Reseña: Héroes en Crisis, de Tom King, Clay Mann, Lee Weeks y Mitch Gerads

Junto a Ed Brubaker, Tom King es el guionista USA más molón del momento. Me encantó su Mr. Miracle, su visión de La Visión y he disfrutado de la mayor parte de su carrera con el Caballero Oscuro. ¿Su don? El poder de humanizar a los superhéroes. Bien. Pues ahora os contaré que llegó a mis oídos que Héroes en Crisis estaba considerado en USA como uno de los cómics más odiados de 2019. ¿El cómic más odiado? ¿En serio? Pues mirad, para gustos, los colores. Es muy posible que a bastantes adeptos, burro-fieles de lo clásico no les gustara lo que propone pero, ¿qué importa cuando prácticamente casi cualquier idea que se propone en DC termina siendo odiada visceralmente por sus propios fans o más bien los que se llaman a sí mismos así?

Héroes en Crisis sí que es una idea controvertida, posee bastantes detalles y parece hecha para “arañar” potencialmente a los más puristas. También dice cosas que los cómics de superhéroes normalmente no suelen decir. Y esa es exactamente la razón por la que me encantó. Pero eh, oid, oid, que lo aclara la sinopsis: El aclamado guionista Tom King se une a los dibujantes Clay Mann (Trinidad), Lee Weeks (Batman) y Mitch Gerads (Mr. Milagro) en Héroes en Crisis; un acontecimiento sin precedentes en el mundo del cómic que arroja luz sobre los rincones más oscuros de la psique del Universo DC, explorando el trastorno de estrés postraumático en un valiente e inolvidable thriller.

Un tomo que recién edita ECC Ediciones en tapa dura y que recopila los nueve números de la miniserie. Una oportunidad de obtener esta rareza. Por que esa es su definición. Héroes en Crisis amplía ese punto básico para sugerir que los superhéroes, al igual que muchos otros en esta época, deben experimentar el trastorno de estrés postraumático por todo lo que han hecho o visto. Requieren curación. Tom King, habiendo estado en Irak, ha visto y vivido muy de cerca el trauma que cuenta esta historia y sabe de lo que habla. El estrés es un anticipo a la violencia.

Santuario es un centro de tratamiento secreto para héroes con problemas psicológicos. Y allí se ha cometido un asesinato. ¿Es muy irónico que ocurra un suceso violento en un lugar donde la gente está tratando de curarse de ellos? Mmmm…, seguro que no. Aunque depende. Y aquí se dice. Durante gran parte del arco argumental, Harley Quinn y Booster Gold son los principales sospechosos, y los principales investigadores son Batman, Superman y Wonder Woman (sí, ¡la Trinidad!). Sé que muchos fans se molestaron por la incoherencia de esto. Matar moscas a cañonazos. Pero, ¿en serio, estamos pidiendo coherencia a un cómic de superhéroes? ¿Al cien por cien?

*Cositas que me gustaron:

-Las viñetas de varios superhéroes que son entrevistados por el terapeuta.

-Brillante el arte de Mitch Gerard y Clay Mann. De primera categoría.

-Sé que no es una gran trama, pero con King suele ocurrir que debes darle tiempo para que después te sorprenda. Es uno de los mejores, reescribiendo cómo funcionan los cómics de superhéroes. La Visión, considerado mejor cómic de esta década, muchos lectores lo dejaron en el primer o segundo número para descubrir poco después, la joya que es.

Héroes en Crisis enfatiza en el daño y el trauma que los superhéroes llevan por dentro. Watchmen contaba esto como subtrama.

*Quejas:

-Hubiera molado que se hubiera centrado más en el Centro de Tratamiento y menos en los asesinatos que se producen. Menos rollo detectivesco y más sobre el entorno que propone. Quizás, es algo muy particular.

-Me gustó el enfoque del diálogo en general, pero claro, no todo el mundo está “tocado en el habla” en un sitio así. Sip, sé de lo que hablo.

Comprendo que a cierta gente le parezca una trama superficial, confusa y complicada. No todos en el mismo saco, por favor, he leido por ahí. Mira, esa crítica la acepto. Pero Héroes en Crisis cuenta varias cositas muy a tener en cuenta. Como la hipocresía de la iniciativa en Renacimiento (Rebirth) y su inmersión profunda en lo moderno. Se atreve con temas delicados sin miramientos.

Héroes en Crisis es un cómic diferente.

Reseña: Dolores, de Bruno Loth

Es entonces cuando encuentras un cómic como me gusta, que combina hábilmente una historia bastante personal e Historia. Sí, con H mayúscula. Un excelente álbum que recién edita Ponent Mon, de esas curiosas tramas que se te quedan en la cabeza durante un tiempo.

Vengo siguiendo a Bruno Loth desde que un amigo profesor de Ética me aconsejara leer en su día Los Fantasmas de Ermo; una colección de tres álbumes que nos trasladaban a la Barcelona de 1936, donde Ermo era un joven huérfano que llegaba desde el sur de España con una compañía circense llamada Bakunin en pleno estallido de la Guerra Civil. Una maravilla. Por eso, cuando me enteré de la publicación de Dolores como novedad fui corriendo a saber más.

El diseño de Bruno Loth es bonito y detallado y rápidamente encuentras en él cierta manía con esta historia: la extraña elección de usar solo marrón/beige para los colores de la trama. Cuanto menos curioso pues no encontré ninguna lógica visual/mental en ello. Pero, sin duda, la habrá, como dice la cancion. Mi torpedad viene con los años y… A lo que iba. En Dolores, Bruno Loth realiza un rico trabajo sobre la memoria y el olvido (¡anda, lo que comentaba!), a través del prisma de la inmigración y la historia de una mujer que ha enterrado por completo su pasado y se viene abajo por la trágica experiencia de sus hijos. Ahora, preocupados por ella y sus problemas de salud, el personal de enfermería que la atiende empujará a una de sus hijas a cuestionarse el pasado de su madre porque, inquietantemente, ha comenzado a hablar en español, descubriendo así, que su nombre real es Dolores. A partir de aquí, su hija irá desenmarañando poco a poco el pasado de su madre. Descubrirá sus orígenes españoles y como tuvo que huir de su país en plena Guerra Civil.

Una historia muy contemplativa que se disfruta, y sinceramente, es fácilmente adaptable a la gran pantalla. Muchos la debieran leer, pues tenemos aquí un buen álbum, inmersivo, de ese eterno tema al que muchos escritores patrios recurren pero del que pocos vemos contado por autores de fuera. Bruno Loth nos ofrece una historia que resulta bien construida mezclando con lo justo y necesario ficción e historia. La aventura de Nathalie comienza cuando su madre, en una casa de retiro y sufriendo depresiones, de repente comienza a hablar en español. Tiene misteriosas pesadillas donde habla de la playa y del abandono. Pronto, Nathalie llega a comprender que su madre, en su infancia, huyó de las fuerzas de Franco en el 39. Una experiencia postraumática a la que de algún modo ha regresado y que la retrotrae al horrible momento de decenas de miles de republicanos rodeados en las playas de Alicante.

Dicen que el éxito de Bruno Loth para sus cómics se debe a su implicación personal. Por lo visto, pasó varios meses en nuestro país para documentarse e incluir testimonios certeros de personas que vivieron el desastroso momento. No obstante, el autor se ha documentado sí, pero parece más una cuestión de aprendizaje pues no sobrecarga demasiado la historia en Dolores, ni abruma al lector en ningún momento, como hacen otras historias con tanto dato. Realmente es el camino de la investigadora lo que nos lleva a diferentes lugares y la que pone ese “suspense” que nos incita a seguir leyendo…

Una lectura instructiva a la vez que bella.

Reseña: Luke Cage. Del Infierno… ¡Un Héroe!, de Archie Goodwin, Roy Thomas, John Romita Sr. y Steve Englehart

El buen comiquero lleva en la sangre ser coleccionista. Respecto a un personaje que le mola, siempre lo quiere todo-todito-todo de él en su cómicteca. Pero uno/a, cuando es consciente de que el espacio/tiempo están relacionados, no le queda otra que hacer «selección» y tal vez buscar sólo las mejores épocas, las mejores sagas, de ciertos superhéroes en particular. Tener lo mejor de lo mejor, cosa harto difícil hace unos años pero que gracias a las editoriales de nuestro país cada vez se va haciendo más fácil por sus constantes colecciones, recopilaciones, tomos indispensables y demás. Van llegando a librerías en esta gloriosa Época de los Integrales que estamos viviendo. Y ahora que me perdonen los seguidores de T’Challa, Wakanda y demás…, pero para mí, sin duda, y desde siempre, si ha habido un icono Marvel de la cultura negra ese ha sido siempre Luke Cage. Aunque yo siempre lo conocí como Power Man. Tío duro, cercano, un negraco que da su merecido a esos listillos blancos a la vez que encumbra los derechos de las personas en la sociedad. Y que opta por un tono medio y elige limpiar las calles y hacer de su comunidad un lugar más seguro. No obstante…, un héroe de los 70s…, cuando en el cine se repartían ostias y tiros por doquier…. Obviamente, Luke Cage trabaja por un precio. Su carácter subyacente es el de un hombre honesto que solo intenta vivir una vida que se esfuerza al máximo por derribarle. Siempre recordaré el comentario que me hizo una chica en la Comic-Con de San Diego donde ese año se debatía sobre personajes de cómic de los 70. La fan-girl dijo algo así: No dejes que su aspecto de duro te engañe… Luke Cage es 100% osito de goma por dentro. Nunca supe cómo calificar eso.

En Luke Cage encuentras la potente explotación fibrosa de musculoso tío negro por un lado. Por otro, si lo tienes delante y te está buscando, puede que te cueste encontrar sus “buenas intenciones”. Es como echarle el brazo por encima a un león. Mmmm…, a lo que voy es: si siempre te llamó la atención el personaje y quieres leer una de las mejores etapas (si no la mejor) de él, estás de enhorabuena. Por que Del Infierno… ¡Un Héroe! es lo que muchos estábamos esperando. Numeritos que son toda una delicia del personaje, dentro de un buen Marvel Limited Edition, estos tomos integrales donde se está recopilando puro caviar Marvel.

Luke Cage: Del Infierno… ¡Un Héroe! (Luke Cage, Hero for Hire) recopila los dieciséis primeros números de las aventuras del personaje, de una época, de un nuevo héroe para una nueva era, diferente a todo lo que se había contemplado entonces. Su mejor considerado inicio. Donde un preso acusado injustamente en la prisión de Seagate (en ocasiones llamada “Pequeño Alcatraz”) llamado Carl Lucas se somete a un experimento científico. Cuando a un guardia de prisión racista le da por manipular la máquina con no buenas intenciones, Lucas comienza a desarrollar algunos efectos secundarios sobrenaturales. En concreto, fuerza extrema arrolladora y una piel a prueba de balas. Y así acaba de nacer Luke Cage. Y ahora que se hace llamar así para reflejar su pasado reciente, se erige como un auténtico protector de las empresas con el objetivo de limpiar Harlem, aunque primero con una vieja cuenta que saldar con su antiguo socio en el crimen.

Para lanzar la serie, Archie Goodwin proporcionó guiones de estilo «bajo-explotation» y al menos para los primeros capítulos, el artista George Tuska juega con diseños que son casi lienzos de exposición. Después de cuatro episodios, Goodwin dejó a Luke Cage en buena forma, con una base sólida y un elenco de apoyo viable. Estas historias son lo más destacado de la colección. El personaje principal, Carl Lucas, fue creado por Archie Goodwin, Roy Thomas y John Romita Sr. y cobró vida en esta etapa inicial con las geniales ilustraciones de George Tuska y unas maravillosas tintas de Billy Graham. La Nueva York de los 70, los barrios, peleas, duelos de baile y deportes en la calle. Vida social a tope… Oh, qué maravilla para quién lo vivimos. La vida en la calle. Luke Cage: Del Infierno… ¡Un Héroe!, es quizás la colección que mejor refleja esa época de todas las series nacidas en La Casa de las Ideas.

Como para perdérselo.

Reseña: Gotham Central. En el Cumplimiento del Deber, de Greg Rucka, Ed Brubaker y Michael Lark

Crecí amando superhéroes. Entre cómics que me aportaban mis tíos, mi abuelo materno y mis propios ahorros, como estudiante de primaria/secundaria leía y veía todo lo posible de superhéroes. El género de Terror y el superheróico me tenían flipado desde mi más pronta edad. Y desde entonces fue así: salir en coche con mis padres libro/cómic bajo el brazo, viaje por carretera libro/cómic bajo el brazo; cuando en sexto de primaria unos amigos y yo nos escapamos al centro de la ciudad a ver una tienda de cómics, se nos abrió un nuevo mundo alrededor. Y casi cuarenta años después de eso, a lo largo de mi vida, me he dedicado por completo a leer de todo (siempre lo que me gustaba en cada momento) pero siempre, o casi en su mayor medida, todo iba relacionado a superhéroes. Y riéndome yo por siempre del que hacía/hace bromas sobre el género de superhéroes y su infantilismo, el tiempo nos ha dado la razón. Y ahora para ser molón o para estar al día, tienes que saber de superhéroes. No, de hecho, todo el mundo sabe un montón. Ay… Hablo en plural por que sé que sois muchos los que estáis cortados del mismo patrón que yo. Es como cuando los abuelos se ponen a hablar de aquella guerra… Lo que sí que es cierto es, que este es un mundo para todos. Hay ejemplos ocasionales pero bastantes de los que estáis leyendo esto ahora mismo, venimos del mismo planeta. ¿Y por qué hablo tanto de superhéroes si Gotham Central…? Por eso. Para haceros ver que el cómic de superhéroes es solo una puerta (la mar de grande) a un inmenso universo de posibilidades. Y así, impertérrito, os recomiendo Gotham Central, una obra magna ahora recopilada de forma maravillosa por ECC Ediciones, una oportunidad de no dejar pasar un cómic del que habréis leído mil cosas buenas de él. Y es normal, pues ya sabiendo que están detrás tres creadores geniales como Greg Rucka, Ed Brubaker y Michael Lark; tres ya considerados maestros del noveno arte, tres productores de un trabajo de los que recomiendo cositas cada poco.

Y aquí está Greg Rucka otra vez, y Ed Brubaker, los cañeros del guión creando una importante dicotomía en la mitología de Batman. La tensión a ojos vista desde una comisaría y sus componentes en la ciudad con mayor crimen del mundo del cómic. Batman. Un solitario al margen. La existencia de su familia incluyendo a Robin, Alfred, y el comisario Gordon. Mientras que Batman se supone que es un vigilante sin licencia, que pasa la mayor parte del tiempo disfrutando de sus artilugios y encuentros sorpresivos en el mundo de la noche… Pero, ¿quién patrulla las calles? ¿No es quizás más importante en Gotham su policía dado que hay un mafioso o un ladrón cada medio metro?

Gotham Central fue durante un tiempo una de las series más esperadas por estos lares. ECC Ediciones la trajo y desde entonces la ha ido produciendo en diferentes formatos; unos dicen (como siempre los trolls/haters) que para sacar dinero. Mi opinión es (como hacen muchas editoriales), más bien para que le llegue a todo el mundo. Recordad que no todo el mundo puede soltar cierta cantidad de pasta según en qué dia del mes. Y recordar también que son empresas y si tú eres empresario lo entenderás. Chusmas aparte, ahora se reedita esta magnífica colección en tapa dura, un tomo que recopila los diez primeros números, una serie que desde que vio la luz en DC sólo ha obtenido méritos y halagos. Y muy merecidos. La historia se centra en el Departamento de Policía de la ciudad de Gotham, pero apartando un poco el género superheróico y afianzándose en la realidad y el día a día (nunca mejor dicho, porque las historias van sucediéndose un día detrás de otro), de una comisaría y las dificultades de sus funcionarios que viven y trabajan para la seguridad ciudadana.

¿O es que nunca habéis pensado que la policía de Gotham tenga quizás sus buenas razones para resentir del Caballero Oscuro? Más de la mitad de los casos importantes son resueltos por ellos. Y en muchos, muchos, sólo aparece el orejas picudas al final, para dar la puntilla cuando lo peor ya ha pasado. Y es que cuando Batman no tiene éxito o no está involucrado, los casos suelen terminar trágicamente…

Una segunda edición, un primer volumen de dos, que recopilará la serie al completo. Una oportunidad.

Una joya más para la cómicteca.

Reseña: En Silencio, de David Ouimet

Las ilustraciones de David Ouimet han aparecido en portadas de álbumes y libros, incluida la serie de libros Dare to be Scared, de Robert D. San Souci y otros (dónde lo descubrí yo) como la genial antología Tales of the Unnatural. El trabajo de Ouimet está aún por descubrir en nuestro país, de ahí la importancia de esta novedad más que interesante llamada En Silencio, que Minotauro Ilustrados acaba publicar. El trabajo de Ouimet fue seleccionado para el Annual 59 de la Society of Illustrator y se exhibió en el Museo de Ilustración Estadounidense en la ciudad de Nueva York en febrero de 2017. Fue todo un acontecimiento.

En Silencio, de David Ouimet, tiene éxito en la más difícil de las tareas literarias: emplear muy pocas palabras en una historia y, sin embargo, transmitir temas de gran complejidad. En este fascinante libro ilustrado, cuenta la historia de una niña sin nombre en el deambular de una vida solitaria. Una persona tranquila en un mundo cacofónico. Ambientada en un opresivo paisaje urbano distópico, nos unimos a ella en su viaje hacia la iluminación. La vibra apagada, a veces industrial, de las ilustraciones de Ouimet evoca una ciudad densamente poblada, por la que pasa nuestra joven protagonista de forma anónima. Los personajes circundantes están representados como una masa uniforme, cada uno de ellos con una máscara para ponerse en determinadas situaciones. Un guiño simbólico a nuestras propias conformidades cotidianas. Como introvertida en un mundo que valora a los extrovertidos, esta colegiala pensativa refuta la mentira de que los días escolares son los días más felices de tu vida.

Soy diferente.

Soy la nota que no está afinada.

Me pongo de ratón, me pongo gris.

Se imagina a sí misma elevándose hacia el cielo como un pájaro, pero la clave de la libertad no es un bello pájaro de bello emplumado; los libros y la imaginación le darán alas a nuestra heroína melancólica, y su lectura silenciosa y voraz llevará a comprender que los libros no son simplemente un refugio de la vida, sino una forma de entenderla. Y una posible puerta de entrada a la libertad. En tan sólo cuarenta y ocho páginas, En Silencio, crea una atmósfera rica y se centra en cultivar la resiliencia en una vida de aparente aislamiento. Hablando con el inadaptado que reside en todos nosotros, y en particular alzando a los introvertidos, refuerza maravillosamente la famosa cita de Rumi:

«Cuanto más callado te vuelvas, más podrás escuchar».

Entre ilustraciones ricamente detalladas, atmosféricas e incluso aterradoras que presentan un mundo sombrío, distópico y mecanicista donde la uniformidad sombría es la norma, la narradora en edad escolar describe sentirse incomprendida y sola. Y como es tímida y diferente, elige el silencio. Sin embargo, no todo es desesperado en esta inquietante historia: aunque el narrador parece preocupado por estar silenciado, la prota posee una imaginación viva y reconoce lo importante que es el silencio al leer, lo que se describe como liberador.

En Silencio, es un álbum incita a la reflexión. Elogiado por autores tan conocidos como Neil Gaiman, Philip Pullman y Dave Eggers; tienen bastante razón en lo de que es una historia inusual, y que permanecerá en tus pensamientos mucho después de leerla.

Reseña: Biblioteca Michael Moorcock. Elric, La Ciudad de los Sueños, de Roy Thomas y P. Craig Russell

Uno de los más potentes títulos que está sacando Yermo Ediciones son las obras de Elric de Melniboné. Un gran clásico de la literatura fantástica creado por el maestro Michael Moorcock, un maravilloso personaje que al igual que otros, ha visto la luz en formato cómic y con un trabajo (desde siempre) nada desdeñable. Y sinceramente, es lo mismo pero no es igual. De hecho, las sensaciones no se parecen en nada. Al igual que cuando lees un relato de Robert E. Howard y después lees un cómic de Conan en ningún momento tienes la sensación de estar viviendo lo mismo, pese a ser el mismo titulo que el de sus respectivas novelas. De hecho, Elric: La Ciudad de los Sueños, el tercer volumen para dicha Biblioteca Michael Moorcock creada por Yermo Ediciones, contiene la historia que dio a conocer a Elric al medio del noveno arte.

Os decía que Elric: La Ciudad de los Sueños es una adaptación al cómic de la famosa novela de Moorcock. Encontramos nuevamente a un inspirado y empecinado Roy Thomas (con sus historias de Conan a sus espaldas) adaptando para el mundo esta maravillosa historia. Los puntos más relevantes, los rescata de forma muy fiel. La base de la historia es que Elric, el último Emperador de Melniboné, está liderando a un grupo de invasores humanos para saquear su ciudad, Immyyr. Pero su verdadera intención es rescatar a su amor Cymoril de su hermano loco y actual Emperador Yyrkoon. Una de esas historias (si no la primera) del hastío de Elric, la casi predestinada destrucción de su tierra natal y su traición a todos aquellos que en teoría eran sus amigos. Contar más, sería espoilearos la historia, así que leedlo, revisadlo y leedlo nuevamente porque es una de esas pocas joyitas de Fantasía en formato cómic que salen al año.

Elric: La Ciudad de los Sueños fue la segunda incursión de Marvel Comics en el formato de novela gráfica. Un titulo de 1982 de la primera historia del Elric de Michael Moorcock que está llena de magia oscura y espadas; incluida una con gusto por las almas humanas, ya sean enemigas o amigas porque, my friends, Stormbringer siempre moló cantidad.

Roy Thomas es fiel al material original y el arte de P. Craig Russell es sobresaliente como de costumbre. Una epopeya de aventuras fantásticas que abarca mundos y que a aquellos a los que no les gusten los mundos que abarcan épicas fantásticas, aún disfrutan. Punto curioso: aunque conozco al personaje de Elric desde hace años, creo que nunca termino de conocerlo bien. Su nombre es lo que siempre recordamos pero cuando retornas a él, vuelves a descubrir cositas nuevas. Exempli gratia: no sabía que había versiones de él en una «línea de tiempo alternativa» y es que nuestro Elric se reune con algunos de sus otros «yoes» para impulsar aspectos importantes de esta trama y…

No cuento más.

Lo que hicieron y como lo hicieron Roy Thomas y P. Craig Russell con el personaje es una labor magnífica. Yermo Ediciones vuelve a traernos otra joya en tomo, otro diamante en bruto en tapa dura, un manjar para el mejor paladar comiquero, una verdadera maravilla tercer volumen de la Biblioteca Michael Moorcock, números que querrás todos a poco que conozcas uno de ellos. Una obra de una enorme calidad, diferente, con un guión de enganche como pocas veces se encuentra en un cómic de Fantasía. Donde Roy Thomas cogió la esencia, lo mejor de ello y lo llevó al formato ilustrado con la ayuda del maestro Russell, creando así una obra magna donde junto a la trama que se va tejiendo lentamente, llena de suposiciones que luego no se cumplen y que sorprenden con suspense de por medio. Y es que Michael Moorcock fue uno de los escritores contemporáneos más prolíficos e innovadores. Su obra dedicada a la Fantasía ha sido particularmente una de las más influyentes del género, y en ella ha consagrado la figura arquetípica del antihéroe atormentado y acosado por las fuerzas del destino.

Elric de Melniboné es de esos pocos eternos que aún no ha sido llevado a la gran pantalla con criterio. Aunque se rumorea que están en ello.

Reseña: Las Tinieblas y el Alba (Precuela de Los Pilares de la Tierra), de Ken Follet

Si tiene algo bueno volver a empezar la marcha tras el verano es poder ponerte de nuevo con una saga que ha hecho mella en muchos de nosotros. No me digáis que no es genial el ver las novedades editoriales del último trimestre del año y encontrar que grandes autores vienen con novedad a nuestro país. Un nuevo libro de Stephen King, un nuevo misterio de Joël Dicker, una expansión a lo ya contado en la multiventas juvenil Crepúsculo… Pero ahora parad, parad, ¡paren las máquinas! ¿Qué el señor Ken Follet viene con nuevo titulo sobre Los Pilares de la Tierra? ¿La precuela a la saga de Kingsbridge? ¿Una precuela? Jamás se me hubiera ocurrido. Y lo curioso es que ni la recordaba. Conocía la noticia de publicación sobre The Evening and the Morning hace algún tiempo, pero la había olvidado por completo. Pero, «don´t worry», casi que mejor el llevarte nuevamente una sorpresa, verlo en librerías y rápidamente llevártelo a la mesita esa que muchos tenemos junto a nuestro sillón de lectura favorito. ¿O no?

Ken Follet es de esos escritores que cambió de género para una nueva novela y encontró/amos la gloria. Les pasa a algunos y cuando se dan una serie de circunstancias brotan obras de arte. Un ejemplo de ello es George R.R. Martin, un autor de toda la vida en la Ciencia Ficción y ya veis lo que hizo con Canción de Hielo y Fuego. Es como cuando un grupo heavy compone una balada. Lo petan. Ken Follett es el autor de la exitosa novela Los Pilares de la Tierra, una historia ambientada en la Edad Media y que tiene lugar en Inglaterra. Una novela de evolución, como yo las llamo, de las que conoces a los personajes y viajas, creces y vives con ellos durante toda una vida… Y un poquito más. Las Tinieblas y el Alba se considera una precuela de ese libro. Sucede alrededor del año 1.000 d.C. (unos doscientos años que Los Pilares…) y, entre otras cosas, analiza la fundación de la ciudad de Kingsbridge. En cada una de las novelas de trilogía suele haber tres personajes principales. Yendo a tiro hecho en Las Tinieblas y el Alba está Edgar, que se convierte en constructor y planificador de barcos, Ragna, una hermosa joven con ascendencia real que viaja desde Normandía para casarse con “alguien” en las cercanías de donde nace Kingsbridge y un monje llamado Aldred, cuyo sueño es convertir la abadía donde reside en centro de aprendizaje tanto para el clero como para los laicos.

Las Tinieblas y el Alba  es una visión de una época pasada de naturaleza feudal con la realeza y la gente común conviviendo, pero dividida en cierto modo. Una Baja Edad Media pura y dura como diría un Licenciado en Historia. La Iglesia tiene poder en la sociedad y la ejerce con jerarquía y poder propio, un periodo donde el comercio está comenzando a evolucionar y las personas que se mueven diariamente en la compra-venta y la vuelven su práctica se dan cuenta que pueden llegar a ser un tipo de clase adinerada y dejar atrás por fin toda una vida de sufrida subsistencia. Las Tinieblas y el Alba comienza cuando Edgar está a punto de fugarse con una chica de la que se ha enamorado. Desafortunadamente, ese mismo dia, un grupo de vikingos asaltan la zona y matan a la joven, además de destruir la casa de la familia de Edgar y los medios para ganarse la vida. Angustiado por su pérdida, Edgar se dirige con su triste familia a una granja que se les ofrece para que puedan subsistir, la misma zona donde llega Ragna para su boda y donde el monje se encuentra en las primeras etapas de su intento de hacer de su abadía un importante centro de aprendizaje.

Así comienza una trama de encuentros y desencuentros, amores e ideales por los que luchar. Todo lo que cuente de más, lo considero «spoiler», pues sinceramente, sin ser Las Tinieblas y el Alba una obra de arte, es una novela que se disfruta un montón, hayas leído o no la trilogía a la que hace referencia. Aunque obviamente te molará más si pillas los guiños y ciertas mini-tramas que el propio autor relaciona con su anterior obra. Los buenos son realmente buenos aquí y los malos son francamente malvados, duros de corazón y viciosos. Estoy de acuerdo, quizás en esta época apenas había grises. Tres vidas se entrelazan en la historia y a lo largo de los años, vemos que cada una pasa por un sufrimiento inimaginable. Incursiones vikingas, batallas inglesas, traición, corrupción, violación y pillaje, pero también lealtad, esperanza y amor. Mi admiración por la habilidad de este autor no para de crecer. Y eso que hubo algo extraño que me liaba hasta que me acostumbré. Muchos de los nombres comienzan por W o D y… Nah, jajaj, cosas mías.

Pero es fácil. Ken Follet es maestro de la novela. Su escritura es fascinante y crea una trama bien descrita, otra vez. Tiene el don de crear vida con personajes que se vuelven reales, que los visualizas fácilmente tras su modo de expresarse. Las Tinieblas y el Alba es un nuevo volumen de un autor que llegó directamente a la cima y se mantiene en el podio gracias a una de las mejores sagas literarias de nuestros días.

Sabes que quieres leerlo.

Reseña: The Fade Out (Deluxe Edition), de Ed Brubaker, Sean Phillips y Elizabeth Breitweiser

Tuve un amigo que amaba cualquier argumento que hiciera referencia a novela negra, cine de época y entorno político-detectivesco de los años 50. La persecución de “comunistas” en Hollywood, las grandes novelas de Dashiell Hammett, Raymond Chandler y films provenientes de libros como La Dalia Negra y L.A. Confidential. Todo esto era súper ideal de la muerte para él. Y aunque yo lo criticaba sarcásticamente en días nublados, en cierto modo, me lo inculcó. O me pasó su fiebre. Pues si algo tiene el ser humano pasionario de gustos enfermizos es un inmenso poder de contagiar al de al lado. Siempre que estén en su misma onda y sean receptores abiertos, claro. El tema es que leí y vi bastantes cositas que a él le molaban, y en ese trajín de gustos que por supuesto disfruté, yo también descubrí cositas pero más de mi campo. Me topé con Ed Brubaker. Con su Soldado de Invierno, con su Criminal, su Batman: Gotham Noir, su Gotham Central, su Sleeper, su Fatale, su Velvet y su Kill or be Killed. Es decir, el género negro hecho cómic. Pero no el género negro bla-bla-blá y bla-bla-blá; el mejor thriller, el mejor cómic de espías, el jodido mejor género negro hecho cómic. Díganme ustedes entonces si tras tanto «sufrido» (os aseguro que no conozco a nadie y digo nadie que no le haya gustado ni siquiera una de las obras anteriores), nadie; cómo diablos no iba yo a pillar esta Deluxe Edition de The Fade Out que vuelve a editar Panini Cómics en su sello Evolution Cómics.

La historia tiene lugar en 1948, la edad de oro de Hollywood y el antiguo sistema de Estudios. Es una época de prosperidad de posguerra que se refleja en películas ostentosas y glamourosas en Hollywood. Durante estos días, los Estudios tenían TODO el poder y la influencia de Hollywood. Había mucho dinero en la industria del cine y dada la paranoia de la Guerra Fría, el incipiente FBI tenía un gran interés por erradicar a los presuntos simpatizantes comunistas dentro de la industria. Intereses duales de los estudios y el FBI dieron como resultado un Hollywood lleno de guionistas y actores que compitieron vendiendo al de al lado como competidor comunista, para que fueran puestos en la lista negra y eliminados.

Ser etiquetado como «comunista» e incluido en la lista negra es exactamente la situación en la que se encuentra uno de los protagonistas en The Fade Out. El otro, aún experimentando una carrera exitosa, está luchando con el trastorno de estrés postraumático de sus días en la guerra. Juntos, los dos se topan con un asesinato que se convierte en algo más grande de lo que uno puede imaginar… Un «noir» o un «hard-boiled» como la definió Raymond Chandler en su ensayo El simple arte de matar (1950); una trama oscura y violenta, pero también inteligente que nos muestra a un Ed Brubaker en su mejor momento.

Lo que hace que The Fade Out sea tan convincente es la atención de Brubaker a los detalles con respecto al período de tiempo. Leí una entrevista en la que dijo que basó esta historia en los relatos de su tío, que fue guionista de género negro durante dicho período. Todo-todito-todo te traslada a la época como hacen las buenas novelas de Hammett. Desde la jerga, la cruda descripción de la segregación de la costa oeste, las diferentes experiencias de la posguerra para los veteranos y los altibajos de la vida en Hollywood, todo se corresponde con precisión con aquellos momentos de penuria y vida. Como cinéfilo y amigo del “pasionario” que me lo inculcó, he leído libros y ojeado documentales de esta curiosa época norteamericana. En aquellos días, los actores, y las mujeres en particular, eran tratados básicamente como esclavos en la industria del cine. Y Brubaker captura ese lado feo e ignorado de los primeros días de Hollywood al explorar a los guionistas que, en última instancia, eran simples herramientas de los Estudios. Ironía negra clásica que resulta ser verídica en uno de los finales de cómic más tristes de todos los tiempos. Teniendo en cuenta, además (¡Tened en cuenta!), que esta trama se disfruta con delicadeza, paciencia, como realmente se lee una buena novela negra. Esas que aportan datos, más en los detalles y conversaciones, que en la propia prosa.

Estamos hablando de una Edición Deluxe que recopila los doce números de la serie, reparto de personajes, extras, biografías y bueno, siempre sin olvidarnos del gran Sean Phillips, alma gemela ilustradora de la mayoría de las grandes joyas escritas de Brubaker. Apoyado en un coloreado maravilloso de Elizabeth Breitweiser que lleva el cómic a un nivel grandioso visualmente. Me alegró mucho oír que se rumoreaba una adaptación cinematográfica en breve.

Así que leed The Fade Out si sois fanáticos del «noir». Leed esto si sois cinéfilos. Leedlo, si os encanta el drama criminal. The Fade Out es una maravilla que satisface a todos y obviamente acaba de posicionarse en el top de mis mejores lecturas de este odioso año.

Indispensable.

Reseña: Joker Asylum, de Arvid Nelson, Jason Aaron, Alex Sánchez, Jason Pearson, Gail Simone, Andy Kubert y VVAA

Una compilación de todo lo referente a la trama Joker Asylum es lo que se puede devorar en este tomo. Y aunque todo comenzó con una miniserie-elenco de cuatro numeritos donde los mejores creadores sacaron adelante una serie especial semanal protagonizada por los villanos más grandes de la galería de némesis de Batman; cada número contaba una historia independiente que brindaba a los lectores una mirada al interior de las destrozadas vidas de los mayores adversarios del Caballero Oscuro. Mas, lo que mola-mola-mola de verdad, es que las tramas están narradas por el principal maníaco homicida de este mundo, el Joker. Todo muy al estilo Tales from the Crypt (Historias de la Cripta), Joker Asylum es un volumen recopilatorio muy tocho que ECC Ediciones recién edita, un tomaco que profundiza en los peores enemigos de Batman de la mano de autores tan destacados como Jason Aaron (Scalped), Jason Pearson (Wetworks), Gail Simone (Batgirl), Joe Quiñones (Dial H de Héroe) o Andy Kubert (Flashpoint), entre otros.

Una antología de relatos que empieza muy potente, con sucesos sobre la vida de Hidra Venenosa, Dos Caras, el Espantapájaros, el Sombrerero Loco, Pingüino, Harley Quinn, Riddler, Killer Croc, Clayface… Cada trama centrada en un villano, el Joker actúa como narrador de fondo pero también es el protagonista de inicio. Aparece en la primera historia y luego a lo largo de los siguientes números va presentando a los demás. El equipo creativo cambia con cada capítulo, cada uno brinda una profundidad interesante y giros a lo que ya conocemos de cada villano. Drásticamente diferente, se centran en varios temas como el amor, los rencores, la corrupción y la moralidad. Cada historia nos recuerda por qué estos villanos son tan populares, pero también qué es lo que les impulsa a ser malos como demonios. Y esa parte mola un montón. Las historias de Hiedra Venenosa y Pingüino son muy normalitas, pero cada una termina con una nota escalofriante, interrumpida al estilo Joker, con final humorístico. Provoca que quieras más. No obstante, lo que se cuenta sobre Dos Caras es súper chulo, una trama con doble moral, que si hubiesen sido realmente los sucesos que conocemos de él, quizás estuviésemos hablando del mejor/peor enemigo del orejas picudas, uno de los personajes malos-malutos mejor creados.

Opción múltiple: ¿bueno o malo? La mayoría de las primeras tramas que se tratan en Joker Asylum cuentan con esa tesitura. Involucran la participación del lector para determinar el resultado, con algunos finales reguleros, otros curiosos, otros maravillosos y alguna que otra joyita como he contado antes que capturan a la perfección la psique del paciente/víctima/asesino a tratar. Además, quizás valga la pena echarle un vistazo a Joker Asylum como introducción para lectores que no están familiarizados con estos personajes, para así conocer de qué pie cojea cada uno. Algunos guiones hacen un trabajo increíble al explorar la oscuridad del personaje y su inquietante patología. Pero este súper integral -que no me cabe duda que está hecho para ti, si has leido la reseña hasta aquí-, además contiene toda una serie de continuaciones, sagas y miniseries que derivan de la proposición del Joker de contarnos las “voladuras” de los malhechores más prestigiosos de Gotham. Esta genial edición recopila todo lo que brotó de esa pionera idea. Véase, Joker’s Asylum II #1-#5 USA (la continuación a la primera miniserie que hace lo mismo pero con más villanos), pero también toda una serie de números concretos o arcos argumentales de otras colecciones donde por H o por B se hacen referencia o extienden lo contado a lo presentado en Joker Asylum; véase los incluidos aqui: Batman #23 USA, Batman and Robin #23 USA, Detective Comics #23 USA, Batman: The Dark Knight #23 USA, Batman: The Dark Knight Annual #1 USA).

Un volumen que cuenta además con un arte tan perturbador como lo que proponen los guiones de Arvid Nelson, Jason Aaron u otros tantos guionistas con los que cuenta el tomo. Ilustraciones que parecen hechas a medidas para con la pérdida de cordura a tratar. Arte tosco y esquemático del artista Alex Sánchez, una provocativa y estilística, esun buen ejemplo de sintaxis adecuada para dibujo y guión. Liderando lo que otros muchos ilustradores proponen.

Joker Asylum es para colmo, un material y excelente ejemplo de cómo Batman es creado por sus villanos. Profundiza en su mentalidad y muestra las formas en que el héroe podría inclinarse fácilmente hacia el lado más oscuro y retorcido de la moralidad. Sin embargo, aunque Batman aparece en algunas historias, es en gran medida un personaje secundario, narrado desde el lado de la villanía. Esta perspectiva le da al tomo un aspecto muy interesante, una visión retorcida y potencial, una lectura fresca y curiosa, una valioso añadido a la colección de cualquier fan del Caballero Oscuro.

Reseña: Marvel Héroes. Doctor Extraño. Relatos Extraños, de Peter B. Gillis, Sal Buscema y VVAA

Eah, pues vamos a decirlo ya: el tomo recomendado que todo el mundo estaba esperando sobre Doctor Extraño ya está aquí. ¿Relatos Extraños? ¿Por qué? Muy fácil. Se esperaba como agua de mayor un buen tomo recopilatorio de la etapa del guionista Peter B. Gillis, donde el Doctor Extraño casi que es otro. Ahora más tenaz, duro, el Hechicero Supremo con un parche en el ojo y desplegando a más no poder el uso de la magia negra. Una etapa maravillosa ahora recogida en un integral que recopila los primeros diecinueve número de Strange Tales, Doctor Strange #74-#81 y Doctor Strange: Sorcerer Supreme #1-#4; lugar donde se le va la pinza del todo. Es más, podéis mirar webs norteamericanas donde se pide consejo sobre lo mejor de lo mejor de Strange y raro es el que no aconseje esta etapa.

Pues Relatos Extraños hace, sin duda, referencia a aquella serie antológica de Marvel Comics. Un título que fue revivido de diferentes formas y en múltiples ocasiones. Y donde Doctor Extraño y Nick Furia, agente de S.H.I.E.L.D., hicieron su debut. Un escaparate para las historias de CF y Suspense de los maestros Jack Kirby y Steve Ditko, y para la obra pionera del escritor e ilustrador Jim Steranko. Y aquí es donde algunos se dará cuenta que el Doctor Extraño tiene una larga historia en Marvel. En mi caso, por ejemplo, a poco que veo a alguien medianamente interesante en el personaje, rápidamente acudo a mostrarle todo un mundo de posibilidades e historias por descubrir. Da igual si queréis profundizar en Extraño después del film en solitario de Benedict Cumberbatch o tras disfrutarlo en Infinity War o EndGame (dónde para mí lo peta). El caso es que el Maestro de las Artes Místicas es obviamente uno de los mejores superhéroes (si se le puede llamar así) jamás creado en la Casa de las Ideas.

Doctor Extraño: Relatos Extraños recoge una maravillosa época-aventura larga del personaje. Esta parte vio la luz a mediados de los 80s donde casi cada colección de cómic contaba con un a día de hoy reconocido maestro del noveno arte, ya sea en guión o ilustración. Este tomo se inicia con los últimos números de Doctor Strange (#74 al #81), que dan pie al reinicio de la serie con Strange Tales #1, en los que entramos de lleno en una aventura del Hechicero Supremo junto a Capa y Puñal. Lo aclaro ya porque después vienen las eternas preguntas: está bien comenzar aquí incluso si no has leido nada antes o incluso si no te has sumergido en la saga del Barón Mordo o no has entendido bien el papel de El Anciano (mentor de Extraño y predecesor como Hechicero Supremo).

Como os decía, Doctor Extraño: Relatos Extraños recopila la totalidad de la carrera de Doctor Strange en la revivida Strange Tales, y da pie a una serie de encuentros y desencuentros que vuelven las cosas (contadas hasta el momento) un poco confusas. Dado que Extraño ha regresado de una tremenda batalla, exhausto y sin poder, y su Sanctum Sanctorum ha sido golpeado y muchas de sus armas y artefactos destruidos con tal de detener a un hechicero rival. Y todas las cosas que esos artefactos mantenían a raya ahora están tratando de volver a funcionar…, pero requieren su tiempo. Por lo que son tiempos desesperados que requieren medidas desesperadas, y Extraño se ve de pronto interesándose por el Lado Oscuro para sobrevivir al cansancio y al horror que le acecha constantemente. Abrazando los peligros del sopor y… la magia negra.

Pero, espera, espera, desde sus inicios fue descrito como un practicante de magia negra, ¿no? ¡O así lo llamaron! ¡Incluso como nigromante! ¡Dios mío…, acabo de matar a mi primer hombre!, llega a exclamar entre lágrimas, muy afectado por lo sucedido. Aunque es obvio que se ha olvidado de los hombres, demonios y seres varios que ha derribado a lo largo de los años. Y también hay bastante de: ¡Debo negarme a mí mismo los placeres del amor! Cosa que estaba pasando después de varios “tonteos” con su discípula/aprendiz, Clea. Pero lo que mola-mola-mola, de verdad, es como estos guiones de Peter B. Gillis se encaminan al más puro de Terror de Lovecraft.

Rituales a impedir, ocultismo y seres que no debieran haber pisado nunca nuestro planeta. La parte en la que Extraño se une a un viejo enemigo del Primigenio para atacar a la peor de las fuerzas oscuras, que resulta ser nuestro viejo amigo Shuma-Gorath, es espectacularmente soberbia. Tras tragarse una tonelada de oscuridad y fusionarse con Arioch (¿Señor del Caos de las obras de Moorcock?), nos topamos con pulp a raudales, almas torturadas, ritos ancestrales, la oscuridad a un paso para dejar atrás tanto sufrimiento… Horror, suspense, acción, romance y fantasía oscura con una pizca de elementos de carácter lascivo, violencia y erotismo.

Sí, la etapa de Peter B. Gillis con Doctor Extraño, es notablemente buena. Esta sí es mi taza de té.  Todo funciona.