¿Qué es La Liga de la Justicia: Origen, de Geoff Johns, Jim Lee y Carlos D´Anda? Muy fácil. Os lo resumo en una solo palabra: ESPECTÁCULO. Lo que uno siempre le ha pedido a un cómic de superhéroes; que te haga vibrar, que no te mareen mucho la cabeza con argumentos enrevesados, que te metan acción, tortas, patadas voladoras y rayos cósmicos destrozando rascacielos por un tubo. Y eso my friends es lo que me he encontrado en este genial integral deluxe que ECC Ediciones publica en nuestro país y no paran las ventas porque es obvio que lo bueno, bonito y lujoso, cuando es bueno, se agota. Un cómic donde descubrir el origen de los mayores héroes de la Tierra pero también como se forman como grupo para con la era actual. Y si encima a eso la súper estrella Geoff Johns tira del dios Jim Lee para el dibujo… Pues nada… ESPECTÁCULO.
Dónde además se trastocan cositas para reinventar el Universo DC y la guinda del pastel resulta estar no buena sino deliciosa. Pues ha pasado tiempo desde que DC renovó toda su línea, cancelando todos sus eventos y lanzando 52 nuevas series que muchas de ellas estuvieron geniales. Bien, pues técnicamente el primero de la línea fue Justice League #1, que se publicó a fines de agosto de 2011, y creo que es apropiado mirar hacia atrás en el libro insignia de DC y reflexionar sobre ese primer arco de seis números que sirvió para lanzar el nuevo DC. Sin duda, Origen fue el referente de todo ese nuevo universo, donde poner a Geoff Johns y Jim Lee al volante era de sentido común. Johns, después de todo, ya había guionizado casi todos los personajes, y Jim Lee es respetado como uno de los mejores artistas de su generación (de la mejor de todas). Además, en el transcurso de estos seis primeros números, Johns es ciertamente ambicioso. Planea reintroducir a los siete personajes a una audiencia moderna. La idea, presumiblemente, es que un lector que coja este volumen pueda decir «¡Oye, este nuevo Superman es genial!» o «¡Nunca pensé que estaría interesado en Aquaman!» Y vuelve a presentar a los demás personajes y hace un homenaje al poder de cada uno. Eso para un primero tomo-arco-inicio de serie es maravilloso. Incluso Johns tiene que enfrentarlos entre sí, fomentando una dinámica de equipo, cosa que nos pone muy-mucho a los niños de los 80 y 90. Y da un primer vistazo al malvado Darkseid, elabora un origen para Cyborg y sugiere futuros hilos para la trama que provoca que quieras tenerlo todo-todito-todo de esta serie ya para ponerte con ello hasta acabarla.
Estoy con los que dijeron que Justice League: Origin debería haber tenido al menos doce números. Pero quizás, hoy en día, en una época en las que no tenemos tiempo para nada y lo necesitamos y lo queremos pero no lo tenemos si queremos llegar a fin de mes…, no es lo mismo darle al pueblo una serie de seis capítulos buenos que una de veinticinco. El público ya valora mucho esto y se ve reflejado en las series de TV. Aparte, también hay gente que dice que vivimos en la era de la «descompresión». Y con esos estoy a muerte. Se generaliza demasiado y se valora muy poco el trabajo creativo, para lo que os recuerdo que es un don el saber/inventar/ilustrar historias. Y es muy fácil criticar. Lo difícil es valorar con criterio.
En Liga de la Justicia: Origen no vais a tener ningún problema porque es un arco de seis numeritos donde todo fluye. Nos encontramos con seis personajes con seis puntos de vista muy diferentes, todos muy bien articulados por la caracterización de Johns. Batman, Superman, Aquaman y Green Lantern en particular van a tener que trabajar en equipo. Hay desconfianza y cierta dosis de arrogancia, sí, parece que Aquaman, Superman y Green Lantern creen que probablemente podrían hacer su trabajo solos. Y, luego, de repente, Batman sugiere que deben comenzar a jugar en equipo. ¿Batman? ¿El tío más solitario del mundo? Ya veréis porqué…
A ver friends, que la policía no es tonta. ¿Qué harías tú para darle un lavado de cara a un grupo de superhéroes que en realidad es el único que representa a la compañía y que no tiene muy buena fama tras las pelis? ¿Contratar a los mejores autores para un cómic? Pues eso.