Ya tocaba un poco de Hellboy por estos lares.
“Consíguenos otra ronda y te contaré sobre la vez que participó en un concurso de beber con un oso grizzly domesticado que terminó en un incendio forestal.”
Un cómic, una historia…, no puede evitar ser encantadora cuando contiene conversaciones como esta. Y Hellboy: El Club de la Linterna de Plata ofrece montones de ellas. Es una nueva historia del gran personaje creado por Mike Mignola, una nueva trama donde Hellboy esplende y se pare un cómic de una colección que cientos de miles de personas adoran en todo el mundo. Sobre todo, los amantes del buen cómic, del terror, del pulp… del fantástico, en general, porque cuando conoces Hellboy, sus aventuras, sus grandes arcos argumentales y personajes, ya no puedes dejarlo.
En un momento en que los «universos» de ciertas franquicias frikis están colapsando el panorama de la televisión, las series, los cómics y el cine está perpetrado de tantos títulos de relleno de la UCM para que el hype no decaiga; quiero decir, incluso Yellowstone, el programa más popular en la televisión en USA, ya grita a los cuatro vientos que ahora tiene un «universo». Por eso, es bueno volver a los cómics donde esta palabreja se creó y donde en ciertos sitios se sigue manteniendo el nivel. El Mignolaverso, junto al Universo Expandido de Star Wars, son los primeros, las fuentes, no lo olvidéis. Y a pesar de que la historia principal de Hellboy se terminó hace mucho tiempo, Mignola y compañía siguen encontrando nuevos argumentos a los que llevar al personaje, un montón de historias nuevas que Norma Editorial publica en nuestro país y de tanto en cuando, nos deleita con un maravilloso integral (que ya toca). Donde se cuentan las aventuras de Big Red (como se le llama en USA) y los personajes que le rodean. Y ahora nos asentamos en un pub de Londres en 1953 y escuchamos historias del famoso Silver Lantern Club, lo que fue para el profesor Bruttenholm, una clara inspiración para la creación del grupo de la A.I.D.P. (B.P.R.D.), y no solo por las travesuras de El Club de la Linterna de Plata investigando casos paranormales, sino porque un miembro de ese club fue Simon Bruttenholm, quien más tarde se convirtió en el tío de Trevor. Y mientras se acumulan pintas de cerveza, Simon Bruttenholm relata historias de su tiempo con el Silver Lantern Club, una diversa gama de personajes que no solo son interesantes sino que parece hecho a la medida para una buena serie de televisión: el ocultista británico Sir Edward Grey, la temeraria Sarah Jewell (siempre con un cigarro en la boca), una mística llamada Lady Bai y el soldado indio Mayor Singh.
Me encanta cómo esta serie toca temas históricos y ciclos que se repiten. Y últimamente, he estado pensando mucho en cuánto dura la mano de la gente sobre la historia. Pensamos en la década de los 50 de una manera muy particular, largamente divorciada de los victorianos. Sin embargo, muchos victorianos (la era duró de 1837 a 1901) aún estarían vivos y su influencia aún sería fuerte a través de sus hijos y nietos. El pasado siempre está mucho más cerca de lo que pensamos.
Bien, desvaríos del reseñador aparte, este tomito que se lee en un pis-pas, como casi todos deja con ganas de más. Recopila las cinco grapas que comprendieron la miniserie del Silver Lantern Club. Y luego incluye arte nuevo y original, además de un cuaderno de bocetos de personajes. No me gusta revelar mucho de estas joyitas, ya lo sabéis. Así que sal y búscalos y disfrútalos por ti mismo/a.
Mike Mignola y Chris Roberson, ampliándonos más cositas del pasado del Chico Demonio.