Vamos calentando motores que se aproximan nuevamente tiempos guaposos de Star Wars. Por lo que uno, como no lo puede dejar mucho tiempo después de haber sido envenenado con el dardo ya hace unos años con esta saga/mundo/universo mítico; pues recurro a Planeta Cómic, lugar donde encontrar toda una serie de títulos y eventos de La Guerra de las Galaxias y su Universo Expandido que me flipan. No hace mucho reseñé El Miedo No Existe (https://www.cronicasliterarias.es/?p=6643), cómic de The High Republic, este nuevo evento tan en boga ahora, que me dejó unas tremendas sensaciones. Bien, pues para los interesados, deciros que dentro de The High Republic se están elaborando toda una serie de títulos la mar de interesantes pero también independientes a la hora de disfrutar; siempre que tengas asimilado el concepto base para con la historia, y del que si no sabes nada, yo te cuento.
Star Wars: The High Republic es un proyecto que fue anunciado por primera vez como Proyecto Luminous, una idea general en el que empezaron a trabajar Cavan Scott, Claudia Gray, Charles Soule y varios autores más como Daniel José Older, Harvey Tolibao y Rebecca Nalty. Es decir, autores que ya han trabajado en obras para el Universo Expandido, y que pensaron en una idea que abarcaría tanto cómics como libros para contar una historia interconectada ambientada en la Era de la Alta República. ¿Cómo? Tranquilos, que sé que no todo el mundo es tan friki, jajaj… Son y serán aventuras ambientadas dos siglos antes de los acontecimientos del Epidodio I: La Amenaza Fantasma, aquel film donde vimos la infancia del glorioso Darth Vader.
The High Republic: Aventuras que recién publica Planeta Cómic contiene los primeros cinco números de la serie original. Es uno de los tomos recopilatorios de IDW que más se ha vendido en USA aunque aquí se ha decidido publicar en formato TPB. Un tomito donde nos llevan al Sistema Trymant, donde un grupo de jóvenes padawans, bajo la guía de Yoda, andan en una misión en la ciudad de Bralanak, para salvar a la gente de las consecuencias del desastre hiper-espacial, y donde una joven jedi llamada Lula Talisola, pronto se convertirá en una de sus más brillantes discípulas. Mientras tanto, en la ciudad de Bralanak, nos encontramos con un habitante de Zeen Mralan al que siempre le educaron para tener un enorme cuidado con todo lo que respecta a la Fuerza. Y ya sabréis porqué. Pero Yoda despliega en la ciudad a los padawans en deslizadores para salvar a todos los civiles que puedan. Lo que lleva a una escaramuza con algunos piratas que han aprovechado para saquear el planeta. Y como colofón del primero número, se cuenta un secreto que dejará a muchos fans con el culo torcido.
Así empiezan estas aventuras palomiteras de una nueva época chula de Star Wars.
Como gran fan de la mejor saga espacial de todos los tiempos, nunca tengo suficiente tras leer y ver films que corresponden al canon de Lucas. Pero fuera, hay más. Los libros y autores también súper fans, hacen un trabajo glorioso porque lo sienten y con ello se inspiran y rellenan huecos de una trama eterna, de épocas, mundos, diferentes culturas, infinitas historias que se quieran proponer e imaginar. Por que para intentar recopilar algo así…, la metáfora es fácil. Con Star Wars se tiene todo un universo para crear todo y más de lo que uno quiera, o mejor dicho, Disney en estos momentos te deje explorar. El ejemplo lo tenemos claro en la seriaza que se han marcado Jon Favreau y Dave Filoni con The Mandalorian. Dos fans de toda la vida, trabajando con amor para la saga que llevan en su corazón desde pequeños, de ahí, ¿qué pude salir mal? Pues eso mismo está ocurriendo con The High Republic.
Si metemos o se reúnen unos pocos de los autores que llevan toda una vida haciendo cositas para Star Wars, todo para crear una serie de aventuras y nuevos eventos, en ese «brainstorming» de cabezas pensantes con dones literarios… Las historias salen como churros. Pero churros buenos para mojar en chocolate. Que si te crean una raza nueva, un personaje distinto que dirige todo un clan, un jedi diferente en conceptos, un cazarrecompensas del que pende su familia, un pícaro que roba para un Estado o un soldado del Imperio que odia su trabajo… Saber de sus vidas, mola. Y pienso disfrutar del Universo Expandido, todo el tiempo posible que mis ojos lectores me dejen.
Eah.