Reseña: Subterráneos, de Romain Baudy

Hace tiempo que supe que uno de los pocos lugares mágicos donde encontrar buenas historias, era en la BD, también llamada Cómic Europeo. Un magnífico sitio donde poder dar con mil y un cómics bastantes originales a poco que busques o te informes. Y no es como antes que tenías que leer en francés o inglés, o esperar a que las poquísimas editoriales de entonces decidieran lanzarse con algún titulo. Hoy es fácil. Tenemos algunas editoriales que de forma mensual traen BD. Específicamente, Ponent Mon, que sinceramente solo publican calidad, pues aún no he leído un cómic malo publicado por esta editorial. Más atractivos o menos, a mis gustos, pero siempre interesantes. Subterráneos es una de esas novedades que Ponent Mon tiene ya para reserva en librerías ahora que parece que todo está volviendo a la normalidad. Una muy buena lectura de un tomo que me ha dejado fascinado por contener una trama muy cambiante. Comenzando en aquella época en que los hombres comenzaban una dura lucha por sus libertades laborales, para no vivir sólo para trabajar. Dejar a un lado la pobreza que se convertía en tristeza sin posibilidades de futuro, allá por la década de los años 20 y 30.

Nos vamos entonces a una mina donde el capital burgués ve la mano de obra como un mal necesario y donde los accidentes son habituales. Henri y Lucien son familia. El primero, es representante sindical, es virulento y siempre está atento a las señales de advertencia de las batallas que se librarán. Lucien parece ser una fuerza de la naturaleza; tranquilo, fuerte, parece lo suficientemente confiable como para ser apreciado por todos. Para él, la familia tiene prioridad y acepta su condición para ofrecer lo mejor a su hija pequeña. Henri parece presentarse como el personaje central, pero desaparecerá y es Lucien quién se hará primordial en la trama…

Subterráneos comienza como una historia ordinaria de lucha social, un drama sobre las condiciones de vida del populacho, encargados rebeldes, tensiones entre trabajadores, la lucha milenaria de quienes confían y entran gradualmente en el sistema. Y por supuesto, de quienes luchan contra él. Siempre se ha dicho en el mundo de la minería (y creo que esto vale para todos) que los trabajos tienen dos categorías: «Los que están con el jefe, y los que cavan…». Pero a lo que vamos. La historia. Un minero desaparece de la mina, pero la gerencia no hace nada para encontrarlo. Sabotajes tuvieron lugar al mismo tiempo y continúan incluso después de la desaparición del cabeza de turco. Lucien no está preocupado, pero Henri el sindicalista, sí que lo está, sobre todo, por el estado de la mina, las máquinas y todo el material. Los transportistas se apresuran por las bifurcaciones a retirar su carga preciosa y misteriosa, hasta que Henri cree haber visto salir una mano enorme y metálica de la carga…

Realismo social, y de pronto, todo cambia. Primero con una máquina futurista, luego con criaturas de las profundidades, dominantes y dominadas en una especie de relación religiosa, algo que parece una similitud mágica al mundo de la superficie. El guión de Romain Baudy es atractivo, eficiente como el infierno y tiene un ritmo perfecto. Pues cuando crees que estás leyendo una historia, te sorprende con otra. Aunque viendo la portada del cómic, obviamente guardas expectativas de cuándo podrás ver a ese enorme bicho-robot en acción… Y las secuencias lo permiten en una buena variedad de tomas. Con una línea clara y efectiva, la coloración de Subterráneos puede ser de las más chulas vistas últimamente. Pero en su conjunto, Romain Baudy reunió una auténtica historia política, un maldito género si se le puede llamar así, que se vuelve inteligente y emocionante cuando se torna en fantástico. Especialmente, los fragmentos de steampunk introducidos, con la entronización de la máquina (¡Y qué máquina!) en las galerías mineras. Pero también con ese aire Heroic Fantasy subterráneo que provocó que pasara de una otra página rápidamente por lo fresca y dinámica que se volvió la historia de repente.

Subterráneos, una genial obra de orfebrería en formato cómic.

Reseña: Convictos (Integral), de Patrice Perna y Fabien Bedouel

Una historia diferente… Para alejarnos de todo…

Guayana Francesa, 1923. Han pasado más de diez años desde que Eugène, un libre-pensador, fuera condenado por un delito que no cometió. Un recién llegado para una serie de informes, el conocido Albert Londres, tiene varios encuentros con Eugène. Dándolo todo por perdido, el libertario-encarcelado se prepara para contar todos los horrores que se están cometiendo en dicha colonia penal. Por el camino, Albert Londres forja una gran amistad con ese hombre franco y probablemente inocente. Londres fue para completar unos escritos certeros sobre la prisión, y termina interesándose rápidamente por lo que cuenta el convicto Dieudonné; ya culpable de dos fugas y encerrado injustamente por haber pertenecido a una banda mafiosa. Lo que él niega abiertamente. Pero, ¿el destino le permitirá escapar una vez más? Cuando los esfuerzos de Albert Londres para pedir la liberación de Eugène finalmente están dando sus frutos, llegan las malas noticias: su libertad será otorgada para dentro de dos años. ¿Y quién soporta dos años más en un lugar así? Escapar. Escapar y llegar hasta Brasil. Pero antes de terminar la lucha por la rehabilitación del convicto, el famoso periodista quiere tener una conciencia limpia y se embarca en ese viaje a América del Sur tras él…

Pat Perna y Fabien Bedouel retoman la fórmula de ficción histórica que tan bien les fue en la tan recomendada por todos Kersten, El Médico de Himmler. De hecho, y por lo que me han comentado, nombres, y una buena parte de los hechos descritos en Convictos hacen referencia al otro álbum también publicado por Ponent Mon. Pero Convictos desprende un enorme trabajo periodístico detrás. La colonia penal de Cayenne y el asunto Dieudonné como fueron llamados en los medios y ampliamente publicitados y documentados, dieron al guionista la opción y aliento para tejer una buena historia. Aunque en ciertos momentos se percibe algo de recreación, como la escena larga de la huida al principio y algunas escenas así. Pero bueno, así es la ficción, ¿no? El disfrute mediante la acción. Ningún reproche. Ningún buen lector de cómics debería ser, ni acercarse a ser, un elitista histórico o jamás disfrutará con un cómic o libro.

Convictos qué es. ¿Una historia de acción? ¿Didáctica? ¿Militante? Puedo decir que en la frontera de esos temas anda, siempre que la situemos en el lado carcelario. El infierno de lo que fueron, o son a día de hoy en ciertos países tercer mundistas, una prisión. El extremo se muestra en casi todos sus aspectos en estos dos álbumes que forman el integral publicado por Ponent Mon. Con un guión de calidad que no está en duda, Perna domina perfectamente el tema. Simplemente, con su entusiasmo, me mantuvo enganchado a una trama que conocía pero jamás vi ilustrada.

Lo que sí me ha gustado mucho es como el ilustrador Fabien Bedouel cambió algo su estilo, para adaptarse, o adaptar mejor dicho, sus viñetas a la situación. Mostrando de un modo más sugerente los horrores de lo que fue aquella aislada prisión de principios del siglo XX. Una con las más terrible reputación de la historia, por cierto. Trazos más densos, un completo de blancos sobre negros lo que provoca una atmósfera constantemente pesada, como puede ser el agobiante sol en las zonas del ecuador… Un ambiente sofocante en la que ciertas almas luchan constantemente por sobrevivir, rozar la libertad, ese gran derecho fundamental que hoy mismo muchos estamos echando de menos.

La inmersión total en Convictos está garantizada. La vida de la prisión se describe en todo su horror. Todos los principios básicos de su creación son ignorados por hombres desvergonzados que son poco mejores que el Diablo. Las humillaciones del director, los guardias o los «llaveros», que son los convictos mejor vistos por la gerencia, son la vida cotidiana de quienes vienen a pagar su deuda con la sociedad. Convictos una historia dura, de algo que sucedió mucho antes que la famosa trama de Papillon se hiciera famosa en todo el mundo. Un cómic inmersivo y aterrador, un primer volumen que impresiona y un segundo que pierde algo de tensión en pos de contar lo que realmente sucedió, una vez conseguida la tan deseada libertad.

Convictos ofrece un excelente testimonio de prácticas intolerables, de la lucha por la libertad, de la esperanza y fuerza que hay que tener para no rendirse nunca.

Nunca.

Reseña: El Dios Vagabundo, de Fabrizio Dori

En épocas de incertidumbre, de malos presagios, donde sólo abundan las malas noticias y parece que todo lo bonito que vivimos una vez, nunca volverá; necesitamos leer historias llenas de vida. Lo mejor, el don de la creatividad que sólo tienen algunas personas, refrescarnos junto a ellos. Historias de esperanza que salvó de muchos males en el pasado, gente perdida, por que en muchas de las historias suele haber un mensaje, esa idea psicológica que algunos necesitan para recuperar fuerzas y salir adelante. Disfrutar de lo que creían perdido. Y todo esto sólo se puede encontrar en las buenas historias como os la que os reseño hoy. Un álbum de cómic europeo con un gran mensaje como el que acabo de leer. Tal como anuncia ECC Ediciones, El Dios Vagabundo, de Fabrizio Dori (Gauguin: L’Autre Monde) propone una fascinante inmersión en el mundo antiguo, ofreciendo una mirada diferente de la mitología y el arte para dar forma a una odisea de una extraordinaria belleza. Un modo de verlo. Pero yo he visto mucho más.

La mitología (la griega, además), tiene esa fascinación por cada ser de un poder evocador fabuloso innegable que desafía. Fabrizio Dori no se equivocó al interesarse por una deidad atípica, un sátiro caído, esa alma en pena que con su música y presencia provoca delirio a su alrededor. Confuso, la situación inicial será, sin embargo, solo el comienzo de un magnífico viaje, que comenzará tan pronto como empecéis a leer El Dios Vagabundo. ¿Y quién es esa chica ebria que da consejos en ese campo de girasoles a las pobres almas que vienen a recoger una predicción, mujeres, vecinas casi-patéticas y desconcertadas que necesitan ánimo en cada esquina? Dice una que sólo vale la pena el paisaje…

Cuando el bombín de Eustis emerge de entre las flores doradas y el oráculo comienza a contar su historia, todo el mundo queda fascinado con los extraños poderes de adivinación del que antaño perteneció a la corte de Dionisos, Dios del Vino. Mas, Hécate, Reina de los Espectros, decide enconmendarle una misión. Encontrar su mundo perdido. Al mismo tiempo que Aline, iremos sabiendo de la vida del vida del personaje, íntimo de Pan, y de lo que fue su vida en la casa de Dionisos. A partir de esa existencia hedonista, Eustis mantiene una fuerte nostalgia, lo que lo empuja a aceptar lo propuesto por Hécate. Y es que tras una trifulca con Artemisa, perdió su rango y ahora deambula por la Tierra, en ese campo de girasoles… Un pretexto que sirve como trampolín para el escenario creado por Fabrizio Dori. Un autor al que le gusta reservar muchas sorpresitas ocultas en el cómic. Peregrinaciones a lugares míticos, encuentros inimaginables, acompañar por el camino a un héroe intransigente… El autor (cuyo amor por la Historia del Arte es evidente), convoca en El Dios Vagabundo a pintores que admira. Maestros impresionistas o pioneros de la Nueva Ola. A ojos del profano, la historia contada aquí se queda únicamente en un cuento de ensueño que se lee sin dificultad. Pero el ojo perspicaz reconocerá las selvas de Rousseau en las representaciones de la vegetación, o pensará en los verdes profundos y los rojos extravagantes de Giorgio De Chirico; se codeará con los colores amarillos y dorados de Gustav Klimt, y será capturado por las máscaras de gas de Otto Dix, además de consentir y sonreír levemente ante Los Girasoles o La Noche Estrellada, de Van Gogh. Sin dejar de mencionar los guiños a Warhol o Hokusai, por supuesto. Homenaje tras homenaje. Por que El Dios Vagabundo es un profundo homenaje a la Historia del Arte. Fabrizio Dori se apropia en ocasiones de los estilos, técnicas y obras para reinterpretarlos mejor; si eso fuera posible, claro. Pero lo intenta de forma lúcida y los introduce en un cómic, en formato viñeta y gusta de saber de ellos para con la historia que transmiten. Como cuando vemos en el otro mundo, las figuras rojas (personajes en ocre sobre fondo negro), representaciones de la antigua Grecia de Gauguin.

Un álbum lírico y bien consumado dentro del cómic europeo. Todo un acierto de publicación que no esperaba por parte de ECC Ediciones. Es bueno saber que la editorial DCíta por antonmasia en nuestro país, también piensa en los amantes del cómic europeo y sus grandes logros. Ganadora del Premio Ouest-France 2019, nominada al premio de las librerías de Bande Dessinée de Francia 2019. Nominada al Premio Tour d’Ivoire del festival Á Tours de Boulles 2019. Incluida en la selección de indispensables del verano 2019 de la ACBD (Asociación de Críticos y Periodistas especializados en Bande Dessinée de Francia). Como podéis ver, recomendar este álbum no es sólo cosa mía.

Reseña: Casacas Azules 1997-1999, de Raoul Calvin y Willy Lambil

Casacas Azules es todo un clásico de la escuela franco-belga, con más de cincuenta álbumes publicados. Volvemos a vivir una buena época con una serie maravillosa de aventuras y desventuras centrada en estos cómicos pero intrépidos soldados norteños, yankees del noveno arte, cuyos cómics han sobrevivido durante más de cuarenta años. Que se dice pronto. En particular, gracias a editoriales como Dolmen que piensan bastante en el aficionado al cómic europeo y que ponen en librerías clásicos de renombre en su más que recomendable colección Fuera Borda que retomara no hace mucho, y donde no paran de sacar joyitas. Todo en unos buenos tomos recopilatorios en tapa dura y a un precio bastante interesante. No es de extrañar su gran acogida.

Hasta la fecha han aparecido doce álbumes incluido este Casacas Azules 1997-1999. Tomos que van recogiendo paso a paso y por orden todos los títulos aparecidos en la aclamada serie. Obras de arte con cantidad de virtudes que si el aficionado medio nuevo supiera de su enorme calidad, pillaría sin duda. Y valoraría de corrido la gran labor que Dolmen Editorial hace con cada publicación. Perdonad mi entusiasmo, pero fue una de las series que más leí de pequeño gracias a mi tito USA (como yo lo llamo), del cual, y aún viviendo lejos, he heredado la pasión por el mejor cómic europeo. Recuerdo que mi tío leía con entusiasmo y reunía todo lo que se publicaba en nuestro país en la extinta revista Spirou Ardilla (¿entre 1979 y 1981?), donde molaba mucho leer una serie llamada Guerreras Azules que poco después Ediciones Junior cambió de nombre por Casacas Azules. En fin…, la nostalgia. El volumen que hoy os presento, el más reciente publicado, recoge los álbumes que comprendieron los años desde 1997 hasta 1999. Tres, exactamente.

En Los Hombres de Paja, Cauvin ofrece una historia (muy) correcta como de costumbre. El objetivo es enviar a Cornelius y Blutch a los confederados para que confiesen posiciones falsas al enemigo y así poder emboscarlos. Excepto que para ser creíble se necesita un oficial y por lo tanto, se nombra a Blutch… Por que… tiene… más parla… Genial el momento cuando sorprende a todos incluido el sargento. Un cómic que marca el regreso a un nivel de humor alto a través de la vergüenza de la situación que causa Chesterfield, quien obviamente tiene que controlar sus nervios frente a Blutch, un rango más alto ahora que su compañero.

En Los Fugitivos presenciamos algo triste: nuestros dos héroes favoritos teniendo que abandonar el ejército para mayor desgracia de Chester. Pero la historia vuelve a tener momentos cómicos con las desventuras de las que parecen no poder escapar nuestros protas. La idea del pequeño circo ambulante está chula, y también esos ladrones de caballos que plantean problemas. El dibujo de Lambil siempre fiel a sí mismo aquí es tan hermoso como clásico. Un magnífico diseñador. Que voy a decir de él a estas alturas.

En ¿Quién quiere liquidar al General?, Cauvin y Lambil regresan a lo más alto, al gran atractivo de la serie para mí; luchas, batallas, escaramuzas… Aunque aquí no es realmente contra los confederados, pese a estar presentes casi siempre al fondo. Se debe descubrir a un traidor que se esconde en el campamento y que especialmente quiere asesinar al General Grant. Pese a que no es una trama con mucho humor, o no es tan bueno como siempre, la aventura continúa. Dando la sensación de que grandes eventos están por llegar.

Casacas Azules goza de un humor apreciable y buenos personajes. Muy cercanos en apariencia y gracia al universo de Lucky Luke, en mi opinión. Casacas Azules es un clásico del western humorístico y un bestseller absoluto del cómic europeo. Ambientadas sus historias en la Guerra de Secesión y las hazañas del intrépido sargento Cornelius Chesterfield y su fiel (aunque a ratos rebelde) cabo Blutch, son desde hace más de cuatro décadas, una de las series más longevas y exitosas del célebre semanario Spirou. Casacas Azules era el nombre dado por los indios a las tropas de caballería que “mantenían el orden” en el Lejano Oeste. Dolmen Editorial se encarga de recuperar este grandísimo estandarte, joya del cómic que todo el mundo debería degustar.

Reseña: Marsupilami, de André Franquin y Varios Autores

Nuevo Nueve Editores es una editorial de cómic a la que seguir desde ya. Vienen pisando fuerte. Consideran que han llegado para revolucionar el mundo editorial del cómic, la novela gráfica, la literatura infantil y juvenil y el libro ilustrado en nuestro país. Y los veo cumpliendo. Creo que mucha culpa de ello lo tiene el hecho que cuentan con gente con bastante experiencia en el sector, y por supuesto, que saben elegir títulos nacionales y de cómic europeo con calidad para aparece en librerías. Así que casi con cualquier titulo vais a ver las energías que desbordan y las buenísimas ediciones a precios muy interesantes que presentan. Ya en 2019 editaron cositas chulas y para este 2020 empiezan fuerte. Uno de los títulos que más he disfrutado de ellos es este rescate de las historias cortas de Marsupilami. Uno de los más chulos personajes creados por el maestro André Franquin (1924-1997), un autor belga de los más importantes de todos los tiempos, iniciador y miembro de la llamada Escuela de Marcinelle, pero conocido, sobre todo, por sus maravillosos Spirou y Fantasio.

Marsupilami fue un animal creado en 1952 para las páginas de Spirou y Fantasio, con tan buena acogida que sus aventuras se convirtieron más tarde en series de dibujos animados e incluso en un videojuego para la extinta Sega Mega Drive. El nombre «marsupilami» proviene de la yuxtaposición de palabras marsupial y –ami (amigo en francés). Las aventuras de Marsupilami, originalmente en francés, han sido traducidas a varios idiomas, y gracias a Nuevo Nueve volvemos a tener entre nosotros un álbum de un personaje un tanto especial, un homenaje de dieciocho autores (Baba, Bertolucci, Bocquet, Brémaud, Camboni, Collin, Cossu, Filippi, Goulet, Hamon, Lapuss, Munuera, Pog, Priou, Ramon, Reynès, Sti y Tako); los cuales aportan su visión, a través de diez historias de estilos diferentes.

Un cómic que leerlo ha sido todo un placer. Diez tramas que rinden homenaje al legendario Marsupilami, guiones para redescubrir al personaje. Me gustan las colaboraciones de este tipo por que con ciertos títulos a uno siempre le queda la sensación de pensar en cómo serían manejados por otros creativos del sector. Y cuando nos llega la noticia del triste fallecimiento de un maestro sin igual, uno sólo le pide al mundo encontrar gente que sea capaz de acercarse mucho a las sensaciones que aportaba aquel dios del cómic que se fue. Y si no lo mismo, algo muy parecido. Entonces, ¿qué puede ser más mágico y divertido que leer unas cuantas historias del Marsu?

Operación M es una trama molona donde el Marsupilami es tratado como un alienígena y… Uy sí, no, bueno, no sé, por que tiene una sorpresita al final. ¿Los autores de este cuento querían irritan un poco a Franquin? Jajaj… Una Cacería Hinchada recupera ese humor juvenil con el que siempre contaba el originario personaje. Unos cazadores furtivos siendo castigados por la inteligencia de nuestro animal selvático favorito. Hará reír a los más pequeños. Fin de Semana en la Selva es una linda historia. Los peligros de la jungla bien mostrados, historia fiel al canon. Mi favorita del tomo. Turista me resultó un poco raruna. Aunque con una trama sencilla de ida y venida de turistas al hogar del Marsu.

Después del delirio alienígena del principio, en Orígenes pasamos a la Fantasía con un dibujazo de manga de calidad. Donde los autores establecen una pseudo-historia con el único propósito de que veamos como sería una batalla entre marsus y humanos. Mmmm…, no sé yo. En La Copa del Mundo de Cazadores Furtivos sí que volvemos a la diversión que uno siempre busca con el Marsupilami. Una mini historia bastante divertida pues, ¿un torneo de cazadores furtivos saldrá mal por culpa de quién? Las Hierbas Mágicas está bellamente ilustrada y es muy poética. Mis felicitaciones a los autores. El Ronquido del Marsupilami cuenta con unas viñetas tan hermosas, dignas de lienzo que.., bueno, la historia, no deja de ser una anécdota curiosa sobre lo que indica el título. Y por último, El Señuelo y Por sus Bonitos Ojos, son otros dos gags divertidos con la selva como fondo.

Realmente me ha gustado este álbum. Es agradable encontrar guiones diferentes y contiene ilustraciones que son una maravilla. La diversidad es esencial. Hoy en día los autores de la nueva generación hacen un homenaje al famoso marsupial en un díptico de historias cortas del que por el momento solo se puede degustar este primer volumen. ¿Queremos más? Sí, por favor, editores de Nuevo Nueve. Muchas ganas.

Reseña: Infinity 8. El Día del Apocalípsis, de Lewis Trondheim, Davy Mourier y Lorenzo De Felici

Si algo me quedaba por ver en la magnífica serie Infinity 8, era una ambientación a lo The Walking Dead dentro de esa inmensa nave cargada de tantas diferentes especies. De hecho, lo pensé cuando leí el primer o segundo álbum (En un lugar tan concurrido, una horda de zombies se pone hasta el culo…). Y así es. Un nuevo tomo de esta recomendable serie de la BD que está publicando Dibbuks en nuestro país, una obra que como amante del género zombie, he leído con entusiasmo particular. ¿Y la Ciencia Ficción? Ah…, cuantas aventuras espaciales nos hemos comido algunos ya. Y cuantas de ellas casi que vienen a ser lo mismo una y otra vez. Pero ah…, cómo nos entretienen a los que amamos un viaje por las estrellas. El hombre y el espacio. La mujer y las estrellas. Esa lejana frontera. El Más Allá. Cuantos deseos de estar ahí fuera. No me canso. ¿Tú te cansas? Por que yo no. Y cosas por las que brindo con el brazo muy alto es cuando dentro de la CF se toca el humor. Y si dentro de este mejunje se aliña con un poquito de Terror, pues no sé ya qué estamos hablando por que los ojos mis ojos empiezan a hacer chiribitas. My friends, todo esto vais a encontrar en el nuevo álbum de Infinity 8: El Día del Apocalípsis.

La atmósfera sangrienta y desenfadada de esta serie, me caló desde el principio. Aunque tengo que decir que la preciosa edición en tapa dura, brillante, con interiores súper chulos al más puro estilo radar-escáner de la nave; tiene mucha culpa. Te meten en vereda desde el principio. La edición es preciosa en mano y con un papel interior de gran calidad. Pero a lo que vamos. Para situarnos de nuevo, en las profundidades de una galaxia distante navega la nave de Clase A, Infinity-8. ¿Su destino? La galaxia de Andrómeda. ¿Su carga? No menos de 900.000 pasajeros de todas las razas conocidas hasta ahora, todas y cada una de ellos se divierten tomando el Sol con los pies en alto. ¿A bordo? De todo lo que puedas imaginar: políticos, sectas, terroristas, familias numerosas, viejales con muy mala leche… Todo controlado por una serie de oficiales de policía que llevan con orgullo la lycra como segunda piel y cuya misión es hacer que se cumpla el orden con puño de hierro. Suelen ser chicas, como habréis adivinado, y con cada una de ellas viviremos una aventura.

Por lo tanto, viva muy mucho la continuación de esta serie en nuestro país. Donde además vuelve el creador Lewis Trondheim al guión, y agrega los servicios de Davy Mourier mientras Lorenzo de Felici dibuja. Cambiamos, por supuesto, de heroína y es esta vez Ann Ninurta, madre soltera, quien luchará por mantener a su hija a la vez que los casos importantes surjan en su recorrido de la nave. Pues, ¿qué puede ser más duro que ser madre soltera y trabajar de oficial de seguridad? Un dilema al que enfrentarse cuando la situación se va al límite cuando llegan los zombies… Uff, un momento, la heroína se enfrenta a zombies pero esperad, esperad, es que aquí los zombies son alienígenas, son geniales, o mejor dicho, mucho más peligrosos. Y luego está Ann, que también es genial. Y no dice que no a un momento de coqueteo con un chico guapo, incluso si esos come-cerebros intergalácticos molestan un poco con su revoloteo. Aunque cierto es que el coqueteo con un chico guapo, rodeada de muertos vivientes, queda un poco extraño a la vez que sensual…

Un atmósfera ligera y tensa con cantidad de situaciones que te sacarán una sonrisa. Un excelente episodio de una serie que sigue un patrón, pero que protagonistas y argumentos son independientes dentro del mismo contexto. También está chulo ver que se hace referencia a ciertos personajes y hechos ocurridos en otros álbumes. Así que, humor negro por un tubo (como a mi me gusta), pero casi que cualquier tipo de humor viene perfectamente acorde con estas aventuras en el espacio. ¿Liberar tensiones? ¿Una vía de escape para que el lector no piense demasiado en los detalles?

Las cosas como son. A esta serie se le criticó bastante al principio un nivel de dibujo muy bajo para proceder de la siempre alabada BD. Una virtud ilustrada de la que suele ser ejemplo el conocido Cómic Europeo. Creo que por eso la serie ha ido cambiando de ilustrador casi con cada numero, quizás buscando una opinión mejor del lector, y bueno, yo ya dije que para mí, desde algunos números atrás, lo tenían más que conseguido. Entonces, ¿estamos ante la típica situación de dibujo poco atractivo pero argumento muy recomendable? Para mí, ya no. Estamos ante una serie de tomos súper recomendables que harán disfrutar al más pintado.

Reseña: RANI (Integral 1), de Jean Van Hamme y Alcante, Francis Valles y Christian Favrelle

Después de disfrutar de un buen cómic o libro, uno siempre se fija en su autor. Quiere saber mas, qué más ha hecho y si tiene más cositas buenas como la que acaba de leer. La esperanza, de momento, no se pierde. La opción del fallo (aunque sea un autor de renombre y lo acabes de descubrir), siempre está a un paso….

Jean Van Hamme (1939) es ese gran maestro que creó Thorgal. El cómic ahoraa tan de moda por el coleccionable sobre el que me pregunta bastante gente sí es recomendable  o no. Repito: prefiero aconsejar los integrales que está editando Norma. ¿Concretamente? Por todo. Pero a lo que íbamos, Van Hamme es un guionista y novelista francés que tiene en su haber otros grandes éxitos a descubrir: XIII, Largo Winch, HANS, El Gran Poder del Chninkel, Black & Mortimer…, y otra gran joyita a descubrir como mi recomendación de hoy. RANI, un cómic de aventuras históricas que Ponent Mon recopila en formato integral por primera vez en nuestro país. Los cuatro primeros tomos reunidos, de una serie que a poco que te gusten los relatos mosqueteros del reinado de Luis XV, vas a alucinar.

RANI nos traslada al siglo XVIII, la época en la que Francia encadenaba una serie de guerras (Guerra de Sucesión de Austria, Guerra de los Siete Años…), en la que deseaba demostrar su poderío a la vez que ponía a prueba a su propio pueblo (impuestos, hambruna…). La conquista de territorios en la India se la jugaban contra los ingleses y es Jolanne de Valcourt, hija de un marqués y una ama de llaves, la que emprende una búsqueda digna de las más grandes heroínas de las novelas de aventuras. Un cómic donde las descripciones de la India nos invitan a viajar y los personajes nos llevan de vuelta a su tiempo. Me gustó el lado histórico y me dejé conquistar por esta nueva marquesa…, temible adversario, que Van Hamme lleva un poco al extremo. El estilo del autor se hace notar. Es simple, atractivo, las secuencias de acciones son adictivas y pasamos las páginas a pesar de nosotros mismos para descubrir más y dejarnos llevar por otro nuevo encuentro. A la muerte del viejo marqués de Valcourt, su hijo depravado y brutal Philippe se hace cargo de la herencia familiar a expensas de su media hermana Jolanne, que sí que fue reconocida por su padre. Pero acusada de robo y complicidad en un asesinato, debe su vida a un espía inglés cuyo encanto y coraje la seducen en el acto. Recogida por una banda de ladrones de caminos y luego capturada, nuestra protagonista es condenada a muerte. Pero debido a su pertenencia a la nobleza, deberá ser ejecutada en París… Para luego comenzar una serie de aventuras, a cual más impresionante que la anterior. Donde veremos a Jolanne, por ejemplo, convertirse en Rani, esposa de un rajá de un pequeño estado de la India que se disputan entre ingleses y franceses.

Tenemos una inspiradora heroína de carácter feroz. Guiones que dan múltiples giros a las historias. Un cómic con el que rápidamente nos conquista con su escritura Van Hamme. Maneja el verbo como Jolanne su espada. Mientras leía RANI, no podía evitar pensar en aquel maravilloso libro que leí en su día recomendado por mi profesora de Literatura favorita, la conocida novela Pabellones Lejanos, de Mary Margaret Kaye. También sucedía en la India pero en el siglo XIX. My friends, ser lector distinguido, romántico, imaginativo y algo azúl como dicen mis compatriotas norteamericanos, no es prerrogativa de buen lector. Incluso los hombres más duros, los amantes de la acción casi sin argumentos, pueden ser conquistados por las aventuras rítmicas y fascinantes como las que propone RANI. ¿Y por qué digo esto? Pues por que, por supuesto, conozco a Jean Van Hamme, prolífico escritor y guionista de televisión, cine, y cómics, y aquí parece otro. Y no sé si tiene que ver que se asociara para esta obra con François Forestier (periodista, biógrafo y escritor), por que la idea principal de RANI era un guión para serie de televisión. El caso, es que ciertos detractores podrían tirar por el siempre deleznable sendero de criticar una obra por que esperan que un autor de renombre siempre escriba guiones similares o referentes a sus grandes éxitos. Uff… A mí lo que me importa es que he disfrutado RANI como un cosaco, como un poseso, y que ya está aquí en nuestras librerías. Vio la luz en el noveno arte que para mí, es el mejor de todos. Y así la he disfrutado.

Esperando el segundo integral con muchas ganas.

Reseña: Brechas – Líneas del Frente, de Sylvain Runberg y Joan Urgell

Pernissi es un pequeño pueblo que la guerra civil había obviado hasta ahora. Pero las fuerzas armadas del país aparecen de pronto para perseguir y combatir a los patriotas rebeldes que el gobierno considera traidores. La doctora y miembro del consejo municipal de esta comuna, Juliana Brovic, en un papel improvisado de mediadora, luchará por que la convivencia sea posible y continúe todo en un clima de paz. Incapaz de dominar en casi todos los parámetros, la situación comienza a írsele de las manos…

Imaginar la tragedia de la peor guerra, la que enfrenta a personas, vecinos, familias, lamentablemente, ya no es muy difícil en la historia de nuestro tiempo. El conflicto sirio, con sus cientos de miles de muertos, sus millones de refugiados y su horrible resultado, nos lo recuerda actualmente, mientras que la guerra de los Balcanes aún se mantiene en el recuerdo de los que de algún modo la vivimos en los 90. En esta atmósfera de horror e incertidumbre constante se mueve Brechas, la nueva serie que Yermo Ediciones nos rescata de la BD, cuya portada y argumento me encandiló y quise saber más. De hecho, sé porqué me sentí terriblemente atraído a leerla. Os revelaré el secreto. Durante un mes de mi servicio como militar participé en unas maniobras con los Cascos Azules en una zona no muy conflictiva de los Balcanes en su posguerra. Y aún así, tuve tiempo de visualizar el horror de algo muy parecido a lo que propone Brechas.

Nos traslada al corazón de un pueblo lluvioso, en un duro invierno, con personajes tan diversos como fácilmente identificables que se vuelven sombras en cuanto se alejan. Desde la atenta mirada de la valiente madre doctora, el alcalde algo cobarde pero concienzudo, el profesional duro pero justo, y hasta el capitán belicoso y sediento de sangre… En cada uno de ellos encontramos un poquito de ADN del terrible ser humano que ha llegado hasta nuestros días. Una impresión de «déjà vu» constante en este tipo de situaciones. Donde los militares (no del cómic) van siempre con desventaja ante la idea de ayudar, pero otros (como los del cómic) a ojos del oriundo son represores o conquistadores. Y los rebeldes, cuando los conoces, parecen cualquier cosa menos blanco-nieve, también hay que decirlo. Son los inocentes, los ajenos a tanto politiqueo que sólo quieren disfrutar de la vida, los que terminan por pagar el precio más alto de los enfrentamientos de los demás.

Francamente, la inmersión en esta triste aldea, que sufre cortes de energía, privación de alimentos, asesinatos y bombardeos, se realiza con facilidad por que todo suena fácilmente a real. El dibujo de tonos sombríos de Joan Urgell ayuda bastante al ingreso en la trama. A la imaginación de como tuvo que ser,  o es vivir en casas en ruinas, rodeado de personajes que han trabajado duramente en las minas, la pobreza que claramente ha invadido esos corazones y las características de personas que luchan por seguir viviendo aunque sólo sea para vislumbrar el final del conflicto. Los mismos soldados incluidos, que aunque están mejor preparados, y son rectos y disciplinados, también son personas aunque se les impida ponerse en el lugar del bando contrario, en muchos casos simplemente civiles. Cruzar esa línea que se puede delimitar fácilmente con simple hierro.

Al igual que los violentos enfrentamientos que desgarraron a la ex-Yugoslavia, acontecimientos dramáticos que sacudieron a Ucrania o más recientemente lo que se vive en Siria, Sylvain Runberg (Hammerfall, Orbital) examina cuidadosamente un conflicto analizando las relaciones que se oponen y dividen las fuerzas legitimistas de un Estado frente a su población. Un primer volumen que expone tensiones, manipulaciones psicológicas y sus primeras consecuencias, en detrimento de menos escenas de acción y batallas. Y sí. Estáis en lo cierto si pensáis que Brechas, no es una obra hermosa en el sentido que si sois corazones sensibles, su apariencia y argumento puede afectar bastante y acercaros quizás demasiado al horror. Propone inquietud, en un momento como el que vivimos donde casi todos los países del primer mundo están viviendo un resurgimiento de los nacionalismos. Sabemos que este auge en un momento u otro termina por colapsar la paz y la democracia. Europa es experta en esas desviaciones. Por lo que Brechas no deja de ser un álbum de argumento temible, pero también el principio de una serie muy recomendable, un toque a la moral y una advertencia a esas sombras acechadoras que el ser humano siempre tiene tras la puerta.

Reseña: Wannsee, de Fabrice Le Hénanff

Aficionado a este período histórico, me dejé convencer por las críticas y recomendaciones de mi tito americano hacia Wannsee. «No puede faltar este álbum entre tus lecturas», dijo, él habla así, muy a lo Yoda. Especialmente porque el autor Fabrice Le Hénanff ya ha ejecutado dos excelentes obras sobre la guerra: Ostfront que sucede en Stalingrado y Westfront, en los acontecimientos que se dieron más hacia el oeste. Ambas perturbadoras y a la vez instructivas. Pero Wannsee es un cómic algo especial dado el tema que pretende cubrir. De hecho, Le Hénanff aborda un argumento que no es para nada desconocido de la Segunda Guerra Mundial. Pero que, sin embargo, es un punto de inflexión en el destino reservado a los judíos durante dicho holocausto. La horrorosa implementación de la conocida Solución Final.

Ahora que se cumple el 75º aniversario y que varias decenas de jefes de Estado y de Gobierno han acompañado a las víctimas del Holocausto, que se han congregado en Auschwitz para celebrar y conmemorar la liberación del peor de todos los campos de concentración creado por los nazis; no es mal momento para leer y tener presente hecho relevantes como los que se cuentan en Wannsee. Pues si no somos realmente conscientes de las consecuencias de lo sucedido, ¿quién puede en lo más mínimo imaginar que dicha “solución” se decidió en apenas hora y media en una casa espléndida después de una reunión en principio irrelevante?

No obstante, al ser un tema histórico y verificado, Wannsee deja poco espacio para la libertad artística. Lo que hace el autor es trivializar de algún modo la violencia, para mostrar cómo se decidió casi de forma casual el destino de millones de personas. En esto, reside el terror, la frialdad y todo lo que a vuestros huesos de personas moralmente razonables, va a afectar.

Lo que no quita que Wannsee cuente una historia realmente interesante y atraiga más a una audiencia que no haya tenido la oportunidad de ir a un campo de concentración para ver con sus propios ojos la aterradora industria de la muerte, el cinismo nazi y la deshumanización total de las cosas. En esto, dicho álbum de la BD, esplende. Con un dibujo aletargado, una paleta de colores de tonos tristes y fríos, diseños muy particulares, que dan a los sujetos una densidad sorprendente, reforzando su frialdad. Una obra en su conjunto que permite una lectura clara de los eventos y especialmente de los personajes. Con susodichos que se aferran a unas ideas tremebundamente locas y las proponen como si de algo mundano se tratase.

Finiquitando así, un cómic de tema histórico-doloroso que se las arregla para tratar con sutileza uno de los eventos más terroríficos de la historia: la Conferencia de Wannsee, que desencadena la implementación de la Solución Final por parte de la Alemania nazi. Un guión del que presientes por parte del autor del cómic un anterior trabajo de documentación donde obviamente elige voluntariamente un enfoque estrictamente objetivo, sin emoción o interpretación, y lo lleva a un cierre concreto con una poderosa tensión provocada que hacia tiempo que no sufría como lector.

Dijo Fabrice Le Hénanff en una entrevista en Ligne Claire: «Primero fue necesario encontrar el texto original, el protocolo Wannsee y ver qué había dentro. Estaba limitado a quince páginas. El desafío era poner todo el texto en un cómic. Fue difícil ponerlo todo en su lugar. Luego la realización fue lo suficientemente rápida, aunque fueron tres años de trabajo en total. Cuando estaba haciendo el álbum, tenía los documentos, era necesario verificar, recortar…».

Un cómic que araña la moral. Un álbum para guardar y volver a leer. Ya conocéis el dicho.