Reseña: Bermudillo. Volumen 6, de Thom Roep y Piet Wÿn

A poco que indaguéis, os daréis cuenta que el cómic europeo es maravilloso y ricos en todas sus facetas. Una vez que entras, vas encontrando obras a cual más fantástica, atractiva y poderosa en ambientación e imaginación. Lo bueno es, que en nuestro país, desde hace un tiempo ya, y gracias a tres o cuatro editoriales que apuestan por ello; nos van llegando los más geniales cómics de todos los tiempos. Por supuesto, una de ellas es Dolmen Editorial; bosque mágico de publicaciones dónde puedes encontrar toda una serie de álbumes, colecciones de obras sumamente bien consideradas a nivel mundial. Y hoy le toca el turno a Bermudillo. Un titulo muy chulo, del que se acaba de publicar su integral número #6; obra que aún no había reseñado, pero no penséis que se me estaba escapando, ni mucho menos.

Bermudillo es un cómic clásico holandés que trascendió fronteras gracias a su genial ambientación y desarrollo, pero también al descubrir a unos grandes creadores como son el guionista Thom Roep y el dibujante Piet Wÿn. Bermudillo es un pequeño anciano que se enfrenta a seres sobrenaturales recurriendo a un hatillo del que puede extraer los objetos precisos para cada situación. Aparte de Bermudillo, en la serie brotan otros personajes recurrentes y curiosos como Domoli, Pief y Kijfje o incluso un dodo (ese pájaro ya extinguido que brinda situaciones muy cómicas). O incluso enemigos, como la bruja Wredulia, o dos ladrones como Ludo Lafhart y Knudde, dos tíos torpes pero que aparecen cuando menos lo esperas para meter a todos en un lío.

Las aventuras de Bermudillo fueron serializadas en la revista semanal holandesa Donald Duck desde 1975. Todas fueron ilustradas por Piet Wÿn, excepto las del álbum #23, que fueron parcialmente dibujadas por Dick Matena. En los Países Bajos, los siete primeros álbumes fueron editados por Oberon B.V, siendo editados los restantes por Red Balloon. En España, allá por los 80s vieron la luz los siete primeros números, en las revistas Zipi y Zape y Pulgarcito. Luego, en la colección ¡Bravo!. La buena noticia es -como os decía antes-, que Dolmen Editorial está editando la serie en formato integral, a razón de tres álbumes por tomo.

En este nuevo volumen, en primer lugar, nos topamos con La Dama del Cuadro, donde Bermudillo en uno de sus vagabundeos, entra de mala gana en posesión de un cuadro antiguo. La dama dibujada en ese lienzo cobra vida y quiere que nuestro anciano mochilero la lleve a casa. Pero la casa en cuestión no es una tienda de arte, ni un museo; es nada más y nada menos, que el castillo mágico de Socratof. Un peligroso viaje para Bermudillo con algunas situaciones tan peligrosas como cómicas y donde nos reencontraremos con Pip, Cuquita y Domoli.

Bombasto, el Hipnotizador cuenta que el Circo Bombasto ha llegado a la ciudad. Y el homónimo del circo no es solo el dueño, sino también un ingenioso hipnotizador, que desafortunadamente no usa su talento para el bien. Como resultado, Bermudillo se meterá problemas e incluso terminará entre rejas. ¿Pero qué ha pasado? ¿Por qué todo se torna en desgracia de pronto? Bermudillo empieza a sospechar de ciertas ilusiones nada favorables por parte de un turbio feriante y el joven asistente de este, Walter.

En El Armario de las Mil Puertas, los revoltosos hijos de los magos Baltasof y Socratof son añorados por sus padres. Así que le piden a Bermudillo que los traiga de regreso… ¡Desde Siberia, Japón y América! Bueno, será una fácil misión a través del mágico armario de viaje, piensa. Pero nada de eso.

Con unos geniales y bien documentados extras cierra bien estos volúmenes como siempre Dolmen Editorial. Incluso esta vez con una nueva aventura navideña incluida. Como bien dice la sinopsis editorial, Bermudillo es una obra maestra del cómic fantástico que ningún amante de este género debería perderse. Yo no lo hubiera dicho mejor. Uno de esos títulos clásicos que con cada aventura sabes que tienes diversión garantizada. Historias fantásticas, enmarcadas por los hermosos y sólidos dibujos de Piet Wÿn. Es decir, calidad, se mire por donde se mire.

Reseña: Un Mundo Maravilloso, de Inio Asano

No es mi primera vez con él, pero puedo decir desde ya que Un Mundo Maravilloso es la primera gran obra de Inio Asano. Autor que basa sus mangas en la psicología de los personajes, que opta por ambientar sus historias en tiempos modernos sin casi ningún elemento fantástico, etc, etc. Y es curioso que yo diga esto. Yo. Amante y defensor, por encima de todo, de los tres grandes géneros de la literatura fantástica; pero de un modo extraño Asano me ha hecho amar un poco más el realismo, un lugar donde el lector es puesto a prueba por una poderosa y pura empatía. Pues sumergirse en uno de los personajes de las obras de Asano significa quizás mirar dentro de uno mismo, que a menudo es exactamente lo contrario de lo que la industria del entretenimiento busca.

Un Mundo Maravilloso no tiene una trama lineal. Cada capítulo del manga es un episodio de la vida real, esas anécdotas que a menudo no guardan relación entre sí pero que son la vida misma. Tanto es así que ni siquiera hay un personaje principal. El tema principal, según su título, es el Mundo, la realidad, la rutina que todos vivimos en ciertos momentos, un día tras otro: riñas familiares, bullying, problemas en el trabajo o en la escuela, insatisfacción, crisis sentimental y existencial. Básicamente, una antología sobre la vida.

Asano se lanza en esta obra con lo que a todos ojos es un arduo trabajo difícil de lograr. El manga consta de diecinueve capítulos; cada capítulo puede considerarse un manga diferente, con diferentes personajes y entornos, y con mensajes diferentes. Pensad que visto así, muestra o te da una idea de lo difícil que puede ser crear algo así. De lo fácil que es caer en la banalidad de las historias y, como resultado, tener personajes poco desarrollados psicológicamente. Sin embargo, Asano tiene éxito en el esfuerzo, estructurando sabiamente el trabajo y demostrando ser un gran autor de primera linea. Y pese al costumbrismo, el manga te atrapa de una forma inusitada a pocas páginas de leerlo.

Los primeros diecisiete capítulos son totalmente funcionales para los dos últimos, que representan el verdadero corazón de Un Mundo Maravilloso. Asano llama a cada capítulo Programa, aprovechando el doble sentido del mismo: primero está la sensación de desorientación que provoca el paso de un capítulo a otro, la velocidad con la que cambian las personas y lugares, todo comparado con la velocidad que pasa la televisión de un “Programa” a otro… Si analizas cada una de las historias, percibes que Asano quiere que los lectores pasen por un cierto camino de crecimiento. Huidiza: tomar decisiones basadas en el juicio de los demás, conlleva ser infeliz. Una ciudad con muchas cuestas: tener amigos lleva a una persona a hablar/pensar con menos frecuencia de la muerte. El oso del bosque: la vida suele ser dolorosa, pero también tiene sus momentos de felicidad. Wonder Girl: lo que importa no es dónde vive una persona, sino cómo vive. Sunday People: ser padre o madre, tener un hijo o hija, es una gran fuente de felicidad. Mini Grammer: enamorado puedes ser feliz en la búsqueda incierta y solitaria de la persona adecuada…

Y así hasta diecinueve historias que hablan de nosotros mismos, tu familia o el vecino. La elección de crear una historia coral es maravillosa si está conseguida y en el mundo del manga me atrevería a decir que se ven poquísimas. Mas, lo que propone Inio Asano en este caso, es perfectamente funcional. Los personajes son diferentes cada vez, atados entre sí solo porque viven en la misma ciudad y por compartir el mismo objetivo: encontrar la Felicidad. Asano utiliza esta coralidad no solo para pronunciar dichos, sino que intenta que el lector adquiera una conciencia colectiva a través de la empatía que se experimenta con las distintas historias.

Saber que no eres el único que sufre por un problema en particular, o que hay personas que día a día luchan por salir de situaciones difíciles, te da la fuerza para vivir y también da sentido del deber para los que lo están intentando pero sin éxito. El perdido, el lunático y el renacido. Un Mundo Maravilloso es un manga digno de estudio. Bien llevada al cine, ganadora de Óscars, os lo puedo asegurar.

Reseña: Marvel Héroes. Los Vengadores. La Llegada de Proctor, de Bob Harras, Steve Epting y VVAA

Una grata sorpresa es encontrar nuevas sagas (para mí) en colecciones tan interesantes como Los Vengadores. Y en este preciso momento, now, ahora, uno de los méritos irrefutables del plan editorial de Panini Comics es sin duda el de seguir fielmente su programación de reimpresiones de material antiguo y nuevo, para que nunca falte al aficionado de pro el mejor material. Un único denominador como es publicar historias emocionantes y coleccionables mes a mes para tener siempre disponible una lectura gustosa, total, en esta época del año con más tiempo libre (supuestamente). Una operación que también nos permite comprender cuáles son las obras que a pesar del paso del tiempo conservan no solo el encanto (con la nostalgia empujando), sino también fuerza expresiva y profundidad literaria. ¿Unos ejemplos? Sin duda, el caso del Hulk, de Peter David, una de las series más largas de Marvel, una de las más celebradas. Pero, en especial, un buen ejemplo es La Llegada de Proctor, recién publicada en Marvel Héroes, un tomo más que imprescindible si de verdad quieres perderte en una nueva aventura-campaña de los héroes reunidos más poderosos de la Tierra.

En esa laguna que tuve entre los inicios de mi emancipación donde dejé de leer cómics por un tiempo, supongo que este titulo tuvo varias ediciones en este país. Pero si no, La Llegada de Proctor me suena verla en nuestro idioma, unos veinticinco años atrás en la grapa mensual de Los Vengadores (cuando el súper grupo estaba muy lejos aún de glorias cinematográficas y no era el título más vendido ni por asomo). Y por lo que me han contado, una saga a menudo solicitada pero nunca reimpresa, hasta ahora. Os cuento: en los años 90, los X-Men dominaban indiscutiblemente las listas de ventas. Por muchos factores. Pero sobre todo por la fidelidad que Chris Claremont había construido con lectores y personajes, una profundidad en la que el maestro usaba muy bien su don. Estructura narrativa basada en interrelaciones. A partir de ahí, todas las demás colecciones y héroes se vieron un poco reflejados en eso. Y es que pese a que el grupo histórico por excelencia tuviera cierta división cuando David Micheline se le ocurriera crear un grupo paralelo y llevárselo a la Costa Oeste; lejos de revoluciones copernicanas, Los Vengadores luchaban a finales de siglo XX en historias que a menudo no iban a ninguna parte. Y se puede decir que en cuanto a ventas, iba siendo poco a poco aplastados por la popularidad de los mutantes. Por tanto, hizo falta la llegada de Bob Harras (entonces editor de títulos X y en proceso de convertirse en editor jefe de Marvel) para darle un fuerte empujón a una serie que llevaba “descansando” demasiado tiempo, dormidos en los laureles y rememorando historias pasadas una y otra vez. Memorables sí (Guerra Kree/Skrull, la Saga de Korvak…), pero incapaces de captar la atención de público y crítica. Hasta que llega Harras y da ese toque extra. Una nueva visión como es La Llegada de Proctor. Innovar con algo fácil en principio, con la sencillez de tramas que no pasan por trastornos absolutos como los que, después de varios años, provocaría Bendis.

Harras opera de manera más sutil y aún más disruptiva. Harras injertó en esta enorme saga, subtramas que automáticamente conducen a desarrollos narrativos de muy amplio alcance y que potencialmente podrían contener nuevas historias, años y años después. Y así se ha visto. Los Vengadores: La Llegada de Proctor recopila en un solo volumen todo lo referente a esta saga, incluso desde unos números antes. Exactamente, desde Avengers #348 al #366 incluyendo el Annual #22. ¿Y quién es Proctor? Proctor, en realidad, es una versión alternativa del Caballero Negro, el líder de Los Vengadores en otra dimensión. A groso modo, Proctor se enamoró locamente de Sersi, quién lo convirtió en su Gann Josin (nombre para el compañero sentimental de un Eterno), pero finalmente Sersi se aburrió de Proctor y lo dejó. Y este enloqueció. Además Proctor también fue víctima de la maldición de sangre de su padre. Sin embargo, en lugar de resistir la maldición como el Caballero Negro de la Tierra-616, Proctor la abrazó. Y a través de ella y de su estado Gann Josin, Proctor ganó poderes increíbles. Tanto que destruyó la Tierra de esa dimensión y mató a Sersi cientos y cientos de veces en dimensiones paralelas. Ni que decir tiene que el descenso de Proctor a nuestra dimensión pondrá en jaque al súper grupo más potente de nuestra época.

Con un Steve Epting a tope de gama con sus lápices y un Bob Harras inspirado enganchándonos con una trama bien currada, bien entretejida y que ha soportado muy bien el paso del tiempo (nunca mejor dicho), Los Vengadores: La Llegada de Proctor se ha convertido en mi más maravillosa lectura de este verano. Una en la que me he perdido entre viajes en el tiempo, momentos fatídicos y sorpresas con buenísimos personajes que no esperaba. A falta de un buen estreno fílmico desde hace tiempo, durante casi una semana, leído con tranquilidad y recreándome en sus grandes viñetas, me he perdido en toda una serie de geniales tramas creadas por dos maestros del noveno arte.

Obra súper indispensable para marvelitas y recomendable para lectores asiduos de ese maravilloso género que es la Ciencia Ficción.

Reseña: Rick y Morty vs. Dungeons & Dragons. de Patrick Rothfuss, Jim Zub, Little e Ito

Muy a favor siempre de estas propuestas de un escritor de renombre del fantástico haciendo el guión de un cómic. Además, Fantasía. Además, una gran ambientación rolera y fantástica como es el mundo de Dungeons & Dragons. Y es curioso por que yo, que aún no me he puesto (¡¡Válgame el Señor!!) a ver la serie de TV de Rick & Morty, este cómic que recién edita Norma Editorial me ha hecho descubrir que molan cantidad. Y es que en este caso, el señor Patrick Routhfuss (El Nombre del Viento, El Temor un Hombre Sabio… y a saber si termina algún día la saga) ha hecho una gran comedia con el mundo de Fantasía, uno de los que tienen más lore de todos los que existen. Incluso me atrevería a decir que para los fans de D&D que aún no sepan nada sobre esta aventura totalmente inusual de Dungeons & Dragons, puedo prometer que será diferente a cualquier otro cómic basado en este mundo.

En Rick & Morty vs. Dungeons & Dragons, primero está la historia en sí, que no estropearé aquí. Ya conocéis mi odio a esas reseñas que son poco más que una recapitulación paso a paso de la historia. El equipo de redacción por sí solo debería ser suficiente para que los lectores de novelas y cómics se interesen por este cómic. Es una genial colaboración entre Patrick Rothfuss y Jim Zub; guionista de cómics, ilustrador e instructor de arte canadiense conocido por crear cómics para Image como Skullkickers (2010), Wayward (2014) y Glitterbomb (2016); y para Marvel trabajó en las series Thunderbolts (2016), Uncanny Avengers (2017), Avengers: No Surrender (2018) y Champions (2018). Pero muchos de nosotros ya conocíamos a Jim Zub por su trabajo en la serie resucitada hace poco de Conan the Barbarian. En cuanto a Rothfuss, si eres un buen fan de la fantasía literaria, debes estar familiarizado con su obra. La que ya he comentado antes. Entonces, imaginaros si de esto no saldría un cómic, bueno como mínimo…

Sin estropear mucho la trama, Rick, Morty y el resto de la familia son arrojados al mundo de D&D, y es todo lo que cualquier chaval que haya lanzado un dado de 20 caras esperó siempre que le sucediera realmente alguna vez. A partir de aquí, obviamente, las referencias a los juegos de rol y sus aventuras están en todas y cada una de las páginas. Hay bastante D&D incluida en cada escena, algunas más oscuras que otras y cuando terminas el cómic, raro es que no te pongas a repasarlo o leerlo de principio a fin otra vez. Más que nada, por si te has perdido alguna referencia. Es más, ya te digo que con una primera lectura, te la has perdido, seguro. Entonces, la sonrisa sale fácil y gustan los cameos de personajes con antorchas en calabozos particularmente entrañables. Si estáis actualmente en la comunidad D&D, o tenéis edad suficiente para recordar la serie de televisión de dibujos animados Dragones y Mazmorras, vais a disfrutar de lo lindo. Descubriréis “invitados” que os sorprenderán gratamente.

Si bien las referencias al juego de rol y sus tradiciones son suficientes para llevar la historia, por otra parte, la trama principal engancha (Morty ve a una chica mona jugando a Dungeons & Dragons en el instituto, y le pide a Rick que le enseñe a jugar y descubre así que su abuelo es un jugador veterano; antes de darse cuenta, que toda la familia está metida ya en una campaña… jajaj). Y Jerry brilla aquí, para gran frustración de Rick. Y es que Rick también conoce a su pareja en la persona de un Dungeons Master invitado que… Bueno, lo dejo, no quiero estropearlo.

Creo que cuanto más tiempo lleves jugando al rol, más disfrutarás de esta obra y sus referencias. Si no, como mínimo vas a despertar nuevamente esa curiosidad, esa que te reconcome desde hace tiempo. El saber, el querer saber, y es que por mi parte siempre disfruto de cualquier frikerio relacionado con D&D. Me lleva a rememorar aquellos años con amigos en los que pasar un fin de semana todos en la habitación del DM, sentados a una mesa, papel, lápiz, dados pero perdidos “realmente” en las catacumbas de una montaña maldita, en busca de un tesoro prohibido e intentando no morir ante el ataque mágico de seres inmundos; rememorar una de las mejores épocas de mi vida.

Fomentando la imaginación, para todo lo que vendría después.

Reseña: Mercurio Loi. La Roma de los Locos, de Alessandro Bilota, Matteo Mosca y Giampiero Casertano

No sé ustedes, pero a mí me llama la atención saber el porqué del éxito de algunos títulos. Y más aún, particularmente, el poder de publicación y éxito de algunas editoriales. Es entonces cuando indago, intento leer más y más, para hacerme una mejor opinión. Y es que para cierto público que amamos y seguimos el cómic europeo publicado en nuestro país, la noticia de la publicación de un nuevo tomo de Mercurio Loi es maravilla. Cierto es, que este titulo puede pasar casi desapercibido para muchos, si obviamente nunca supieron quién es este gran personaje.

Para ellos, va esta reseña.

Mercurio Loi es un cómic de género histórico de la Casa de las Ideas italiana como es Sergio Bonelli Editore. Una serie que fue publicada en el país de la bota entre mayo de 2017 y marzo de 2019, con un total de dieciséis números. Ahora el primer álbum llega a España publicado por Panini Cómics en su acuerdo alcanzado para crear una Joint Venture entre los grupos Panini y Bonelli con el fin de editar las mejores novelas gráficas de la editorial milanesa en español. Y después de unas cuantas joyitas (Dragonero, Nathan Never, Chanbara…) algunas de los cuales siguen adelante y otros fueron tomos únicos; la cuestión es que ya sí que nos llegan todos esos éxitos, los primeros álbumes, de muchas de las series o novelas gráficas que siempre quisimos leer y coleccionar por estos lares, o al menos, echarles un vistazo. Pero, ¿y Mercurio Loi?

Mercurio Loi es un profesor universitario de Historia, culto, jovial e inteligente. Se presenta como un hombre maduro y elegante, con grandes patillas, nariz aguileña y orejas despegadas. Siempre llevando una capa y un bastón, junto a su asistente Ottone De Angelis, Mercurio investiga los misterios de la Roma pontificia de principios de siglo XIX. Misterios, personajes extravagantes, sociedades secretas y conspiradores contra la autoridad del Papa… Esa es la base. Pero os aseguro que hay mucho más tras cada historia y que Alessandro Bilotta sabe crea una expectación y ambientación maravillosa tras este personaje.

Tristemente, mucho hemos tenido que esperar (¡desde el verano pasado!) para volver a disfrutar de una nueva aventura recopilada de estos geniales personajes. Pero bueno, el tema es que con todo lo que hemos/y estamos pasando se perdona. Ya está entre nosotros un nuevo volumen. Mercurio Loi: La Roma me duró un día de piscina. Me cautivó de tal manera que…, tuve que terminarlo. Está genialmente creado este profesor de Historia, que parece mucho más interesado en los desafíos y misterios que en dar clases. Un tío muy culto e inteligente, quizás un poco holgazán, pero siempre sonriente, al que se le ve caminando con frecuencia por las calles intrincadas y concurridas a lo largo del Tíber. A menudo acompañado por su asistente Ottone, un jovenzuelo de rostro oscuro, sombrío, con olor a carbonería, pocos saben que el excéntrico profesor probablemente está siguiendo una pista. Metiendo la nariz en algún asunto extraño, cultivando sospechas y casi con certeza arrastrando a su discipulo con él. Sobre todo, por la noche, ignorando el toque de queda impuesto por el Papa. Mercurio viste su manto y recorre las calles dedicándose a lo que más le interesa, que son los desafíos de la inteligencia, ya sean lanzados por su archienemigo Tarcisio Spada, por algún otro misterioso individuo que salta por los tejados con máscara y manto o incluso por un cocinero que desafía su inteligencia para que busque los ingredientes indescifrables de una receta secreta.

En Mercurio Loi: La Roma de los Locos tratará de esclarecer unos extraños suicidios que gozan de cantidad de datos incongruentes. Suicidios o quizás crímenes tergiversados que no tienen pies ni cabeza. Y la pregunta es: ¿estará tras todo esto su némesis, al que creía fallecido?

Alessandro Bilota y al dibujo de Matteo Mosca, nos traen esta genial aventura del que obviamente es la mejor representación de un Sherlock Holmes italiano. Mas, ubicado en un lugar tan especial como es la Roma de 1826, donde el Papa gobernaba con la severidad de un monarca, prohibiendo y prohibiendo y donde las sectas y los conspiradores quieren apoderarse del lugar bajo sus máscaras. ¿Y sabéis qué? Mercury Loi camina por todo este escenario con una sonrisa en los labios, palo en mano, sin prisas, aparentemente indiferente a los desafíos.

Me ha encantado.

Reseña: Corto Maltés. Las Célticas, de Hugo Pratt

Hay obras que se recomiendan solas. Grandes títulos con un famoso nombre detrás, series incluso, donde sólo con que te suene el nombre del protagonista o el autor, ya sabes que un mínimo/alto de calidad posee. No obstante, dentro de estos, y si son largas colecciones, suele haber títulos y títulos. Y es normal. Tanto abusar del don, a Hugo Pratt algunas aventuras de Corto Maltés le salieron bien y otras… sublimes.

Las Célticas, es el ejemplo.

El taciturno y solitario maltés creado por Hugo Pratt en 1967 se ha convertido en una figura emblemática del noveno arte, pero nunca he podido apegarme del todo a su extensa colección. Sin embargo, siguiendo el ritmo de reedición/rescate/publicación que Norma Editorial hace con esta maravilla de cómic; uno si que puede ir degustando poco a poco (como se ha de consumir lo mejor de lo mejor) esta brillante serie, de brillante personaje. Su condición de indefinible marinero-aventurero hace que el personaje sea difícil de precisar, misterioso y ambiguo, y todos los personajes que se mueven a su alrededor también son turbios, con motivos inciertos y eso me encanta. Sus aventuras transcurren a principios del siglo XX en lugares llenos de exotismo con olores muy diversos, en una época en la que la geopolítica era cosmopolita, y donde el lector puede familiarizarse con la aventura en apenas tres viñetas. En Las Célticas encontramos una serie de historias donde Corto Maltés recorrerá la Europa de la Gran Guerra, desde la deslumbrante Venecia hasta Dublín, pasando por el norte de Francia, donde se cruzará con el mismísimo Barón Rojo. Pero la magia está en una de ellas, la que trata los mitos celtas y…, ¡pero qué historia! (El Sueño de una Mañana de Invierno), donde Oberon, el Rey de los Elfos, trata de convencer a Merlín, Morgana y Puick para evitar que los sajones invadan Inglaterra una vez más…

Hugo Pratt quiso hablar sobre la Primera Guerra Mundial, la cultura celta, y divertirse poniendo a su personaje favorito en medio de intrigas que lo dejan indiferente, donde lo único que le interesa, además de salvar su pellejo, son el buen oro y las chicas de buen ver. Y encuentra a una mujer que quiere lo mismo, salir adelante, con la sangre de Corto en sus manos si es necesario…

… y aquí es donde los Tintín, Astérix, Lucky Luke, Spirou y otras joyitas de la BD, se quedan bastante inferiores respecto a Corto Maltés: aquí las mujeres son reales, los temas abordados son mucho más profundos, la muerte, los viajes, el sentido de la vida (si tiene uno), la guerra y el destino. Los diálogos no tienen nada en común, suelen estar dispersos en los detalles como casi cualquier conversación que tenemos día a día con quién nos cruzamos. Se aporta una poesía rara, una finura extrema, reforzada por los rasgos hermosos y sencillos de los personajes, sus ojos almendrados y el elegante corte de la ropa de Corto. Tiene un pendiente, la ropa más chula, siempre tiene la última palabra, saca las mejores válvulas y le importan un carajo los honores militares o el orgullo de las naciones. ¿Se puede pedir más? No tiene necesidad de colores, la vida es suficiente.

No entré muy bien en la historia que habla de la batalla de Caporetto en octubre de 1917 (Bajo la Bandera de Oro), donde tratan de hacerse con el tesoro del rey de Montenegro, pero las otras historias me tocaron mucho el alma. La balada irlandesa en particular, donde cada personaje está lleno de matices, muy al estilo de Érase una vez la Revolución, de Sergio Leone; la denominada Concierto en O´menor para Arpa y Nitroglicerina. Ya sólo el titulo… La historia del Barón Rojo también es divertida, un pequeño aviador que solo hacía su trabajo para complacer a su país y a su madre. Una cosa que me encanta, es ver como Hugo Pratt se divierte poniendo a Corto Maltés en ciertos momentos puntuales de la historia. Lo suelta y lo deja ir de una página a otra, burlándose de los molestos, los orgullosos y los tontos, siempre dispuesto matar y morir por orden de sus superiores. Y eso, ¿por qué exactamente? ¿Por qué morir por los ideales de otros, de convenidas naciones? Toda la razón del mundo.

En definitiva, Las Célticas aporta seis espléndidas aventuras donde Corto revisita y revitaliza los mitos celtas. Les da una nueva sustancia sin distorsionar, y los ubica en el período de la Primera Guerra Mundial.

Un volumen que es un gustazo.

Reseña: 100% Marvel HC. Veneno. Y Entonces Llegó una Araña/La Presa, de Hama, St. Pierre, Zircher, Rouleau y Calafiore

El otro día os lo comentaba respecto a Panini Cómics y su constante trabajo de traernos todas las obras de un personaje en el mejor formato actual. Lo decía sobre Viuda Negra pero es que con Veneno llevan largo tiempo haciéndolo, y desde que viera la luz su film, tiempo después siguen llegando las mejores sagas de este maligno ente alienígena. ¿Pero que yo encantado, eh? Que muy obvio es que me he aficionado a este ser y ver la maldad que acapara y de lo que es capaz. Por que es Veneno contra Spider-Man una vez más, sí… ¿Pero qué Spider-Man si el que conocemos está de vacaciones? ¿Acaso os suena un tal Ben Reilly?

Veneno: Y Entonces Llegó una Araña es la primera de dos sagas que comprende este genial 100% Marvel HC. Donde de primeras nos topamos con lo que más mola, Spider-Man contra Venom dándose leña mutuamente. Y como dice la sinopsis, como si fuera la primera vez, ya que Parker no está y le sustiuye un tal Ben Reilly, a quién tenemos como un web-slinger muy diferente. Mas, como Venom sigue siendo buscado y la ex-esposa de Eddie Brock, Anne Weying, está de por medio, renace una rivalidad mortal. Una lucha, una serie de escaramuzas que se convertirán en una guerra de locura y de enorme calibre.

La segunda miniserie que incluye el tomo es La Presa. Tres numeritos que vieron la luz en 1996 pero que gozan de una tremenda acción. Además, hacía mucho que los fans esperábamos poder tenerla reeditada, por lo que se agradece su inclusión aquí. Pues después de la invasión en El Planeta de los Simbiontes, un alienígena devorador de simbiontes conocido como Xenófago (-fago: que come…) llega a la Tierra para cazar a los seres restantes que quedaron atrás. Y por una cosa o por otra, Veneno termina siendo culpado de los brutales asesinatos de Xenófago, y no solo termina siendo perseguido por la policía sino también por este devora-alienígenas. Lo obvio se hace evidente, y el terror se acerca un poco más. ¡El cerebro de Eddie corre peligro de ser devorado! Dos perseguidores para un Venom que intentará sobrevivir a estos dos perseguidores implacables, pues aquí la policía también se las trae. Con una persecución a través del metro maravillosa, maravillosa, maravillosa.

Lo mío con Venom siempre fue un interés semi-amoroso. Como todo villano me es atractivo, pero Veneno tiene eso que muy pocos malos-malutos de Marvel tienen; se presenta con la maldad de la mano y la aplica al segundo. Pocas veces da lugar a conversaciones banales, y eso mola. Si traes muerte, ¿por qué esperar y hablar sobre ella? Pero sin duda mi débil excusa para continuar leyendo sus mejores historias, sus mejores arcos argumentales es que Panini Cómics está editando lo mejor del personaje y a saber cuando volverá a estar todo esto disponible otra vez. Desde el tremendo arte de Ron Lim hasta muchos otros que se atrevieron con el personaje y no lo hicieron nada mal. Obras como Matanza Desencadenado, Redención, Noches de Venganza, Protector Letal, Guerra de Simbiontes…, todas ellas ya disponibles y muchas, dos por el precio de una.

Ya no me sorprende nada estar pasándomelo tan bien con este villano. Y tenerlo todo-todito-todo de él en mi cómicteca es todo un gozo.

En vosotros está poneros o no, con el mejor cómic de aventuras.

Reseña: Saint-Exupéry, de P.-R. Saint-Dizier y Cedric Fernandez

Una buena base para el cómic europeo es, que trate un tema curioso, con su dote de misterio y si de paso hay personajes ilustres de por medio y, para colmo, está bien resuelto; en fin, juntar los mejores ingredientes para que la tarta salga deliciosa, tenga la forma que tenga. En Norma Editorial, donde podemos encontrar desde hace décadas joyitas de la BD, ha visto la luz Saint-Exupéry. Un cómic que bien podría ser clasificado de documental pues en su mayor parte trata sobre L´Aéropostale desde su origen. Descubrimos así, a todos los pilotos que construyeron su leyenda, a riesgo de sus vidas en el desarrollo de ésta en el África occidental. Gente como Mermoz, Guillaumet, Négrin, Jalladieu… Pero, sobre todo, Saint-Exupéry, al que muchos de vosotros le ponéis cara (o al meno, nombre), por ser el creador de unos libros más universales de nuestra literatura.

Saint-Exupéry recoge los tres primeros álbumes (El Señor de las Dunas, El Compañero del Viento y El Reino de las Estrellas) de esta serie en curso en el país vecino, y cubre los años desde 1926 a 1929, donde se nos lleva junto a Saint-Exupéry a la época en que transportaba correo entre Toulouse y Senegal. Especialmente, sus dieciocho meses en Cap Juby, tiempo en el que se pretendía mejorar las relaciones de la compañía con las tribus disidentes y los españoles. Los autores Saint-Dizier y Cedric Fernandez recrean magníficamente esa atmósfera sahariana y ese largo aislamiento que forjará el carácter del futuro escritor; por que fue allí, en este remoto rincón del Sahara español, una zona árida delimitada por Marruecos, Argelia y Mauritania, que en contacto con las tribus moriscas, el joven piloto se inspira para empezar a escribir a conciencia. Es en este desierto, por ejemplo, donde las musas le incitan a escribir su novela llamada Courrier Sud (Correo del Sur), que se publicaría en 1928. Un lugar en la soledad peligrosa, donde toparse con una experiencia personal y el significado universal de las cosas, un paraje desértico y favorable para la meditación.

Quizás algunos hayáis pensado que tal vez Saint-Exupéry pueda ser un cómic demasiado zen, y sinceramente, en cierto momento, lo es. Y si no eres amante de la escritura o, mejor dicho, de todo lo que rodea al arte de escribir y cómo se dan los hechos para que esto suceda; tal vez dudes en hacerte con el volumen. Sin embargo, esto lo sabéis ahora por que os lo he contado yo, por que lo que se percibe en realidad cuando llegáis de nuevas, son todos esos sentimientos en la mirada del personaje o en sus pensamientos hacia la idea de querer escribir su libro. Un cómic donde las ilustraciones de Fernandez sí es cierto que son muy «medianitas». Malas para nada, pero es que a lo que nos encanta la BD, quizás estamos muy mal acostumbrados a ilustraciones que cada viñeta sean casi un lienzo. No obstante, hay que decir que aun así, en Saint-Exupéry podréis encontrar bellas imágenes y, en ocasiones, algunos paisajes bien recreados y de notable calidad.

Un cómic que nació y fue patrocinado gracias a la Fundación Saint-Exupéry, para que P.-R. Saint-Dizier y C. Fernandez convirtieran al mundo del noveno arte, la carrera del autor de El Principito como piloto postal, escritor y periodista. Y como le iban llegando la inspiración para escribir sus primeras novelas y la historia que lo haría mundialmente famoso.

Un cómic bien documentado histórica y técnicamente, que desprende un laborioso trabajo de documentación detrás. Para mí, una hermosa pieza, editado en papel de enorme calidad, en color, un poco de una biografía donde de lo bien diseñado que está confundirás fantasía y realidad y con un ritmo benévolo. Como se dice ahora, un buen té de menta para disfrutar en la madrugada imaginando ese desierto para personas que, como un humilde servidor, son sensibles al mundo de Saint-Exupéry, a su vida, a su escritos y a la extraordinaria aventura que fue vivir y trabajar cada día para L´Aéropostale.

Ahora queda un deseo: releer las novelas de este maestro escritor desaparecido en extrañas circunstancias.

Reseña: Involución, de Max Brooks

Son curiosas ciertas cosas; existen miedos que te increpaban de niño de los que si consigues retrotraerte exactamente a esas mismas sensaciones, vuelven a ponerte el vello de punta. Recuerdo, por ejemplo, que una de las figuras legendarias del misterio en USA como es el entorno Bigfoot, nunca me produjo miedo hasta que vi en televisión aquellas imágenes de alguien que grababa desde su cabaña en el bosque una enorme sombra que les observaba. Y me dio miedo no por la figura en sí, sino por que aquella situación de atosigamiento, de acoso, desprendía naturalidad y terror. Y en mi mente de chaval mucho peor, pues en mis elucubraciones, ni siquiera creía que aquello fuera un mono gigante perdido con leyendas indias detrás, sino algo peor. Y ahí es donde entra Involución, el nuevo libro de Max Brooks, que tanto tiempo llevábamos esperando algunos, tras su exitosa Guerra Mundial Z (para mí el mejor libro de zombies escrito. Involución es otra novela epistolar, pero hecha de tal modo, con esa maestría que le caracteriza, que se vuelve una lectura apasionante. Llena de tensión, con algunos personajes cautivadores y bastantes sustos o escalofríos muy originales; por que además es también un libro realmente fuerte, tanto que sus conceptos generales ya asustan.

Siendo sincero, no estaba realmente seguro de qué esperar cuando comencé a leerlo. Disfruté mucho de Guerra Mundial Z y no quería que se aprovechara el mismo formato de escritura para contar otra cosa con «menos gracia”. Y me alegro de equivocarme, pues con solo el cambio de algunos matices, tiene un tono diferente. Involución tiene un personaje principal identificable: Kate Holland. Es su historia la que estamos leyendo, directamente de un diario que se recuperó en algún momento después de los acontecimientos de la novela. Aunque «el ficticio Max Brooks» ha incluido algunas «fuentes externas», en forma de entrevistas que ha realizado con otras personas y extractos. El hecho de que la mayor parte de la novela provenga directamente del diario de Kate ayuda a que la narrativa tenga enfoque más directo. Básicamente, escrita en primera persona, es una forma mucho mejor de contar una historia de la que se espera mucha tensión. En estas páginas, Max Brooks saca a la luz los diarios de la residente Kate Holland, recuperada de la desolada ciudad tras la masacre de Greenlop. Reproduciendo fielmente sus palabras junto con sus propias investigaciones sobre la masacre que siguió y las legendarias bestias que brotaron de ella. Si lo que Kate vio en esos días es real, entonces debemos aceptar lo imposible. Debemos aceptar que los monstruos siempre convivieron con nosotros y que gozan de una terrible fuerza y ferocidad. Pues Involución tiene una trama significativamente convincente que además está llena de algunos personajes realmente interesantes.

Comienza como cualquier cantidad de historias de desastres: con una configuración rápida de la situación, en este caso, la erupción del Monte Rainer y como todo se desmorona. Con personajes que se sienten reales, cada uno de ellos con el propósito de la supervivencia y en menor medida de ayudar a la comunidad. Mola conocerlos antes del desastre y de su encuentro con el Mal. Todos con sus gustos y preferencias y, por supuesto, con sus defectos. Se sienten como personas que quizás conozcas y es una excelente manera de hacer que te preocupes de inmediato por ellos. A pesar de que todo el diálogo es técnicamente lo que Kate recuerda, Brooks hizo un gran trabajo. Y se ve que hay un enorme esfuerzo en que cada personaje tenga una voz única e identificable. Igualmente natural es la forma en que se desarrolla la trama. Todo sucede muy rápido, como seguramente sería vivir una experiencia así de primera mano. Los personajes reaccionan de una manera absolutamente lógica según su personalidad, y cada vez que empiezas a preocuparte que la acción pueda estar disminuyendo, Brooks arroja una nueva incertidumbre y te pone nuevamente en alerta.

Como os habréis dado cuenta. no quiero entrar en demasiados detalles sobre la trama. Ya sabéis que todo lo sucedido tiene algo que ver con la presencia del Bigfoot, ¿y sabéis cómo va a terminar? Ya os aseguro yo que todo lo demás es sorprendente. Y convincente. Lo más difícil en estos casos.

Involución te hará plantearte demasiadas cosas. Historia bien escrita, interesante y aterradora, ¿se puede pedir más?

Reseña: Terry y los Piratas 1937-1938. Tambores de Guerra, de Milton Caniff

Terry es un joven estadounidense, inteligente y dinámico. Un día, su abuelo le deja un viejo mapa de China en el que se menciona un lugar donde podría haber un tesoro. Aunque es un soñador, Terry también es realista, pero se embarcará en la aventura, por que su idea no es ir solo. Formará un grupo con su tutor (y, sin embargo, amigo) Pat Ryan. Pero también Dale Scott (una encantadora jovencita) y una cocinera llamada Connie (de nombre real, Georges Webster Confucio). Un equipo que viajará por mares distantes, luchando contra formidables piratas y bandidos. Y aunque la colección se llama «y los Piratas», estamos ante un enorme compendio de aventuras en el que viajaremos por lugares exóticos pero también por países occidentales y momentos clave de la historia. Por poner un ejemplo, el ataque a Pearl Harbor, donde Terry se alista en la fuerza aérea estadounidense, se convierte en soldado profesional y continua «su lucha” contra comunistas coreanos hasta sufrir un enorme un atolladero en Vietnam…

Me encanta esa aventura.

Dolmen Editorial en su genial y constante trabajo de publicar y traernos gloriosos cómics de antaño, edita Terry y los Piratas: Tambores de Guerra. Una nueva edición integral destacable, ediciones completas de tiras de periódico clásicas, nada más y nada menos, que bajo la pluma del prolífico Milton Caniff. Esta vez, con todo lo publicado entre 1937 y 1938, tiras que se estiman (según los ejemplares vendidos de diarios) fueron leídas en su día por más de un millón de “Terry-Pirates”; así se les llamó a los primeros fans de la serie. De hecho, de todos es conocido que Howard Chaykin siempre la consideró La Mejor Tira Cómica de Aventuras Hecha Nunca. Terry y los Piratas es una serie que ha envejecido bien. Por supuesto, algunos elementos están un poco desactualizados (los chinos que hablan como los negros de Tintín en el Congo, por ejemplo), pero de todos modos te haces y son historias inmersivas y altamente temáticas. Milton Caniff es realmente bueno imaginando aventuras entretenidas y cautivadoras de principio a fin. Tenía el don.

Como se le ha alabado a la serie en cantidad de ocasiones, los escenarios son ricos en giros y vueltas de tuerca y casi no dejan respiro al lector. Obviamente, los tiempos lo requieren, muchos de estos giros son un poco exagerados, sin embargo, muchos de ellos se convierten en gags que harán reír al que disfrute lo propuesto. Además, contamos con personajes poco profundos pero de los que realmente necesitas saber lo justo. ¿Para qué una enorme psicología si lo que importa aquí es el viaje? Como en los anteriores volúmenes (indispensables para ti, si has leído hasta aquí), abre el integral un articulo de Rafael Marín (gran escritor y guionista de cómics gaditano y responsable de la Colección Sin Fronteras de la editorial). Nos cuenta un poco más, sobre lo que hay detrás de esta gran serie. Grandes anécdotas de como el autor ponía y disponía y tenía en mente un enorme teatrillo de personajes para ella.

Historias en sí muy divertidas. La narración y el ritmo de Caniff son extraordinarios en todo, y así es como Terry y los Piratas brilla con luz propia y fluye. Comienza guay, avanza rápidamente y parece haber soportado bien el paso del tiempo. Insisto, siendo conscientes y sabiendo desde un principio el tipo de cómic que tenemos entre manos y lo que supone leerlo hoy en día, sobran las comparaciones a los títulos que se editan actualmente. Estamos hablando de una obra con más de ochenta años, friends. Sepamos valorar eso. Y si nunca ha leído series de tiras cómicas, os diré que producirlas en su formato original es un arte en sí mismo. La primera de cada una de las tiras diarias (de tres o cuatro paneles) debe resumir rápidamente lo que sucedió antes. Y la tira final normalmente presenta algún tipo de suspense para que te lances rápidamente a “comprar el periódico” del día siguiente.

Caniff no solo fue un maestro en crear ritmos de este estilo, también ideó y fue maestro en mantener dos tramas al mismo tiempo. Estadounidenses de los años 30 sólo leían el periódico el domingo, lo que significaba que los fans se perdían la mayor parte de la historia. Para resolver el problema, Caniff escribía una historia para la edición del domingo (que se presentan al inicio de este volumen) y un guión aparte para la edición diaria. Dos tramas igualmente atractivas.

Una formidable colección que ningún amante del cómic clásico debería perderse.