Reseña: Harley Quinn y las Aves de Presa. A la Caza de Harley, de Amanda Conner y Jimmy Palmiotti

Después de alucinar muy mucho con Escuadrón Suicida 2, uno (ya sabéis) se flipa, y se queda con ganás de más Harley Quinn. Bueno, en realidad, de más de cada uno de esos personajes…, pero es que me encanta como está representada mi Harley Quinn en estas pelis. Y, sin duda, James Gunn, saca buen partido a ese pibón que es Margot Robbie. Y ahora, que si Escuadrón Suicida 2 ha decepcionado en taquilla, que si su presupuesto era demasiado grande y no ha salido rentable, que si es demasiado sangrienta para ver con críos… Quizás deberíamos pensar en que el siempre magnífico James Gunn hace films para nosotros, para los friki-cómics, para los que llevamos toda una vida leyendo, y no, para los que van al cine una tarde en familia, ven una peli, y mañana a otra cosa. Aunque las productores es cierto que miran mucho quedar bien con este tema…, pero en fin, a lo que vamos, que se te quedan una ganas de Harley Quinn y de cómics DC en el cuerpo que alucinas.

De cabeza fui entonces a por Harley Quinn y las Aves de Presa ahora que ECC Ediciones recién publica el tomo que recopila la miniserie de cuatro numeritos denominada A la Caza de Harley. Pues con la gran Amanda Conner y Jimmy Palmiotti, ¿qué podría salir mal? Amanda Conner y Jimmy Palmiotti, el dúo que actualizó a la Harley Quinn contemporánea, ponen el broche de oro a su legendaria etapa en este volumen con un regalito al final como es el relato Black + White + Red. Entonces, ¿qué podría salir mal? Pues nada. No insistáis. No seáis esos trolls de DC Cómics que siempre están atacando a todo lo que no sea Marvel. Es más, os aconsejo siempre disfrutar lo mejor de cada casa; las patatas y la ensalada del Burguer King, los Big-Mac del McDonald´s, la Coca-Cola sin Cafeína o la Pepsi Zero… Lo mejor de cada casa. Ser amplio de miras, que decía el asno de Shrek

¿Recuerdas cuando los cómics solían ser divertidos? ¿Cuando la fantasía de los superhéroes no estaba empantanada con antihéroes haciendo muecas e historias intrincadas que se alargaban y se alargaban esquivando tu memoria? ¿Recuerdas cuando un cómic de Batman contenía algo de alegría? Los creadores de A la Caza de Harley lo hacen. Parecen haber acordado elaborar todas y cada una de las escenas cómicas que dan nombre al formato. Nos encontramos con Harley teniendo una pelea de amantes con Hiedra Venenosa (Poison Ivy) solo para terminar descubriendo que “los malos” han incendiado su casa. Afortunadamente, la banda de bichos raros e inadaptados que viven allí, salen casi ilesos. Pero Harley, frustrada, busca venganza. Se trata de un plan descabellado y un viaje a la ciudad de Gotham pero bueno, vale, de acuerdo… (sonríe cínicamente). Por supuesto, este tema no solo atrae la atención de su antigua media naranja El Joker, también de todos y cada uno de esos villanos y superhéroes que algunas vez se toparon con ella.

Se desata la locura.

Un volumen que se sitúa dentro del sello DC Black Label, lo que significa que se pueden usar palabrotas en insinuaciones sexuales, sin tener que preocuparse luego por las quejas de los conservadores. Pero es una trama tonta que no intenta sorprender al lector, por supuesto. Un cómic palomitero, piscinero… y todo esos sinónimos que se usan a día de hoy para, simplemente, divertido. Un buen rato lector que aporta doquiera que te encuentres en este agosto efervescente. Y es que, ¿quién está tan loca como para robarle al Joker? Harley Quinn ha evitado Gotham City desde que rompió con ese tío de verde. No obstante, tras lo sucedido, se va a liar. Y aunque su ex le eche encima a los supervillanos locales poniendo precio a su hermosa y teñida cabecita, también están Canario Negro, la Cazadora, Renee Montoya y Cassandra Cain (¡Las Aves de Presa!) para ayudarle en la contienda…

Un cómic lleno de bromas, puro Palmiotti a tope y el arte de Amanda Conner ideal para la ocasión, que no desperdicia una broma visual en cuanto el guión le da pie. Un cómic muy dirigido a los que no quieren comerse mucho la cabeza con esta calor veraniega y (este si) muy disfrutable para todo tipo de edades. Al menos, así lo veo yo.

Reseña: Corto Maltés. Fábula de Venecia, de Hugo Pratt

El no dejar a los grandes clásicos de lado, tanto de libros como de cómics, hará que tu vida lectora sea mejor. Creedme. Es así de sencillo. Por que lo mejor de lo mejor siempre entra bien, cualquier día, casi a cualquier hora. En cómic, hago referencia a la colección de cómics de un grande como es Corto Maltés. El fenómeno mundial del noveno arte que fuera diseñado por el talentoso Hugo Pratt. Una colección que he retomado (bueno, retomar sería si alguna vez la hubiera tenido), mejor dicho, una colección que por fin puedo obtener para degustarla ahora que Norma Editorial vuelve a editar todos y cada uno de sus números en el formato clásico de álbum al más puro estilo cómic europeo. En color o en blanco y negro. A gusto del consumidor. Fábula de Venecia correspondería al séptimo álbum de la colección. Aunque vuelvo a insistir en que Corto Maltés no es un serial propiamente dicho en el sentido que los argumentos van enlazados. Son más bien historias independientes que, eso si, tienen en común personajes y algún que otro comentario de referencia a aventuras vividas pasadas. Pero se puede empezar por donde uno/a quiera. Eso está claro. De hecho, yo nunca había leído los dos primeros números de la colección hasta este nuevo “regreso”. Y como bien dice su anuncio: Fábula de Venecia es una inolvidable aventura en la Ciudad de los Canales… y yo añado: «Al más puro estilo Indiana Jones«. Y dejo dicho ya también que, sin duda, una de las mejores historias que he leído del personaje. Si no, la mejor.

En Fábula de Venecia, Corto nos sumerge en la atmósfera veneciana nocturna, con una trama salpicada de rompecabezas, tesoros, túnicas negras y masones. Un escenario teatral, en principio, extraño y absurdo pero que se va volviendo más y más tenebroso con el paso de las páginas. Corto Maltés recibe una invitación para recorrer los rincones secretos de Venecia en busca de una esmeralda fabulosa: la Clavícula de Salomón. Pero Corto no es el único en esta búsqueda y a poco que se desplaza a la zona, surgen disparos y emboscadas sobre una ciudad bella pero que en la noche no es más que un oscuro pozo sin fondo. En la curva de un callejón, apenas iluminado por la luz de una farola, en el silencio marcado por pasos más lejanos, en la noche, una noche sin estrellas, oscura y dulce, tal vez adivinemos, apoyado contra una pared, la silueta de Corto. Silueta furtiva, inmóvil, apenas vista, apenas un fantasma tras los callejones de Venecia. En esa lejana noche veneciana, encontré esta aparición del firme marinero que venía tras el humo para infiltrarse en las calles, puentes, callejones, recovecos, en la noche oscura de una luna creciente y tan fina que brinda con whisky en un cielo sin estrellas. Y pasos que se alejan. Y la expectativa de un misterio, el sueño de un enigma, una fábula. Bajo las órdenes del barón Corvo, Corto Maltés se propone encontrar la Clavícula de Salomón. Pero los que la buscan, ¿buscan la piedra preciosa o los grimorios mágicos? Es un desafío que el difunto barón le lanza desde el Más Allá.

A través de los misterios de Venecia, Hugo Pratt nos lleva a “su» Venecia. Los patios secretos, puentes mágicos, las enigmáticas fachadas de palacios decrépitos, las puertas del gueto, estatuas de eruditos, la niebla que se eleva desde los canales… ¿Quién mejor para recrear una historia en ese lugar que un oriundo del lugar? Un diseño elegante donde los dibujos acentúan la luz y la sombra. Historia mezclada con personajes de fábula, reales y ficticios, encuentros inverosímiles para un hereje aunque para un verdadero fan de lo fantástico, una buen cómic de aventuras. De escuadristas a masones, de una joven que se cree la reencarnación de Hipatia al poeta D´Annunzio, de una joven que se parece a Louise Brooks al erudito Melchisedech, especialista en escritos antiguos. Corto Maltés no para e intenta desenmarañar el sueño de los justos. Es un tío contemplativo, siempre dispuesto a actuar, poco hablador, que escucha, observa, lo que no le impide correr por los tejados, pelear, pero adormecido y repentinamente animado como un gato en un tejado; Venecia respira en el oído de Corto misterios que se pierden en las brumas del tiempo.

Fábula de Venecia se publicó por primera vez en 1977. Un titulo que vuelve a apoyar mi teoría (varias veces comentada) que todo guión o novela que devoro del año que nací, termina por maravillarme. Me flipa.

Reseña: American Ronin. Íncubo, de Peter Milligan, ACO, David Lorenzo y Dean White

El futuro cercano. Las corporaciones ultrapoderosas libran una guerra en la sombra por el control del mundo. Los gobiernos, tal como los conocemos, han sido reducidos a entes lamentables. Los organismos encargados de hacer cumplir la ley sirven a los operadores privados y el uso de la ciencia como arma ha dado lugar a nuevas formas de mutilar a personas a modo de convertirlas en asesinas. ¿Una mutación popular? ¿Aumentar la mente de alguien hasta el punto de que su empatía se convierta en arma?

El futuro cercano.

Aquellos que han pasado por este procedimiento solo necesitan una muestra del ADN de su objetivo (una gota de sangre, saliva en un tenedor, incluso algo de caspa) para sumergirse en sus mentes y aprender no solo cómo piensan, sino porqué piensan lo que piensan… de esa manera. Y cuando conoces a alguien tan a fondo que bien podrías ser él, matarlo es solo una cuestión de habilidad y voluntad. Y tenemos a un hombre que ha pasado por este procedimiento. Un hombre que puede presumir de ser uno de los mayores asesinos del mundo. Una vez, sirvió al conglomerado llamado Lincoln´s Eye. Ahora no sirve a nadie más que a sí mismo. Es un Ronin. Con todas las letras. Y se vengará de quienes lo convirtieron en lo que es.

¿Premisa peliculera? A tope. ¿Leída con voz-en-off, os pondría más en vereda? De eso estoy seguro. American Ronin es un thriller tecnológico donde el siempre interesante Peter Milligan desarrolla un guión bien elaborado que sorprende por sus detalles. Las ilustraciones y diseños del artista ACO (Midnighter) son fílmicos, puros storyboards coloreados. Sus representaciones del Ronin y el Incubo son una excelente integración de texto narrativo en formato visual. Y es que se representa muy bien el hecho de que ambos hombres fueron algo… pero ahora, vaciados por los procedimientos que les otorgaron sus extraordinarias habilidades, son otras personas. Entonces, llega ACO y los convierte en sombras o en ángulos desprovistos de almas. Rara vez alguno de los hombres son completamente visibles en viñeta y sus presencias más directas llevan a un toque abstracto. Siendo así, el Ronin no es del todo un fantasma y el Incubo no es del todo un demonio. Pero ambos hombres están literalmente separados de la raza humana y aprovechan al máximo esa brecha mientras realizan sus operaciones. Como infiltrados, son mutables y tan memorables como deben ser. Como asesinos, el Ronin es un luchador en potencia y el Incubo un torturador. Son la fuerza personificada.

Tengo que decir que el guión de Peter Milligan dibuja un contorno del Ronin sólido, pero nunca se desarrolla más allá. Y quizás al lector le gustaría saber un poquito más de ese contorno. Pero sabiendo algo como sé de hacer guiones, diría que esto es intencional. El Ronin que encontramos aquí, después de todo, adquiere los rasgos de otros personajes en el transcurso de su trabajo. Y el desarrollo del personaje que hace Milligan se ve que quiere que sea, lo suficientemente superfluo para que aprendamos sobre su metodología y proceso. Poco más. Que te encariñes del personaje, como mucho, al estilo de lo que uno se pudiera enamorar de un Terminator en dicha peli. Del mismo modo, el Incubo es inquietante y aterrador y, bueno, eso es realmente lo que gusta de un malo-malón, ¿no? Hay un poco más de complejidad en él dado que fue moldeado deliberadamente en su estado monstruoso actual, pero ni él ni el Ronin son personajes particularmente indestructibles. Y eso mola. También esa nebulosidad está presente en el resto de lo que vamos encontrando en American Ronin. Me refiero a las corporaciones Lincoln´s Eye y American Dream que no tienen ningún objetivo más allá del poder. Si bien, eso se ajusta a la forma en que funcionan las organizaciones ávidas de poder; corporaciones que no tiene un lenguaje propio, no tienen credo ni historia y simplemente gustan de las guerras silenciosas que libran con su rival.

¿Eres un gran fan de John Frankenheimer o Frank Miller? Si los cómics contundentes sobre la búsqueda de la razón y el saber de como se manejan las corporaciones y cómo nos utilizan para trazar su más despiadados planes, te atraen; debes echarle un ojo a esta serie.

American Ronin, recién publicada por Panini Cómics.

Reseña: Mortal Kombat X, de Shawn Kittelsen, Dexter Soy, Daniel Sampere e Igor Vitorino

El apelo a la nostalgia y a querer saber más de una franquicia de la que solo me quedé en su día con el film que se pudo disfrutar en cines y videoclubs a mediados de los 90 -y que recuerdo disfrutar con amigos en el cine al grito de ¡Mortaaal Kombaaaaaaaaaaaat!-, me llevó a leer Mortal Kombat X. Puso de moda aquella canción discotequera que contenía su BSO, creo recordar. No obstante, yo sí que iba algo preparado a ese peli. Recuerdo que en casa de un afortunado amigo al que habían regalado la PlayStation (¡la primera!) recién salida del horno, rememoro claramente las sensaciones que fueron probar en su casa el videojuego Mortal Kombat. Dadnos de palos uno contra el otro, en definitiva. Durante toda una tarde, y queriendo más y más dias posteriores. Incluso descubrir que tal titulo también estaba en una de las “maquinitas” de un Salón de Juegos del barrio. Pero lo que recuerdo bien es estar realmente impresionado con los gráficos del videojuego. Los personajes casi eran personas reales. Y luego, por supuesto, estaba la sangre y las ridículas muertes. Esto era algo que nunca antes había visto en pantalla jueguil. Quizás por eso eramos los más flipados en aquella furgoneta que conducía uno del grupo sin carnet y que nos llevo como monos sin cabeza al cine… Uff. Pero había más. Y ahora que al parecer llega una mini-moda de Mortal Kombat al asomar en breve un nuevo film e incluso uno de animación; es bien que gracias a ECC Ediciones podamos degustar integrales como Mortal Kombat X que recogen los doce números que tuvo la serie. Un cómic de acción que muy pocos pueden alardear haber leído.

Al devorar este Mortal Kombat X, me he dado cuenta de una cosa muy chula: la acción se desata en lo que sería la precuela a la historia principal de estos personajes. Por lo que es ideal empezar por aquí si no sabes nada de nada. Y como Mortal Kombat es una franquicia que parece seguir acumulando personajes, facciones y mundos hasta el punto de que realmente necesitaban su propio reinicio al estilo Los New 52 en uno de los últimos videojuegos, decidí saber más. Me atrajo de nuevo. Tenía curiosidad por ver qué trataría este cómic. Y con un inicio súper guapo, os resumo: todo comienza hace muchos años en el desierto del Himalaya. Vemos a Kenshi corriendo con un niño aferrado con fuerza a su espalda, alguien les dispara flechas y Kenshi se gira y lanza una espada que rompe con energía todas y cada una de las saetas. Pronto se da cuenta de que es una forma terrible de luchar, están demasiado expuestos, de hecho, una termina por atravesarle una pierna. Lo que permite a su perseguidor, Hsu Hao, alcanzarlos. Hsu Hao acusa a Kenshi de traicionar al Dragón Rojo. Su líder, Daegon, ha ordenado a Hsu Hao que mate a Kenshi y al niño. Kenshi usa telequinesis para lanzar su espada a Hsu Hao y le dice al niño (Takesha) que corra. Takesha huye como si no hubiera un mañana y choca contra un gran soldado Dragón Rojo enmascarado. El soldado señala una cicatriz en su rostro y dice que el papá de Takesha le hizo eso. Takesha dice desafiante: «No tengo papá». El soldado lo atrapa con la intención de vender al niño a esclavistas, pero de repente, el soldado es empalado por la lanza de Scorpion…

Wow! Puro Mortal Kombat, ¿no? Kenshi, Hsu Hao, Scorpion, los Dragones Rojos, Shirai Ryu, el plan de ir a por Daegon para vengarse, madres/padres asesinados e hijos que claman vendetta… Y, por supuesto, Sub-Zero liderando una masacre en el templo de los Dragón Rojo. ¡Mi amado Sub-Zero! Que ha venido a recuperar el arma a petición de Raiden. ¡Raiden! Como es de prever, al final del volumen, vais a tener cantidad de personajes de Mortal Kombat en vuestra cabeza. Un hype tan alto que querréis calmar echándoos una partidita al videojuego. O al menos, a mí me pasó.

Es un cómic, sin embargo, que mantiene muy bien el equilibrio entre los nuevos personajes y la tradición de los antiguos. Diría que es una buena mirada o una buena actualización del universo de Mortal Kombat para los tiempos que corren. Me pregunto si DC hará que este prólogo se prolongue más y se publiquen más aventuras de la franquicia, al igual que hacen con Injustice: Gods Among Us. Por cierto, unas ilustraciones geniales de Dexter Soy, Daniel Sampere e Igor Vitorino podréis encontrar aquí.

Un demonio de inmenso poder prepara su llegada. ¿Queréis saber como pararlo?

¡Mortaaal Kombaaaaaaaaaaaat!

Reseña: Papyrus (1984-1986), de Lucien De Gieter

Papyrus es una de las colecciones de cómic europeo clásico que está publicando Dolmen Editorial. De esas que intento no perderme ningún número. Es un cómic que tiene ese sabor añejo que tanto nos gustan a los amantes del buen cómic europeo y que dio su proclama al otro lado de los Pirineos allá por los benditos 80, cuando en nuestro país, como mucho, de cómic extranjero solo podíamos disfrutar de superhéroes que habían llegado para quedarse. Es por eso del atractivo de cómics como Papyrus que tienen su gustoso poder en aventuras del Antiguo Egipto y en lo que este joven pescador que da titulo a la obra, vivió durante la época de los faraones.

Una de las cositas curiosas y chulas de Papyrus es, que desde 1978 hasta aproximadamente 2015 (aunque Lucien de Gieter decidió parar en 2013 en el número #33), en todo ese tiempo, se fue publicando un álbum por año. Uno por año. Se dice rápido. Estamos hablando de casi cuarenta años de publicaciones y todos y cada uno de los fans teniendo su ejemplar para degustar cada trescientos sesenta y cinco días. Un aventura al año para disfrutar entre otras tantas colecciones que uno tenía por leer cuando apenas tenía suficiente «money» para comprar todo lo que quisiera. Pero ahora Dolmen Editorial publica estos semi-integrales con tres álbumes por tomo, que son ideales para poder disfrutar de la colección. Los clasifica por años para tener un seguimiento visual que se agradecen una vez puestos en nuestra cómicteca.

Papyrus 1984-1986 contiene los títulos La venganza de Ramsés, La metamorfosis de Imhotep y Las lágrimas del gigante. El primero de los álbumes es bastante sencillo al principio, pero se va complicando el tema cuando la familia real va al templo milenario de Abu Simbel, y durante la revisión del lugar por parte del grupo que dirige Papyrus, caen en una trampa cuando se dan cuenta que dentro del lugar hay una pugna entre dos bandas que pelean por el tesoro más antiguo que existe.

La metamorfosis de Imhotep nos lleva a saber del clero de Memphis y sus intrigas por intentar desacreditar al faraón porque el sumo sacerdote Chepseka quiere convertirse en mandatario del reino (¿Estribillo conocido?) pero aquí, para frustrar el complot, Papyrus y su equipo debe trabajar en varios frentes abiertos: ahorrar tiempo recurriendo al doble del Faraón que debe realizar el Heb-Sed, recuperar la hierba de cocodrilo para curar al verdadero Faraón, y por supuesto, desenmascarar a esos instigadores que tratan tan odioso complot.

Las lágrimas del gigante correspondería al noveno ejemplar de la serie y es el volumen con guión más adulto que he encontrado hasta ahora. ¿Por qué? Porque se percibe que Lucien De Gieter se basa en gran parte en Sinuhé El Egipcio, novela de Mika Waltari, súper referencia de esta ambientación. donde nos encontramos con un faraón pacifista que desea mantener la paz con el Imperio Hitita, y un general ambicioso que desea reconquistar el Este aprovechando la guerra entre hititas y asirios. Aunque eso signifique desobedecer los acuerdos de paz firmados por su país. Pero una princesa hitita que guarda el secreto del acero -ese metal mágico contra el que las armas de bronce ceden-, va a decidirlo todo. Y eso que el odioso Menehetet desea utilizar los poderes mágicos del sumo sacerdote de Sekmet para secuestrar y hacer hablar a la futura esposa del faraón.

Un volumen cuyas historias brindan bastante por las pociones, los encantamientos y el belicismo. Tramas bien interpretadas y con suspense bien añadido. También «deus ex-machina” como guindas de pastel. Pero es normal. Estamos hablando de historias ochenteras, como os dije antes, y una serie que claramente iba dirigida al público juvenil de la época. O sea, nosotros. Papyrus, del autor belga Lucien de Gieter, huele a buena voluntad y humor. También a género de aventuras propiamente dicho. En estos números aplica, una vez más, todo lo que concierne al Antiguo Egipto y sus arquetipos del héroe. Conocimiento a la vez que disfrute. ¿Un principio de cómic de aventura histórico? Por supuesto. Recoge muy bien los mitos, leyendas y cuentos que se utilizaron para sacar adelante la seductora fantasía egipcia.

Demonios y maravillas a partes iguales.

Reseña: Tres Días de Felicidad, de Sugaru Miaki

Cada vez estoy más de acuerdo con la teoría de que, a través de otras culturas, se puede ver el mundo con otros ojos. Discernir sobre la vida de modo más optimista. Para bien o para mal. Y con eso hay que tener cuidado. Pero si estás bien centrado, tus cabales no se han aflojado ni si quiera un poco (o eso crees), puedes disfrutar de la metáfora que se esconde tras argumentos como el que os propongo hoy. Mi debilidad para esto es el continente asiático. Cómo, teniéndolos tan cerca, pueden ser tan diferentes. A poco que me inmiscuyo en la cultura de uno de estos países (preferiblemente, India, China y, por supuesto, Japón), de su obra, de su arte y de sus miedos… como caucásico mi visión del mundo y de la vida cambia. Y son obras como Tres Días de Felicidad las que te hacen verlo. Pues, qué tenemos que decir ante: ¿Cuánto vale verdaderamente la vida?

En Tres Días de Felicidad nos vamos a conocer a Kusunoki, el cual solía creer que estaba destinado a grandes cosas en su vida. Ninguneado de niño, se aferró a la creencia de que le esperaba una buena vida en años venideros. Mas, ahora que se acerca a la edad de veinte años, es un estudiante universitario completamente mediocre, sin motivación, sin sueños y sin dinero. Después de enterarse de que puede vender los años que le quedan, y lo poco que valen, decide deshacerse de todos sus bienes (si se pueden llamar así) para disfrutar todo lo posible de sus últimos tres meses de vida. Pero, ¿Kusunoki realmente ha destruido su última oportunidad de encontrar la felicidad o de alguna manera la ha encontrado?

Esta novelita que recién publica Norma Editorial en nuestro país, puedo decir que es uno de los libros mejor escritos que he leído en mucho tiempo. Tien un algo, un no-sé-qué que me golpeó hasta la médula y me dejó bastante pensativo tras acabarlo. Sin saber como articular mis pensamientos. ¿Es una novela, una historia, perfecta? No, claro que no. Pero es una maravillosa historia en muchas de sus facetas. Y lo más importante: TRANSMITE. ¿Me provocó felicidad? Sí, absolutamente. Sin embargo, es de esas tramas que sabes que no va a acabar bien. De las que te quieres preparar para ese momento trágico, para el que, en realidad, no existe preparación. Lo trágico es inevitable y doloroso de leer, pero hizo que percibiera que cualquiera de nuestros momentos en nuestras vidas, son preciosos. Y que no deberíamos desperdiciarlo en arrepentimientos del pasado y expectativas de futuro sin sentido. Tiene grandes momentos este libro.

Y eso que en Tres Días de Felicidad, Kusunoki no es un personaje muy adorable al principio. No es alguien con quien podamos simpatizar fácilmente, es un pobre estudiante universitario de veinte años y no tiene ganas de trabajar. Para colmo, es todavía lo suficientemente arrogante como para creer que es especial y no dejarse aconsejar… Está dispuesto a lograr grandes cosas en el futuro, pero sin mover un dedo. Kusunoki incluso menosprecia a las personas y nunca intenta construir ningún tipo de relación con nadie, lo que básicamente lo convierte en un paria, un ser aislado del mundo social. Encima, no tiene una vida fácil y la única esperanza que tiene para el futuro es el sentimiento siempre presente de ser «especial». Y debería preguntarse: ¿Con eso vale?

Cometer muchos errores estúpidos en el pasado. No pararse a pensar. Una vida que termina por vale 300,000 yenes (que suena a mucho pero no lo es) y que decide aceptar y vivir los tres últimos meses de su vida dignamente. Sumado a eso, vive con Miyagi, una chica que está asignada a monitorearlo durante sus últimos días para que no lastime a nadie, ni haga nada ilegal. Y ahí es cuando empieza a ver cuan extraño es tener a alguien vigilándote 24 horas del día, siete días a la semana e inmiscuyéndose en tú espacio personal. Y aceptando también el hecho de no tener ningún familiar o amigo que esté a su lado cuando muera. Ufff… Pero Miyagi no será solo una sombra. Es una persona franca y bastante vocal que sabe hablar con las personas que han decidido entregar su vida.

Tres Días de Felicidad es la tan esperada novela inédita de Sugaru Miaki. La felicidad no es algo que podamos obtener al lograr grandes cosas en la vida. La felicidad está en el presente y en los pequeños momentos que vivimos con quien nos quiere. No está tan lejos.

Lectura de las que marcan.

Reseña: 1984, de George Orwell

Retomar una de las obras que más te han marcado, siempre es bien. 1984, de George Orwell, fue uno de los libros que recuerdo leer por primera vez en el instituto, en aquella ansia febril que me dio por leer los mejores clásicos de Ciencia Ficción. Es curioso pero con este libro maté dos pájaros de un tiro porque la profesora de Literatura aunque le sorprendió mi elección, sí que me lo dejó leer como objetivo del trabajo de ese año para comentario de textos y tarea de lectura del curso. Yo era así, mientras los demás leían La Celestina o El Sombrero de Tres Picos, yo intentaba hacer ver a los profesores que había otros argumentos más atractivos para un alumno, dentro de novelas igualmente dignas de ser analizadas. Y 1984 me cautivó como pocos libros de aquella época. Tenía quince años, leí 1984 entre idas y venidas e incluso a la hora del recreo del instituto. Fue uno de esos libros que siempre llevas encima y que parece que si te alejas, lo podrías perder para siempre. La descripción clásica de George Orwell era un mundo en el que la propaganda y la intrusión del gobierno impregnaban la sociedad. ¿Ciencia Ficción? Sí, de la buena y absorbente como pocas. Pero había mucho más. Bastante más…

En palabras de adultos, 1984 es una novela distópica que fue publicada en 1949. Seguimos con ella la vida de Winston Smith, un miembro de bajo rango de «El Partido», que se siente frustrado por los ojos omnipresentes del movimiento al que pertenece y su ominoso gobernante, el denominado Gran Hermano. Sí, Gran Hermano, dos palabras que aún a día de hoy son muy conocidas gracias a Telecinco, aunque fuera del mensaje o la metáfora que supone el titulo, no sé si debiéramos dar la gracias a un canal de televisión que brinda tanto por la vulgaridad y la ordinariez. En fin. Fuera de eso. En esta gran novela que tanto inspiró a otros y que es lo que nos atañe, el Gran Hermano controla todos los aspectos de la vida de las personas. Ha inventado un nuevo lenguaje en un intento de eliminar por completo la rebelión política verbal, crea un sistema para evitar que la gente piense en cosas consideradas rebeldes y El Partido controla lo que la gente lee, habla, dice y hace, con la amenaza de que si desobedecen, serán enviados a la temida Habitación 101. Con el castigo correspondiente, por supuesto. ¿Qué ocurre? Que como es de prever cuando un ser vivo se siente acosado hasta la saciedad, algo se rompe en la mente de Winston Smith, el cual comienza una rebelión sutil contra El Partido al llevar encima un diario de sus pensamientos secretos. Hecho que se considera un crimen, por supuesto. Winston, con su amante Julia, comienza una lucha predestinada por la libertad y la justicia, en un mundo donde nadie más parece ver lo terrible del asunto, o no gustarle, la acción que se propone el protagonista.

Quizás la noción más poderosa, efectiva y aterradora de 1984 es que el control completo de una nación entera bajo un estado totalitario es perfectamente posible. Se huele el miedo y sabemos que ¡En 2021! esto podría suceder. De hecho, existe algo muy parecido en algún que otro país que ya sabemos, ¿no? También sabemos, de algún modo, que solo hay que analizar la historia del ser humano reciente para ver que, si el mundo cayera bajo el control de uno o incluso varios dictadores como el Gran Hermano, el futuro podría convertirse fácilmente en un mundo retorcido y cruel como el que aparece en 1984. Donde cada movimiento, palabra y respiración es examinado por un poder omnipotente y omnipresente que nadie puede detener. Y las posibilidades de «desaparecer», aumentan.

Orwell hace una exploración eficaz sobre el control. Nos avisa de la capaz infinita a la que se puede llegar a través de los medios de comunicación, la vigilancia del gobierno, el totalitarismo y cómo un dictador puede manipular y controlar la historia, los pensamientos e incluso influir en nuestras vidas de tal modo que nadie puede escapar. Os cuento más. Se reescribieron libros y artículos para convertir los hechos en los que el gobierno quería que los ciudadanos creyeran. Gran Hermano estaba en todas partes, dictando incluso cómo había que pensar. Winston Smith lideró una lucha por la libertad y la justicia… Aun asi, 1984 envía un poderoso mensaje sobre los peligros de una manipulación excesiva sobre la sociedad y la intromisión en la vida privada de las personas. A día de hoy este tema sigue vigente pues es obvio pensar que internet es una herramienta poderosa para el «proyecto». Además, la política actual, a través de noticias falsas o ciertas (poco se puede saber ya), hacen uso de este sistema de forma subliminal. Se puede ver, por ejemplo, a ciertos países utilizando acusaciones mutuas de intromisiones en su país por parte de rusos o chinos…, etc, etc. Cualquier cosa vale con tal de manipular al pueblo en su beneficio. Nos lo enseñó la antigua Roma, ¿no?

Sin duda, estamos ante uno de los títulos a los que más referencia se hace a la hora de hablar de censura y de sentirnos vigilados. La novela de Orwell es una advertencia para la raza humana. Dentro de la genial Minotauro Clásicos se vuelve a publicar.

Reseña: La Cosa del Pantano. Cuentos de la Ciénaga, de Tim Seeley, Tom King, Brian Azzarello, Greg Capullo y VVAA

No voy a descubrir nada a nadie si digo que en verano, con estas calores, tiempos en los que uno apenas quiere pensar en otra cosa que no sea bañarse en piscina o playa, disfrutar (ahora que podemos ) con la familia de buenos ratos de cervecitas, comidas, helados y frutos secos bajo la sombrilla; en estos momentos en los que uno tampoco quiere dejar de leer, se apetecen historias cortas. Por eso hoy os traigo otra antología de historias cortas en formato cómics que recién he disfrutado. Este chulo volumen llamado Cuentos de la Ciénaga, donde podemos encontrar a La Cosa del Pantano dándolo todo.

El otro día me lo preguntaba alguien y curiosamente (esas coincidencias que tiene la vida) yo estaba leyendo Cuentos de la Ciénaga. Me preguntaba por dónde era mejor empezar con el personaje: si por la típica famosa obra de Alan Moore ahora que ECC Ediciones va a sacar un mega-integral de todo, u otra cosa. Fue en el metro, con un chaval con el que me suelo encontrar, que trabaja en RENFE y con el que suelo hablar de cómics. Le dije: «Si no sabes nada del personaje y no estás muy seguro si te va a gustar, antes de gastar pasta libremente, ponte con éste». Por que, sin duda, Cuentos de la Ciénaga es un buen tomito para ello, que está en novedades recientes y que con historias básicas te pone en conocimiento sobre qué es y cómo se comporta La Cosa del Pantano.

Este volumen recopila algunas historias de los últimos años, ya que el pobre Alec Holland no ha tenido una evolución adecuada desde que terminó su cabecera en Los New 52. Abrimos el tomo con La Propagación, una épica historia de Tom King y Jason Fabok, que es dolorosa y hermosa a la vez, de la forma en que solo Tom King sabe hacer. Y os voy a decir una cosa. Deseo con todas mis ganas poder ver a estos dos autores en una serie regular de La Cosa del Pantano algún día. No digo más.

Este cómic-antología recoge historias chulas varias fácilmente entendibles para el que no sepa nada de nada de La Cosa del Pantano. Donde es fácil entender la pena de Alec Holland y donde se puede ver lo “facilón” que es a la hora de enamorarse, especialmente cuando lo comparas con el Winter Especial, la historia del principio. Pero hay otras tramas que llevan a ver el infierno por el que pasa, como la que aporta el gran Tim Seeley. Sin embargo, a día de hoy, aún estoy intentando entender la historia que se marcan los maestros Brian Azzarrello y Greg Capullo. Menuda paranoia. Un amigo me dijo que es una historia que se lee mejor si ignoras los diálogos. Jajaj…

Una colección de historias de Swamp Thing donde en realidad se añaden dos arcos argumentales largos (Cenagal Sangriento y El Efecto del Observador) que nunca había leido pero que también apareció donde las otras en el Swamp Thing Giant norteamericano. Estos arcos me encantan, se centran en el horror, donde creo que se hace fuerte el personaje. Brujas, demonios y la Parca. Donde los malos-malutos solo tienen a su alrededor masas y aberraciones que escupen. Y donde La Cosa del Pantano lo pasa mal de verdad. La mayor parte de tramas de este volumen son historias del guionista Tim Seeley (autor de la magnífica Revival), que aquí suele mostrar a Swampy y a su nueva novia, Briar Woodrue (sensual como pocas damas del bosque), que andan a la caza de un enemigo que hace apariciones en momentos concretos. Las fuerzas oscuras van en aumento -incluso Superman lo siente-, y nadie sabe quién o qué es El Yermo. Pero está filtrando oscuridad al mundo y representa una amenaza para El Verde y todos los demás Reinos Elementales.

Brillante este guión. De lo mejor que he leido en La Cosa del Pantano.

Tales From the Bayou (como se llamó en la edición original) es lo que decía, una antología de guionistas y dibujantes que vale la pena echarle un vistazo a poco que te interese saber del personaje, y más aún si no lo conoces. Una colección de historias breves que presentan a La Cosa del Pantano y donde no hay superhéroes. Aquí se brinda por el horror y por lo sobrenatural.

Con el toque justo de corazón.

Reseña: Lobezno. Blanco, Negro y Sangre, de VVAA

Lobezno andaba solo en mi corazón…, y había que darle pase. Lo he contado algunas veces, no tengo ese fervor por Wolverine que tienen muchos y que hace un tiempo lo llevó a ser el personaje más vendido dentro de Marvel, superando incluso al perenne y eterno Spiderman. Pero las modas pasan. Algunas rápidamente, otras de forma lenta. Pero siempre me quedará recurrir a Panini Cómics y a sus publicaciones para encontrar las mejores historias de un mismo personaje. Lo que, en definitiva, busco en este caso. Pues Lobezno es uno de esos héroes de los que solo me gusta leer historias únicas. Las mejores, si puede ser. Cómics cerrados -lo quiero todo en un solo volumen-, y ala, lo tengo claro, es así como he disfrutado de tramas muy chulas de Venom, de Ojo de Halcón o el Capitán América, por ejemplo. Y tantos otros de los que suelo leer y reseñar sus aventuras. Así los disfruto. Por eso puse el ojo en Blanco, Negro y Sangre, volumen del que no sabía nada y que recién publica Panini Cómics este mes dentro de su colección Marvel Graphic Novels.

Logan da rienda suelta a su ira, locura y poder en esta antología de relatos que fue Wolverine: Black, White & Blood en USA. Donde se reúnen grandes creadores de cómics, estrellas del noveno arte, para tejer tramas cortas independientes protagonizadas por el mutante favorito de la mayoría de los lectores Marvel. Sangre y furia, se huele. Y a juzgar por el número de apertura, una antología que se convierte sobradamente en un escaparate artístico para el personaje y un claro recordatorio de por qué se ha mantenido tan popular durante décadas.

Primero encontramos un trío de relatos de Gerry Duggan, Adam Kubert y Frank Martin que evocan la gran serie que fue la Arma-X, de Barry Windsor-Smith, donde se exploraba el condicionamiento traumático de Logan. Sirviendo como pieza central, un guión de Matthew Rosenberg, Joshua Cassara y Guru-eFX donde se cuenta el sangriento y prolongado conflicto de Logan contra HYDRA pero con un giro tremendo cuando la malévola organización lo rastrea. Cerrando el trío de tramas de apertura, una historia escrita e ilustrada por Declan Shalvey que nos muestra a Logan decidido a regresar a Canadá, a casa, solo para encontrarse con sus peores demonios. Regreso a un mundo de fuego y sangre.

Lobezno: Blanco, Negro y Sangre reaviva un poco ese romance interno que puede tener uno cuando necesita recordar/leer buenas aventuras de los X-Men cada no mucho tiempo. Si no fue evidente con lo poco que conté sobre su contenido, os puedo decir que este volumen tiene historias algunas más épicas que otras, pero acción por los cuatro costados. Enfrentamientos para el recuerdo. Hay mucha sangre derramada y así hace presencia la SANGRE. Las historias se ilustran en blanco y negro al más puro estilo Frank Miller pero el rojo le da a cada página (de enorme calidad, por cierto) brillantez, sobre todo, a las apariciones monstruosas que yacen ilustradas. Algunas dignas de enmarcar.

Todos los guionistas de la antología profundizan en momentos y elementos clásicos del pasado del superhéroe, presentándolos desde una nueva perspectiva mientras conservan el atractivo atemporal de Logan dando patadas voladoras y garrazos por doquier. Un total de doce cuentos cortos donde ver como es, en realidad, Lobezno. Las cuatro últimas historias (El Blues del Planeta Rojo, El Arte de Perder, Recoges lo que Siembras, Palos y Piedras) son magníficas las mires por donde las mires. Son consistentemente buenas, pero el arte de los dos últimos números no es tan bueno como el del primero. Una historia que comienza con Mariko abandonando a Lobezno en el altar.

Ahí lo dejo.

Ideas muchas sólidas para con el personaje. El que sea un experto en Wolverine probablemente las vea con otros ojos; no buenas o malas, pero quizás sepa el porqué de muchas cosas que yo pasé por alto. Ciertos detalles que se comentan y que me dieron la sensación de hacer referencia a otras aventuras. Historias que ya busco para leer, obviamente. Pero insisto en que Lobezno siempre fue un personaje que miré de soslayo. Al que acudo siempre con la esperanza de pasarlo bien leyendo un cómic Marvel de acción y ya está. Lo bueno es que en sus cómics se suelen encontrar grandes autores. Un talento impresionante podréis ver en Blanco, Negro y Sangre.

Reseña: Inhumano, de Valérie Mangin, Denis Bajram y Thibaud De Rochebrune

Las historias de CF (¡Del Espacio!) me parecen súper apetecibles de leer en verano. Estas del tipo viajes espaciales donde de pronto sucede algo inesperado y se ven abocados a un planeta donde todo es desconocido y donde por ninguna de las razones debieran haber aterrizado. Eso es precisamente el atractivo, o al menos, lo que me atrapó a querer leer Inhumano, una de las novedades de Ponent Mon para este mes caluroso y agobiante en el que nos adentramos. Un one-shot, en definitiva, que cruza los Pirineos y que ya se puede disfrutar en nuestro idioma, co-escrito por Valérie Mangin y Denis Bajram e ilustrado por Rochebrune, un dibujante de la BD con un estilo sencillo pero más que propio.

Inhumano nos lleva a un planeta perdido en el borde del universo. Una especie de waterworld donde se torturan humanos… jajaj. Bueno, no es tan así. Aunque muy aproxiamdo. Pero un álbum que sigue un ritmo constante de desarrollo y que me mantuvo en fuerte suspense, tanto que no pude parar hasta terminarlo. El escenario es coherente y las puertas abiertas (argumentales) se cierran, una a una, para llevar a uno de esos finales que no se ve venir. De los que se hacen cada vez más raros de encontrar en este género, por cierto. Inhumano se aleja de los tópicos en los que hubiera sido fácil caer. De todos modos, aquí tenemos un cuento de CF muy clásico en su forma. Como os decía, una misión de exploración termina en un planeta que parece haberlos atraído a propósito. Y nuestros astronautas irán descubriendo de forma gradual a sus habitantes y su comportamiento extraño… O quizás no tanto cuando se sepa qué demonios sucede.

La primera parte de Inhumano, con estos “seres de agua”, es donde el comportamiento humano estúpido hace presencia con una escena donde realizan una tarea cuya función ni siquiera intentan entender. Me hizo recordar esto a La Máquina del Tiempo, de H.G. Wells, novelita que me llevé toda la trama preguntándome si ciertos comportamientos de los personajes no son similares más a títeres que a otra cosa. No obstante, el dueto de guionistas de Inhumano demuestra originalidad en ciertos momentos de la trama y finalmente nos ofrece una historia singular y fácilmente comprensible. No obstante, me gustó mucho el uso del humanoide cuyas virtudes están muy bien explotadas. Me gustó el hecho de que esta historia es coherente para con el dibujo que, sin abrumarme, no me desagradó.

No encontré tiempo para la inactividad en el ritmo narrativo y el hecho de que toda la trama de Inhumano se desarrolle en un solo lugar, no me frustró cuando creí que así lo haría, a mí que me gusta tanto el “movimiento”. En definitiva, un grupo de exploradores que llega a un planeta desconocido y que se enfrenta a sucesos y fenómenos inexplicables, antes de explorarlo e investigar por esclarecer todos sus misterios. Momentos algunos muy chulos, de ahí que no quiera contar nada más de la trama.

Los autores logran conciliar todas las pistas que han iniciado, y el mensaje final es interesante y requiere reflexión. Antes no lo encumbraba mucho pero el dibujo de Thibaud De Rochebrune es magnífico en el sentido que te introduce de lleno en la trama. Perfecto, para este tipo de historias donde se brinda más por el entorno que por los personajes. Un universo que tiene un aire falso a los círculos del infierno de Dante en cuanto a su desarrollo.

Inhumano es un cómic que inmediatamente atraerá la atención de un verdadero fan de la Ciencia Ficción. De hecho, a poco que conozcáis las historias de Denis Bajram (Universal War One) y Valérie Mangin (Le Fléau des Dieux), sabéis a lo que os enfrentáis. Se nota el afecto argumental por la mitología antigua ya que la situación de nuestros náufragos espaciales van a pasar por ciertos momentos a lo Ulises en la isla de los Lotophagi. Como buen lector y ansiosos constantes de saber, seguramente, rápidamente se os despertará la curiosidad por descubrir los secretos de este misterioso mundo, sus islas, lo que esconde en sus entrañas…. Para el lector acérrimo de CF puede que sea una historia más, pero nadie le puede quitar a Inhumano la virtud de ser una historia interesante, absorbente y bien construida. Los one-shots de CF de calidad son escasos.

Aquí tienes uno.