Reseña: Star Wars. The Mandalorian. El Arte en Imágenes, de VVAA

Dándole un toque de atención a las editoriales con el tema ir un poquito tarde con ciertos titulos (¡El hype no debe bajar!), llega por fin el Libro de Arte de The Mandalorian. Para quien no lo sepa, los Libros de Arte sobre cada film, serie o miscelanea espacial de La Guerra de las Galaxias, son una de las cosas más buscadas, compradas y coleccionadas por los fans de Star Wars. Son de esas pocas cosas que uno compra casi por el solo hecho de tenerlo, poseerlo, un utensilio del que uno llega a sentirse orgulloso y lo usa muy de vez en cuando para buenos momentos de sofá, ojeándolo como quien no sabe leer y, sin embargo, disfruta con El Arte en Imágenes entre sus manos. Cómo enterarte, o mejor dicho, visualizar detalles que de otro modo quizás jamás hubieras conocido. Así fueron los primeros libros sobre la trilogía clásica y así han continuando siéndolo con todo lo visual que vino después. Y después del pelotazo que ha sido, del enorme exitazo y joyitas visuales que hemos podido ver en las dos temporadas de este forajido, cazarrecompensas junto a El Niño; un dueto perfecto en condiciones y tema, con una cantidad enorme de personajes con una enorme profundidad -me atrevo a decir-, con mayor cantidad de ellos por metreo cuadrado en todo el Universo Star Wars visto hasta ahora. El libraco que nadie que haya leído hasta aquí debería perderse.

El Mandaloriano tiene lugar «Después de la caída del Imperio y antes de la aparición de la Primera Orden» y sigue a «Un pistolero solitario en los confines de la galaxia, lejos de la autoridad de la Nueva República». A groso modo, esta fue la presentación básica que se hizo y se hace en algunas sinopsis sobre la serie, pero obviamente hay mucho más. Tenemos en nuestras manos la edición para coleccionistas, de nombre original Star Wars: The Mandalorian / The Art & Imagery que tan buenas ventas tuvo en USA. Planeta Cómic recién publica en nuestro país esta chulada de edición se mire por donde se mire, en la que ya solo el tacto de sus páginas interiores… Uff, que maravilla. Un libro de tapa dura de casi doscientas páginas, completismo puro y deleite de imágenes fijas y arte conceptual de una de las mejores series de TV que se han hecho (en general) últimamente.

El libro se divide en catorce capítulos: El Mandaloriano, El Niño, Mandalorianos en Nevarro, Mundos, Aliados y Enemigos, Criaturas, Batallas, El Mandaloriano y el Niño, Mundos sin Ley, Naves Espaciales, Enemigos y Aliados, Droides, En el Campo de Batalla y Resquicios del Imperio. En realidad, estamos ante un integral de una serie de álbumes que en USA se fueron publicando con el contenido aproximado de cuatro capítulos cada uno. Por lo que aquí tenemos que dar gracias a la editorial por traérnoslo todo en compendio; ya sabéis, lo amante de los Integrales que soy. A la larga, siempre son más económicos, sin contar lo preciocérrimo que queda en nuestras cómictecas. Tenemos así un Libro de Arte indispensable para amantes del mundo, de los mundos, del universo de Star Wars y de todas y cada una de las ilustraciones, imágenes, entornos y ambientaciones a los que la saga es capaz de trasladarnos. Un libro de mesita de café, de té, de pastelito en confitería un domingo por la tarde dándote el vientecillo fresco en el pelo, momento, en el que uno/a solo quiera estar solo/a, consigo mismo, inmerso en dicho universo.

¿Sabéis también que provoca? Que mañana me vuelvo a ver las dos temporadas de The Mandalorian para comprobar bocetos, storyboards y otras cosillas que aquí se pueden ver. El mejor arte conceptual elaborado por algunos de los mejores ilustradores de Star Wars como Doug Chiang, Christian Alzmann, Ryan Church, Nick Gindraux, John Park, Jama Jurabaev, Erik Tiemens, Brian Matyas, Seth Engstrom y Anton Grandert.

Todo son halagos, lo siento.

Reseña: Undiscovered Country, de Scott Snyder, Charles Soule, Camuncoli, Orlandini, Marcello y Matt Wilson

Tenemos otro buen volumen de tema apocalíptico. El tremendamente talentoso par de escritores como son Scott Snyder y Charles Soule se han unido para crear Undiscovered Country, cómic que encierra una trama súper atractiva. Como saben de qué va esto, se juntan con un buen equipo creativo para lo visual como son Giuseppe Camuncoli en los diseños, lápices de Daniele Orlandini y Leonardo Marcello Grassi y colores de Matt Wilson. Un primer volumen que recopila los seis primeros números de la serie y que componen el arco argumental «Destino». Una historia inmersiva con hilos cuidadosamente tejidos, personajes convincentes y efectos visuales absolutamente molones.

A partes iguales entre Mad Max, Escape From N.Y, Contagio o Saga; Undiscovered Country me ha parecido uno de los cómics más entretenidos y originales que uno puede encontrar en librerías en estos momentos. Su verdadera fuerza es la convincente dirección que toma desde la primera página y esto viene de la fuerza combinada de dos guionistas de los grandes como son Scott Snyder (Batman, American Vampire) y Charles Soule (Daredevil, La Carta 44); también los dos ex-guionistas de La Cosa del Pantano, los cuales utilizan sus dones para crear una historia que es rica en originalidad, carácter y complejidad, pero que nunca se siente sobrecargada pese a que trata los elementos típicos de thriller político, acción y ciencia ficción apocalíptica. Pero también un drama entre personajes muy bien construido con una coralidad considerable, traiciones y altos cargos de por medio.

¿Pero de qué va? En combinación de flashbacks y secuencias históricas se nos cuenta una trama que desvela constantemente lo que ha sido Estados Unidos desde que se selló. Una tierra envuelta en misterio desde que se separó del resto del mundo por un muro que ya tiene más de un siglo. Pero ocurre que, se acaba de recibir una llamada desde el interior y una pequeña expedición decide entrar para saber qué demonios está ocurriendo ahí dentro.

Es cierto que cuando vi que Snyder era parte del proyecto estaba un poco preocupado. Si bien sus trabajos anteriores con Batman o en Los New 52 y los primeros volúmenes de American Vampire se nota que adolece de estar sobrecargado de trabajo. Temía que para este cómic no tuviera la fuerza que le caracteriza para un proyecto tan impresionante y “peliculero” como es Undiscovered Country. Sin embargo, la fuerza la tiene y vuelve a ser increible. Su mejor don. Por que en esta obra se nota qué parte es de él y cuál no. Aparte, Soule está disponible para mantener el ritmo constante.

Undiscovered Country es una serie que arroja una cantidad considerable de información al lector, pero siempre logra ser atractiva gracias al ritmo y atención a los personajes. La inclusión de las características más grandilocuentes y salvajes como los hombres mutantes que deambulan por el desierto, las fortalezas rodantes y los tiburones voladores, adopta un enfoque de estilo Saga que parecen decir: simplemente, tómalo o déjalo. Si bien es obvio que existe un misterio en torno a porqué USA de repente se ve así, cualquier explicación en este punto sería spoilearos cosas que no quiero decir. Los diseños de los diversos habitantes de las tierras baldías y sus corceles, tanto mecánicos como animales mutados, son deliciosamente extravagantes, y su atención a los detalles de los personajes es estelar. Cada personaje se ve completamente único y su variedad de expresiones hace que sea fácil interactuar con ellos como lector. Y aunque se nota que los ilustradores cambian de tareas un poco más a la mitad de este volumen, sus estilos son tan similares que la diferencia es difícil de notar. Es probable que se deba al destacado colorido de Matt Wilson.

Echadle un ojo porque raramente no os mole.

Reseña: Once & Future. El Rey ya no está Muerto, de Kieron Gillen, Dan Mora y Tamra Bonvillain

En cómic independiente este mes se puede encontrar Once & Future, la nueva serie de Kieron Gillen, Dan Mora y Tamra Bonvillain, que está dando bastante que hablar en USA. Hubo cierta emoción en el lanzamiento de esta serie, del tipo a lo que suele suceder con los principales proyectos de Marvel y DC. Y no es difícil entender por qué. El equipo creativo por sí solo es un gran atractivo, ya que el escritor súper estrella del momento Kieron Gillen se asocia aquí con dos de los mejores ejecutivos del negocio, el artista Dan Mora y la colorista Tamra Bonvillain. Luego está el argumento, con Gillen, Mora y Bonvillain entregando una nueva versión de la fórmula atemporal del Rey Arturo regresando para salvar una Inglaterra moderna con problemas. Una combinación en principio loca que vais a ver que funciona principalmente porque logra subvertir las convenciones artúricas habituales. De vuestra base lectora depende el modo en que veis los mitos artúricos. El gusto está ahí, intrínseco, por el misticismo que conlleva toda esa historia que muy pocos saben a ciencia cierta de donde brotó. Anhelamos un mundo donde un héroe poderoso surja de la oscuridad para luchar contra la injusticia e imponer el orden en un mundo injusto. Ya sea que ese héroe use una máscara, una capa o empuñe una espada antigua y mística. El resultado final es el mismo.

Once & Future es un cómic que habla directamente de los miedos y las luchas de una Inglaterra devastada por los problemas del Brexit y una sensación general de malestar. En medio de esos disturbios, los rumores de un rey muerto hace mucho tiempo que regresa a la vida comienzan a extenderse, lo que obliga a una anciana llamada Bridgette McGuire a actuar… Un cómic que se inspira en varias fuentes. El título es una alusión obvia a The Once and Future King (traducida aquí como Camelot), una serie de cinco novelas del mito artúrico escritas por a T.H. White en los años 40 del siglo pasado. Un nombre que se origina en la inscripción de la lápida sobre la tumba del rey Arturo: «Hic iacet Arthurus, rex quondam, rexque futurus», que se traduce como «Aquí yace Arturo, rey una vez, y rey que será». Pero Gillen y Mora también se basan en los relatos históricos del Arturo y la perspectiva centrada en las mujeres de Las Nieblas de Avalon (The Mists of Avalon), de Marion Zimmer Bradley. No obstante, a pesar de estas influencias, Once & Future sigue su propia dirección desafiando lo convencional. Por ejemplo, en esta historia el ímpetu no está en la poderosa espada Excalibur, sino en su vaina perdida hace tiempo, que puede curar todas las heridas.

Detalles que molan.

Es curioso que en una entrevista Kieron Gillen comparó esta serie con Star Wars: Doctora Aphra en términos de tono general y la forma en que se usa el humor para compensar las tramas oscuras y macabras que se proponen. Y sí. No hace falta decir que los fans de ese cómic se sentirán como en casa cuando vean que la propia Bridgette es fácilmente el personaje número uno de la trama y cae en gracia desde el primer momento. Gillen y Mora extraen un flujo continuo de grandes escenas con ella, una mujer sardónica que no tiene ningún problema en cachondearse de sus compañeros del asilo o en lanzar a su nieto al frente de un monstruo furioso, si está de por medio sus objetivos. Y este problema surge porque el personaje principal aparente, Duncan, no puede competir con su abuela. Duncan realmente no tiene mucha distinción. Se presenta como el típico protagonista masculino nerd expuesto a un mundo inconmensurable de magia y mundos inexplorados. Aunque se deja caer que en capítulos próximos adoptará nuevas capas que… quien sabe.

Procedente de la cada vez más recomendable editorial Boom! Studios, Planeta Cómic publica este primer tomo que engloba los seis primeros números de esta interesante colección.

Se queda.

Reseña: Éramos el Enemigo, de George Takei, Justin Eisinger, Steven Scott y Harmony Becker

Puede parecer que voy de novela gráfica en novela gráfica, pero es que me parece de recibo que para alguien que lee tantísimo y tan rápido como yo (un devorador de historias del tamaño de un Azotamentes tengo dentro), ya que me pongo con una historia que empiece y acabe en el mismo tomo. Se agradece. Para más inri, leo tramas de todos los géneros pero tengo debilidad, cada vez más (será la edad) por las historias que tocan el alma. Historias reales que son traslaciones de novelas autobiográficas que han sido súper ventas en el New York Times y que hablan del dolor en primera persona y de sucesos de gran envergadura, que para bien o para más mal que bien, sufren inocentes sin comerlo ni beberlo.

Éramos el Enemigo es una de esas memorias gráficas que merecen ser leídas. Cuenta la historia, ahora en formato ilustrado, del actor/guionista/escritor/activista George Takei. Una historia de coraje, patriotismo, lealtad y amor. Planeta Cómic publica este mes además, la edición They Called Us Enemy: Expanded Edition. Un genial tomo en tapa dura, una edición de lujo con material y páginas extras que trae lo que me gusta a mí visualizar cuando me cuentan una historia basada en hechos reales: fotos verídicas de los protagonistas.

George Takei ha capturado corazones y mentes en todo el mundo con sus actuaciones magnéticas, su ingenio agudo y su compromiso franco con la igualdad de derechos. Pero mucho antes de desafiar esas nuevas fronteras que tanto promueve en Star Trek, se despertó una mañana como niño de cuatro años para encontrar a su país de nacimiento en guerra y a su padre y a toda su familia teniendo que huir de buenas a primeras para abandonar su hogar con un futuro incierto por delante. Una impresionante historia gráfica donde Takei repasa además la niñez que tuvo viviendo en los campos de concentración estadounidenses cuando formó parte de los ciento veinte mil japoneses americanos que el gobierno estadounidense mantuvo presos durante la Segunda Guerra Mundial.

En 1942, por orden del presidente Franklin D. Roosevelt, todas las personas de ascendencia japonesa en la costa oeste fueron detenidas y enviadas a uno de los diez «centros de reubicación», a cientos o miles de millas de su hogar, donde serían retenidas dichas familias durante años bajo guardia armada. Éramos el Enemigo es el relato de primera mano de Takei sobre esos años detrás del alambre de púas, los terrores y las pequeñas alegrías de la infancia a la sombra del racismo legalizado. Las decisiones difíciles de una madre, la fe probada de su padre en la democracia y la forma en que esas experiencias plantaron las semillas para su asombroso pero entonces incierto futuro.

¿Qué significa ser estadounidense? ¿Quién decide? George Takei se une a los guionistas Justin Eisinger y Steven Scott y a la artista Harmony Becker en el viaje de su vida para presentar una novela gráfica que pone los vellos de punta. Una trama que si no fuera porque sabes que tiene un bonito final (dio fuerza y forma a un ícono estadounidense), pondríamos nuevamente en entretela la forma dictatorial que ejecuta el país que tanto alardea de promover la libertad, el ser el lugar donde cumplir tus sueños.

No es oro todo lo que reluce.

En mi amada por otras muchas cosas USA, he visto las imágenes de televisión de niños emigrantes sufriendo que es muy fácil desarrollar la fatiga por compasión. Después de todo, podemos apagar el televisor sin vernos obligados a contemplar la difícil situación de ser encarcelados a una tierna edad en un lugar extraño y duro, a merced de fuerzas que realmente no comprendemos. Pero Takei ha encontrado una manera poderosa de transmitir su mensaje. Con un libro y ahora con una novela gráfica que presenta en mejor caso el tema, en mi opinión, se muestra una historia que entra hasta el fondo. Me explico: no es lo mismo leer esta historia en narrativa que en un medio que la mayoría de nosotros experimentamos por primera vez cuando fuimos niños; en cómic, en manga, dibujos con globos de diálogo y narraciones simples y escasas para ayudar a los lectores a verlo todo a través de los ojos del niño que alguna vez fue Takei. Todo muy Estudios Ghibli. Donde Takei relata cosas como que soportaron un calor sofocante y tormentas de lluvia que convirtieron el campamento en un mar de barro, comieron alimentos de mal sabor que no tenían ni idea qué eran e hicieron sus necesidades en hileras de inodoros que construyeron con trozos de madera…

Una locura.

Reseña: Spawn. Infierno en la Tierra, de Todd McFarlane, Erik Larsen y Szymon Kudranski

Todd McFarlane (Spawn, Spider-Man, The Incredible Hulk) tiene una larga historia detrás, pero quizás lo que le ha quedado a la gente es que este autor ganó tanta pasta en su trayectoria con Spiderman, que lo dejó todo para no dar un palo al agua. Quizás sea así o quizás no. Quizás, lejos de preocupaciones económicas, dijo, pues me dedico a mi única creación. ¿Quién no sueña con eso? Un sueño realidad, oye.  No obstante, no estoy aquí para defenderlo. Para mí, lo mejor que hizo dentro del mundo del cómic fue ese personaje. Su creación más aplaudida. Además, siempre aplaudiré a alguien que consiga que se le reconozca por su trabajo. Y por eso alabo su creatividad con un personaje como Spawn. Un antihéroe que a día de hoy en USA sigue en continuidad como cómic mensual y que publica Image Cómics. Spawn, creado por Todd McFarlane, apareció por primera vez en Spawn #1, en mayo de 1992. Llegó a ocupar el puesto #60 en la lista de Los Mejores 200 Personajes de Cómic de Todos los Tiempos. Además de un personaje evocador, inspirador y con cantidad de matices, a raíz de sus historias, se han parido cantidad de spin-offs como Angela, Sam & Twitch, Curse of the Spawn… Incluso se adaptó a una película que a mí, en su día, me gustó bastante.

Para hablaros de Spawn: Infierno en la Tierra, el TPB tochal que recién publica Planeta Cómic y que comprende Spawn: Resurrection más los números de la serie desde el #263 hasta el #275; antes debo comentar varias cosas. Una, que en el #250 de la cabecera culminó la era de Jim Downing, sin embargo, dejó preparado el escenario para que el personaje de Al Simmons recuperara el manto macabro que le caracteriza. El tono del personaje es algo muy importante que no se pierda en Spawn. Mas, se hizo con la vida de Simmons una ruptura clara después de explorar el tema del suicidio. En Spawn: Resurrection parece que empieza una nueva era. Nadie sabe muy bien dónde ha estado Al todo este tiempo, pero está claro que ha vuelto como un hombre cambiado. Más sabio, más fuerte y con los recuerdos de una experiencia que todavía le cuesta entender. Escondido en un rincón plagado de crímenes de la ciudad de Nueva York, está comenzando a forjar nuevas alianzas, preparando defensas y probando sus poderes recién adquiridos.

Porque se avecina una batalla.

Un comienzo trepidante a poco que te guste Spawn. Después, empieza una nueva historia con demonios, ángeles y como os decía, un Simmons más humano y con nuevos poderes. Y tiene que enfrentarse a ellos o la falta de ellos. Y un nuevo villano. También se nos lleva a un mini-crossover con el siempre magnífico Dragon (con el incansable Erik Larseen detrás), un personaje del que ojalá alguna editorial decida rescatar sus obras algún día, y si fuera su extensa y maravillosa serie de cabecera… Un sueño hecho realidad.

Seguimos. A medida que el traje de Spawn comienza a formarse, llegan más nuevos poderes. Pero, ¿sabrá manejarlos? Con nuevos poderes, Spawn comienza su cruzada para erradicar el Mal que aún queda en la Tierra. Es cuando la cosa toma un giro aterrador que sorprende bastante, así como vemos a Al darse de cara con la parte más vulnerable del mundo de las drogas en personas cercanas a él. Y entonces llega… ¡El Triturador de Almas!

Después de todos estos años, es bueno ver que todavía llegan a nuestro país cómics de Spawn. Un personaje cuyo arte siempre fue increíble y estoy seguro de que dibujar Spawn es el sueño de cualquier artista. Después de tantas transiciones e historias, McFarlane elige a dedo a quién quiere para su personaje fetiche. Y es cierto que Spawn ha cambiado con el tiempo, pero se ha mantenido fiel a sí mismo. El artista Szymon Kudranski demuestra la calidad que hay que tener para que McFarlane asienta. Hace que Spawn se vea realmente oscuro incluso si te encuentras en la playa bajo el sol del mediodía. Y eso es algo importante para los fans. La mirada. El engendro debe dibujarse de una manera macabra y ruda. Su origen basado en el género de Terror, es importante que siempre se lleve de la mano. En el #274 que se incluye aquí, el terror y la investigación sobre el Triturador de Almas, se convierte en una trama de horror, muy al estilo de Seven. Gracias al dibujo de Kudranski se intensifican las sombras para así encogerte el corazón. Cyan siendo perseguido por cualquier demonio que haya salido del infierno (gracias a Spawn) no tiene precio… Y la narración de McFarlane es muy práctica. No hay mucho desperdicio. No es historia saturada de diálogos. Es un volumen que mezcla lo sobrenatural y las tramas que siempre dieron “vida” a una maravilla de personaje con trasfondo como es Spawn.

Reseña: Star Wars. Era de Rebelión. Villanos, de Greg Pak, Simon Spurrier y VVAA

Os dije que volvería, y volvería con la reseña de Era de Rebelión: Villanos tras el disfrute de Era de Rebelión: Héroes Aquí, los villanos de la trilogía original: viles, astutos, implacables, aparentemente sin piedad… ¡Quién por el amor de Dios no sucumbe a eso!

Gran Moff Tarkin sirve al Imperio con lealtad y placer y espera la misma devoción absoluta de sus subordinados. Boba Fett, cazarrecompensas profesional, hace lo que hace porque es bueno en eso y así es como se gana la vida. Y punto. El planeta Tatooine tiene poco que ofrecer…, pero cuando agentes externos se interesan por este supuesto planeta estéril, Jabba el Hutt ya está viendo oportunidad de beneficio así que ahí estarán sus secuaces. ¿Darth Vader? Darth Vader da una lección sobre la verdadera burocracia del Imperio; cuándo obedecer y cuándo morir, o dejar que a los demás les aplaste un cangrejo espacial gigante. Y una breve historia de mi amado IG-88 es lo que completa esta antología de pequeñas historias que nos transporta a la Era de la Rebelión. La que es para mí la mejor época contada, de la que mejores cosas se han hecho para el Universo Expandido.

Este cómic que recién publica Planeta Cómic está guionizado por los tan de moda Greg Pak y Simon Spurrier. Ilustrado por varios artistas. Las historias son bastante buenas, es solo que algunas de ellas tienen algunos elementos un poco rarunos, que quizás incluso os flipe. Por ejemplo, todas esas escenas que son secuencias en el interior de la cabeza de Tarkin y verlo enseñando pechote. No sé, no veo yo a Willhuff Tarkin como el tipo de persona que sueña despierto con ansias de poder y patadas voladoras, jajaj. Aunque aparte de esos detalles, creo que es muy buena historia. Pero la trama de Boba Fett es “lo que debería ser una historia de Fett”. Simple y eficaz. Fett es un cazador implacable e imparable cuya reputación le precede, y tenemos aquí lo que es probablemente la mejor historia de la colección; que curiosamente, dije lo mismo sobre la historia de Jango en Era de República: Villanos. Obvio que se le dan bien a estos autores, estos personajes y el amor por ellos esplende en las historias. Entonces, ¿qué tal una miniserie de Jango/Boba, herederos de Disney? Ah, que ya se viene… Come on!

Mas, si hay un personaje que ha recibido una buena cantidad de desarrollo en la nueva era de los cómics de Marvel-Star Wars, ese es Darth Vader. Y quizás por ello no puedo dejar de leer todo-todito-todo lo que edita Planeta Cómic donde Vader es el centro de atención no de una, sino de dos excelentes series de veinticinco números. Aquí, la historia de Vader tiene lugar a principios de los días del Imperio. Vader aún vuela con la nave que lo vimos adquirir en la serie Soule y después… No estoy diciendo que no quede ninguna historia valiosa de Vader por contar. De hecho, gracias a estas series y one-shots su leyenda no decae. Al menos, en mi mente, sigue creciendo como personaje.

No obstante, echo de menos en el tomito, una historia verdadera y profunda sobre Palpatine, aún habiéndose convertido en el personaje más denostado por culpa de la última trilogía donde se le ha metido donde no pega ni con cola. Pues, ¿con qué frecuencia vemos a Palpatine en otra cosa que no sea un papel secundario?

Y, por supuesto, mi amado IG-88, que tras verlo en The Mandalorian, me enamoré de este personaje robot y su “mini” trama. Sí, sé que no es exactamente el mismo, es IG-11, pero no dejan de ser el mismo sistema de fabricación, el mismo pensamiento, ¿no? Una máquina despiadada que destaca por sus habilidades y talento únicos para que no se alarguen los combates. Y que está a un paso de querer tener conciencia y sentimientos. En ese proceso anterior que tuvieron alguna vez los robots antes de pasar a ser androides. Mola. Compraría todo-todito-todo lo que se escriba sobre este cazarrecompensas de hojalata con más armas encima que Rambo en un mal día.

Un tomo chulo, para disfrutar de los mejores malutos de Star Wars.

Reseña: Dreaming Eagles, de Garth Ennis y Simon Coleby

La historia de Los Aviadores de Tuskegee, como se les conocía, es uno de esos cuentos heroicos que casi no puedes creer que sea cierto. Hombres, que experimentaron vil fanatismo y racismo de ambos lados en la Segunda Guerra Mundial, cómo pudieron superar tan terribles obstáculos y continuar desempeñando un papel vital en la lucha contra la maquinaria de guerra nazi. De todos es sabido, que Garth Ennis aparte de crear cómics macarras donde se machaca al estereotipo de superhéroe perfecto, su otra gran pasión es el cómic bélico. Cómics histórico-bélicos algunos ya leídos por mí donde pronto descubres que no lo hace nada mal como en Battlefields, o por supuesto, cada vez que mete a El Castigador en los más terribles infiernos de las diferentes últimas guerras que ha sufrido el mundo.

Dreaming Eagles acaba de ser publicado por Planeta Cómic en un buen tomito en tapa dura que recopila los seis números que comprenden la miniserie donde el guionista Garth Ennis (The Boys, Jimmy’s Bastards, A Walk Through Hell, Equipo Rojo…) y el dibujante Simon Colby (Juez Dredd, The Royals, The Authority…) cuentan una historia real sobre los primeros aviadores afroamericanos aceptados en la USAAF. Una visión única de la historia de los pilotos de Tuskegee, que lucharon tanto contra la agresión nazi como contra la intolerancia estadounidense. Donde impulsados a los cielos mortales del Tercer Reich, los pilotos de combate afroamericanos de Tuskegee, no solo fueron fundamentales contra la máquina de guerra nazi, sino que también enfrentaron un desafío igualmente grande, superando la intolerancia cotidiana entre sus compañeros soldados estadounidenses y entre los civiles, sus propios vecinos. El peligro en casa.

Viendo que su hijo intenta defender sus derechos fundamentales como ciudadano estadounidense, Reggie Atkinson se retrotrae al pasado y nos va contando ciertos momentos vividos durante tan terribles años. Desde su entrenamiento como piloto de combate hasta sus primeros encuentros en el aire sobrevolando zona ocupada entre Sicilia e Italia, teniendo su primer éxito en el 99 Compañía de Escuadrón de Cazas (cuyo líder de la Operación testificaría años después en su defensa frente al Congreso), la intolerancia institucionalizada del que ya se considera el ejercito más fuerte del mundo, con nuevos aviones que les dan capacidad de escoltar a bombarderos estadounidenses hasta el corazón de la capital nazi donde les espera una fuerza aérea alemana ya derrotada, pero que defiende su patria con uñas y dientes. Cielos también devastados por la guerra de la Europa ocupada, donde los amigos, la gente que de verdad está contigo y te sigue, son el mejor arma para luchar contra toda oposición.

Un cómic con un número final trepidante que cierra con una batalla que aseguraba el lugar de estos hombres en la historia. Un puesto entre muchos héroes que ahora apenas se tiene en cuenta. Donde, para colmo, ves lo que tuvieron que soportar después de sobrevivir al infierno. Como, de vuelta a casa en los Estados Unidos, a estos aviadores de Tuskegee, a estos hombres de color, a estos HOMBRES, encima tienen que sufrir una violenta bienvenida. Reggie y Fats descubriendo el terrible costo del progreso, un legado que acababan de dejar escrito, el legado de los famosos Tuskegee Airmen (Aviadores de Tuskegee) un mérito memorable aunque eso no todos los estadounidenses lo pueden aceptar.

Lo bueno de Garth Ennis en sus cómics bélicos es que evita la glorificación y romantización porque sí. Adopta un tono realista sea cual sea el tema tratado. Realidad hasta en lo más simple, en lo que ayudan bastante las viñetas de Simon Coleby. Véase a Reggie con una pesada carga obvia enfatizado en sus rasgos faciales ya cansados del mundo. Primeros planos como herramienta de narración que presenta a gente dolida que hace años que está de vuelta.

Dreaming Eagles es uno de esos cómics que incita a aprender, un proceso que conduce a una mayor comprensión de cómo se formó nuestro presente, pero también saber de una/otra historia de heroicidad, de las cientos que hubo durante la terrible Segunda Guerra Mundial. Historia cautivadora, personajes por los que preocuparse y espectáculo artístico. Todo lo que quieres en un cómic bélico. Y en una peli de Óscar.

Reseña: Star Wars. Era de Rebelión. Héroes, de Greg Pak, Chris Sprouse, Mateo Buffagni y VVAA

Ambientada tras de los sucesos del film El Imperio Contraataca, se comienza con La Princesa Leia orquestando su infiltración en el Palacio de Jabba para salvar a Han Solo, gracias a una pequeña ayuda de Lando Calrissian y un encuentro casual con el cazarrecompensas Boussh. Este es solo el comienzo de sus problemas, ya que primero debe sobrevivir a un enredo con Bossk y su «confiable» pandilla si espera recuperar a Chewbacca para llevar a cabo su peligroso plan.

Buen enganche para empezar.

En la historia de Han Solo, Han y Chewie están contando su pasta después de que Leia les pague por ayudarl a la Rebelión contra el Imperio y la destrucción de la Estrella de la Muerte. Ahora tienen suficientes créditos para pagar la recompensa por la cabeza de Han que tiene puesta el mafioso  Jabba the Hutt. Pero comienzan a pensar dónde ir después. Ahí es cuando Luke entra a preguntar si Han y Chewie se ofrecerían a entregar un cargamento a un puesto de vigilancia en Calumdarian.

Aventura muy chula, ¡y muy rolera!

Cuando el público conoció a Lando Calrissian en El Imperio Contraataca, solo vio un destello de sus capacidades de liderazgo antes de verlo vender a nuestros héroes al Imperio. En este numerito de Era de Rebelión, Lando muestra aún mejor sus habilidades de reinventarse, ya que se encuentra sin fondos para pagar a sus trabajadores, y tiene que recurrir al juego y otros chanchullos para llenar su cuenta bancaria. Hasta que, por supuesto, la narrativa le presenta la decisión entre ponerse a salvo a sí mismo o a un grupo grande de personas inocentes. Un sacrificio que muy pocos deciden hacer.

Está guay ver un lado completamente nuevo de este señor. Y todo sin sacrificar el comportamiento pícaro del personaje. Curiosa historia.

Hay algo en Luke Skywalker que todavía le mola a mi niño interior. Pese a que todo el que me conoce, sabe de mi afán por Darth Vader; un personaje súper incomprendido. Por eso me gusta el tono de Luke en Era de Rebelión. Si eres como yo, diablos, incluso si no lo eres, la segunda página de este número, que toma una página completa para mostrarnos a Luke con el atuendo completo de El Retorno del Jedi, negro, sable de luz verde brillante, cortando cabezas de droides imperiales os puede flipar. Hace que tu corazón cante. como el padre que ve a su hijo meter un gol… Pero dejando a un lado las escenas atractivas, su historia abre en el Borde Exterior con Luke llegando para ayudar a sus compañeros rebeldes al mando de una nave de apoyo imperial. Una escena de lanzamiento para reflexionar sobre el poder puro que Luke ha aprendido a utilizar y cómo esto influye e impacta tanto en él como en los seres con los que interactúa. Tropas rebeldes inspiradas por la llegada de Luke, un gran poder que hace que el Comandante de la unidad rebelde desconfíe…

Por último, se añade el cómic Especial de Era de Rebelión que ofrece una historia casi de Terror sobre los extremos que el droide asesino IG-88 es capaz de llevar a cabo. Para un personaje que solo aparece brevemente en una película, puede pareceros a algunos una trama insignificante. Pero a mí me flipa, ya que soy muy de droides. Por supuesto, IG-11 es mi favorito. Otro incomprendido… La trama de este último número es un recordatorio escalofriante de porqué IG-88 merecía estar junto a Boba Fett como uno de los cazarrecompensas más despiadados de la galaxia. Magnifica. Magnífica. Magnífica. Pero también cuenta sobre Yoda y su aislamiento en Dagobah, donde las pasaba canutas para encontrar comida. La historia sirve como recordatorio-trágico a todo lo que Yoda sufrió a lo largo de las precuelas. Lo que también nos permite ver como era su vida en soledad.

Un Especial con historias únicas y atractivas, de personajes de los que sabemos muy poco.

Planeta Cómic vuelve a arañar nuestra nostalgia con más Universo Expandido con la publicación de este nuevo tomo recopilatorio de las famosas Eras de Star Wars. Miniseries que reúnen a nuestros personajes favoritos de todas las épocas. Sinceramente, he podido disfrutar de Era de Rebelión: Héroes bastante, tras ese «mono» que me ha dejado la gloriosa serie The Mandalorian. En Era de Rebelión: Héroes  también tenemos una miniserie épica que toca los icónicos héroes de la Trilogía original. Todos y cada uno viviendo una aventura diferente, con un trasfondo común, como es el inicio de una época dorada para la Rebelión. Una recopilación que vio la luz en su día en grapa, pero que muchos de nosotros preferimos disfrutar así. A la espera ya, con mucho hype, de saber qué cuenta Era de Rebelión: Villanos.

Reseña: Star Wars. Thrawn. Traición, de Timothy Zahn

Ahí andamos, ahí seguimos, ahí estamos…, es lo que le suelo contestar a un amigo que de vez en cuando me pregunta cómo me va con Star Wars. Sabe que intento leer todo lo posible de lo que llega en español, y a través de mí, parece estar esperando el deseado ¡Tierra a la Vista!, de las obritas que Planeta Cómic está poniendo en el mercado. Mi respuesta, algo indiferente, no esconde ningún rencor. ¿O sí? Lo que deseo de verdad es que se pique, y que decida lanzarse al igual que yo a disfrutar en un mundo, una galaxia extensa de grandes ideas. Como es un tío flojo en cuanto a leer, que lea. ¿Qué sabe bastante de las pelis, que en el Trivial de Star Wars no hay pregunta que se le resista? Jajaj…, hasta que sale una del Universo Expandido. Entonces, peta.

Y la última vez que nos vimos, le «rajé» un rato sobre el tema. Aquella tarde en la que nos tomamos un cafelaassoo juntos (como dice él), recuerdo haberle dicho: «A estas alturas, probablemente ya sepas si te gusta el Gran Almirante Thrawn o no». Por mi parte, soy de esos fans que considera al piel-de-pitufo proféticamente inteligente. He disfrutado con Thrawn de un resurgimiento desde que lo trajeron de la línea de tiempo de Leyendas a Star Wars: Rebels. Pero antes que nada, digo consonante y resuelvo. Thrawn: Traición, del siempre genial autor Timothy Zahn, no es una novela independiente. Es la última novela de la que ya muchos consideran «Trilogía Thrawn”. Además, te pide, casi exige, que conozcas o hayas visto Rogue One, Rebels, y especialmente sepas quien es Eli Vanto, el traductor desertor que Thrawn usó como protegido estratégico en las anteriores novelas. No sé si un cierre, pero en general, Traición es una historia sólidamente construida que incluye muchos hilos ya casi explorado. Aun así, indispensable, el conocimiento que aporta.

Después de Thrawn: Alianzas (https://www.cronicasliterarias.es/?p=1735), historias conectadas con la trilogía original y precuelas, Thrawn: Traición nos lleva a los primeros días de la Guerra Civil Galáctica. La rebelión es apenas una presencia, el proyecto de la Estrella de la Muerte está en marcha, por lo que Orson Krennic (¡de Rogue One!) se está concentrando tanto en su proyecto de súper armas como en su rivalidad con guantes de terciopelo contra el Gran Moff Tarkin. Tarkin desafía a Thrawn a deshacerse de las plagas que desafían la cadena de suministro de Krennic. Krennic le da una semana para hacerlo y apuesta al proyecto favorito de Thrawn, el escuadrón TIE Defender. ¡A tope de gama! (como dice otro colega). Lo que está realmente en juego es claro: o Thrawn fracasa y Tarkin es desacreditado, o tiene éxito y el proyecto de la Estrella de la Muerte obtiene su financiación de I+D. Por supuesto, la historia pronto se vuelve más molona y menos burocrática, de novela de espías o como queráis llamarla, pues los Chiss han aparecido en la galaxia conocida, luchando contra su vieja molestia de siempre, los Grysks…

Dos hilos argumentales separados de la historia principal que en tema lector es un tanto una fortaleza como una debilidad. Depende mucho del “lado del conocimiento” donde te encuentres. Aun así, como de costumbre, la habilidad del legendario autor de Star Wars por excelencia, Timothy Zahn, para crear un intrincado misterio, es impresionante. Thrawn tiene el poder de predecir magistralmente lo que un enemigo va a hacer a continuación («básicamente psíquico»), por lo tanto, Zahn tuvo que hacer malabares para hacer que esta novela funcionara a dos niveles, hacer avanzar la trama y hacerlo de una manera que otros personajes se enteren solo gradualmente en comparación con Thrawn. Difícil, difícil, de llevar. Y lo consigue.

Impresionante.

Thrawn: Traición comienza lenta como el 90% de las historias clásicas de Star Wars. El proyecto de la Estrella de la Muerte se cierne sobre todo. Hay algunas conversaciones de guiño y codazo, pero son discretas, un tono que generalmente disfruto. Un nuevo personaje, el Gran Almirante Ar’alani, que ofrece tentadores destellos y aspiraciones a aparecer en próximas películas o en la próxima-futura-posible serie televisiva de Thrawn. Otra cosa a destacar y que me encantó de esta novela es, la forma en que están escritos los monólogos internos de Thrawn.

Muchos estamos ansiosos por ver esa supuesta serie de Thrawn que se basará en la primera parte de la ya llamada Thrawn: The Ascendency Trilogy. En 2020 ya sabemos que no. Pero todo llegará. El Espacio requiere su tiempo. Así que, cafelaassoo, a tope de gama, sí, señor.

Reseña: Saga. Integral 1, de Brian K. Vaughan y Fiona Staples

Decidme cuántos de ustedes no estaba esperando este integral. Grandiosa época vivimos en la que llegan en formato recopilado estas joyitas del cómic actual. Un buen momento de iniciarse, pasarse a…, o incluso regalar esta maravilla del noveno arte que sólo había leído en parte. Solo para comprobar si de verdad era tan buena serie (después de tantos halagos y premios) y ya puedo llamarla «Joya del Noveno Arte». Así de claro. Y eso que sólo he leído lo recopilado en este primer tomo que acaba de publicar Planeta Cómic, quizás para que tengamos un final de año lector esplendoroso, en nuestra afición favorita. Un primer volumen que recoge nada más y nada menos que los primeros dieciocho números de la serie + extras. Incluso después ver premios y premios constantes a la obra y las excelentes críticas a la obra de Brian K. Vaughan y Fiona Staples, hice como con otros títulos y esperé. Por que siempre proclamaré a los cuatro vientos que es mejor así, que decidas tú mismo cuando parar de leer… No sé si me entendéis. Y por eso soy tan pesado y tan agradecido por que este desafío de lectura exista físicamente, por que, como ya suponéis, me encantó todo lo recogido aquí.

Si aún o sabéis nada, Saga sigue la historia de Marko y Alana ambos combatientes en lados opuestos de una guerra intergaláctica. Ahora están juntos y son padres primerizos, pero ambos bandos los llaman traidores y ofrecen recompensas por sus cabezas. El bebé Hazel es la narradora de la historia, desde una perspectiva futura que le da a la trama el suficiente presagio para mantener las cosas interesantes y al guión la suficiente información para parecer significativo en todo lo que cuenta. Pero los perseguidores clave que buscan a Marko y Alana tienen personalidad propia, cosas que ganar y que perder y encontrar en el camino, mientras se lanzan a a la caza de la familia fugitiva. Cada uno lucha por su propia supervivencia y eso es lo que le da chicha a la serie. En cualquier bando de esta guerra vas a encontrar seres que se mueven por el Mal en sí mismo, otros rectos y obedientes, planetas, lugares, bandidos y algunas alianzas sorprendentes. Pero esto es una guerra. Y ninguna guerra termina bien para todo el mundo.

El libro comienza con la narración combinada de los padres de Hazel hablando de su nacimiento y se intercalan algunos comentarios de la propia chica. Ella habla de la concepción de ideas y el proceso de llevarlas al mundo en cosas tangibles. Es una buena comparación tener estas dos líneas de pensamiento simultáneas, y un mini desafío para cualquier mente lectora que se precie (diría que entrelineas se puede leer en este comentario de Hazel una posible explicación sobre la creación de Saga). Definitivamente, un comienzo único e intrigante para iniciarse en una trama.

Las ideas son cosas frágiles.

La mayoría no vive lo suficiente fuera del éter del que fueron sacados, pateando y gritando.

Sobre el formato, en esta edición, se recogen los tres primeros volúmenes de Saga, con material extra al final que describe el proceso de escritura del cómic desde el punto de vista de cada uno de sus colaboradores. Hay seis capítulos en cada volumen, pero este tomo está configurado para que se lea como diecicocho capítulos continuos de una historia más grande. Mola. Cada escenario tiene sus propios temas e ideas, y cada historia es un conjunto de capítulos que están vinculados con puntos subyacentes. Pero a partir del primer capítulo, la historia avanza sin problemas, conectada de manera experta con personajes cuyas vidas se entrelazan a pesar de sus propias subtramas únicas.

En un mundo de Ciencia Ficción, Saga es de esas historias donde brillan los personajes. Algo muy Dune o muy Star Wars, si se quiere. Son los personajes los que realmente hacen la historia y mantienen al lector comprometido capítulo tras capítulo. El arte es hermoso y funcional. «Llamativo», quizás sería un buen término. En el guión se nota la experiencia adquirida de Vaughan y todo se lleva a cabo perfectamente para mantener al lector interesado en los cambios de escenario y personajes. A veces, nos topamos con la vida de los cazadores, los agentes del gobierno o los independientes aliados a terceros. ¿Estos son «chicos malos»? Quizás algunos lectores van a sorprenderse (o no) de que esos malos-malutos terminen por gustar igual, o incluso más que nuestra querida familia en fuga. Algo muy Star Wars, insisto. Perdonad que me repita, pero es que desde que supe de Saga y leí de qué iba, siempre la vi como un posible spin-off de La Guerra de las Galaxias; su trama da para serie de TV.

Cada historia necesita un villano, muchos de ellos son inesperados, algunos con motivos no revelados pero nos interesa saber sobre ellos. En Saga cada uno de ellos es una persona distinta. Personajes grises con una idea y con un fin diferente a los demás (muy Canción de Hielo y Fuego/Juego de Tronos). Su propio trasfondo y moralidad. Y ninguno de ellos es humano. Hay un fantasma, un gato (¿mi favorito?), un cíclope, etc. Saga los conecta a todos. El personaje principal es un bebé con cuernos y alas y está tan bien labrado que es raro no sentirte atraído/a por Hazel. Mola también que rara vez sabes que qué o quién saldrá en la página siguiente…

Una serie que avanza hacia un argumento a favor de la igualdad y la aceptación, que es un mensaje honorable en sí mismo, el aspecto más predecible de la historia, quizás. Pero Saga cuenta con otras grandes moralejas entretejidas: las mujeres son fuertes, la verdad siempre sale a la luz, nadie es perfecto, me encantan los personajes que cometen errores reales. Y todo es posible si luchas por ello. Pero aquí lo importante, lo que te enganchará, es el camino. Todo lo que vas viviendo con cada uno de los personajes, es lo que disfrutarás como cochino (con antenas) en un charco. Saga, bajo la trama, posee una lectura edificante e inspiradora.