Reseña: La Verdadera Historia del Far West. Wild Bill Hickok

Tengo muy claro que La verdadera historia del Far West es una colección de cómics que quiero hacer. Álbumes de cómic europeo para descubrir la historia real de los grandes personajes que forjaron la leyenda del Salvaje Oeste. Una nueva colección que publica Norma Editorial en nuestro país donde disfrutar de ligeras biografías de personajes legendarios que además se acompañan de cierto dossier histórico a cargo de Farid Ameur, doctor en Historia por la Sorbona.

Con una magnífica portada ya tenemos en librerías este álbum que he disfrutado como buen fan del Lejano Oeste que soy. Wild Bill Hickok adopta el mismo enfoque, es una trama biográfica realista donde Dobbs, como lo hizo en otros álbumes según me cuentan, revisita el mito del personaje que se convirtió en auténtica leyenda viviente gracias a sus certeros disparos. Así conocemos como sus hazañas son realmente legendarias porque han sido considerablemente ficticias, por lo que es digno de elogio que los autores de este álbum jueguen la carta de una especie de película biográfica histórica.

Hickok fue uno de los gatillos más famosos de Occidente, marcó esa historia del viejo Salvaje Oeste que todo el mundo conoce e inspiró numerosas películas entre las que puedo recordar especialmente Una aventura de Buffalo Bill (1936), con Gary Cooper en el papel de Hickok. Aunque también molaba mucho este personaje en Bisonte Blanco (1977), trama fiel de algún modo a la leyenda donde Hickok fue interpretado por el gran ídolo de los 70, el siempre maravilloso Charles Bronson. Pero la peli que mejor recuerdo con este argumento-personaje fue la de 1995, donde Jeff Bridges interpretó al pistolero junto a Ellen Barkin en el papel de Calamity Jane. Creo que es la última que se hizo donde aparece el mencionado personaje.

Wild Bill tuvo una vida ocupada y tumultuosa, representó la ley en Kansas pero, sobre todo, era un pedazo de pistolero. Mató a muchos tipos que seguramente se lo merecían y eso terminó por consumirle con sus viejos demonios: violencia, alcohol, mujeres y juegos de azar. Los autores cuentan la vida de Hickok a través de varios recuerdos, la narración se hace en flashbacks hasta su trágica muerte, contando el pasado en fragmentos de vida que parecen muy breves y que me parecen demasiado resumidos (en particular, la relación con Calamity Jane). Sin embargo, lograron capturar al personaje a través de estos episodios, por más cortos que sean, y aunque revelan partes menos conocidas de su personalidad, la historia sigue siendo cautivadora.

El dibujo adopta un ángulo oscuro, violento y crepuscular, es un dibujo que no deja de ser diferente a la vez que nostálgico, con una maquetación impresionante, encuadres de diferentes tamaños, ángulos de visión atrevidos y cinematográficos, realmente me gustó todo este trabajo tan elaborado.

Ennio Bufi reproduce fielmente la conocida silueta de Wild Bill con su gran bigote, su pelo largo y su característico abrigo que le daba aspecto de dandy. La última página muestra su vergonzoso asesinato a la edad de 39 años, asesinado mientras… bueno, ahí lo dejo. Un buen one-shot que os enganchará a la colección.

Reseña: Corto Maltés. El Día de Tarowean, de Canales y Pellejero

Dije en una ocasión que Hugo Pratt estaría bastante orgulloso de ver cómo le ha ido a su personaje icónico tras su muerte. Y no me arrepiento. Dignos sucesores han sido Juan Díaz Canales y Rubén Pellejero con un proyecto que algunos creíamos irrecuperable. Canales con sus magníficos trazos y Pellejero con un guión que absorbe, me volvieron a dejar estupefacto de lo bien que recrean, que te trasladan al mundo-época de Corto Maltés en esta novedad como es El Día de Tarowean.

Corto Maltés. Nadie ha negado nunca su importancia, nadie ha negado nunca su grandeza y, sin embargo, me parece maravilloso que una obra así aguante tan bien el paso del tiempo. Tanto que, yo que llegué no hace mucho a ella, disfruto con cada titulo como ese niño que abre un regalo por primera vez. Pero sé lo que me hago. No estoy leyendo todos los títulos de un tirón. Me deleito cada poco. Y como en el mundo del cómic (reediciones, novedades y demás) todo son buenas noticias últimamente, para colmo, Corto Maltés vuelve a la “vida moderna” de la mano de dos autores patrios con los que ya disfruté en su primer intento con el personaje como fue Bajo el Sol de Medianoche. Un álbum que ya tardáis en leer si no lo hicisteis.

Tal como se alega en la sinopsis editorial, Corto Maltés: El Día de Tarowean, es una precuela a una aventura ya vivida. A groso modo, nos desvela los acontecimientos que hicieron que Corto Maltés acabará amarrado a una balsa y abandonado a su suerte en pleno Océano Pacífico. Los autores Juan Díaz Canales y Rubén Pellejero nos proponen una aventura interesante, coherente y atractiva y quizás demasiado sometida a la leyenda del personaje. De acuerdo en todo. Pero he encontrado mucho más trasfondo en este álbum de apenas noventa páginas que en muchos otros. Con grandes momentos para los amantes del personaje, tenemos una historia amena que se vuelve intrigante a cada paso. Con cierto tono pasivo al principio, por que así lo pide la situación. Quizás algunos la tachen de historia comedida, pero en mi opinión, creo que aporta bastante ver a este personaje de leyenda en otro tipo de situaciones. Amigos críticos, no todos los títulos tenemos que compararlos con la obra cumbre La Balada del Mar Salado.

A lo nuestro: aquí nos encontramos a Corto deambulando sin rumbo, sin que sepamos a ciencia cierta que pretende y cuál es su plan de actuación. Poco se sabía sobre lo que le sucedió a Corto Maltés antes de La Balada… Teníamos algunas pistas, rumores, y aquí es donde vamos a empezar a atar cabos. Ciertos datos que nos contaron hablaban de su asociación con Rasputín, de un turbio asunto entre piratas y se decía que estos incautos estaban al servicio de un personaje misterioso llamado El Monje. Aquí viviremos esa historia…, de la que sabemos el resultado. Las cosas se torcieron y nuestro protagonista acabó náufrago y atado a unos troncos. Iremos atrás en el tiempo.

Un pasado de este icónico personaje que no sabíamos. La precuela a una historia que sedujo a miles de lectores en su día y aún hoy lo consigue. Un nuevo álbum con grandes momentos de puteo al señor Rasputín dignos de renombre. Grandes escenarios acreedores de este clásico como paseos al atardecer por hermosas playas, salidas nocturnas a siniestras cantinas o encuentros en lugares tétricos como camposantos aneblinados. Una trama, una aventura, una puntualización que llega unos años más tarde para explicar. Así como para completar la colección de un personaje al que uno siempre desea volver. La hermosa leyenda creada en 1967 por Hugo Pratt.

Reseña: No Sueltes Mi Mano, de Bussi, Duval y Cassegrain

Uno de los cómics europeos con más intriga que más se pueden recomendar acorde a estos tiempos de calores, piscina y playa es, sin duda, este álbum denominado No sueltes mi mano, del gran Fred Duval y el dibujante Didier Cassegrain los cuales adaptan nuevamente otra novela del célebre escritor Michel Bussi. Un thriller en toda regla que se devora en un suspiro.

No sé si contaros que tengo un amigo que entre otras comeduras de cabeza me dice una y otra vez que es fan-total de Michel Bussi. Y me habló de este argumento hace unos años. Entonces, uniendo recuerdos e hilachos de memoria que cuelgan en alguna parte de mi cabeza cada vez más deteriorada, asocié que me gustó mucho lo que me contaba en su día sobre la construcción de esta historia con una atmósfera muy particular, muy bien creada, no obstante, tras la lectura de No sueltes mi mano, me llevó rápidamente a pensar en el genial suspense de Los nenúfares negros o incluso en Un avión sin ella (https://www.cronicasliterarias.es/?p=14591), las otras adaptaciones porque todas siguen realmente la misma línea.

La historia comienza como un episodio de Murder in Paradise, con la isla de La Reunión reemplazando el escenario más guadalupeño de la serie de televisión. Ambiente policial local, un pequeño territorio paradisíaco donde todo el mundo se conoce y donde el más mínimo delito supone un problema y…, un toque de humor en la personalidad de los protagonistas, en particular del asistente del investigador. A groso modo, el matrimonio formado por Martial y Liane Bellion viaja con su hija a la paradisíaca isla de La Reunión pero sus idílicas vacaciones se convertirán en una pesadilla policial cuando Liane desaparezca y todas las sospechas recaigan sobre su marido. A partir de ese momento, la capitana Aja y su ayudante Christos tratarán de aclarar un caso lleno de falsas pistas y callejones sin salida. Y poco a poco, entonces, se complica la cosa. Y en nada tenemos un caso impactante y una persecución, cuya gravedad se ve agravada aún más por el peligro de una niña arrastrada a una situación, por supuesto, nada agradable.

No sueltes mi mano es un thriller excelente, exótico y bien ejecutado. La historia atrapa y lleva mucho tiempo adivinar qué sucederá tras cada acontecimiento. La narración sigue tanto el punto de vista del inspector como el del fugitivo, sin revelar los motivos de las acciones de este último. A veces también nos presentan el punto de vista de la niña, que también confunde el tema y sumerge al lector en más dudas sobre la identidad del culpable. El lector quedará desorientado, o al menos, a mí me pasó. Además de que la representación de la vida y la geografía de isla La Reunión está muy bien representada, tenemos un thriller tan bueno en su desarrollo como bello en sus gráficos. Sin embargo, cuentan que en otras obras de Bussi siempre se espera un giro final, y aquí la revelación de la investigación se queda un poco corta. Sin revelar demasiado, hay que cosas que, en mi opinión, si deberían haber sido reveladas para una buena digestión del álbum tras la lectura. Pero el viaje merece muy mucho la pena.

Intriga, tensión y suspense, súper bien logrados.

Así que a por el siguiente de estos autores en cuanto Norma Editorial lo disponga.

Reseña: El Hermano Pequeño, de Jean-Louis Tripp

Con este álbum Jean-Louis Tripp seguramente ha ayudado a cauterizar una herida. De hecho, hay un fuerte sentimiento catártico en esta historia en la que el autor recuerda la muerte accidental de su hermano menor de ocho años en 1976 (un conductor lo atropelló ante sus propios ojos). Pero también, sobre todo, todo, todo, lo que “viene después”; la vida tras estos momentos que marcan y nunca se desvanecen.

Imborrables.

Tripp retrata con modestia esos momentos dolorosos para nosotros, desde el larguísimo luto –nunca termina realmente– hasta los trámites administrativos, pasando por la reconstrucción de los miembros de una familia devastada, pasando por todo lo doloroso, incluso llegando al juicio del conductor. Os puedo decir que la narración de El Hermano Pequeño que publica Norma Editorial, es muy ligera, nunca exagera el patetismo, lo que lleva al lector directamente y muy rápido a ese dolor que el autor sabe transcribir totalmente.

Jean-Louip Tripp relata una tragedia que por el momento no he vivido personalmente hasta ahora y espero no vivir nunca: la pérdida de un ser querido que era demasiado joven para morir.

Lo peor es que Tripp fue el último que habló con su hermano pequeño antes del accidente y lo que saldrá a menudo en este álbum es la culpa del autor que soltó la mano de su hermano pequeño y que pasará el resto de su vida pensando que hubiera pasado si no…

El dibujo semi-realista en una monocromía dominante de tonos beige, salpicado de raros destellos rojizos, que intenta reconstruir la realidad más cruda, también la más brutal, quizás para no tener que intentar escapar más de ella. Porque, de hecho, Tripp no nos ahorra para nada las escenas familiares, que sacarán alguna que otra lágrima al lector sensible. Por eso estamos ante un volumen que, sin duda, puede afectar mucho al lector que haya pasado por una situación similar. En ese caso, DOLERÁ en el alma la lectura. Un drama que pondrá el vello de punta a más de uno o una.

Enmarca a Tripp como autor a seguir.

Una buena lectura de esta su primera obra autobiográfica de la cual no me extraña que se convirtiera en gran éxito en el mundo de la BD.

Buen cómic de emociones intensas.

Ideal para los que necesitan enternecerse de vez en cuando.

Reseña: Bogavante Johnson Integral Vol.1, de Mike Mignola y VVAA

Por fin, en formato integral la serie del gran Bogavante Johnson; héroe pulpero total creado por el dios Mike Mignola, creador del denominado Mignolaverso. Un lugar, un mundo, un personaje en una serie de historias que sigo como perro a salchicha humeante y más si se publican en ediciones así donde poder tenerlo todo-todito-todo bien recopiladito en la comicteca. Al igual que hicieron con Hellboy, AIDP… por cierto, Norma Editorial, ¿para cuando un buen tomo integral de Baltimore? Bueno, a lo que vamos, que tenemos aquí un tomo que se disfruta mogollón y que aporta en primer lugar las historias anteriormente publicadas en TPB como son La mano ardiente, Satán se huele el pastel, ¡A por el Bogavante!, pero además se aporta el cuento corto e inédito hasta ahora La silla vacía. Resumiendo, una joyita en toda regla para los amantes del género pulp así como de todo lo que hace Mignola.

En La mano ardiente, al héroe pulp (que recuerda tanto a The Shadow), se le opone un poder sobrenatural que lucha a favor del gánster al que Bogavante quiere detener. El dibujo es excelente y suma a una emocionante historia.

En Satán se huele el pastel destaca muy mucho el dibujo de Kevin Nowlan. Con una historia en la que Bogavante Johnson se enfrenta a monos japoneses armados que… ¡Lo flipas! Hace que mole este tipo de pulp que se inclina hacia lo absurdo. Soy de la opinión que toda aventura con monos, gana.

¡A por el Bogavante!, es ideal para leer en una de esta noches tórridas de verano que tenemos encima. Tenemos a nuestro héroe en el centro de atención (después de salir de las sombras) y nos vamos de nuevo a tramas con gorilas cyborg, científicos locos, luchadores a control remoto y policías que no pueden decidir si nuestro héroe está de su lado o no. Un martes más en la oficina…

Lobster Johnson (como es llamado originalmente), si bien recuerda a La Sombra, es como un Capitán América a tope de prozak, con una visión corrupta de la ética y la moral. Un héroe pulp que juega en historias maniqueístas que, bueno, están desactualizadas o pueden parecerlo porque eso, my friends, es el pulp que tanto adoramos algunos. Tenemos un volumen que es un spin-off, justo lo que necesitas para pasar una tarde relajada en un mundo de aventuras que jamás existirá. Bogavante Johnson es un trabajo de Mike Mignola en la línea de Hellboy. La serie es un poco “a lo que salga” pero tiene un elenco variado de villanos desde «El Diablo» hasta los nazis que la hace indispensable para el disfrute. El propio Bogavante podría ser miembro de la AIDP, pero nunca se dice realmente. Me gusta el estilo único de Mignola en la historias con este personaje. Tiene una sensación muy pulp noir, muy difícil de encontrar en obras de calidad. Desde los escenarios hasta los colores apagados, el estilo de la ropa y el diálogo, tienen el sello distintivo de una novela por entregas de los años 40. Y eso no es trabajo fácil. Por eso, mi enhorabuena a los señores encargados del dibujo también. Y es que, probablemente, el Justiciero de la Pinza está hecho para ti.

Reseña: Furiosa, de Geoffroy Monde y Mathieu Burniate

Furiosa es de esos títulos que tuve la intuición al ver la portada, que me iban a encantar. Y luego aún más sabiendo la sinopsis. Y…., cómic europeo del bueno. Y lo trae Norma Editorial. El caso es que el coche nuevo no podía fallar y no falló porque Furiosa es uno de los grandes cómics del año para mí. Te ríes cosa mala y salgo de mi lectura absolutamente encantado. En primer lugar, un dibujo ultra bonito, fino y original, en particular las (raras) escenas nocturnas, espléndidas. Una línea suave y clara que favorece la vista. Trazos que son un golpe de genialidad, en todos los sentidos de la palabra. Los colores también funcionan muy, muy bien, dando una atmósfera fuerte y dinámica al conjunto. El universo, que depende en gran medida del dibujo, es súper original. Los autores hacen algo nuevo a partir de algo viejo. ¡Dejadnos recuperar para vosotros esta vieja y buena leyenda artúrica! Y a eso le agrego humor, una buena dosis de humor, cool-trash (no sé muy bien qué significa eso, pero creo que encaja) así como un poco de barroco con también un poco de satanismo (Merlín es aún más perverso) y diálogos frescos y actualizados.

Los personajes de Furiosa son muy típicos, ya sea el propio Arturo (nombre al que mi madre siempre añadía: “…el de los huevos duros”, y creo que esto sumó), un Arturo en plena decadencia y literalmente bañándose en sus deshechos. Por otro lado, el Conde de Cumbre (que tiene una doble identidad, ¡pero shhh!) y su condimento en el cuenco, la taciturna Claudia, o simplemente la heroína, una joven llena de vida y enamorada de la libertad.

Una galería de retratos, a cual más increíble que el anterior.

Y finalmente, el escenario. En realidad no se trata de un escenario, sino de una carrera frenética. Explota a dos mil por hora lo que es una aventura medieval, con giros y vueltas como quieras. Es más, a los que amamos la Fantasía, nos echa la alfombra constantemente bajo de los pies. Sinceramente, un mecanismo muy bonito porque llegamos en Furiosa a un final bastante inesperado, como dijo alguien, nos dejan solos ante una alegoría del poder. Los autores van aún más allá al terminar esta epopeya en una dualidad de bien/mal, creación/destrucción, que parecen presentar como un componente inseparable de la vida misma. Y allí en el medio, el Hombre (en este caso, la Chica) que queda enteramente libre para prestar su ayuda a uno u otro, o simplemente seguir su propio camino.

Final perfecto.

Humor perfecto.

Agreguemos que, sin duda, agradará tanto a papás, mamá e hijos. ¿Se dice intergeneracional,verdad?

Uno de los grandes cómics del año.

Reseña: The October Faction, de Steve Niles y Damien Worm

Para aquellos que reivindicamos tanto a editoriales, más cómic de Terror, consuela ver que en Norma Editorial se van editando cositas interesantes. De Norma siempre haré mención a aquella genial serie llamada Rachel Rising, tres tomitos maravillosos, con una trama original y diferente del ya considerado maestro Terry Moore. Pero en definitiva es eso, que uno cada mes echa ojo a novedades y es en Norma Editorial donde encuentra mithril. Es obvio. Tan fácil como ir a lo seguro y publicar autores de renombre del mejor género de todos. También nuevas promesas. Pero sobre todo, consagrados, de los cuales muchos títulos aún no han llegado aquí.

En este caso, un autor de renombre como Steve Niles. Gran guionista -eterno por su maravillosa saga vampírica 30 Días de Noche-, uno de los maestros actuales del horror sobrenatural, como se alega en varios sitios. En The October Faction, una vez más, Niles y Damien Worm demuestran ser el equipo ideal para una historia tenebrosa donde casi cada página es puro arte gótico. Reliquias, marcos como imágenes perdidas en el tiempo, empapados en sangre, desgastados tapices y un clima agobiante son sus principales virtudes. Detalles tan monstruosos como la historia que se cuenta. Donde Niles va directo al grano con diálogos que se sienten cercanos y oportunos; para nada clichés. Horror del bueno. Pero, ¿qué cuenta The October Faction?

Frederick es el jefe de una familia de cazadores de monstruos. Hace mucho tiempo que se retiró y ahora enseña sobre esos terribles seres en la universidad. Un día es visitado por un ex-compañero, quien le dice que su esposa se reunió con un enemigo común y tuvo lugar el intercambio de una llave. Mientras tanto, los hijos de Frederick y Doloris están comenzando a desear que ese tan famoso “negocio familiar” resurja. Vivian acaba de terminar la escuela y se siente encantada al descubrir que su hermano Geoff (que ve personas muertas) ha descubierto una forma de capturar monstruos. ¿Quizás papá les permita unirse al negocio familiar ahora?

Pero hay más. Mucho más. Esto se cuenta tan sólo en el número #1 de este TPB que recién publica Norma Editorial y que recopila los seis primeros números de la serie. Unos cómics que veían la luz en USA allá por 2016 y que llegaron hasta el #17. Y que pese al tiempo, es de agradecer que sean recuperados para el mercado español. Números donde podremos descubrir un poco más sobre el por qué, Frederick Allan de Gristlewood, dejó la caza de monstruos después de aquel incidente en Harlow; por qué Frederick intenta prohibir a sus hijos que sigan sus pasos; por qué el pasado lo está alcanzando tan rápidamente; todo hasta que la pequeña Deloris es atacada dejando tras de sí una pista en forma de anillo de plata…

Steve Niles es para mí el mejor guionista de cómics de Terror actualmente. Con Damien Worm colaboró recientemente en la excelente Monster and Madman (que no me explico como aún no se ha publicado aquí) y de ahí surgió un buen matrimonio que elabora grandes sensaciones y atmósferas. Una unión de la que deseo ver más. Pero por el momento me contento con saber que Norma Editorial nos continuará esta genial serie con escenas salpicadas de sangre, donde la belleza reside en la trama y en lo gótico actual y que nos presenta una historia con diversos ramales donde se vuelve curioso el contraste o la contraposición de lo que quiero decir. Pero The October Faction brilla especialmente por eso. Me encanta.

Ah perdón, por supuesto, Netflix ya tiene los derechos para una serie. Faltaría más.

Reseña: Se Está Muy Sola en el Centro de la Tierra, de Zoe Thorogood

Los títulos de las pelis, libros o cómics son muy importantes. Porque hay titulos bien elaborados que encandilan y un solo titulo puede hacer que quieras ver, leer o disfrutar de esa obra. Y eso concretamente es lo que me ha ocurrido con este titulo que publica Norma Editorial. Un álbum del que realmente no sabía qué esperar cuando comencé y eso que es un título aclamado por la crítica y fue nominado al Premio Eisner.

Tengo que decir que he leído un montón de autobiografías que se miran el ombligo y sabía que me resultaría difícil encontrar algo nuevo. Sin embargo, salí encantado con la lectura de la obra de Zoe Thorogood. Tiene talento narrativo de sobra y una madurez bastante sorprendente para su edad (23 años cuando hizo este cómic). Una autora que alterna reflexiones increíblemente precisas sobre la vida con pasajes más ligeros y divertidos que a menudo provocan sonrisas o incluso carcajadas, y es que reír, que la gente lo haga, es algo muy difícil de conseguir (salen arrugas).

En Se está muy sola en el centro de la Tierra, Thorogood lo rocía todo con una gran dosis de autodesprecio que la hace entrañable y crea un personaje con quien realmente podemos identificarnos. Con la esperanza de curar su depresión, la autora dedicó seis meses de su vida a crear historietas donde habla de sí misma y de lo que le sucede. Para ello utiliza todo su talento gráfico, con diferentes experimentos visuales y métodos narrativos. Se representa a sí misma de varias maneras, a veces muy realista, a veces caricaturizada, a veces con tan sólo una carita sonriente como cabeza. Y a veces en blanco y negro, a veces muy colorido, a veces una mezcla de ambos. Gráficamente desprende un gran trabajo y tiene talento.

¿Es un título demasiado egocentrista? Obviamente, se trata en realidad de hablar de ella misma y de sus pensamientos, que a menudo son oscuros. Pues sí, ella plasma en el papel sus ansiedades, su depresión, su malestar pero lo hace en forma de bocetos o monólogos de un puñado de páginas, a veces sólo dos, sin transición una tras otra. Es muy inconexo, muy prolijo y es un cómic que para las personas con depresión puede resultar doloroso leerlo. No soy propenso a ello pero sí he estado muy cerca de personas con ese problema y se sufre bastante si los entiendes.

Volviendo al cómic, tenemos unos gráficos elegantes, donde se mezclan varios estilos y técnicas, lo que permite renovar el placer y evitar la monotonía gráfica que suele asociarse a este tipo de trabajos. Entonces, si eres alérgico a las autobiografías ligeramente narcisistas, este no es el álbum que te reconciliará con el género… Pero si no, lo vas a disfrutar de todas-todas. Algunos pasajes conmueven de lo lindo y por el lado triste, sí, es un cómic que te hará llorar… si es que lo necesitas. Muy recomendable en ese sentido.

Reseña: Barcelona Alma Negra, de Lapière, Jakupi, Pellejero, Torrents y Martín Pardo

Este álbum lo publica Norma Editorial. Y cuando comenzamos sin saber nada al respecto, el prólogo que presenta al héroe en la edad de un joven adolescente y evoca su pasado, sugiere que vamos a seguir la historia de su juventud y el trauma que parece haberle afectado. Pero en realidad esto es sólo el comienzo de la historia porque este cómic cuenta casi toda la vida de este chico llamado Carlos Vargas Moreno, desde su infancia durante la Guerra Civil Española hasta 1975. Y, sobre todo, mostrará cómo se desarrollará un complejo viaje de vida, que le llevará a convertirse en uno de los reyes del hampa catalán durante todo el franquismo. Una trágica historia familiar así como la presentación de un panorama de la sociedad barcelonesa bajo la dictadura franquista.

En Barcelona Alma Negra, tres diseñadores comparten el dibujo sin que yo pueda distinguir quién hizo qué y dónde termina el aporte de uno u otro. Hay que decir que Torrents ya había demostrado con Le Convoi que era capaz de producir gráficos cercanos a los de Rubén Pellejero (Un poco de humo azul…) con una línea elegante y clara y tinta espesa. En cuanto a Martín Pardo, este es el primer cómic que leo, armoniza bien con el estilo de los otros dos. El resultado es visualmente apreciable y anima a la lectura: por lo que tenemos un álbum de cómic europeo bonito y presentado con una enorme claridad. No obstante, en cuanto a la historia, tengo que decir que sorprende un poco por su ritmo. Los años pasan a veces muy rápidamente de una escena a otra, dando la ligera impresión de sobrevolar la vida del héroe y de obtener sólo extractos, pero extractos bien elegidos que forman un conjunto coherente y coherente en su conjunto. En su juventud el prota vive algunas tragedias, esas que moldean el carácter de cualquier persona y que se arrastran hasta la senectud. Las que moldean el carácter del futuro adulto en el que se convertirá. Pero ningún maniqueísmo porque Carlos no tiene nada de santo.

Una historia que se disfruta siguiendo el viaje de este hombre y descubriendo a través de él la situación de la Cataluña de esos años. La dictadura de Franco es un elemento esencial de la trama, pero está personalizada sobre todo en la persona de un policía podrido al que rápidamente llegamos a odiar, tan patético como el fascismo que adora. Fue para mí una lectura interesante y atrapante pero el personaje principal se vuelve cada vez menos entrañable con el paso de los años, lo que, sumado a la sensación de superficialidad de una narración con un ritmo un tanto desenfadado, establece una cierta distancia entre el lector y la emoción que podría surgir de la trama esencial. Por tanto, parece más instructivo que verdaderamente conmovedor. Sin embargo, es un álbum que recomiendo leer, que me queda el deseo de releerlo algún día porque se devora en un suspiro.

Los guionistas Denis Lapière (Sola) y Gani Jakupi se asocian con el trío barcelonés compuesto por el gran Rubén Pellejero (Corto Maltés) en compañía de Eduard Torrents y Martín Pardo para dar forma a una historia inolvidable ambientada en la Ciudad Condal.

Reseña: El Dios Salvaje, de Fabien Vehlman y Roger

Le Dieu Fauve fue publicado en marzo de 2024 por Dargaud al otro lado de los Pirineos. Tan sólo dos meses después, Norma Editorial lo puso en nuestras librerías. Este trabajo supone otro lanzamiento en nuestro país del prolífico guionista Fabien Vehlman (Seuls, Green Manor, El Último Atlas https://www.cronicasliterarias.es/?p=9407). Un autor que ha llegado a nuestro país a través de diversas editoriales pero un autor de cómic europeo al que hay que seguir. Para El Dios Salvaje, Vehlman se juntó con el talentoso dibujante español Roger. Juntos, nos ofrecen una historia cautivadora y visualmente impactante, además de una inmersión en una narrativa muy particular. Porque este cómic nos traslada a la era imaginaria del Diluvio: una edad pasada y evocada unicamente en los textos antiguos y religiosos de la humanidad.

Comenzamos siguiendo a Sin Voz, un joven mono huérfano, decidido a demostrar su valía a su clan cazando al temible «Boca Larga», un viejo y feroz caimán. Pero mientras Sin Voz logra encontrar su lugar dentro del clan, presencia, completamente impotente, la masacre de su familia por parte de los guerreros de este imperio a punto de caer. Es capturado y entrenado para convertirse en un formidable guerrero sagrado, un “dios-cervatillo”, un dios salvaje. Pero Sin Voz parece desarrollar uno de los primeros instintos humanos, uno de los más feroces que sigue teniendo a día de hoy como es la venganza…

Lo fascinante de la narración de El Dios Salvaje es que la historia está dividida en capítulos y está diseñada como una historia coral. Cada capítulo se centra en un personaje diferente. La historia comienza siguiendo al mono sin voz, cuyo capítulo termina trágicamente con la masacre de su clan. A partir de ahí, seguimos a protagonistas humanos, lo que hace que esta narrativa sea apasionante es su construcción no lineal. Los personajes secundarios de un capítulo se convierten en los protagonistas de otro, ofreciendo diferentes perspectivas sobre una misma historia. Eso me encantó como me encanta cualquier serie de TV que hace concretamente esto. Cada capítulo arroja nueva luz y mejora nuestra comprensión de la trama y los personajes, por lo que tenemos un verdadero juego de rompecabezas en el que las piezas encajan gradualmente para formar una imagen compleja y cautivadora… al final.

El estilo semirrealista de Roger se inspira en los duros gráficos propios de ciertos cómics americanos. Los rasgos son claros, los personajes (especialmente Sin Voz, al inicio de la historia), están representados con sorprendente expresividad, enfatizando así la intensidad de las emociones que atraviesan. Unos colores apagados y oscuros, refuerzan la atmósfera opresiva y trágica que impregna toda la obra. Esta elección cromática crea un sorprendente paralelismo con la dureza de las situaciones vividas por los protagonistas, reforzando así el impacto emocional en el lector. Traslada de todas-todas a esa época pasada.

Por último, añadir que El Dios Salvaje delata ciertas obsesiones que encontramos, en menor medida, en otras obras de Fabien Vehlman. La dureza del mundo en el que vivimos y las relaciones y enfrentamientos de sus seres vivos. Pero también la insignificancia del poder por el hecho de que un simple evento puede cambiarlo todo en un instante. Un poco Juego de Tronos en el sentido de que nadie está realmente a salvo de nada.

Pura poesía.