Reseña: Los Niños Salvados (Ocho Historias de Supervivencia), de Philippe Thirault y VVAA

Los Niños Salvados es un cómic de alta sensibilidad moral con un tema grave como puede ser el testimonio de ocho niños judíos que pasaron penurias y casi murieron durante la Segunda Guerra Mundial intentando escapar de la política de exterminio nazi. Personalmente, pienso que no hay nada más vil en este mundo que hacer daño a un niño. Es la peor circunstancia agravante pues me conozco de sobras la ley y puedo decir y defender que aún hoy apenas están protegidos. Pero aquí estamos hablando de niños judíos separados de sus padres, deportados como ganado para agonizar en los campos de exterminio…, es decir, lo peor de lo peor que podáis imaginar. Simone Veil hace un pequeño prólogo al principio de este curioso álbum que edita Ponent Mon, indicando que es un tema difícil de expresar, escribir e incluso dibujar. ¡Pues claro! Siempre he dicho que los autores que tratan este tema tienen que gozar de un gran autocontrol moral. Sin embargo, cuenta Simone que estaba convencida del resultado.

Ocho historias de vida que muestran lo difícil que es escapar de la trampa nazi proporcionando una visión general de varias situaciones existentes: el destino de los judíos de Salónica, la vida en los guetos, el rescate de niños en Francia, Austria y Países Bajos. Historias reales, violentas, a veces crueles, auténticas e inscritas para siempre en una de las peores tragedias que la humanidad haya conocido. Como dice la sinopsis editorial, una obra primordial contra el olvido, un cómic para leer despacio. Testimonios conmovedores trabajados por un mismo guionista, pero con ilustradores diferentes. Y cada historia con una foto real del niño, lo que establece una relación cercana con el lector. Se llaman Alik, Alisa o Rachel, tenían diez años durante la Segunda Guerra Mundial y sobrevivieron al Holocausto. A través de su testificación, sabremos como pudieron escapar del horror, su partida al extranjero, pero también la angustia de dejar a familiares y amigos en manos del enemigo.

Una muy buena lectura para recordarnos que lo inimaginable sucedió hace poco más de setenta años. Ocho testimonios de niños que escaparon de los campos de exterminio, a menudo dejando a la familia, escondiéndose, cambiando su nombre y religión, viajando por países desconocidos. Una verdadera hazaña escapar de esta monstruosa organización creada solo para el Mal. Testimonios adaptados y escritos por Philippe Thirault y dibujados por ocho diseñadores diferentes. Todos los testimonios son tan impresionantes entre sí, se complementan y ofrecen una visión global de este triste momento enel que se lanzó el genocidio judío. Un trabajo colectivo, gráficamente exitoso cuyo objetivo principal es hacernos conscientes de los errores del pasado para nunca repetir semejante monstruosidad.

Los Niños Salvados es una recolecta de historias que son, por supuesto, dolorosas. El viejo continente estaba sucio hacia finales de los años 30. La humanidad inhumana avegaba en el contexto de guerra. En mi opinión, en cuanto a sentimientos, pudo ser la peor, la más odiosa frente al prójimo, por el remordimiento general de la mala vida que llevaba un alto porcentaje de la población. Se juntó todo. Debe recordarse que 1,5 millones de niños menores de 15 años perecieron en el Holocausto. Y es la primera vez que encuentro una obra particularmente interesada en este tema. Por eso creo que Los Niños Salvados logra su objetivo y que nunca podremos hacer demasiado por explicar a generaciones posteriores lo que realmente fue vivir aquello. ¿Por qué? Porque vivimos en una sociedad de consumo materialista que desarrolla el egoísmo y la rapacidad de manera bastante simple. Todo lo opuesto.

Encontraremos al final del tomo un interesante archivo educativo sobre el destino de los niños judíos durante y después del Holocausto. Se salvaron, por supuesto, ¡pero a qué precio! Testimonios que es esencial conocer.

Muy recomendable lectura.

Reseña: Moonshadow, de J.M. DeMatteis, Jon J. Muth y VVAA

Moonshadow fue una de las series de cómics más aclamadas de los 80s cuando salió por primera vez en Epic. Una secuela, Farewell Moonshadow, vio la luz en la siempre recomendable Vértigo en 1997. Ahora, muchos años después, Dark Horse y Panini Cómics a través del sello Evolution Cómics, acaban de publicar en nuestro país una lujosa edición en tapa dura que reproduce la serie original. Encima, con una sección de material adicional. A ver, por si aún no me habéis entendido: ¡Sí! ¡Llegó el momento! ¡Tenéis qué haceros con esta maravilla ahora que por fin vuelve a estar disponible! La obra que llevó a lo más alto a su escritor y creador J.M. DeMatteis, una obra que muchos años después sigue proyectando una enorme sombra sobre su carrera. Algo muy parecido a lo que le sucede a Neil Gaiman con Sandman.

Conoce a Moonshadow, el hijo de una joven hippie judía y un globo de luz alienígena alocado y sonriente. Esta serie, originalmente producida en doce partes, fue escrita y editada en lo maravillosos años 80, pero reeditada en 1994 y 1995, que es cuando yo la conocí por primera vez. Eres joven, sin dinero para todo lo que deseas, series que tristemente tienes que dejar pasar, y para colmo, ningún amigo cercano la continúa; que era el método entonces para poder leer algo que no coleccionabas. Pero recuerdo que me gustó mucho y que tuve esa espinita clavada largo tiempo. Además, enganchaba. Una historia de un viaje hacia la madurez y el despertar. Ideal para aquellos maravillosos años.

Moonshadow es un cómic perspicaz, brillante y absolutamente hermoso. Con impresionantes obras de arte pintadas en acuarela, cortesía de Jon J. Muth. Las palabras y las imágenes fluyen y se mezclan en perfecta armonía. La serie está bien escrita, es tranquila, dulce y conmovedora a la vez. Al releer el inicio, bonitos recuerdos afloraron en mí y ciertos momentos me encogieron el corazón. Moon deambula por el universo, ve morir a su madre, pasa tiempo en un manicomio, se une al ejército, pierde su virginidad, encuentra brevemente un hogar y luego lo pierde… Una trama constante que no para, con un protagonista que le va sucediendo una cosa tras otra. Su padre (componente de una raza de seres aparentemente omnipotentes pero completamente impredecibles) aparece a intervalos aleatorios y a veces solo para burlarse de Moon. Según como te coja el cuerpo, los encuentros y desencuentros con este ser, te ponen de los nervios. Una serie narrada por un viejo señor Moonshadow, del que te compadeces después de todo lo vivido, sentimientos hacia un narrador afligido.

Por otra parte, varios mini arcos argumentales. Con cierta mención al Viaje al Despertar, de Moonshadow, te mantienen totalmente intrigado (cómo lo estás ahora) sobre la naturaleza de esta idea. Bien, pues deciros, que al igual que todos ustedes y después de leer los primeros doce números en aquellos años, muchos lectores movieron este tema tanto que se le tuvo que preguntar al autor sobre su significado. Me parece curioso, por que los que hemos leído mucho sabemos que es una idea general creada por el autor, qué únicamente debe quedar como referente en tu subconsciente (o en la retina, como se dice ahora) durante la lectura. Ella sola debe evolucionar para que comprenda a qué se refiere. Pero no es dificil, mi opinión es, que quizás fuera una idea demasiado madura para niños lectores de entonces. Sólo hay que poner atención a cuando Moon y sus compañeros llegan al planeta Shree-Quack-Quack, y dan con un profeta que afirma haber descubierto el significado de la vida. Uno por uno, sus compañeros se unen a la multitud de seguidores de H’onnka, marchando felizmente en círculos hacia el profeta. Ese que tiene acciones ilógicas y ridículas, pero sus seguidores aparentemente tienen total fe en conocerlo. Sin embargo, Moon se aparta, solo, dirigido por el fantasma (o el recuerdo) de su madre muerta. Y es allí, en una cueva solitaria donde llega al final de su viaje.

La metáfora está servida. La metáfora de la vida.

Moonshadow es un integral que acaba de ver la luz en librerías. La obra definitiva de J.M. DeMatteis, Jon J. Muth, Kent Williams, incluso de George Pratt. Una idea, un mundo, un cómic inspirado en la canción de Cat Stevens del mismo nombre. Una sátira en forma de cuento de hadas ecléctico muy peculiar. Contada por un Moonshadow de ciento veinte años de edad. El trabajo de una vida. Una serie como ésta es un poco como una Prueba de Rorschach: personas hambrientas de misticismo y revelación encontrarán una aventura inolvidable. Las que no, sólo un cómic de Fantasía.

Reseña: Preferencias del Sistema, de Ugo Bienvenu

Preferencias del Sistema estuvo entre las historias nominadas en la selección de Angoumois y resultó ganadora del Gran Premio de la Crítica ACBD 2020 en Francia. Una trama con muchas virtudes, especialmente por sus temas elegidos: inteligencia artificial, memoria, transmisión y revisionismo cultural a través de la cuestión del almacenamiento de datos. Algo que ya casi nos gobierna a todos, al menos, una parte de nuestras vidas empieza a pensar constantemente en ello. Un thriller de anticipación o Ciencia Ficción en la forma, que nos lleva a preguntarnos sobre la abundancia de información en esta nuestra era de Internet, y su importancia. Información de todo tipo, desde la más inútil hasta la más consistente desde un punto de vista intelectual, que a través de ciertas “memorias” puede convertirse en datos poco digeribles, pues llegará el día en que miles de millones de páginas de datos abstractos e indiferenciados, ya no estarán al alcance de nuestro pobre cerebro humano. Y solo será accesible a las inteligencias artificiales de ese futuro cercano que empieza a asomar por el horizonte.

Una perspectiva un tanto aterradora para la curiosidad natural de cualquier ser que aspire a un conocimiento exhaustivo de cualquier tipo de tema cultural. Además, en Preferencias del Sistema, surge otro problema: el almacenamiento de datos puede no ser extensible indefinidamente y requerirá en algún momento solucionarlo eliminando lo «no deseado». Eso que ocupa espacio en las memorias de la computadora sin ser consultado. ¿Os suena? Qué debemos conservar, qué debemos eliminar y quién decidirá sobre ello. En este cómic traído desde la siempre recomendable BD por la editorial Ponent Mon, Ugo Bienvenu utiliza como enganche el film de culto 2001: Una Odisea en el Espacio; las autoridades han decidido eliminar la pelicula para siempre de la memoria colectiva. ¿La razón? Una totalmente hipócrita: según las directivas oficiales, las películas de vacaciones del Sr. Duchmoll tendrían una tasa de visualización mucho más alta y eso no se corresponde con las «cuotas requeridas». Por lo tanto, es un robot quien se encargará de preservar en secreto ese trabajo monumental, por iniciativa de un empleado del centro de almacenamiento. Éste, gran admirador de la película, pondrá en peligro su vida al cargar varios archivos (incluido la 2001), en la memoria interna de su androide doméstico. Acto que se considera un delito grave según la ley vigente. Y el robot, que lleva al hijo de la pareja en su seno, será responsable de proteger tanto a la descendencia como a los datos personales preciosos de su interior. Hasta que las cosas se pongan feas…

Una historia diferente, atractiva e inusual como a mi parecer debe presentar siempre una trama de Ciencia Ficción. Con un ritmo creciente pero también algunos momentos bonitos de poesía, y una cierta complicidad que se manifiesta entre el joven huérfano y su ciber-tutor; Preferencias del Sistema es un cómic que gustará a todo aquel que lo intente. Y no importa si no entiendes las referencias a la I.A. de 2001, o no has visto la película (aunque te aseguro que querrás verla), Ugo Bienvenu inserta referencias a otras muchas obras. Autores como Rimbaud, Alfred de Musset o incluso al cantante J.J. Goldman y su The Little Mermaid.

Preferencias del Sistema es de esas obras que se vuelven recomendables por su originalidad. De esos cómics que recuerdas cuando alguien te pide un titulo para leer, de los últimos que te hayan sorprendido. Una visión visionaria y verdadera que se volverá creíble con los años. Al contrario que lo que denunciaba Bradbury en su Fahrenheit 451, aquí no son los bomberos los que deben quemar libros, sino funcionarios administrativos haciendo lo propio con trabajos digitales para un mismo destino. Y con un dibujo tan realista y cercano a las novelas fotográficas que abruma.

Así es Preferencias del Sistema.

Reseña: Sharkey. Cazarrecompensas, de Mark Millar y Simone Bianchi

No sé si hay compromiso de algún tipo pero en nuestro país, las obras que va pariendo el gran Mark Millar las suele traer Panini Cómics. Son historias curiosas, atractivas, con ese toque de originalidad independiente que sólo los que tienen el don saben crear. Lo que se ha dado en llamar el Millar´s World. Ha estado trabajando con Netflix durante algún tiempo en el desarrollo de sus títulos en formato peli, de ahí que muchos de su cómics los conozcáis más por el formato film. Como guionista, a muchos nos tiene ganado desde hace años. Estamos hablando del creador de The Authority, Wanted, Kick-Ass, entre otras muchas obras, pero sobre todo el que ideó la famosa y potente etapa de Marvel denominada Civil War. Ah, y también la saga de Kingsman: The Secret Service, tan de moda ahora en cines. Vamos, que como autor, os debería sonar a casi todos. Y como seguidor de todo lo que hace este hombre, ahí estoy siempre al quite por que ya os digo, son historias que no dejan indiferente.

Y con Sharkey: Cazarrecompensas lo vuelve hacer.

La historia se centra en un cazarrecompensas calvo y de piel azul, portador de un malvado mostacho setentero y una actitud sin pretensiones llamado Sharkey. Ex-miembro de una división de élite de operaciones especiales, Sharkey ahora se gana la vida como cazarrecompensas, viajando por el espacio con su camión de helados propulsado por cohetes, y cazando a los criminales más notorios de la galaxia. Después de prender y recoger la recompensa por el criminal Multiple Jax, Sharkey queda como responsable del bienestar de su sobrino, el niño de diez años llamado Extra Billy. Sharkey, a regañadientes, acepta llevar al crío con sus familiares al planeta Odag. Pero por el camino al sector de Sin Atholl se le brinda la oportunidad de pillar la mayor recompensa de su carrera. Mil millones de kodonas por Edra Deering, la mujer más buscada y peligrosa de toda la galaxia. Una recompensa tan alta que seguramente atraerá a los cazarrecompensas de todos los rincones del cosmos, lo que mete a Sharkey en una carrera contra el tiempo. Y contra un polizón que es puro coñazo.

Pues eso. Mark Millar haciendo lo que mejor sabe hacer. Un guión magnífico con una premisa básica, o mejor dicho, un cliché bastantes veces visto, pero que el tío retuerce para hacer que te enganches. En solo un par de páginas, proporciona atractivo con la “colorida” actitud y arrogancia de Sharkey, y cómo reacciona ante el mundo que le rodea con cierta irreverencia y sarcasmo. Sharkey es un tipo rudo, machista y un tanto perverso con los demás, pero respecto al tema niño, su corazón aún mantiene ese puntito de esperanza. La segunda parte del problema es la alineación de los astros para presentar ante sus narices el premio definitivo, no sin antes saber que obviamente va a haber un cazarrecompensas rival que aún no se ha nombrado. Este otro cazador parece ser tan astuto y mortal como Sharkey, y Millar mantiene al lector pendiente hasta el final por un drama existente entre los dos, con una trama humorística que a muchos os encantará. Crea suspense, especulación y efectiva.

Otra maravilla de esta obra son las ilustraciones de Simone Bianchi. Su firma de tinta lavada, estilo de arte de acuarela, agrega una riqueza y un sentido espectacular a esta fantasía steampunk. Es una técnica que ha usado antes en títulos de Green Lantern y Detective Comics, así como en Marvel’s Wolverine. Sin embargo, aquí, no sé por qué, la veo superior. Como si hubiese evolucionado. La lleva a un nivel completamente nuevo, y representa un mundo maravillosamente extraño y colorido con calidad surrealista y onírica. Me encanta.

En general, Sharkey: Cazarrecompensas es otro titulo del maestro Millar que nadie debería perderse. Además de una excelente manera de entusiasmar a la gente sobre la próxima colaboración del autor con Netflix. Pues obviamente se prepara película y esta miniserie sirve como introducción. Ese es el detalle. No digáis que no mola.

Reseña: Frankenstein, de Bernie Wrightson y Mary Shelley

Desde nuestro lado, al menos, en este retorno a la normalidad no venimos exigiendo a las editoriales nada, sin embargo, parece que ellas mismas se autoinfligen exigencias para hacerse notar con su regreso. Virtud que repercute buenamente en nosotros como lectores. Y es que, no sólo es terriblemente maravilloso que vuelva estar disponible en librerías esta maravillosa novela gráfica llamada Frankenstein, además, es que vuelve a un precio genial. Ese mismo que resquebraja el tan odiado y dañino mercado de segunda mano especulador. Por supuesto, todo el mundo que conozco la está pillando. Ayer mismo vi que ese director friki tan guay como es Álex de la Iglesia, comentaba en Twitter lo encantado que estaba de haber obtenido por fin este titulazo. En serio, sin que sepas más, comprala y luego vienes y vuelves a leer la reseña, si quieres. O no. Lo que te apetezca. Pero no pierdas el tiempo, por que están desapareciendo a ritmo de bocadillos de jamón en la puerta de un colegio…

Hablamos de la clásica novela de Frankenstein, de Mary Shelly, pero ilustrada por el maestro del diseño macabro, el gran Bernie Wrightson (1948-2017). Para el que no lo conozca (no tenéis perdón de Dios), un historietista estadounidense creador de La Cosa del Pantano, así como otras decenas de títulos dentro del cómic de Terror que partió de revistas de género como House of Mystery, House of Secrets, o aquellas pioneras que dieron lugar a mi tan amada Creeepy. No obstante, también tocó otras cositas en las grandes casas del cómic de superhéroes, donde en mi opinión dejó huella en Batman con su The Cult. Pero, pero, pero…, en un podio aparte, Writghtson quedará eternamente reconocido por trasladar a nuestros ojos un Frankenstein de culto. Y, por supuesto, por ser amigo y colaborador del maestro Stephen King, quien precisamente escribe el Prólogo para esta edición en tapa dura publicada inicialmente en USA por Dark Horse.

La historia es un clásico, quizás la conocéis de pe-a-pa, o quizás solo por encima; depende de vuestro nivel lector y gustos por la literatura gótica de Terror. No voy a entrar en eso. Además, hay pelis y cientos y cientos de reseñas al respecto, con algunas teorías conspiranoicas que esas sí que dan miedo. Pero la diferencia entre esta y otras ediciones es realmente las ilustraciones de Bernie Wrightson. El valor que alcanza la historia con las cuarenta y cinco ilustraciones a página completa y en blanco y negro que son simplemente impresionantes y hermosos cuadros. Lienzos, que muchos de vosotros vais a imaginar en lo maravilloso que sería tenerlas a gran tamaño en esas tristes paredes que os reguardan del frío…, bueno, ahora mismo, del calor infernal que se aproxima. Unas ilustraciones que se cruzan y entrelazan con la trama de forma increíble y que sumergen al lector en dicha trama, la misma que ya pone nervioso e inquieta con tantos momentos terroríficos.

Detalles, detalles, detalles.

Pocas obras de artistas de cómics se han ganado la aclamación y reverencia universal, como es la versión ilustrada del Frankenstein, de Mary Wollstonecraft Shelley, por Bernie Wrightson. Un lanzamiento original de 1983 donde se empareja de forma maravillosa arte y literatura de calidad.

Si no has leído este clásico y estás considerando obtener uno, esta ES LA EDICIÓN. Esta. Cuando habléis con alguien que medio sepa de literatura fantástica, y tratéis el tema de El Moderno Prometeo casi siempre os van a hacer referencia a ESTA EDICIÓN. A tal y cual de una editorial que mola pero es que…, al final, se terminará hablando de ESTA EDICIÓN. Por que es la mejor, la que todo el mundo debiera tener, así de simple. Y por que tenerla en tus manos, es sinónimo de gozar con una trama tremenda y macabramente encantadora y bellamente ilustrada.

Cuando arte y trama son joyas, una historia maravillosa se transforma en diamante tallado en oro. Decir súper recomendable es quizás quedarse corto.

Obra de arte.

Reseña: Patria, de Toni Fejzula y Fernando Aramburu

Hay historias con tanto poder que sabes-notas-percibes mientras las estás leyendo, que te están marcando al igual que una aguja graba en tu piel un tatuaje. Tanta fuerza, que seguramente tras leerla, ya no pienses igual sobre cosas a las que antes apenas pusiste atención. Y sinceramente, yo que soy más de literatura o cómic extranjero, jamás pensé que una historia así pudiera engancharme tanto. Claro que un cómic que parte de un novelón llamado Patria, de Fernando Aramburu, premiado con el Premio Francisco Umbral, un libro que como todo buen súper ventas cuenta ya con novela, en breve miniserie de la HBO y ahora novela gráfica. Algo tendrá, ¿no?

Una historia de la que empezamos a saber, el día en que ETA anuncia que abandona las armas. Bittori decide entonces ir al cementerio a contárselo a su difunto marido, el Txato, asesinado por la banda terrorista años atrás. Entre otras cosas, quiere decirle que ha tomado la decisión de volver a la casa del pueblo en la que vivían antes de su muerte. La misma que tuvo que abandonar por el acoso de sus propios vecinos y recomendación de sus hijos. Y aunque dicen que el paso del tiempo lo borra todo, la vuelta de Bittori alterará la tranquilidad de la aldea, particularmente, la de Miren, su antigua íntima amiga, madre de Joxe Mari, que fue encarcelado por terrorismo y sospechoso de haber matado al Txato. Pero, ¿qué ha pasado para que dos familias que eran uña y carne hayan terminado así con tanto odio mutuo? El regreso de Bittori a su aldea natal nos mostrará las posibilidades que tenemos para reflexionar sobre el tremendo daño que en el pasado provocaron situaciones que rompieron una sociedad que se llenó de victimas, y en muchos casos, gente que apenas tomaba parte en el asunto. Dos bandos, dos familias enfrentadas, por culpa de la política y los problemas de la sociedad. Decisiones que se tomaron en el pasado y que han transformado sus vidas en un pueblo que aunque no se aclara, se puede deducir que está en las inmediaciones de San Sebastián.

Una historia con cantidad de personajes que llegan a emocionarte, a cabrearte, y especialmente importante en esta trama, a ponerte en el lugar del otro. Saber los entresijos de cómo una persona puede llegar a entrar en una organización terrorista, cómo una madre puede cambiar radicalmente sólo por seguir los pasos de su hijo hasta convertirse en una abertzale… Insisto, una historia muy potente en cuanto a personajes; hecho que me consta que está bien traído de la novela.

La confrontación en Euskadi, la historia de dos familias con sentimientos, vidas, errores, tragedias y alegrías, que nos llevan a una historia terriblemente atractiva a poco que te gusten las intrigas costumbristas, problemáticas y tan cercanas como tuvimos las de este tipo en este país. Teniendo claro que mucho peor tuvo que ser vivirlas «in situ».

Toni Fejzula es profesor de la Escola Joso y autor de cómics, cuyos excelentes trabajos se han publicado para el mercado USA en Dark Horse y en la BD para Glénat. Aquí se compromete a adaptar un bestseller español, una novela conmovedora, difícil de olvidar, sobre los últimos treinta años de la vida en Euskadi, pero con la que no puedo comparar por no haber leído el libro. Sin embargo, sabía que tenía que saber de Patria de algún modo; una historia que ha llegado lejos y que sus derechos se han vendido en 24 países y en el nuestro más de un millón de lectores ya sabe de ella; eso es mucho decir. Personajes eternos con los que sufrir y disfrutar en menor medida. Y otros con los que empatizas menos, pero sabes que tienen que existir por que realmente existen o existieron. Ese es su potencial.

Como decía aquel gran autor de novela negra: «Cada uno tenemos nuestra raja del culo». Nuestro modo de ver las cosas. Pero contrario a lo que parezca, Patria no es una historia de política. Trata la conflictiva vida cotidiana de cada una de las personas de estas dos familias. Con especial implicación a las etxekoandreas (amas de casa) Miren y Bittori. Mostrar una sociedad lastimada por una lucha armada con seres humanos que sufren constantemente tras ella.

Reseña: Viuda Negra. Witsi Witsi Araña, de Grayson, Rucka, Jones, Hampton y Kordey

Una de las oleadas más esperadas antes de que tuviéramos que confinarnos, venía provocada por el personaje de Natasha Romanoff; miembro potente de Los Vengadores desde su alzamiento en las primeras películas. Gracias a que la calma (o la alegría de volver a ser lo que fuimos) regresa, Panini Cómics retorna al personaje publicando sus mejores aventuras en formato cómic, aquellas de las que una vez gozó la espía soviética que desertó y se marchó a Occidente para convertirse en superheroína y vengadora.

Marvel Knights fue un sello fundado a finales de los 90s que permitía a los creadores tomar los personajes más oscuros de Marvel e involucrarlos en historias más afiladas y adultas. Viuda Negra recibió tres títulos, una especie de trilogía ordenada donde Greg Rucka e Igor Kordey demostraron que se podía sacar bastante de la reparte-patadas-voladoras rusa. Las tres miniseries (Black Widow #1-3 (1999), Black Widow #1-3 (2001) y Black Widow: Pale Little Spider #1-3 (2002)) reposicionaron a Viuda Negra nuevamente en el candelero y ahora Panini Cómics nos trae todo-todito-todo en un sólo volumen para todo aquel que desee acercarse a la verdadera figura de Natasha Romanov.

Donde una sorpresa le espera al principio a Natasha al ver que es reemplazada por una nueva chica-modelo llamada Yelena Belova. Rusia ha continuado el entrenamiento y la tecnología que originalmente dieron como resultado a la designación de Natasha como primera espía en potencia rusa, y ahora obviamente Natasha ya no sirve a la patria, así que un nuevo juego comienza. Un juego de acción efectivo que deliberadamente infunde confusión de identidad entre ambas Viudas Negras. Un thriller de espías que comienza, tal vez para nunca parar y con un potencial de suspense e intriga como en pocos thrillers he visto. Dos miniseries de Marvel Knights para el personaje que con el tiempo se recopilaron y pasaron a denominarse saga de Witsi Witsi Araña (Black Widow: The Itsy-Bitsy Spider).

Pálida Arañita (Pale Little Spider) es la tercera miniserie que se incluye en este tomo recopilatorio. Y para mí, donde confluye todo. Greg Rucka nos lleva de vuelta a los primeros días de la carrera de Yelena, cuando dicha alumna fue conducida a su primera misión. Nada más y nada menos que investigar a la persona que la acogió cuando quedó huérfana y la ha apoyado y alentado desde entonces. Pero que ahora aparentemente se revela como filtrador de secretos rusos después haber sido encontrado muerto en un club sexual. Una historia muy oscura que muestra el deseo reprimido en el corazón de muchos, presenta un alto contenido para adultos y que asusta por la cantidad de sorpresas que aporta. Una mirada inusualmente franca a los apetitos sexuales o a un sórdido revolcón en la depravación. Rucka comentando sobre el fetichismo de los disfraces, y otras visicitudes… Un escenario creíble y brutal como pocas veces Marvel muestra.

El dibujo en cada miniserie es diferente. Jones tiene un estilo de acción de superhéroe refinado, respaldado de una historia interesante, aunque objeta a ambas Viudas Negras, deleitándose en sus trajes brillantes y ajustados. La sección central de Scott Hampton es muy diferente, por ejemplo, hace un ejercicio de narración dispersa con un curioso uso de fondos blancos brillantes. Y los métodos de Kordey difieren nuevamente, con ubicaciones y fondos muy detallados, donde observamos a los personajes desde una distancia mayor. Tres historias que ya en el pasado eran bastante recomendables de leer cada una por su lado, y que ahora, en un solo volumen y en tapa dura, se vuelven imprecindibles con la calidad que le precede a los Tomos Únicos de Héroes Marvel. Un compendio de tramas desafiantes donde Greg Rucka demuestra su sofisticación y don para la novela negra así como las técnicas de espionaje en formato viñeta.

Guionistas que se basaron posteriormente en este trabajo, rara vez lo han mejorado.

Reseña: Las Brujas, de Pénélope Bagieu y Roald Dahl

La guionista francesa Pénélope Bagieu lleva en el mundo ilustrado bastantes años, pero fue con los dos volúmenes de Culottées (retratos cortos de mujeres que sabían cómo desafiar las prohibiciones sociales, 2016-2017), que se convirtió en una verdadera estrella del noveno arte. Entonces, ¿qué mejor manera de mantenerse en forma, seguir en el candelero que abordar un gran clásico de la literatura infantil como nuevo proyecto? ¿Una apuesta arriesgada? Todo depende, siempre depende, como cantaba el gran Pau Donés…

Pénélope Bagieu decidió adaptar a formato cómic su libro infantil favorito, Las Brujas (Sacred Witches) del eterno y siempre interesante para niños y mayores, Roald Dahl. Un proyecto arduo y arriesgado, para el cual las negociaciones por los derechos comenzaron después de que Bagieu tuviera éxito con sus anteriores obras. Sin embargo, se dice que fueron los descendientes de Dahl quienes se acercaron a Pénélope Bagieu durante el festival de Angoulême… Pero ha sido un proceso largo, que ha llevado tres años en completarse, lo que le ha permitido a la autora pensar detenidamente sobre la forma en que abordar esta genial obra que como siempre en Dahl, goza de escenas muy oscuras pese a ser obras magnas dentro de la literatura infantil.

No obstante, el resultado es excelente en mi opinión. Una magnífica adaptación, tanto para una primera lectura entre los más jóvenes así como para retorno nostálgico entre amantes que seguimos la obra de Roald Dahl desde siempre. ¿Y qué cuenta? Las Brujas trata la historia de un niño de ocho años que está muy triste porque sus padres acaban de morir en un accidente de coche. Afortunadamente, el peque cuenta con su abuela para animarlo. Una abuela bastante rockera, de cabello morado, grandes anteojos, llamativas joyas y cigarros que fuma en cadena. Y, sobre todo, ella no cuenta historias como las demás. No es la típica abuela cuenta-cuentos de ositos, conejitos y animalitos con moraleja. Cuando su nieto le pide historias antes de irse a dormir, ella le dice que ya tiene edad suficiente para saber la verdad sobre las brujas. ¿Cómo? ¿Qué-qué? Entonces, ¿existen de verdad? ¡Sí, por supuesto, más que nunca!, le susurra. Incluso a día de hoy, cien brujas anda desenfrenadas por toda Inglaterra. Sin olvidar a la Gran Bruja, la más poderosa y la más aterradora de todas ellas. Criaturas que tienen en común un enorme odio visceral hacia los niños. Los niños les repugnan, les dan ganas de vomitar, alega. Una bruja piensa en una sola cosa: hacerlos desaparecer, uno por uno. Destruirlos. Pasarlos por el molino… El problema es que estas brujas pasan desapercibidas porque se disfrazan de mujeres normales. Pero la abuela, afortunadamente, revela a su nieto que existen pequeños detalles con los que desenmascararlas. Algunos ejemplos: usan guantes tanto en invierno como en verano para esconder sus garras y dedos arrugados, tienen las fosas nasales retorcidas y rizadas para oler mejor a los niños y usan pelucas para ocultar su calvicie. Lo que hace que tengan una picazón terrible todo el tiempo… Pistas muy útiles para permitir que el joven y su extravagante abuela frustren los planes demoníacos de la Gran Bruja.

Me encantó, y también a mi familia. Pues todos y cada uno lo hemos devorado. Pénélope Bagieu logra separarse gráficamente del trabajo original pero lo adapta a nuestros tiempos de forma genial. Y todo sin traicionar el impulso de la historia de Roald Dahl, autor inolvidable de Charlie y la fábrica de chocolate, James y el Melocotón Gigante o Matilda, por nombrar solo tres libros del prolífico escritor británico. Cantidad de obras llevadas a la gran pantalla. Y Las Brujas no se escapa, pues se está preparando una adaptación en breve en cuyo reparto suena Anne Hathaway y será llevado por los grandes del séptimo arte como por Guillermo del Toro y Alfonso Cuarón.

Súper recomendable, ¿no?

Reseña: Chandara. El Rayo y el Trueno, de Roberto Recchioni y Andrea Accardi

Después de las dos aventuras recogidas en Chanbara: El Camino del Samurái, el anterior cómic publicado de esta serie por Panini Cómics y Bonelli Editore, Roberto Recchioni y Andrea Accardi regresan a nuestras librerías con un nuevo volumen. Una serie de tomos donde ambas editoriales pretender publicar las mejores novelas gráficas de la editorial milanesa en español. En este caso, regresamos y gozamos de una aventura que nos lleva al Japón feudal nuevamente, con el anciano verdugo y ciego Ichi reuniendo a Tetsuo y Jun (protagonistas de El Camino del Samurái) y al nuevo personaje Daisuke, para formar un cuarteto variado cuya tarea es enfrentarse al despiadado ronin Ryu Murasake. No obstante, Chanbara: El Rayo y el Trueno cuenta con todos los elementos necesarios para aparentar ser el primer volumen de una serie, pues cuenta con todos los elementos necesarios para su presentación e inicio de trama, que incluso sin referirse a los dos episodios anteriores, funciona.

Todo un conjunto de tramas que nos envuelven y se disfrutan de inmediato. Diálogos nítidos, gags entre los personajes que confiesan sucesos pasados casi sin necesidad de retrospectiva… El escenario, los tonos de la historia, el ritmo narrativo utilizado en Chanbara: El Rayo y el Trueno, representan la síntesis perfecta a las sugerencias, todas aclaradas en el epílogo del volumen, esas mismas que animaron al guionista italiano a la creación de esta saga. Grandes referencias al western, desde Akira Kurosawa a Sam Peckinpah, si me permitís la comparación. Homenajes a lo bueno-bueno, a las raíces del género negro. Así que, tras un tiempo de incertidumbre en publicacaciones que salen o no salen por culpa del tema-que-quema; llega por fin a librerías el tercer episodio de las historias de samurái creadas por Roberto Recchioni con los diseños de Andrea Accardi.

En las historias precedentes, en ambas, tuvo que intervenir el maestro de espada ciego y anciano Ichi, que es para mí el personaje potente de Chandara. Pero empecemos por ahí. «Chanbara», es un término japonés que significa «lucha con espadas». Aunque también proviene de una especie de subgénero de libros o films de caballeros de la Edad Media Oriental donde se habla bastante de los valores y las bases de la cultura del país del Sol Naciente. Bien, pues El Rayo y el Trueno, es donde mejor vais a ver reflejado lo que digo. Es una demostración perfecta del término. La Espada del Samurái hace sus evoluciones letales continuamente con un gusto cinematográfico verdaderamente notable y en el sentido etimológico de la palabra “cine”, que en griego significa “movimiento”.

En Chanbara: El Rayo y el Trueno, Ichi debe enfrentar la amenaza del loco espadachín Ryu Murasaki, el Diablo Blanco, que intenta crear terribles obras de arte cortando cabezas, piernas y brazos y abriendo heridas en el abdomen a sus desafortunadas víctimas. Sin embargo, para poder hacerle frente, Ichi necesita recuperar antes, a Tetsuo y Jun para su equipo. Al que decide agregarse un nuevo héroe: Daisuke Nagata. Llamado la bestia atronadora (El Trueno, del título), una fuerza de la naturaleza y de sus designios más profundos. En los inicios del tomo intentarán reagruparse, luego empieza un viaje donde les designios del camino les llevarán a un oscuro final. Con el regalito del enfrentamiento al Diablo Blanco.

La escritura de Recchioni es breve y esencial. Lo que muchos les piden a un cómic. Estoy de acuerdo siempre y cuando la trama fluya y sean tramas como en este caso, donde se brinda por la acción y los golpes a mansalva. Además, percibes que es un género que el guionista italiano ama y conoce bien. En el artículo que cierra el volumen, Recchioni hace sus confesiones: Kurosawa, Frank Miller, Star Wars, así como una enorme lectura de textos sobre la Edad Media Japonesa (siglos XVI y XVII), propiciaron el nacimiento de Chanbara. Y otra cosa que se detecta y que confiesa, es que ha disfrutado escribiendo esta historia, sobre todo, haciéndola clara desde el punto de vista narrativo. Hermosa e hiperbólica; inspiradora, diría yo. La figura de Daisuke y sus excelentes escenas humorísticas que actúan como divertido contraste a las escenas de acción, hacen de Chanbara: El Rayo y el Trueno un cómic referente para todo lector/escritor que busque una buena aventura dinámica en la que perderse una buena tarde de lectura.

Reseña: Wild´s End. Primera Luz, de Dan Abnett, I.N.J. Culbard y VVAA

Si tampoco es tan difícil encontrar una buena inspiración. Es leer a los clásicos, empaparse de lo mejor de cada género, para que de un buen creativo parta una historia que como mínimo pueda ser interesante. Y saber trasladarlo. Un ejemplo muy bueno de lo que digo es Wild’s End, este atractivo titulo que recién publica Dolmen Editorial. Escrito por el guionista británico Dan Abnett (Guardianes de la Galaxia, Warhammer 40.000) y dibujado por I.N.J. Culbard (En las Montañas de la Locura, de H.P. Lovecraft), un titulo que recurre de lleno a una de las mejores historias de Ciencia Ficción jamás creadas, pero metiendole esta vez un rollo antropomórfico que le viene de perlas. Provocando que H.G.Wells se encuentre con A.A. Milne en esta obra independiente de la editorial BOOM! Una serie donde unos amenazadores alienígenas mecánicos descienden sobre una comunidad rural somnolienta en la Gran Bretaña de 1930, poblada completamente por animales que hablan. Un glorioso choque de estilos y géneros traídos por los maestros del mash-up, Dan Abnett e I.N.J. Culbard, una asociación creativa que parte de su colaboración en The New Deadwardians (Vampiros y zombies en la Inglaterra victoriana) y Dark Ages (Mercenarios medievales y, ¿monstruos? ¿extraterrestres? Algo horrible, desde luego).

Ambientada en la Inglaterra de 1930, Wild’s End: Primera Luz gira en torno a un grupo improbable de héroes que deben unirse para salvar a su comunidad rural de ciertos “postes de lámparas extraterrestres” que vienen empeñados en matar a todas las criaturas vivas con las que entran en contacto. Los visitantes no deseados disparan rayos de combustión brillante. En cuanto a los protagonistas, consisten en Clive, un perro sensato con un misterioso pasado militar; Gilbert, un conejo elegante rico y con prestigio, y también está Peter, periodista y ojito derecho de Gilbert. Pero esperad, esperad, la estrella de la trama es Faukes, un zorro residente al que le gusta empinar el codo, personaje que disfrutas cada vez que aparece en viñeta.

A pesar de ser una historia antropomórfica, los personajes son muy humanos en sus maneras y rasgos, y no lleva mucho tiempo desarrollar una conexión con ellos. Sus historias particulares simplemente se insinúan a lo largo de la serie, pero todo pinta a que obtendremos más información sobre ellos en próximos volumenes. Hay un aire de misterio sobre ellos, especialmente en Clive, el viejo perro de la marina, que no se asusta tanto y dice haber visto ya en su vida » algunas cosas». Mi única queja con Wild´s End (algo menor), es que el flujo de la historia se interrumpe ocasionalmente con relleno como recortes de periódicos, entradas de diarios y cartas. Y eso me pone de los nervios, sobre todo, por que la trama esencial está súper interesante y se para. Por supuesto, le dan algo más de significado a la historia y agregan algo de sustancia, pero surge en momentos puntuales en los que narración principal va viento en popa. Pero se nota que es un cómic hecho por profesionales y se recupera el suspense pronto. Algo parecido a lo que sentía cuando me topaba con Relatos del Navío Negro, en Watchmen.

Se ve fácilmente que Wild’s End: Primera Luz es una excelente introducción a una saga que puede dar mucho que hablar. Es apasionante leerlo, y cuando terminas, ya tienes ganas de leerlo otra vez. No quiero contar nada-nada de lo que va sucediendo, lo siento. Al inicio, se nos presenta a los habitantes de Iglesia del Cuervo de Abajo, donde visualizamos una comunidad pueblerina tranquila y también vamos conociendo a los principales protagonistas; personajes fuertes y distintivos, y para ser honesto, muy pronto olvidas que son animales que hablan. Tienen más personalidad que muchos otros. Lo cual, en muchos sentidos, resume el verdadero atractivo de Wild’s End. Y hasta aquí.

Eso sí, el hecho de que la historia se desarrolla en lo que generalmente consideramos un ambiente seguro y amigable agrega una emoción adicional a procedimientos que de otro modo estarían ausentes. Esto no es Will Smith con una Uzi defendiéndose de invasores extraterrestres; aquí lo que mola es el suspense, el ambiente, el entorno, el escenario, la introducción de una amenaza tan violenta para este mundo relajado que da a la trama un gancho atractivo. Debido en gran parte a la excelente construcción del mundo, una gran cantidad de personajes bien llevados y una narración imaginativa y absorbente que es una alegría leer. Una aventura antropomórfica que recuerda a El Viento en los Sauces, de Kenneth Grahame, fusionada con La Guerra de los Mundos, de H.G.Wells. Si esto suena atractivo para vosotros, que sepáis que el cómic está a la altura de la premisa. Pero resumiendo, Wild’s End: Primera Luz, es uno de los mejores ómnibus que he leído en mucho tiempo. Y eso que sólo es el primer volumen.