Uno que cada no mucho necesita Star Wars, ante la ausencia de pelis, tira del Universo Expandido que para eso está. Libros, cómics y alguna que otra serie de TV que nos calma la sed con argumentos nuevos, todo antes que revisitar las joyitas que tenemos en nuestro haber. Uno lo que hace es alzar su Ala-B y dirigirse a Planeta Cómic que es ese planeta donde uno/a puede aterrizar en puerto estelar, y encontrar estas chuladas de publicaciones del Universo Expandido con los que uno calma la sed. Novedades que por fin llegan a nuestro país. Donde por fin se ha publicado el tan esperado arco llamado The High Republic, la considerada nueva era de Star Wars en formato cómic.
Un primer volumen que recoge los primeros cinco números de la serie. Una trama que nos lleva al pasado, a la edad dorada de los jedi y ahora os digo una cosa: aferráos a vuestros sables de luz, queridos padawans, pues viene una historia con una fuerza tremenda, que llega aquí, ahora, pero entró en USA a principios de 2021 con una cantidad de títulos que nos ponen coordenadas hiperespaciales establecidas doscientos años antes de la Saga Skywalker. Aun así, una nueva aventura interconectada. Pues el guionista Cavan Scott hace un gran trabajo para configurar una historia que engancha a través del atractivo que siempre tiene en esta obra la interconexión de personajes, escenarios, mundos…
Y ya en las escenas iniciales nos encontramos con la padawan Keeve Trennis que actualmente se entrena con un maestro trandoshano llamado Sskeer. ¿Sabéis quién es? Sólo diré que en este momento Sskeer tiene un brazo y está fresco como un pepino. Además de eso, realmente no hemos visto muchos trandoshanos en el universo de Star Wars que sean jedis, ¿no? La propia Keeve es un personaje nuevo y maravilloso y que la presenten en la cúspide de su título de caballero es una brillante elección para empezar. Rebosa personalidad y parece la combinación perfecta de torpe y tía dura. En sensaciones, me recordó bastante a cuando conocimos a Rey Skywalker por primera vez. Aunque Keeve es muy de decir palabrotas y se emociona bastante cuando conoce a otros jedis. ¿Podéis culparla? Os encantará.
En general, es un cómic muy de inicio que empieza con una historia bastante autónoma. Pero es más un adelanto de otra cosa que está por venir. He podido saber que para aquellos suertudos que han tenido la suerte de leer todo lo existente en otros medios sobre la Alta República, lo que aquí se cuenta es mucho tiempo después de los eventos contados en la novela de Charles Soule (Luz de los Jedi). Que estoy loco por leer, por cierto. Y curiosamente pocas horas antes de la misión en el Faro Starlight.
En los momentos en los que la galaxia se está recuperando del Gran Desastre Hiperespacial que acabó con innumerables vidas cuando los escombros de las naves espaciales devastaron el sistema Hetzel a la velocidad de la luz; al mismo tiempo en el que vemos a Keeve entrenando con Sskeer en sus Pruebas Jedi empuñando su chulo sable de luz de doble hoja que se puede quebrar en hojas separadas. Una tarea aparentemente imposible con los insectoides locales llamados Ximpi, zumbando en su oído, pero bueno. Como os decía, The High Republic: El Miedo No Existe recoge los primeros cinco números de la serie. En estos se presenta bastante acción y una amplia gama de personajes que marcan el tono y la aventura épica de inicio con la que la padawan Keeve Trennis tendrá que lidiar.
Emociona ver tantos datos, aprender más sobre nuevos maestros, héroes, villanos y lo que es mejor: tipos de armas, naves, razas y mundos diferentes a los conocidos. Que para mí siempre ha sido el verdadero atractivo de Star Wars. El Gran Maestro Jedi Veter compartiendo título, nada más y nada menos, que con el propio Yoda. Wow! ¿Y el arte? El arte de Ario Anindito y el entintado de Mark Morales muy resolutivos.
Un comienzo prometedor para una época de oportunidades y aventuras. Un tomo que además aporta una galería de bocetos al final, otra de personajes y portadas de cada uno de los cómics.
Tomitos que dan lo que pido.