Hacer recomendaciones de lectura para Halloween y no tener en cuenta a Junji Ito es como hacer una fiesta e invitar a todo el mundo a agua. Cero sentido. Junji Ito es el culmen de los relatos cortos de Terror desde hace ya algunos años. El maestro que todo el mundo debería leer…, pero no solo de manga, sino de libros, cómic o todo lo que lleve letras. A poco que ames el Terror, indispensable leer sus obras. Y es que Junji Ito no necesita mucha presentación, aunque siempre estoy feliz de poder hablar sobre él. Por que eso significa que hay un nuevo titulo suyo entre las novedades.
Durante los últimos diez años, se ha convertido en uno de los creadores de manga más populares a nivel internacional, y se ha convertido en éxito incluso entre personas que no leen manga. ¿Lo mejor? Que cualquiera de los títulos que ya existen en librerías especializadas, la extensa cantidad de obras que ECC Ediciones ya ha traído a nuestro país, cualquier de ellos te vale para empezar a disfrutar de este autor. Crea historias súper digeribles, cercanas, y lo mejor, muy dignas de aquel cine de Terror japonés que tanto impactó al mundo con films como The Ring, Dark Water, La Maldición, El Grito o El Ojo. Terror del bueno porque son historias tan simples y mundanas que a cualquiera de nosotros nos podrían ocurrir. Dicho esto, uno de los creadores más apreciados de todo el panorama de la cultura pop japonesa vuelve a dar un paso al frente con esta antología. Que por cierto, cuenta con relatos más largos de lo que es normal en el autor y eso provoca que esplendan. Tienen más consistencia y se desarrollan cositas que otras veces no. Siempre lo digo, a ver lo que tarda Hollywood en en darse cuenta de lo maravilloso que es este genio.
Genkai Chitai aproximadamente traducido como El Umbral de los Siniestro es una especie de área de descanso donde ocurren cosas a lo Twilight Zone. Lugar donde comienzan a ocurrir hechos extraños en la vida diaria de los transeúntes. Este tomito explora esas perturbaciones creadas por estas rarezas temporales donde obviamente el potencial de Junji Ito va a llenarnos la cabeza a diferentes indulgencias espeluznantes. Provocando que miremos en lugares de nuestra casa donde antes no habíamos mirado con esta obra formada por cuatro relatos terroríficos, historias sobre muertos muy vivos, espectros, voces del Más Allá y la incertidumbre que muchas veces tenemos entre la vigilia y el sueño.
La cuesta de las plañideras nos habla de una pareja que se va de escapada a la sierra y al pasar por un pueblo se topan con un lugar donde aún quedan plañideras. ¿Qué? Esas señoras contratadas para llorar en los entierros que ya normalmente no se ven. Un encuentro que se volverá contra ellos para siempre…
La Madona nos lleva a saber de una de una chica que entra en un internado religioso donde los profesores son como mínimo misteriosos de ocultar un Mal que nadie piensa. La atmósfera opresiva del colegio que Ito crea aquí es maravillosa.
La corriente espectral de Aokigahara habla de una de esas muchas parejas que van a suicidarse a la falda del monte Fuji. Pero en esta ocasión descubren una cueva.
Cierra el tomito El Duermevela. Que cuenta el caso de varios asesinatos que se están dando en el que las víctimas aparecen acuchilladas y cubiertos con una parca. Muy a lo Aaron Boone en Razas de Noche, el protagonista cada vez que se despierta, tiene ligeros recuerdos de dichos asesinatos y llegar a pensar que él es el asesino. Historia con un tremendo desenlace.
ECC Ediciones sigue trayéndonos (¡Y qué no pare!) el mejor Terror en formato manga. Un nuevo recopilatorio del maestro que no sólo no-debe faltar en cualquier biblioteca de Terror que se precie, tampoco en cualquier fiesta donde Halloween sea el motivo de la reunión. Asombro, desasosiego, terror… Otro indispensable.