Reseña: Batman/Lobo (Integral), de Alan Grant, Simon Bisley y Sam Kieth

Con el beneplácito de ECC Ediciones, los aficionados al cómic más macarra hemos podido ir recuperando cositas muy difíciles de encontrar. Magníficos integrales de Superman, Wonder Woman, Batman…, pero también otras chuladas para el aficionado más cetrino como las aventuras de Lobo. Pero no, ahora en serio, ¿pero qué demonios estáis haciendo todavía sin saber de él? Lobo es el macarra al que siempre me refiero en mis recomendaciones de cómics con dibujazo, guiones humorísticos, desdichados, desenfrenados, sin necesidad de recurrir al cómic independiente. Suponiendo que de Batman sabéis un rato, de Lobo os diré que da miedito estar en su contra. Un personaje con el que te ríes, disfrutas viéndolo dar palos y todo lo que puedas imaginar. Un antihéroe del que siempre se ha dicho que para nada goza del simbolismo de Superman o la profundidad de Batman.

Lobo es un personaje de ficción que aparece en los cómics publicados por DC Comics, creados por Roger Slifer y Keith Giffen en su día (junio de 1983). Pero del que Alan Grant supo sacar el máximo jugo. Un alien que trabaja como mercenario interestelar y cazador de recompensas, haciendo honor a su estereotipo macarra. Ese tipo odioso, acometido de músculos hasta las orejas, que podías encontrarte montado en moto en una vía interurbana de los 80s… Pero, ¿y si tres maestros consagrados como Alan Grant, Simon Bisley y Sam Kieth hubieran hecho una miniserie donde el Caballero Oscuro se cruzara con el macarra de cara pintada? Pues quedaría una maravilla. Una miniserie guapetona que ahora ECC Ediciones recopila en formato integral. O mejor dicho, la recopilación de dos historias en las que intervienen estos dos grandes iconos DC. Con unos argumentos condensados pero muy bien pensados para desarrollar buenas tramas en muy poco tiempo. Una virtud sólo al alcance de unos pocos.

Y quizás debería comenzar diciendo que unos mis más adorados ilustradores es Sam Kieth. Desde muy pequeño adoro y persigo su trabajo. De hecho, diría que me inspiró para esos pocos momentos que dediqué a dibujar. Pero también me considero muy fan de todo lo leído de Lobo, y de una década acá, Batman. Sí, soy de los más recientes lectores por que nunca me cayó bien. Pero con la madurez todo llega. Y es que también me gusta bastante todo lo hecho por Simon Bisley…

Batman/Lobo Integral contiene el númerito del mismo nombre donde ambos chocan por primera vez. Un especial de Otros Mundos (Elseworlds), donde el Joker contrata a Lobo para asesinar a Batman, y si puede, de paso, que deje Gotham City hecha una ruina. También se aporta los dos números de una miniserie llamada Deadly Serious donde ambos forman tándem para enfrentarse a un ente alienígena capaz de poseer a cualquier fémina y convertirla en artífice de la devastación absoluta. Quién dice fémina, dice chica callejera molona, provocadora, que fuma, bebe y mata personas por doquier. Algunos tarantinescos las llaman «strippers».

Como decía, amo a Sam Kieth y a estos dos personajes involucrados. He estado esperando un tomito asi, con estas historias, desde hace tiempo. Librarme de estas tramas en grapa. Y es que uno obviamente ya se volvió con los años un poco sibarita y quiere tenerlo todo-todito-todo en la mejor edición. El Alan Grant-Simon Bisley de su mejor época, y a un Sam Kieth pletórico, firmando aventuras conjuntas de dos de los personajes más dispares de DC Comics. Entre las novedades del mundo del cómic, siempre hay tomitos-joya de los que merece la pena hablar por su relación calidad/precio. Este es uno.

Y por cierto, aquí vais a encontrar el que es para mí el mejor Batman dibujado.

Buena salud para todos.

Reseña: Marvel Héroes. El Regreso de los Seis Siniestros, de David Michelinie, Stan Lee, Gil Kane, Erik Larsen y VVAA

Si estás en la onda de Spiderman, te habrás dado cuenta que se publican pocos títulos comparado a otros años. ¡Pero qué tomos, madre mía! Lo mejor de lo mejor en geniales compendios, llegan poco a poco a librerías, muchas, colecciones indispensables que se llegan a agotar por que Spidey siempre es Spidey. Aunque diría que algunos titulos apenas tienen repercusión en redes y eso que estamos hablando de unas muy chulas recopilaciones, para los que como yo, que pensamos de modo algo sibarita y ya tenemos una edad; le tenemos muchas ganas. ¿Sinceramente? Por que algunos ya no andamos para colecciones en grapa. Así que por todos los dioses, no me digáis que no mola muy mucho la idea de tener todo-todito-todo (algunos ya se lo solicitamos a Panini Cómics en su día); todo de El Regreso de los Seis Siniestros. Para mí, uno de las mejores arcos argumentales extensos del trepamuros, y para la comunidad, un top de tops de nuestro vecino favorito Spiderman. Un Marvel Héroes que además, en este caso, aporta esas aventuritas chulas donde Parker pierde los poderes arácnidos o se enfrenta en una dura lucha con el Doctor Muerte.

Los Seis Siniestros fue un grupo de villanos ideados y reunidos para/con un solo objetivo: MATAR A SPIDERMAN. La cabeza pensante, el siempre locuaz Doctor Octopus, que consigue una reunión de malévolos seres para ese fin y están en más de una ocasión a punto de conseguirlo. Dicho grupo, con el tiempo, contendrá diferentes líderes y diferentes componentes (¡Incluso se llega a crear unos curiosos llamados Los Doce Siniestros!), pero el objetivo, siempre será el mismo. Borrar al trepamuros de la faz de la Tierra o hacerle daño sin miramientos. Y es que después de sufrir tres derrotas consecutivas, un Doctor Octopus separado de su pack archipoderoso de tentáculos por un tiempo, consigue hacerse de un nuevo aparato que mezcla con su cuerpo. Con esa poderosa arma sale de prisión y rápidamente busca venganza. Por que como bien se dice ahora: La mejor venganza, es vengarse.

Se pone entonces en contacto con todos los supervillanos conocidos que han sufrido al arácnido, que se cruzaron con él y que, por supuesto, le guardan rencor. Más bien, le odian. Hablo de El Buitre, Kraven, Mysterio y El Hombre Arena. Ellos responden a la llamada. Y como ninguno está dispuesto a renunciar al honor de matar al canijo de mallas rojas y azules, deciden desafiarlo individualmente con un sorteo al azar. Provocándolo primero a más no poder (Los Seis Siniestros secuestran a la Tía May y a la secretaria del Daily Buge, Betty Brant y las tienen como reclamo para obligar a Spiderman a participar en las diferentes rondas); pero, ¿qué pasó? Pues que nuestro vecino favorito derrotó a Los Seis Siniestros uno por uno, burlándose encima, de esa inútil decisión de juntarse para después enfrentarse con él por separado… Pero todo esto fue antes. El Regreso de los Seis Siniestros es lo que sucede después. ¿Qué nunca segundas partes fueron buenas? Diganselo a la segunda parte de El Padrino, La Guerra de las Galaxias y a El Regreso de los Siniestros. Títulos que navegan libremente en ese mar de excepciones.

El Regreso de los Seis Siniestros vio la luz como arco argumental dentro de la serie regular The Amazing Spider-Man, entre los números #334 y #339. Pero cierto y verdad es, que se empieza a gestar bastante antes y se “soluciona” en bastantes números y aventuras después. Y como Panini Cómics es lista y lo sabe, de ahí que este genial Marvel Héroes contenga todas esas aventuritas y sucesos que comprendieron realmente la trama y que forman parte de la conclusión de la etapa de David Michelinie y Erik Larsen en la serie. Historias legendarias, en un tomo indispensable que incluye The Amazing Spider-Man #330-#350, el Annual #24, The Spectacular Spider-Man Annual #10 y esa joyita de Spidey como fue La Aventura Totalmente Diminuta, con la que Stan Lee y Gil Kane volvieron a casa.

Pues ahí va entonces una recomendación fácil, de las que se hacen solas y casi no hace falta que leáis esta reseña para saber que este volumen es de los que hay que tener. ¿Qué tenéis que recluiros un tiempo en casita, esas minivacaciones que parece que ahora recomiendan y que para muchos es posble hacerlo? Lecturas. Lecturas de las buenas debería recomendar el Gobierno. El Regreso de los Seis Siniestros debería estar en esa pila de recomendaciones para el aislamiento. Es más, si es así, probablemente tengáis que buscar algo más leña, por que hacía años que no disfrutaba tanto y me leía en tan poco tiempo un tochaco de tales dimensiones.

Un superhéroe en su mejor momento en la que fue para mí su mejor serie regular. Villanos a cascoporro llenos de odio y encuentros y desencuentros en los lugares más curiosos de una Nueva York que empezaba a ser centro de todos los males del mundo.

Lectura im-pres-cin-di-ble.

Reseña: Bone Parish. Volumen Uno, de Cullen Bunn, Jonas Scharf y Alez Guimaraes

Cullen Bum está de moda. Y es posiblemente el guionista de Terror actual que más puedo recomendar dentro del mundo del cómic americano. O incluso de novela, que dentro de nuestro país se edita más bien poco del mejor género de todos, y uno tiene que buscar en el noveno arte historias actuales que merezcan la pena. Y con actuales me refiero a recién creadas, que el autor viva y demás. Por que la novela clásica de Terror, siempre estará ahí en ese sillón piel esperando…

Y es que no es solo cosa mía. Cullen Bunn ya ha sido nominado al Premio Eisner y me consta que lo ganará tarde o temprano. Ya se pueden degustar por estos lares joyitas suyas como El Hombre Vacío, o la genial serie que publica Norma Editorial también, la ingeniosa Harrow County; otra de esas historias que el autor te deja con la miel en los labios y quieres más. Y ahora mismo, más es Bone Parish. Llega nueva serie del guionista de moda, esta vez junto al dibujante Jonas Scharf, ambos creadores de una serie que se vende como una inquietante mezcla de Terror y crimen que refleja con franqueza la manera en que nos conectamos, y desconectamos, del mundo que nos rodea. A lo que yo añadiría: » Y una escalofriante historia de terror nigromántica». Pues díganme ustedes si no llamarla así con una trama donde aparece una nueva droga en Nueva Orleans que lo está petando, elaborada con cenizas de gente muerta.

Bone Parish, desde el principio, establece las bases y presenta la premisa para una buena historia. Contiene intriga, misterio y por supuesto, Terror en las escenas en las que se descubre los efectos que provoca esta curiosa droga que a todos deleita. En pocas palabras, este primer TPB relata todo sobre una empresa familiar que produce y distribuye este, en principio, “medicamento único”, no disponible en ningún otro lugar. La droga está hecha de cadáveres humanos. Eso repugna o puede dar morbo, según. Ya sabéis como es el ser humano. Pero hay más. Los que se drogan con ella no solo alucinan, sino que experimentan hechos-momentos-anécdotas del pasado de los cadáveres absorbidos. En realidad, las viven. Y es por ello que para aumentar más el nivel, los que promueven la droga apuntan a cadáveres de celebridades y líderes muertos y otras personas importantes para crear un producto de calidad. O al menos, portador de una enorme experiencia. Que por supuesto, hay que pagar. Una maravilla que atraerá mucho la atención de otras familias mafiosas competidoras.

Cullen Bunn es de esos pocos guionistas de cómics que son como navajas suizas; de un lado u otro, le brotará una originalidad. Y para alguien como yo que en lo actual buscar eso (no historias que ya me contaron grandes maestros en el pasado), pues de lujo entonces. Además, Bunn tiene larga trayectoria, ha tenido largos recorridos con casi todas las grandes compañías de cómics y creo que así ha sabido forjarse y ser a día de hoy, uno de los escritores más consistentes y confiables de la industria. Y es que cuando sale una historia Cullen Bunn, puedes apostar que obtendrás una historia entretenida.

Con Bone Parish, más de lo mismo. Un comienzo increíblemente atractivo, un buen trabajo de enganche con una rapidísima presentación de los personajes y establecimiento de sus motivaciones iniciales y sus personalidades. Desde muy pronto, se tiene una gran idea de quiénes son estos miembros de la Familia y cómo interactúan entre ellos. Además, Scharf con sus trazos, muestra de forma efectiva cómo las drogas afectan a los usuarios. Y la idea de Bunn de incorporar la letra de una canción para transmitir lo que sienten en ciertas viñetas, me encantó. Por supuesto, sus famosos cliffhanger y giros increíbles, también.

Bone Parish. Volumen Uno, contiene los cuatro primeros números de una serie que tuvo doce números en USA. Me mola. Quedará en tres TPBs todo. Muchísimas ganas de saber más.

Reseña: Fragmentos del Mal, de Junji Ito

Grande Junji Ito. Jamás pensé que el mejor Terror actual lo iba a leer en manga. Hace unos cuantos años ya, que muchos quedamos huérfanos de Terror japonés. De buen Terror. Después de grandes películas que asombraron al mundo como The Ring, Dark Water, Ju-On: La Maldición, Pulse o The Eye, muchos de nosotros queríamos más. Mucho más. Pero apenas llegó. Si acaso nombrar a la editorial Mondadori que publicó el libro original del autor de The Ring. Libro por cierto que recomiendo bastante pues tiene diferente final a la película

A lo que íbamos: teníamos a un autor que emergía, un posible sustituto (en parte) de la extensa obra del vanagloriado Stephen King…, nuevas ideas, aterradoras, excelentes. Pero no llegó más. Nadie trajo nada más del país del Sol Naciente. No teníamos nada a excepción de la famosa antología clásica de Kwaidan, publicada en varias editoriales. Pero ahora con Junji Ito tengo de nuevo esperanza. Gracias a ECC Ediciones, se va publicando su obra cada poco. Es manga sí, pero sus historias son dignas de un buen film. Gyo (argumento de horror en esencia, ya me gustó), un manga que dio mucho que hablar en su día. Tadashi y Kaori están tomando unas vacaciones en las hermosas costas de Okinawa cuando de repente son atacados por un pez con patas de araña dentro de su propia casa…

Por fin, una nueva edición de su gloriosa antología Fragmentos del Mal; sin duda, un titulo donde Ito se hace fuerte. En el relato corto, aunque parezca increíble, es capaz de contar una historia en viñetas, en corta narración, que llena, que gusta, que cumple expectativas. Que tiene todos los elementos para satisfacer al lector constante del mejor género de todos. Y es que que lo que siempre me ha atraído de los mangas han sido sus originales argumentos. El manga, para mí, en un porcentaje muy alto, es siempre un guión que parte de una premisa muy original. La mayoría son historias atrayentes pero Fragmentos del Mal es original en su totalidad.

Recopila historias como Futón, donde una chica llega a casa y encuentra a su pareja escondido bajo un futón pues si sale de allí abajo, un alma en pena se lo llevará. Espectros de Madera, donde una chica aparece de la nada en una casa muy antigua destinada al turismo, solicitando a los dueños su deseo de quedarse a vivir con ellos. Tomio y el jersey rojo de cuello alto, cuenta la extraña historia de un chico que no puede separar las manos de su cabeza. Una Separación Lenta, historia de fantasmas muy pero que muy original. Miss Disección, relato macabro con extraño toque que alterará tú tranquilidad. El Ave Negra, relato en el que un chico perdido en la montaña recibirá por siempre la extraña visita de un ser alado. Magami Nanakuse, cuento sobre una escritora de bestsellers y sus extraños rituales. Y como colofón La Mujer que Susurra, cuento digno del mejor cine de terror japonés.

Podría deciros que me encantó muchísimo El Ave Negra o Una Separación Lenta. Pero sinceramente, he alucinado con todos. Soy fan número uno de Junji Ito. Lo quiero leer todo-todo de esta mangaka. El Terror oriental es un caso aparte. Tiene un no-sé-qué especial que llega al alma. Una forma de narrar lo extraño tan diferente (quizás sea eso), que acongoja. Catalogarlo como el mejor horror escrito, ya es hora. Junji Ito me ha dejado perplejo una vez más. Si has leído hasta aquí, estás listo. No deberías perderte este tomito nuevamente publicado.

Reseña: 100% Marvel HC. Rondador Nocturno, de Dave Cockrum

Llamadme raro pero para mí, uno de los personajes más atractivos que han terminado por componer el universo Marvel siempre ha sido Rondador Nocturno. Con un par de sencillas reglas, y en una noche de inspiración de Dave Cockrum, se creó un personaje carismático, gracioso y original. Pícaro con el tiempo y con un poder aparentemente sencillo pero súper poderoso. Lo cuenta muy bien el editor Marvel Julián M. Clemente en una pequeña introducción al principio de este 100% Marvel HC Rondador Nocturno que recién publica Panini Cómics. Una buenísima recopilación de sus aventuras en solitario, una buenísima aportación a ese vacío que teníamos muchos en el corazón por la falta de obras donde aparece este magnífico personaje.

Como mutante, Kurt Wagner tiene la capacidad de teleportarse hasta una distancia máxima de unos tres kilómetros, además de una agilidad sobrehumana y diversas mutaciones en su aspecto físico como dientes ligeramente desarrollados, piel de color azul, tres dedos de gran tamaño en las manos, cola plenamente funcional acabada en un apéndice triangular en punta de flecha, ojos amarillos de demonio… En sus apariciones es representado como un personaje miedoso pero práctico, bromista, respetuoso y aficionado a los libros y películas de capa y espada. Un personaje que con cada historia aporta matices. Un ejemplo es que pese a ser perseguido por gente asustada que lo tilda de maligno y diablo por su aspecto, Kurt Wagner es católico. Y algunas cosas más que llegaron con el tiempo sobre su origen son: que resulta ser hijo biológico de Mystique y del demonio Azazel, y en su pueblo, Mystique fue perseguida y tuvo que lanzar al niño al río para salvarlo. Del que fue recogido por unos gitanos y pasó a formar parte de un circo ambulante. Tiempo después, la famosa escena del profesor Charles Xavier salvándolo de una turba enfurecida, para reclutarlo en la nueva Patrulla-X…

100% Marvel HC Rondador Nocturno, de Dave Cockrum, recoge las aventuras independientes (o con más protagonismo) donde aparece el personaje. Un viaje a otra dimensión (Enseñame el Camino a Casa…) donde junto a otros X-Men, es arrastrado a un antiguo reino de mujeres que quieren adorarlo como Dios o Rey, aunque el Desvanecedor hará de las suyas… Una oda a las historias de Fantasía veréis en El Cuento de Hadas de Kitty. Y como colofón la muy esperada por mí,, miniserie de cuatro numeritos de Rondador Nocturno, que se publicó en los gloriosos años 1985 y 1986, y donde el artista de circo Kurt todavía alberga sueños de aventuras épicas. Sueños que se hacen realidad cuando intenta rescatar al dragón de Kitty Pryde, y es enviado a una dimensión de piratas voladores, brujería y mucho saqueo.

Rondador Nocturno curiosamente tuvo sus inicios para la Legión de Superhéroes que ahora navega en costas de DC Cómics. Sin embargo, editores con poca visión de futuro de entonces lo desecharon “por gracioso” (¡Dios!). Nightcrawler fue entonces esa espinita que Cockrum siempre llevó dentro hasta que surgió la oportunidad de dibujar en Marvel junto al maestro Len Wein, un señor más abierto de miras, que mostró interés por los bocetos guardados en el cajón de Dave Cockrum. Se ponía en marcha así, aquel legendario casting de superhéroes para la nueva Patrulla-X. Y surgió la oportunidad de introducir a Rondador Nocturno junto a Tormenta, además de unos creados en conjunto Ave de Trueno y Coloso.

¿Resultado? Brillante. Por que fuera de que aquella Patrulla-X fuera la más exitosa creada con el brillante aporte de Chris Claremont, por supuesto, una buena parte de nosotros tuvo la oportunidad de conocer y empezar a amar a un personaje considerado a día de hoy casi de culto.

Sólo le veo una cosa mala en su haber: a día de hoy, nadie (y digo nadie) ha sabido caracterizarlo bien para la gran pantalla. Un personaje tan singular, de esos pocos que parecen nacidos para ser representados solo en su formato original. No le hace bien salirse de la viñeta. Y me da que es imposible.

Reseña: Juicio a Satán, de Ray Russell

La sombra de la famosa novela de William Peter Blatty es muy grande. Pero, ¿y si hubiera algo anterior, una novela casi con el mismo tema y con un potencial similar a la exitosa El Exorcista? Como mola descubrir joyitas del género de Terror en nuestros días. Días aciagos por encontrar algo bueno, o mucho peor, algo original que uno no haya devorado ya. «Exorcismo», ese ritual religioso obsoleto de posesión extraña que aún se realiza pero que nos llegó muy al fondo a todos gracias al film de 1973. La posesión demoníaca y los terrores de la religión siempre han estado en la conciencia colectiva mucho antes que Blatty, Friedkin o Linda Blair. Libros, historias, anécdotas o relatos verídicos; a poco que busques, encuentras. Fue entonces que gracias a que Penguin Random House decidió reimprimirla en 2015 y en nuestro país Alba Editorial dentro de su sello Rara Avis acaba de «devolverla a la luz”, por fin se encuentra disponible esta joyita de historia de posesión demoníaca escrita por Ray Russell llamada Juicio a Satán (The Case Against Satan). Novela que aborda el tema utilizando el fenómeno como una alegoría de nuestra capacidad limitada para comprender nuestros orígenes.

En lo principal, Juicio a Satán no podría ser más diferente a El Exorcista y es por eso que las dos novelas pueden coexistir cincuenta y tantos años después. Se nos cuenta la historia del Padre Gregory Sargent, un hombre religioso y erudito con visión de futuro y con ideas contradictorias sobre la naturaleza humana. Pensador reconocido, que publica sus pensamientos con gran éxito fuera de la comunidad católica, hecho que no puede conciliar con su vocación. Así es hasta que la joven Susan Garth aparece en su despacho. Una vez fue una niña dulce y tranquila pero cuando de pronto Susan comienza a actuar de manera extraña, negándose a asistir a la iglesia y rebelándose contra todos los que la rodean, empiezan a preguntarse, qué demonios (nunca mejor dicho) le pasa a la joven, si es solo una niña rebelde que atraviesa un momento difícil o hay algo más oscuro al fondo. El padre Sargent es el elegido para ayudarla a salir de la oscuridad, por que él, más que nadie en el mundo, entenderá y tomará el curso de acción apropiado. ¿O no?

Si entras en el tema, vas a leer una novela aterradora. Lo pasarás mal, si entras con la mente abierta, como se debe entrar en una novela de cuyo género andas enamorado, donde descubrir una historia realmente estimulante sobre la lucha de un sacerdote contra su fe. Ambientada en 1962, llegó a los lectores antes que la novela de Blatty pero también antes que La Semilla del Diablo, de Ira Levin; de las que definitivamente puedes ver como se inspiraron en algunos detalles contados aquí. Probablemente, se adelantó a su tiempo en términos de mirar la posesión demoníaca a través de una lente de, ¿es realmente una posesión o podría explicarse a base de ciencia o psicología?.

Juicio a Satán contempla muchos puntos interesantes. También descubrí con ella que realmente disfruto leyendo libros que exploran los entresijos de la iglesia católica y que tienen sacerdotes como personajes principales. Es una especie de observación divertida. Además, me pregunto si Stephen King la leyó hace ya bastantes años, ya que aparecen nombres de personajes de novelas tempranas suyas, tales como Barlow o Halloran… (Conspiranoico que es uno).

Hay dos mundos que chocan en Juicio a Satán. Religión y llamémosla Iluminación. Ahora que lo pienso, no quiero llamarla Ciencia porque no lo es. El padre Sargent tiene ideas muy progresivas que dan forma a su comprensión del mundo. Así es como Juicio a Satán difiere de El Exorcista. Presenta la posesión demoníaca y el ritual del exorcismo de una manera completamente diferente: el padre Gregory Sargent, que piensa en Dios y Satanás en términos simbólicos, no está convencido de que Susan Garth esté realmente poseída. El exorcismo es una prueba de fe para él y teme las consecuencias del proceso para su frágil cuerpo en lugar de preocuparse por derrotar al Mal. Como decía, es una novela sobre el choque entre religión e iluminación en los años 60, época donde se empezó a gestar un fuerte liberalismo, «Carpe diem», y brotaron en USA, sobre todo, cultos a casi todo lo que se moviera y donde se alzó con el trono la adoración al Diablo. Ray Russell lo retrata aquí de forma intensa y maravillosa.

Gran novela, que se lee casi de una sentada.

Reseña: Casacas Azules 1997-1999, de Raoul Calvin y Willy Lambil

Casacas Azules es todo un clásico de la escuela franco-belga, con más de cincuenta álbumes publicados. Volvemos a vivir una buena época con una serie maravillosa de aventuras y desventuras centrada en estos cómicos pero intrépidos soldados norteños, yankees del noveno arte, cuyos cómics han sobrevivido durante más de cuarenta años. Que se dice pronto. En particular, gracias a editoriales como Dolmen que piensan bastante en el aficionado al cómic europeo y que ponen en librerías clásicos de renombre en su más que recomendable colección Fuera Borda que retomara no hace mucho, y donde no paran de sacar joyitas. Todo en unos buenos tomos recopilatorios en tapa dura y a un precio bastante interesante. No es de extrañar su gran acogida.

Hasta la fecha han aparecido doce álbumes incluido este Casacas Azules 1997-1999. Tomos que van recogiendo paso a paso y por orden todos los títulos aparecidos en la aclamada serie. Obras de arte con cantidad de virtudes que si el aficionado medio nuevo supiera de su enorme calidad, pillaría sin duda. Y valoraría de corrido la gran labor que Dolmen Editorial hace con cada publicación. Perdonad mi entusiasmo, pero fue una de las series que más leí de pequeño gracias a mi tito USA (como yo lo llamo), del cual, y aún viviendo lejos, he heredado la pasión por el mejor cómic europeo. Recuerdo que mi tío leía con entusiasmo y reunía todo lo que se publicaba en nuestro país en la extinta revista Spirou Ardilla (¿entre 1979 y 1981?), donde molaba mucho leer una serie llamada Guerreras Azules que poco después Ediciones Junior cambió de nombre por Casacas Azules. En fin…, la nostalgia. El volumen que hoy os presento, el más reciente publicado, recoge los álbumes que comprendieron los años desde 1997 hasta 1999. Tres, exactamente.

En Los Hombres de Paja, Cauvin ofrece una historia (muy) correcta como de costumbre. El objetivo es enviar a Cornelius y Blutch a los confederados para que confiesen posiciones falsas al enemigo y así poder emboscarlos. Excepto que para ser creíble se necesita un oficial y por lo tanto, se nombra a Blutch… Por que… tiene… más parla… Genial el momento cuando sorprende a todos incluido el sargento. Un cómic que marca el regreso a un nivel de humor alto a través de la vergüenza de la situación que causa Chesterfield, quien obviamente tiene que controlar sus nervios frente a Blutch, un rango más alto ahora que su compañero.

En Los Fugitivos presenciamos algo triste: nuestros dos héroes favoritos teniendo que abandonar el ejército para mayor desgracia de Chester. Pero la historia vuelve a tener momentos cómicos con las desventuras de las que parecen no poder escapar nuestros protas. La idea del pequeño circo ambulante está chula, y también esos ladrones de caballos que plantean problemas. El dibujo de Lambil siempre fiel a sí mismo aquí es tan hermoso como clásico. Un magnífico diseñador. Que voy a decir de él a estas alturas.

En ¿Quién quiere liquidar al General?, Cauvin y Lambil regresan a lo más alto, al gran atractivo de la serie para mí; luchas, batallas, escaramuzas… Aunque aquí no es realmente contra los confederados, pese a estar presentes casi siempre al fondo. Se debe descubrir a un traidor que se esconde en el campamento y que especialmente quiere asesinar al General Grant. Pese a que no es una trama con mucho humor, o no es tan bueno como siempre, la aventura continúa. Dando la sensación de que grandes eventos están por llegar.

Casacas Azules goza de un humor apreciable y buenos personajes. Muy cercanos en apariencia y gracia al universo de Lucky Luke, en mi opinión. Casacas Azules es un clásico del western humorístico y un bestseller absoluto del cómic europeo. Ambientadas sus historias en la Guerra de Secesión y las hazañas del intrépido sargento Cornelius Chesterfield y su fiel (aunque a ratos rebelde) cabo Blutch, son desde hace más de cuatro décadas, una de las series más longevas y exitosas del célebre semanario Spirou. Casacas Azules era el nombre dado por los indios a las tropas de caballería que “mantenían el orden” en el Lejano Oeste. Dolmen Editorial se encarga de recuperar este grandísimo estandarte, joya del cómic que todo el mundo debería degustar.

Reseña: El Último Faraón, de Schuiten, Van Dormael, Gunzig y Durieux

Ocurre como en la novela de aventuras, que dentro del género, existe una especie de subgénero súper atractivo para mucha gente como es el tema del Antiguo Egipto. Reliquias, faraones malditos y momias, seres de ultratumba que luchan por los que es suyo aún en nuestro plano de existencia. También calculadores villanos y especuladores empresarios que hacen todo lo posible por adquirir sendos vestigios para su gozo o beneficio. Para los que estamos al tanto de este subgénero y leemos tanto novelas como cómics (por que lo importante es lo que se cuenta), nos son conocidas Las Aventuras de Blake y Mortimer; genial serie creada por el historietista belga Edgar P. Jacobs, que apareció por primera vez en la Revista Tintín en 1946, aunque tras la muerte del autor, otros grandes autores de la BD han ido continuándola hasta llegar a nuestros días. Y tengo que decir que en general, con una enorme calidad. Norma Editorial es obviamente la editorial que lleva ya unos años trayéndonos este genial cómic, del que he leído varios titulos gracias a mi tito americano, pero nunca hasta ahora había reseñado ninguno. Pero como he disfrutado tanto con El Último Faraón –el último de la serie publicado-, pues ahí va.

Y es que, queriendo ayudar a un amigo, el profesor Mortimer va al juzgado de Bruselas para investigar una poderosa radiación electromagnética. Tras romper una pared, el fenómeno aumenta. Frente a la amenaza, el edificio en el que se encuentra se halla más o menos protegido gracias a la confinación que tienen en una Jaula de Faraday, que bloquea la propagación de la radiación. Pero la ciudad parece completamente condenada. Unos años más tarde, las emisiones interrumpen el funcionamiento de los dispositivos tecnológicos y todo en la Administración parece irse a pique. Las principales autoridades políticas del mundo deciden bombardear el edificio. Acabar con el Mal surgido en el centro de Europa. Temen la propagación y las serias consecuencias que pueda acarrear aquella fuente de rayos cancerígenos. Francis Blake desafía la jerarquía militar y alienta a su compañero a regresar a Bélgica para continuar su investigación…

El Último Faraón es obra del cineasta Jaco Van Dormael, el escritor y dramaturgo Thomas Gunzig, así como por el dibujante François Schuiten. Los guionistas tienen poca o ninguna experiencia en el noveno arte, pero aun así les ha quedado una historia curiosa. Un álbum de casi cien páginas que trata el esoterismo, la política, el terrorismo, el medio ambiente, la ciencia ficción, la fantasía, los monstruos prehistóricos, las terapias de la New Age y las tramas milenarias. El resultado es un álbum particularmente laborioso, con más profundidad de la que uno esperaba. Remueve un maremágnum de ideas bastante actuales en un contexto tan cercano que aterra. La búsqueda digna de la sinceridad del hombre. ¿Progreso o riqueza urgente? ¿Ciencia y descubrimiento o el odio desencadenado? Cómic donde brilla de todas-todas el arte ilustrado de François Schuiten. Después de cuarenta años, uno de los valores seguros del arte secuencial. Su trazo de lápiz sigue siendo excepcional, y como dice mi tío, a lo largo de los álbumes, ha convertido ciudades en actores reales, cada una con su propia personalidad. Sin duda, presenta una Bruselas de una manera bonita y agradable, una metrópolis que sigue siendo hermosa, incluso si cae en ruinas. Para los lectores de culo duro, deciros que Schuiten aquí parece moderadamente inspirado en los personajes de Jacobs. Esos a menudo estáticos, que en otras historias parecen no entender demasiado en dónde se embarcaron. Diría que está hecho adrede. Además se sostiene bastante para los planos amplios en los colores de Laurent Durieux, oscuros y reales, especiales para las escenas de ubicuidad nocturna.

Y algunos diréis: ¿dónde está aquí el tema Egipto? Es que hay más. Os cuento: Pirámide de Keops. Dos hombres están saliendo de un sueño que aparentemente les causó una migraña severa. Están en una habitación oscura iluminada por una delgada vela. ¿Cómo diablos llegaron allí? Bruselas, años después. Un Mortimer envejecido (en la BD los héroes sí tienden a envejecer) va al Palacio de Justicia de Bruselas para responder a la invitación de Henri. quien hizo descubrimientos realmente increíbles… Lo admito, El Último Faraón ha sido para mí una lectura que iba desmereciendo con el paso de las páginas, pero al final me gustó. El dibujo de Schuiten es notable en precisión y realismo y en cuanto al guión, me pareció muy respetuoso con el trabajo original, el espíritu que Jacobs imaginó. Eso no quita que este álbum sea muy distante en estilo a los títulos más clásicos de la serie. Una nueva visión que entiendo que a algunos lectores rancios les provoque una mueca rara. Pero friends, renovarse o morir, ¿no?

Reseña: Sleeper (Integral), de Ed Brubaker y Sean Phillips

Ed Brubaker es el guionista de cómics favorito de muchos ahora mismo, y puede parecer normal. Es casi imposible creer que todos los guiones de este hombre sean tan buenos. De verdad, todos, o al menos todos y cada de uno de los que he leído hasta ahora lo son. Y he leído muchos. Como comenté por redes sociales en su día cuando terminé de leer el primer TPB de Sleeper hace ya casi cinco años… ¿Hollywood no se da cuenta de qué este hombre hace las mejores historias de género negro, acción e intriga del momento? La publicación de Sleeper por parte de ECC Ediciones fue todo un acierto. Si no el que más, es uno de los títulos más punteros del guionista. Una obra indispensable que no puede faltar en cómictecas que se precien. Lo bueno-bueno siempre a nuestro lado. Mi alabado Ed Brubaker es siempre una garantía de buena trama de género negro, acción e ideas originales. Por ello, que Sleeper vuelva a aparecer y lo haga en formato integro, es sin duda, otro acierto editorial.

Uno de los puntos fuertes de Sleeper son sus personajes. Genuinos, carismáticos, con potentes historias en sus orígenes; representan esa ambigüedad moral de la que Brubaker hace gala en sus obras. Los principales personajes protagonistas son El Conductor, T.A.O., Jack Lynch, pero sobre todo mis amados Miss Misery y Genocidio. Fue leer la primera historia y creer estar viviendo uno de esos momentos en los que te dices ¡Vaya ideaca! ¿Por qué no se me ocurrió a mí? Todo comienza cuando el agente Carver descubre que alguien está intentando en ponerse en contacto con él usando unos métodos bastantes extraños como son poner un cubo de basura junto a una farola y como fondo una letrero de neón. Un método que sólo utilizaba Lynch, un compañero suyo cuando trabajaba para el gobierno. Pero entonces: o Lynch sigue vivo (que sería imposible), o alguien le ha descubierto y sabe que es un agente doble. Así que se pone las pilas. Tiene saber qué ocurre. Vuelve a estar en peligro. Un poquito más.

Hechos como la historia de origen de Genocidio contada por él mismo, enfrentamientos que sólo buscaría un loco, sacar de un lugar súper vigilado el último Bastón de Cleopatra, o el enfrentamiento directo contra el jefe de la organización, el conocido por todos T.A.O. que aprovecha para narrar la historia de origen de Sleeper… Son guiones que hacen súper indispensable este integral. Y más. Mucho más. Misiones súper chulas, y también una tremenda encrucijada entre las dos mafias más poderosas del mundo que actúan en la sombra con dos interesantes personajes como líderes. Lynch intenta recuperar la confianza de Holden por lo que lleva a enfrentarlo a su exmujer, la cual a día de hoy se sigue preguntando porque los traicionó en su día. Por otro lado, la «femme fatale» que lo trae loco, Miss Misery, que lo lleva a la cama a cada momento y que es capaz de buscar sexo con un hombre lobo con tal de satisfacer sus instintos naturales… Pero, ¿qué tiene todo esto que ver con un asesinato en El Cairo? My friends, Sleeper es una serie en la que percibes poco a poco una tremenda profundidad. Una obra de arte en su conjunto.

Lo que me sorprende muchísimo de este titulo es el ritmo vertiginoso que prenden sus páginas. Añadan a eso giros argumentales que te dejan con el culo torcido, el ver empeorar o mejorar a Carver con cada paso, y de pronto, dar todo un giro y cambiar. Sleeper sabe a obra maestra cuando la degustas. La serie fue publicada por la compañía de cómics Wildstorm entre 2003 y 2005. Concebida originalmente como una serie limitada de doce números, su enorme éxito de público y crítica junto con un final abierto propiciaron la renovación para un segundo volumen, siendo éste finalmente de veinticuatro números en total. Y ahora todo-todito-todo en un sólo volumen, totalmente imprescindible de tener/leer/poseer.

Me parece genial que diversas editoriales sigan reparando-acaparando el objetivo de publicar cualquier título que firme el señor Brubaker. En serio, todavía no he leído nada malo, ni siquiera “normalito” de él. Un guionista cuya crítica vende bastante bien y del que se aprovechan bastante las editoriales por su poca obsesión por la pasta y sí por el deseo de crear una obra tras otra, por encima de todo. Aunque Sleeper no deja de ser una idea dentro de Universo Wildstorm, con el que Brubaker hace un homenaje a una de las obras más importantes que tuvo Image (aquella editorial independiente creada por el descontento en relación a la gestión de los derechos de autor y royalties por parte de siete autores de primer nivel). A lo que me refiero (y que no todo el mundo sabe) es que Alan Moore participó en esos primeros guiones, y tiene mucha culpa del reclutamiento de un nuevo equipo donde ya aparecía el misterioso T.A.O. (Tactical Augmented Organism: Organismo Tácticamente Aumentado). El villano más inteligente del mundo. Sabed entonces que T.A.O. fue creado por Alan Moore y ahora es aprovechado por Brubaker para Sleeper. Sólo de algo tan bueno, puede emerger algo tan espléndido.

Reseña: Blade Runner 2019. Los Ángeles, de Michael Green, Mike Johnson y Andres Guinaldo

Caminando en la estela de querer más de la bueno, uno se da cuenta que con paciencia, termina por encontrar más de lo que quiere. Añoranza, memoria y recuerdos. Esas virtudes que perdemos con el paso de los años, y es que no sé ustedes, pero en mi infancia viví muy intensamente todo lo que nos iba llegando. ¿Ejemplo? El film de Blade Runner. Lo tenía todo. Era un pasito más en el futuro (o dos, o tres) a la moda que prosperaba en las calles USA en esos momentos. Años posteriores a grandes films de CF como La Guerra de las Galaxias o la siempre maravillosa Alien; la CF estaba en lo más alto. Prosperaba hacia lo audiovisual. Las nuevas ideas eran muchas. Sorprender costaba poco. Y Blade Runner fue otra película que lo demostró. Nos trasladaba a una historia neo-noir de Ciencia Ficción (muy Cyberpunk si sois roleros), donde aparece una versión distópica de Los Ángeles. Futuro, bioingeniería, punkis, ropa aterciopelada, armas ocultas en el cuerpo… Y por supuesto, ese reflejo de nuestro Mal ansiado como es la creación de robots o androides. O Replicantes, como se llaman en esta obra. El lado oculto del espejo, o quizás otra idea más de ahondar en lo que supuso un desengaño que nadie esperó en la anterior película del mismo director. O tal vez mejor, una evolución muy bien hecha de Ridley Scott, de la premisa contada en la novela corta ¿Sueñan los androides con ovejas eléctricas?, del gran Philip K. Dick. Bien. El caso es que no conocí a nadie en mi entorno en aquellos años que no hubiera alucinado con Blade Runner. Lo tenía todo: contaba con el héroe del momento, un Harrison Ford protagonista al que todo el mundo caía bien, y un malo-malón en estado de gracia e indispensable en cualquier peli de género como fue Rutger Hauer, que nos dejó tristemente el año pasado.

Lo tenía todo. Como lo tenía todo para intentar gustarnos a los nostálgicos el film de 2017, Blade Runner 2049, dirigida por el tan de moda Denis Villeneuve, y que de algún modo es continuación de la anterior pese a estar ubicada treinta años después. Este film sí recibió aclamación de la crítica. Su dirección, fotografía, música, diseño de producción y efectos visuales obtuvieron notables elogios, siendo considerada por algunos como una de las mejores secuelas jamás hecha. Blade Runner 2049 recibió cinco nominaciones en los Óscars, ganando el premio a Mejores Efectos Visuales y Mejor Fotografía. Y a mí me gustó. Aunque entiendo que llegó en un tiempo donde quizás el fan ya tiene demasiado donde elegir y está casi todo inventado.

Así que inevitablemente por ser fan de esta minisaga, uno se interesa por cositas como Blade Runner 2019 – Los Ángeles, un tomo que publica Norma Editorial y que recoge los cuatro primeros números de esta miniserie que recupera de todas-todas el clímax del mundo de Blade Runner. La primera serie en cómic de dicha franquicia, donde conoceremos a la detective Ash intentando descubrir lo que se oculta tras su misterioso cliente, su familia secuestrada y cierta conspiración de Replicantes que se esconden en la vieja ciudad. La misteriosa desaparición de Isobel y Cleo Selwyn, mujer e hija del magnate Alexander Selwyn, un amigo personal de Eldon Tyrell. Rememoro: Doctor Eldon Tyrell, fundador y jefe corporativo de Tyrell Corporation, y responsable del diseño, fabricación y venta de esclavos humanoides llamados Replicantes. Ahí lo llevas.

Una buena trama muy de novela negra con una curiosa investigación que nos llevará a los rincones más oscuros de una decadente ciudad, así como el sendero más desdeñable de un ser humano que intenta sobrevivir a la sombra de esos seres que empiezan a caminar independientemente y se prevee pasarán factura pronto a sus creadores.

Del guionista nominado al Óscar, Michael Green (Blade Runner 2049, Logan, American Gods, Supergirl), el co-guionista Mike Johnson (Batman/Superman, Star Trek) e ilustrado por Andres Guinaldo (Justice League Dark, Capitán América), repito, el primer cómic que cuenta historias originales canónicas ambientadas en el universo Blade Runner.

Todo bien, ¿no?