Encontrar luz nueva en la Ciencia Ficción. Si ya cuesta encontrar cositas nuevas del género por estos lares, imaginaos si aparece algo tan bueno como lo que os reseño hoy. Light Chaser es de esas historias que parecen hechas para fans del género de toda la vida. Para los que aman las historias que les permiten mirar a las estrellas e imaginar un futuro infinito y para los que quieren lo bueno y condensado, lo mejor, en un formato que se devore en nada. Como se hacían las buenas historias de antes. En especial, en tierras estadounidenses en la denominada Edad de Oro de la Ciencia Ficción. Y si no, solo tenéis que comprobar que muchas de las mejores historias que han trascendido como novelas o films provienen de novelas cortas y relatos. Lo bueno, si es breve…, ya sabéis. Y dos buenos autores juntándose para la ocasión. Pues Peter F. Hamilton y Gareth L. Powell se unen en esta novela explosiva y llena de acción sobre un amor que trasciende vidas y es lo suficientemente poderoso como para poder destruir un imperio.
Donde Amahle es un viajera interestelar que navega por el universo sin otra compañía que la IA de su nave. Conocida en todo el universo por ser una Light Chaser, su ruta la lleva a mundos a lo largo de El Dominio, donde recopila recuerdos a cambio de varios bienes. Pero cuando descubre recuerdos de diferentes vidas y diferentes mundos que están destinados a ella, que parecen ser de la misma persona, comienza a cuestionarse toda su existencia. Cada recuerdo desbloquea los propios recuerdos de Amahle y revela lentamente a un enemigo escurridizo con un plan aterrador. Amahle se da cuenta entonces, de que es la única que puede hacer algo para detenerlo. Pero costará todo y más.
Una novela corta que goza de un impacto increíble. En poco más de ciento cincuenta páginas la historia se vuelve épica y expansiva, llevándonos a través de mundos y vidas en rápida sucesión. Y en lugar de sentirse una trama apresurada o carente de fondo, la prosa es nítida, esculpiendo exactamente lo que necesitamos saber para entender el mundo y la tecnología mientras nos impulsa hacia adelante. Nos lanzamos a la historia con un comienzo que sirve tanto para desorientarnos como para informarnos. Lo cual tiene sentido ya que la misma Amahle no está segura de quién es, o más bien, de quién era. Gracias a la modificación genética, vive más que la mayoría de los humanos, y dado que viaja a distancias increíbles a través de las galaxias, esa dilatación del tiempo es lo más parecido a lo que uno puede considerarse como inmortal. Más que eso, colecciona recuerdos, vive la vida de otras personas para preservar la continuidad de la realidad y mantener estable en el universo «real». Y hay demasiados recuerdos para almacenar. Eso sin contar que con cada vida que experimenta a través de esos collares de memoria, pierde partes de sí misma. Hasta que da con uno cuyos recuerdos la invita a saber más sobre sí misma.
Lo que decía. Light Chaser es una ópera espacial épica, que abarca galaxias y una historia a la vieja usanza. Que pese a tener dos autores ingleses, recuerda muy mucho a las magníficas historias que uno podría encontrar en Lo Mejor de los Premios Hugo o Nebula. ¿Es una historia que podría haberse ampliado fácilmente? Por supuesto. Os lo decía antes. A cantidad de historias buenísimas de CF las llenaron de paja tras una primera publicación corta por la genial idea de un editor que sabe que se gana más pasta a cuanto más palabras y páginas. El primero ejemplo que se me viene a la mente es El Juego de Ender, de Orson Scott Card. Pero hay cientos. ¿De momento no se ha ampliado Light Chaser? Pues tenéis la ocasión, ahora que Red Key Books la ha publicado en nuestro idioma, de leer una magnífica historia en su pura esencia. La narración destilada que ayuda al lector a concentrarse solo en lo mejor. La historia pura y dura. Caviar del bueno.