Dentro de esta nueva afición marvelita a la que me enganché no hace mucho de leerme todo-todito-todo para saber mucho-mucho más de Veneno, me surgió la duda más de una vez de pensar como sería un enfrentamiento de Miles Morales con ese bicho negro del espacio exterior tan de moda. El nuevo Spiderman que a todo el mundo le cae bien, no es para nada un Peter Parker negro. Eso por un lado. El que haya leído alguna de sus aventuras sabe que para nada reacciona igual ante una catástrofe o un villano rencoroso, que el Spidey que todos conocemos. Me molaba la idea de saber… y entonces vi que Panini Cómics publicaba este mes La Guerra de Veneno, del genial Brian Michael Bendis, que tan buenas criticas USA tiene. Que por cierto me recomendaban hace tiempo y ahora que salía en un tomo integral no había ni que pensárselo. Porque además incluye otro genial arco como es Nunca Jamás.
Brian Michael Bendis continúa sorprendiéndome con su nuevo y extraordinario Spiderman, el chavalito Miles Morales. Y ahora mucho mejor que ya pasó la historia todo el alboroto sobre su raza y la única razón por la que vamos a hablar de este cómic es por lo increíble que es. Veneno ha regresado luciendo brilli-brilli de la misma manera monstruosa que lo hizo durante su debut original en Ultimate (con Sara Pichelli dando su propio giro al diseño). Los Ultimate Comics de Spiderman tienen ese don de entusiasmar a poco que leas. Para los que no gustan del Venom clásico aquel epítome del cómic de los 90, el Ultimate Venom sí puede que os guste por su origen actualizado, sensato y personal que Bendis imprime. Aunque será difícil saber si se relacionará el personaje malvado con la historia de Miles tan fuertemente como lo hizo con la de Peter. De todos modos, tenemos una excelente visión de un Ultimate Escorpión y Batroc como prueba. Confío en que Bendis lo cuente más adelante.
En La Guerra de Veneno, mientras el gran malvado hace una entrada explosiva, J. Jonah Jameson se roba el centro de atención con una escena sentimental pero desgarradora que muestra el impacto de decir que Spiderman y Peter Parker tuvieron en su vida un hueco muy importante. Por eso la importancia de proteger la identidad del nuevo Spiderman. Una escena donde el dibujo de Pichelli hace que todo crezca en poder emocional. Y una de las muchas razones por la que deberías estar leyendo este Ultimate Comics Spiderman. Sumando una emocionante conclusión de la que os contaré bajito, al oído… que lleva a una tremenda tragedia personal para Miles Morales. Ya sabéis, es cuestión de tiempo que nuestro querido vecino sufra un importante herida personal. Pero Bendis tira un cebo y cambia con el final de la historia. Incluyendo además el homenaje de la portada del número que muestra a Miles alejándose de un bote de basura como lo hizo Peter en el Amazing Spider-Man #50.
Magnífico Bendis.
Nunca Más es el segundo arco que se incluye en este tomo. Una historia en seis partes como le gusta hacer a Bendis donde explayarse con el arácnido donde toma una maniobra arriesgada al adelantar el reloj un año después de que Miles perdiera a su madre y dijera que ya no sería más el Hombre Araña. Esto demuestra más que nada que Miles Morales no es Peter Parker. Bendis ha puesto a Miles en muchas situaciones similares pero la forma en que Miles las maneja es diferente. Tanto en lo onvio como en lo sutil. En lugar de usar su pérdida como motivación para ser un héroe, literalmente destroza el traje y se pira. Aunque un año después, Bendis hace ver que esta decisión lleva a un Miles que, aunque tan solo un año mayor, el tiempo ha sido más que suficiente para ver que ha madurado bastante. Con la inclusión de Jessica Drew mientras intenta sacar a Miles de su retiro, que es una escena reveladora para el estado mental del Spidey del momento. No sé ustedes, pero si alguien me regalara esos dulces de S.H.I.E.L.D, desde luego, volvería a ponerme el traje lo antes posible… Cuando lo leáis sabréis a qué me refiero.
Lo mejor de todo es que Miles sigue diferenciándose de su legendario predecesor, Peter Parker, y mola leer sus aventuras casi en la misma proporción.