Reseña: Las Aventuras de Victor Billetdoux, de Pierre Wininger

A los amantes del cómic de aventuras clásico les va a encantar este Las Aventuras de Victor Billetdoux. Os lo digo ya. Así y a bote pronto, un periodista y un egiptólogo comienzan su investigación sobre un asunto de lo más tétrico desde El Cairo hasta el París de allá por 1910. Una época genialmente atractiva como fueron esas incursiones inglesas, francesas y holandesas en el Egipto de principios de siglo XX. La Pirámide Olvidada más otras dos (Sombras de Ninguna Parte y La Noche del Horus Rojo) que Ponent Mont trae en un sólo volumen para deleite del mejor aficionado al cómic europeo que se precie. Lugares y fechas muy atractivos para los amantes de esa aventura africana desértica con rescate de reliquias, maldiciones, persecuciones y desencuentros…, con un dibujo que llama la atención a leguas y unos colores del país de Ra, Tutankamón, Osiris, Anubis y Horus, lleno de tonos inmersivos a tramas como rara vez antes había visto.

Pero vayamos por partes. Las Aventuras de Victor Billetdoux fue una serie de títulos creados para el cómic francés por el autor Pierre Wininger. Cuentan que a finales de los 70s, el director literario de Glénat Ediciones, Henri Filippini, contrató a Pierre Wininger, mientras éste sobresalía en la profesión de fabricante de modelos publicitarios. Quería que de algún modo colaborara en la revista Circus. Así es como el personaje de Víctor Billetdoux -con un estilo indudablemente influenciado por el de Jacques Tardi y rindiendo homenaje al novelista Gaston Leroux (1868-1927) y sus fantásticas novelas de detectives de principios de siglo XX-, cobró vida. Unas aventuras que fueron publicadas entre 1976 y 1986 y que tras la revista, posteriormente vieron la luz en formato álbum por Glénat.

Tres historias, que como bien dice la sinopsis editorial, nos embarcan en peligrosas aventuras tras extraños sucesos acaecidos entre pirámides del caluroso desierto y las frías calles de París.

En La Pirámide Olvidada, tomado por la locura, Sir Alexandre Appelton se encuentra en Egipto deambulando alrededor de la pirámide de Neferhotep. En El Cairo, al enterarse de extrañas noticias, el periodista Víctor Billetdoux decide investigar con la ayuda de su amigo el egiptólogo. Juntos llegan y consiguen entrar en el extraño templo y… Uff, ¿contar más? Queda una aventura increíble que acaba de empezar. Exploraciones, la muerte a un paso en lugares malditos y secretos de científicos locos.

En Sombras de Ninguna Parte nos trasladamos a la París de 1910. Un día, Billetdoux descubre en su puerta el cuerpo de un hombre con el que había quedado para mostrarle una extraña fotografía. Los eventos se precipitan, mientras los muertos se multiplican. Las circunstancias llevan a Victor y a su cómplice Charles, al corazón de una intriga compleja que mezcla seres voladores, una secta oscura que venera a la diosa Isis, inundaciones y gente inquieta que se desgarran en torno a un invento inquietante… Lanzado en 1980, este álbum revive de forma soberbia las atmósferas que quiere representar. Misterios y siluetas oscuras con un guión a tope de giros y sorpresas. Mi historia favorita del tomo.

El último álbum es La Noche del Horus Rojo. Donde se cuenta como seis cuerpos son encontrados en el río Sena, todos asesinados con un utensilio muy extraño: una aguja que representa la cabeza de dios Toth. Además, curiosamente, en los bolsillos llevaban sus relojes y un libro contenedor de ritos de la secta de Isis…

Terror en estado puro.

Ponent Mon lo vuelve a hacer. Publica una maravilla de tomo traído de la BD, una miniserie al completo hasta ahora inédita en nuestro país. Un tríptico que tal como se alega, por primera vez se podrá disfrutar en todo su esplendor en un tomo recopilatorio con un dueto de aventureros injustamente desconocidos por estos lares. Interesantes, y por qué no, muy cinéfilos como son el propio Víctor Billetdoux, periodista de L’Écho de París, y Charles Hippolyte Constant, el joven egiptólogo.

Reseña: Hitler ha Muerto, de Brisard y Pagliaro

Esta historieta pretende contarnos las tribulaciones de la investigación soviética sobre la muerte de Hitler, en un contexto de rivalidad entre dos servicios secretos enemigos: el NKVD (que más tarde se convertiría en la KGB) policía secreta encargada de la seguridad interior y exterior, dirigida por Lavrenti Beria; y el SMERSH. organización creada desde cero por Stalin en 1943, encargada del contraespionaje militar, dirigida por Viktor Abakumov. Y es cierto que el SMERSH estaba oficialmente a cargo de la investigación sobre la muerte de Hitler, y que el NKVD intentó por todos los medios ponerle fin, pero puede crear controversia que este cómic de Jean-Christophe Brisard, recién publicado por Norma Editorial, apoye la tesis de que Beria se juega la vida en este asunto, lo cual fuera, en realidad, muy poco probable.

Pero lo que es más problemático es que Hitler ha muerto mezcla épocas para hacerlo todo más creíble: Beria, por ejemplo, se ve liberado de la responsabilidad del NKVD en favor del diseño de la primera bomba A (incorrectamente calificada como bomba H en la historia) durante el conferencia de Potsdam (julio de 1945), una especie de desgracia. Sin embargo, en realidad, a priori, no existe una relación de causa y efecto entre la desgracia real (aunque temporal) de Beria y la investigación sobre la muerte de Hitler. ¿Estamos ante una total ucronía entonces? Si te la tomas como tal, a sabiendas que ciertas cosas no ocurrieron tal que así, entonces sí que disfrutarás de este álbum de cómic europeo. En su día me pasaron La muerte de Hitler en los archivos secretos de la KGB, del mismo autor. En este ensayo, con la ayuda de Lana Parshina, Jean-Christophe Brisard investigó lo que sabían los rusos en 1945 sobre la muerte de Hitler y qué fue de su cuerpo. Esta investigación es fascinante, así que quizás por eso cogí tan encantado este título para reseñarlo. Por lo que encantado de profundizar en la adaptación al cómic realizada por el propio periodista.

Cómic donde seguimos a dos equipos y dos investigaciones sobre la muerte de Hitler llevadas a cabo por dos organizaciones de espionaje de la antigua U.R.S.S. Donde tenemos una lucha fratricida que se desarrolla ante nuestros ojos donde todo vale. El objetivo de cada organización es cumplir su misión para que su líder pueda brillar con Stalin y para que la gloria se refleje en ellos a través del flujo… El contexto del fin de la guerra también queda bien representado con los abusos cometidos por los soldados rusos o el intercambio de información fragmentaria entre los aliados.

El dibujo de Pagliaro encaja bien con la historia. Algunos de sus personajes tienen «bocas» y al instante sentimos simpatía o antipatía por algunos de ellos. Una cosa raruna de este cómic es que casi todas las viñetas de uno de los títulos están afectadas por una especie de semicírculo negro, dando la sensación de que ondas atraviesan el espacio y eso llega a calar el alma lectora sobremanera. Francamente, no entiendo el objetivo de esto en uno de los álbumes pero me afectó. Pero lo que sí tengo claro es que Hitler ha muerto hará las delicias de todos los aficionados al cómic histórico y/o a las investigaciones policiales elaboradas en grandes contiendas de nuestra historia bélica.

Amantes de la 2GM, deberíais conocer esto.

Reseña: Wollodrïn. Las Llamas de Wffnïr, de Chauvel y Lereculey

Al igual que con mi lectura de Elric, estoy un poco emocionado con esta nueva obra de cómic europeo de la que Yermo Ediciones nos trae un nuevo álbum. Los nombres de Jérôme Lereculey y Chauvel (los creadores de Arturo y Las Cinco Tierras) me garantizaban una cierta calidad así que mucho miedo no tenía con una nueva trama de Wollodrïn. Dos nuevos álbumes de la colección (#7 y #8) que comprenden un nuevo arco argumental y que, por supuesto, me ha encantado. Además de que, gráficamente, me fascina esta serie, ya que todos sabemos que los escenarios dentro de la fantasía heróica que crea Chauvel son toda una delicia.

Wollodrïn es una colección de álbumes con historias relacionadas entre sí un poco al principio pero que con el paso de las páginas se entrecruzan sus tramas cada vez más. Sobre todo, el mundo y la relación entre orcos y enanos. La mañana de las cenizas, la primera aventura, trataba una guerra tan clásica como puede ser la eterna no-relación entre orcos y enanos. Llamaba la atención que estaba llevada de una manera cuidada y los ocupantes de una de las celdas de la prisión de Marmaëkard compartían una condena a muerte que se realizaría en breve, pero de pronto tienen una oportunidad de seguir con vida si aceptan un trabajito. En El convoy, la humana Onimaku y el orco Hazngar, unidos tras la masacre del clan de este último, buscan fortuna durante sus vagabundeos pero acaban sobreviviendo gracias a apuestas clandestinas y encargos poco honorables… Hasta que se topan con un convoy de pioneros que se dirige al lejano país de Hingell. Los pioneros, los contratan como guías. En Aquel que duerme, Tridïk, un joven enano romántico que vive enamorado de la bella Mëlinhh, sueña con regalarle algún día una flor de piedra que solo se encuentra en lo más profundo de las montañas. Cuando se presenta la oportunidad, el joven pretendiente no duda en salir a por ella…

Y ahora recién publicado tenemos Las llamas de Wffnïr, donde cada buena temporada, se envía a jóvenes guerreros orcos a entrenarse en expediciones contra clanes vecinos. Entre ellos, Wïnhbor, cuyas pesadillas las protagoniza un dragón, pero su hermana Wïnhart es quien verdaderamente atormenta sus días. La misma que es designada para acompañarlos e ignora que Wïnhbor y sus amigos tienen un plan secreto que los hundirá a todos en un torbellino de lágrimas y muerte.

Me encantan los protagonistas incansables y creo que por eso amo la serie de Wollodrïn. También es un título donde siente que el guionista domina las historias, no queriendo dar todas las respuestas rápidamente y tratando de construir cositas a largo plazo. Está la subtrama política con la empírica nación élfica que nunca vemos pero se nos dice y que es responsable de los males de este mundo. Muy tentador presentarnos trasfondos que sólo suman y que probablemente nunca leeremos. Y es que a leguas se percibe que Chauvel y Lereculey conocen los clásicos de literatura fantástica que todos sabemos. Lereculey toma prestada sobre todo la belleza de los decorados neozelandeses de la película de Peter Jackson, así como las diversas técnicas de encuadre, como las vistas desde arriba de ciertas compañías de aventureros que caminan en fila india hacia lo más alto de las colinas. Un trabajo muy bien hecho.

En Wollodrïn se logran mezclar aventuras donde la única esperanza es SOBREVIVIR. Serie de cómic europeo súper recomendable.

Reseña: Dulces Tinieblas, de Fabien Vehlmann y Kerascoët

Dudo mucho que algún día veamos el escenario de Dulces Tinieblas adaptado al cine pero la idea intrínseca de la maldad sí que está ahí en muchas de las pelis que hoy vemos. Más tarde volveré a eso. Tenemos ya publicado en nuestro país un cómic de la BD muy deseado por estos lares porque Dulces Tinieblas es un álbum, que es de todos conocido por el norte de Europa, que este titulo es una obra que no deja indiferente y que, en mi opinión, podría ser una de las obras más chulas que la gente se puede perder por tener una portada y unas ilustraciones engañosas. No es una trama infantil. Por supuesto, nos va a remitir a historias como la de El señor de las moscas pero aquí lo que destaca es que los personajes provienen del mundo de la primera infancia. La imaginación está en plena construcción y, por lo tanto, ver a estas pequeñas bailarinas, pequeños duendes y otras lindas criaturas matarse unos con otros al azar es suficiente para sorprender a las almas virtuosas que todavía creen que la infancia es la hermosa época de la inocencia o que los niños pequeños no harían daño a una mosca… miau, miau, requete-miau.

Una inclasificable fábula tan bella como perturbadora, eso dice su publicidad y eso es más verdad que mentira. Tenemos a una pequeña comunidad recién salida de un cuento de hadas donde los cuchillos van a salir a la luz y la diminuta Aurora poco podrá hacer para evitarlo. Un mundo de fantasía que también se derrumba y se vuelve atroz. La crueldad de las personas (o personitas) a espuertas… Todo comienza como un cuento de hadas entre la bella supuesta princesa Aurora y su novio durante una refinada fiesta de té cuando la decoración se derrumba y Aurora debe escapar del cuerpo de una niña que yace allí en la naturaleza (…) por razones que nunca sabremos. Pero otros personajes, igualmente jóvenes, despreocupados y sometidos a la misma prueba, se encuentran con Aurora en plena naturaleza y se vuelven ansiosos por protegerse y alimentarse, despreciando majestuosamente el cuerpecito del que parecen provenir. Así comienza la intrigante historia que sólo se desarrollará con la imaginación y la sensibilidad de cada lector. El resto sólo será una sucesión de escenas deliberadamente grotescas e impactantes sin un hilo conductor… pero que tocan el alma. Porque a partir de entonces seremos testigos de una masacre por naturaleza de todos estos personajes despreocupados y sin ninguna lógica aparente; las escenas se sucederán, desde la maldad de Plim y la narcisista Zélie hasta el frágil Timoteo y los cándidos trillizos. Aurora tendrá que reaccionar para sobrevivir y volver a la tranquilidad que perdió a costa de su inocencia.

Me gustaría elogiar la originalidad e inteligencia de los autores que nos brindan un álbum que, sin duda, es un brindis al contraste dentro del cómic europeo. El simpático dibujo con una historia atroz detrás. Actos que se desarrollan en un entorno magnífico y…, bueno, hablaré de mí un poco. Correcto. En mi juventud aplastaba bichos, generalmente insectos (mostradme una chica o chico que no lo haya hecho nunca) pero, ¿este acto nos convierte en psicópatas formidables? Por supuesto que no, al mismo tiempo que aplastamos a la siguiente criatura, porque lo hicimos, ciertamente disfrutamos de ella, un placer inocente pero quizás un poco perverso. ¿No es eso contrapsicología? No sé. Quizás sea simplemente una realidad que muy pocos de nosotros estamos preparados para afrontar. ¿Qué sería del alma humana bella, altruista y todo eso? A lo que voy es que, Dulces Tinieblas es, sobre todo, una asociación de dos palabras contradictorias que suenan bien, pero también una portada que despierta la curiosidad por su belleza y el misterio que desprende, así como una historia potente de dos grandes autores de la BD como son Marie Pommepy y Fabien Vehlmann. Y aunque una reputación popular no es necesariamente garantía de calidad, es muy difícil hacerse una idea del contenido con sólo hojear unas pocas páginas de este cómic que publica Norma Editorial.

Dibujos infantiles en acuarela, casi desordenados y aparentemente inofensivos pero con una historia de mala leche detrás como pocas veces he visto.

Muy recomendable.

Reseña: Durango. Vol.1, de Yves Swolfs

Vuelve a estar en catálogo una nueva edición de esta joyita western del cómic europeo como es Durango. Wow! Cuando vi que Yermo Ediciones nos traía esta maravilla en formato recopilatorio, no me lo pensé dos veces. Unas ediciones geniales en tapa dura, unas obras tan atractivas que, merece bastante el esfuezo económico. Pues Durango es una obra de esas que cautivan al verlas de pasada. Y de la que podés ver que todo el mundo comenta solo cosas buenas. Ya la misma portada, con un personaje muy a lo Clint Eastwood, atrae. Además de contener un verdadero spaghetti-western. Con grandes referencias a films clásicos, de los buenos del género como El Gran Silencio. Para los entendidos, que duda cabe que en Durango, Reno está inspirado en Kinski. El film también goza de un estado nevado como es Utah, donde la pequeña ciudad de Snow Hill parece perdida, y donde el deshielo llega a las cercanías de Wyoming a un lugar llamado White Valley.

Este primer volumen es brillante. Contiene los cuatro primeros volúmenes de la serie. Los únicos que hasta ahora habían visto la luz en nuestro país, sí, pero que en una edición así se hace indispensable. Yves Swolfs (Black Hills) redefine en Durango los parámetros del western franco-belga añadiéndole todas las características del spaghetti-western cinematográfico. Desde el primer momento lo ves. Viñetas que molan un montón, casi cada una un lienzo a enmarcar dentro del noveno arte. Hace que te preguntes donde has visto estos paisajes antes y por qué son tan evocadores. Asesinos liderados por Loco recorren las montañas nevadas. Pauline ha perdido a su marido; muerto por un asesino desenfrenado a quien parece que nadie puede parar en su desidia. Entonces, como una desalmada que lo ha perdido todo, ella contrata a un hombre habilidoso con el gatillo. La venganza, la persecución, está servida. ¿Cortarle la garganta a un niño? ¿En qué vasto e inconsciente mundo, nos hemos convertido?

En Los perros mueren en invierno encuentras un buen escenario y buenos diseños desde la primera página. La trama que os decía que más recuerda a El Gran Silencio. El plomizo y sangriento film que el cineasta Sergio Corbucci dirigiera a finales de los 60s. En un tiempo en el que el Salvaje Oeste conocido como tal, llega a su fin. Aunque a ciertos territorios, le cuesta irse. La fuerza de la cólera ya cuenta más. Y para mí, contiene ese ingrediente que hace que te enganches a la lectura y no quieras parar. Un grupo de ladrones, los mismos idiotas de los viejos westerns que se creen los mejores siendo los más salvajes sin respetar la vida de los demás, más unos aldeanos que acogen con los brazos abiertos a Durango, que parece resolver la situación a su manera. Un argumento de lo más sencillo pero pieza básica de las mejores historias del Oeste. Malas noticias para unos bandidos ir a saquear un pueblecito en el que Durango descansa…

Trampa para un asesino. Tercera aventura, tercera oportunidad, y sigue siendo efectiva a pesar de usar las mismas recetas. Sin embargo, el estilo de Swolfs que se parecía un poco al de Giraud hasta ahora, aquí cambia al utilizar otro escenario. En mi opinión, este es el gran álbum del tomo y no por su escenario (tan bueno como los demás) sino simplemente por la aparición estelar de la Mauser 98, el cambio del revólver por la famosa escopeta que dura hasta nuestro días. Dicen que es la marca de Durango por excelencia. Amos es el cuarto álbum y el que cierra el volumen. Del que espero poder a volver más en no mucho tiempo, pues menuda joya. Un cómic que refleja muy bien lo que debió ser el día a día en aquellos años de colonización y escaramuzas. Una buena historia que mantiene el movimiento. la atmósfera y el lado despiadado del clima para con la vida del ser humano en aquellos tramos. Personajes secundarios bien estudiados y el dibujo de Swolfs volviéndose espléndido. Por lo visto existe un «Ciclo Amos» de tres álbumes y este es el primero. La persecución entre mexicanos por un lado, y estadounidenses por otro. Grandioso.

Un primer volumen en el que conoceremos a Durango y que tipo de rasgos lo definirán en un futuro. Un pasado sangriento, rencor sosegado pero eterno, su condición de pistolero implacable y una antigua herida de bala que lleva a modernizar su arma, dejando atrás el clásico revólver para dar paso a las semiautomáticas. La principal presentación del cambio, pues Durango es un pistolero que no tiene escrúpulos en derramar sangre. Aunque surge en él, en ocasiones, la tesitura de estar haciendo lo correcto. Me consta que existen diecisiete álbumes publicados desde 1981, donde Swolfs ha ido introduciendo versiones y homenajes a grandes spaguetti-westerns de la historia fílmica. Yermo ya ha publicado varios recopilatorios. Un dibujante talentoso, guiones cautivadores y un personaje seductor y entrañable. Caeréis rendidos.

Reseña: La Catedral de los Abismos, de J. L. Istin y Sébastien Grenier

Este cómic que os traigo hoy es un fresco de fantasía oscura en un universo imaginario bastante original. Yermo Ediciones acaba de publicar el segundo volumen que recopila el tercer y cuarto álbum y ya uno por aquí anda pidiendo más. Un lugar fantástico donde sus regiones recuerdan a la Tierra, con lugares que recuerdan a Escocia o Europa con construcciones góticas tipo catedral, otros al Medio Oriente con sus minaretes… Pero lo que caracteriza a este mundo es que fue partido en dos por una acción divina que creó un abismo casi infranqueable entre el Sur y el Norte para evitar la guerra entre los dos países más poderosos. Y a partir de ahora, sólo frágiles puentes de lianas consiguen cruzar el barranco y por tanto ningún ejército podrá invadir la otra orilla. Pero se dice, que el día en que un puente catedralicio cubra el abismo y conecte los dos territorios, entonces reinará definitivamente la paz y la armonía.

Esta es la leyenda tras la trama de La catedral de los abismos. Un mundo donde la situación de los personajes y las fuerzas involucradas es mucho más compleja que lo que os he contado hasta ahora. Pero también es una historia épica con paisajes grandiosos y destinos a largo alcance. Los personajes son buenos, creíbles y, a veces, bastante profundos. Y la trama nunca se deja adivinar porque presenta mucha originalidad y sorpresa, diría, que hasta incluso para un lector hastiado de Fantasía. Jean-Luc Istin, el célebre creador de Elfos, nos presenta una historia de fantasía grimdark que cobra vida de forma espectacular gracias a los dibujos de Sébastien Grenier, que ya me gustó mucho en Arawn (un cómic que ando loco porque se publique aquí). Generalmente trata lo que os decía antes: grandes frescos, pinturas detalladas de escenarios impresionantes, personajes imponentes y poderosas escenas de acción. Es muy hermoso todo y hace que ames una vez más el bendito cómic europeo. Porque además esto contribuye a la fuerza de la historia que atrapa al lector y lo sumerge en este mundo exótico y duro para vivir si no eres un acaudalado Señor o reinas rodeado de grandes tierras fértiles. Os cuento un poco más:

Sinead tiene diez años cuando Simón, un templario, la acoge. Le enseña la profecía del Abismo: cómo los Dioses, cansados de las guerras entre el Norte y el Sur, decidieron crear una gigantesca grieta para separarlos. La predicción dice que un día una catedral conectará los dos imperios y vendrá el Mesías. De adulta, Sinead busca un evangelio vinculado a esa profecía. Pero al mismo tiempo, el arquitecto Pier de La Vita se une a la ciudad de Anselmo para resolver allí un litigio. Comienza un viaje de lo más peligroso, porque también está vinculado a la profecía… Pero por otro lado, en la ruidosa y maloliente capital del imperio del norte, el constructor Pier contrata al abogado Don Coskarelli para demandar al mago Ronfield, quien se niega a pagarle al artesano, siendo responsable de la muerte de su esposa y la de sus hijos. Entonces comienza un juego de lo más retorcido con consecuencias mortales… Y al mismo tiempo, Sinead conoce al druida Brahnann. La situación es grave ya que un ejército marcha hacia ellos con el objetivo de apoderarse del evangelio de Ariathia. Quien lidera este ejército está directamente vinculado al pasado de Sinead…

Os decía que ya uno por aquí anda pidiendo más pero no hay más. Nos quedamos por el momento con estos dos tomos que comprenden los cuatro álbumes que tiene esta miniserie. Pero que duda cabe que aquí, y al otro lado de los Pirineos, se espera con ansias la secuela o más historias en este mundo épico y fantástico que dos grandes autores de la BD han creado.

Reseña: Los Viajes de Gulliver. De Laputa a Japón, de Galic, Echegoyen y Swift

Leer una nueva adaptación libre de la novela de Jonathan Swift por todo lo nuevo que se pudiera contar. En este caso, centrado en lo que sería el tercer libro o la tercera parte de la novela, lo ocurrido entre Laputa y Japón; algo específico, centrarse en los fantásticos detalles nuevos que Galic y Echegoyen quisieran mostrar. Porque después de la visita de este señor a los legendarios y curiosos reinos de Liliput y Brobdingnag, volvió a embarcarse con rumbo incierto en una travesía que lo llevó a un lejano lugar donde llega a encontrar islotes voladores, regiones gobernadas por la tiranía, y descubre un paraíso de la sinrazón y se acerca muy mucho al secreto de inmortalidad. Una de las mejores partes del libro original, si no, la más evocadora.

Lo que os decía. Al regresar de su viaje con los Gigantes, a Lemuel Gulliver le ofrecen una nueva expedición. Su situación económica y su gusto por la aventura vencen rápidamente sus desganas y las de su esposa María. Aquí está listo para volver al mar y descubrir nuevas tierras. Por lo que ya tenemos nueva aventura entre manos para disfrutar. También os decía que esta parte está centrada en la tercera parte de la novela homónima. Lleva al héroe de Laputa a Japón pasando por Balnibarbi, Lagado, Maldonada, la isla de Glubbdubdrib y Luggnagg. En esto decidieron centrarse y les quedó de lujo a los autores Bertrand Galic y Paul Echegoyen. Y aunque este viaje es menos conocido que lo que llega a ocurrirle en Liliput, sigue siendo un viaje curioso cuando lo conoces.

Un viaje a un terreno fértil que este dúo de guionista e ilustrador exploran maravillosamente. En especial, Echegoyen que se expresa plenamente tanto durante los trayectos en el mar como en los variados escenarios por los que transita Gulliver. Su trazo preciso, en grafito y acuarela negra, le permite ofrecer láminas de gran riqueza que trascienden a un colorido suave y luminoso. La salida de Londres (página 10), las apariciones de la ciudad flotante (página 26 y 43), el jardín de Mudino (página 62), el descubrimiento de los laboratorios Lagado (páginas 67 a 71) o las escenas en los barcos ( página 86) son pinturas que se pueden admirar durante largo tiempo por su belleza.

En el guion hay menos sátira hacia la Inglaterra del siglo XVIII que en la novela de Jonathan Swift. Pero el miedo a la muerte (y su corolario, el deseo de inmortalidad), la explotación de los pueblos, la dictadura de la ciencia, la falta de atención, muchos temas encuentran un eco en estas páginas. Acostumbrado al ejercicio de adaptaciones (Cheval d’Orgueil), Bertrand Galic aporta una nueva mirada al material original y ofrece una historia fluida e inmersiva. Quizás incluso demasiado, pues el deseo de prolongar el viaje surge una vez devorado este cómic al completo recién publicado en nuestro país por Norma Editorial. El final, especialmente el pasaje de la carta, probablemente hubiera merecido una continuidad. Pero nadie nunca lo elaborará. O quizás me equivoque.

Los viajes de Gulliver: De Laputa a Japón invita a la ensoñación y al mismo tiempo ofrece una nueva aproximación a un gran clásico literario. Sumando que las ilustraciones de Echegoyen son pura delicia y potencian temas que a día de hoy siguen vigentes: pasen y vean.

Reseña: Måneskin, de Guia Cortassa y Sara Rotlich

También le doy a la música si. Hombre, por favor, qué ser humano puede obviar música y lecturas… Y también me interesan las anécdotas de ciertos músicos en formato cómic. Porque es un modo de saber qué de ellos mola o no. Las mentes curiosas, las mentes inquietas, tenemos eso: queremos saber. Por eso me llamó muy mucho la atención este álbum que recién publicó Dibbuks. Tras estos grupos (sobre todo, los de rock), que brotan y pegan tan fuerte de repente, siempre hay curiosidades por descubrir.

Dicen por ahí que Måneskin es el retrato de una generación cosmopolita que camina sin etiquetas claras, dispuestos a ocupar su propio espacio sin necesidad de transigir pero que en apenas cuatro años consiguieron ser teloneros de los Rolling Stones y que conquistaron escenarios de eventos importantes, desde el Factor X italiano pasando por el Festival de San Remo hasta que llegaron a ganar Eurovisión. Después los pudimos ver en los MTV Europe Music Awards. Y cuentan que Iggy Pop flipó cuando los vio por primera vez. Victoria De Angelis y Thomas Raggi son el núcleo, luego se incorporó Damiano David, y sólo quién ha formado una banda de rock sabe lo complicado que es encontrar un batería. Para ellos no fue menos así que pusieron un anuncio en Facebook y acudió Ethan Torchio, y el encuadre no pudo ser más perfecto. Así nació Måneskin, un grupo cuya música ha sido descrita como una fusión entre pop rock, rock alternativo, glam rock y hard rock, pero que a todos los que nos flipa el rock de los 70 y 80 nos atrae porque aportan totalmente aquellos sonidos y estética.

Según el líder Damiano David, la banda es «una transición entre la música del pasado hacia la modernidad». Su estilo, carácter y apariencia, que mezclan características del rock con rasgos de moda italianos, ha llamado poderosamente la atención, sobre todo en públicos jóvenes y eso, en mi opinión, es lo que les hace fuertes.

Este cómic cuenta la historia de una de las bandas que ahora encabeza las listas de éxitos de todo el mundo. Guia Cortassa y Sara Rotlich han llevado su historia al cómic. Tenemos aquí un gran regalo para los amantes de la música.

Reseña: La Verdadera Historia de la Edad Media, de De la Croix y Bercovici

A todos los que me rodean, habré dicho una y mil veces que mi época histórica favorita es y siempre será la Edad Media. Ese periodo histórico de la civilización occidental comprendido entre los siglos V y XV, de los que tanto me enamoré cuando los estudié a fondo en el instituto y del cual he ido empapándome de anécdotas y curiosidades con el paso de los años a través de libros, documentales e incluso pelis y series de TV que de algún modo la reflejaron. Una época donde el ser humano y sus sociedades fraguaron los estamentos los cuales muchos han llegado hasta el día de hoy. A lo que voy es que no me lo pensé dos veces a la hora de querer, adquirir, leer y reseñar este volumen de La verdadera historia de la Edad Media que Norma Editorial ha traído a nuestros lares desde el otro lado de los Pirineos. Joyita del cómic europeo que llega a nuestros país, unos de los cómics más chulos y graciosos que trata el tema de la Edad Media como verdaderamente se debería divulgar, al menos, entre los más jóvenes. Un tomo interesante si, como a mí, te interesa la Historia.

Recorreremos la Edad Media a través de veinte fechas elegidas. Aunque los capítulos se centran en una fecha concreta, los autores desarrollan cada tema o biografía de un personaje histórico a lo largo de varios años, incluso siglos. Por ejemplo, el capítulo sobre la toma de Constantinopla por los turcos explica el declive de la ciudad a lo largo del tiempo, no vemos simplemente su final. Aunque obviamente al ser un cómic de autores de la BD, todo está un poco orientado hacia Francia, y los otros países que encontramos son principalmente los de Oriente. Por lo tanto, los estados musulmanes (o reinos de Taifa) que surgieron en nuestro país o la Carta Magna, apenas se comentan.

Mas, tenemos un buen volumen de cómic europeo que no está mal para echar un buen rato de risas por el lado histórico. Algunos temas son demasiado conocidos (Juana de Arco, los crímenes de Gilles de Rais), pero también se aprenden cosas sobre temas de los que sólo conocía, en mi caso, muy por encima. Y eso es decir bastante. Porque como os decía no soy nuevo en estos lares. Pero lo que no me gustó mucho (quizás porque lo estaba disfrutando mucho) es que los capítulos son cortos por lo que no deberías esperar un álbum que profundice en los temas comentados.

Insisto en que el tipo de humor en este cómic sí que funcionó para mí. Es algo plano pero con detalles que sacan alguna sonrisa sólo de imaginarte como sería vivir ciertos momentos en aquella época. Si eres conocedor de ciertas costumbres ubicadas en el feudalismo, más gracia te harán.

Y el dibujo de Bercovici mola. Me gusta su estilo, aunque le falta un poco de dinamismo. Pero quiero pensar que esto está hecho intencionadamente.

La verdadera historia de la Edad Media, recomendado por mi parte.

Reseña: En los Vestuarios, de Timothé Le Boucher

Por lo visto, en 2017 con These disappearing days, Timothé Le Boucher ya había producido esta historia de «puerta cerrada», protagonizada por jóvenes adolescentes en un vestuario. En los vestuarios (La boîte à bulles) llega ahora a nuestro país de la mano de Yermo Ediciones y nos invita hoy a redescubrir aquel relato con una nueva presentación (nueva portada, nuevo título), una obra de cómic que reivindica y saca a la luz todo aquello por lo que pasamos algunos mientras fuimos estudiantes.

Una historia donde vemos escenas muy particulares que reconocemos, momentos muchos desagradables en ese cruel teatro del paso por la pubertad donde se concentran todas las rivalidades entre estos adultos en ciernes, permitiendo que la “edad estúpida” encuentre su plena expresión. Porque sin la supervisión de los adultos, esto llega a convertirse en una micro-sociedad abandonada a su suerte, la misma que florece (recordemos un poco El señor de las moscas), con sus propios códigos y sus propias clases sociales, donde todos serán juzgados en su propio derecho… O no.

Es también el lugar donde se revela la propia personalidad que va a empezar a nacer en cada chico o chica, donde hay que hacer alianzas juiciosas para sobrevivir; donde es mejor ser guapo y popular o caer bien, y si no, al menos, convertirse en el chivo expiatorio de la manada para que no te pateen el culo. En definitiva, el vestuario o los vestuarios de un colegio o instituto pueden ser una jungla donde abundan las novatadas de todo tipo, las bromas y los juegos estúpidos, donde queda excluida toda empatía, donde dependiendo de la cantidad de probabilidades de paso, lugar donde terminará ocurriendo una tragedia…

En un estilo cercano a Bastien Vivès, Timothé Le Boucher, también guionista de sus propias historias, se convierte en un diseñador de almas. A través de sus líneas simples y depuradas, apoyadas en un encuadre relevante, logra transcribir a la perfección la psicología de sus personajes en este álbum que hoy os reseño. La narración, dicho sea de paso, es muy fluida aunque logra mantener cierto suspense psicológico. Por lo tanto, no podemos más que saludar la iniciativa de Yermo de dar a conocer un tipo de cómic europeo así en nuestro país. Títulos que, siendo sincero, no suelen tener muy buena acogida por los fans pero que son necesarios para tratar temas que pocas veces salen a la luz. En los vestuarios es un álbum que inevitablemente atraerá a todo el público masculino, resonando inevitablemente en sus recuerdos del instituto, pero que, por su realismo y su tono justo, no debería dejar de atraer la atención del “sexo opuesto”. Me gustó la idea de desarrollar toda una historia en un solo lugar. Como dicen los críticos entendidos, hay un lado voyeur/reality-show en el tratamiento de la historia, ya que la mirada permanecerá constantemente dentro del vestuario. Incluso las imágenes del exterior nos llegan a través de las ventanas borrosas del vestuario. Por eso, la historia en sí es un estudio de personajes. El diseño de la portada me asustó un poco pero el interior no me disgustó.

Un cómic para reflexionar.