Reseña: Bone Parish. Volumen Uno, de Cullen Bunn, Jonas Scharf y Alez Guimaraes

Cullen Bum está de moda. Y es posiblemente el guionista de Terror actual que más puedo recomendar dentro del mundo del cómic americano. O incluso de novela, que dentro de nuestro país se edita más bien poco del mejor género de todos, y uno tiene que buscar en el noveno arte historias actuales que merezcan la pena. Y con actuales me refiero a recién creadas, que el autor viva y demás. Por que la novela clásica de Terror, siempre estará ahí en ese sillón piel esperando…

Y es que no es solo cosa mía. Cullen Bunn ya ha sido nominado al Premio Eisner y me consta que lo ganará tarde o temprano. Ya se pueden degustar por estos lares joyitas suyas como El Hombre Vacío, o la genial serie que publica Norma Editorial también, la ingeniosa Harrow County; otra de esas historias que el autor te deja con la miel en los labios y quieres más. Y ahora mismo, más es Bone Parish. Llega nueva serie del guionista de moda, esta vez junto al dibujante Jonas Scharf, ambos creadores de una serie que se vende como una inquietante mezcla de Terror y crimen que refleja con franqueza la manera en que nos conectamos, y desconectamos, del mundo que nos rodea. A lo que yo añadiría: » Y una escalofriante historia de terror nigromántica». Pues díganme ustedes si no llamarla así con una trama donde aparece una nueva droga en Nueva Orleans que lo está petando, elaborada con cenizas de gente muerta.

Bone Parish, desde el principio, establece las bases y presenta la premisa para una buena historia. Contiene intriga, misterio y por supuesto, Terror en las escenas en las que se descubre los efectos que provoca esta curiosa droga que a todos deleita. En pocas palabras, este primer TPB relata todo sobre una empresa familiar que produce y distribuye este, en principio, “medicamento único”, no disponible en ningún otro lugar. La droga está hecha de cadáveres humanos. Eso repugna o puede dar morbo, según. Ya sabéis como es el ser humano. Pero hay más. Los que se drogan con ella no solo alucinan, sino que experimentan hechos-momentos-anécdotas del pasado de los cadáveres absorbidos. En realidad, las viven. Y es por ello que para aumentar más el nivel, los que promueven la droga apuntan a cadáveres de celebridades y líderes muertos y otras personas importantes para crear un producto de calidad. O al menos, portador de una enorme experiencia. Que por supuesto, hay que pagar. Una maravilla que atraerá mucho la atención de otras familias mafiosas competidoras.

Cullen Bunn es de esos pocos guionistas de cómics que son como navajas suizas; de un lado u otro, le brotará una originalidad. Y para alguien como yo que en lo actual buscar eso (no historias que ya me contaron grandes maestros en el pasado), pues de lujo entonces. Además, Bunn tiene larga trayectoria, ha tenido largos recorridos con casi todas las grandes compañías de cómics y creo que así ha sabido forjarse y ser a día de hoy, uno de los escritores más consistentes y confiables de la industria. Y es que cuando sale una historia Cullen Bunn, puedes apostar que obtendrás una historia entretenida.

Con Bone Parish, más de lo mismo. Un comienzo increíblemente atractivo, un buen trabajo de enganche con una rapidísima presentación de los personajes y establecimiento de sus motivaciones iniciales y sus personalidades. Desde muy pronto, se tiene una gran idea de quiénes son estos miembros de la Familia y cómo interactúan entre ellos. Además, Scharf con sus trazos, muestra de forma efectiva cómo las drogas afectan a los usuarios. Y la idea de Bunn de incorporar la letra de una canción para transmitir lo que sienten en ciertas viñetas, me encantó. Por supuesto, sus famosos cliffhanger y giros increíbles, también.

Bone Parish. Volumen Uno, contiene los cuatro primeros números de una serie que tuvo doce números en USA. Me mola. Quedará en tres TPBs todo. Muchísimas ganas de saber más.

Reseña: Casacas Azules 1997-1999, de Raoul Calvin y Willy Lambil

Casacas Azules es todo un clásico de la escuela franco-belga, con más de cincuenta álbumes publicados. Volvemos a vivir una buena época con una serie maravillosa de aventuras y desventuras centrada en estos cómicos pero intrépidos soldados norteños, yankees del noveno arte, cuyos cómics han sobrevivido durante más de cuarenta años. Que se dice pronto. En particular, gracias a editoriales como Dolmen que piensan bastante en el aficionado al cómic europeo y que ponen en librerías clásicos de renombre en su más que recomendable colección Fuera Borda que retomara no hace mucho, y donde no paran de sacar joyitas. Todo en unos buenos tomos recopilatorios en tapa dura y a un precio bastante interesante. No es de extrañar su gran acogida.

Hasta la fecha han aparecido doce álbumes incluido este Casacas Azules 1997-1999. Tomos que van recogiendo paso a paso y por orden todos los títulos aparecidos en la aclamada serie. Obras de arte con cantidad de virtudes que si el aficionado medio nuevo supiera de su enorme calidad, pillaría sin duda. Y valoraría de corrido la gran labor que Dolmen Editorial hace con cada publicación. Perdonad mi entusiasmo, pero fue una de las series que más leí de pequeño gracias a mi tito USA (como yo lo llamo), del cual, y aún viviendo lejos, he heredado la pasión por el mejor cómic europeo. Recuerdo que mi tío leía con entusiasmo y reunía todo lo que se publicaba en nuestro país en la extinta revista Spirou Ardilla (¿entre 1979 y 1981?), donde molaba mucho leer una serie llamada Guerreras Azules que poco después Ediciones Junior cambió de nombre por Casacas Azules. En fin…, la nostalgia. El volumen que hoy os presento, el más reciente publicado, recoge los álbumes que comprendieron los años desde 1997 hasta 1999. Tres, exactamente.

En Los Hombres de Paja, Cauvin ofrece una historia (muy) correcta como de costumbre. El objetivo es enviar a Cornelius y Blutch a los confederados para que confiesen posiciones falsas al enemigo y así poder emboscarlos. Excepto que para ser creíble se necesita un oficial y por lo tanto, se nombra a Blutch… Por que… tiene… más parla… Genial el momento cuando sorprende a todos incluido el sargento. Un cómic que marca el regreso a un nivel de humor alto a través de la vergüenza de la situación que causa Chesterfield, quien obviamente tiene que controlar sus nervios frente a Blutch, un rango más alto ahora que su compañero.

En Los Fugitivos presenciamos algo triste: nuestros dos héroes favoritos teniendo que abandonar el ejército para mayor desgracia de Chester. Pero la historia vuelve a tener momentos cómicos con las desventuras de las que parecen no poder escapar nuestros protas. La idea del pequeño circo ambulante está chula, y también esos ladrones de caballos que plantean problemas. El dibujo de Lambil siempre fiel a sí mismo aquí es tan hermoso como clásico. Un magnífico diseñador. Que voy a decir de él a estas alturas.

En ¿Quién quiere liquidar al General?, Cauvin y Lambil regresan a lo más alto, al gran atractivo de la serie para mí; luchas, batallas, escaramuzas… Aunque aquí no es realmente contra los confederados, pese a estar presentes casi siempre al fondo. Se debe descubrir a un traidor que se esconde en el campamento y que especialmente quiere asesinar al General Grant. Pese a que no es una trama con mucho humor, o no es tan bueno como siempre, la aventura continúa. Dando la sensación de que grandes eventos están por llegar.

Casacas Azules goza de un humor apreciable y buenos personajes. Muy cercanos en apariencia y gracia al universo de Lucky Luke, en mi opinión. Casacas Azules es un clásico del western humorístico y un bestseller absoluto del cómic europeo. Ambientadas sus historias en la Guerra de Secesión y las hazañas del intrépido sargento Cornelius Chesterfield y su fiel (aunque a ratos rebelde) cabo Blutch, son desde hace más de cuatro décadas, una de las series más longevas y exitosas del célebre semanario Spirou. Casacas Azules era el nombre dado por los indios a las tropas de caballería que “mantenían el orden” en el Lejano Oeste. Dolmen Editorial se encarga de recuperar este grandísimo estandarte, joya del cómic que todo el mundo debería degustar.

Reseña: Sleeper (Integral), de Ed Brubaker y Sean Phillips

Ed Brubaker es el guionista de cómics favorito de muchos ahora mismo, y puede parecer normal. Es casi imposible creer que todos los guiones de este hombre sean tan buenos. De verdad, todos, o al menos todos y cada de uno de los que he leído hasta ahora lo son. Y he leído muchos. Como comenté por redes sociales en su día cuando terminé de leer el primer TPB de Sleeper hace ya casi cinco años… ¿Hollywood no se da cuenta de qué este hombre hace las mejores historias de género negro, acción e intriga del momento? La publicación de Sleeper por parte de ECC Ediciones fue todo un acierto. Si no el que más, es uno de los títulos más punteros del guionista. Una obra indispensable que no puede faltar en cómictecas que se precien. Lo bueno-bueno siempre a nuestro lado. Mi alabado Ed Brubaker es siempre una garantía de buena trama de género negro, acción e ideas originales. Por ello, que Sleeper vuelva a aparecer y lo haga en formato integro, es sin duda, otro acierto editorial.

Uno de los puntos fuertes de Sleeper son sus personajes. Genuinos, carismáticos, con potentes historias en sus orígenes; representan esa ambigüedad moral de la que Brubaker hace gala en sus obras. Los principales personajes protagonistas son El Conductor, T.A.O., Jack Lynch, pero sobre todo mis amados Miss Misery y Genocidio. Fue leer la primera historia y creer estar viviendo uno de esos momentos en los que te dices ¡Vaya ideaca! ¿Por qué no se me ocurrió a mí? Todo comienza cuando el agente Carver descubre que alguien está intentando en ponerse en contacto con él usando unos métodos bastantes extraños como son poner un cubo de basura junto a una farola y como fondo una letrero de neón. Un método que sólo utilizaba Lynch, un compañero suyo cuando trabajaba para el gobierno. Pero entonces: o Lynch sigue vivo (que sería imposible), o alguien le ha descubierto y sabe que es un agente doble. Así que se pone las pilas. Tiene saber qué ocurre. Vuelve a estar en peligro. Un poquito más.

Hechos como la historia de origen de Genocidio contada por él mismo, enfrentamientos que sólo buscaría un loco, sacar de un lugar súper vigilado el último Bastón de Cleopatra, o el enfrentamiento directo contra el jefe de la organización, el conocido por todos T.A.O. que aprovecha para narrar la historia de origen de Sleeper… Son guiones que hacen súper indispensable este integral. Y más. Mucho más. Misiones súper chulas, y también una tremenda encrucijada entre las dos mafias más poderosas del mundo que actúan en la sombra con dos interesantes personajes como líderes. Lynch intenta recuperar la confianza de Holden por lo que lleva a enfrentarlo a su exmujer, la cual a día de hoy se sigue preguntando porque los traicionó en su día. Por otro lado, la «femme fatale» que lo trae loco, Miss Misery, que lo lleva a la cama a cada momento y que es capaz de buscar sexo con un hombre lobo con tal de satisfacer sus instintos naturales… Pero, ¿qué tiene todo esto que ver con un asesinato en El Cairo? My friends, Sleeper es una serie en la que percibes poco a poco una tremenda profundidad. Una obra de arte en su conjunto.

Lo que me sorprende muchísimo de este titulo es el ritmo vertiginoso que prenden sus páginas. Añadan a eso giros argumentales que te dejan con el culo torcido, el ver empeorar o mejorar a Carver con cada paso, y de pronto, dar todo un giro y cambiar. Sleeper sabe a obra maestra cuando la degustas. La serie fue publicada por la compañía de cómics Wildstorm entre 2003 y 2005. Concebida originalmente como una serie limitada de doce números, su enorme éxito de público y crítica junto con un final abierto propiciaron la renovación para un segundo volumen, siendo éste finalmente de veinticuatro números en total. Y ahora todo-todito-todo en un sólo volumen, totalmente imprescindible de tener/leer/poseer.

Me parece genial que diversas editoriales sigan reparando-acaparando el objetivo de publicar cualquier título que firme el señor Brubaker. En serio, todavía no he leído nada malo, ni siquiera “normalito” de él. Un guionista cuya crítica vende bastante bien y del que se aprovechan bastante las editoriales por su poca obsesión por la pasta y sí por el deseo de crear una obra tras otra, por encima de todo. Aunque Sleeper no deja de ser una idea dentro de Universo Wildstorm, con el que Brubaker hace un homenaje a una de las obras más importantes que tuvo Image (aquella editorial independiente creada por el descontento en relación a la gestión de los derechos de autor y royalties por parte de siete autores de primer nivel). A lo que me refiero (y que no todo el mundo sabe) es que Alan Moore participó en esos primeros guiones, y tiene mucha culpa del reclutamiento de un nuevo equipo donde ya aparecía el misterioso T.A.O. (Tactical Augmented Organism: Organismo Tácticamente Aumentado). El villano más inteligente del mundo. Sabed entonces que T.A.O. fue creado por Alan Moore y ahora es aprovechado por Brubaker para Sleeper. Sólo de algo tan bueno, puede emerger algo tan espléndido.

Reseña: Marsupilami, de André Franquin y Varios Autores

Nuevo Nueve Editores es una editorial de cómic a la que seguir desde ya. Vienen pisando fuerte. Consideran que han llegado para revolucionar el mundo editorial del cómic, la novela gráfica, la literatura infantil y juvenil y el libro ilustrado en nuestro país. Y los veo cumpliendo. Creo que mucha culpa de ello lo tiene el hecho que cuentan con gente con bastante experiencia en el sector, y por supuesto, que saben elegir títulos nacionales y de cómic europeo con calidad para aparece en librerías. Así que casi con cualquier titulo vais a ver las energías que desbordan y las buenísimas ediciones a precios muy interesantes que presentan. Ya en 2019 editaron cositas chulas y para este 2020 empiezan fuerte. Uno de los títulos que más he disfrutado de ellos es este rescate de las historias cortas de Marsupilami. Uno de los más chulos personajes creados por el maestro André Franquin (1924-1997), un autor belga de los más importantes de todos los tiempos, iniciador y miembro de la llamada Escuela de Marcinelle, pero conocido, sobre todo, por sus maravillosos Spirou y Fantasio.

Marsupilami fue un animal creado en 1952 para las páginas de Spirou y Fantasio, con tan buena acogida que sus aventuras se convirtieron más tarde en series de dibujos animados e incluso en un videojuego para la extinta Sega Mega Drive. El nombre «marsupilami» proviene de la yuxtaposición de palabras marsupial y –ami (amigo en francés). Las aventuras de Marsupilami, originalmente en francés, han sido traducidas a varios idiomas, y gracias a Nuevo Nueve volvemos a tener entre nosotros un álbum de un personaje un tanto especial, un homenaje de dieciocho autores (Baba, Bertolucci, Bocquet, Brémaud, Camboni, Collin, Cossu, Filippi, Goulet, Hamon, Lapuss, Munuera, Pog, Priou, Ramon, Reynès, Sti y Tako); los cuales aportan su visión, a través de diez historias de estilos diferentes.

Un cómic que leerlo ha sido todo un placer. Diez tramas que rinden homenaje al legendario Marsupilami, guiones para redescubrir al personaje. Me gustan las colaboraciones de este tipo por que con ciertos títulos a uno siempre le queda la sensación de pensar en cómo serían manejados por otros creativos del sector. Y cuando nos llega la noticia del triste fallecimiento de un maestro sin igual, uno sólo le pide al mundo encontrar gente que sea capaz de acercarse mucho a las sensaciones que aportaba aquel dios del cómic que se fue. Y si no lo mismo, algo muy parecido. Entonces, ¿qué puede ser más mágico y divertido que leer unas cuantas historias del Marsu?

Operación M es una trama molona donde el Marsupilami es tratado como un alienígena y… Uy sí, no, bueno, no sé, por que tiene una sorpresita al final. ¿Los autores de este cuento querían irritan un poco a Franquin? Jajaj… Una Cacería Hinchada recupera ese humor juvenil con el que siempre contaba el originario personaje. Unos cazadores furtivos siendo castigados por la inteligencia de nuestro animal selvático favorito. Hará reír a los más pequeños. Fin de Semana en la Selva es una linda historia. Los peligros de la jungla bien mostrados, historia fiel al canon. Mi favorita del tomo. Turista me resultó un poco raruna. Aunque con una trama sencilla de ida y venida de turistas al hogar del Marsu.

Después del delirio alienígena del principio, en Orígenes pasamos a la Fantasía con un dibujazo de manga de calidad. Donde los autores establecen una pseudo-historia con el único propósito de que veamos como sería una batalla entre marsus y humanos. Mmmm…, no sé yo. En La Copa del Mundo de Cazadores Furtivos sí que volvemos a la diversión que uno siempre busca con el Marsupilami. Una mini historia bastante divertida pues, ¿un torneo de cazadores furtivos saldrá mal por culpa de quién? Las Hierbas Mágicas está bellamente ilustrada y es muy poética. Mis felicitaciones a los autores. El Ronquido del Marsupilami cuenta con unas viñetas tan hermosas, dignas de lienzo que.., bueno, la historia, no deja de ser una anécdota curiosa sobre lo que indica el título. Y por último, El Señuelo y Por sus Bonitos Ojos, son otros dos gags divertidos con la selva como fondo.

Realmente me ha gustado este álbum. Es agradable encontrar guiones diferentes y contiene ilustraciones que son una maravilla. La diversidad es esencial. Hoy en día los autores de la nueva generación hacen un homenaje al famoso marsupial en un díptico de historias cortas del que por el momento solo se puede degustar este primer volumen. ¿Queremos más? Sí, por favor, editores de Nuevo Nueve. Muchas ganas.

Reseña: Infinity 8. El Día del Apocalípsis, de Lewis Trondheim, Davy Mourier y Lorenzo De Felici

Si algo me quedaba por ver en la magnífica serie Infinity 8, era una ambientación a lo The Walking Dead dentro de esa inmensa nave cargada de tantas diferentes especies. De hecho, lo pensé cuando leí el primer o segundo álbum (En un lugar tan concurrido, una horda de zombies se pone hasta el culo…). Y así es. Un nuevo tomo de esta recomendable serie de la BD que está publicando Dibbuks en nuestro país, una obra que como amante del género zombie, he leído con entusiasmo particular. ¿Y la Ciencia Ficción? Ah…, cuantas aventuras espaciales nos hemos comido algunos ya. Y cuantas de ellas casi que vienen a ser lo mismo una y otra vez. Pero ah…, cómo nos entretienen a los que amamos un viaje por las estrellas. El hombre y el espacio. La mujer y las estrellas. Esa lejana frontera. El Más Allá. Cuantos deseos de estar ahí fuera. No me canso. ¿Tú te cansas? Por que yo no. Y cosas por las que brindo con el brazo muy alto es cuando dentro de la CF se toca el humor. Y si dentro de este mejunje se aliña con un poquito de Terror, pues no sé ya qué estamos hablando por que los ojos mis ojos empiezan a hacer chiribitas. My friends, todo esto vais a encontrar en el nuevo álbum de Infinity 8: El Día del Apocalípsis.

La atmósfera sangrienta y desenfadada de esta serie, me caló desde el principio. Aunque tengo que decir que la preciosa edición en tapa dura, brillante, con interiores súper chulos al más puro estilo radar-escáner de la nave; tiene mucha culpa. Te meten en vereda desde el principio. La edición es preciosa en mano y con un papel interior de gran calidad. Pero a lo que vamos. Para situarnos de nuevo, en las profundidades de una galaxia distante navega la nave de Clase A, Infinity-8. ¿Su destino? La galaxia de Andrómeda. ¿Su carga? No menos de 900.000 pasajeros de todas las razas conocidas hasta ahora, todas y cada una de ellos se divierten tomando el Sol con los pies en alto. ¿A bordo? De todo lo que puedas imaginar: políticos, sectas, terroristas, familias numerosas, viejales con muy mala leche… Todo controlado por una serie de oficiales de policía que llevan con orgullo la lycra como segunda piel y cuya misión es hacer que se cumpla el orden con puño de hierro. Suelen ser chicas, como habréis adivinado, y con cada una de ellas viviremos una aventura.

Por lo tanto, viva muy mucho la continuación de esta serie en nuestro país. Donde además vuelve el creador Lewis Trondheim al guión, y agrega los servicios de Davy Mourier mientras Lorenzo de Felici dibuja. Cambiamos, por supuesto, de heroína y es esta vez Ann Ninurta, madre soltera, quien luchará por mantener a su hija a la vez que los casos importantes surjan en su recorrido de la nave. Pues, ¿qué puede ser más duro que ser madre soltera y trabajar de oficial de seguridad? Un dilema al que enfrentarse cuando la situación se va al límite cuando llegan los zombies… Uff, un momento, la heroína se enfrenta a zombies pero esperad, esperad, es que aquí los zombies son alienígenas, son geniales, o mejor dicho, mucho más peligrosos. Y luego está Ann, que también es genial. Y no dice que no a un momento de coqueteo con un chico guapo, incluso si esos come-cerebros intergalácticos molestan un poco con su revoloteo. Aunque cierto es que el coqueteo con un chico guapo, rodeada de muertos vivientes, queda un poco extraño a la vez que sensual…

Un atmósfera ligera y tensa con cantidad de situaciones que te sacarán una sonrisa. Un excelente episodio de una serie que sigue un patrón, pero que protagonistas y argumentos son independientes dentro del mismo contexto. También está chulo ver que se hace referencia a ciertos personajes y hechos ocurridos en otros álbumes. Así que, humor negro por un tubo (como a mi me gusta), pero casi que cualquier tipo de humor viene perfectamente acorde con estas aventuras en el espacio. ¿Liberar tensiones? ¿Una vía de escape para que el lector no piense demasiado en los detalles?

Las cosas como son. A esta serie se le criticó bastante al principio un nivel de dibujo muy bajo para proceder de la siempre alabada BD. Una virtud ilustrada de la que suele ser ejemplo el conocido Cómic Europeo. Creo que por eso la serie ha ido cambiando de ilustrador casi con cada numero, quizás buscando una opinión mejor del lector, y bueno, yo ya dije que para mí, desde algunos números atrás, lo tenían más que conseguido. Entonces, ¿estamos ante la típica situación de dibujo poco atractivo pero argumento muy recomendable? Para mí, ya no. Estamos ante una serie de tomos súper recomendables que harán disfrutar al más pintado.

Reseña: RANI (Integral 1), de Jean Van Hamme y Alcante, Francis Valles y Christian Favrelle

Después de disfrutar de un buen cómic o libro, uno siempre se fija en su autor. Quiere saber mas, qué más ha hecho y si tiene más cositas buenas como la que acaba de leer. La esperanza, de momento, no se pierde. La opción del fallo (aunque sea un autor de renombre y lo acabes de descubrir), siempre está a un paso….

Jean Van Hamme (1939) es ese gran maestro que creó Thorgal. El cómic ahoraa tan de moda por el coleccionable sobre el que me pregunta bastante gente sí es recomendable  o no. Repito: prefiero aconsejar los integrales que está editando Norma. ¿Concretamente? Por todo. Pero a lo que íbamos, Van Hamme es un guionista y novelista francés que tiene en su haber otros grandes éxitos a descubrir: XIII, Largo Winch, HANS, El Gran Poder del Chninkel, Black & Mortimer…, y otra gran joyita a descubrir como mi recomendación de hoy. RANI, un cómic de aventuras históricas que Ponent Mon recopila en formato integral por primera vez en nuestro país. Los cuatro primeros tomos reunidos, de una serie que a poco que te gusten los relatos mosqueteros del reinado de Luis XV, vas a alucinar.

RANI nos traslada al siglo XVIII, la época en la que Francia encadenaba una serie de guerras (Guerra de Sucesión de Austria, Guerra de los Siete Años…), en la que deseaba demostrar su poderío a la vez que ponía a prueba a su propio pueblo (impuestos, hambruna…). La conquista de territorios en la India se la jugaban contra los ingleses y es Jolanne de Valcourt, hija de un marqués y una ama de llaves, la que emprende una búsqueda digna de las más grandes heroínas de las novelas de aventuras. Un cómic donde las descripciones de la India nos invitan a viajar y los personajes nos llevan de vuelta a su tiempo. Me gustó el lado histórico y me dejé conquistar por esta nueva marquesa…, temible adversario, que Van Hamme lleva un poco al extremo. El estilo del autor se hace notar. Es simple, atractivo, las secuencias de acciones son adictivas y pasamos las páginas a pesar de nosotros mismos para descubrir más y dejarnos llevar por otro nuevo encuentro. A la muerte del viejo marqués de Valcourt, su hijo depravado y brutal Philippe se hace cargo de la herencia familiar a expensas de su media hermana Jolanne, que sí que fue reconocida por su padre. Pero acusada de robo y complicidad en un asesinato, debe su vida a un espía inglés cuyo encanto y coraje la seducen en el acto. Recogida por una banda de ladrones de caminos y luego capturada, nuestra protagonista es condenada a muerte. Pero debido a su pertenencia a la nobleza, deberá ser ejecutada en París… Para luego comenzar una serie de aventuras, a cual más impresionante que la anterior. Donde veremos a Jolanne, por ejemplo, convertirse en Rani, esposa de un rajá de un pequeño estado de la India que se disputan entre ingleses y franceses.

Tenemos una inspiradora heroína de carácter feroz. Guiones que dan múltiples giros a las historias. Un cómic con el que rápidamente nos conquista con su escritura Van Hamme. Maneja el verbo como Jolanne su espada. Mientras leía RANI, no podía evitar pensar en aquel maravilloso libro que leí en su día recomendado por mi profesora de Literatura favorita, la conocida novela Pabellones Lejanos, de Mary Margaret Kaye. También sucedía en la India pero en el siglo XIX. My friends, ser lector distinguido, romántico, imaginativo y algo azúl como dicen mis compatriotas norteamericanos, no es prerrogativa de buen lector. Incluso los hombres más duros, los amantes de la acción casi sin argumentos, pueden ser conquistados por las aventuras rítmicas y fascinantes como las que propone RANI. ¿Y por qué digo esto? Pues por que, por supuesto, conozco a Jean Van Hamme, prolífico escritor y guionista de televisión, cine, y cómics, y aquí parece otro. Y no sé si tiene que ver que se asociara para esta obra con François Forestier (periodista, biógrafo y escritor), por que la idea principal de RANI era un guión para serie de televisión. El caso, es que ciertos detractores podrían tirar por el siempre deleznable sendero de criticar una obra por que esperan que un autor de renombre siempre escriba guiones similares o referentes a sus grandes éxitos. Uff… A mí lo que me importa es que he disfrutado RANI como un cosaco, como un poseso, y que ya está aquí en nuestras librerías. Vio la luz en el noveno arte que para mí, es el mejor de todos. Y así la he disfrutado.

Esperando el segundo integral con muchas ganas.

Reseña: Brechas – Líneas del Frente, de Sylvain Runberg y Joan Urgell

Pernissi es un pequeño pueblo que la guerra civil había obviado hasta ahora. Pero las fuerzas armadas del país aparecen de pronto para perseguir y combatir a los patriotas rebeldes que el gobierno considera traidores. La doctora y miembro del consejo municipal de esta comuna, Juliana Brovic, en un papel improvisado de mediadora, luchará por que la convivencia sea posible y continúe todo en un clima de paz. Incapaz de dominar en casi todos los parámetros, la situación comienza a írsele de las manos…

Imaginar la tragedia de la peor guerra, la que enfrenta a personas, vecinos, familias, lamentablemente, ya no es muy difícil en la historia de nuestro tiempo. El conflicto sirio, con sus cientos de miles de muertos, sus millones de refugiados y su horrible resultado, nos lo recuerda actualmente, mientras que la guerra de los Balcanes aún se mantiene en el recuerdo de los que de algún modo la vivimos en los 90. En esta atmósfera de horror e incertidumbre constante se mueve Brechas, la nueva serie que Yermo Ediciones nos rescata de la BD, cuya portada y argumento me encandiló y quise saber más. De hecho, sé porqué me sentí terriblemente atraído a leerla. Os revelaré el secreto. Durante un mes de mi servicio como militar participé en unas maniobras con los Cascos Azules en una zona no muy conflictiva de los Balcanes en su posguerra. Y aún así, tuve tiempo de visualizar el horror de algo muy parecido a lo que propone Brechas.

Nos traslada al corazón de un pueblo lluvioso, en un duro invierno, con personajes tan diversos como fácilmente identificables que se vuelven sombras en cuanto se alejan. Desde la atenta mirada de la valiente madre doctora, el alcalde algo cobarde pero concienzudo, el profesional duro pero justo, y hasta el capitán belicoso y sediento de sangre… En cada uno de ellos encontramos un poquito de ADN del terrible ser humano que ha llegado hasta nuestros días. Una impresión de «déjà vu» constante en este tipo de situaciones. Donde los militares (no del cómic) van siempre con desventaja ante la idea de ayudar, pero otros (como los del cómic) a ojos del oriundo son represores o conquistadores. Y los rebeldes, cuando los conoces, parecen cualquier cosa menos blanco-nieve, también hay que decirlo. Son los inocentes, los ajenos a tanto politiqueo que sólo quieren disfrutar de la vida, los que terminan por pagar el precio más alto de los enfrentamientos de los demás.

Francamente, la inmersión en esta triste aldea, que sufre cortes de energía, privación de alimentos, asesinatos y bombardeos, se realiza con facilidad por que todo suena fácilmente a real. El dibujo de tonos sombríos de Joan Urgell ayuda bastante al ingreso en la trama. A la imaginación de como tuvo que ser,  o es vivir en casas en ruinas, rodeado de personajes que han trabajado duramente en las minas, la pobreza que claramente ha invadido esos corazones y las características de personas que luchan por seguir viviendo aunque sólo sea para vislumbrar el final del conflicto. Los mismos soldados incluidos, que aunque están mejor preparados, y son rectos y disciplinados, también son personas aunque se les impida ponerse en el lugar del bando contrario, en muchos casos simplemente civiles. Cruzar esa línea que se puede delimitar fácilmente con simple hierro.

Al igual que los violentos enfrentamientos que desgarraron a la ex-Yugoslavia, acontecimientos dramáticos que sacudieron a Ucrania o más recientemente lo que se vive en Siria, Sylvain Runberg (Hammerfall, Orbital) examina cuidadosamente un conflicto analizando las relaciones que se oponen y dividen las fuerzas legitimistas de un Estado frente a su población. Un primer volumen que expone tensiones, manipulaciones psicológicas y sus primeras consecuencias, en detrimento de menos escenas de acción y batallas. Y sí. Estáis en lo cierto si pensáis que Brechas, no es una obra hermosa en el sentido que si sois corazones sensibles, su apariencia y argumento puede afectar bastante y acercaros quizás demasiado al horror. Propone inquietud, en un momento como el que vivimos donde casi todos los países del primer mundo están viviendo un resurgimiento de los nacionalismos. Sabemos que este auge en un momento u otro termina por colapsar la paz y la democracia. Europa es experta en esas desviaciones. Por lo que Brechas no deja de ser un álbum de argumento temible, pero también el principio de una serie muy recomendable, un toque a la moral y una advertencia a esas sombras acechadoras que el ser humano siempre tiene tras la puerta.

Reseña: La Jauría, de Cédric Simon, Éric Stalner y Émile Zola

La recuperación de una exitosa historia, un gran homenaje, la oportunidad de redescubrir (o descubrir) el Rougon-Macquart, la ferocidad de Zola retratando a cierta burguesía decadente o en formato cómic, la forma intransigente de mostrar un descenso a los infiernos… Sinceramente, después de no haber disfrutado nada con la serie Exilium en su día, cierto y verdad es, que me daba algo de miedo enfrentarme a La Jauría. Pero afortunadamente uno ha aprendido con los años a dar segundas oportunidades a las personas, en especial, escritores, guionistas, o incluso directores de cine. Por que vamos todos en el mismo saco. Y por que uno evoluciona (o no) con el paso de los inviernos. El caso es que con tan atractiva portada y con el hecho de estar basado en la novela del gran Emile Zola, me dije a mí mismo que La Jauría debía merecer la penar sí o sí. Y mereció la pena, ya lo creo. Nos libre Dios de no dar segundas oportunidades.

La principal diferencia con Exilium, es que aquí ya sí se alcanza la maestría en términos de guión, dibujo y la capacidad de conseguir recrear un mundo pasado. Momentos espléndidos, personajes típicos del Segundo Imperio súper bien representados. Aristide Saccard, el «héroe» de esta historia, es un advenedizo dispuesto a hacer cualquier cosa para ganar siempre más. El pobre Renée, su esposa y víctima, son almas perdidas en un mundo de tiburones. Esto sería un rápido resumen de este volumen que edita Ponent Mon. Una maravilla que casi me hizo querer buscar para leer la novela de Zola. Pero me bastaron las ciento veinticinco páginas de La Jauría en formato en viñeta para quedar prendado de una historia pudo ser muy real.

¿Y qué trata exactamente? El día después de que Napoleón Bonaparte tomara el poder, Aristide Rougon llegó a París acompañado por su esposa Angèle y su hijo Maxime. Tenemos así a un ex-republicano recién convertido al Imperio, obsesionado con hacer una fortuna. Su hermano Eugène le consiguió un lugar en la administración del ayuntamiento de la capital y Aristide cambia su nombre y ahora se llama Saccard. Su instinto le dice que lo bueno está por llegar, las puertas de la riqueza a un paso, por eso como un depredador se agacha, observa paciente, listo para actuar tan pronto como se presente la oportunidad. De salud frágil, Angèle muere, Maxime es enviado a las provincias, es decir, la esperada oportunidad para sacar el especulador que vive en él. Y la oportunidad se engorda con un «matrimonio arreglado” que le garantiza una base monetaria sólida y casi el control sobre los planes de reestructuración parisina orquestados por Haussmann. La contratación de un candidato sin escrúpulos que le permitirá el ascenso soñado…

Me comentó mi tito americano -ese del que os hablo siempre, súper amante del cómic europeo y residente en Brooklyn, incongruencias del destino…-, que la novela de Émile Zola (La Curée, 1871) sigue dos ejes complementarios: los excesos de especulación a favor de las ambiciones imperiales y el itinerario sentimental de Renée. Todo en un contexto de prohibiciones y tórrida sensualidad. Pues Zola pintaba una sociedad con desigualdades escandalosas y flagrantes como probablemente abundó en la época. Aquí, Cédric Simon al guión y Éric Stalner a guión y dibujo, no se alejan mucho de la fuente principal. La relevancia de adaptarla fue lo que primó. La premisa es fiel al trabajo original, simplifican el tema, pero tampoco mucho. Lo que no quita que encontremos escenas ardientes en el restaurante de la colina Montmartre, festejos que se daban en mansiones privadas, todo con un erotismo poderoso de una época de gran esplendor y derroche en el país galo.

El tratamiento gráfico depende de la ambición artística de Éric Stalner que pinta un siglo XIX creíble y preciso. Muy destacable es la genial recreación de la arquitectura exterior, decoración interior o ropa y accesorios de los protagonistas. Un desafío atrevido que te lleva a leer La Jauría en tu sillón, bien maravillado por lo que tienes entre manos. Una obra maestramente adaptada con una red de amores imposibles, una pintura del capitalismo amoral, un episodio en la historia de la Ciudad de la Luz, en la que obviamente también tenían lugar cantidad de sombras.

Reseña: Wannsee, de Fabrice Le Hénanff

Aficionado a este período histórico, me dejé convencer por las críticas y recomendaciones de mi tito americano hacia Wannsee. «No puede faltar este álbum entre tus lecturas», dijo, él habla así, muy a lo Yoda. Especialmente porque el autor Fabrice Le Hénanff ya ha ejecutado dos excelentes obras sobre la guerra: Ostfront que sucede en Stalingrado y Westfront, en los acontecimientos que se dieron más hacia el oeste. Ambas perturbadoras y a la vez instructivas. Pero Wannsee es un cómic algo especial dado el tema que pretende cubrir. De hecho, Le Hénanff aborda un argumento que no es para nada desconocido de la Segunda Guerra Mundial. Pero que, sin embargo, es un punto de inflexión en el destino reservado a los judíos durante dicho holocausto. La horrorosa implementación de la conocida Solución Final.

Ahora que se cumple el 75º aniversario y que varias decenas de jefes de Estado y de Gobierno han acompañado a las víctimas del Holocausto, que se han congregado en Auschwitz para celebrar y conmemorar la liberación del peor de todos los campos de concentración creado por los nazis; no es mal momento para leer y tener presente hecho relevantes como los que se cuentan en Wannsee. Pues si no somos realmente conscientes de las consecuencias de lo sucedido, ¿quién puede en lo más mínimo imaginar que dicha “solución” se decidió en apenas hora y media en una casa espléndida después de una reunión en principio irrelevante?

No obstante, al ser un tema histórico y verificado, Wannsee deja poco espacio para la libertad artística. Lo que hace el autor es trivializar de algún modo la violencia, para mostrar cómo se decidió casi de forma casual el destino de millones de personas. En esto, reside el terror, la frialdad y todo lo que a vuestros huesos de personas moralmente razonables, va a afectar.

Lo que no quita que Wannsee cuente una historia realmente interesante y atraiga más a una audiencia que no haya tenido la oportunidad de ir a un campo de concentración para ver con sus propios ojos la aterradora industria de la muerte, el cinismo nazi y la deshumanización total de las cosas. En esto, dicho álbum de la BD, esplende. Con un dibujo aletargado, una paleta de colores de tonos tristes y fríos, diseños muy particulares, que dan a los sujetos una densidad sorprendente, reforzando su frialdad. Una obra en su conjunto que permite una lectura clara de los eventos y especialmente de los personajes. Con susodichos que se aferran a unas ideas tremebundamente locas y las proponen como si de algo mundano se tratase.

Finiquitando así, un cómic de tema histórico-doloroso que se las arregla para tratar con sutileza uno de los eventos más terroríficos de la historia: la Conferencia de Wannsee, que desencadena la implementación de la Solución Final por parte de la Alemania nazi. Un guión del que presientes por parte del autor del cómic un anterior trabajo de documentación donde obviamente elige voluntariamente un enfoque estrictamente objetivo, sin emoción o interpretación, y lo lleva a un cierre concreto con una poderosa tensión provocada que hacia tiempo que no sufría como lector.

Dijo Fabrice Le Hénanff en una entrevista en Ligne Claire: «Primero fue necesario encontrar el texto original, el protocolo Wannsee y ver qué había dentro. Estaba limitado a quince páginas. El desafío era poner todo el texto en un cómic. Fue difícil ponerlo todo en su lugar. Luego la realización fue lo suficientemente rápida, aunque fueron tres años de trabajo en total. Cuando estaba haciendo el álbum, tenía los documentos, era necesario verificar, recortar…».

Un cómic que araña la moral. Un álbum para guardar y volver a leer. Ya conocéis el dicho.

Reseña: Pieles Rojas, de Paolo Eleuteri Serpieri

Los amantes del buen cómic y del género Western estmos de enhorabuena. Y aunque a veces la espera de algún titulo que merezca la pena, se hace larga, uno siempre tiene la esperanza que entre las editoriales que publican asiduamente cómic europeo en nuestro país, aparezca alguna joyita. Por eso, nunca me cansaré de deciros que como mínimo vuestro ojito derecho debe estar puesto siempre-siempre en Ponent Mon; editorial gracias a la cual (por-ejemplo-por-ejemplo) podemos acceder a joyitas de la BD como Apache Junction, Simón del Río o el glorioso integral de Manos Kelly. La misma editorial que alcanza el podio del aficionado al comenzar a publicar volúmenes del maestro Serpieri como Las Reglas del Oeste, Lakota, La India Blanca y otras historias de mujeres o este magnífico volumen de relatos que os traigo hoy llamado Pieles Rojas.

Y es que con Pieles Rojas se contribuye a los inicios del autor italiano. Los nuevos amantes del cómic pueden no saber que antes de hacer Ciencia Ficción y dibujar buenas nalgas femeninas (¡Cómo en Druuna!), Paolo Serpieri comenzó de forma inteligente con lo que molaba en el momento; haciendo relatos cortos del Oeste en formato viñeta. Sus primeros trabajos, gracias a Ponent Mon, ahora recuperados de la legendaria publicación italiana Mosquito. Con todo lo ideal para abstraerse en esa visión casi antropológica de la cultura nativa americana.

Cheyennes, pawnees… Lejanas estepas de color amarillento y amarronado donde cuervos carroñeros sondean tribus que recorren el sendero, la cuenca del río Plateado en las actuales Nebraska y Kansas. Auténticas tribus repletas de historias sugerentes que contar, llamativas y con trasfondo. Tramas que narrar, siempre vestidos con su indumentaria gobernada de pieles de animales y plumas con los más diversos tonos de ocultación. Historias de estos hombres curtidos en el dolor, entre los susurros de atardeceres bajo la sombra de las Rocosas, aventuras que Serpieri muestra  de forma bastante realista y que vieran la luz a finales de los años 70.

En Pieles Rojas descubrimos así al indio que con desazón está tratando de conformarse con la llegada a sus tierras de la cultura blanca. El indio místico, el indio en guerra que es cauto y preserva su juego, y por supuesto, aquellos trabajos duros que conllevaba la trashumancia entre bisontes y pieles rojas. Historias que no brillan por la percusión de sus escenarios, Serpieri siempre fue más de acercarnos a los personajes en demasía, a sus interiores, haciéndose principalmente descriptivo con sus moralidades a través de bocadillos de pensamiento y cajas narrativas. ¿Qué les preocupa¿ ¿Qué les incita a seguir hacia delante? ¿Tienen mucho que perder? Todo en una vena muy cercana a lo que hacía Giraud, Manara o Boucq.

En este genial recopilatorio se aprovecha además, la llegada a su fin del siglo XIX, cuando en América del Norte dos grandes civilizaciones se enfrentaban a muerte. Así se cierra un volumen que tiene como objetivo un apasionante viaje al Lejano Oeste, el cuarto de una cuatrilogía de autor podríamos decir, ese mismo que sabía reflejar como pocos, dichos momentos de supervivencia casi diaria. Para saber más. Destinos inevitables y otros lances del destino que muy pocos esperan. La vida misma pero atractiva en lo que se refiere a viejas historias de frontera. Como amante de la originalidad, para mí brillan. Historias cortas de las que hablar poco, es contar demasiado. Joyas muy destacables en este tomo como De cómo se convirtió en bandido Cola de Zorro, El Sortilegio del Espíritu de las Aguas y la inmersiva Takuat. Si aún no lo habéis notado, os adelanto que para mí Serpieri, es uno de los más grandes ilustradores que ha parido el Viejo Continente. Paolo Eleuteri Serpieri (1944), un guionista e ilustrador de cómics italiano, de todos conocido por sus trabajos de representaciones muy detalladas.

Ahora casi que descanso a gusto. O no. Por que uno siempre quiere más. Más de lo bueno. Lakota, La India Blanca y otras historias de mujeres y Las Reglas del Oeste son genialidades que ya se encuentran en mi cómicteca en lugar destacable. Pieles Rojas se les une con los abrazos abiertos. Serpieri enmarcando perfectamente escenas detalladas y documentadas. Su tinta negra profunda como modelo de equilibrio, tanto en términos de decoración cercana como de personajes expresivos y disfrazados. Su cese de los cómics por razones médicas es una gran pérdida para el noveno arte. Mucha fuerza, maestro italiano.