La temática del crimen no es algo que solo me atraiga a mí. Creo que es un «must» para el ser humano querer saber, querer enterarse, el tener curiosidad por el cómo ocurrió todo en un delito, crimen o accidente. Lo veo casi cada día. A eso se le puede sumar una historia inventada o no y ya tendríamos el noventa por ciento del cóctel a disfrutar. Lo poco que falta es el buscar el lugar idoneo para “enterarse”, es decir, sentarse a leer, hablar con un testigo, cómplice o incluso con el mismísimo culpable. La curiosidad por saber.
Me dirgí a Los Perdedores con las expectativas muy altas por todas las cosas buenas que había oído. Y no sé, estaba bastante seguro de que no sería para tanto. Pero lo fue. El haber disfrutado de esta chulada de cómic que se han marcado Andy Diggle y Jock es algo que tengo que agradecer bastante. Y eso que solo es el primer volumen de la serie, recién publicado por ECC Ediciones, que recopila los doce primeros números. Pero cantidad de material para disfrutar casi de una sola sentada. Y si me permitís, antes de hablar sobre la historia, hablaré del arte. Jock es capaz de captar el tono y la severidad de los personajes tan perfectamente que parecen reales. En Los Perdedores tienes la sensación esa extraña cuando estás viendo un film de animación que ha sido elaborado con actores reales. A eso sumad los colores (negro y naranja) y derivados del constante crepúsculo que dan un tono a la historia muy de tensión y puertas abiertas a las sombras que se acercan. Pero no os equivoquéis hay tanta acción aquí, repleta de escenas rápidas, que se requieren páginas casi completas varias para movimientos planificados por expertos en coreagrafía.
Los Perdedores nunca pierde el ritmo. Seguí a cada personaje mientras se movía por la página, esquivando balas y veloz por tratar de lograr lo imposible. Muy Matrix todo en ese sentido. Mola. Y ahora pregunto yo. ¿Puedo describir como “maravilloso” a un cómic que contiene un alto número de muertos? En mi caso, la respuesta es clara. Si la historia se atañe bien a la realidad, o a una posible, sí. En la ficción estadounidense, la idea de tener que luchar contra un gobierno corrupto es un concepto común. No puedo imaginar por qué (risas irónicas). Los Perdedores es en parte una historia sobre ex-militares a los que se les deja de tener respeto y honor, tras su trabajo para el país. Pero también es una historia sobre atracos. Y a quién no le gusta un atraco bien pensado, complejo y bien perpetrado. Que se lo digan si no, a las recaudaciones de la saga fílmica de Ocean Eleven…
Este cómic eso es lo que aporta en gran medida. Los Perdedores no merece una reseña que diga menos. El diálogo es fantástico y se nota que es una historia bien pensada aunque los personajes no tuvieron mucho tiempo para desarrollarse con tanta acción (¡En doce números!). Sabes quiénes son y qué van a hacer a los pocos segundos de conocerlos, eso sí. Pero aunque todos tienen la misma misión, cada uno tiene sus propias motivaciones. Y eso les hace interesantes. Sinceramente, lo que más me preocupaba era el desarrollo de Aisha. Es la única mujer del equipo y eso siempre me preocupa, especialmente en una trama así. Pero no sé si afortunadamente es la palabra, para decir que ella es la más aterradora del grupo. Estoy acostumbrado a que las mujeres desempeñen el papel de «femme fatale» en un género en el que una chica que no es seductora, que no es cautelosa y que no rehuye matar gente sin pedir disculpas, se vuelve tremendamente atractiva. Mas, mola ver que aunque los demás puedan hablar mierdas a sus espaldas, no hay forma de que le digan nada a la cara. Y luego está la trama que la une con el chico más maluto de todos, cuando hay traición y es asesinado por uno de los suyos…
No cuento más. ¿La premisa? La Agencia pensó que se había ocupado de Los Perdedores, después de que estos estuvieran en el lugar equivocado el día en que su helicóptero se incendió. No hubo supervivientes y tras algunas denuncias, Los Perdedores pasaron a los registros como otro equipo de soldados de Operaciones Encubiertas que murieron trágicamente en batallas estratégicas de la CIA. Pero estos chicos sólo se hacién el muerto. Y ahora que han visto lo que realmente la Agencia trama, comienza la venganza.
Increíblemente expectante por leer el segundo volumen.