Quizás es bueno que ciertas obras cambien de formato con tal de que lleguen a más gente. Después uno/a buscará más o no si le interesa. Pero al menos será consciente de su procedencia y tendrá esa opción de «expandirse», tal vez de conocer más, o simplemente de verlo resuelto de otro modo. Me ha pasado con La Mennulara que acaba de publicar Planeta Cómic en formato novela gráfica. Una joyita que he degustado en unos cuantos viajes en metro. Esos, en los que me evado de todo y disfruto de mis lecturas.
Simonetta Agnello Hornby siempre ha sido vinculada a la profesión de abogado pero gracias a su pasión por la escritura y el compromiso de apoyar las causas de los menores, víctimas de violencia doméstica y marginados, fue galardonada con la Orden de la Estrella de Italia de rango oficial, mención honorífica que otorga el gobierno italiano. Nacida en Sicilia, vivió muchos años en Londres, y debutó en el mundo literario con la novela de La Mennulara, nada más y nada menos que a los 57 años. Con un best-seller traducido a diecinueve idiomas, un gran éxito internacional que ahora se convierte en novela gráfica gracias a las ilustraciones de Massimo Fenati.
Os puedo aclarar que La Mennulara en este formato es una obra respetuosa con el original, pero también es cierto lo que se aclara en la sinopsis: en cierto modo es autónoma y diferente, y viene enriquecida con algunas escenas inéditas, un «capítulo perdido» que no estaba presente en la novela tal y como se conocía hasta ahora.
La Mennulara nos traslada a los años 60 del siglo pasado. En la Sicilia de El Gatopardo, ahí siguen los señores y los criados, y a su alrededor, la gente que, temerosa, cuchichea sin cesar y cree saber «toda la verdad» sobre los demás. Pero los tiempos han cambiado, y esa gente ya no teme tanto a los poderosos de antaño, ni a esa nueva ley del silencio que se impone cuando asoma la huidiza presencia de la mafia. Llegamos entonces al 23 de septiembre de 1963, cuando en el pueblo siciliano de Roccacolomba, fallece la Mennulara, así llamada por haber sido en su niñez una hermosa recolectora de almendras.
Durante toda su vida, hasta el mismo día de su muerte, se dedicó a servir con una lealtad que rayaba lo enfermizo, a la acaudalada familia Alfallipe. Pero ¿cómo se explica que con el tiempo se convirtiera en administradora de los bienes de sus amos? ¿Y por qué éstos se resisten en un principio a cumplir sus últimas voluntades? En el pueblo no tardan en desatarse los chismorreos: unos la maldicen, otros la veneran, piezas de un rompecabezas y voces que nos van dando forma a la imagen fragmentada de La Mennulara, para componernos así, y poco a poco, el espléndido retrato de una mujer inolvidable.
Y mientras va desvelándose el misterio que la envuelve, su figura emerge, poderosa, en un universo rural y opresivo, donde muchos intentan alejarse de un pasado que se resiste a morir y una modernidad que nunca acaba de llegar.
Los dibujos de Massimo Fenati recuerdan la clara línea de la BD y tienen el encanto del dibujante estadounidense moderno. Durante el último encuentro en el Circolo dei Lettere recordó su gran amor por el Tintín, de Hergè, descubierto en su infancia, del que admiraba el trazo limpio y a la vez detallado y rico. Otro autor importante en su formación fue Quino, el creador de Mafalda, cuyos dibujos animados aprecia especialmente y de los que aprendió a hacer los personajes en el papel, dándoles carácter, algo que no es tan simple e inmediato de expresar solo a través del dibujo.
En La Mennulara se ve claramente dicha inspiración.
Durante el mismo encuentro del Circolo dei Lettere, Simonetta Agnello Hornby afirmó que la historia de La Mennulara le fascinó mientras la escribía y aún hoy le gusta leer la novela gráfica de Massimo Fenati, pues aclara que no es un thriller, pero hay bastante misterio en dicho relato visto así. Mencionó también, que fue un nuevo descubrimiento para ella pasarse al mundo del cómic, y por eso decidió que libro y novela gráfica fueran algo diferentes. En especial, la forma de expresar la historia.
La Mennulara, la premiada novela debut de Simonetta Agnello Hornby, se ha convertido en novela gráfica. No tenéis excusa para pasar un buen rato.