Cullen Bum está de moda. Y es posiblemente el guionista de Terror actual que más puedo recomendar dentro del mundo del cómic americano. O incluso de novela, que dentro de nuestro país se edita más bien poco del mejor género de todos, y uno tiene que buscar en el noveno arte historias actuales que merezcan la pena. Y con actuales me refiero a recién creadas, que el autor viva y demás. Por que la novela clásica de Terror, siempre estará ahí en ese sillón piel esperando…
Y es que no es solo cosa mía. Cullen Bunn ya ha sido nominado al Premio Eisner y me consta que lo ganará tarde o temprano. Ya se pueden degustar por estos lares joyitas suyas como El Hombre Vacío, o la genial serie que publica Norma Editorial también, la ingeniosa Harrow County; otra de esas historias que el autor te deja con la miel en los labios y quieres más. Y ahora mismo, más es Bone Parish. Llega nueva serie del guionista de moda, esta vez junto al dibujante Jonas Scharf, ambos creadores de una serie que se vende como una inquietante mezcla de Terror y crimen que refleja con franqueza la manera en que nos conectamos, y desconectamos, del mundo que nos rodea. A lo que yo añadiría: » Y una escalofriante historia de terror nigromántica». Pues díganme ustedes si no llamarla así con una trama donde aparece una nueva droga en Nueva Orleans que lo está petando, elaborada con cenizas de gente muerta.
Bone Parish, desde el principio, establece las bases y presenta la premisa para una buena historia. Contiene intriga, misterio y por supuesto, Terror en las escenas en las que se descubre los efectos que provoca esta curiosa droga que a todos deleita. En pocas palabras, este primer TPB relata todo sobre una empresa familiar que produce y distribuye este, en principio, “medicamento único”, no disponible en ningún otro lugar. La droga está hecha de cadáveres humanos. Eso repugna o puede dar morbo, según. Ya sabéis como es el ser humano. Pero hay más. Los que se drogan con ella no solo alucinan, sino que experimentan hechos-momentos-anécdotas del pasado de los cadáveres absorbidos. En realidad, las viven. Y es por ello que para aumentar más el nivel, los que promueven la droga apuntan a cadáveres de celebridades y líderes muertos y otras personas importantes para crear un producto de calidad. O al menos, portador de una enorme experiencia. Que por supuesto, hay que pagar. Una maravilla que atraerá mucho la atención de otras familias mafiosas competidoras.
Cullen Bunn es de esos pocos guionistas de cómics que son como navajas suizas; de un lado u otro, le brotará una originalidad. Y para alguien como yo que en lo actual buscar eso (no historias que ya me contaron grandes maestros en el pasado), pues de lujo entonces. Además, Bunn tiene larga trayectoria, ha tenido largos recorridos con casi todas las grandes compañías de cómics y creo que así ha sabido forjarse y ser a día de hoy, uno de los escritores más consistentes y confiables de la industria. Y es que cuando sale una historia Cullen Bunn, puedes apostar que obtendrás una historia entretenida.
Con Bone Parish, más de lo mismo. Un comienzo increíblemente atractivo, un buen trabajo de enganche con una rapidísima presentación de los personajes y establecimiento de sus motivaciones iniciales y sus personalidades. Desde muy pronto, se tiene una gran idea de quiénes son estos miembros de la Familia y cómo interactúan entre ellos. Además, Scharf con sus trazos, muestra de forma efectiva cómo las drogas afectan a los usuarios. Y la idea de Bunn de incorporar la letra de una canción para transmitir lo que sienten en ciertas viñetas, me encantó. Por supuesto, sus famosos cliffhanger y giros increíbles, también.
Bone Parish. Volumen Uno, contiene los cuatro primeros números de una serie que tuvo doce números en USA. Me mola. Quedará en tres TPBs todo. Muchísimas ganas de saber más.