Reseña: Americania. Historias de la Frontera, de Sergio Toppi

Si Toppi hubiera sido escritor, probablemente hubiera sido antologista. Se nota que le gusta y se le da bien, crear cómics con diversos relatos donde en realidad nos está brindando sorbitos con moraleja. Americania: Historias de la Frontera es este estupendo tomo en tapa dura que recién publica Ponent Mon y que podría ser una especie de contraparte a Tanka, que contenía una serie de historias cortas sobre el Japón medieval, otra buenísima antología del milanés que espero que Ponent Mon nos traiga en breve.

Ya lo dice el subtitulo, en Americania somos transportados al Oeste de USA, a la frontera, momento culmen de la fiebre del oro. Aquí los protagonistas llevan una existencia sucia, polvorienta, viven el día a día apenas sabiendo que le deparará el destino mañana. Todo el mundo piensa que puede mejorar su triste vida cotidiana recogiendo algunas pepitas que parecen dejadas ahí, en un charco, donde pisan y mean los caballos. Pero pocos conseguirán encontrar tan preciado tesoro, piedras que proporcionan placeres de la vida por un tiempo, o no, porque la lucha y la muerte van de la mano con estas señoritas de color dorado. Y también hay quienes se aprovechan de esta miseria humana para hacer buenos negocios, y quienes roban a pobres infelices, pero quién roba a un ladrón… Bueno, ya saben.

Esta fabulosa edición -indispensable para ti si tienes un mínimo de interés por una buena historia del Oeste en formato cómic-, abre con un estupendo Prólogo de José E. Martínez, donde habla de la genial colección que están creando con Maestros del Fumetto. Donde Sergio Toppi es un imprescindible, por supuesto, y de la importancia de recuperar sus obras para el público español e información jugosa de donde parte y donde se publica cada relato. De hecho, cada historia abre con eso mismo: año de publicación, titulo original y demás… Me encanta. Así «entras» sabiendo un poco sobre lo que cada cuento tiene detrás, en estas once historias que nos llevan a las rutas del Gran Norte, donde poblaciones amerindias y tramperos se codeaban para tener que llevarse, casi cada día, un trozo de carne a la boca.

Americania: Historias de la Frontera contiene relatos buenos y buenísimos. Así de claro. En comparación con otras colecciones de cuentos (y os habla alguien que tiene en casa más de quinientas antologías, y leídas, más del doble), en antologías ya sean de Toppi, Serpieri u otros autores, casi siempre hay un resultado desigual. Pero Americania tiene un alto porcentaje de calidad. Sinceramente, no desecharía ninguna de las once tramas por las que Tarantino estarái seguramente encantado de llevarlas al cine. Tiene chuladas como Naugatuck 1757, que habla de Farquharson, un escocés que huyó del yugo inglés, un gaitero que se va América a cumplir la profecía de su familia. O Mientras vivas, donde un indio nos cuenta los momentos finales de su padre, el cual cambiaba pieles por armas y alcohol, aunque él solo quiere poder cazar en paz en las grandes llanuras. O Una sola vez en la vida, donde un ladrón cuenta cómo la única buena acción que hizo en la vida, lo llevó a la horca.

Joyitas que se quedan en la mente por un tiempo como es Responde a mi pregunta, un relato de un hombre que se instala cerca de un río y encuentra mucho oro. Hasta que los indios del lugar, hasta entonces benévolos, le piden que se vaya y devuelva lo robado a sus tierras. O Una visita para John Colter, genial este relato muy fílmico, donde el mostrador de Colter es el único lugar en millas donde poder obtener suministros. El mismo lugar donde John Colter aprovecha para desplumar a sus clientes, hasta que un día aparece un indio que le ofrece una enorme pepita… O historias como Blues, que dan miedito.

O Katana, donde se cuenta el último viaje de Jedediah McCoy con prisa por cruzar la frontera. O La rabia por vivir, donde abandonado por su compañero, un buscador de oro decide recurrir a sus últimos recursos para sobrevivir al agotamiento, el hambre y a ese viejo lobo que lo vigila desde la espesura…

Todas y cada una de las historias tienen su aquel. El Oeste contado por Toppi es el de un período duro en la historia de Estados Unidos. El de Las Uvas de la Ira, de Steinbeck, donde hombres en busca de un futuro mejor se aventuran en tierra inhóspita. ¿Y qué mejor que la línea realista y el dominio del blanco y negro del gran Sergio Toppi para trasladarnos a ese ambiente? Americania: Historias de la Frontera es un tomo que hará salivar a más de un fan del cómic europeo, y por supuesto, a todo amante del western o historias de vaqueros, como las llamaba mi padre. Una puerta abierta a otra época, donde el sufrimiento era vivir entre montañas escarpadas, desiertos de vida sin arena, donde el viento agrieta rostros y enmudece los disparos de Colts y Winchesters que ayudan a vivir unos días demás.

Indispensable, amigos, indispensable.

Reseña: El Fuego de Teseo (Integral), de Jerry Frissen, Francesco Trifogli, Antoine Pédron y Gérald Parel

Llevo años queriendo reseñar algo de Jerry Frissen. Algún trabajo suyo propiamente dicho, porque aunque leyera Metabarón en su día, siempre pensé que en esa obra Alejandro Jodorowsky metió mano en todo… Así que cuando vi entre las novedades de Ponent Mon, la recopilación, es decir, el integral de El Fuego de Teseo, no lo dudé un momento y quise leerlo, disfrutarlo, me dispuse a conseguirlo para hablaros de él.

Pues un poquito de cómic histórico-mitológico le viene bien al cuerpo de vez en cuando. Y qué decir que me gustó bastante este cómic de Frissen y Francesco Trifogli, una obra que me recordó desde el principio a los libros de La Sabiduría de los Mitos, de Luc Ferry. Libros indispensables para disfrutar de este género literario. Pues tengo muy claro que El Fuego de Teseo podría haber formado parte de esa colección, ya que engloba uno de los relatos más famosos de la mitología griega y lo hace desde una perspectiva estilo gráfico realista.

En El Fuego de Teseo me gustó mucho esa atrevida idea de decir que Teseo fue en realidad una mujer. Es difícil de creer al principio, pero el desarrollo que Frissen va creando con el paso de las páginas resulta bastante convincente. A los que estáis puestos en literatura grecorromana y/o disfrutáis del género Péplum, también podría sorprendernos la actitud que tiene aquí el Rey Egeo de Atenas hacia sus congéneres. Pero consta en parte (como se dice ahora) que eran costumbres de la época.

Lo que está claro es que este cómic revisita el mito de Teseo a contrapelo. Teseo no es el hijo amado del Rey Egeo de Atenas, es por el contrario, su hija repudiada que solo tiene la ambición de matar a su padre para vengar la muerte de su madre y escapar así de una vida de esclavitud y bandidaje. Y es, sólo por un giro inesperado del destino, que se encuentra a punto de enfrentarse al todopoderoso Minotauro y entonces…

Jerry Frissen innova en este cómic, como dije antes. Teseo no es el hijo bastardo de Egeo (o Poseidón según las versiones del mito), sino su hija bastarda. Rechazada por un padre que desea un heredero varón para recuperar su lugar en la corte, nos encontramos con un tipo que también es rechazado por el pueblo por no querer dar lugar en sociedad a los más débiles. Por lo tanto, las mujeres como sexo débil, las cerca en ese grupo. No obstante, todas las opciones son posibles para enfrentarse tanto al monstruo mitológico como al humano. Y todo para llegar a un final inevitable que muchos conocen aunque no sé yo si de esta forma.

Los diseños de Francesco Trifogli son buenos, aunque quizás le falte un poco de precisión a ciertos detalles. Eso sí, los colores de Antoine Pédron son muy acertados para lo que se nos quiere representar, y buena nota también para la bonita ilustración de portada de Gérald Parel.

¿Y por qué quería leer El Fuego de Teseo? Aparte de lo comentado al principio de la reseña, por saber qué más aportaba a la tan conocida mitología griega. Y ahora puedo decir que aporta originalidad y un punto de vista diferente a lo que se nos cuenta en la leyenda de Cnosos. Un cómic redefinido del que no salgo decepcionado tras un primer álbum intrigante y un segundo con final abierto de los que me encantan. ¿Fui testigo de una epopeya digna de una tragedia griega? Me gustó la seriedad y el cuidado que se tuvo para no mancillar la historia clásica y el marco de la Antigua Grecia. Sin salirse completamente de los caminos trillados, es creíble y atractivo. Para colmo, muy rápidamente te encuentras siguiendo a tu heroína y sintiendo su ira y resentimiento, y preguntándote cómo se desarrollará su llegada a Creta para el enfrentamiento que quedará grabado en los anales de la Historia. Todo un viaje por el año 1720 a. C, donde en un pueblo de Serifos, el poeta griego Kleon canta una gesta heroica ante un público cautivado. La lucha de un hombre joven y valiente llamado Teseo, hijo de Poseidón, que mató al Minotauro dentro del laberinto de Cnosos. Esa, ya todos la conocen. Pero realmente muy pocos saben lo que realmente hay detrás. Muy pocos. Cuando una misteriosa mujer encapuchada, entra en escena.

El Fuego de Teseo es ya una de mis grandes sorpresas lectoras de este estrambótico año 2021.

Reseña: Mascotas. Un Paseo en Compañía, de Jiro Taniguchi

Para los que amáis el actual cine oriental: ¿Sabéis de esas pelis contemplativas qué como joyita emergen cada dos por tres? Si lo seguís, sabréis a que me refiero. Concretamente, al cine coreano y a films como Burning; historias que enredan, que dejan atrapado en el sofá, pero también ensimismado a uno en sus pensamientos. ¡Toma redundancia! Esa sensación, ese nerviosismo, ese poso me deja también a mí, la mayoría de las obras de Jiro Taniguchi. Escribe y dibuja mangas de buen rollo, como diría cierto milenial o youtuber, en comparación con la mayoría de los mangas que tienden a ser lanzados, llenos de acción y emoción, sus volúmenes, sus guiones, sus historias son muchas más simples en principio pero -cómo diría Víctor, el profesor de Filosofía que tuve en el instituto-, al leerlo una parte de ti piensa: ¿Somos caprichosos o es que me están mirando?

Barrio Lejano y El Almanaque de mi Padre, fueron las últimas grandes obras que leí dl señor Jiro Taniguchi. Autor que sabe que el tema de la familia siempre nos hace llorar. Las lágrimas salen con facilidad, los recuerdos afloran y cualquier frase en la que salgan las palabras madre, padre, hijo/a, perrito/gatito… nos ponen el vello de punta. Nos acongojan. Por circunstancias de la vida, uno ve a estos seres «pasar», y con ellos vivimos tan buenos momentos como malos. Seres pequeñitos que solo piden de nosotros cariño y, dependiendo del caso, protección. Por supuesto, estamos hablando de mascotas, y con ese tema tan enternecedor, el maestro del manga contemplativo (como yo lo llamo) nos saca una antología de cinco historias, a cual, más bella. Cinco relatos que vieron la luz alguna vez en una revista y que ahora recoge Ponent Mon en este Mascotas: Un Paseo en Compañía.

Cinco cuentos: Tener un perro (Inu wo Kau), Y… tener un gato (Soshite Neko wo Kau), La vista del jardín (Niwa no Nagame), Los días de los tres (Sannin no Hibi) y Pedigrí Centenario (una quinta narración inédita, que también aborda la fraternal relación que tenemos los seres humanos con nuestras mascotas). Las primeras cuatro historias tratan sobre la vida cotidiana de una pareja que convive con sus mascotas; la primera cuenta la muerte de un perro viejo y el último relato es un poco similar a un trabajo posterior del autor, Kamigami no Itadaki, que recomiendo busquéis y degusteis. Este genial tomo editado por Ponent Mon trae también un texto de Taniguchi titulado Recuerdos, que trata el origen del libro y su experiencia con su perro Tam y un ensayo sobre el autor titulado El arte de pasear.

Sensibilidad y hermosas ilustraciones. Recuerdos. Sin ellos no somos nosotros, somos otros, si nos paramos un momento a pensar en ellos, nos convertimos en los niños que fuimos y es fácil (nuevamente) ponerse a llorar. De todo esto, sabe bastante Jiro Taniguchi. Conocí a Taniguchi en otras obras y me di cuenta que sabe tocar demasiado bien la fibra creando deliciosas historias de lo que en principio nos podría parecer un tema simple. Sinceramente, a mí ya me tenía ganado antes de empezar. Tras leer su Cielos Radiantes, dejó bastante poso en mí como para quererlo todo-todito-todo de él.

Historias que se recuerdan con frecuencia.

Mascotas, ha sido una vivencia dura para mí. Que bonito, que triste, que real ha sido todo. La vida te da cantidad de momentos tristes, y curiosamente, que poco recordamos aquellos momentos en los que fuimos felices. Un autor que goza de un gran poder para dotar sus argumentos de ambiente, temas delicados, tramas que sin necesitar género fantástico, atrapan al lector. Cada vez que leo a Taniguchi, una reflexión acude a mí: «De las cosas que importan, siempre nos damos cuenta tarde».

Una obra ganadora del importante premio Shogakukan Manga Award.

Reseña: Memoria, de Jean-Paul Eid y Claude Paiement

Una distopía. Sigo acumulando lecturas sobre este subgénero creador de sociedades ficticias indeseables en sí misma. Y es que a poco que escarbes, hay muchas ideas chulas por encontrar, leer, argumentos que inspiran. Memoria ha sido rescatada del pasado (en un solo volumen) por la recomendable editorial de manga y cómic europeo, Ponent Mon. Memoria es una de las mejores obras distópicas que existen en la BD. Una trama bastante bien labrada, desordenada en su sección central para desestabilizar al lector, nos muestra cómo existimos entre dos mundos, el real y el ficticio, y ambos pueden interpenetrarse. Eternamente comparable con el film Matrix, quizás algunos no sepan que se publicó exactamente el mismo año (1999). Curioso. Lo hizo como Le naufragé de Memoria, y en mi opinión, el potencialmente parecido es que el centro de todo es una matriz y…, los universos paralelos dan lugar a multitud de intrigas más o menos originales. No obstante, por cómo y dónde, más recuerda a la película Existenz, de David Cronenberg. Una genialidad no tan conocida.

Nos trasladamos a 1930, a una megalópolis americana llamada Memoria. Benjamín Blake es taxista, y en su ciudad, hasta el más pequeño escondrijo oscuro conoce… Hasta que un día, un cliente paranoico deja una maleta olvidada en el asiento trasero de su taxi. A partir de entonces, sabiendo lo que contiene, su vida se convierte en un delirio de pesadilla. Hay algunas verdades que es mejor no saber, dicen. Pues Benjamín y sus conciudadanos son, de hecho, simples criaturas informáticas que habitan una ciudad virtual. Los turistas del siglo XXI acuden a Memoria para revivir el frenesí de los locos años 20-30 y así satisfacer sus deseos más oscuros. El universo en el que están inmersos está totalmente sintetizado gracias a una gelatina o líquido inteligente desarrollado a principios del milenio por una inteligencia artificial. Benjamín es, por tanto, sólo un extra en este formidable parque de atracciones. Un juguete inteligente al servicio de estos turistas virtuales, quizás un juguete roto por SABER ya, más de la cuenta.

Las distopías a menudo se caracterizan por la deshumanización, los gobiernos tiránicos, los desastres ambientales y otras características asociadas con un declive cataclísmico en la sociedad. Las sociedades distópicas aparecen en muchas obras de ficción y representaciones artísticas, particularmente en historias ambientadas en el futuro. Las sociedades distópicas aparecen en muchos subgéneros de ficción y a menudo se utilizan para llamar la atención sobre el medio ambiente, la política, la economía, religión, psicología, ética, ciencia o tecnología. Por otro lado (y como no me gusta rebozar con una salsa diferente), aquí se toma como paraíso una especie de Nueva York de los años 30. Nos perderemos por completo en los meandros de esta triste historia para esos seres que en realidad, empiezan a saber que en realidad «no existen». ¿O sí? ¿Podemos estar en ninguna parte y en todas partes al mismo tiempo?

Una lectura que mezcla realidad, realidad virtual y mundo paralelo, al mismo tiempo. La segunda parte de la historia es una larga búsqueda de un intruso del mundo virtual, que opera en lo que él llama la Sombra, y que, sin esperanza de ser rescatado, luchará por restaurar la verdad. Es bastante profundo e interesante, lo que se cuenta al final del volumen. Es el típico: «¿Estoy jodido? Pues a la mierda todo…». Memoria sirve un dibujo clásico, con encuadres atrevidos pero bien vistos la mayor parte del tiempo. El diseño de Jean-Paul Eid es hermoso incluso si los colores no parecen bien elegidos. Sí que adolece de una coloración algo anticuada, pero estamos hablando de una historia con más de veinte años, y a mi modo de ver, para los distintos niveles de realidad, las diferentes texturas y atmósferas quedan ideales. Realmente, Memoria es un cómic que dan ganas de sumergirte en él, a poco que vas avanzando. Sin embargo, (ocurría con Matrix y con Existenz) tienes que aguantar un poco para que tu cerebro empiece a comprender. Sobre todo, si no has leído esta reseña.

Un guión que nada en un déjà vu. Una idea simple, que cambiando dos conceptos, se vuelve original. Pese a conocer conceptos, ningún riesgo de aburrirse al leerlo.

Reseña: ¡Viva la Anarquía!, de Bruno Loth y Corentin Loth

Cómics tan influyentes moralmente y de tanta sensibilidad como Dolores, tienen la culpa que este que escribe aquí quiera saber más sobre las obras de Bruno Loth. Los diseños de Loth son bonitos y detallados, en esa extraña manía que tiene de usar sólo marrón/beige y algunos azules en sus obras. Con Dolores (https://www.cronicasliterarias.es/?p=2296), Bruno Loth realizó un rico trabajo sobre la memoria y el olvido, a través del prisma de la inmigración y la historia de una mujer que ha enterrado por completo su pasado y se viene abajo por la trágica experiencia de sus hijos. Ahora con ¡Viva la Anarquía!, podemos decir sin miedo a equivocarnos, que tiene muy presente los problemas sociales y políticos a los que se enfrenta el ser humano moderno. Y lo mejor de todo es, que este autor francés de la BD (Bande Dessinée), tiene puesto siempre uno de sus ojos en nuestro país.

El 15 de julio de 1927 tuvo lugar en Vincennes, un encuentro memorable entre dos anarquistas, Nestor Makhno y Buenaventura Durruti. Uno es ucraniano. El otro español. Uno había dirigido la revolución libertaria ucraniana en 1917. El otro lleva luchando toda su vida contra las injusticias de gobernantes y patrones. Ambos, rodeados de sus seres queridos, entablan una conversación fraternal sobre su viaje personal y los valores libertarios que defienden con ardor. Evocan las posibles vías para construir un mundo mejor donde no habría mandatarios, ni explotados, ni jerarquías, y donde el Estado y la propiedad serían abolidos. Un sueño de fraternidad, igualdad y libertad que muy pocos defienden.

¡Viva la Anarquía!, es una de las últimas novedades de la siempre interesante editorial Ponent Mon. Un álbum, nuevo guión y dibujo, del también siempre interesante Bruno Loth. Otro excelente cómic europeo que se lee, se siente y se disfruta, independientemente de tus inclinaciones políticas. Aquí se trata la Anarquía. Y se expone junto al caso de dos personas que la representaron de pies a cabeza. El señor Loth, después de haber trabajado ya mucho en la Guerra Civil Española, rinde homenaje a través de esta historia a una de las punta de lanza de este movimiento: el ucraniano, Nestor Makhno. Nos cuenta como fue su encuentro con Buenaventura Durruti, otro personaje marcado por los acontecimientos en pos de su visión de la lucha por un mundo mejor. Un mundo mejor donde todo debe ser más igualitario. Una idea que desean internacionalizar. Una historia que nos permite por un lado (re) descubrir estas dos figuras emblemáticas de dicho movimiento y a su vez, desempolvar este pensamiento de una forma original e inteligente. Tras la liberación de tres anarquistas españoles (entre ellos Durruti) que intentaban atentar contra Alfonso XIII en su visita a París en 1926, pero que fueron liberados en Francia únicamente acusados por posesión de arma ilegal, en esta ocasión, Makhno también está presente para apoyarlos a su salida y se reúnen alrededor de una buena mesa para rehacer el mundo y discutir ese difícil viaje. ¿Una indirecta muy directa a los gobiernos de España y Argentina de entonces?

Lejos de ser didácticos o doctrinarios, es bueno dejarnos llevar por historias para descubrir los viajes y las luchas de personas, muchas veces dolorosas. Luchas que tuvieron que liderar. Bruno Loth sabe cómo cautivar al lector con estos momentos de vidas singulares. Además, crea esa impaciencia de querer saber más cuando llegas a la ultima pagina… Así que olvida todo lo que crees saber sobre Anarquía. Cuando eras más joven (o quizás no hace tanto) en un momento u otro debiste haber gritado el famoso ¡Abajo el Gobierno! Quién no. Quién está de acuerdo con los mandatarios totalitarios o las leyes que solo benefician a unos pocos. A los más acaudalados, por supuesto. En mi opinión apolítica (porque no creo en ningún político, ni partido, corrupto, el que menos, en un país de pandereta), la anarquía no es lo que la mayoría de la gente cree. Es decir, un modelo de algarabía donde la vida no es más que una orgía de líos donde todo el mundo hace lo que plazca. Para más información, les remito a este excelente cómic que no tiene nada de educativo, pero sí, a través de otros ojos, de otras vidas, podréis ver/tener una idea general de lo que propone dicho movimiento.

Un buen álbum con gráficos llamativos que expresan a la perfección las atmósferas de Ucrania o Cataluña, realzadas por una coloración suave de Corentin Loth. Un cómic excelente que le da a la Anarquía, letras de nobleza. Se rumorea un segundo volumen.

Allí estaré.

Reseña: El Arte del Crimen (Integral), de Omeyer, Berlion, Stalner, Mauro, Liberge y Karl T.

En este mes del Terror, Ponent Mon nos trae un primer integral de El Arte del Crimen, una serie de álbumes con un curioso argumento en común. Nueve artes. Nueve crímenes. Una vida. Cada álbum describe una intriga criminal ligada a una de las nueve artes principales: pintura, literatura, escultura, cine, música, arquitectura, teatro, audiovisual y, por supuesto, el cómic. Este primer integral de El Arte del Crimen recoge los cinco primeros, cada volumen, realizado por un diseñador diferente, acometiendo así su propio universo ya que se desarrollan en distinto lugares y épocas. Pero a medida que avanzan los álbumes, surgirá un arco narrativo general, inaudito en los cómics, que dicen que se completa en el volumen 9 donde Rudi Boyd Fletcher nos aportará una revelación final…

Pero, ¿quién demonios es Rudi Boyd Fletcher?

El Cómic: Planchas de Sangre

Manhattan, 1972. Art Blumenfeld, un viejo filántropo multimillonario que hizo fortuna en el cine, envía una carta a Nora Hathaway, una joven india mestiza, instándola a que lo conozca en Nueva York. Dentro del sobre hay una copia de un cómic de culto de la década de 1940: El Camino de Mesa Verde, cuyo autor Curtis Lowell, un hombre que murió accidentalmente. Un álbum inacabado que ha alimentado la obsesión de… ¡Rudi Boyd Fletcher!, durante años. Cuando Nora llega a Blumenfeld’s, el anciano ya está muerto, víctima de la locura y la búsqueda sangrienta de un hombre… Arrestada por la policía y acusada del crimen, Nora podrá contar con la ayuda de un solo hombre: John Stoner Snail, un policía inusual. El único que la cree. Pero para salvarla, tendrá que perseguir al tal Rudi Boyd Fletcher.

La Pintura: El Paraíso del Terror

París, 1860. Hippolyte Beauchamp, joven pintor talentoso y ambicioso, vino a conquistar Montmartre armado con sus pinceles y su fuerza interior. Cuenta además con la ayuda de su amigo de la infancia y rico heredero, Maxime. Una noche, borrachos de absenta, son atacados por dos matones. Después del enfrentamiento, Hippolyte pierde a su mejor amigo y mata a uno de sus atacantes. La mirada de este muerto, despierto y con la mano en el corazón crea en el artista una emoción tan fuerte que pinta un cuadro, sobrecogido por todo lo sucedido esa noche. El éxito es tab grande, tan inmediato, que todos los críticos se apresuran a elogiar dicha obra maestra. Pero el joven pintor siente un mal que le sobreviene. Por cada cuadro, un crimen…

La Arquitectura: Libertalia, La Ciudad Olvidada

1640. En las costas de Jamaica, Aldaïr Mac Allister, un joven arquitecto inglés con ambiciones demasiado innovadoras para su época, se cruza con Bart Kingsley, un pirata carismático adorado por su tripulación. Aldaïr y él llegarán juntos a la jungla de Borneo donde se toparan con el verdadero espíritu de una ciudad utópica: Libertalia, una ciudad de hombres y mujeres libres e iguales. Pero gracias a su compañía, el joven arquitecto inglés se verá perseguido por la armada más poderosa de la época, la terrible flota de la Compañía Holandesa de las Indias Occidentales. Los holandeses están dispuestos a hacer cualquier cosa por atrapar al pirata Bart Bart Kingsley y destruir el espíritu peligrosamente subversivo de esa ciudad llamada Libertalia.

La Escultura: Electra

¿Roma y su civilización justificando todos sus crímenes? Electra, reconocida escultora corintia, siente simpatía por el pequeño Zacharias, cuyo talento emergente le encanta. Estamos en el 146 a.C. y pronto las legiones romanas pondrán la ciudad a sangre y fuego. Mientras la gente huye del invasor, Zacharias correrá todos los riesgos para salvar su escultura. Loca de angustia, Electra acaba encontrándose con él en su propio taller. Ella solo puede presenciar el sangriento asesinato del niño y llena de dolor e Electra hará cualquier cosa por identificar al culpable y denunciarlo en el mismísimo corazón de Roma.

El Cine: El Sueño de Curtis Lowell

Claqueta final en Hollywood, 1939. Art y Franck Blumenfeld filman las últimas tomas de su próxima película. Durante una pausa, se topan con un nombre en el periódico que los congela de miedo: el de Curtis Lowell, autor de una historieta publicada. Un año antes, los hermanos Blumenfeld habían contratado a Lowell como escenógrafo para una película que debería haber hecho fortuna. Fue el primer western filmado íntegramente en entornos naturales, en el corazón de Monument Valley, con acrobacias nunca antes vistas y indios reales como extras. Desafortunadamente, el rodaje se detuvo abruptamente después de un drama sangriento: en un ataque de locura, Curtis Lowell asesinó a uno de los indios y agredió a Franck antes de huir. Eso, según la versión oficial…

Entonces, ¿se puede llegar a matar por un cómic? ¿Por una obra de arte? ¿Son estas inspiradoras o parten en todo su esplendor de un macabro crimen? ¿Una cosa lleva a la otra?

Curiosos álbumes que exploran esa fiebre creativa, ese morbo que va tan de la mano.

Reseña: Dolores, de Bruno Loth

Es entonces cuando encuentras un cómic como me gusta, que combina hábilmente una historia bastante personal e Historia. Sí, con H mayúscula. Un excelente álbum que recién edita Ponent Mon, de esas curiosas tramas que se te quedan en la cabeza durante un tiempo.

Vengo siguiendo a Bruno Loth desde que un amigo profesor de Ética me aconsejara leer en su día Los Fantasmas de Ermo; una colección de tres álbumes que nos trasladaban a la Barcelona de 1936, donde Ermo era un joven huérfano que llegaba desde el sur de España con una compañía circense llamada Bakunin en pleno estallido de la Guerra Civil. Una maravilla. Por eso, cuando me enteré de la publicación de Dolores como novedad fui corriendo a saber más.

El diseño de Bruno Loth es bonito y detallado y rápidamente encuentras en él cierta manía con esta historia: la extraña elección de usar solo marrón/beige para los colores de la trama. Cuanto menos curioso pues no encontré ninguna lógica visual/mental en ello. Pero, sin duda, la habrá, como dice la cancion. Mi torpedad viene con los años y… A lo que iba. En Dolores, Bruno Loth realiza un rico trabajo sobre la memoria y el olvido (¡anda, lo que comentaba!), a través del prisma de la inmigración y la historia de una mujer que ha enterrado por completo su pasado y se viene abajo por la trágica experiencia de sus hijos. Ahora, preocupados por ella y sus problemas de salud, el personal de enfermería que la atiende empujará a una de sus hijas a cuestionarse el pasado de su madre porque, inquietantemente, ha comenzado a hablar en español, descubriendo así, que su nombre real es Dolores. A partir de aquí, su hija irá desenmarañando poco a poco el pasado de su madre. Descubrirá sus orígenes españoles y como tuvo que huir de su país en plena Guerra Civil.

Una historia muy contemplativa que se disfruta, y sinceramente, es fácilmente adaptable a la gran pantalla. Muchos la debieran leer, pues tenemos aquí un buen álbum, inmersivo, de ese eterno tema al que muchos escritores patrios recurren pero del que pocos vemos contado por autores de fuera. Bruno Loth nos ofrece una historia que resulta bien construida mezclando con lo justo y necesario ficción e historia. La aventura de Nathalie comienza cuando su madre, en una casa de retiro y sufriendo depresiones, de repente comienza a hablar en español. Tiene misteriosas pesadillas donde habla de la playa y del abandono. Pronto, Nathalie llega a comprender que su madre, en su infancia, huyó de las fuerzas de Franco en el 39. Una experiencia postraumática a la que de algún modo ha regresado y que la retrotrae al horrible momento de decenas de miles de republicanos rodeados en las playas de Alicante.

Dicen que el éxito de Bruno Loth para sus cómics se debe a su implicación personal. Por lo visto, pasó varios meses en nuestro país para documentarse e incluir testimonios certeros de personas que vivieron el desastroso momento. No obstante, el autor se ha documentado sí, pero parece más una cuestión de aprendizaje pues no sobrecarga demasiado la historia en Dolores, ni abruma al lector en ningún momento, como hacen otras historias con tanto dato. Realmente es el camino de la investigadora lo que nos lleva a diferentes lugares y la que pone ese “suspense” que nos incita a seguir leyendo…

Una lectura instructiva a la vez que bella.

Reseña: Los Aristócratas, de Alfredo Castelli y Ferdinando Tacconi

Nueva joyita reeditada o rescatada es, sin duda, el integral de Los Aristócratas que acaba de publicar Ponent Mon. Quién nos iba a decir que volveríamos a ver esta maravillosa obra de Alfredo Castelli y Ferdinando Tacconi nuevamente publicada y en una genial edición en tapa dura; la obra que los dos maestros italianos lanzaron en el Corriere dei Ragazzi en 1973. Y es que «il fumetto» italiano ya cuenta con más de un siglo de historia y Los Aristócratas es una de sus puntas de lanza. Sí es cierto que desde que alcanzamos el cambio de siglo casi cada año podríamos celebrar el centenario de un buen titulo inmortal, sin embargo, puede ser útil volver a series pasadas, aparentemente desconocidas o injustamente subestimadas por ciertas editoriales. O incluso por lectores que únicamente tienen buenos ojos para los superhéroes. Pero el que es lector de cómics de toda la vida, sabe que hay donde elegir. Que hay otros muchos héroes sin poderes que vivieron a mano de sus autores grandes y atractivas aventuras. El caso es que, por una cosa o por otra, los que tuvimos suerte de leer «fumetti» desde pequeños (al cómic italiano se le denomina así en referencia al nombre del globo de diálogo o bocadillo), seguimos muy cerca la obra de Alfredo Castelli. En especial, las reediciones de sus obras que últimamente se están haciendo con cuenta gotas. Ni que decir tiene que soy súper fan de su Martin Mystère que tristemente se quedó sin editorial en nuestro país tras la desaparición de Aleta…

Por lo tanto, era obvio que las buenas cosas llegaran y era súper obvio que si Ponent Mon lanza al mundo un genial tomo recopilatorio de Los Aristócratas, aquí lo reseñamos: Los Aristócratas, de Alfredo Castelli y Ferdinando Tacconi (ilustrador de la serie), a quienes también ayudó el propio Sclavi. Y es que 1972 había sido un año importante para los cómics italianos populares: nació el Corriere dei Ragazzi, un periódico con una base editorial muy dirigida a las series de cómics donde se disfrutaba de mayor libertad para temas ligeramente más adultos, con prevalencia de nuevos cómics de aventuras sobre los típicamente humorísticos. Por eso, tan solo un año después, Los Aristócratas se convirtió en la serie más emblemática de dicha publicación. Creada en 1973, destaca por numerosas virtudes, en primer lugar, no sigue la tradición legalista típica de los cómics infantiles, sino que tiene un grupo de caballeros ladrones como protagonistas. Por supuesto, este grupo británico de caballeros que viste de forma impecable ponen rápidamente al lector del lado del bando malvado. ¡Ellos molan! El Conde inefable, la bella Jean, el fenomenal Álvaro, el poderoso Moose y el brillante Fritz, presentan un cómic coral, lo cual es bastante raro de ver en el cómic italiano. Una referencia podría haber sido quizás los espías internacionales de Alan Ford y el Grupo TNT, de 1969 (un cómic italiano o tira satírica creada por Max Bunker (Luciano Secchi) y Magnus (Roberto Raviola), que contaba con agentes secretos clásicos de humor surrealista y referencias irónicas a los aspectos de la sociedad italiana y occidental de la época); de los cuales Castelli podría haberse inspirado en la estructura narrativa, adaptándola a un formato diferente con malos-malutos. Tal vez, como critica a las tan de moda series de TV británicas de entonces, como Los Vengadores o incluso Los Persuasores, de Roger Moore y Tony Curtis.

El Conde es la mente y el líder de los aristócratas, y es el verdadero «aristócrata» por excelencia. Un señor que se expresa como un libro impreso y desprecia la modernidad y la vulgaridad en todas sus formas. Junto a él, su guapa y sobrina Jean, la única chica del grupo, con quien a menudo tiene peleas educadas, y que representa al personaje mejor caracterizado y sensual y es motor principal de la narrativa y de las situaciones cómicas más delicadas, pues Jean está enamorada del inspector Michael Allen, amigo-enemigo de Los Aristócratas. Una idea muy chula. Los otros aristócratas son personajes más funcionales: el alemán Fritz representa la tecnología, y sus dispositivos a lo James Bond, a menudo aparecen en las historias como un elemento maravilloso que permite, además, soluciones menos violentas. El gigante irlandés Moose recuerda al desaparecido Bud Spencer, y representa la fuerza bruta, usualmente restringida pero ocasionalmente necesaria. El ladrón y playboy italiano Álvaro es la habilidad del ladrón en persona. Pero lo que de verdad os va a molar es que esta serie mezcla personajes icónicos de la gran novela de aventuras y el cine. Así que no dudéis en toparos con Sherlock Holmes, James Bond, Fantômas, Agatha Christie, el inspector Clouseau o Arsenio Luppin, entre otros. Siempre mezclando hechos reales con ficción, Castelli usa todos los trucos del cómic clásico para animar, y aunque la serie es principalmente humorística-aventurera, la situación inicial es a menudo dramática, con algunos personajes en grave peligro, creídos muertos o desacreditados.

Y el estilo de Tacconi, moderno, irónico y dinámico, al mismo tiempo; convierte a Los Aristócratas en una de las mejores series que se pueden leer pese a sus años. Puntal de lanza, como dije, en los mejores cómics europeos de todos los tiempos e indispensable para cualquier cómicteca que se precie.

Maravillosa, maravillosa, maravillosa.

Reseña: Los Niños Salvados (Ocho Historias de Supervivencia), de Philippe Thirault y VVAA

Los Niños Salvados es un cómic de alta sensibilidad moral con un tema grave como puede ser el testimonio de ocho niños judíos que pasaron penurias y casi murieron durante la Segunda Guerra Mundial intentando escapar de la política de exterminio nazi. Personalmente, pienso que no hay nada más vil en este mundo que hacer daño a un niño. Es la peor circunstancia agravante pues me conozco de sobras la ley y puedo decir y defender que aún hoy apenas están protegidos. Pero aquí estamos hablando de niños judíos separados de sus padres, deportados como ganado para agonizar en los campos de exterminio…, es decir, lo peor de lo peor que podáis imaginar. Simone Veil hace un pequeño prólogo al principio de este curioso álbum que edita Ponent Mon, indicando que es un tema difícil de expresar, escribir e incluso dibujar. ¡Pues claro! Siempre he dicho que los autores que tratan este tema tienen que gozar de un gran autocontrol moral. Sin embargo, cuenta Simone que estaba convencida del resultado.

Ocho historias de vida que muestran lo difícil que es escapar de la trampa nazi proporcionando una visión general de varias situaciones existentes: el destino de los judíos de Salónica, la vida en los guetos, el rescate de niños en Francia, Austria y Países Bajos. Historias reales, violentas, a veces crueles, auténticas e inscritas para siempre en una de las peores tragedias que la humanidad haya conocido. Como dice la sinopsis editorial, una obra primordial contra el olvido, un cómic para leer despacio. Testimonios conmovedores trabajados por un mismo guionista, pero con ilustradores diferentes. Y cada historia con una foto real del niño, lo que establece una relación cercana con el lector. Se llaman Alik, Alisa o Rachel, tenían diez años durante la Segunda Guerra Mundial y sobrevivieron al Holocausto. A través de su testificación, sabremos como pudieron escapar del horror, su partida al extranjero, pero también la angustia de dejar a familiares y amigos en manos del enemigo.

Una muy buena lectura para recordarnos que lo inimaginable sucedió hace poco más de setenta años. Ocho testimonios de niños que escaparon de los campos de exterminio, a menudo dejando a la familia, escondiéndose, cambiando su nombre y religión, viajando por países desconocidos. Una verdadera hazaña escapar de esta monstruosa organización creada solo para el Mal. Testimonios adaptados y escritos por Philippe Thirault y dibujados por ocho diseñadores diferentes. Todos los testimonios son tan impresionantes entre sí, se complementan y ofrecen una visión global de este triste momento enel que se lanzó el genocidio judío. Un trabajo colectivo, gráficamente exitoso cuyo objetivo principal es hacernos conscientes de los errores del pasado para nunca repetir semejante monstruosidad.

Los Niños Salvados es una recolecta de historias que son, por supuesto, dolorosas. El viejo continente estaba sucio hacia finales de los años 30. La humanidad inhumana avegaba en el contexto de guerra. En mi opinión, en cuanto a sentimientos, pudo ser la peor, la más odiosa frente al prójimo, por el remordimiento general de la mala vida que llevaba un alto porcentaje de la población. Se juntó todo. Debe recordarse que 1,5 millones de niños menores de 15 años perecieron en el Holocausto. Y es la primera vez que encuentro una obra particularmente interesada en este tema. Por eso creo que Los Niños Salvados logra su objetivo y que nunca podremos hacer demasiado por explicar a generaciones posteriores lo que realmente fue vivir aquello. ¿Por qué? Porque vivimos en una sociedad de consumo materialista que desarrolla el egoísmo y la rapacidad de manera bastante simple. Todo lo opuesto.

Encontraremos al final del tomo un interesante archivo educativo sobre el destino de los niños judíos durante y después del Holocausto. Se salvaron, por supuesto, ¡pero a qué precio! Testimonios que es esencial conocer.

Muy recomendable lectura.

Reseña: Preferencias del Sistema, de Ugo Bienvenu

Preferencias del Sistema estuvo entre las historias nominadas en la selección de Angoumois y resultó ganadora del Gran Premio de la Crítica ACBD 2020 en Francia. Una trama con muchas virtudes, especialmente por sus temas elegidos: inteligencia artificial, memoria, transmisión y revisionismo cultural a través de la cuestión del almacenamiento de datos. Algo que ya casi nos gobierna a todos, al menos, una parte de nuestras vidas empieza a pensar constantemente en ello. Un thriller de anticipación o Ciencia Ficción en la forma, que nos lleva a preguntarnos sobre la abundancia de información en esta nuestra era de Internet, y su importancia. Información de todo tipo, desde la más inútil hasta la más consistente desde un punto de vista intelectual, que a través de ciertas “memorias” puede convertirse en datos poco digeribles, pues llegará el día en que miles de millones de páginas de datos abstractos e indiferenciados, ya no estarán al alcance de nuestro pobre cerebro humano. Y solo será accesible a las inteligencias artificiales de ese futuro cercano que empieza a asomar por el horizonte.

Una perspectiva un tanto aterradora para la curiosidad natural de cualquier ser que aspire a un conocimiento exhaustivo de cualquier tipo de tema cultural. Además, en Preferencias del Sistema, surge otro problema: el almacenamiento de datos puede no ser extensible indefinidamente y requerirá en algún momento solucionarlo eliminando lo «no deseado». Eso que ocupa espacio en las memorias de la computadora sin ser consultado. ¿Os suena? Qué debemos conservar, qué debemos eliminar y quién decidirá sobre ello. En este cómic traído desde la siempre recomendable BD por la editorial Ponent Mon, Ugo Bienvenu utiliza como enganche el film de culto 2001: Una Odisea en el Espacio; las autoridades han decidido eliminar la pelicula para siempre de la memoria colectiva. ¿La razón? Una totalmente hipócrita: según las directivas oficiales, las películas de vacaciones del Sr. Duchmoll tendrían una tasa de visualización mucho más alta y eso no se corresponde con las «cuotas requeridas». Por lo tanto, es un robot quien se encargará de preservar en secreto ese trabajo monumental, por iniciativa de un empleado del centro de almacenamiento. Éste, gran admirador de la película, pondrá en peligro su vida al cargar varios archivos (incluido la 2001), en la memoria interna de su androide doméstico. Acto que se considera un delito grave según la ley vigente. Y el robot, que lleva al hijo de la pareja en su seno, será responsable de proteger tanto a la descendencia como a los datos personales preciosos de su interior. Hasta que las cosas se pongan feas…

Una historia diferente, atractiva e inusual como a mi parecer debe presentar siempre una trama de Ciencia Ficción. Con un ritmo creciente pero también algunos momentos bonitos de poesía, y una cierta complicidad que se manifiesta entre el joven huérfano y su ciber-tutor; Preferencias del Sistema es un cómic que gustará a todo aquel que lo intente. Y no importa si no entiendes las referencias a la I.A. de 2001, o no has visto la película (aunque te aseguro que querrás verla), Ugo Bienvenu inserta referencias a otras muchas obras. Autores como Rimbaud, Alfred de Musset o incluso al cantante J.J. Goldman y su The Little Mermaid.

Preferencias del Sistema es de esas obras que se vuelven recomendables por su originalidad. De esos cómics que recuerdas cuando alguien te pide un titulo para leer, de los últimos que te hayan sorprendido. Una visión visionaria y verdadera que se volverá creíble con los años. Al contrario que lo que denunciaba Bradbury en su Fahrenheit 451, aquí no son los bomberos los que deben quemar libros, sino funcionarios administrativos haciendo lo propio con trabajos digitales para un mismo destino. Y con un dibujo tan realista y cercano a las novelas fotográficas que abruma.

Así es Preferencias del Sistema.