Las dos primeras películas de X-Men marcaron el comienzo de una nueva era para los mutantes, una en la que abandonaron el spandex (los trajes a los que llamamos por aquí el pijameo) y los llamativos supervillanos de cuero negro. También ese conjunto de problemas arraigados que ya venían de atrás. No obstante, Lobezno estuvo a la vanguardia de este cambio de paradigma. En cómic, cuando el volumen 3 de Wolverine fue lanzado, los lectores vieron un nuevo lado del viejete de las garras. Bajo la dirección de Greg Rucka, Logan viajó por el país en motocicleta, corrigiendo errores y nunca más vistiendo su uniforme tan (feo) característico. Por supuesto, los hechos ocurridos en formato cómic son cíclicos, y en 2004 ya el péndulo había comenzado a oscilar hacia otro lado. Bien. Ahora deciros que tras la creación de Astonishing X-Men, los mutantes se vistieron una vez más con sus llamativos pijamas y la cabecera de Lobezno siguió su ejemplo. Y llegó una denominado Enemigo del Estado del siempre genial Mark Millar, donde Wolverine no solo volvió a usar licra, sino que sus luchas se volvieron más épicas y fantásticas que nunca. Y ahora Panini Cómics trae este mes un glorioso integral con todo ello. Mark Millar y John Romita Jr. dándolo todo en una gigantesca aventura en la que la más mortal arma viviente cae en las peores manos posibles. Eso para empezar. Y dónde te preguntarás porque El Garras quiere destruir todo aquello que le es más querido.
Las obras de Mark Millar son a menudo lo equivalente en formato viñeta a lo que es una peli de acción propiamente dicha. Se ha comentado esto por activa y por pasiva. Su éxito viene de la acción que propone con solo un diálogo o dos y el suspense o tejemaneje que le da a las tramas propias de los mejores films de patadas voladoras. Enemigo del Estado no es una excepción. Millar comenzó su epopeya de doce números haciendo algo que pocos escritores se atreverían a hacer. Mató a Lobezno. La premisa central detrás de esta historia es que ha surgido un nuevo líder en el inframundo criminal llamado El Gorgón. Un mutante de increíbles poderes que es el lider de una secta secreta, una mente maestra que ha tomado el mando tanto de las interminables hordas de HYDRA como de los ninjas no-muertos a cargo de La Mano. El asesinato de Wolverine es una pieza más de un rompecabezas orquestado con la intención de derrocar a S.H.I.E.L.D. y las diversas súper potencias del mundo…
A ver, naturalmente, Lobezno no muere para siempre. Es resucitado por la magia de La Mano y se le lava el cerebro para que se convierta en el asesino definitivo a órdenes de El Gorgon. De esta manera, Logan vuelve a ser el asesino bestial que siempre fue. Pero toda la comunidad de superhéroes está temblando ante la idea de que Lobezno aparezaca en cualquier momento con la intención de matarlos. Y eso mola. Para muchos de ellos, la pesadilla se convierte en realidad. Antes de que terminéis este tomo, El Garras luchará contra Elektra, Daredevil, Los 4 Fantásticos e incluso sus amigos más queridos de los X-Men.
Mark Millar es alabado y criticado por su tendencia a contar historias épicas con superhéroes de renombre. Y les da un giro. Tocarles la moral y romper esquemas para con el aficionado -ese tiquismiquis que no quiere que le toquen ni un pelo a sus ídolos-. Pero hay que agradecer su “libertinaje” en ocasiones porque le salen grandes guiones en los que se brinda por favorecer el espectáculo por encima de la profundidad. Es por eso que os aviso para que no entréis en Enemigo del Estado esperando una narración cerebral al nivel de Arma-X o las historias más introspectivas de Lobezno. Esto es acción. Y ayuda que, superficial o no, la escritura de Millar sea sólida en todos los sentidos. Tal vez no capte la voz de Logan tan bien como lo hizo Greg Rucka en sus diecinueve números anteriores, pero el monólogo del Wolverine de Millar lo vais a encontrar inteligente y evita tocar muchas cosillas típicas que los lectores de El Garras llevamos viendo a lo largo de los años. Durante la primera mitad de la historia, cuando Wolverine permanece con el cerebro lavado, vemos un lado completamente nuevo y muy oscuro de su furia frenética. ¿Recomendado entonces?
No conozco a un Millar-Lobezno mejor, tras la joyita llamada El Viejo Logan.