Reseña: Cara de Luna (Integral), de Alejandro Jodorowsky y François Boucq

Uno de los autores a cuyas obras me gusta enfrentarme siempre sin saber nada de nada, son las creadas por Jodorowsky. Diferentes, especiales, con un toque picante en ocasiones… La vida misma. Un creador curioso que se preocupa por sorprender. De los que me sorprende (valga la redundancia )porqué nunca decidió dedicarse a lo literario más que a la viñeta, ya que en sus obras refleja esa inquietud por crear algo, más para que tú mismo desarrolles tu imaginación, que otra cosa. Por ello, un pensamiento que tengo a menudo sobre él es que Jodorowsky siempre ha sabido (o siempre ha tenido la oportunidad de) rodearse de muy buenos ilustradores. Y Cara de Luna no es una excepción. Aquí coopera con François Boucq, para convertir un guión realmente bueno en perfecto, que retrata el universo delirante fruto de la fértil imaginación del autor chileno.

Una historia urdida por Jodorowsky, de las que a él le mola crear. Da rienda suelta a su imaginación, creando una sociedad totalitaria, mezclando arcaísmos y modernidad (un comentario válido tanto para las ideas como para los objetos); que obviamente se rebela, y por supuesto, un granito de arena, en la personalidad de Cara de Luna, una especie de espíritu sencillo y dichoso con inmensos poderes, que atraviesa el peligro con la misma inofensividad que las balas en su cuerpo. Un mundo de barro, grandilocuente y a veces grotesco (ver los delirios verbosos y paranoicos del dictador, y los fríos cálculos de su madre, ver las orgías en el gran burdel, etc.), un mundo donde la locura a veces se da un aire poético (como la catedral que renace de sus ruinas, por ejemplo), incluso en medio de escenarios que no se prestan fácilmente a ella.

Norma Editorial presenta este portentoso volumen en tapa dura que recoge en formato íntegro, esta genial historia fantástica que supuso el inicio de una larga colaboración entre dos genios del noveno arte. Un cómic absolutamente revolucionario que llega ahora en una edición definitiva repleto de extras donde encontramos en un mundo diferente los temas favoritos del autor. Aquí hablamos más de una lucha por el poder, idea que está muy bien explotada y aunque al principio cuesta un poco hacerse con tantos personajes nuevos, el escenario es cautivador -nunca mejor dicho- y está lleno de ideas originales. Con un dibujo de Boucq muy curioso y atractivo que dan ganas de sumergirte en su trabajo.

¡Es la Ovocracia! Una dictadura insular y sanguinaria a las órdenes de un par de campesinos rudos y advenedizos, antiguos vendedores de huevos. Los oprimidos, los rebeldes, viven en alcantarillas, verdaderas mazmorras llenas de trampas mortales, donde la policía no puede desalojarlos. Incluso el océano ruge, y misteriosas y devastadoras olas descienden cada vez más sobre una isla que está a punto de estallar. En medio de toda esta violencia aparece un ser imposible: Cara de Luna, el Domador de Olas. La dictadura del Kondukator Óscar, líder supremo que gobierna con mano de hierro sobre los habitantes de la isla tendrá que lidiar con la aparición de ese ser misterioso, capaz de controlar las aguas y que quizás sea la esperanza de un pueblo afligido…

En Cara de Luna estamos en manos de Jodorowsky, y por lo tanto no podremos escapar a una buena dosis de religión y de misticismo fusionado. Aquí sí están presentes las clases de religiosos que en realidad son los que dirigen los estados totalitarios. Además, en la faceta artística, aquí todo el mundo es físicamente horrible. Los gráficos de Boucq nos ayudan a reflejar la “belleza”, son magníficos pero no especialmente «agradables» a la vista. Los malos no solo son estúpidos y crueles, son feos. Pero no así los héroes. La inocencia de Cara de Luna no le impide desencadenar gigantescas olas que barren todo a su paso, y ese momento en que se construye la catedral invisible es un instante verdaderamente asombroso y sublime. Bello. Momentazo poético de la historia que amplificaría en intensidad con una buena banda sonora y que sueña con ser película.

En general, una historia original y convincente que merece un vistazo. O dos. Para pillar detalles. No es la mejor serie de Jodorowsky, pero sí una trama original, hermosa y salvaje al mismo tiempo. Donde el guionista se dejó llevar por la poesía y el siempre atractivo que como especie nos produce el mar. Momentos alucinantes a este cómic no le faltan: la matanza del orco (horrible), la cueva de la monstruosa reina madre con ese tipo de gang-bang místico, la pandilla de terroristas punk en las cloacas… Una de la mejores locuras escritas de Alejandro Jodorowsky.

Reseña: El Verdugo, de Mathieu Gabella y Julien Carette

Él es la Mano de Dios en la Tierra.

Si lo decide así, les dará la última hora a sus víctimas…

Mathieu Gabella regresa con una historia fantástica en un Paris oscuro y medieval, algo más que evocador. Esta vez se trata de un verdugo que cultiva su singularidad como un sacerdocio, casi una penitencia, un trabajo. Una vez cerrada la idea, surge un paralelismo con el Roy des Ribauds (una obra maravillosa de Ronan Toulhoat y Vicent Brugeas), por la forma y algunas subtramas por la sustancia. En la forma, el París con ganas de auge y potencia de una ciudad emergente de comercio y desesperación; más que una introducción, tenemos un enorme decorado. Pero mola que, al que todos llaman El Verdugo aparezca como un superhéroe, un todo-lo-puede que también tiene su propia debilidad. Y, por supuesto, mantiene su identidad en secreto para la ocasión. Más cerca de Batman que de Superman, comparte con sus homólogos estadounidenses la imperiosa necesidad de tener una misión digna de su dimensión demiúrgica y luchar contra una némesis que le atosiga. Sin embargo, el guionista de La Licorne quiere marcar la diferencia y hace evolucionar a sus protagonistas en un París medieval y no en medio de una megalópolis moderna. Además, con el paso de la trama, los personajes maduran y redondea el conjunto dotándolo al final de libre albedrío. Es decir, un final donde puede pasar de todo. Y eso mola.

El Verdugo es uno de los integrales más recientes que Norma Editorial edita. Una obra de la siempre genial BD, que recopila los tres álbumes que vieron la luz en Editions Delcourt en 2016, 2017 y 2018. Tan solo dos añitos después nos llega esta chula obra que uno asocia rápidamente a un Jorobado de Notre Dame malévolo que rompe sitio y se lanza a la calle a hacer el Mal. Pero tampoco es eso. Como se advierte en la sinopsis, se trata de un Don que se adquiere si se hace voto de soledad. No nos convertimos en superhéroes, sino en súper verdugos indestructibles para llevar a cabo una justicia despiadada contra los criminales o gente que se ha salido del camino correcto. Darles caña a los notables que han adoptado tolerancia cero incluso con niños. ¿Quién no querría una ocupación así?

El primer álbum, ¿Justicia Divina?, dista mucho de ser perfecto pero sinceramente tenéis que seguir. Por que un poco más adelante tiene unas cualidades innegables que nos hacen querer seguir la lucha de este verdugo contra ese bufón que también es capaz de hacer magia y que salva a una pequeña víctima de su justicia divina e implacable. Así llegamos a Mascaradas que ya sí es un buen álbum que engancha de todas-todas a la serie. Donde un bufón se eleva sobre la ciudad desde lo alto de un campanario, la luna se cierne sobre él, no, esta no es una nueva aventura del Joker contra Batman, pero sí que hay dos seres poderosos enfrentados en lo más alto de una París medieval. Mathieu Gabella aquí saca lo mejor de sí mismo y confecciona un escenario que relanza lo contado en el primer álbum. Como dicen los galos, una historia cosida con hilo blanco. La segunda parte de una obra donde tras una serie de encuentros y desencuentros ya se presagia un desenlace oscuro y sorprendente.

El tríptico llega a su fin con La Fiesta de los Inocentes. Un escenario que sorprende con el dibujo de Carette haciendo mella en nuestros ojos. Cantidad de detalles muy guapos. Pero aquí llegas con la intriga de querer conocer urgentemente el destino final (¿trágico?) de El Verdugo: Su nombre hizo temblar París y resonó en todo el reino… Pero apareció el Bufón y su mundo se derrumbó. Peor aún, descubrió que otros habían desarrollado el Don…. Sin embargo, hay más en el ajo, un grupo creado para matarlos a ambos. Entonces, ¿es el momento de la Sagrada Unión?

La Fiesta de los Inocentes se acerca.

Como os decía antes, El Verdugo es el claro ejemplo de que nunca puedes juzgar una historia por su inicio. Sí, es cierto, un comienzo no tan bueno a día de día en el mundo de las prisas, puede ser letal. Muy pocos dan segundas oportunidades. Pero gracias a Norma Editorial, El Verdugo nos llegó en formato íntegro y así no tienes otra que seguir leyendo, para darte cuenta que la trama se disfruta y ves que quizás, Mathieu Gabella y Julien Carette, podrían ser invitados por DC Cómics a hacer algo con Batman en no mucho tiempo.

Reseña: Nuestros Encuentros con el Mal, de Warwick Johnson-Cadwell y Mike Mignola

Sabéis que gozo muy mucho esta época del año con el Terror. En general, siempre: terror escrito, terror leído, terror visualizado, me va a encantar. Stephen King, H.P. Lovecraft, M.R. James, Mike Mignola, John Carpenter, Jordan Peele, lo que está haciendo Mike Flanagan… El buen Terror en cada una de sus facetas me llama en esta época del año, cosa mala. La noche de Halloween llama a la puerta. Es una manía o un recordatorio que se convierte en ritual todos los años. Y el cuerpito lo sabe. Por que los ojos, los gustos, se encaminan a querer leer cositas chulas del que es para mí, el mejor género de todos. Y Norma Editorial debe saber algo de estas sensaciones pues todos los años publica títulos muy chulos para el fan del miedo. Hoy os hablo de uno de los pocos títulos que mi corazón taquicárdico espera con ansia cada nueva publicación. Las aventuras del Profesor J.T. Meinhardt y su ayudante el Sr. Knox son dos tipejos con una obsesión: matar vampiros y aberraciones nocturnas en los siempre tenebrosos países del Este. Una obra surgida de la mente de Warwick Johnson-Cadwell y que el maestro Mike Mignola (Zombie´s World. Hellboy, Cazador de Brujas, Baltimore, Frankenstein Underground, Bogavante Johnson, A.I.D.P.), acoge para su mundo con los brazos abiertos.

Nuestros Encuentros con el Mal, son historias de Terror. Terror del bueno, como se dice en esta casa. Terror llevado en ocasiones al lado cómico del estilo (y en el número anterior lo menciona Mignola) películas clásicas y maravillosas de finales de los años 60s como El Baile de los Vampiros, de Roman Polanski. Una trama que se toma en serio el Terror pero que no se toma en serio a sí misma. Además, Nuestros Encuentros con el Mal se convierte en un maravilloso añadido al Mignolaverso que sigue en constante expansión. Un mundo (diría que el nuestro años atrás) donde en varios rincones del planeta los monstruos brindan por el Mal.

El profesor J. T. Meinhardt y su asistente, el Sr. Knox, son dos especímenes que en Nuestros Encuentros con el Mal continúan con su eterno trabajo de clavar estacas, incendiar ataúdes y echar abajo mansiones que esconden grandes señores endemoniados. En esta ocasión, varias historias, casi unidas una con la otra, nos llevan a los Cárpatos, fuente de inspiración para el Terror, zona embrujada y repleta de leyendas. Como introducción encontramos La Muerte de Lady Ruthven, que presenta una escena de persecución de carromatos que recuerda al clímax y escena similar que sucede en el Drácula, de Bram Stoker. Donde conocemos a la Srta. Mary Van Sloan, de la que aún no sabíamos nada, otra mata-vampiros. Kurtz, el Duque Perdido, también toca el tema vampírico aunque de una manera bastante inusual; en esta historia, el Profesor y el Sr. Knox hacen poco por derrotar al tirano vampiro Kurtz. Otros vampiros de la aldea de Lodzarak ya se la tienen jurada.

Muy molona esta historia.

Las dos primeros cuentos de esta pequeña colección presentan un potencial tremendo que te lleva de todas-todas a esa zona quejumbrosa de la vieja Europa. Está chulo ver que al igual que el resto del Mignolaverso, en estos “cortos” abundan las referencias a obras literarias, joyitas del género, que solo los buenos lectores conocen. Por ejemplo, el nombre de Lady Ruthven se toma del cuento de El Vampiro, de John Polidori, que es conocida como la primera historia de vampiros escrita en inglés. En cuanto al Duque Kurtz, su crueldad es similar a la del tipo que comparte su apellido en El Corazón de las Tinieblas, de Joseph Conrad.

El arte de Johnson-Cadwell está impregnado de tonos oscuros y líneas ásperas. De unos colores poderosamente bellos, verde-oscuros que nos trasladan a bosques frondosos como si de una puerta dimensional se tratara. Su escritura, por otro lado, es nítida. El humor llega en la historia de Blackwater, donde una coalición de mini-vampiros han quedado a medio convertir por el monstruo más malvado de la zona… A medio convertir, sí, jajaj. Para después toparnos con que Earl Cannon Taganrog y Devilt Pietros y cómo no han podido superar su amarga rivalidad ni siquiera en la eternidad. Siegfried, para mí también fue cómico leerlo. O al menos, recuerdo tener una sonrisa en la cara mientras lo leía en mi sofá bajo una luz tenue y oyendo de fondo el silencio de la noche. Cambia la tradición gótica al convertir a los cazadores de vampiros en la presa de un hombre lobo inteligente. Un cazador de cazadores de vampiros, jeje.

Nuestros Encuentros con el Mal es diversión. Otro cómic súper indispensable, joyita a disfrutar para este Halloween raruno que se avecina. Para el amante del Terror, de los vampiros, de las buenas historias, no comprar Nuestros Encuentros con el Mal o su anterior El Sr. Higgins Vuelve a Casa, es perder dinero. Más claro, agua bendita.

Reseña: El Pacto del Letargo, de Miguelanxo Prado

Parece ley de vida, pero es que cada vez que Miguelanxo Prado saca cómic, se convierte casi de inmediato, en candidato a mejor cómic del año en nuestro país. Trazo de Tiza, Presa Fáciles, Ardalén, De Profundis…, todas y cada una, son historias con las que he disfrutado y he vibrado mientras pasaban ante mis ojos. Es por eso que uno ya siempre anda pendiente de Norma Editorial (que es donde normalmente aparecen sus obras), al tanto de su próxima publicación. Así que menuda expectación, ¿no? El genio gallego del noveno arte Miguelanxo Prado (A Coruña, 1958) saca su última obra en este raruno septiembre de 2020 y yo, por supuesto, tenía que disfrutarla sí o sí. Y más sabiendo que esta vez, Prado, tira por el camino de un thriller fantástico donde ángeles y demonios tienen un papel importante, un recorrido apasionante y bien dosificado que persuade e intenta remarcar por encima de todo la importancia del optimismo humano.

Se nos lleva entonces a ver a través de los ojos de un estudiante de Historia que casi sin quererlo termina despertando a ángeles y demonios que maceraban en un voluntario letargo a la espera de que el ser humano sea capaz de reavivar el planeta o no. Para evitar la catastrofe y el resurgir de los demonios, la clave parece estar en un viejo amuleto céltico deseado por los seres más perniciosos de la población como son los Puros, Demonios y hombres. Norma Editorial publica esta genial historia gobernada de drama pero también de planteamientos de moral baja ante posibles futuros inciertos a la vuelta de la esquina. Un guión muy original sobre la memoria y la fuerza que Madre Tierra nos insufla hasta el final de nuestros días. Y es que Miguelanxo Prado lo ha vuelto hacer, presenta una trama bien trabajada en todos los aspectos. Llevándonos, trasladándonos, a esa región indeterminada del norte de España donde unos seres mágicos salen de su letargo antes de lo que estaba previsto para intervenir en el misterioso robo de un trisquel con poderes muy especiales,  tras el que aparece un enloquecido mafioso de la zona.

Un curiosa historia ubicada en nuestro precioso país, en el verde norteño y vasto de la península, una trama de enfoque naturalista y mágico entre aberrados opuestos que caminan entre la línea del Bien y del Mal. Seres grises que atañen la conveniencia, con un aporte tremendo y de presencia poderosa como es el personaje de Xamaín, el ser más poderoso de toda una estirpe de demonios, que esplende. Un ente digno del mejor Guillermo del Toro que parece ser portavoz de la desgracia que le espera al ser humano por su eterno mal comportamiento con su planeta.

Ni que decir tiene que Miguelanxo Prando es uno de los grandes autores a seguir. No solo en nuestro país, en Europa, ya es todo un referente y sus obras en poco tiempo ven la luz en idiomas como el francés, alemán, portugués, holandés o incluso su amado gallego. Un prestigio internacional que ostenta un autor que lo merece, un reconocimiento que le otorgarás rápidamente si aún no le conoces, pues sus obras son de las pocas que ponen los vellos de punta.

En definitiva, El Pacto del Letargo es eso, una intriga que mezcla crítica social, ecologismo y fantasía. Un cómic que recuerda a los mejores años de Neil Gaiman con su eterna obra Sandman. El Mal personificado, seres que saben que no son ellos lo peor de este mundo. Todo, de la mano de uno de los grandes artistas europeos que aporta en este tomo unas viñetas maravillosas, llenas de detalles, algunas ilustraciones que son casi lienzos de una calidad importante. Tan sólo ciento cuatro páginas esta vez para contarnos un cuento con moraleja, esa que conocemos y que bien miramos de soslayo o incluso le damos la espalda para evitar precupaciones ante un mal que se dice que no nos tocará vivir. Pero que sin duda sufrirán nuestros descendientes.

Lo decía al principio de la reseña: Miguelanxo Prado haciendo lo que mejor saber hacer. Un cómic que RECORDARÁS.

Reseña: Djinn Integral 1 (Ciclo Otomano), de Jean Dufaux y Ana Miralles

Nadie podrá negar nunca la belleza que existía en las féminas del harén en la Turquía de principios del siglo XX. Un cómic donde poder comprobarlo es esta maravilla llamada Djinn, la obra de Dufaux y Miralles que nos traslada de todas-todas a la Constantinopla de entonces, una ciudad magnífica, ambientada genialmente para esta historia. Rápidamente nos sumergimos en una intriga de atmósfera mágica y cautivadora pero no solo eso, también nos permite descubrir una Estambul fascinante en el corazón de una sensualidad oriental. Me gusta y sigo al guionista Jean Dufaux, a quien considero uno de los mejores por lo bien que se documenta para sus obras. Se percibe que existe preocupación por el realismo, sus personajes son intransigentes con ese buen toque de libertinaje típico de cada época. No obstante, aunque mola que Dufaux firme el Prefacio en cada álbum de Djinn, a veces, revela demasiado sobre la historia. Por lo que aconsejo desde aquí, y cuando tengáis esta maravilla entre manos, ser leído después. Es decir, como epílogo de cada álbum. Aunque lo que importa es que por fin llega la esperada edición integral de Djinn, el sensual relato de Jean Dufaux (Conquistador, Rapaces) que aúna fuerzas con la española Ana Miralles y que Norma Editorial recopila en un magnífico integral en tapa dura para deleite del aficionado. Donde Kim Nelson sigue los pasos de su abuela Jade, a quien no conocía, pero poco empieza a descubrir que el destino de dos mujeres excepcionales tenderán a reencontrarse. Y nos mantendrá en vilo, pues existe un vínculo muy, muy especial que las unirá.

Un cómic que sin duda engancha por sus portadas, pero bueno sí, vale, lo admito, unos buenos y sensuales lienzos no deben ser suficientes para comprar un cómic. ¿O sí? Tras leer los dos primeros álbumes (La Favorita, Las 30 Campanillas) de cuatro que alcanza este integral, os puedo decir que os vais a enganchar a esa “búsqueda” y vais a quedar atrapados con la trama tan erótica-sensual y agradable propuesta. Me gustó el lado ligeramente erótico de viñetas de fuerte tensión sexual no resuelta que aparecen. Más un dibujo original e influyente de forma espectacular. Y su mezcla con pasajes de la Historia no necesariamente abordados con mucha frecuencia es, en mi opinión, también muy acertado y preciso. Una narración también de calidad, diálogos ágiles y una trama a través de la cual damos saltos al pasado con una intriga permanente. Se crea una obra cautivadora y que puede ser de todo, menos lineal. Además, la incorporación de un toque de fantasía encaja con el marco y la narrativa, y se convierte en guinda para un pastel súper apetecible de degustar.

Me comentaron que Djinn es una serie de bastantes álbumes que se encuadra por ciclos. Del primer ciclo se dice que es ligero y con escenarios menos exigentes. El segundo, por lo visto, donde nos vamos a África y dicen que entonces la serie alcanza cotas maravillosas en cuanto a ambiente, volviéndose cautivadora, incluso asfixiante, de lo real que es. Pero en lo que concuerda todo el mundo  es que el escenario general de la serie, su credibilidad o la búsqueda de la joven, no es otra cosa que un potente film o serie de intriga de las buenas. Y aunque podamos sentir un poco distantes los personajes, si conoces a Dufaux de obras anteriores, sabes y esperas que lo fantástico aparezca de un momento a otro. La expectativa está ahí siempre. Y cuando apareció, debo decir que me encantó. Con ese preciosista dibujo de Ana Miralles que despierta admiración por todo lo alto ya que seres mágicos y cuerpos están perfectamente dominados. (Aviso: si eres sensible a los cuerpos femeninos bellamente dibujados, no deberías estar preguntándote por mucho tiempo, si comprar este titulo o no. Sabes que sí).

Después de oír, casi saber, que nos espera una África peligrosa y abrasadora, un universo completamente diferente que se explora para deleite de lectores con sus preocupantes hechiceros rodeados de magia negra y la belleza accidentada de un paisaje eterno; de un ciclo más que por lo visto transcurre en las Indias, otro edén cautivador y sensual donde nuestro Djinn tendrá que educar el sexo de la futura esposa de un Maharajá para controlarlo con fines puramente políticos en un contexto de colonización anglicana… Djinn se ha vuelto una de las obras de la BD que más deseo leer por completo. Sabiendo además que Djinn finalmente terminó n el volumen #13, casi quince años después del comienzo de la aventura, es una obra que quiero al completo sí o sí en mi estantería. A lo que dura la risa de un loco, un orgasmo extenuado o un chasquido de Djinn…

Un apasionado relato en el que los más oscuros deseos del ser humano son liberados. Mente, cuerpo y alma mostrados en una trama por desenmarañar que cautivará a todo aquel que se exponga libremente.

Reseña: La Mazmorra. Integral 1, de Joann Sfar, Lewis Trondheim y Boulet

Conocí a Joan Sfar en Vampir, y cuando me enteré que tenía una obra magna y que encima estaba en español, hice todo lo posible por conseguir/leerlo. De esto no hace mucho y para mi alegría, esta búsqueda coincidió con encontrar un tesoro a espuertas, luz al final del túnel, al descubrir que Norma Editorial recién acababa de publicar un integral de dicho tesoro como es La Mazmorra. Una gran serie originalmente imaginada por Joann Sfar y Lewis Trondheim, un enorme cúmulo de historias, un lugar de terror, tesoros, hechizos malignos, poder, gestión, monstruos de todo tipo, guerreros famosos; un sitio donde encontrar buenos momentos de “relajación” y aventura y carne fresca. El corazón de un universo expansionista que dentro de la BD llena hoy en día estanterías con sus más de treinta álbumes en los últimos años. De seguro, uno de los mayores éxitos del cómic europeo que, por supuesto, no nos íbamos a perder en Desde New York – Crónicas Literarias.

Sfar y Trondheim han cohesionado un universo propio de la mejor literatura fantástica. Una ambientación muy digna, rolera, un buen adjetivo que viene a la mente cuando se habla de esta serie y sus personajes. Un cómic donde el pato Herbert y el dragón Marvin están en el centro de divertidas aventuras, siempre rodeados de eternos pero no imprescindibles secundarios. Aquí es donde puedes ingresar al universo de La Mazmorra: si queréis, una caricatura del universo heroico-fantástico, que rápidamente se está convirtiendo en referente del género. Dichos autores -bajo el pretexto de distraer y hacer reír-, han construido en La Mazmorra una serie inteligente a partir de imágenes y estereotipos vinculados al género. ¡Y muy disfrutable a cualquier edad!

Fue en 1998 cuando ambos autores dieron vida a La Mazmorra, una saga, una serie de álbumes con los que vais a alucinar a poco que os guste la Fantasía en todas sus facetas. Norma Editorial reúne en esta colección de integrales la totalidad de esta serie, ya de culto, que supuso un antes y un después en el cómic franco-belga. Una edición definitiva y supervisada por sus propios autores que permitirá descubrir a los lectores de manera inmejorable una de las obras maestras del género. La famosa serie de fantasía humorística surgida de una poderosa imaginación común que vuelve ahora en este tenebroso 2020 con fuerza a nuestro país en un genial formato en tapa dura, indispensable se mire por donde se mire. Si no sabías nada o si te habías escapado de los treinta y siete álbumes anteriores, ya me diréis si no es una grandísima oportunidad ahora para poder haceros con este formato-compendio de un universo tan rico como hilarante.

Si es cierto, que esta serie, si entrabas tarde, te mareaba por su enorme material. Por ello, insisto, en que este integral con su índice por sagas o conjunto de aventuras es maravilloso. Una multitud de seres que gravitan y se cruzan alrededor de cuatro torres oscuras, la más alta de las cuales se puede ver a días de camino. Un lugar donde enfrentarte a tantos monstruos como puedas matar, es sin duda un paraíso para los aventureros, esos que buscan gloria y recompensas voluptuosas en objetos mágicos escondidos; siempre que cuesten encontrarlos en los dungeons maléficos y generosos en curvas y pasillos, claro. Un comienzo de fanfarria… ¡y al lío! Y entonces quedarás atrapado rápidamente en este universo adictivo, del que no pretendo revelar mucho, por culpa de sus maravillosas y variadas aventuras.

Una serie que en la primera década del nuevo siglo, su avalancha de álbumes rozó el delirio superando el millón de copias vendidas. Alcanzando el número récord de 34 álbumes lanzados, incluido un Bonus Dungeon que entregaba las claves del universo y un juego de rol ya para entusiastas totales. Lo dicho, la mejor serie “dungeonera” para mí. Historias increíbles, frescas y llenas de humor. El que me conoce sabe de mi gusto del humor mezclado con la Fantasía al más puro estilo Groo El Errante, del gran Sergio Aragonés. Pero en este caso, personajes excelentes como Marvin, el matón cuya fe le prohíbe golpear a quienes lo insultan… jajaj. De diseño muy acorde gracias a los lápices de Boulet, La Mazmorra encuentra equilibrio entre aventura y humor absurdo, sin que se convierta en parodia.

Realmente imprescindible.

Me he enamorado.

Un flechazo.

Mi cómic favorito del momento.

Reseña: El Buscón de las Indias, de Alain Ayroles y Juanjo Guarnido

Siempre que llega la noticia a los medios que Juanjo Guarnido saca nuevo cómic, algo retumba en Twitter pero también dentro de mí. Me tenéis que perdonar, pero soy uno de esos súper fans de Blacksad que quiere más y más de algo que no llega. Puedo decir abiertamente que para mí, el granadino Juanjo Guarnido es el mejor ilustrador nacional actualmente. No obstante, este pedazo de artista, ilustrador de la multipremiada Blacksad, esta vez NO TRAE más del genial investigador gatuno, sino que se une a otro grande del cómic europeo como es el guionista Alain Ayroles (Garulfo, De Capa y Colmillos) para brindarnos una obra muy interesante. La idea es bella como la vida misma pero, ¿una continuación de El Buscón, de Quevedo? ¿Un homenaje a una de las cumbres de la literatura en lengua castellana? Así se anunciaba, pero ya os digo que han conseguido ir más allá.

El Buscón de las Indias es una obra que fue súper ventas nada más salir. Tanto que, en mi lugar, y hace años que no me pasaba, no pude adquirir un cómic por estar súper agotado en todos sitios a los que fui. No sé si el confinamiento hizo que se vendiera más para ser disfrutado con tranquilidad, o algo así, pero el caso es que hasta ahora no pude adquirirlo. ¿Valió la pena la espera? La canción dice que sí. Ya está fuera una nueva edición de esta maravilla, donde esperaba sorprenderme y me sorprendieron. Juanjo Guarnido es uno de los mejores, si no el mejor, y se nota. Los personajes son expresivos, los bosques frondosos, las cárceles oscuras y húmedas, los palacios majestuosos; Guarnido sabe hacer de todo y de forma magistral con su paleta de colores. Su línea es fluida, redonda y generosa. Por cierto, me alegró ver que se maneja de perlas en un universo tan alejado del thriller negro que propone Blacksad. El tío es un genio, sus decorados son variados y están llenos de detalles en un grado que rara vez se ve. Todos las viñetas tienen algo que deleita y provoca que te pares a disfrutarlas. A eso se suma una edición de gran formato que mejora la experiencia de visualización como es la elaborada por la siempre recomendable Norma Editorial.

La historia se divide en tres capítulos. La primera (Donde Pablos cuenta al aguacil el relato de su vida) es la más larga, cubre hasta la mitad del álbum y relata la llegada de Pablos a “las Indias” y su búsqueda de El Dorado. El segundo (Donde descubrimos lo que el alguacil dice al corregidor y lo que este dice a otros), tras un rebote muy bien traído, arroja nueva luz sobre los hechos de la primera parte. Finalmente, el tercer capítulo (Que trata sobre aquello que verá quien lea las palabras y mire las imágenes) proporciona algunas adiciones y se concluye el álbum con un Epílogo de una manera que ni siquiera los más exigentes verán venir. Pero (para los cándidos), ¿quién es don Pablos de Segovia? Pues Pablos es un pícaro, un villano tan inteligente como un simio con hambre, pero también  un tío tremendamente creativo. Un mendigo de cuya condición intenta librarse por todos los medios posibles, incluso cuando sus acciones sean abyectas, y eso que una cierta nobleza emerge de él. Un personaje que intenté por todos los medios que me gustara (me suelen gustar los malos-malutos) pero no sé si está hecho adrede, que no me cayó bien. Un personaje que por lo menos al principio miré con recelo, sin embargo, sirvió para que me fijara más en la genial aventura que tenía delante de mí. Me apegué a ella, a su colorido universo, como si de verdad estuviera allí. Alain Ayrolles consigue una narración, un viaje y una galería de personajes tan variada como interesante.

Y cuando llega el segundo capítulo estás inmerso en un ritmo de guión alucinante. Tras una introducción algo larga, la verdad, a mitad del tomo es cuando la historia se vuelve fascinante y se lee con avidez. Y eso que gracias a lo bien que lo estaba pasando, me encontré leyendo ciertos pasajes del segundo capítulo en paralelo con el primero, para verificar ciertos elementos y detalles. ¿Y la tercera parte? Después de haber conocido a un detestable y diablo don Pablos y haber tomado la medida de su valor, me topé con una genial ficción como cierre, muy cercana a la obra de Molière, la cual gozaba de sentido cómico y situaciones disparatadas para contarte una trama que fue o pudo ser bastante seria, en realidad.

Impaciencia, miedo, placer y luego entusiasmo encontraréis en El Buscón de las Indias. Una obra en tres partes con ilustraciones que son lienzos, un tríptico hecho para experimentar emociones fuertes. ¿Cómic del año? Para mí, uno de los candidatos, sin duda. Obviamente, un álbum esencial para cualquier amante del noveno arte que se precie. Un hito, un inmenso placer leerlo.

Reseña: Un Mundo Maravilloso, de Inio Asano

No es mi primera vez con él, pero puedo decir desde ya que Un Mundo Maravilloso es la primera gran obra de Inio Asano. Autor que basa sus mangas en la psicología de los personajes, que opta por ambientar sus historias en tiempos modernos sin casi ningún elemento fantástico, etc, etc. Y es curioso que yo diga esto. Yo. Amante y defensor, por encima de todo, de los tres grandes géneros de la literatura fantástica; pero de un modo extraño Asano me ha hecho amar un poco más el realismo, un lugar donde el lector es puesto a prueba por una poderosa y pura empatía. Pues sumergirse en uno de los personajes de las obras de Asano significa quizás mirar dentro de uno mismo, que a menudo es exactamente lo contrario de lo que la industria del entretenimiento busca.

Un Mundo Maravilloso no tiene una trama lineal. Cada capítulo del manga es un episodio de la vida real, esas anécdotas que a menudo no guardan relación entre sí pero que son la vida misma. Tanto es así que ni siquiera hay un personaje principal. El tema principal, según su título, es el Mundo, la realidad, la rutina que todos vivimos en ciertos momentos, un día tras otro: riñas familiares, bullying, problemas en el trabajo o en la escuela, insatisfacción, crisis sentimental y existencial. Básicamente, una antología sobre la vida.

Asano se lanza en esta obra con lo que a todos ojos es un arduo trabajo difícil de lograr. El manga consta de diecinueve capítulos; cada capítulo puede considerarse un manga diferente, con diferentes personajes y entornos, y con mensajes diferentes. Pensad que visto así, muestra o te da una idea de lo difícil que puede ser crear algo así. De lo fácil que es caer en la banalidad de las historias y, como resultado, tener personajes poco desarrollados psicológicamente. Sin embargo, Asano tiene éxito en el esfuerzo, estructurando sabiamente el trabajo y demostrando ser un gran autor de primera linea. Y pese al costumbrismo, el manga te atrapa de una forma inusitada a pocas páginas de leerlo.

Los primeros diecisiete capítulos son totalmente funcionales para los dos últimos, que representan el verdadero corazón de Un Mundo Maravilloso. Asano llama a cada capítulo Programa, aprovechando el doble sentido del mismo: primero está la sensación de desorientación que provoca el paso de un capítulo a otro, la velocidad con la que cambian las personas y lugares, todo comparado con la velocidad que pasa la televisión de un “Programa” a otro… Si analizas cada una de las historias, percibes que Asano quiere que los lectores pasen por un cierto camino de crecimiento. Huidiza: tomar decisiones basadas en el juicio de los demás, conlleva ser infeliz. Una ciudad con muchas cuestas: tener amigos lleva a una persona a hablar/pensar con menos frecuencia de la muerte. El oso del bosque: la vida suele ser dolorosa, pero también tiene sus momentos de felicidad. Wonder Girl: lo que importa no es dónde vive una persona, sino cómo vive. Sunday People: ser padre o madre, tener un hijo o hija, es una gran fuente de felicidad. Mini Grammer: enamorado puedes ser feliz en la búsqueda incierta y solitaria de la persona adecuada…

Y así hasta diecinueve historias que hablan de nosotros mismos, tu familia o el vecino. La elección de crear una historia coral es maravillosa si está conseguida y en el mundo del manga me atrevería a decir que se ven poquísimas. Mas, lo que propone Inio Asano en este caso, es perfectamente funcional. Los personajes son diferentes cada vez, atados entre sí solo porque viven en la misma ciudad y por compartir el mismo objetivo: encontrar la Felicidad. Asano utiliza esta coralidad no solo para pronunciar dichos, sino que intenta que el lector adquiera una conciencia colectiva a través de la empatía que se experimenta con las distintas historias.

Saber que no eres el único que sufre por un problema en particular, o que hay personas que día a día luchan por salir de situaciones difíciles, te da la fuerza para vivir y también da sentido del deber para los que lo están intentando pero sin éxito. El perdido, el lunático y el renacido. Un Mundo Maravilloso es un manga digno de estudio. Bien llevada al cine, ganadora de Óscars, os lo puedo asegurar.

Reseña: Rick y Morty vs. Dungeons & Dragons. de Patrick Rothfuss, Jim Zub, Little e Ito

Muy a favor siempre de estas propuestas de un escritor de renombre del fantástico haciendo el guión de un cómic. Además, Fantasía. Además, una gran ambientación rolera y fantástica como es el mundo de Dungeons & Dragons. Y es curioso por que yo, que aún no me he puesto (¡¡Válgame el Señor!!) a ver la serie de TV de Rick & Morty, este cómic que recién edita Norma Editorial me ha hecho descubrir que molan cantidad. Y es que en este caso, el señor Patrick Routhfuss (El Nombre del Viento, El Temor un Hombre Sabio… y a saber si termina algún día la saga) ha hecho una gran comedia con el mundo de Fantasía, uno de los que tienen más lore de todos los que existen. Incluso me atrevería a decir que para los fans de D&D que aún no sepan nada sobre esta aventura totalmente inusual de Dungeons & Dragons, puedo prometer que será diferente a cualquier otro cómic basado en este mundo.

En Rick & Morty vs. Dungeons & Dragons, primero está la historia en sí, que no estropearé aquí. Ya conocéis mi odio a esas reseñas que son poco más que una recapitulación paso a paso de la historia. El equipo de redacción por sí solo debería ser suficiente para que los lectores de novelas y cómics se interesen por este cómic. Es una genial colaboración entre Patrick Rothfuss y Jim Zub; guionista de cómics, ilustrador e instructor de arte canadiense conocido por crear cómics para Image como Skullkickers (2010), Wayward (2014) y Glitterbomb (2016); y para Marvel trabajó en las series Thunderbolts (2016), Uncanny Avengers (2017), Avengers: No Surrender (2018) y Champions (2018). Pero muchos de nosotros ya conocíamos a Jim Zub por su trabajo en la serie resucitada hace poco de Conan the Barbarian. En cuanto a Rothfuss, si eres un buen fan de la fantasía literaria, debes estar familiarizado con su obra. La que ya he comentado antes. Entonces, imaginaros si de esto no saldría un cómic, bueno como mínimo…

Sin estropear mucho la trama, Rick, Morty y el resto de la familia son arrojados al mundo de D&D, y es todo lo que cualquier chaval que haya lanzado un dado de 20 caras esperó siempre que le sucediera realmente alguna vez. A partir de aquí, obviamente, las referencias a los juegos de rol y sus aventuras están en todas y cada una de las páginas. Hay bastante D&D incluida en cada escena, algunas más oscuras que otras y cuando terminas el cómic, raro es que no te pongas a repasarlo o leerlo de principio a fin otra vez. Más que nada, por si te has perdido alguna referencia. Es más, ya te digo que con una primera lectura, te la has perdido, seguro. Entonces, la sonrisa sale fácil y gustan los cameos de personajes con antorchas en calabozos particularmente entrañables. Si estáis actualmente en la comunidad D&D, o tenéis edad suficiente para recordar la serie de televisión de dibujos animados Dragones y Mazmorras, vais a disfrutar de lo lindo. Descubriréis “invitados” que os sorprenderán gratamente.

Si bien las referencias al juego de rol y sus tradiciones son suficientes para llevar la historia, por otra parte, la trama principal engancha (Morty ve a una chica mona jugando a Dungeons & Dragons en el instituto, y le pide a Rick que le enseñe a jugar y descubre así que su abuelo es un jugador veterano; antes de darse cuenta, que toda la familia está metida ya en una campaña… jajaj). Y Jerry brilla aquí, para gran frustración de Rick. Y es que Rick también conoce a su pareja en la persona de un Dungeons Master invitado que… Bueno, lo dejo, no quiero estropearlo.

Creo que cuanto más tiempo lleves jugando al rol, más disfrutarás de esta obra y sus referencias. Si no, como mínimo vas a despertar nuevamente esa curiosidad, esa que te reconcome desde hace tiempo. El saber, el querer saber, y es que por mi parte siempre disfruto de cualquier frikerio relacionado con D&D. Me lleva a rememorar aquellos años con amigos en los que pasar un fin de semana todos en la habitación del DM, sentados a una mesa, papel, lápiz, dados pero perdidos “realmente” en las catacumbas de una montaña maldita, en busca de un tesoro prohibido e intentando no morir ante el ataque mágico de seres inmundos; rememorar una de las mejores épocas de mi vida.

Fomentando la imaginación, para todo lo que vendría después.

Reseña: Corto Maltés. Las Célticas, de Hugo Pratt

Hay obras que se recomiendan solas. Grandes títulos con un famoso nombre detrás, series incluso, donde sólo con que te suene el nombre del protagonista o el autor, ya sabes que un mínimo/alto de calidad posee. No obstante, dentro de estos, y si son largas colecciones, suele haber títulos y títulos. Y es normal. Tanto abusar del don, a Hugo Pratt algunas aventuras de Corto Maltés le salieron bien y otras… sublimes.

Las Célticas, es el ejemplo.

El taciturno y solitario maltés creado por Hugo Pratt en 1967 se ha convertido en una figura emblemática del noveno arte, pero nunca he podido apegarme del todo a su extensa colección. Sin embargo, siguiendo el ritmo de reedición/rescate/publicación que Norma Editorial hace con esta maravilla de cómic; uno si que puede ir degustando poco a poco (como se ha de consumir lo mejor de lo mejor) esta brillante serie, de brillante personaje. Su condición de indefinible marinero-aventurero hace que el personaje sea difícil de precisar, misterioso y ambiguo, y todos los personajes que se mueven a su alrededor también son turbios, con motivos inciertos y eso me encanta. Sus aventuras transcurren a principios del siglo XX en lugares llenos de exotismo con olores muy diversos, en una época en la que la geopolítica era cosmopolita, y donde el lector puede familiarizarse con la aventura en apenas tres viñetas. En Las Célticas encontramos una serie de historias donde Corto Maltés recorrerá la Europa de la Gran Guerra, desde la deslumbrante Venecia hasta Dublín, pasando por el norte de Francia, donde se cruzará con el mismísimo Barón Rojo. Pero la magia está en una de ellas, la que trata los mitos celtas y…, ¡pero qué historia! (El Sueño de una Mañana de Invierno), donde Oberon, el Rey de los Elfos, trata de convencer a Merlín, Morgana y Puick para evitar que los sajones invadan Inglaterra una vez más…

Hugo Pratt quiso hablar sobre la Primera Guerra Mundial, la cultura celta, y divertirse poniendo a su personaje favorito en medio de intrigas que lo dejan indiferente, donde lo único que le interesa, además de salvar su pellejo, son el buen oro y las chicas de buen ver. Y encuentra a una mujer que quiere lo mismo, salir adelante, con la sangre de Corto en sus manos si es necesario…

… y aquí es donde los Tintín, Astérix, Lucky Luke, Spirou y otras joyitas de la BD, se quedan bastante inferiores respecto a Corto Maltés: aquí las mujeres son reales, los temas abordados son mucho más profundos, la muerte, los viajes, el sentido de la vida (si tiene uno), la guerra y el destino. Los diálogos no tienen nada en común, suelen estar dispersos en los detalles como casi cualquier conversación que tenemos día a día con quién nos cruzamos. Se aporta una poesía rara, una finura extrema, reforzada por los rasgos hermosos y sencillos de los personajes, sus ojos almendrados y el elegante corte de la ropa de Corto. Tiene un pendiente, la ropa más chula, siempre tiene la última palabra, saca las mejores válvulas y le importan un carajo los honores militares o el orgullo de las naciones. ¿Se puede pedir más? No tiene necesidad de colores, la vida es suficiente.

No entré muy bien en la historia que habla de la batalla de Caporetto en octubre de 1917 (Bajo la Bandera de Oro), donde tratan de hacerse con el tesoro del rey de Montenegro, pero las otras historias me tocaron mucho el alma. La balada irlandesa en particular, donde cada personaje está lleno de matices, muy al estilo de Érase una vez la Revolución, de Sergio Leone; la denominada Concierto en O´menor para Arpa y Nitroglicerina. Ya sólo el titulo… La historia del Barón Rojo también es divertida, un pequeño aviador que solo hacía su trabajo para complacer a su país y a su madre. Una cosa que me encanta, es ver como Hugo Pratt se divierte poniendo a Corto Maltés en ciertos momentos puntuales de la historia. Lo suelta y lo deja ir de una página a otra, burlándose de los molestos, los orgullosos y los tontos, siempre dispuesto matar y morir por orden de sus superiores. Y eso, ¿por qué exactamente? ¿Por qué morir por los ideales de otros, de convenidas naciones? Toda la razón del mundo.

En definitiva, Las Célticas aporta seis espléndidas aventuras donde Corto revisita y revitaliza los mitos celtas. Les da una nueva sustancia sin distorsionar, y los ubica en el período de la Primera Guerra Mundial.

Un volumen que es un gustazo.