Diré algo muy obvio. Con la publicación traída a nuestros días de joyas del cómic como son las antologías Tales from the Crypt (https://www.cronicasliterarias.es/?p=5567) y ahora Weird Science, mi opinión es que Diábolo Ediciones se ha puesto en el candelero como editorial totalmente a seguir. Obras que se agradecen en un nuevo formato, grande, a color y en tapa dura. Son obras que uno gusta tener en la cómicteca y sacar de vez en cuando para leer y quedar satisfecho con historias que con poco dicen mucho. Son (repito) joyas en sí mismas que uno debe tener. Y que se disfrutan aún más en esta época de Halloween donde los mejores géneros de la ficción se empoderan tanto en tardes de penumbra y frío. Por eso, y solo por eso, la publicación de Weird Science es otra celebración.
Weird Science fue una de los semanarios comiqueros de la famosa línea EC Comics que tanto revuelo causó a mitad del siglo pasado. Si Tales from the Crypt abogaba directamente por el Terror más puro, Weird Science lo hacía por la Ciencia Ficción. Quiero dejar muy claro ya que si recomiendo hacerse con esta nueva edición de Diábolo Ediciones, no es solo por ser una maravilla en sí que todo fan del cómic debería tener/leer; el tema es que encima os lo estoy recomendando como compra para disfrutar en Halloween y esto es porque Weird Science aún brindando por la CF, la mayoría de sus relatos cuentan con demasiado Terror cerca. Un ejemplo sería decir que estamos ante guiones súper disfrutables para aquellos que consideran el film Alien, de Ridley Scott, más una peli de Terror que de CF. Aunque a mí me gusta decir, que dicha obra de arte mezcla ambos géneros por igual. Bien, pues ese sandwich-mixto calentito es lo que encontraréis en Weird Science.
Durante un período de cuatro años, un semanario que publicó algo más de veinte números y finalizó con el número de noviembre/diciembre de 1953. Weird Science es otra maravilla que Bill Gaines y Al Feldstein se sacaron de la manga en una época en la que CF comenzaba a despuntar en mi USA de mis amores. La revista bimensual reemplazó a otra de romances (Saddle Romances) cuyas ventas no iban bien. Pero fue una transformación y Gaines y Feldstein decidieron no reiniciar la numeración para ahorrar dinero. Por eso no debéis asustaros al encontrar que este primer tomo comienza con el Weird Science #12, llega hasta el #15 y después le sigue el Weird Science #5. Fue a partir de este último que todos los números se enumeraron ya correctamente. Debido a esto, el Weird Science #12 de mayo/junio de 1950, es, en definitiva, el primer número de la colección.
Pero no hay temor aunque estemos antes cómics de los 50s. Historias bellamente representadas, y ahora recoloreadas para un genial tipo de papel. Nada que ver con anteriores ediciones. Además del avance de George Lucas (el dios creador de Star Wars), que leyó estos cómics cuando era niño, también el tomo aporta un relato de Grant Geissman sobre cómo surgieron en la EC Comics dichas revistas. Pero lo que importa es, que aquí vais a encontrar cómics súper inspiradores. Según Geissman, Weird Science y su compañera Weird Fantasy, cuentan con los considerados «primeros cómics verdaderos» de Ciencia Ficción. Ejemplos anteriores eran las historias de aventuras al estilo de Flash Gordon ambientadas en el espacio, pero Weird Science ocupó otros tantos temas variados que quedaban en el candelero: invasiones alienígenas, robots y viajes en el tiempo. Si a estos temas incluimos a villanos malos-malutos que quieren destruir el mundo porque sí, ya tenemos los ingredientes indispensables para la paella que nos gusta devorar de una sentada. Sazonadas con un vinito de ansiedad por las armas nucleares que era otro tema común entonces.
Hay una historia en este volumen que involucra a un hombre caído accidentalmente bajo la influencia de una máquina que provoca que comience a encogerse sin cesar hasta ser más pequeño que un átomo. Y continúa. Es una historia que me recordó a mi amado relato Submicroscópico, una historia que además fue publicada seis años antes que la famosa trama de Richard Matheson (The Shrinking Man), que se convertiría en la famosa película El Increíble Hombre Menguante un año después. Es decir, que nunca mejor dicho, estamos ante Historias de Anticipación. Los mejores guiones que inspiraron a grandes maestros que parieron grandes obras después. Guiones, la mayoría escritos por Al Feldstein, tío que tenía una imaginación notablemente maravillosa para la época. «Cosas” del Espacio Exterior, ¡La Micro-Raza!, El Hombre Eterno, He creado un… ¡Gargantúa!, La Última Guerra del Mundo y/o ¡El Hundimiento del Titanic!, son historias que se os grabarán a fuego. Pero también otras muchas que sorprenden por su originalidad. Feldstein dibujó además algunas de las historias pero otros grandes consagrados pasaron por aquí: Frank Frazetta, Al Williamson, Sid Check, Jack Olesen, Wally Wood, Jack Kamen, Harvey Kurtzman (estos tres últimos creadores de la revista MAD años después). Una mancha del espacio exterior, una conspiración alienígena secreta en la tierra, más de una paradoja de bucle temporal, un hombre gigante desenfrenado, plantas súper sensibles que atacan a los humanos y el final de la mundo varias veces. ¿Qué más puedes querer leer en un ratito de sofá?
Cuentan que el dibujante/guionista Harry Harrison se atribuye el mérito de haberle dado originalmente a Gaines la idea de publicar Ciencia Ficción en formato cómic. Bendito el momento.
Otra colección indispensable.