Nunca debe ser un problema leer y disfrutar de un cómic o un libro con cierta tranquilidad pasmosa. Lo importa en esto, como en todo hobby que se precie, es disfrutar. Y si uno va predispuesto a pasarselo bien, seguramente se lo pase bien. Si uno tiene entre manos un tomo que pretende disfrutar si o si porque le encanta lo que se propone, os aseguro que las posibilidades de que esto no ocurra pasan a ser ínfimas. Y esto que os comento, por ejemplo, es el modo en el que me enfrenté al nuevo tomito sobre el Chico Infierno que publica nuestra querida Norma Editorial.
El universo de Hellboy ya es conocido por su amplia gama de géneros de aventuras, desde historias de fantasmas, de casas embrujadas, hasta el enfrentamiento contra seres del averno y buenas peleas con ellos tipo Kaiju. Sin embargo, una cosa que no había visto nunca es ver como se introduce a este personaje en un clásico cuento de isla prehistórica al estilo de Viaje al centro de la Tierra.
En El joven Hellboy: La Tierra Oculta, una miniserie de cuatro números del maestro-creador Mike Mignola junto a Thomas Sniegoski, os encontrareis esto precisamente. Con ilustradores como Craig Rosseau, el colorista Dave Stewart y el rotulista Clem Robins, los cuales aportan una visibilidad magnífica a la historia. Una divertida trama de aventuras con dinosaurios y monstruos, pero con el toque adicional de la mitología de Hellboy.
Dice la sinopsis que: “Perdidos en una extraña isla tras sufrir un accidente de camino a una excavación en América del Sur, Hellboy y el profesor Bruttenholm se ven asediados por toda clase de monstruos… ¡Por tierra, mar y aire! Pero una extraña los rescatará y resultará ser una de las heroínas idolatradas para Hellboy… ¡Pero no están tan a salvo como creían! Un antiguo mal confinado en la isla está a punto de despertar…». Y es que contar mucho más que eso sería spoilear a cascoporro. Porque estamos ante una aventura de esas de acción, de peli palomitera en las que no terminan de acabar con un enemigo cuando sale otro.
El guión del creador de Hellboy y vanguardista de este universo Mike Mignola y su coguionista Thomas Sniegoski lo hacen sencillo. Decir lo contrario sería engañarnos. Pero todo enfocado a una aventura divertida y con la perspectiva del niño curioso al estilo del porculero enano que molesta a su padre, todo se vuelve aún más divertido y refrescante de leer. De hecho, muchas de las interacciones que tenemos en Hellboy y la A.I.D.P. (B.P.R.D.) son historias que involucran al joven Chico Infierno y su padre adoptivo, el profesor Bruttenholm; pero aquellas en las que este último está demasiado ocupado por culpa de su cargo. Por eso ver a los dos juntos por una vez en plan niño y padre que van a echar un día de parquecitos juntos y en un entorno al estilo Jurassic Park, es una cosa que mola bastante.
El joven Hellboy: La Tierra Oculta es un gran tributo a las clásicas historias de aventuras en islas misteriosas, aquellas magnificadas por Julio Verne; linaje que se remonta a los libros que tanto disfrutamos los niños de los 80 pero que tan buena fama tuvieron desde principios del siglo XX. Época donde también empezaron a despuntar los cómics de aventuras de la Edad de Oro y Plata, por cierto. Estrellarse con una avioneta en tierra inhóspita con cangrejos enormes deambulando, dinosaurios y simios irritables por doquier, es un tropo clásico y familiar en el género de aventuras, pero algo que para muchos de nosotros nunca va a pasar de moda.
Este cómic ofrece cada una de esas cláusulas pero con los giros relacionados con Hellboy como personaje y el mundo en el que habita. Diálogos simples pero divertidos. Ritmo intrépido. Lo dicho: para degustar con tranquilidad pasmosa.