la que no puedo comparar por no haber leído el libro. Sin embargo, sabía que tenía que saber de Patria de algún modo; una historia que ha llegado lejos y que sus derechos se han vendido en 24 países y en el nuestro más de un millón de lectores ya sabe de ella; eso es mucho decir. Personajes eternos con los que sufrir y disfrutar en menor medida. Y otros con los que empatizas menos, pero sabes que tienen que existir por que realmente existen o existieron. Ese es su potencial.

Como decía aquel gran autor de novela negra: «Cada uno tenemos nuestra raja del culo». Nuestro modo de ver las cosas. Pero contrario a lo que parezca, Patria no es una historia de política. Trata la conflictiva vida cotidiana de cada una de las personas de estas dos familias. Con especial implicación a las etxekoandreas (amas de casa) Miren y Bittori. Mostrar una sociedad lastimada por una lucha armada con seres humanos que sufren constantemente tras ella.

Reseña: Los Muertos Vivientes. Descanse en Paz, de Robert Kirkman, Tony Moore y Charlie Adlard

Cero spoilers.

Y llegó, lo que algunos pensábamos que nunca llegaría. Se mató a la gallina de los huevos de oro. El final de The Walking Dead. El cómic que lanzó a la fama al señor Kirkman y que puso de moda nuevamente los zombies en el mundo…, Bueno, diría que trajo de nuevo a la actualidad aquellos lejanos años 80s, la idea de muertos vivientes por doquier, el apocalípsis sin una idea clara, no hay un porqué, el mejor subgénero de todos. Una historia que desde el principio llega a lo más profundo y que con poco se vuelve formidable. En el mundo de los cómics, el boca a boca, arrastra verdades. Los Muertos Vivientes viene siendo aclamado por la crítica desde que vio la luz en 2003 de manos del casi por entonces desconocido Robert Kirkman y el dibujante Tony Moore.

Como decía en su primera introducción, nacía una historia de zombis sin pretender asustar a nadie, y que sin intentar ahondar en el gore y en las vísceras al por mayor, nos presentaba un enorme elenco de personajes en situaciones límite. Reflejando su comportamiento moral y social a ojos de los demás. Y, sin duda, ese ha sido su fuerte. Su éxito. Pues que duda cabe que un cómic bien escrito y bien dibujado que enganche, si encima lleva al lector a evolucionar junto a los personajes… Tiene el cielo ganado.

Los Muertos Vivientes (Tomo 32: Descanse en Paz), fiel a su nombre, puede ser el volumen más tranquilo y melancólico que ha tenido la serie. Si bien ciertamente hay mucha acción para cerrar la serie, las ochenta páginas adicionales con las que este volumen trabaja le permiten ser un guión más reflexivo y contemplativo, que otra cosa. Lo que me parece adecuado, pues me encantan esas conclusiones que tras la acción final se muestran cantidad de escenas entre pasado y presente y una música evocadora a lo Enya…. ¿Es el tipo de finalización que Kirkman andaba buscando? Alguna sorpresita hay.

Terminar una serie como Los Muertos Vivientes nunca iba a ser fácil. Si bien no ha sido para mí absolutamente perfecta, Descanse en Paz, sí que tiene bastante satisfacción para lo que se podía llamar una línea de conclusión remarcable teniendo en cuenta lo que es. Una serie de larga duración y que ha mantenido un nivel alto y atractivo a lo largo de casi doscientos números. Estando a la altura, aportando identidad, giros sorprendentes, muertes súbitas y momentos desgarradores. Muchos sabíamos que los creadores dedicaron un buen tiempo a pensar en un cierre lo más sorprendente posible (se tomaron la molestia de crear portadas falsas y anuncios para futuros números que nunca hicieron, hay un buen frikerío sobre esto en internet), pero la conclusión ha sido… bueno, tendréis que comprobarlo por vosotros mismos. De lo que no hay ninguna duda es, de la sensibilidad de Kirkman como escritor y del nivel de confianza que se ha ganado de otros creativos que trabajaron con él. A pesar del enorme empresario que es hoy, cuida a sus productos y a su gente como nadie.

En 2003, cuando se lanzó el primer volumen de The Walking Dead, Kirkman lamentaba la brevedad de las historias de zombies. La insatisfacción de Kirkman con el subgénero era que andaba deseoso de más, que cuando terminaba una buena peli, quería más. Que el deseo de hacer una historia larga con este trasfondo apocalíptico surgió, sobre todo, de querer ver que sucedía después de los créditos finales de muchas de aquellas películas viejas e inconclusas. Su objetivo al principio con Los Muertos Vivientes, era escribir una película de zombies que nunca terminara. Pero después de dieciséis años, la historia interminable de Kirkman, ha llegado a su conclusión. Por que nada es eterno.

¿O sí?