Una buenísima recomendación en formato cómic que se me ocurre para esta época navideña en la que estamos (más que nada, porque me preguntaron ayer mismo); algo ligero, chulo, preciosista y lo más importante económico, sería, sin duda, Nieve, Cristal, Manzanas; ahora que acaba de ser publicado por Planeta Cómic en nuestro país. Un regalo -nunca mejor dicho-, que ofrecieron al mundo del noveno arte Neil Gaiman y el ilustrador Colleen Doran, tras adaptar el relato del mismo nombre que ya escribiera el propio Gaiman en su día. Una escalofriante adaptación del cuento de Fantasía que fue publicado en USA por la siempre interesante Dark Horse.
Ideal para la época que estamos, un relato que es una reinvención del clásico de Blancanieves, pero contado desde la perspectiva de la madrastra. Curioso, ¿no? Pero hay más, Nieve, Cristal, Manzanas es terrorífico. Y todos sabemos cuánto ama este que os escribe una buena historia de Neil Gaiman y más si es de Terror. Es uno de mis autores favoritos que escribe actualmente curiosamente poquísimo y es difícil saber en qué demonios anda. Pero todavía no he encontrado una historia suya que no me guste. Un tío que le da a todos los medios de entretenimiento, como debe ser. Por que un autor, un creativo, que en los tiempos que estamos no esté dispuesto a asumir cualquier reto, poco va a vivir de su trabajo…
Algunas de mis preferencias de Gaiman son las adaptaciones a cómic de su trabajo. Por eso estoy tan agradecido a Dark Horse USA y a Planeta Cómic porque esto llegue aquí. Unas traslaciones llevadas a muy buen puerto que siempre resultan intrigante ver cómo los artistas con los que se alía el maestro visualizan la obra del nativo de Portchester. Un autor que consiguió, quizás, una de sus primeras y más grandes rupturas dentro del mundo de los cómics con su obra eterna Sandman. Y aquí es donde entra en juego Nieve, Cristal, Manzanas. Puede ser uno de los relatos que más recuerdan a su obra magna. si bien pudiera ser que estemos hablando de una historia que tendría perfecta cabida dentro de dicho universo. En este magnífico cuento, una reina no tan malvada está aterrorizada por su monstruosa hijastra y está decidida a repeler a esta criatura y salvar su reino de un mundo donde los finales felices no son tan felices para siempre…
La historia corta en la que se basa este cómic es, quizás, uno de los relatos cortos más conocidos de Gaiman. Una vuelta de tuerca al cuento de hadas de Blancanieves con la máxima: ¿Qué pasaría si Blancanieves fuera una especie de monstruo vampiro y la «Reina Malvada» solo estuviera tratando de salvar su reino de una horrible amenaza? Esta es la pregunta, el trasfondo del cuento, una trama inquietante con bastante suspense y que obviamente terminará en tragedia. No es un cómic para leer a un niño. Tira más a las fuentes. Como inicialmente fueron aquellos cuentos primarios con los que Andersen o los hermanos Grimm horrorizaban en sus recopilaciones.
Una historia corta pero realmente sólida. Que como os decía tiene su base literaria en un relato publicado en la antología Smoke and Mirrors, de Neil Gaiman. Un guión donde el autor maneja el tema con cuidado, recorriendo una delgada línea entre la simpatía por todos los personajes y la representación de cosas monstruosas con un toque aterrador. Entretenida, inquietante y espeluznante, serían los calificativos. Pero lo que más me intrigó de esta adaptación fueron los extractos que presentaban algunas de las ilustraciones de Colleen Doran. Su estilo prometía una versión realmente interesante, única y hermosa del cuento original y me encontraba emocionado al leerlo. ¿Cómo resultó? Tan bueno como esperaba, ¡si no mejor!