Jodido Bastardo: Isabel es el primer volumen de una colección presentada en el país galo como una serie de historias-eventos muy original dentro del cómic europeo. Mismo lugar donde Régis Loisel (en este caso, como guionista), demuestra su capacidad para hacerlo también-bien en el terreno de contar historias. Pues para este proyecto se confían los pinceles a Olivier Pont, cuyas ilustraciones son tan chulas como inspiradoras. Ideales para la historia que se cuenta. Dos autores que curiosamente habían querido trabajar juntos desde que estuvieron en la Guyana, un país de América del Sur, ubicado en la costa norte, que limita con Surinam, Venezuela y Brasil. Una historia que ambos autores se llevan (lógicamente) a ese lugar verde y frondos, muy cerca del sitio de construcción de la trans-amazónica, lo que le da a la historia un tono muy Indiana Jones. Y aunque la aventura sigue siendo bastante clásica, está particularmente bien construida, con sentido del humor y logra cautivar desde las primeras páginas. Y con personajes muy realistas.
Con todo, personajes ordinarios, que por lo tanto no tienen el perfil del héroe típico. Pero los mismos con los que el lector puede identificarse fácilmente. Y siguiendo con la comparación, en su franqueza y juventud, Max no se parece en nada a Harrison Ford. Simplemente, es un turista. Y además de Max están Charlotte y Christelle, la pareja de enfermeras lesbianas, y Corinne, la guapa expatriada con un carácter fuerte y una sexualidad libre. Personajes que hace unas décadas hubiesen sido considerados unos hippies, unos descarados, pero que a día de hoy ya no suelen ser categorizados en nada que no sean personas normales. Como debe ser.
Nuevo Nueve Ediciones publica este álbum en nuestro país. Una buena serie de aventuras, bien construida y narrada, con adorables personajes embarcados en una peligrosa espiral en la siempre dificil selva amazónica. Un grupo de personajes geniales, por tanto, enfrentados a la jungla, unos villanos bastante retorcidos y un inesperado secreto (antiguo secuestro, desaparición, etc.). En definitiva, un cóctel capaz de intrigar al lector que a poco que le de una oportunidad, quedará encantado. En especial, porque el dibujo de Pont, en un estilo semi-realista, se vuelve fácilmente dinámico y permite una lectura suave y agradable.
Gráficamente, de ninguna manera os decepcionará.
Narrativamente me encantó el entorno: el fondo de la selva brasileña en los años 70 y esa atmósfera mucho más violenta que empezaba a fraguarse entre los trabajadores forestales que se aprovechan estar lejos de la civilización. Me emocionó mucho esta lectura y esta inmersión en el Brasil de la época junto a tan simpáticos protagonistas. Pero cuando el tono de la historia de repente se vuelve mucho más serio, con acción y persecución, me sentí justo en medio de un film de acción que no esperaba. Héroes y heroínas en pleno peligro, lejos de todo y que cuentan con escasos medios para defenderse.
El tándem Loisel y Pont nos lleva a Brasil. Y no al de las postales, precisamente.
El volumen termina con un «cliffhanger» tremendo que casi me provoca un paro cardíaco. Lo que lleva a hacer que odies un poquito a la editorial por no disponer en tiendas de un segundo volumen YA.
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