Reseña: Star Wars. The High Republic. El Miedo No Existe, de Cavan Scott, Anindito, Morales y Leoni

Uno que cada no mucho necesita Star Wars, ante la ausencia de pelis, tira del Universo Expandido que para eso está. Libros, cómics y alguna que otra serie de TV que nos calma la sed con argumentos nuevos, todo antes que revisitar las joyitas que tenemos en nuestro haber. Uno lo que hace es alzar su Ala-B y dirigirse a Planeta Cómic que es ese planeta donde uno/a puede aterrizar en puerto estelar, y encontrar estas chuladas de publicaciones del Universo Expandido con los que uno calma la sed. Novedades que por fin llegan a nuestro país. Donde por fin se ha publicado el tan esperado arco llamado The High Republic, la considerada nueva era de Star Wars en formato cómic.

Un primer volumen que recoge los primeros cinco números de la serie. Una trama que nos lleva al pasado, a la edad dorada de los jedi y ahora os digo una cosa: aferráos a vuestros sables de luz, queridos padawans, pues viene una historia con una fuerza tremenda, que llega aquí, ahora, pero entró en USA a principios de 2021 con una cantidad de títulos que nos ponen coordenadas hiperespaciales establecidas doscientos años antes de la Saga Skywalker. Aun así, una nueva aventura interconectada. Pues el guionista Cavan Scott hace un gran trabajo para configurar una historia que engancha a través del atractivo que siempre tiene en esta obra la interconexión de personajes, escenarios, mundos…

Y ya en las escenas iniciales nos encontramos con la padawan Keeve Trennis que actualmente se entrena con un maestro trandoshano llamado Sskeer. ¿Sabéis quién es? Sólo diré que en este momento Sskeer tiene un brazo y está fresco como un pepino. Además de eso, realmente no hemos visto muchos trandoshanos en el universo de Star Wars que sean jedis, ¿no? La propia Keeve es un personaje nuevo y maravilloso y que la presenten en la cúspide de su título de caballero es una brillante elección para empezar. Rebosa personalidad y parece la combinación perfecta de torpe y tía dura. En sensaciones, me recordó bastante a cuando conocimos a Rey Skywalker por primera vez. Aunque Keeve es muy de decir palabrotas y se emociona bastante cuando conoce a otros jedis. ¿Podéis culparla? Os encantará.

En general, es un cómic muy de inicio que empieza con una historia bastante autónoma. Pero es más un adelanto de otra cosa que está por venir. He podido saber que para aquellos suertudos que han tenido la suerte de leer todo lo existente en otros medios sobre la Alta República, lo que aquí se cuenta es mucho tiempo después de los eventos contados en la novela de Charles Soule (Luz de los Jedi). Que estoy loco por leer, por cierto. Y curiosamente pocas horas antes de la misión en el Faro Starlight.

En los momentos en los que la galaxia se está recuperando del Gran Desastre Hiperespacial que acabó con innumerables vidas cuando los escombros de las naves espaciales devastaron el sistema Hetzel a la velocidad de la luz; al mismo tiempo en el que vemos a Keeve entrenando con Sskeer en sus Pruebas Jedi empuñando su chulo sable de luz de doble hoja que se puede quebrar en hojas separadas. Una tarea aparentemente imposible con los insectoides locales llamados Ximpi, zumbando en su oído, pero bueno. Como os decía, The High Republic: El Miedo No Existe recoge los primeros cinco números de la serie. En estos se presenta bastante acción y una amplia gama de personajes que marcan el tono y la aventura épica de inicio con la que la padawan Keeve Trennis tendrá que lidiar.

Emociona ver tantos datos, aprender más sobre nuevos maestros, héroes, villanos y lo que es mejor: tipos de armas, naves, razas y mundos diferentes a los conocidos. Que para mí siempre ha sido el verdadero atractivo de Star Wars. El Gran Maestro Jedi Veter compartiendo título, nada más y nada menos, que con el propio Yoda. Wow! ¿Y el arte? El arte de Ario Anindito y el entintado de Mark Morales muy resolutivos.

Un comienzo prometedor para una época de oportunidades y aventuras. Un tomo que además aporta una galería de bocetos al final, otra de personajes y portadas de cada uno de los cómics.

Tomitos que dan lo que pido.

Reseña: Outcast (Paria), de Robert Kirkman y Paul Azaceta

Los doce primeros números de Outcast (Paria) te sumergen en una historia de Terror tan atractiva como diferente. Pero solo es el potente inicio de una trama que da para bastante debate. Para mí, en formato cómic, es buena a rabiar y no dejo de entender por qué se habla tan poco de esta serie y eso que tuvo una muy digna serie de TV. Y es que para mí y para muchos no sólo es la última gran serie de Terror creada por Robert Kirkman, es «la única” serie de Terror creada por el gran empresario-guionista. Soy de los que piensan que Los Muertos Vivientes (The Walking Dead) no trata el terror sobrenatural propiamente dicho. Más bien el horror de lo que es la propia supervivencia, un escenario (o muchos) de «Antes que tú, estoy yo». No sé, es otra cosa. Aunque eso no quita que considere Los Muertos Vivientes como el mejor cómic de temática zombie jamás escrito.

La buena noticia para muchos de los que nos quedamos por acabar la colección de Planeta es que ECC Ediciones ha decidido recopilar toda la serie de Outcast (Paria) en cuatro tomos integrales. Un lugar donde el tándem Robert Kirkman (The Walking Dead, Invencible…) con Paul Azaceta (Daredevil, AIDP) funciona al cien por cien. Además, la historia que Kirkman lanza tiene ese toque ideal para los dibujos de Azaceta. Y viceversa. Porque uno en estas cosas no sabe que fue antes, aunque lo obvio es que lo primero en nacer sea el guión. Pero a lo que voy es que la conjunción es perfecta en tiempo, forma y narrativa, y eso se percibe en cuanto se plantea la idea. ¿Y cuál es la idea? Mientras que en The Walking Dead se hacía malabares con un gran elenco de personajes, en Outcast hay un enfoque más estricto. Kyle Barnes vive en soledad y por una buena razón. Desde la infancia, sus seres queridos han sido víctimas de posesión demoníaca. Y ahora no es que esté exactamente contento con su aislamiento, pero al menos está tranquilo. En el fondo piensa que estar solo es su destino. Pero cuando un reverendo ilustrado en el arte de la exfiltración demoníaca, acude a Kyle en busca de ayuda, decide que es hora de buscar una respuesta a las preguntas que le han perseguido siempre: ¿Por qué vivir sufriendo? ¿Por qué él? ¿Por qué sus seres queridos? Y, sobre todo, ¿de dónde parte su poder para disipar fuerzas malignas?

Por qué su don marchita tinieblas.

En algún lugar de la zona más rural de Estados Unidos, un joven está poseído por un demonio peligroso. Llaman al reverendo Anderson para que se ocupe de la situación pero cuando hace acto de presencia se encuentra con una situación difícil de superar. En la misma ciudad vive un joven con problemas llamado Kyle Barnes, que quiere aislarse de todos, a pesar de la insistencia de su hermana. Cuando el reverendo se cruza con Kyle (que también se ve muy solo) quiere que lo ayude con el caso. Después de todo, él pasó por algo similar hace mucho tiempo, ¿no? Una serie que logra entregar un primer número estelar que engancha de todas-todas. Pero solo es una premisa de las potentes secuencias o encuentros que están por venir. Por que no es solo Kyle Barnes. También sus seres queridos, desde su madre, su hija, su esposa, su hermana, su cuñado, cada persona se ve afectada de alguna manera por extrañas posesiones demoníacas. Y Kyle quiere hacer frente a eso ya.

Kyle parece nacido para lidiar con el dolor. En el segundo número se presenta un diálogo brutalmente honesto de Kyle buscando catárticamente algún tipo de absolución para su madre que está en coma en el hospital. Y es que Kirkman dedica unos tres o cuatro primeros números a enseñarnos las relaciones mundanas con los más allegados de Kyle. Solo para después mostrarnos el horror. La calma que precede a la tormenta. Y llegas al cuarto número y te topas con la intensa mezcla de suspense y terror psicológico poderoso por el que brinda esta serie. El tema sobre que los demonios son reales y el exorcismo no siempre es el remedio. Y las cosas empiezan a estancarse. Y el agua estancada huele mal. Y es nido de podredumbre de viles seres que necesitan energía humana para existir. Energía poderosa que brota de la sangre familiar de Kyle… ¿Pero por qué?

Outcast (Paria) es una serie que con cada número sigue contando buenas historias. Los propios personajes también son especialmente buenos (ya sabemos del don de Robert Kirkman). Kyle es un personaje principal encomiable con el que simpatizar fácilmente. A Megan, puedes llamarla Megan, pero os juro que es una Kate Bishop más madura (algunos me entenderán). El ritmo está bien orquestado y permite que las escenas sucedan a la velocidad adecuada; muy importante en una historia sobre exorcismos. Y Paul Azaceta da vida a este horror con su obra de arte. Un ilustrador que me encanta y ya sé porqué: de alguna manera, me recuerda a nuestro paisano David Ajá, uno de mis ilustradores favoritos actualmente. Outcast (Paria) es un cómic espeluznante e inquietante, y lo mejor, potente en atmósfera.

No se puede pedir más en un cómic de Terror.

Reseña: El Poder del Perro, de Thomas Savage

Nunca había oído hablar de Thomas Savage, pero tan pronto como me lo relacionaron con el cine de Jane Campion (directora de El Piano, directora de cine neozelandesa y una de las pocas mujeres que han sido nominadas al Óscar), puse todo mi interés. Mis sentidos se agudizaron sobre El Poder del Perro (no confundir con el libro de Don Winslow), una novela que va a dar bastante que hablar y que acaba de publicar Alianza Editorial. Y no creo que esta novela se haya publicado aquí por la inminente peli en Netflix (aunque eso ayudará). Sinceramente, es un novelón que de un modo u otro nos hubiera llegado a novedades o reeditado si ya existía edición anterior. Es la joya del desaparecido Thomas Savage, un maestro del género western que ya tengo en el punto de mira para más obras. Pues me ha demostrado ser todo un genio. ¿Y por qué no conocía a Thomas Savage? Se puede decir que un escritor de un género tan concreto en USA es normalmente poco apreciado. Quizás porque las novelas del Oeste son un género en el que es difícil destacar (salir fuera) aunque no deje de ser curioso que no se valore más un tipo de literatura que se podría considerar como la única propiamente norteamericana. Eso no quita que Thomas Savage (1915-2003) fuera un autor clásico de los buenos. Publicó su primera historia (The Bronc Stomper) en 1937, con el nombre de Tom Brenner, con un tema tan simple como impactante: lo que significa matar a un caballo. Sin embargo, el pago de 65$ de la época lo animó a comenzar a trabajar en su primera novela. Ya en plena madurez, en 1967, publicó El Poder del Perro (The Power of the Dog). Los críticos la consideraron como la mejor de su obra. Pero a pesar de las críticas favorables, incluida una en The New York Times que la comparaba con una tragedia griega, las ventas del libro fueron muy modestas.

A esto me refería antes.

El Poder del Perro se centra en dos hermanos, el simple y honesto George y el malicioso y homofóbico Phil. La historia tiene lugar en un pequeño pueblo de Montana en la década de 1920, donde los intereses de los hermanos chocan, sobre todo, cuando uno de ellos decide inesperadamente casarse con una viuda que tiene un hijo. A partir de entonces, Phil trabajará para destruir a su hermano y a su nueva cuñada, incitándolos con insultos al suicidio y al alcoholismo. Pero su nuevo sobrino, Peter, planea vengarse y aunque la idea de una tregua está a un paso, nunca parece llegar…

Cruda, intensa y psicológica, esta novela es probablemente conocida entre sus lectores por el personaje cabronazo de Phil Burbank; cuya presencia amenazante acecha en casi cada página del libro. Diría que cuando “lo conoces”, ya no lo olvidas. Savage abordó también temas como el duro provincianismo y la claustrofobia a los límites sexuales. Me consta que usó otras historias para denunciar el fanatismo que consideraba arraigado en los pueblos y ranchos occidentales donde se crió. Dicen que Savage se escribió a sí mismo en muchas de sus novelas como el personaje de un forastero, inadecuado para la vida de rancho. Se basó en su propia experiencia de trabajar como peón de rancho para producir sus novelas del Oeste cuya profunda sensibilidad hacia los personajes y su dinámica queda muy bien contrarrestada por la autenticidad “dura” del lenguaje. Y si conoció a alguien como Phil Burbank…, madre mía.

En El Poder del Perro, los Burbank son ganaderos importantes de la zona. Phil y George son dos hermanos que, en sus más de treinta y cinco años, siempre han vivido y trabajado juntos, incluso dormido en la misma habitación. Sin embargo, los hermanos no pueden ser más diferentes entre sí. Esto está tremendamente bien reflejado en la historia. Hay cosas que no deben romperse en un familia por muy inconexa que parezca. Pero deber no es poder. O viceversa. Pero lo que me encantó de esta historia es la potente sensación de inquietud que tienes cuando lees. Y es que romper una extraña dinámica entre hermanos, puede quebrar la cordura. Eso, dadlo por seguro.

Reseña: 11 de Septiembre de 2001. El Día que Cambió el Mundo, de Baptiste Bouthier y Héloïse Chochois

Para un día como hoy pega una reseña como ésta. Una que trata el aniversario del famoso 11-S que sacudió al mundo en 2001. Yo estuve allí en la medida de ser persona consciente de lo que estaba sucediendo por momentos a través de los noticiarios españoles. Ya había nacido, no era un bebé, ni siquiera un adolescente. Sufrí el miedo que desprendía casi cada canal de TV que emitía el atentado en nuestras horas de almuerzo; primeras horas de la mañana en Manhattan (Nueva York). Como amante de la ciudad que nunca duerme, y unos cuatros años antes de visitarla por primera vez, viví el miedo. Escenas, rostros, situaciones que recordaban a esas películas de catástrofes en las que los protagonistas visualizan un ataque al mundo por parte de extraterrestres. Fue nuestro fin del mundo. La gente corriendo por las amplias avenidas de Manhattan sufriendo DE VERDAD. Eso sin contar las noticias que iban llegando del secuestro de otros aviones en diferentes puntos del país y que presagiaban algo mucho peor…

Cada persona consciente de la situación vivió el miedo. Entiendo que no, pero si por casualidad algún lector de Desde New York – Crónicas Literarias no sabe muy bien de qué estamos hablando, aporto una parte de la sinopsis de Norma Editorial que hace un buen resumen:

«Nueva York, 11 de septiembre de 2001. Dos aviones se estrellan contra las Torres Gemelas en Manhattan las denominadas World Trade Center. Un atentado sobrecogedor que se atribuyó la organización terrorista Al Qaeda que tenía como líder a un famoso talibán llamado Bin Laden. Se cobró casi 3000 muertos. Terrorismo global, Irak en el punto de mira, Guantánamo, vigilancia masiva en aeropuertos y fronteras, Afganistán, el Estado Islámico…».

En el cómic 11 de Septiembre de 2001: El Día que Cambió el Mundo descubriremos una historia más con el atentado como fondo. Una historia más de las muchas para las que ha dado esta catástrofe que hoy mismo celebra aniversario. Veinte años ya, madre mía, de esta locura. Cómic europeo donde los franceses Baptiste Bouthier y Héloïse Chochois revisan los hechos a través de la vida de una chica llamada Juliette. Un volumen en cuya portada hay un edificio consumido por las llamas y justo al lado la sombra amenazadora de un avión acercándose a un segundo edificio… Una foto, la ilustración de un segundo que ha quedado marcado en nuestras consciencias. Pues ahora, veinte años después de los atentados del World Trade Center, recuerdos e imágenes de lo sucedido, a poco que te pares a pensar, siguen muy vivos. Y ya desde las primeras páginas del cómic, Baptiste Bouthier y Héloïse Chochois, hablan de un hecho al que todo el mundo hace referencia cuando este tema sale a debate. Es decir, hablar sobre «dónde estaba cada uno y qué estaba haciendo cuando la tragedia se dió». Pero vamos a lo que vamos.

Desde el principio, descubrimos a Juliette. Es septiembre de 2021 (¡Más actual imposible!) y está a punto de abordar un vuelo a Nueva York para ir a ver a su prima. Allí, en el avión, todo se remonta al día en que como dice el título «el mundo se puso patas arriba». Un espectáculo hipnótico, un momento de desconcierto e incomprensión, a través de este personaje, adolescente en el momento de los hechos, con la cual seguimos el transcurso del día, cuidadosamente documentado y compartido entre el viejo y el nuevo continente.

Pero hay más. Por un lado, el punto de vista de un estudiante universitario francés, recordando el impacto mundial de esta tragedia. Por otro, el horror vivido en el lugar, a la sombra de las dos torres, todo retransmitido en pantallas de todo el mundo: la bola de fuego y el humo negro que se eleva en el cielo, los cuerpos que saltan al vacío. las llamas, el derrumbe de las Torres Gemelas, la nube de humo que recorre la ciudad, el miedo y el pánico que se apoderan de las calles… Todo, mientras que en esta niña de catorce años, este espectáculo hipnótico provoca un momento de desconcierto e incomprensión -compartido por adultos igual de perdidos- en toda Nueva York. Y el mundo quieto. Apenas se moviliza por el susto. Pero un cómic algo coral que se detiene brevemente en varios destinos: el de Brian Clark, uno de los cuatro supervivientes que se encontraban por encima del punto de impacto de la Torre Sur, Joseph Pfeifer y Frank Campagna (bomberos) y Suzanne Plunkett, fotógrafa de prensa que realizará una de las tomas más famosas de los hechos.

11 de Septiembre de 2001: El Día que Cambió el Mundo es interesante y pedagógico. Publicado antes de la retirada de las tropas estadounidenses en Kabul hace unas semanas. Lo que explica bien los riesgos de la intervención USA en este país. Echádle un ojo.

Reseña: HEX, de Thomas Olde Heuvelt

Quizás algunos no lo sepan pero Thomas Olde Heuvelt -probablemente buscando mayor audiencia o la fama rápida que tanto anhelan los jóvenes- reescribió HEX después de publicarla en 2013 y la pasó del neerlandés al inglés, cambiando escenario y desenlace. Lo curioso es que con ello consiguió un éxito mundial con una novela de Terror. Por que HEX es una de las historias de Terror más sorprendentes de los últimos diez años. Y si no que se lo digan a Nocturna Ediciones, que incluso en nuestro país (un país donde se lee poquísimo Terror), ya va por su tercera edición. Y lo dice la editorial en la sinopsis: «Además de convertirse en un súper ventas tanto en Europa como en Estados Unidos, la novela se ha publicado en más de una quincena de idiomas y Warner Bros. ha comprado sus derechos cinematográficos». Esperemos que se convierta en film o serie porque la historia lo merece.

Y en vez de Beek, la gente aquí vive en Black Spring, una tranquila población estadounidense que en apariencia lleva una vida normal. Trabajan, van a la escuela y vuelven a casa a cenar con sus familias después de un duro día de trabajo. Solo hay un problema. La gente de Black Spring está maldita o maldecida por un ente a través del tiempo. ¿Cómo? Veréis: en el siglo XVII, una ciudadana llamada Katherine Van Wyler fue acusada de brujería. Se creyó que había resucitado a su pequeño hijo de entre los muertos y de manera “clásica y puritana”, fue enviada al infierno. Excepto que nunca llegó a ese horrendo lugar. En vez de eso, Katherine se levantó y continuó vagando por el pueblo murmurando maldiciones a todo aquel que pudiera oírla. Así que le gente del pueblo la atrapó, le cosieron los ojos y la boca y aún a día de hoy, deambula por la ciudad, susurrando muerte por esas rendijas de carne que son las comisuras de sus labios.

Los habitantes de Black Spring se han acostumbrado a su presencia. Es una más en una zona cuyos fundadores impusieron una especie de cuarentena silenciosa para que tal historia no se conozca más allá de sus fronteras. Pero ahora, cuatro siglos después, con un mundo muy cambiado desde que Katherine comenzara su caminata espectral, la gente ya no cree en lo sobrenatural. O los jóvenes, mejor dicho. Pues los habitantes más veteranos de la ciudad están comprometidos a mantener en secreto el tema de la bruja. Si el mundo entero se enteráse de que lo existe allí…, de seguro vendrá algún estudioso gafapasta de los temas paranormales o algún científico con la idea de intentar abrir esos ojos y esa boca cosidas… Y entonces se desatará el infierno. O eso creen. Pues cuenta la leyenda que si se llega a efectuar el Mal de Ojo de Katherine, traerá la muerte a todos. Pero hay más. Los pueblerinos siguen las actividad de Katherine con un sistema de vigilancia de alta tecnología y todo un equipo dedicado a borrar pruebas para miradas indiscretas. Se construyen estructuras para esconderla cuando se queda durante horas en medio de la carretera, y cuando alguna familia espera visita de familiares de otras poblaciones, hacen lo propio. Pero es que resulta que el maleficio de Katherine se extiende hasta…

Y no diré más.

En ocasiones, las brujas, los fantasmas y los monstruos son divertidos. Pero si se consigue que asusten, esto da para más de una noche de insomnio. Ya sabéis, todo dependiendo mucho de dónde te encuentres cuando lees, el momento, la hora, la soledad del lugar… Y Heuvelt combina lo sobrenatural y lo natural de una manera tan real que “llega”. Curiosamente, a menudo recordaba la reciente novela leída y reseñada La Cabaña del Fin del Mundo (https://www.cronicasliterarias.es/?p=6424). Aunque las dos historias son distintas, ambas envuelven la resolución realista de problemas en una trama que de otro modo sería sobrenatural. Este compromiso con la realidad que tambalea tu estabilidad y tu seguridad de que nada te asustará a menos que te sorprendan con un argumento diferente que no esperas. Por eso, la decisión de la ciudad de dedicar un equipo de seguridad a monitorear las actividades de Katherine a través de cámaras fue lo que rayó mi estabilidad. De hecho, en ocasiones, hago turnos de trabajo en el CCTV de un mortuorio así que…

Por otro lado, esta la yuxtaposición de una criatura antigua y malvada contra la tecnología moderna. Hacer que esto funcione bien. Creo que ahí reside la fuerza de una novela como HEX. Un sentimiento de pavor se filtra en ti con cada página. Y, por supuesto, las descripciones de Katherine.

Creo que Thomas Olde Heuvelt ha sido uno de los invitados este año al Festival Celsius 232. Un festival de literatura fantástica que se celebra en Avilés y que cada vez tiene más carácter internacional desde que se empezara en 2011. Un festival al que espero que me inviten algún día como autor. Quizás cuando consiga escribir una espeluznante historia como HEX.

Reseña: A Fake Story, de Jean-Denis Pendax y Laurent Galandon

Es famosa la historia -muy famosa- que cuenta que el 30 de octubre de 1938, Orson Welles transmitió por radio una breve narración de la novela La Guerra de los Mundos, de H. G. Wells. Con ello creó el pánico en la población. Lo hizo de forma narrativa pero con tanto énfasis y de forma tan verídica que la gente aterrada comenzó a huir y hacer cosas sin sentido creyendo que de verdad la Tierra estaba siendo atacada por marcianos. ¡Pánico! Una guerra falsa aterroriza a todo el país, titulaban los diarios al día siguiente. Pero el mismo día de la transmisión, ocurrió un crimen…

Antes que nada, no quieras saber mucho más sobre lo que se cuenta en esta reseña o no disfrutarás el nuevo cómic que publica Ponent Mon denominado A Fake Story. No lo disfrutarás. Solo confía en que diga que estamos ante un buen thriller que se ambienta en aquellos intensos años 40 con una reflexión sobre la credulidad del público frente al poder de los medios de comunicación. Dicho esto, Jean-Denis Pendax y Laurent Galandon hacen un trabajo de adaptación maravilloso de la novela de Douglas Burroughs. Y no diré más. Un trabajo genial. A Fake Story se presenta como una historia de detectives con la atmósfera típica del thriller estadounidense, novela policíaca o de género negro como se les llama ahora. Con un personaje principal que es el propio Douglas Burroughs, un ex-periodista que se ha dedicado a la escritura, aunque acepta respaldar una investigación de campo a instancias de su ex-jefe, el mandamás de la cadena CBS.

Como os decía, Burroughs es también el autor de la novela de la que se extrae esta historia, y se muestra a sí mismo como un personaje misterioso e ideal como detective privado con carácter. Pero, ¿este relato es verídico o Douglas Burroughs se introdujo a sí mismo en una ficción que le encantaba? Desde el comienzo nos sumergimos en el corazón de un juego de naipes en el que los bulos, las verdades y las mentiras (otra vez) se combinan hábilmente para crear una nueva realidad. Este es el principio mismo de las noticias falsas. Se debe dar en primero de Periodismo. Mezclar elementos tangibles y declaraciones gratuitas con hechos totalmente falsos, pero creíbles. Guionista e ilustrador nos impulsan con la obra aún más, ya que toda la trama se construye sobre uno de los engaños más famosos de la historia de la radio y sobre esta base históricamente sólida (el programa de Orson Welles y el pánico resultante) se desarrolla una apasionante investigación policial en la que Douglas Burroughs tendrá que separar lo verdadero de lo falso para finalmente descubrir la verdad sobre un asesinato. Una investigación en la que se aprovecha para pintarnos una USA de finales de los 30 donde abundaba el racismo, el auge de los medios, la fascinación por las armas pero también el miedo conspiranoico.

Francamente, el contexto es fabuloso. Los personajes son creíbles, la investigación ofrece más de un giro y tiene bastantes toques literarios a lo Dashiell Hammett. El dibujo de Jean-Denis Pendanx aporta la atmósfera esperada. Y acerca. Siendo algo exagerado, casi se puede inhalar el aroma del cuero viejo mojado y las cenizas de los cigarrillos en los despachos…  Insisto, para un amante de la novela policíaca clásica, A Fake Story es un pedazo de recomendación. Y en formato cómic que es más ligero y visual que cualquier novela que se quiera destacar. Más sorpresivo, si cabe, de ahí que no quiera contar mucho del argumento. Pero más allá del aspecto detectivesco, tras la lectura de A Fake Story me surge una reflexión sobre el poder de los medios y la credulidad del público, ese siempre tan dispuesto a tomar cualquier afirmación como cierta sin mirar que provenga de una fuente que inspire confianza. Fiarse gratuitamente del boca a boca o las tan temidas leyendas urbanas que siempre son contadas por el amigo de un amigo y que llegan a tener tanto peligro a veces, que los propios medios las dan como ciertas y alertan a la población sin necesidad. Hoy en día pasa.

Los que me conocéis imagináis que tan pronto como terminé de leer A Fake Story quise saber más sobre Douglas Burroughs y su famosa novela. Durante la lectura tuve esa sensación rara de cómo algunas revelaciones del cómic hacían referencia a algo que no aparecía. ¿Hechos no completos? Bueno, por lo menos, daban la sensación que había más. No sé si os pasa pero esto lo capto rápido. Y ahí supe que Galandon y Pendanx me habían creado una necesidad. Investigar por mi cuenta.

Reseña: Lo Mejor de Junji Ito (Best of Best)

A estas alturas es de sobras conocido que Junji Ito es el mejor autor de relatos cortos de Terror del momento. Correcto. Estamos hablando de un mangaka, de un autor de manga cuyas publicaciones e historias solo se pueden encontrar en este formato. Pero probad a leer algunas de sus historias cortas y veréis; si amáis las buenas e impactantes historias de Terror, las que calan, las que quedan dentro, las que uno/a comenta cuando algo extraño sucede a su alrededor y de pronto le sale un «Ostras, eso es como en aquella historia de Junji Ito…». Si todo esto que digo te mola y te hace vibrar, una buena oportunidad de conseguir más caviar es hacerte con el volumen que publica ECC Ediciones denominado Lo Mejor de Junji Ito. Estamos de hablando de un nuevo tomo súper llevadero, que recoge nada más y nada menos que diez terroríficos relatos, entre ellos, la escalofriante La Silla Humana, que no es otra cosa que la traslación de un cuento del formidable Edogawa Ranpo, que Ito ha adaptado al formato manga.

Diez historias. Aunque doy por seguro que vais a querer más. Y que incluso si sabéis de qué estamos hablando, tendréis vuestras preferidas y otras del autor que no están aquí. Porque ECC Ediciones ya ha publicado bastantes cositas de este maestro del género. Sus mejores obras tanto en larga como en corta extensión. Responsable de tramas escalofriantes como Uzumaki, Gyo, Sensor (https://www.cronicasliterarias.es/?p=3130) y Tomie por nombrar algunos. Mas toda una colección de relatos chulos como fue Fragmentos del Mal (https://www.cronicasliterarias.es/?p=977) o Relatos Fantasmagóricos de las Montañas (https://www.cronicasliterarias.es/?p=2434) y/o sus participaciones solo como dibujante para otros mangakas que también abogan por el Terror. Antologías en mi opinión indispensables, la mayoría aún disponibles en librerías.   Pero ahora tenemos nueva antología. Un nuevo titulo del maestro nipón al que deberíais echar un ojo y en el que es indispensable reparar si te gusta Lovecraft y toda su mitología de horror cósmico. Jugadores de rol y de mesa incluidos lo pasarán bien con Ito. Pues uno de los mejores aspectos de su trabajo es el nivel de detalle que pone en su arte. Creando algunos de los monstruos más espantosos que se han visto en cualquier medio y seres fantasmales que quedan «dentro”. En tu imaginación, en la mía…

¿Y qué hay más disfrutable que un volumen de relatos que se “disfruta” rápidamente, en cualquier lugar y es súper apetecible para esta época del año en la que sol empieza a irse antes y el vientecillo frío hace presencia en calles vacías al atardecer? Una selección de historias –fechadas entre 1997 y 2018– que tratan ese placer malsano que es leer el buen Terror. Una buena recopilación pese a que, como ya digo, existen otras muchas historias de este hombre que impactan como pocas cosas leídas. Con cuentos que retuercen el alma como es el comienzo del tomo con Cien Millones de Solitarios, donde un chico paseando a su perro se topa con un macabro escenario en el parque, historia que recuerda al film gore The Human Centipede. Lo mismo ocurre con El Misterio de la falla de Amigara, que provoca pesadillas o, sobre todo, la grotesca La Lamedora, una historia muy de Ito pero que siempre impone. Por comentar los tres cuentos que de momento se me han quedado «dentro”. A ver hasta cuando… Como decía, Lo Mejor de Junji Ito también incluye La Silla Humana, de Rampo, un autor que me encanta y cuya historia puedo decir que es una de mis preferidas junto a la que curiosamente también se añade del maestro, la sorprendente Un Amor que no es de este Mundo. Obras, algunas rescatadas del folclore nipón, otras nacidas del entorno, de un autor y crítico japonés que siempre abogó por el misterio. Recordad que Edogawa Ranpo era un tremendo admirador de Edgar Allan Poe. De hecho, su seudónimo es una traducción del nombre de Poe al japo.

Por otro lado, la historia autobiográfica El maestro Umezu y yo era una de las historias que más ganas tenía de disfrutar. En la que Ito nos habla del mangaka más influyente del Terror y de los temas siniestros que le rodeaban. Además de otra maravilla como es De cómo el profesor Kirida fue poseído que también es traslación de un cuento literario de Robert Smythe Hichens, favorito de Alfred Hitchcock, y que he recomendado más de una vez a los que me pedían leer una historia de posesiones diferente.

Pero hay más. Son diez. Fantasmas, espectros de chicas (indispensables) que vienen a ti con un propósito, asesinos sin miramientos cuyas almas han pasado a formar parte del Maligno… Es como ir al cine a ver lo que uno quiere, con la persona que quieres y donde los astros se han alineado para que todo funcione a las mil maravillas y vibres en el sillón, de lectura, en este caso. Que si estás solo mires donde antes no había mirado. Que si estás acompañado, te alegres por ello. Que oigas ruidos o repares en los que antes no fijabas tu atención. Yo, con Ito, lo he vuelto a sentir.

Reseña: Ka-Zar El Salvaje. Un Nuevo Amanecer, Un Nuevo Mundo, de Bruce Jones, Brent Anderson y VVAA

Siempre es una buena noticia la publicación de un nuevo Marvel Limited Edition. Son esencialmente joyitas del mundo del cómic, en especial, clásico, pero, sin duda, el mejor al que hemos podido tener acceso en nuestra vida comiquera. La recuperación de las mejoras obras siempre es una buena noticia para la cultura. En todos los sentidos. Que nos lleguen nuevas ediciones de Conan, por ejemplo, mejores que las anteriores, obras en color que “jamás” se publicaron así; todo eso y más siempre son buenas noticias. Por eso, poder encontrar en esta maravillosa colaboración que tiene Panini Cómics con SD, títulos como Ka-Zar El Salvaje o lo que es más, los doce primeros numeritos de su cabecera de 1981-1982 inconseguibles hasta la fecha en español; todo-todito-todo es una delicia. Puedo contar como anécdota, que en esos principios de los ochenta, Ka-Zar apareció en la serie animada de Spiderman -la chula, la de éxito de entonces-, exactamente en el episodio El Cazador y el Cazado. Donde recuerdo ver por primera vez a este personaje y saber no mucho después que incluso tenía serie de cómic.

Un personaje que a poco que conozcas, te cautivará. Aunque yo también sea de los que ha llamado a Ka-Zar, el Tarzán que pudo ser y no fue. Pero eso no quita que tras él estuviera un magnífico guionista como es Bruce Jones y un Brent Anderson que fue de menos a más, un ilustrador de los que molan, que incluso llegó a hacer sus pinitos como guionista de la serie. Y aquí llego yo para decirle al transeúnte comiquero e interesado de grandes obras de los 80, que nunca me cansaré de decir que fue la década de explosión creativa y no solo en el noveno arte; llego para decir, que este Ka-Zar no es el clásico que creara Stan Lee y Jack Kirby en 1965. Este que aquí se recoge es un nuevo Ka-Zar El Salvaje. Dicen que los lectores que tuvieron la suerte de empezar esta serie en 1981 se sorprendieron (como ustedes harán con este MLE) al ver que sí, que se seguía manteniendo a Lord Kevin Plunder como personaje principal, acompañado de Zabú, la bestia de dientes de sable y con la Tierra Salvaje como fondo… Esa jungla que yace bajo los hielos del Círculo Polar. Pero este Ka-Zar se puede ver que ha evolucionado. Es un héroe para “nuestros días”. Y se puede comprobar viendo la buena digestión que tienen sus historias aún a día de hoy.

Cuarenta años después.

Y es que Kevin Plunder sí que es ese héroe de la selva de la revistas pulp que muchos conocemos. Una mezcla de Tarzán y de Tor, el personaje cavernícola del maestro Joe Kubert que también merece estar ya en uno de estos maravillosos MLE. Con Ka-Zar El Salvaje, obviamente, vamos a viajar a una Tierra Salvaje poblada de dinosaurios y de seres abominables, pero esta vez encontraréis un Ka-Zar El Salvaje más dialogante y civilizado, que curiosamente viene con lo puesto, es decir, con cierto grado de desconfianza y rencor hacia la civilización y los extraños que vienen de fuera de la Tierra Salvaje. Y me parece bien. Eso me encantó. Este que os escribe es muy de Thanos… Bueno, ya sabéis. Pero un genial tomo donde vamos a encontrar grandes aventuras, algunas muy dignas tramas de novelas de aventuras pulp que dejan con ganas de más. Y es que quiero dejar claro que ciertos guiones gozan de una tremenda profundidad. Un Nuevo Amanecer – Un Nuevo Mundo es toda una recopilación que sirve para empezar o continuar, con las aventuras de Ka-Zar El Salvaje que siempre se ve acompañado por Shanna, la Diablesa y su inseparable compañero Zabu. Pero, ¿quién es quién?

Kevin Plunder se refiere a sí mismo como el «Señor de la Tierra Salvaje», una frase que otros han adoptado, pero que no es un título formal. Ka-Zar es Kevin Reginald, Lord Plunder, nacido en Castle Plunder, en Kentish Town, en Londres (Inglaterra). Es el hijo mayor de Lord Robert Plunder, el noble inglés que descubrió la Tierra Salvaje, una jungla prehistórica escondida en el corazón de la Antártida. Después de que su madre muriera y su padre fuera asesinado por los bárbaros nativos denominados Hombres-Mono, de la Tierra Salvaje, Plunder fue encontrado y criado por Zabu, un dientes de sable, que posee inteligencia casi humana gracias a una mutación causada por neblinas radiactivas. Si Tarzán era el Hijo de los Monos, Ka-Zar (como su nombre indica) es el Hijo del Tigre. Gracias a esta nueva vida, Ka-Zar se desarrolla y se convierte en experto cazador, trampero y pescador dentro de la Tierra Salvaje.

Como habéis podido deducir la Tierra Salvaje es un mundo en sí mismo. No está vacía. Hay territorios poblados por varias tribus humanas pero también humanoides. Y aunque la mayoría de ellos tienen tregua amistosa con Ka-Zar, algunos lo consideran un extraterrestre y un enemigo. Pero Ka-Zar está aquí para hacer el bien. Es un protector de los débiles y los maltratados en dicho entorno. Donde intentará evitar la explotación comercial, la caza furtiva y la minería, así como imponer o aconsejar la paz entre las tribus que la conforman. Sirve también como embajador de buena voluntad pero esto, obviamente, no siempre funciona. Y las batallas se hacen inevitables. Los X-Men originales descubrieron la Tierra Salvaje. Y se toparon con Ka-Zar. A partir de ahí…

Llega una nueva visión, una obra disfrutable, como pocas. La mítica etapa de Bruce Jones y Brent Anderson por fin recuperada en una edición integral, en tapa dura, lo que vienen a ser estos maravillosos Marvel Limited Edition que nunca me cansaré de alabar.

Reseña: La Estrella del Desierto (Integral 1), de Stephen Desberg y Enrico Marini

La Estrella del Desierto es (en mi opinión, por supuesto) la obra visual más hermosa de Enrico Marini. Pasé dos tardes maravillosas leyendo este primer integral…, los dos primeros capítulos de la trama. Una historia que deleita cual buena peli del Oeste. Y dos tardes porque decidí extender el tiempo de disfrute, de gusto y regusto. Alargar el sabor del manjar que tenía entre manos. Se daba todo: buen cómic europeo, western, acción y tiros por doquier tras una buena trama. Os puedo decir que ha pasado bastante tiempo desde que leí un western de esta calidad. Cuando hablo de calidad pienso obviamente en el dibujo endiabladamente bueno de Marini que en mi opinión con esta serie ha alcanzado la casi perfección gráfica. Por decir que no existe la perfección al cien por cien… No obstante, conviene recordar que La Estrella del Desierto no es solo un cómic con un diseño suntuoso sino que también es una historia con un escenario seductor, que posiblemente es obvia y clásica; pero que nunca deja de gustarme. Y es que Stephen Desberg utiliza todos los códigos típicos del western y los ejecuta bien. Incorpora una historia de venganza y esto nos brinda un thriller ambientado durante la conquista de Occidente por parte de los «nuevos americanos». Además, da la sensación que el guionista se ha documentado enormemente bien para darnos de manera magistral, ese ambiente tan especial que reinaba en aquellos años. Fue toda una epopeya hacer aquella travesía por parte de las empresas ferroviarias que querían llegar al Pacífico.

¿Y qué más se puede pedir sino que esté bien hecho, un cómic que se lee con tanto placer? Lo único que no me gustó es que Marini nos puso un protagonista de rostro muy parecido a cierto actor tan famoso. Cuyo nombre no mencionaré. Más que nada porque nunca asocio a ese actor con una peli del Oeste y bueno, siempre cabe que algún afortunado no lo vea claro y así no le corta el rollo. Pero por lo demás el cómic está de lujo. Nos trasladamos a Washington en 1870. Un hombre de edad avanzada llamado Mathew Montgomery es funcionario en el Ministerio de Defensa. Tiene esposa, hija, amante…, todo lo que uno puede obtener en un alto cargo. Pero tras el asesinato y violación de su mujer e hija…, su perfil cambia. Abandona todo su mundo para seguir la pista del asesino, el cual dejó un extraño simbolo indio grabado con un cuchillo en el púlpito de sus seres queridos…

La Estrella del Desierto es una historia íntima. De una íntima venganza. La América de Occidente aquí solo un escenario grandioso en el que un hombre busca sentido a su vida, si es que ya queda tiempo para ello. Al principio, la violencia -exceptuando la tragedia- está cotenida pero luego…, se desata la ira, la locura de una búsqueda que llevará al protagonista a Topeka, a la llamada antecámara del infierno. Busca venganza contra los asesinos de su mujer e hija. Y luego la conmoción. Pues atrapado en un torbellino de salvajismo y macabra realidad, Matt Montgomery muestra al mundo lo que de verdad lleva dentro. Lo que yo diría que muchos de nosotros llevamos dentro y nunca nos queremos ver en ese papel.

El personaje evoluciona de una forma soberbia. Evoluciona, comprende y descubre una América desconocida y salvaje, y con ello un pueblo y un universo que nadie imagina que esté a un paso. Desberg captura el género a la perfección. Los códigos del western están ahí, y bien organizados. La narración es fluida y rítmica, la acción perfectamente equilibrada; la trama es ciertamente clásica, con una oscura historia de venganza, pero perfectamente dominada. El guión nos mantiene avanzando, y eso que aún me queda por leer el siguiente integral que resolverá muchas cosas… entiendo. Ganas tremendas que Norma Editorial lo publique. Revelaciones en el capítulo 3 y 4 se necesitan. Pero la verdadera ventaja la aporta el increíble universo gráfico que Marini diseña para ofrecernos de forma visual dicho mundo, entorno, época… Se trabaja admirablemente la decoración, los colores, los personajes, el encuadre y la atmósfera. El paso de las viñetas muestran también una evolución. La interpretación de este mundo de pioneros sin ley rodeado de amplios espacios abiertos es bastante notable. La Estrella del Desierto es un verdadero cómic del Oeste. Es un western crepuscular de muy alta gama que recuerda en sensaciones a la Sin Perdón, de Clint Eastwood. Un clásico cuento de venganza que mola y que reúne a dos autores en su mejor momento.

Siempre se ha dicho que las mejores aventuras se escriben en el Viejo Continente, ¿no? Este es un ejemplo.

Reseña: Lucifer. Muerte y Engaño, de Holly Black, Lee Garbett, Kadrey, Hans, Rudy y Ben Templesmith

Lucifer es una serie de cómics que así por lo bajini, cuando te informas, encuentras que tiene cantidad de seguidores, al menos, en USA; que es por los foros y webs que más me muevo para ver opiniones de cómics. Ya sabéis, ese Lucifer que es un spin-off de la gloriosa Sandman, de Neil Gaiman, una serie de cómics que fue ilustrada por una amplia gama de artistas de variados estilos, y que consistió en setenta y cinco números en un principio, publicándose el primero de ellos en enero de 1989, y el último en marzo de 1996. Una serie también que tuvo cantidad de personajes súper profundos de los cuales, de todos y cada uno, darían para un spin-off. Pero uno potente, sin duda, fue Lucifer. Ese personaje potente dentro de un teatro glorioso y mitológico, que en su día se mostró en una de las historias como el Ángel Caído (su primera aparición como personaje principal sucede en el arco argumental Estación de Nieblas), otro de los muy dignos sobre los que se puede escribir, pues, pocos seres tienen más atractivo que el propio Príncipe de los Demonios, ¿no?

Los primeros cómics de Lucifer narraban la historia del ángel caído Lucifer Morningstar, el cual, aburrido de su existencia como Señor del Infierno, decide expulsar a todos los demonios y almas condenadas del Infierno, para después cerrar sus puertas y entregarle la llave a Sueño, el mandamás de los Eternos (el famoso protagonista de Sandman). El Infierno queda entonces en manos de dos ángeles, Duma (el Ángel del Silencio) y Remiel. Justo después Lucifer se retira a la Tierra. Como bien se dice en la sinopsis editorial, entre 2016 y 2017, la novelista Holly Black (la cual sigo en todo lo que hace) y el dibujante Lee Garbett, resucitaron al icónico antihéroe surgido de las páginas de Sandman, contando con la colaboración de Richard Kadrey, Stephanie Hans, Marco Rudy y el siempre interesante Ben Templesmith. Y es que, uno pensaría que el Diablo sirve como chivo expiatorio para las atrocidades que han salpicado recientemente a Europa y América. Pero «Dios», ¿y si a menudo nos referimos a la deidad monoteísta de las religiones abrahámicas, que se han citado como inspiración principal para los actos involucrando asesinatos despiadados y derramamiento de sangre, ya sea un ataque coordinado a una metrópolis o a una clínica de abortos? ¡¿Qué?! ¡¿Qué te has fumado reseñador?! ¡¿Acaso nos estás hablando de Dogma, de Kevin Smith?! Jajaj… quizás un poco si. Y quizás el propio Lucifer haya entrado en mí para deciros que las escrituras antiguas que describen seres todopoderosos y sus efectos sobre la violencia en la actualidad es un tema para un artículo diferente. Posiblemente, uno que no pertenezca a una publicación dedicada a los cómics.

Pero la situación es la que es. Y significa que vivimos en una era potencialmente preparada para que el Diablo disfrute de un resurgimiento en popularidad, porque todas las personas horribles son aparentemente grandes fanáticos de Dios, sin importar cuán equivocadas sean sus ideas. Quizás todo esto es lo que promueve de una forma genial los diecinueve números que conforman esta nueva etapa de Lucifer, denominada Muerte y Engaño, ahora recopilada en un genial y llevadero integral por ECC Ediciones y dentro de su sello DC Black Label. Y yo, que tras disfrutar de un Satanás en serie de televisión en horario estelar de la FOX (me gustó bastante); fue una serie que me encantó, una mezcla entre Bones y mi primo Castle. Pero retomando este intergal del que hoy os hablo, Holly Black y Lee Garbett hacen un trabajazo tremendo. Grandes argumentos con los que uno está de nuevo a tope con todo lo que se refiere a Lucifer. Y no es que haya algo revolucionario en esta nueva representación del Príncipe de las Mentiras. Básicamente, está muy bien hecho. Vértigo acertó reclutando a Holly Black y al artista Lee Garbett para forjar una secuela del personaje que a tantos nos enamoró en la década pasada. Pues la escritora/guionista nos da una ostia en toda la cara en una linea argumental donde mata inmediatamente al Todopoderoso, reduciendo así su papel en lo que se desarrolla a continuación. Dios está muerto, o eso parece. Antes de que Lucifer pueda siquiera despegar…, un nuevo punto de partida que deja abierto todo un universo de posibilidades. A eso sumadle que los diálogos de Black deslumbran por completo.

Y lo siento, no puedo expresar claramente lo que pienso sin contaros algo más. El caso es que el Metatrón (el Ángel que una vez habló por Dios) recluta a su compañero Gabriel, quien ha desarrollado un desagradable problema con el alcohol desde que fue despedido de su antiguo puesto celestial. Lo necesita para encontrar al asesino de Dios. Enviar a un borracho claramente traumatizado e inútil para que descubra y confronte a quienquiera que deshizo al Creador de su existencia terrenal, quizás suene un poco horrible. A menos que sepa muy bien qué le sucedió a Dios, y el éxito de su destartalado agente secreto interfiera en sus siniestros motivos ocultos. Pero ningún engaño del Metatrón puede increpar en principio a Lucifer…, o eso parece. Suponiendo que el sospechoso más obvio también debe ser el culpable, Gabriel procede a atacar a Lucifer, quien acaba de regresar a la Tierra y reabrir un club nocturno llamado Lux. Después de una breve pelea, Lucifer le dice a Gabriel que se equivoca, pero que lo ayudará a encontrar al correcto, debido a su ambigüedad moral.

Este es el inicio de una enorme aventura a la que le nacen otros ramales argumentales súper interesantes. Jamás una continuación de algo bueno pudiera ser mejor. O al menos, igualarse. Decían que eso solo sucedía con El Padrino y su secuela, qué es en realidad precuela, ¿no?

En aproximadamente veinte páginas ya estás súper enganchado a este nuevo universo.