Temía que Loki: Agente de Asgard estuviera inspirado y dirigido a una audiencia de fangirls/boys del MCU-Hiddleston-Loki. Y obviamente esto es así. Sin embargo, me ha sorprendido la profundidad de los arcos que se marca Al Ewing para con el personaje en este volumen, en este genial The Complete Collection que Panini Cómics publica este mes. Un tomo en el que uno puede disfrutar de todo-todito-todo el contenido de principio a fin.
La parte de su adolescencia y principios años hasta la veintena aproximadamente, me ha parecido formidable el nivel de enganche-lector que produce. Es un artefacto interesante de la cultura pop para un lector viejoven como yo, ese que prefiere los cómics con mucho para analizar. Pues hay dimensiones del Agente de Asgard aquí, que van mucho más allá del fan-service. Y eso pedía. Incluyendo, la sátira amistosa hacia el fandom que nunca se deja de lado. Es decir, un creador de canon que retome y/o critique sutilmente las ideas de los fans, de algo ya madurado y que pretende el análisis académico, nunca dejará de ser una oposición a la tendencia de la cultura. El pensamiento en blanco y negro debe ser ya olvidado. En definitiva, durante la lectura de Loki: Agente de Asgard me encontré pensando en más de una ocasión que es un cómic ideal para que mis hijos lo lean cuando ellos quieran. (La mayor no es mucho de superhéroes pero en el peque tengo esperanzas cuando sepa leer).
También me complacieron mucho las referencias detalladas a la mitología y cómo van más allá de los nombres, bocetos aproximados de personajes y conceptos famosos del Ragnarok. Simplemente, por que está mucho mejor explicado que en las pelis. Ewing opta por la interpretación cíclica del mito. Leí los primeros números de este cómic teniendo muy presente La Saga de los Volsungos (una obra que me encanta, un texto islandés escrito en prosa a finales del siglo XIII, que relata las aventuras del héroe germánico Sigurd que mata al dragón Fafnir en el Brezal de Gnita, y así se apodera de un tesoro mágico que termina por convertirse en el Oro del Rin). Y parte de esta historia, se adapta aquí, con Sigurd el cazador de dragones, su espada mágica Gram y el tesoro de Andvari y el enano, y todos jugando papeles importantes en un momento u otro. Eso me encantó. Pues el Sigurd de Marvel es llamado «el primer héroe de Asgard» de una manera que recuerda la costumbre griega de tener héroes como semidioses. Y no estoy seguro de cuánto, o si figura esto en otros cómics Marvel. Pero aquí parece diseñado para responder a algunas ideas modernas sobre dicha mitología. No obstante, a pesar de estos comienzos prometedores, tenemos un integral que no funciona totalmente como tomo o serie de historias independientes para un lector que no ha leído ningún otro cómic que hable de Asgard dentro del Universo Marvel. Contiene demasiadas referencias a otros cómics, y no sólo al troncal de trama que es un evento cruzado con otros superhéroes.
Pero está muy bien conseguido que estamos ante una colección que es un guiño a la alta probabilidad de que el Agente de Asgard pueda caer bien a muchos pero también mal a unos pocos. Se basa en la idea atractiva en la que el malo de la clase, gusta. Con premisas chulas como esa fuerza mágica desatada por el Dr. Doom y la Bruja Escarlata (que está trabajando con él, no con Los Vengadores a diferencia de las pelis) y hace que los héroes y los villanos cambien de bando con una facilidad pasmosa y embaucadora con su habla. Los villanos se vuelven buenos y los héroes malos. El joven Loki y Amora La Encantadora trabajando juntos a dúo es todo un espectáculo. Los dos son descritos como engreídos y santurrones, y Loki ya no quiere tener nada que ver con sus antiguos amigos, a quienes les gustaba por su moral un poco ambigua. Y los amigos a cambio concluyen con su «dejémoslos con su fría nobleza».
Entre 2014 y 2015 se publicó esta serie que podría haber parecido un mensaje moral típico y bastante sencillo del tipo que se encuentra en las historias de superhéroes. Recordad que este chico es quién venció a Ultrón. Aparte de eso, estamos ante una serie de humor bien llevada. Agente de Asgard es un ejemplo estelar de cómo renovar a un personaje con un cómic que reboza buen rollo y aventuras que dejan muy buenas sensaciones. Con un personaje que no a todos cae bien. Y eso es muy difícil de hacer.