Reseña: Constantine, de Ray Fawkes, Jeff Lemire, Renato Guedes, Aco y Jeremy Haun

Volver a uno de los personajes de cómic que más te gustan es como reencontrarte con un amigo, que te cuente sus andanzas, anécdotas, aventuras nuevas que no conoces. Tomarte algo con él. A no ser que nunca te canses de escucharle y te cuente lo que ya conoces, mola saber que hay de nuevo. Y en formato íntegro. Toda una tarde-noche «oyéndole» si hace falta. Algo así es lo que me ha sucedido con este maravilloso tomo recopilatorio y en tapa dura que acaba de publicar ECC Ediciones de la serie Constantine que los guionistas Ray Fawkes (Gotham a medianoche) y Jeff Lemire (Joker: Sonrisa Asesina) y los dibujantes Renato Guedes (Superman: Hacia el infinito), Aco (Midnighter) o Jeremy Haun (Batwoman); hicieron para contarnos y traernos de nuevo a nuestras lecturas, historias del considerado mejor hechicero moderno del mundo. Un nuevo y emocionante tomo que te lleva sin apenas respiro, a una nueva aventura sobrenatural, no demasiado difícil de seguir aunque nunca hayas leído nada de Hellblazer

Y aunque de alguna forma continúa desde entonces, el antihéroe británico, fumador empedernido, ha puesto ahora su mirada en la ciudad de Nueva York, donde puede seguir su particular estilo de magia negra con trato de magos mediocres y corruptos. Y es que John Constantine comienza justo donde esperarías encontrarlo, bebiendo demasiado en un bar de mala muerte (más o menos como al que vas con tu amigo), y justo cuando está a punto de irse, Constantine recibe un aviso de que un colega suyo lo anda buscando. Chris, cubierto de sudor y destrozado por el miedo, cree que las fuerzas demoníacas lo persiguen. Además, en su mente, Chris cree conocer la ubicación oculta de la Brújula de Croydon. Por supuesto, y desafortunadamente, Constantine ha oído hablar antes de la misteriosa brújula, un instrumento maléfico ensamblado para provocar asesinatos y canibalismo, sin embargo, para pillarla, la única forma en que Constantine podrá proteger a Chris y encontrar la brújula, es engañando al sistema. Y de eso saber un rato. Se le da…, requetebien. Después de que su amigo Chris sepa decir exactamente la ubicación de la Brújula de Croydon, John Constantine y Chris se dirigen a Noruega para recogerla, pero el requetebien empieza a parecerse más a un requetemal. Pues toda una serie de sucesos parecen ponerse en contra, tenga culpa el destino o no.

He visto el arte de Renato Guedes en otras series como Avengers, Secret Avengers y Wolverine, pero no recuerdo que fuera tan bueno como aquí. Pero todo en general, eh, está muy bien detallado y realmente no puedo criticar nada. La forma en que dibuja los rasgos faciales y las expresiones también es fantástica, ya que todo parece tan real, limpio y ordenado, con las únicas partes ásperas sombreadas. Incluso la forma en que dibuja los entornos, los paisajes, las cosas místicas y mágicas que van sucediendo, evocan emoción. Incluso el arte combinado de la serie con sus compañeros Aco y Jeremy Haun, me gusta.

Las menciones a grandes personajes del mundo DC también molan, ya que además de Sargon el Hechicero, Zatara, Mister E y Tannarak, también nos toparemos con Papa Midnite (aquí sólo lo llaman Papa). Esto muestra que a pesar de ser una serie de Constantine nueva y diferente, tendrá muchas similitudes con las otras, y seguramente un 90% de los fans clásicos de Hellblazer la disfrutarán. Por lo que estamos ante una nueva época brillante que nos ilusionó a muchos. Y ahora cuento mi caso: sabiendo de la Época Dorada de los Integrales que estaba por venir, en su día me compré el primer TPB de la serie. Pero decidí dejarlo. Aguantar mis ansias por saber, y esperar a un integralaco como el que acaba de traer ECC Ediciones. Además, me esperaba algo tan brillante como tener la genial idea de sacarlo en el mismo formato, color y tamaño que todos los grandes tomos de la enorme colección de Hellblazer que publicó la editorial. Tener todo-todito-todo del personaje por épocas…, o mejor dicho, por autor. Y lo tengo que decir. No me esperaba que este Constantine me dejara tan buen sabor de boca.

Ray Fawkes y Jeff Lemire han hecho un trabajo brillante. Me encantó cómo Fawkes y Lemire manejan el tema de la magia oculta entre los transeúntes y el misterio subyacente de algunas historias. También la interacción tan dinámica entre personajes. El personaje del propio Chris también mola, y sinceramente -yo que creo haberme leído todo lo publicado en español-, no recuerdo que Chris haya aparecido nunca en Hellblazer, ni en ningún otro cómic con Constantine por delante. Lo que me gustó de Chris como personaje fue que no era como en otras ocasiones un tipo en horas bajas, sino una persona con talento y muy útil, pero también tímido, tanto como para no ser el protagonista de una historia. También me gustó la relación que se muestra entre Chris y Constantine. Evidencia como el rubio fumador trata a los demás y cómo las personas que ya le conocen actúan hacia él. Muy buenos diálogos, que provocaron eso que cuento: leí casi quinientas páginas en una tarde-noche. Un buen atracón que quizás no empecé a digerir hasta días después. No obstante, se dieron las circunstancias adecuadas: estar de Rodríguez, semi-confinamiento, nada pendiente, un té chai calentito, sofá de lectura llamándome y fuera día de niebla en una de las ciudades con menos días neblinosos del mundo (curiosamente, como hoy mismo).

Sin ser conspiranóico, era como si estuviera escrito.

Fawkes y Lemire hicieron un excelente trabajo. Entienden quién es realmente Constantine, lo que ayuda a su caracterización. Saben que no es un cruzado con capa, ni un superhéroe. En su núcleo central, es un estafador que con casi cada palabra que menciona se vuelve más intrigante. Si tiene que engañar y manipular a las personas para que hagan lo que él quiere, lo hará. En el inicio de la serie, ya se ofrecen varios arcos de historias interesantes que surgirán a medida que avanza la serie. Desde el principio, quedaréis enganchados.

Reseña: Demon, de Jack Kirby

Una de las grandes series clásicas que nos faltaba por llegar en formato recopilado, a buen precio, en un integral llevadero de los que se pueden leer en cualquier sitio; es Demon, del dios y maestro del noveno arte Jack Kirby. La serie que vio nacer a Etrigan, el Demonio y su anfitrión, cuerpo y recipiente humano llamado Jason Blood. Una serie de 16 números que llegó tras el éxito de Jack Kirby con su Cuarto Mundo (otra serie genial en similares tomos que ECC Ediciones recopiló y que son una maravilla).

De todos los trabajos de Jack Kirby en DC de los 70s, creo que Demon es mi favorito sin ninguna duda. Kirby juntando Fantasía y Terror en un mismo personaje, no me iba a defraudar. Sus libros del Cuarto Mundo rebosaban Ciencia Ficción y ambición. Y quizás sirven como enseñanza para mostrar su trabjo más destacado, influyente y de mayor duración. Pero sinceramente, no hay que rebuscar demasiado para encontrar un defensor del trabajo del autor y artista de O.M.A.C. o Kamandi. Y es que, si bien me gusta todo el trabajo de Kirby en DC, disfruto de la energía cruda y el gran volumen de ideas que aporta en cada uno de sus titulos, pero en especial, en The Demon. Debió tener una mente prodigiosa que lo atosigaba con constantes ideas, y de esos conceptos, tengo debilidad por la serie que reseño hoy. Aunque solo sea porque es un ejemplo deliciosamente extravagante de Kirby; múltiples intereses que rebotan entre sí y arquetipos familiares para crear algo que a menudo es bastante difícil de precisar. La serie que este mes publica ECC Ediciones en este volumen fue quizás la más exitosa de las creaciones para el autor fuera del Cuarto Mundo. Durante algún tiempo estuvo burbujeando bajo el radar, en gran parte debido a su uso por Alan Moore, en La Cosa del Pantano. Un personaje que no mucho después tuvo varios intentos de alzamiento por parte de autores de calidad como Alan Grant, Garth Ennis…, no obstante, la enorme esencia, el poderío grato del personaje, sólo la vais a encontrar en la premisa maravillosamente elástica del maestro Jack Kirby.

De hecho, lo que se debate con Etrigan os resultará familiar a los fans de las historias de Fantasía o de Terror de toda la vida. La noción de dos mentes rivales compitiendo por la posesión de un cuerpo, es un tema literario bastante común, quizás expresado con mayor éxito y popularidad en El Extraño Caso del Doctor Jekyll y Mr. Hyde. Pero Kirby ya había explorado este tema antes. Lo hizo con su trabajo con Stan Lee en The Mighty Thor, con The Demon como compañero espiritual de Hulk. Aunque al parecer, solo a Kirby le enamoraba este diseño. Bien, pues hay algunos ecos de ese ícono que se pueden encontrar en esta serie que vio la luz en DC en la bonita década en la que uno vino a este mundo por primera vez. El demonio parece ser algo que Jason Blood teme, al igual que Bruce Banner temía a su alter ego masivo. En un momento, Blood se queja: ¡Volvió a pasar, Randu! ¡El cambio se produjo sin previo aviso! Al igual que Banner y Hulk, se insinúa que existe cierta ambigüedad sobre cómo el dúo podría influirse entre sí, incluso de forma inconsciente. Etrigan sugiere que Blood ejerce cierta influencia sobre sus acciones, observando: ¡Qué detiene mi mano de tu garganta! Está claro que Jason y el demonio no se limitan a intercambiar lugares, sino que se sienten uno dentro del otro como un conjunto de muñecos anidados. Y con este lío interior, vamos viviendo aventuras con el personaje por los diferentes lugares de Camelot.

Mas, Etrigan es mucho menos icónico que Hulk pero más divertido. De una manera deliciosamente espeluznante y desconcertante, sí, pero es un pequeño monstruo maníaco que existe únicamente para causar travesuras: nunca dice no a una buena batalla, le gusta crear líos entre seres humanos y pasa un buen rato al hacerlo… Un demonio en toda regla. ¿Qué monstruoso truco le habéis jugado a Mord?, demanda un aspirante a asesino, lo que provoca que Demon responda: ¡JAJAJA! ¡Truco por truco! ¡Matar por matar! ¡Bebe vino amargo y basura demoníaca! Muerto estabas, muerto estarás, ¡y todo porque peleaste conmigo! ¡JAJAJA!

¿Cómo no amar a un sociópata rítmico y sobrenatural?

Un personaje fascinantemente loco, y en el mejor de los casos, más un comodín malvado que un aliado. Hay una sensación en los primeros números de que el demonio existe como una especie de «opción nuclear» mística. Durante una aventura, el demonio llega demasiado tarde para enfrentarse a su enemigo. En cambio, la criatura encuentra un cuerpo colgante, ,pero no hay compasión ni simpatía en el demonio. Solo tiene una preocupación: ¿Por qué ya no tengo adversario? El Mal en sí mismo que números posteriores se suaviza algo con un Demon apareciendo más como una herramienta de Jason, y peleando las batallas del ocultista por él.

Aun así, dioses, cómo he disfrutado de estas 384 págs. de magia, sangre densamente derramada, noches de demonios, estilo artístico, el espíritu incorpóreo de la malvada bruja Galatea tomando el control de una estatua hecha a su imagen y semejanza; dieciséis números que presentan aperturas dinámicas con el demonio en acción, incluso si no hay una razón o contexto real. Flashbacks y sueños de Jack Kirby que son diamantes en bruto.

Reseña: Superman. Es un Pájaro…, de Steven T. Seagle y Teddy Kristiansen

No sé ustedes, pero yo necesito leer una historia de Superman cada no mucho. Me increpa saber como un guionista se enfrenta al papel en blanco teniendo que sacar adelante una trama donde el protagonista lo puede todo. Y que quede bien. Por eso, necesito leer historias de Superman. No es sólo divertimento, también es instrucción creativa. Uno de mis métodos. Y funciona. Ya creo que funciona. La cantidad de cosas…, o mejor dicho, de historias originales, que voy encontrando con esta regla. Me lo confirma una vez más Steve T. Seagle, el guionista del cómic It´s a Bird…, Superman; una historia donde demuestra que no se puede reconciliar el mito de ser Superman con la vida cotidiana. Donde sentimos que Superman es el personaje menos identificable jamás creado. Una obra semi-autobiográfica del autor Steven T. Seagle y el artista Teddy Kristiansen.

Es un Pájaro…, es una historia sobre la enfermedad de Huntington de la misma manera que Maus, de Art Spiegelman, trata sobre nazis. El tema forma una parte de la historia, pero en realidad, es un cuento experimental que explora cómo una enfermedad intratable heredada genéticamente afecta al narrador y sus relaciones con familia y otras personas importantes de su vida. Pero un momento, un momento, el cómic nunca ofrece una exposición didáctica sobre la enfermedad, sino que explica cómo el autor ha llegado a conocer esta condición…, a trozos. Por lo que encontramos una trama contada en fragmentos y piezas, evitando una estructura cronológica; ya sabéis, flashbacks, flashforwards, viñetas independientes y un discurso directo que destruye la cuarta pared. Es toda una experiencia leer este cómic. Mientras que Clark Kent, es un hombre blanco, aparentemente un extraño que se esconde tras anteojos, traje y corbata… ¿Quiénes son los verdaderos forasteros? ¿Él o el contable judío que no puede escapar de los estereotipos de su herencia o el tipo afroamericano que es presunto culpable de robo en un porcentaje muy alto gracias a su color de piel? El misterioso hombre blanco de gafas, traje y corbata solo puede soñar con su propio sino, los traerá de fuera hacia dentro y descubrirá esos mundos de mundos que colapsan tantos universos.

Junto con los estilos artísticos dispares empleados por Kristensen, es una experiencia verdaderamente discordante e inquietante para el lector leer Es un Pájaro…, si no sabes antes a lo que te enfrentas. Os daréis cuenta que el narrador procesa abrumadora información y cada viñeta es casi una púa clavada en los dedos de alguien que pasa mano sobre un cactus. Están tan logrados algunos detalles que incluso los bocadillos o globos de historieta imitan los retorcimientos y sacudidas del cuerpo (la “danza” que caracteriza la corea de Huntington).

Steve T. Seagle es un guionista de cómics al que se le ha ofrecido escribir Superman en varias ocasiones. Pero no se atreve a aceptar el trabajo, porque no puede reconciliar su “vulnerabilidad” con la invulnerabilidad de Kal-El. Eso dijo. Y menos cuando su abuela murió de la enfermedad de Huntington en el mismo momento en que él descubría los cómics de Superman. Sufrió un rechazo al ideal del personaje más poderoso de todos los tiempos. No obstante, emergió de la nada para darle un gancho de izquierda a la vida cuando decidió trasladar sus puntos de vista en el cómic It´s a Bird…, Superman. Y lo enseña: en una secuencia impactante (o más bien lo sería si el narrador no fuera Steve), nuestro poderoso héroe ya no es agradable. Se vuelve juicioso, intelectualmente esnob, condescendiente, pesimista, autodestructivo, amargado, furioso y desconfiado. Su rostro está casi indefinidamente cubierto por una máscara escéptica de labios fruncidos y cejas levantadas detrás de unas gafas diminutas de visión estrecha. Su deseo de aislamiento culmina en la creación de una verdadera Fortaleza de la Soledad. Pero la salvación llega en el momento de su propia revelación: por fin puede hablar sobre la enfermedad secreta de su familia, abiertamente con la única persona que no puede responder: su tía.

Desde su aparición, Es un Pájaro… ha entrado legítimamente en el canon de las novelas gráficas más veneradas de todos los tiempos. Lectura que deja poso.

Reseña: Joker. 80 Años del Príncipe Payaso del Crimen, de VVAA

Una celebración mínima de todo lo que se debería hacer con este personaje. El villano por excelencia. El Joker. El malo-malón por todos conocido y que aún a día de hoy sigue asustando por su maldad sin límites. Y no merece menos que una celebración de todo lo que nos han dado todos esos autores que de una forma u otra nos han mostrado sus múltiples caras, sus ilimitados e inteligentes planes, no solo para destruir a Batman, sino a cualquiera que ose hacerle frente. Sin embargo, este catastrófico 2020, cuando varios personajes icónicos de DC Cómics se vuelven octogenarios, apenas se les ha podido rendir homenaje. Quiero decir, con eventos y grandes celebraciones como sólo en USA se sabe hacer por todo lo grande.

Joker: 80 Años del Príncipe Payaso del Crimen es un tomo que muchos de ustedes deberían tener en cuenta como genialidad recopilada. Soy consciente que bastantes de vosotros tendréis aquí y allá algunos de estos one-shots, interludios, lapsus, viñetas e in media res del personaje; no obstante, este es un volumen que invita a la comodidad de poder pegarte un buen homenaje de reunida maldad. O simplemente, una maravillosa idea para regalar a un buen lector de cómic que conozcas. Pues en este título se recogen nada más y nada menos que todas estas maravillas: Batman núms. 1, 37, 73, 159, 163, 251, 321, 429, 451, 614, 17 y 37 USA, The Batman Adventures: Mad Love USA, Batman: Dark Detective núm. 1 USA, Batman: Harley Quinn núm. 1 USA, Batman: The Killing Joke USA, Batman: Legends of the Dark Knight núm. 50 USA, Batman: The Long Halloween núm. 3 USA, The Brave and the Bold núm. 11 USA1, The Dark Knight III: The Master Race núm. 1 USA, DC Nation núm. 2USA, Detective Comics núms. 62, 168, 475, 476, 826, 1 y 1000 USA, Gotham Central núm. 15 USA, Harley Quinn núm. 11 USA, Joker: Last Laugh núm. 6 USA; es decir, apariciones estelares, escenas para el recuerdo y otras muchas viñetas destacables donde el Príncipe Payaso del Crimen lo borda.

Empezando con un acercamiento/introducción de apenas dos páginas de Dan Didio, que con poco dice mucho, nos topamos con la primera aparición del Joker en el número #1 de Batman; Bill Finger y Bob Kane, creadores del orejas picudas en estado puro, un cómic remasterizado y tan bien cuadrado que parece actual. Donde ya el Mal personificado hace aparición. Fueron principios curiosos. Podrás comprobar que a lo largo de los tres cuartos de siglo de historia (+5) tanto Batman como su eterno enemigo, han sido reinventados varias veces. Desde lo arenoso hasta lo cursi, y de nuevo llevado a la inquietante oscuridad. Además, estos primeros cómics que encuentras, lo que sorprende es lo grotesco de la narración. Eso no quiere decir que las historias en sí mismas sean feas, pero los personajes y sus maquinaciones se desvían descaradamente hacia lo retorcido y lo perverso. Y eso, a día de hoy, MOLA. Especialmente cuando el Joker esta detrás. Bill Finger y Bob Kane dan a luz no solo al mayor enemigo de Batman, sino también a una de las interacciones más duraderas de un personaje. A pesar de algunos desvíos tangenciales a lo largo de la década de 1960, las interpretaciones más cautivadoras e inquietantes del Joker las vais a encontrar en este Joker: 80 Años del Príncipe Payaso del Crimen.

Lo que siempre me ha molado del Joker es que vemos que las acciones del villano más peligroso de DC tienen consecuencias reales. Vemos que la gente realmente ha sufrido y se ha hecho daño, a menudo, sin posibilidad de reponerse. La vida misma. Nada de malos-malutos de tebeo (sí, en tono despectivo e infantil); al conocer al Joker, tenemos la oportunidad de odiarlo de verdad por la pérdida y destrucción de la inocencia en el mundo. Lo vemos descrito como una figura de miedo, dejando ruina tras él, y esta es la versión del personaje que creo que necesitamos ver más. La versión con la que comenzaron sus creadores. Por que ver el Mal absoluto con desdén no debe inspirar, pero sí debe darnos información de cómo prevenirlo. ¿Qué todo al final es una broma? ¿Una broma pesada de esas que duelen tanto o más que cualquier acto vil? El Joker es un personaje tan odiado/querido, que normalmente cuando tiene algo que ver en cualquier trama, deja al lector impresionado. Y no solo es un personaje que esplende al leerlo, dentro del Universo DC hay unos cuantos que idolatran al terrorista y asesino de pelo verde como a una estrella del rock. Ese reflejo me encanta porque es demasiado aterrador y por que es REAL. Fanáticos como esos existen. Los que quieren ver el mundo arder.

La interpretación icónica de Heath Ledger del Joker la tenemos grabado a fuego los fans de Batman, pero es que es un personaje tan variado, tan potente, que llega Joaquín Phoenix en el último film de Todd Phillips y lo borda igualmente. Un personaje tan «interpretable» que a poco que un ser humano se mete en su piel y sepa lo que es vivir sin cordura, lo borda. Y otra cosa que me encanta y que he podido leer entre lineas en este volumen, es que es fácil para Batman imaginar un mundo sin el Joker, pero Joker imaginando un mundo sin Batman lo deja abatido y molesto. Es interesante y también refleja muy bien ese lado dependiente del Mal que tiene el ser humano. Y el que no lo quiera ver así, es que no se conoce a sí mismo…

Es bueno probar y probar un personaje para ver cómo reaccionas con él. Por parte de tan variada selección de guionistas te lo pondrán en mil y una situaciones: la idea de un Joker «heroico», la historia que inspiró la escena del interrogatorio en la película El Caballero Oscuro, de Christopher Nolan, ¿Sobre qué tiene pesadillas una pesadilla?, un episodio con guion de Bill Finger, cocreador de Batman, que jamás se había recopilado en tomo hasta ahora, historias donde vemos cómo se maneja en momentos de vulnerabilidad, sus aventuras, luchando contra Batman, colaborando con Harley Quinn y sembrando el caos en Gotham City; la sorpresa, la sensación de que nunca podemos obtener una lectura completa del personaje. Reflexiones y auténticas clases de historia en torno al increíble pasado del Joker impartidas por leyendas del cómic como Paul Dini, Scott Snyder, Jeph Loeb, Dan DiDio y Steve Englehart, por no mencionar al periodista de sucesos Billy Jensen o al venerado actor Mark Hamill…, tal como avanza la sinopsis editorial.

¿Conclusión? Sentimos su presencia y su influencia. Está aquí, con nosotros, es un personaje que podría ser tu jefe, un amigo al que ves hacer gestos raros o el vecino de al lado. El Joker es un personaje muy cercano. Y tener sus mejores actos, escenas y apariciones cerca, alenta.  Ya sabéis, cuanto más cerca de la boca del lobo, mejor.

Este volumen es un indispensable.

Reseña: El Fin del Mañana Vol.1, de Brian Azzarello, Jeff Lemire, Keith Giffen, Dan Jurgens, Jesús Merino, Aaron Lopresti y Patrick Zircher

Es ya normal ver que Brian Azzarello da una vuelta de tuerca a cualquier argumento. Se lo lleva a su terreno y ahí, esplende. ¿Qué ocurre? Que si se rodea de Jeff Lemire, Keith Giffen y Dan Jurgens y junto a dibujantes de la categoría de Jesús Merino, Aaron Lopresti y Patrick Zircher, pues sale algo tan épico y tan molón como es el arco El Fin del Mañana. Un primer volumen recopilatorio de dos que acaba de publicar ECC Ediciones en estas ediciones tan chulas y llevaderas que hace últimamente. Bien. Ahora quiero comenzar diciendo que leí semanalmente en cómics USA cada número de los que recoge esta edición. Semanalmente, a medida que se publicó. Semanalmente. Lo que provocó que no hubiera ninguna duda de que quería esto recopilado para disfrutarlo de un tirón, una segunda revisión del material que me diría si de verdad era una trama que merecía sitio en la balda comiquera. Bien. Ni que decir tiene que sí, es una obra que se disfruta más así. Siempre, cuando se lee de seguidas. Y de una sola vez, o dos, ya ni os cuento. Soy de la opinión de que las grapas fueron/son un invento para crear hype, además de tener como objetivo ayudar al jovenzuelo con sus gastos. Pero perjudica mucho la trama, sobre todo, sí es muy extensa. Siempre. Siempre la trama. O si no, prueba a ver una buena peli, cada día, solo diez minutos de ella…

El Fin del Mañana tiene mucho-mucho para disfrutar si eres de los fans de DC que buscan una versión diferente de algunos personajes segundones pasando a primer plano. El equipo de redacción de El Fin del Mañana (¡Brainstorming!) siembra varios arcos diferentes desde el principio y me alegré de ver que con el flujo del intercambio, son mucho más estrictas y agradables esas historias así recopiladas. La introducción del personaje de Terry McGinnis en DCU (¡el Batman del futuro) es muy entretenida. En esta colección, los guionistas trabajan a través de las historias un ritmo enérgico y agradable. Sientes que la serie realmente acelera a medida que avanzas. Varios personajes se destacan en estos primeros veintitrés números, sin contar los dos especiales por serie de Superman y Batman. Terry McGinnis es atractivo y entretenido en cada página que aparece. Bruce Wayne, envia al pasado a dicho aprendiz, pero en cuanto llega a una época imprevista, apenas cinco años tras el presente, el fin de todo ya se ha puesto marcha. Y la ayuda proviene de Firestorm, Mr. Terrific, Frankenstein o un nuevo Superman. Las cosas se ponen mal, muy mal, y aquí es donde hay que elogiar al equipo de guionistas capaces de cosntruir un mundo, una realidad, dentro de tan solo cinco años, que asusta. Lo suficientemente dinámica como para querer saber más.

Y más. Como os decía, El Fin del Mañana sigue una variada selección de personajes en distintos lugares. La gran variedad de historias evita que el arco repita ritmos; los guionistas incluso cuentan el paso del tiempo dentro del cómic. Una de las primeras alegrías, al menos para un fan como yo, es que buscan destacar a los personajes de la serie cancelada de Los Nuevos 52. En una sucesión bastante rápida, tenemos Stormwatch, Frankenstein, Amethyst, Firestorm y Grifter, y justo cuando estaba pensando Lo que lo haría perfecto sería… entonces, efectivamente, Voodoo sale en la página siguiente. Sé que esto no atraerá a todos, debido a que los títulos de estos personajes en sus series se cancelaron aparentemente debido a las bajas ventas, pero puedo argumentar que es probable que la reunión de todos aquí sí que atraiga a algunos de vosotros como pasó conmigo. Tengo debilidad por los personajes desvalidos, que le vamos a hacer.

Supongo que El Fin del Mañana mola en gran medida porque solo tiene cuatro guionistas, y cuatro potentes: Brian Azzarello, Jeff Lemire, Dan Jurgens y Keith Giffen. La mano de Lemire es evidente en los aspectos y el crédito creado para Frankenstein. Muy guapo el personaje en todos los sentidos. Nos deja también personajes enormemente atractivos, conceptos como S.H.A.D.E y su Granja de Hormigas, Ray Palmer como asesor científico (algo muy de Terror), un elenco de apoyo como Father Time (¿Padre Tiempo?) y Nina, la mujer sirena, Emiko Queen y John Diggle. Equinoccio de la Liga de la Justicia Unida y el conmovedor discurso de Animal Man sobre su amistad con Green Arrow, son la repera. Hay también Bat-Personajes presentes. Y Wonder Woman, quizás sorprendentemente, aparece poco. Azzarello inyecta algo de realidad, en el encarcelamiento de Frankenstein, Amethyst y Hawkman en un apartado lugar dentro de un nave espacial y… Bueno, poco os puedo contar más, porque, en realidad, este tomo da para contar mucho.

A veces, es difícil preocuparse por los personajes de historias de realidad alternativa, pero tal como está configurado El Fin del Mañana con «personajes menos deseados”, funciona mejor de lo que hubiera pensado. Terry McGinnis, de treinta y cinco años por delante, lo ve como el pasado, no el futuro, y eso ayuda a que parezca menos una historia de futuros y desenlaces interminables (donde coches voladores y otras tecnologías pseudo-futuristas comienzan a parecer extravagantes). Con un salto de tiempo tan corto, muchos de los personajes, aún son inminentemente reconocibles, incluidos los de Tierra 2 que aparecieron a mitad de camino. Sin embargo, un cambio bienvenido, como se evidencia en el funeral de Green Arrow, es que cinco años en el futuro, todos los héroes se conocen entre sí, y hay un mayor sentido de comunidad que el que tenemos en el Universo DC actual. Ha pasado un tiempo desde que vimos un funeral de este tipo con una «escena multitudinaria» y fue maravillosamente nostálgico.

El Fin del Mañana zumba en muchos frentes. Es genial ver a Lois Lane recibir algo de atención, y el misterio del Superman enmascarado me cautivó por completo, incluso habiéndolo leído ya. El uso de Emiko Queen como la nueva Flecha Verde, con Diggle, fue de nuevo un gran toque, y quede muy intrigado por esa historia de «posible guerra en Tierra 2». En resumen, Frankenstein, Amethyst y Hawkman son un equipo divertido, que recuerdan a Adam Strange, Animal Man y la propia excursión espacial de Starfire en Los Nuevos 52. El apartado gráfico sí que es un vaivén de dibujantes que no le hace nada bien a las diferentes tramas. Ocurre siempre que se mete a demasiada gente. No me malinterpretéis, son la mayoría dibujantes de calidad que cumplen su cometido, pero no cuaja para nuestros ojos tanta diferencia en ciertos momentos. Con tantos cocineros en la cocina, generalmente, se da algunos pasos en falso… Pero dejando de lado la criticidad -porque sinceramente aquí no toca- disfruté mucho de esta colección. El Volumen 2 caerá sí o sí. Tienen sitio en la balda. Hombre, por favor, pero qué preguntas son esas.

 

Reseña: Biblioteca DC Black Label. Batman. Victoria Oscura, de Jeph Loeb y Tim Sale

Lo más de lo más. Así etiqueto yo estas ediciones especiales que ECC Ediciones está publicando sobre el Caballero Oscuro. Ediciones de lujo a precios competentes. A ver, no veáis siempre el lado malo de las cosas, lo enseña el orejas picudas. No es que nos saquen lo mismo una y otra vez, vedlo así: ¿no es mejor tener varias opciones para elegir a la hora de ir a por un titulo? En cartoné, en tapa dura, en tapa dura con brilli-brillis, en tapa dura con brilli-brillis con el lomo de hojas en negro… Tener donde elegir. Y así cada uno que consiga lo que más le mole del Caballero Oscuro en sus mejores tramas. Eso es Biblioteca DC Black Label. Otra cosa es que seáis megafans y lo querráis todo. Que os de coraje que vuelva a salir una edición más bonita, más chula que la que tenemos y de una historia molona encima. Eso, my friends, es la verdadera definición de frikismo. Frikismo del bueno. Una virtud de coleccionista de la que nos tenemos que sentir orgullosos. Despreciando el tono despectivo que les dan ciertos insensatos muggles.

Batman: Victoria Oscura es un titulo que muchos esperamos con ansia en su día. Si no lo sabéis ya, muchos deberíais saber que, cómic que se junten Jeph Loeb y Tim Sale, cómic que debéis comprar. O al menos, leer. Jeph Loeb (Batman: Silencio) y Tim Sale (Superman: Las Cuatro Estaciones) se embarcaron en un ambicioso proyecto, punto de inflexión de sus respectivas carreras: la aclamada serie limitada Batman: El Largo Halloween. Todo un clásico moderno, una trama que disfruté algún Halloween que otro atrás en el tiempo. Recuerdo incluso en qué lugar la iba disfrutando por capitulos y pausadamente; pues rápidamente me di cuenta que así debía leerse. Tras el éxito, entre los años 1999 y 2000, Jeph Loeb desarrollaron la esperada secuela, Batman: Victoria Oscura, otra exitosa serie limitada, no tan poderosa como El Largo Halloween (pero es que la primera es un escándalo), pero aun así disfrutable.

Victoria Oscura comienza justo donde se quedó El Largo Halloween. Aunque la historia pudo terminar en una «victoria» en cierto sentido, todo lo que sucedió con el misterio de Festivo realmente afectó a todos. La tensión en el matrimonio de Gordon y la pérdida de Harvey Dent (ya sabéis algunos a qué me refiero) fueron dos hechos notables. Además de recordar al lector sobre todo lo sucedido, el cómic continua abordando los problemas personales que enfrentaron los personajes durante el arco anterior. Y aunque el cómic proporciona una breve descripción de todo lo sucedido, lo ideal es que leas El Largo Halloween antes de comenzar esta entrega. No es imposible entender lo que pasa, pero siento que es una lectura mucho más agradable si se toma uno el tiempo para involucrarse al completo.

El escenario del cómic se remonta a los primeros años de Batman. La forma en que está escrita la entrega y los problemas que aborda realmente hacen que te cuestiones cómo le afectaron los eventos pasados. La historia comienza con las cosas no tan bien para Gordon. Su esposa y su hijo se han ido y él llora la pérdida de un amigo, completamente solo, e inmerso de todas-todas en el trabajo. Además, el nuevo fiscal de distrito no parece tan interesado en la aprobación de Batman. Pero no pasa mucho tiempo para que aparezcan más señales. Con Selina (dentro y fuera del traje de gato) jugando un papel importante ahora, rápidamente advierte a Batman que Dent está en peligro. Además de todo esto, los asesinatos de Festivo han comenzado de nuevo y como podéis imaginar, Batman no se toma muy bien estar equivocado. Es aquí donde vemos un raro atisbo de Bruce Wayne afectado por lo sucedido. En una sincera charla con Alfred, le cuenta lo de Dent y cómo estuvo a punto de compartir su identidad con él y cómo se siente frustrado por no poder encontrarlo. Una vida, un trabajo, donde no se le permite equivocarse. Aun así, esto no le impide salir a las calles de Gotham para luchar contra el crimen, y habrá muchos encuentros diferentes en esta entrega; intensas escenas de interrogatorios, pandilleros violentos y algunos de los villanos favoritos haciendo acto de presencia -El Pingüino, El Joker, El Espantapájaros y, naturalmente, Dos Caras-. Una serie de eventos que irán poniendo en tensión a todos, asesinatos, donde tras Festivo, Batman observa la repetición de un patrón criminal similar que se está cobrando víctimas en el Departamento de Policía de Gotham. Un nuevo asesino que tiene en jaque al Caballero Oscuro, mientras la ciudad se va a pique. Y Dick Grayson, requiriendo atención.

Le pregunté a un amigo una vez que puntuación sobre 5 le daba a Victoria Oscura. Me dijo: 4,6. Wow! ¿Y El Largo Halloween entonces?, salté. Aquí se limitó a alzar un dedo y hacer una espiral en el aire a ritmo de fiesta-fiesta. Son cosas que se le queda a uno grabado en la masa gris. Puede ser una buena definición para recomendar esta obra. Una 4,6 sobre 5 y la otra: ¡Fiesta-Fiesta! Joyita al canto, que dice otro. Tanto si eres nuevo en los cómics como si eres un fan desde hace tiempo, Victoria Oscura y El Largo Halloween son dos cómics que deberías leer. Y cada no mucho, releer. Historias que entusiasman, clásicos que incluso ayudan a reconciliarte con el noveno arte, indispensables. Todavía no entiendo como aún no se ha llevado al cine esta trama. Si me dedicase al cine, el gran Cthulhu sabe que este hubiese el primer arco argumental en filmar. No os quepa ninguna duda. Ah, y basta ya de filmar inicios sobre Batman. Hasta mi perro lo conoce.

Reseña: Wonder Woman. Especial 750, de Gail Simone, Greg Rucka, Scott Snyder, Amanda Conner y VVAA

Es casi una liturgia en el cómic de superhéroes conmemorar la llegada a un cierto número de ejemplares. Lo bueno es que para ello se suele hacer algo especial: diferentes autores a los que llevan la cabecera actualmente, gente de renombre, argumentos alternativos… Casi 80 años hace que vino al mundo (nuestro) la siempre carismática Princesa Diana. ¿Sabéis lo difícil qué era conseguir un cómic de Wonder Woman en nuestro país en los 80? Puuff, que me voy por las ramas… Ahora, con motivo del número 750 de la edición original, llega un especial repleto de aventuras realizadas por algunos de los mejores autores del momento. ECC Ediciones nos trae esta joyita indispensable para todo fan de la heroína más grande que ha dado el noveno arte. Donde en la historia principal, la épica batalla de Wonder Woman en El Año del Villano llega a su fin, abriendo el camino a nuevos desafíos.

La portada de Joelle Jones y Trisha Mulvihill es tremenda. Los colores de este último son vibrantes y llamativos. Simples, pero efectivos. Me encanta. Pues adoro además las antologías y desearía que sucedieran más a menudo dentro del pijameo. La historia de Gail Simone incluida aquí, es mi favorita por muchas razones. Simone tiene una gran habilidad para combinar elementos patéticos con otros muy serios. Y de esa mezcla surge siempre algo atractivo. Diana tenía un megalodón como mascota que murió recientemente… ¿Veis? Eso es una locura, pero la emoción, nuestro frikismo, se despierta ante tal ocurrencia. Hay tanto corazón en esta historia que realmente conectó conmigo. No obstante, este tomo que nos trae ECC recopila además la miniserie de tres números Wonder Woman: Giant, el ejemplar DC´s Beach Blanket Bad Guys Summer Special 1 así como una serie de maravillosas portadas, bocetos y un dossier magnífico sobre el personaje, escrito por Fran San Rafael.

Y mola lo que se va contando: Diana tiene una pesadilla sobre ser expulsada de la Liga de la Justicia debido a sus poderes fallidos y se despierta con el tobillo roto, justo cuando Jonah Hex ha regresado de enterrar al amigo de Steve, Nate. Mientras las preguntas todavía giran alrededor, son interrumpidos por un grupo de alienígenas que tienen la intención de arrestarlos a todos por el robo de una nave espacial… Como gran fan de Renacimiento (Rebirth), estaba emocionado de ver a Greg Rucka reunirse con Nicola Scott y Romulo Fajardo Jr, nuevamente. Fueron un gran equipo entonces y su historia aquí me encantó. Es una tragedia ver a Diana tratar desesperadamente de salvar a alguien que no quiere ser salvado. Disfruté además, del epílogo de Vita Ayala a la historia algo reciente de Silver Swan. Me gustó mucho esa trama en su día, así que fue agradable revisitarla. Sin embargo, no me pareció bien que se cerrara en este tomo el arco El Año del Villano. Puede desconcertar. Seguramente mucha gente se pillará este ejemplar por lo atractivo y por su modo antológico, pero si lees ese final sin haber leído los números recientes de la serie regular de Wonder Woman; confundirás conceptos. Se vuelve una historia débil desde el desconocimiento.

Hay cositas muy chulas como la historia de BombShells. Creo que podría haber sido incluso más potente si… Bueno, me callo. Es un tributo más que otra cosa. Un grupo de personajes que hablan de lo genial que es Wonder Woman, y la mezcla de opiniones proporciona una dinámica interesante. No cuento más. Disfrutadla.

Con autores como Gail Simone, Greg Rucka, Scott Snyder, Amanda Conner, Colleen Doran, Elena Casagrande, Nicola Scott, Bryan Hitch, Inaki Miranda, Daniel Sampere, Juan Albarran, Scott Kolins o Phil Hester entre muchos más genios del medio; esto no podía salir mal. Como antología de aniversario es impredecible. Mas, gustan algunas historias y otras las lees en modo androide. Pero el sentimiento es, en última instancia, lo que importa. Celebrar el avance con los años de un hito importante, donde el corazón nos lleve, disfrutaremos. Es lo que sucede con Wonder Woman Especial 750.

Reseña: Sandman. La Casa de los Susurros. El Poder Dividido, de Hopkinson, Dominike “Domo” Stanton, Dan Watters y Aneke

Siempre es un gusto regresar a Sandman y las obras que se basan en ella. Otra forma de verlo, de disfrutarlo, de volver a ver un viejo amigo con el que pasaste grandes momentos. En La Casa de los Susurros, la idea parte de verdaderos fans como tú y como yo, guionista e ilustrador, que han hecho su Sueño (nunca mejor dicho) realidad al trabajar en el mundo de la obra que aman. Nalo Hopkinson (Brown Girl in the Ring, Midnight Robber) y el talentoso dibujante Dominike “Domo” Stanton (Moon Girl y Dinosaurio Diabólico) llevan el maravilloso mundo creado por el maestro Neil Gaiman hasta lugares nunca imaginados.

Erzulie Freda es la Diosa Vudú del Amor y la Belleza. Su hogar, la Casa de Dahomey, es un lugar de música, comidas y fiestas. Pero cuando cuatro niñas humanas liberan sin saberlo una plaga que envía espíritus al mundo onírico de Sueño, dejando sus cuerpos vacíos y esperando la muerte, la Casa de Dahomey es arrojada más allá de los límites de la realidad. Así empieza esta trama que te embaucará desde la primera página, más aún si eres fan de toda la vida de lo que concierne a Sandman. El Sueño no es un lugar amigable, y la locura desciende sobre los visitantes hasta que ya no pueden conservar sus formas originales y deben ceder a sus lados más oscuros para encontrar un camino a casa. La Casa de los Susurros sigue dos historias principales, la de Erzulie y su batalla contra la locura mientras intenta encontrar el camino de regreso a la realidad; y la de Toya y Maggie como portadoras de esta nueva plaga ideada por el sobrino de Erzulie, Shakpana, una enfermedad que separa espíritu y cuerpo. La yuxtaposición de las brillantes calles de fiesta de Nueva Orleans con la enfermedad irreversible que Maggie transmite a sabiendas a través de turistas y residentes, es escalofriante.

La Casa de los Susurros: El Poder Dividido recopila los números del #1 al #6 de la serie original. Eventos inexplicables comienzan esta historia ambientada en la mística ciudad de Nueva Orleans, Louisiana, y en un plano paralelo llamado El Sueño. Pero se ha abierto una grieta en ese lugar, y Matthew, el cuervo, es enviado a buscar al Señor de los Sueños. Cuatro chicas: Latoya, Maggie, Lumi y Habibi. Mientras caminan por el muelle, Habibi está molesta con su hermana, Latoya y arroja el collar de cocodrilo que Maggie le regaló, al agua. El colgante se hunde y se transforma en el tío Monday, que rápidamente es salvado por la señora Erzulie, la famosa deidad. Mientras tanto, Shakpana, otro dios, ha poseído con fuerza a Latoya, atrapando su alma en El Sueño y convirtiéndola en una muerta viviente. Erzulie y el tío Monday son sacados de su mundo y a partir de aquí comienza una vorágine de acontecimientos que desencadenan varias catástrofes: propagación de una plaga de muertos vivientes, escaramuzas en los bosques pantanosos de Louisiana y luchas contra seres aberrantes, muchos, paridos de rituales prohibidos.

En honor a la verdad, los lectores que no estén familiarizados con el Universo Sandman pueden perderse un poco con la narrativa mostrada en La Casa de los Susurros. Sin embargo, los personajes son lo más destacado de la historia y te mantienen interesado con todo lo que les va pasando. Las ilustraciones del entorno de El Sueño son maravillosas, exuberantes en contraste con la oscuridad que asola Nueva Orleans. Los personajes son étnicamente diversos y con capacidades diferentes y eso mola un montón. La Casa de los Susurros es el primero de tres volúmenes del arco argumental llamado The Dreaming (El Sueño). Tres volúmenes elaborados por diferentes artistas y coloristas amantes de lo creado por Neil Gaiman. Todos ya autores profesionales en su estilo, pero fans. Me cuentan además que lo que se narra en cada tomo, aunque técnicamente es parte de la misma serie, cuentan hechos bastante diferentes.

Los Libros de la Magia es el siguiente volumen de esta saga. Donde se alerta que, no todos los cuentos de hadas tienen finales felices. Interesante, ¿no?

Reseña: Héroes en Crisis, de Tom King, Clay Mann, Lee Weeks y Mitch Gerads

Junto a Ed Brubaker, Tom King es el guionista USA más molón del momento. Me encantó su Mr. Miracle, su visión de La Visión y he disfrutado de la mayor parte de su carrera con el Caballero Oscuro. ¿Su don? El poder de humanizar a los superhéroes. Bien. Pues ahora os contaré que llegó a mis oídos que Héroes en Crisis estaba considerado en USA como uno de los cómics más odiados de 2019. ¿El cómic más odiado? ¿En serio? Pues mirad, para gustos, los colores. Es muy posible que a bastantes adeptos, burro-fieles de lo clásico no les gustara lo que propone pero, ¿qué importa cuando prácticamente casi cualquier idea que se propone en DC termina siendo odiada visceralmente por sus propios fans o más bien los que se llaman a sí mismos así?

Héroes en Crisis sí que es una idea controvertida, posee bastantes detalles y parece hecha para “arañar” potencialmente a los más puristas. También dice cosas que los cómics de superhéroes normalmente no suelen decir. Y esa es exactamente la razón por la que me encantó. Pero eh, oid, oid, que lo aclara la sinopsis: El aclamado guionista Tom King se une a los dibujantes Clay Mann (Trinidad), Lee Weeks (Batman) y Mitch Gerads (Mr. Milagro) en Héroes en Crisis; un acontecimiento sin precedentes en el mundo del cómic que arroja luz sobre los rincones más oscuros de la psique del Universo DC, explorando el trastorno de estrés postraumático en un valiente e inolvidable thriller.

Un tomo que recién edita ECC Ediciones en tapa dura y que recopila los nueve números de la miniserie. Una oportunidad de obtener esta rareza. Por que esa es su definición. Héroes en Crisis amplía ese punto básico para sugerir que los superhéroes, al igual que muchos otros en esta época, deben experimentar el trastorno de estrés postraumático por todo lo que han hecho o visto. Requieren curación. Tom King, habiendo estado en Irak, ha visto y vivido muy de cerca el trauma que cuenta esta historia y sabe de lo que habla. El estrés es un anticipo a la violencia.

Santuario es un centro de tratamiento secreto para héroes con problemas psicológicos. Y allí se ha cometido un asesinato. ¿Es muy irónico que ocurra un suceso violento en un lugar donde la gente está tratando de curarse de ellos? Mmmm…, seguro que no. Aunque depende. Y aquí se dice. Durante gran parte del arco argumental, Harley Quinn y Booster Gold son los principales sospechosos, y los principales investigadores son Batman, Superman y Wonder Woman (sí, ¡la Trinidad!). Sé que muchos fans se molestaron por la incoherencia de esto. Matar moscas a cañonazos. Pero, ¿en serio, estamos pidiendo coherencia a un cómic de superhéroes? ¿Al cien por cien?

*Cositas que me gustaron:

-Las viñetas de varios superhéroes que son entrevistados por el terapeuta.

-Brillante el arte de Mitch Gerard y Clay Mann. De primera categoría.

-Sé que no es una gran trama, pero con King suele ocurrir que debes darle tiempo para que después te sorprenda. Es uno de los mejores, reescribiendo cómo funcionan los cómics de superhéroes. La Visión, considerado mejor cómic de esta década, muchos lectores lo dejaron en el primer o segundo número para descubrir poco después, la joya que es.

Héroes en Crisis enfatiza en el daño y el trauma que los superhéroes llevan por dentro. Watchmen contaba esto como subtrama.

*Quejas:

-Hubiera molado que se hubiera centrado más en el Centro de Tratamiento y menos en los asesinatos que se producen. Menos rollo detectivesco y más sobre el entorno que propone. Quizás, es algo muy particular.

-Me gustó el enfoque del diálogo en general, pero claro, no todo el mundo está “tocado en el habla” en un sitio así. Sip, sé de lo que hablo.

Comprendo que a cierta gente le parezca una trama superficial, confusa y complicada. No todos en el mismo saco, por favor, he leido por ahí. Mira, esa crítica la acepto. Pero Héroes en Crisis cuenta varias cositas muy a tener en cuenta. Como la hipocresía de la iniciativa en Renacimiento (Rebirth) y su inmersión profunda en lo moderno. Se atreve con temas delicados sin miramientos.

Héroes en Crisis es un cómic diferente.

Reseña: Gotham Central. En el Cumplimiento del Deber, de Greg Rucka, Ed Brubaker y Michael Lark

Crecí amando superhéroes. Entre cómics que me aportaban mis tíos, mi abuelo materno y mis propios ahorros, como estudiante de primaria/secundaria leía y veía todo lo posible de superhéroes. El género de Terror y el superheróico me tenían flipado desde mi más pronta edad. Y desde entonces fue así: salir en coche con mis padres libro/cómic bajo el brazo, viaje por carretera libro/cómic bajo el brazo; cuando en sexto de primaria unos amigos y yo nos escapamos al centro de la ciudad a ver una tienda de cómics, se nos abrió un nuevo mundo alrededor. Y casi cuarenta años después de eso, a lo largo de mi vida, me he dedicado por completo a leer de todo (siempre lo que me gustaba en cada momento) pero siempre, o casi en su mayor medida, todo iba relacionado a superhéroes. Y riéndome yo por siempre del que hacía/hace bromas sobre el género de superhéroes y su infantilismo, el tiempo nos ha dado la razón. Y ahora para ser molón o para estar al día, tienes que saber de superhéroes. No, de hecho, todo el mundo sabe un montón. Ay… Hablo en plural por que sé que sois muchos los que estáis cortados del mismo patrón que yo. Es como cuando los abuelos se ponen a hablar de aquella guerra… Lo que sí que es cierto es, que este es un mundo para todos. Hay ejemplos ocasionales pero bastantes de los que estáis leyendo esto ahora mismo, venimos del mismo planeta. ¿Y por qué hablo tanto de superhéroes si Gotham Central…? Por eso. Para haceros ver que el cómic de superhéroes es solo una puerta (la mar de grande) a un inmenso universo de posibilidades. Y así, impertérrito, os recomiendo Gotham Central, una obra magna ahora recopilada de forma maravillosa por ECC Ediciones, una oportunidad de no dejar pasar un cómic del que habréis leído mil cosas buenas de él. Y es normal, pues ya sabiendo que están detrás tres creadores geniales como Greg Rucka, Ed Brubaker y Michael Lark; tres ya considerados maestros del noveno arte, tres productores de un trabajo de los que recomiendo cositas cada poco.

Y aquí está Greg Rucka otra vez, y Ed Brubaker, los cañeros del guión creando una importante dicotomía en la mitología de Batman. La tensión a ojos vista desde una comisaría y sus componentes en la ciudad con mayor crimen del mundo del cómic. Batman. Un solitario al margen. La existencia de su familia incluyendo a Robin, Alfred, y el comisario Gordon. Mientras que Batman se supone que es un vigilante sin licencia, que pasa la mayor parte del tiempo disfrutando de sus artilugios y encuentros sorpresivos en el mundo de la noche… Pero, ¿quién patrulla las calles? ¿No es quizás más importante en Gotham su policía dado que hay un mafioso o un ladrón cada medio metro?

Gotham Central fue durante un tiempo una de las series más esperadas por estos lares. ECC Ediciones la trajo y desde entonces la ha ido produciendo en diferentes formatos; unos dicen (como siempre los trolls/haters) que para sacar dinero. Mi opinión es (como hacen muchas editoriales), más bien para que le llegue a todo el mundo. Recordad que no todo el mundo puede soltar cierta cantidad de pasta según en qué dia del mes. Y recordar también que son empresas y si tú eres empresario lo entenderás. Chusmas aparte, ahora se reedita esta magnífica colección en tapa dura, un tomo que recopila los diez primeros números, una serie que desde que vio la luz en DC sólo ha obtenido méritos y halagos. Y muy merecidos. La historia se centra en el Departamento de Policía de la ciudad de Gotham, pero apartando un poco el género superheróico y afianzándose en la realidad y el día a día (nunca mejor dicho, porque las historias van sucediéndose un día detrás de otro), de una comisaría y las dificultades de sus funcionarios que viven y trabajan para la seguridad ciudadana.

¿O es que nunca habéis pensado que la policía de Gotham tenga quizás sus buenas razones para resentir del Caballero Oscuro? Más de la mitad de los casos importantes son resueltos por ellos. Y en muchos, muchos, sólo aparece el orejas picudas al final, para dar la puntilla cuando lo peor ya ha pasado. Y es que cuando Batman no tiene éxito o no está involucrado, los casos suelen terminar trágicamente…

Una segunda edición, un primer volumen de dos, que recopilará la serie al completo. Una oportunidad.

Una joya más para la cómicteca.