Reseña: La Chica Oculta y otros relatos, de Ken Liu

Ken Liu es ese autor que todo fan sigue ahora todo lo que publilca en USA. Indagando un poco en foros literarios, en lo subterráneo, me consta que aquí pasa igual. Es ese autor que cuenta muy bien las cosas, que gusta como escribe y lo más importante, que sorprende con ideas tan locas como originales. Y ahora viene cuando con todo el dolor de mi corazón investigo en su biografía y veo que tiene mi edad. Ufff… Yo, escritor en hibernación que no termino de despertar. En fin. No pasa nada. A través, de autores así es como se disfruta de la buena literatura fantástica y la absorción de ideas o inspiración para que mi cabecita creativa estalle siempre está ahí.

Ken Liu (1976), escritor chino-estadounidense que lo está petando fuerte, hace muchas cosas como escritor. Crea sus propias novelas «gordas» (la serie de La Dinastia de Diente de León) pero también traduce obras de algunos de los mejores escritores de género chinos para USA; Liu Cixin, Hao Jingfang… Además, escribe libros sobre Luke Skywalker y viaja por Shanghai. Y escribió un ensayo que se convirtió en musical de ballet. Y escribe artículos de poesía. Y cuando no está haciendo nada de eso, escribe cuentos. Muchas historias cortas. Ha ganado casi todos los premios que existen para ficción especulativa corta y el relato El Zoo de Papel es la única historia que ha sido capaz de llevarse a casa la triple corona de la CF; Premio Hugo, Nebula y World Fantasy Award. Ahí es nada. Sigo: su cuento Mono no aware ganó el Premio Hugo al Mejor Relato Corto en 2013. Su novela corta The Man Who Ended History: A Documentary fue también finalista del Hugo ese año. Su traducción al inglés de El Problema de los Tres Cuerpos, de Liu Cixin, ganó el Premio Hugo en 2015 (la primera novela traducida en haberlo logrado). Los cuentos de Ken Liu han aparecido en revistas como F&SF, Asimov´s, Lightspeed, Analog o Clarkesworld. Es un tio ocupado. Pero, en definitiva, todos ganamos leyendo a Liu. Y yo, amante de toda antología de relatos que se precie, ¿cómo no iba a ponerme con La Chica Oculta y otros relatos ahora que acaba de ser publicada por Alianza Editorial? ¿Estamos loco o qué?

Así que sí, cuando dias atrás la empecé, esperaba el mismo tipo de conexión emocional profunda, los mismos vuelos salvajes de su poderosa imaginación, la misma chispa de magia comprimida que anima la mejor ficción corta, la capacidad de concebir un universo escrito en miniatura… Pero La Chica Oculta y otros relatos no es eso. Ni siquiera es un libro de cuentos discretos. Es una serie de capítulos estrechamente interrelacionados y autorreferenciales de una novela que no existe, dividida entre diversión, disgresión, experimentos mentales y un par de piezas que se leen como ejercicios intelectuales imaginarios. Una experiencia. De hecho, hay un arco (que no se me va de la cabeza) de tres relatos que trata el tema de la IA y la singularidad; Nadie encadenará a los dioses, Nadie asesinará a los dioses y Los dioses no habrán muerto en vano. Comienza como una simple exploración de una hija de luto por su padre y termina con una guerra contra las IA, una tierra quemada y una meditación sobre inteligencias que nunca han sabido lo que es vivir realmente.

Quedarse atrás, pisa el mismo terreno, solo que un poco más avanzada en el tiempo. En otro lugar completamente distinto, inmensas manadas de renos, va aún más lejos, experimentando con ciclos de reloj los viajes en el tiempo, la promesa de inmortalidad, enviándose consciencias al espacio. Estas historias vinculadas están divididas por historias sueltas que caen como incongruencias parciales en la conversación más amplia de Liu sobre la familia, la memoria y la inmortalidad. Artistas de verdad, trata sobre la inteligencia algorítmica que usurpa las artes creativas e, irónicamente, se desarrolla de una manera increíblemente predecible hasta el final. Empatía bizantina, es un argumento manipuladorentre dos amigos sobre la naturaleza de las donaciones caritativas que se lee como una info-comercial para el tema criptomonedas. Pero también hay sitio para momentos hermosos en estos cuentos como en Siete cumpleaños, que es como un haiku explotado, enmarcado por imágenes de cometas, el alcance de la visión y corazones rotos dentro de su desordenado futuro utópico/distópico tan pleno como real.

Nuestro más sentido pésame, es una visión absolutamente inquietante sobre el troleo y el debate del control de armas ambientado en un futuro cercano y roto. Y hay una manera de leer La Chica Oculta como una especie de ejercicio académico realizado en público: Liu elabora sus propias ideas parcialmente formadas sobre el futuro potencial de la humanidad, mezclando y volviendo a mezclar elementos, combinándolos con extraterrestres e inmigrantes, familia, memoria e historia. Se lee casi como el primer capítulo de una novela abandonada, y se une a otra pieza: Persecución más allá de las tormentas.

Hay demasiados lugares, demasiadas ideas, condensadas aquí. Pocas antologías piden desarrollarse más que esta.

Grande Ken Liu.

Reseña: Confesiones de un Artista de Mierda, de Philip K. Dick

Confesiones de un Artista de Mierda es la novela de Philip K. Dick que llevo más años queriendo leer. Y por fin Minotauro la pone en librerías. Era una de las difíciles de conseguir. Y es que en los últimos años se ha vuelto cada vez más políticamente incorrecto en los círculos literarios descartar a Dick como un escritor de CF pulp. Y no lo entiendo. En este punto, parece haber un consenso general de que hay más en Dick que en otros escritores de CF clásicos como Frank Herbert, Robert Heinlein o Isaac Asimov. Pero para mí, despedir a Dick de esta clasificación no es más aceptable de lo que sería descartar a Kafka de lo que se considera un escritor de Terror o a Hemingway de autor de novelas aventuras. Al mismo tiempo, existe el problema persistente con Dick de mencionarlo como un autor que no tiene el mismo calibre que un Kafka o un Hemingway, y friends, sus obras para los “cuerdos” tiene un poderío inconmensurable que muy pocos otros autores tienen.

Como prueba de que Philip K. Dick es un autor muy a tener en cuenta, hoy os traigo la reseña de esta obra cuanto menos curiosa. Un examen de la disfunción y la locura más que cualquier otra cosa, una historia que arroja luz cegadora al escepticismo sobre la mitología de la era «Leave it To Beaver». Una trama que ambientada en los años 50 se abre con una narración en primera persona de Jack Isidore, un chiflado estereotipado, un hombre que ha leído demasiada literatura fantástica, teorías de la conspiración y escritura científica marginal. Pero que se lo toma todo en serio. Cree que es un hombre racional interesado en la ciencia, cree, entre otras cosas, que la Tierra es hueca y que bajo ella vive una civilización antigua. Ideas que son el material estándar del género en el que Dick se ganaba la vida, aunque por lo general, los argumentos de los libros leídos por el maestro (y por ti que que lees esta reseña) y por mí, por supuesto; se preocupan más de las tesituras de ideas extrañas y si resultan ser ciertas o no. Pero, pero, pero… Confesiones… termina por tomar un rumbo diferente y nunca considera realmente las teorías de Jack más allá de afirmar que estas son las cosas que él piensa.

A medida que se desarrolla la novela, seguimos a Jack mientras su vida se desintegra y se tiene que mudar con su hermana y su marido. Viven en una casa idílica en el campo al norte de California y tienen hijos, caballos y perros…, de calidad. Un hogar que es una maravilla tecnológica con los últimos dispositivos para simplificar las tareas del hogar y lograr el estilo de vida pastoral más pertinente. Insisto, es narrada inicialmente por Jack Isidore, el ‘artista de mierda’ cuyo control de la realidad es tenue (cree cosas como que la luz del Sol pesa o que la Segunda Guerra Mundial comenzó en 1941 cuando Estados Unidos entró por primera vez). Pero parece no estar seguro de si vive en los 50 o al borde del cuatro milenio. Rápidamente, la narrativa da paso a otros personajes y lo que parece ser la historia propiamente dicha muestra al final familias que son infelices todo el tiempo.

Jack, tras un roce con la ley, se ve obligado a mudarse con su hermana Fay y su esposo Charley, quienes tienen sus propios problemas. Charley es un pasota de los buenos pero, ¿quién no lo sería frente al egoísmo inmenso de Fay? Ella le hace solicitudes perversas a Charley, le riñe constantemente para que haga las tareas de hogar y luego lo acusa de ser poco masculino cuando las hace. Les sobra la pasta y es capaz de adoptar una marca única de amor maternal por sus hijos diciendo cosas como:

Un niño es un animal inmundo y amoral, sin instintos sensatos, que ensucia su propio nido si se le da la oportunidad.

De repente, no puedo pensar en ninguna característica buena en un niño.

Excepto que, mientras sea pequeño, se les puede patear.

Uff. Estamos ante una novela que es difícil saber cuánto de esto es caracterización y cuánto es amargura proveniente del subconsciente de Philip K. Dick (el personaje de Fay se basa supuestamente en su primera esposa). Pero ciertamente es una novela que genera irritación, en muchos casos. La brecha se profundiza cuando Fay se hace amiga de una nueva pareja en la ciudad, Nat y Gwen Anteil, a quienes encuentra irresistibles debido a su belleza, y el odio y la envidia se fusionan.

Confesiones de un Artista de Mierda se escribió en 1959 pero no se publicó hasta 1975. Cuando Dick ya era maestro consagrado como autor de varias novelas de CF, ésta fue la única publicada en vida. Donde Dick deconstruye su existencia de cuento de hadas y retrata la alienación del adulterio y el abuso con una claridad aterradora.

Reseña: Marvel Saga. Aniquilación 3. SuperSkrull / Ronan, de Javier Grillo-Marxuach, Greg Titus, Simon Furman, Jorge Lucas y VVAA

Aquí estoy de nuevo. Con la mejor odisea cósmica en cómic para mí, tras El Guantelete del Infinito. Una vez más, continuo explicándoos que si de verdad os molan los eventos cósmicos donde todos los superhéroes (o un 90%) están implicados, no deberíais dejar pasar esta oportunidad de publicación que está realizando Panini Cómics con Marvel Saga: Aniquilación. A groso modo, las amenazas cósmicas funcionan mejor cuando son inmensas, casi más allá de la comprensión, los héroes cósmicos (muy importante poder volar o tener medios para surcar el espacio) funcionan mejor cuando solo pueden comprender el Mal contra el que están luchando. Y poder atacar o defender cuando es mejor. Pero estoy percibiendo que dentro del contexto más amplio del evento, mi amado Silver Surfer es una mirada poderosa a todo lo que va ocurriendo y lucha como un héroe -casi siempre “forever-alone”-, contra un Mal cada vez más poderoso e incomprensible al que se enfrenta desde muy dentro de su alma. Quiero decir: el siguiente paso a leer, donde perderse y sumergirse tras Aniquilación: Prólogo y Aniquilación: Nova / Estela Plateada (https://www.cronicasliterarias.es/?p=4449) es Aniquilación: SuperSkrull / Ronan, donde obviamente se incluyen ambas miniseries de cuatro números cada una. Un número de ejemplares, en mi opinión, perfecto para contar ni poco ni mucho, de lo que le ocurre a cada personaje, antes de lo gordo.

El SuperSkrull (Kl’rt) no es un personaje nuevo ni mucho menos. Fue creado por Stan Lee y Jack Kirby y apareció por primera vez en el Fantastic Four #18, de 1963. Un personaje que sigue vigente (y dando por saco) desde entonces. Y me gustó mucho la definición que escuché una vez sobre él: «Es el villano que nos gusta odiar». Pero esta vez, ¿de qué lado estará? Otra definición del personaje que me moló se la oí al editor Andy Schmidt que dijo: «El SuperSkrull es casi siempre un villano y lo amamos por ello». Bien, para cuando Annihilus reúne un ejército, al SuperSkrull no le queda otra que hacerse cargo (para defender su imperio) de la Ola de Aniquilación. Sin embargo, quedan cuestiones: ¿Por qué Annihilus termina por abandonar la Zona Negativa y quién tiene lo que hay que tener para unirse a su ejército? Otro punto de vista, otro suceso aledaño, a la tormenta que se viene. Javier Grillo-Marxuach (guionista de la famosa serie de TV, Lost), y el artista Greg Titus son los encargados de trasladarnos a un nuevo viaje cósmico en cuatro números que conducen directamente a la trama central de Aniquilación, que llega en nada. El caos se viene desde todos los ángulos. Y cuando llegue la ola de destrucción, nuestro protagonista intentará por todos los medios que el Imperio Skrull siga en pie.

Difícil. Muy difícil.

Partiendo de las ondas de choque ocurridas en Aniquilación: Prólogo (https://www.cronicasliterarias.es/?p=3741), el juez, jurado y verdugo de los Kree es impulsado a su propia miniserie en Aniquilación: Ronan. Pues cuando es eliminado de su rango de Acusador, Ronan se propone limpiar su nombre. Pero es más fácil decirlo que hacerlo con la Ola de Aniquilación abriéndose paso a través del universo, arrasando. No obstante, cuando el Acusador se presenta, es mejor que el resto de los personajes cósmicos de Marvel estén en guardia porque Ronan no se detendrá ante nada para volver a unirse a las filas de los Kree. Aunque el enjambre de hordas acaba de aparecer a espuertas por que Glorian (el aprendiz exiliado del Modelador de Mundos) crea vida y…, se presenta, nada más y nada menos, que Gamora.

Decir tengo, que el dibujo de esta última miniserie es realmente extraño. Muy no sé… ¿Cómic europeo? ¿Serie animada? Se hace raro. Aunque nada tiene tanto poder como para alejarme de la tremenda tensión de los enormes sucesos que se nos vienen encima. En breve.

Reseña: Superman. El Hombre de Acero Vol.1, de John Byrne, Jerry Ordway, Marv Wolfman y Mike Mignola

No soy muy de recomendar Superman pese a la fácil entrada que tiene el personaje. Me consta que a mucho lector de cómic no le gusta por lo omnipotente de un superhéroe, que recordad, fue el primero de todos, y quizás ese es el principal problema, sobre todo, para los guionistas e ilustradores que se atreven o les proponen llevarlo. No obstante, Superman tiene ese algo que atrae. Tiene ese no-sé-qué que provoca que muy dentro de ti quieras leerlo. En definitiva, quieres que te guste. Por que sabes que tiene muy buenos arcos argumentales detrás y fuera de tantos reinicios o inicios contados una y otra vez, escuchas, oyes, lees que tal cómic de Superman cuenta algo muy chulo y entonces quieres. Por que tiene mucho detrás. Pero si además, como yo, conoces a alguien que sigue-compra-y-lee todo lo que se publica de El Hombre de Acero desde que tienes uso de razón, pues te llama. ¿Cómo que no? Para el que se sienta atraído por todo lo que digo en esta parrafada, la recomendación para empezar o retomar el personaje está, sin duda, en el Superman, de John Byrne. El más representativo. Donde el guionista, el dibujante, el maestro, crea una etapa inmortal para el pijameo dentro del noveno arte. Cualquiera que entienda un poco, sabe que es uno de los mejores Superman que se pueden leer. Y en un primer tomazo integral (de cuatro), que recoge en orden cronológico todo lo publicado por el consagrado Byrne, ECC Ediciones recién publica este tochal que recoge las mejores etapas del superhéroe más conocido de todos. El que todo el mundo debería leer, al menos, una vez en la vida.

Este volumen recopilatorio comprende World of Krypton #1-#4, una miniserie representativa de lo que verdaderamente ocurrió en el Krypton antes de que todo se fuera a pique. Una obra súper recomendable de leer, muy buscada en su día y que fue adaptada parcialmente en el film de El Hombre de Acero. Le siguen dos miniseries más, las representativas de Byrne, que alcanzaron fama, las denominadas Man of Steel #1-#6 y Superman #1-#5. También los arcos argumentales que se recogen en Adventures of Superman #424-#428 y Action Comics #584-#587. Todo Byrne, todo, donde el maestro promueve muy-mucho la presencia del magnate llamado Lex Luthor, por ejemplo. Al que le dio bastante peso como protagonista.

Superman: The World of Krypton presenta una colección de historias reunidas para brindar a los lectores una visión más amplia de cómo era la vida en el extinto planeta. Escrito en los años 80, el enfoque principal del libro se centra en la reinterpretación de Superman y su antigua historia. En la reinterpretación, Krypton es una sociedad que ha perdido su humanidad debido a su absoluta devoción por la ciencia. Casi dos décadas después, muchos de los puntos de esta trama sigue siendo relevante en la actualidad. El debate que rodea a la clonación en Krypton se desarrolla hoy en la vida real sobre la batalla de la investigación de células madre embrionarias. A medida que los lectores miren hacia atrás en un cómic como este, podrán encontrar que esta historia puede ser una de las más relevantes en la historia del superhéroe.

Man of Steel #1-#6 es la serie que inicia la reinvención del Superman, de John Byrne, en los 80s. Los cambios en el planeta natal de Superman también son indicativos de lo que Byrne se propuso hacer: Superman era Clark, un ser humano, no Kal-El, un kryptoniano. La distopía científica de Byrne esplende aquí y huele a clásica novela de Ciencia Ficción.

Superman #1-#5 cuenta el reinicio del personaje que Byrne hizo en los 80 pero también otras originalidades como los orígenes de Metallo (un nombre usado por múltiples supervillanos que aparecen en los cómics publicados por DC Comics, comúnmente como un adversario de Superman), un cyborg con una fuente de poder de kryptonita en su corazón, que usa como arma contra Kal-El. Aquí podemos encontrar el enorme poder ilustrativo de Byrne, así como verlo disfrutar con sus estilos de narración, variando las cosas desde la rutina habitual así como descubriéndonos un «origen secreto». También molan cosas, como el modo en que se cuenta el descubrimiento de Lois sobre que Superman es un extraterrestre.

Las tintas de Dick Giordano complementaron los lápices de Byrne y los retoques de Terry Austin sumaron. Pero otros muchos autores ayudaron a encumbrar a un autor que de por sí, ya gozaba del don poderoso creativo para el mundo del noveno arte. Este primer volumen cuenta además con la colaboración de Marv Wolfman, Jerry Ordway y Mike Mignola, y tiene como invitados especiales a Los Nuevos Titanes, el Fantasma Errante y al mismísimo Batman. El Hombre de Acero se destaca como punto culminante y artístico en la extensa e histórica carrera de John Byrne. Esta es la obra que debes tener si quieres empezar o reconciliarte con el Hijo de Krypton, Hombre de Acero, Kal-El…, la leyenda que pocos conocen a ciencia cierta.

Quieres que te guste.

Reseña: CyberPunk 2077. Trauma Team, de Cullen Bunn y Miguel Valderrama

Después del pelotazo a nivel mundial del videojuego, que menos que querer saber más de una historia que atrapa y te mantiene enganchado pese a su formato. CyberPunk 2077 es un videojuego desarrollado y publicado por CD Projekt que se lanzó para varias plataformas el pasado 10 de diciembre de 2020; día de mi cumpleaños, indirecta que mi mujer no pilló. Siendo una adaptación del juego de rol de mesa CyberPunk 2020 (nieto del clásico CyberPunk de los 90, que disfruté en mis carnes), CyberPunk 2077 se establece cincuenta y siete años más tarde en la ciudad distópica de Night City. Un enorme mundo con seis distritos diferentes, con una perspectiva en primera persona donde los jugadores asumen el papel del personaje personalizable llamado V; un videouego que se ha hecho famoso cuando se reveló que el actor Keanu Reeves formaría parte del elenco de personajes que tendrían relevancia en la historia. Por otro lado, y en mi caso, lo cierto es que por estos meses es cuando me da la «vena alien”, época en la que revisito las pelis (sólo la 1 y la 2, por supuesto), Blade Runner… y pelis del estilo. También repaso libros de rol como los incunables Traveller y Cyberpunk que aún conservo. En juegos de mesa me da por jugar a Battletech, Space Hulk, Nemesis… o así. Y me gusta leer CF de tema aventura espacial mezclada con acción, y si puede ser, sazonada de Terror. Me fijé entonces en CyberPunk 2077: Trauma Team , el tomito que acaba de publicar Panini Cómics y que de alguna forma lleva a eso.

The Trauma Team series (me encanta el nombre, y no es una serie de hospitales), tiene como personaje principal de Nadia que vive una montaña rusa de emociones desde que empieza todo. Un viaje corto pero frenético que se emprende en este cómic que se devora en nada. Más que frenético, un viaje chulo a la vez que horrible. De los que después de leer casi que tienes que coger aire. ¿La premisa? La básica es que Nadia trabaja para Trauma Team International y es la única sobreviviente de una misión de rescate fallida. No obstante, no se echa atrás y acepta una nueva misión (muy Aliens, El Regreso todo), y aquí comienza una búsqueda de la que costará salir viva. Y peor aún, indemne.

El cómic comienza con Nadia bajo evaluación psíquica para ver si debería regresar al trabajo. Su último equipo fue brutalmente asesinado en el trabajo anterior cuando tratando de salvar a un cliente, ella es la única que sobrevive. A su evaluadora le preocupa que pueda estar demasiado traumatizada para volver al trabajo considerando que vio a un solo tío matar a todo su equipo. Sin embargo, la ve con fuerzas. Ahora, en su nueva misión y con nuevo equipo debe ir a rescatar a un cliente secuestrado dentro de un rascacielos que está fuertemente controlado por un grupo armado hasta los dientes. Pero el shock viene cuando Nadia se entera que… (¡Seeeeeeh! ¡No spoilers aquí!)

Sorpresita final.

CyberPunk 2077: Trauma Team es un cómic que acompaña tanto a la mitología existente del juego de rol, como al videojuego que tanto ha dado que hablar en los últimos meses. El primer número de la serie captura tanto la distopía tecnológica del género como la acción brutal del escenario sin una exposición pesada ni frívola en el guión. Para vuestro conocimiento, CyberPunk 2077: Trauma Team se puede disfrutar de forma independiente. Esta historia no reemplaza la del juego, pero alimenta la necesidad de saber más de dicho mundo. Y me consta que ha sorprendido la interrelación entre personajes, a los que ya han podido disfrutar de ambas cosas. Me confesaron además (supongo que ya os queda claro que no tengo el videojuego, ¿no?), que no es un cómic que se ha lanzado para aprovechar el momento. Sino que contiene una buena historia. Te pone en contacto con lo que te vas a encontrar en la aventura gráfica, eso si, pero no sé si llega a la categoría de spin-off. Aunque me da que algo hay.

Buena historia se marca el guionista en auge Cullen Bunn, con un dibujazo colorido pero molón de Miguel Valderrama.

Reseña: Morbius. El Vampiro Viviente, de Richard Elson, Joseph Keatinge y VVAA

Leí que Morbius no tenía exactamente un número de seguidores dentro del mundo del cómic. Sobre todo, en solitario. No es el tipo de personaje que esperarías como para ser protagonista de una cabecera. Pero de un tiempo a esta parte se podría haber dicho lo mismo sobre Ojo de Halcón, por ejemplo, y mirad lo que resultó. Pero ni Morbius es tan buen personaje como Ojo de Halcón, ni es tan conocido. Está claro. Pero creedme que en cuanto a características chulas tampoco se queda atrás. Si analizas al vampiro cuenta con una serie de guiones cuanto menos curiosos, una estructura divertida y una caracterización interesante. No es compra obligada, pero si estás buscando una nueva serie donde profundizar, o mejor dicho, un personaje del que conoces poco y quieres saber a dónde lleva; una muy buena opción es Morbius: El Vampiro Viviente, este Marvel Omnibus que Panini Cómics acaba de publicar, uno, de varias aventuras famosas y en ediciones geniales, que la editorial va sacando cada poco ahora que la peli se viene.

Joe Keatinge escribe estos nueve números que comprenden la miniserie El hombre llamado Morbius. Serie que vio la luz en USA en 2012, un argumento que se podría describir con una sola frase: «Un tipo con una horrible enfermedad que intenta encontrar su lugar en el mundo». No es un cuento de vampiros quejumbroso y emotivo. No. Es DOLOR, bien representado en un ser que quién sabe si un día pudieras ser tú o yo. Con un diálogo lleno de fragmentos evocadores, agudo y una narración (¡En un cómic!) aún mejor. Con una escena en particular que me impactó: una escena en la que un hombre le da consejos a Morbius sobre dónde alojarse en Nueva York y… No obstante, en algún lugar dentro del doctor Michael Morbius hay un buen hombre que solo necesita una segunda oportunidad. Mas, ahora, después de escapar de todo, pasa desesperadamente los días, huyendo y desesperado por sofocar sus tendencias vampíricas. Pero, ¿será capaz de resistir el canto de sirena de la dulce y roja sangre o Spider-Man lo meterá directamente a la cárcel? ¿Su redención resultará peor que su pecado? Mientras Morbius intenta mantenerse fuera del radar, surge una nueva amenaza y quieren a Morbius muerto. La cuestión es, si después de incitar a una guerra de pandillas, Morbius podrá proteger a sus nuevos colegas de sus antiguos amigos.

Un tema que me llamó mucho la atención -y perdonadme, de Morbius soy algo más que un novato lector-, fue el primer número que abre la serie, donde Morbius, en sus propias palabras, dice que murió dos veces aunque solo se le ve herido. Hasta el punto que una persona normal estaría muerta, sí, pero herido. Y entonces menciona otra vez que es un hombre muerto y un vampiro muerto a la vez, así que seguramente no existe o… O algo así. No lo entendí muy bien. Por si alguien quiere aclararmelo. En fin, quizás os estoy estropeando el buen concepto del personaje que se deja el leer bastante bien en este tomo. La clave es que tenemos a Michael Morbius, que sufre de una rara enfermedad en la sangre y, ¿qué hace un ser vivo constantemente? Sobrevive. Y mientras intenta curarse a sí mismo, este pobre más vampiro es. Tiene algunas de las desventajas además de la sensibilidad a la luz solar (aunque no se quema) pero la sed de sangre es infernal en su interior.

Lo bueno de esta miniserie es que, a pesar del universo de superhéroes, Morbius no es un héroe y cuando intenta hacer el bien, tiende a empeorar las cosas. Ya os digo que cada vez me gusta más el personaje y que una parte de mí le tenía ganas después de devorar sus aventuras en Vampire Tales, el magnífico Marvel Limited Edition que publicó Panini junto a SD; donde Morbius se enfrentó a un culto demoníaco y había un elemento y ambiente sobrenatural que molaba tela. Sin embargo, al trasladar la historia a lo mundano, a lo actual, esta historia que se marca Keatinge (¿con la ayuda de Dan Slott?) nos lleva a una trama de “fin del mundo” pero centrada en una ciudad pequeña y más entrañable, si cabe. Este enfoque me encantó.

Spiderman, más de una vez, al igual que algunos de los supervillanos más famosos del trepamuros, aparecen dando por saco al prota junto con su sufrimiento. Incluso hay una especie de cameo con el clásico grupo Legión de Monstruos al final. El grupo que le vimos unirse por primera vez para investigar la aparición de un extraño ser llamado Semilla Estelar.

Un cómic que se completa con un arte de mi gusto.

Reseña: El Placer de Quemar (Historias de Fahrenheit 451), de Ray Bradbury

Para los amantes de la obra Ray Bradbury llega un poco tarde El Placer de Quemar. Yo al menos no conozco otra edición en nuestro país de esta obra. Aunque tampoco he mirado mucho. Para ser sinceros hablamos de una recopilación de relatos que se publicó en 2010 por primera vez y cuando la conocí no pensé en algo mega-clásico como la novela Fahrenheit 451, obra culmen de la Ciencia Ficción, a la que va referenciada. Pero nunca es tarde si la dicha es buena, dicen, y la verdad es que sí. Se encuentran aquí más de una historia «que-pa-qué», como se dice en la tierra donde vivo.

Los editores Donn Albright y Jon Eller reúnen dieciséis historias que abarcan seis décadas de la extraordinaria carrera del maestro dios literario Bradbury. Una profunda expansión temática de su famosa novela que ahondaba en el tema de la quema de libros aprobada por un estado totalitario y donde unos bomberos «muy salerosos” tenían mucho que decir. La novela Fahrenheit 451 es una obra maestra perdurable de la literatura estadounidense del siglo XX: una visión escalofriante de un futuro distópico construido sobre los cimientos de la ignorancia, la censura y la represión brutal. Tras dicha joya surgieron cantidad de ideas en otros autores y se han visto tramas muy similares y se han copiado formas estructurales de la historia hasta la saciedad. De hecho, es una novela que sigue siendo estudiada en cursos de escritura creativa, de lo que doy fe de primero mano. Y ahora los orígenes y la evolución de la oscura y magnífica historia de Bradbury se exploran en El Placer de Quemar, una colección de cuentos interrelacionados temáticamente que de algún modo prefiguran la magnífica novela del maestro.

Las historias más extensas…, los dos cuentos largos de la colección que se incluyen son quizás el requisito indispensable para obtener el libro. Mucho después de medianoche (Long After Midnight) y El Bombero (The Fireman) son las dos historias más importantes o conocidas aparte de ser precursoras y reveladoras de Fahrenheit 451. Pero en mi opinión, las dos joyas que más me han alucinado ya que no los conocía son dos relatos cortos. El Reencarnado que abre la antología; en la que un hombre recientemente muerto experimenta una resurrección y busca desesperadamente a su viuda y Los genios locos de Marte, que cuenta como el planeta rojo está habitado por todos los autores y personajes de la literatura que es destruida en la Tierra.

Solo por leer estas maravillas, merece la pena la compra.

También hay tres piezas intensas e interconectadas como El Dragón que se mordía la cola, Antes del amanecer y Al futuro, que aparecen en una sección final del libro llamada Otros Relatos y que son aporte esencial a la estantería de todo fan de Bradbury. Tres historias de viajes en el tiempo, el tema favorito del autor. Con el tema del escapismo de gobiernos opresores muy presente como ocurre en Fahrenheit 451.

Anoche mismo terminé de leer esta maravilla que se devora en nada. El Placer de Quemar que publica Minotauro este mes, tengo que decir que el copyright de 2010 es algo engañoso. Son16 historias pero 9 se publicaron originalmente entre 1940 y 1950, una en los 60 y las otras seis entre 2002 y 2007. Es una buena colección. Curiosa. Había leído varios relatos del maestro aquí incluidos pero los disfruté de nuevo. Por supuesto, soy fan de Bradbury, ¿y qué lector de fantástico y aspirante a escritor no lo es? Disfrutas sus obras cada vez. Y sé que muchos de vosotros quizás queráis poseer este volumen solamente por conseguir sus dos cuentos largos (El Bombero y Mucho después de la medianoche), que son actualmente difíciles de conseguir. Vale, de acuerdo, pero sabed que dentro se encuentra más de un pastelito gustosito de leer como, por ejemplo, El grillo en la chimenea. No digo más…

Como anécdota contar que El Bombero es el relato de 1951 que se amplió y se revisó (este tema ocurre más de lo que creéis dentro de la CF) para convertirse en Fahrenheit 451, en 1953. Fahrenheit 451 es uno de los pocos libros junto a El Señor de los Anillos que se leen en clase de literatura en las High School Secondary de USA. Y ahora, lo cierto es que fue divertido leer la versión anterior al famoso libro, donde compruebas los elementos básicos de la trama, aunque algunos de los nombres de los personajes cambian. Oscuro, extraño y macabro. Compañero indispensable de metro, autobús y asiento que se precie, El Placer de Quemar es una maravillosa confirmación del inimitable brillo, magia y fuego del maestro Bradbury.

Reseña: Urgh y la Corona de Huesos, de Telémaco

He encontrado poca información sobre Andrés Nicolás Allocco “Telémaco” (Argentina, 1981) y es por que es un autor de cómics “relativamente” nuevo. Pese a ser un viejoven como yo, sus obras se pueden encontrar en la web argentina https://www.comiqueando.com.ar/ donde colabora (creo) también en su podcast sobre cómics. ¿Y por qué busqué info sobre él? Pues por que sorprende muy mucho que un autor “relativamente” nuevo sea capaz de crear obras tan chulas como Urgh y la Corona de Huesos; que huele a serión, con personajes icónicos que esplenden desde la primera página.

Nuevo Nueve Editores parece haberse fijado en él y recién publica su primera novela gráfica que cruza el charco hacia nuestra tierra jamonera. La primera novela gráfica del creador de la tira cómica Jose & José que se publica en la web antes mencionada. Una novela de nada más y nada menos que doscientas cincuenta páginas y de la que dice Diego Agrimbau (el famoso guionista argentino que ha publicado más de una veintena de obras en Sudamérica y Europa) en el Prólogo:

«Urgh habla poco. Casi nada. Dragón habla mucho. Demasiado. Por algo tiene dos cabezas. Viajando de mundo en mundo y de tiempo en tiempo, estos dos (¿tres?) hermanos buscan nuevos objetos para sumar a su colección fantástica… Urgh… es una historieta de aventuras con acción a raudales. Y mucho humor. Telémaco nos lleva de la mano por el laberinto de su imaginación, de acá para allá, de la fantasía a la realidad, de futuro al pasado, con y sin escalas».

Y añado yo: «Tiene toda la pinta increíble que desprende su portada». Y no hay mejor presentación que esa.

Urgh y la Corona de Huesos pese a oler a Fantasía goza del tema de viajes en el tiempo y se apoya en el humor. Los personajes son los que hacen fuerte a esta novela gráfica. Los personajes. Simples, a primera vista, pero transmisores de una intensa sensación de que hay mucho más tras ellos. Con elementos nostálgicos: Ulfrus, el vecino desagradable tiene cierto aire a Gargamel, por ejemplo. Un cómic que no es de fantasía, ni de superhéroes, ni de ciencia ficción, pero que hace un batiburrillo de todo eso. Con personajes algunos totalmente disparatados y originales que para colmo se hacen familiares en nada.

Urgh y la Corona de Huesos es una obra para todos los públicos pero con ciertas escenas fuertes que, en realidad, no los son tanto para un niño de ahora. El dibujante y guionista ganador de las ediciones de 2012, 2014 y 2015 del concurso de historietas “Crack Bang Boom” y el “Chingolo Casalla” de la Biblioteca Nacional Mariano Morena de Argentina, se graduó en el taller de guión del afamado autor Diego Agrimbau y eso se nota. Por que a pesar de tener un guión largo y loco, en Urgh…, se llega a una conclusión entre tanto encuentro y escaramuza.

Y es muy cierto que su dibujo recuerda bastante al Bones, de Jeff Smith. Y eso mola. Y suma. Una historia que nos deja esperando nuevas aventuras. Quiero saber del pasado y futuro de muchos de estos simpáticos personajes. Por lo que me congratula saber que Telémaco ya prepara el segundo tomo mientras trabaja como diseñador de videojuegos y escribe una novela de fantasía.

A la espera estoy.

Reseña: Yo, Vampiro (Integral), de Joshua Hale Fialkov, Andrea Sorrentino, Daniel Sampere, Fernando Blanco y Szymon Kudranski

Tras los zombies (que fueron los primeros monstruos con los que me topé cuando tenía casi cinco añitos), con los vampiros he tenido mis más y mis menos. Con ellos voy por épocas. Después de haber leído mucho-mucho sobre ellos, tanto historias basadas en hechos verídicos como de seres relacionados, teniendo en cuenta el país de procedencia de la leyenda; me he llegado a dar cuenta que me atraen más, o menos. Quiero decir, depende del lugar de donde provenga de la historia, el modo en el que se abarque el tema vampírico y la época del año en la que estemos, me entran bien o no. ¿Un ejemplo? La primera vez que lo intenté con Drácula, de Bram Stoker, fue un verano de mucho calor y lo leí a pie de playa. No me gustó, no entraba en sintonía (como digo yo), no me enganchaba la historia. Unos quince o veinte años después, lo intenté otra vez. Volví tremendamente excitado tras haber leído una maravilla de relato de Alexei Tolstói (primo del famoso), llamado La familia Vurdalak (1839). Una forma diferente de ver a los vampiros. Y así me quise enfrentar de nuevo al clásico por excelencia. Empecé un día gris y frío de noviembre y lo terminé una semana después, un día gris, lluvioso y oscuro de diciembre.

No pasó lo mismo con Yo, Vampiro. En su día, leí sus dos primeros números y me gustaron mucho. Pero no quise leer más. Algo que digo bastante es que a estas alturas veo rápidamente si una historia se puede seguir lentamente o si es mejor devorarlas de un tirón. Me ocurre con las series de TV. Y Yo, Vampiro «lo pedía». Nadamos en una época donde todos alucinamos con un tremendo mar de integrales que se publican casi cada mes y Yo, Vampiro tenía que leerse así. Pese a sus 19 números. Y mis ruegos llegaron de alguna forma al centro de mando de ECC Ediciones que acaba de publicar este mes esta maravilla de integral. Una obra de Joshua Hale Fialkov (He-Man y los Masters del Universo) y Andrea Sorrentino (Joker: Sonrisa Asesina), una tremenda obra en la que también participan Daniel Sampere (Flash), Fernando Blanco (Batwoman) y Szymon Kudranski (Superman). Y todo con una máxima en condicional que pone los pelos de punta:

¿Qué pasaría si la última esperanza de la humanidad fuese un vampiro?

Joshua Hale Fialkov ya me demostró lo que era capaz de hacer con horror puro en Tumor y Echoes. Pero cuando se publicó Yo, Vampiro se enfrentaba a una tarea abrumadora, a un frente de batalla casi perdida: los fans de Crepúsculo. En el deseo de DC de llegar a todas las audiencias, lanzaron esta serie con romance intrínseco entre vampiros para atraer a más adolescentes y madres de mediana edad que le hicieron ganar a Stephenie Meyer una fortuna. Pero lo que se le ocurrió a Joshua podría asustar a esas mismas personas que llevan camisetas «Equipo Edward Cullen».

Yo, Vampiro presenta un romance oscuro, sangriento y retorcido entre un vampiro (cazador de vampiros) y la Reina de la Sangre. Un enorme arco con subtramas que empieza con dos narrativas distintas que se superponen y se entrelazan. La primera muestra al vampiro Andrew convertido en cazador de vampiros matando seres de la noche, mientras que por otro visualizamos a la reina Mary debatiendo con él las diferentes filosofías sobre ser criaturas no-muertas y a la vez no morir en el intento. Ambos geniales para crear una atmósfera aterradora y temperamental por lo que se cuenta, pero la segunda historia termina siendo más interesante porque llega al corazón de cómo estos dos amantes se convirtieron en enemigos. Mary preferiría ser un monstruo chupa-sangre, orgullosa, egoísta como todo ser que sobrevive cual león en la sabana. Antes eso que ser un simple humano dócil con sus preocupaciones y vidas de mierda. Es entonces cuando Andrew se arrepiente de haberla convertido en lo que es y está decidido a matarla para salvar el mundo. Mientras tanto, los dos coquetean entre una poderosa tensión sexual similar a una tormenta que se viene hasta romper sobre sus/nuestras cabezas. Sensualidad y sexualidad de forma abierta antes de…

Una escritura hábil salpicada de información sobre los diferentes poderes y debilidades de los vampiros. Con el paso de las tramas establece un mundo de conflicto entre el bien y el mal, el amor y el desamor, la luz y la oscuridad. La sangre o la vida. Porque no tienen por qué ser sinónimos, si no se quiere. ¿O sí? Dos amantes que tienen mucho que decir en la DCU pese a ser una historia que se puede leer indistintamente y fuera de todo concepto súper-heroico. Aunque mola ver como Fialkov vincula sutilmente el eje de la trama de manera excitante poniendo a estos vampiros en desacuerdo con los héroes con capa que controlan el mundo.

Fialkov y Sorrentino han tomado los conceptos más inverosímiles y lo han convertido en éxito en este tochal que ningún amante de los chupa-sangres debería perderse. Se hace difícil no usar esta reseña como tributo para difundir el evangelio de Yo, Vampiro. Se hace difícil no elogiar la serie como testimonio de la calidad de unos creadores que parecen haber encontrado una armonía grupal para dicho trabajo. Un trabajo donde todos apuntan en la misma dirección. Pero tambíen se hace difícil no decir que el final de Yo, Vampiro, sobre todo, significa el último aliento del compromiso de DC con personajes que no pertenecen a la Liga de la Justicia…, con personajes que nunca se deberían olvidar.

Reseña: Djinn Integral 2 (Ciclo Africano), de Jean Dufaux y Ana Miralles

Llega un nuevo integral de esta bellísimamente ilustrada serie como es Djinn. Después de cantidad de lecturas, de lecturas diarias que son un no parar, una vorágine de donde ni puedo ni quiero salir; por que es mejor que poder evadirse (y más ahora), Djinn es una opción de trasladarse a sensaciones en países que quizás nunca llegue a visitar. El caso es que fue el verano pasado cuando me topé en Norma Editorial con el primer integral de esta obra de la BD. Con sus integrales, que es como se disfrutan estas series, en mi opinión. Y aun así, muchas veces me quedo con la miel en los labios… Pues Djinn es ese tipo de cómic que te deja con el culo torcido. En fin. Que me voy… Vuelvo al tema. Decía que al tener tan lejano el anterior tomo decidí leer el primero antes de ponerme con el segundo que acaba de publicar Norma Editorial. Y con todo reciente, me encontré: on fire! Y quizás por eso mi opinión os puede parecer lanzada, osada y/o toda una serie de sinónimos de flipadez.

Con una portada que pone los vellos de punta (y otras cosas), uno ya entra con los ojos muy abiertos al cómic. Bueno, sí, está bien, lo admito, ¡soy un hombre! Estamos en un momento que uno tiene incluso que pedir perdón por su condición… Vaya tela. Bueno, el tema es que las portadas brutales casi que es algo normal en el mundo de la BD, ¿no? Y cierto es, que no son suficientes para que tras ella haya una buena historieta. Aunque algunas de ellas impliquen emoción a raudales. Uff…

Un segundo volumen integral de esta espléndida serie escrita por Jean Dufaux (Conquistador, Rapaces) y dibujada por la española Ana Miralles que lo borda. Un segundo recopilatorio que contiene nada más y nada menos que cinco nuevos álbumes (África, La Perla Negra, Pipiktu, Fiebres y El Rey Gorila) que comprende el denominado Ciclo Africano. África abre el ciclo. El principio del ciclo africano tras el denominado ciclo otomano, donde nos encontramos con los tres personajes de principios del siglo XX, ahora en forma de «trío», que a mi fe, les va como a tiro de piedra. Pero es otra piedra, preciosa esta, que desencadenará los acontecimientos del corazón en esta calurosa trama, la que cuelga de la oreja de Jade, que atrae las concupiscencias de una tribu africana; muy inquietante el tema, por cierto. Una trama bien plantada y que esperas que te “tranquilicen” en próximos álbumes. Un ambiente sensual agradable que apenas suma erotismo, pero no perdáis la esperanza…

En La Perla Negra, la nieta del ex-favorito sultán de Estambul, Kim Nelson sigue por el continente africano en busca de la perla negra que desvelará el secreto del tesoro enterrado por su abuela. Una perla que cuelga de la oreja derecha de un ídolo maligno plantado en el corazón de una región inhóspita y que solo el descendiente de la diosa representada puede arriesgarse a quitarla sin temor a la muerte.

En Pipiktu, después de un descubrimiento muy oscuro durante el desenlace del anterior álbum, seguimos a Jade, Lady y Lord Nelson, donde estos dos últimos vivirán horas muy tristes en este álbum tan inquietante como impactante.

Fiebres demuestra que se llevan adelante tres misiones simultáneas en este segundo arco y que se hace bien. O tres sub-guiones. La perla que da poder y dinero, la perla que transforma a los individuos: Jade, djinn que se convirtió en la diosa Anatku; Lady Nelson, bestia sacrificada; Lord Nelson, Pipitku; y Kim, la aventurera en la jungla africana. Una perla que da fiebre a todos y cada uno de ellos. Una fiebre que despierta la pasión de los cuerpos y los impulsos asesinos. Wow!

Cierra este ciclo El Rey Gorila. Después de varios álbumes de alta calidad, quizás este por las expectativas del titulo se me vino abajo. El escenario mola pero tiene un poderoso aire de «déjà vu» que es casi decepcionante. Y es lo que tiene crear algo tan alucinante. No siempre se puede mantener el nivel.

Ana Miralles (1959) es una dibujante e ilustradora madrileña que trabaja habitualmente con su compatriota y compañero Emilio Ruiz. Juntos firmaron el álbum erótico Cuerpo a Cuerpo (1991) que me dejó fascinado. Desde entonces, la sigo. Pero tras otros cómics leídos, para mí, no fue hasta 2001 que realmente saca su verdadero sino al despertarnos nuestras más fervorosas fantasías a través de la viñeta con su participación en Djinn. Donde da en el blanco al ilustrar los guiones dek francés Jean Dufaux.

El siguiente es el Ciclo Indio.

Deseando estoy.