Para un día como hoy pega una reseña como ésta. Una que trata el aniversario del famoso 11-S que sacudió al mundo en 2001. Yo estuve allí en la medida de ser persona consciente de lo que estaba sucediendo por momentos a través de los noticiarios españoles. Ya había nacido, no era un bebé, ni siquiera un adolescente. Sufrí el miedo que desprendía casi cada canal de TV que emitía el atentado en nuestras horas de almuerzo; primeras horas de la mañana en Manhattan (Nueva York). Como amante de la ciudad que nunca duerme, y unos cuatros años antes de visitarla por primera vez, viví el miedo. Escenas, rostros, situaciones que recordaban a esas películas de catástrofes en las que los protagonistas visualizan un ataque al mundo por parte de extraterrestres. Fue nuestro fin del mundo. La gente corriendo por las amplias avenidas de Manhattan sufriendo DE VERDAD. Eso sin contar las noticias que iban llegando del secuestro de otros aviones en diferentes puntos del país y que presagiaban algo mucho peor…
Cada persona consciente de la situación vivió el miedo. Entiendo que no, pero si por casualidad algún lector de Desde New York – Crónicas Literarias no sabe muy bien de qué estamos hablando, aporto una parte de la sinopsis de Norma Editorial que hace un buen resumen:
«Nueva York, 11 de septiembre de 2001. Dos aviones se estrellan contra las Torres Gemelas en Manhattan las denominadas World Trade Center. Un atentado sobrecogedor que se atribuyó la organización terrorista Al Qaeda que tenía como líder a un famoso talibán llamado Bin Laden. Se cobró casi 3000 muertos. Terrorismo global, Irak en el punto de mira, Guantánamo, vigilancia masiva en aeropuertos y fronteras, Afganistán, el Estado Islámico…».
En el cómic 11 de Septiembre de 2001: El Día que Cambió el Mundo descubriremos una historia más con el atentado como fondo. Una historia más de las muchas para las que ha dado esta catástrofe que hoy mismo celebra aniversario. Veinte años ya, madre mía, de esta locura. Cómic europeo donde los franceses Baptiste Bouthier y Héloïse Chochois revisan los hechos a través de la vida de una chica llamada Juliette. Un volumen en cuya portada hay un edificio consumido por las llamas y justo al lado la sombra amenazadora de un avión acercándose a un segundo edificio… Una foto, la ilustración de un segundo que ha quedado marcado en nuestras consciencias. Pues ahora, veinte años después de los atentados del World Trade Center, recuerdos e imágenes de lo sucedido, a poco que te pares a pensar, siguen muy vivos. Y ya desde las primeras páginas del cómic, Baptiste Bouthier y Héloïse Chochois, hablan de un hecho al que todo el mundo hace referencia cuando este tema sale a debate. Es decir, hablar sobre «dónde estaba cada uno y qué estaba haciendo cuando la tragedia se dió». Pero vamos a lo que vamos.
Desde el principio, descubrimos a Juliette. Es septiembre de 2021 (¡Más actual imposible!) y está a punto de abordar un vuelo a Nueva York para ir a ver a su prima. Allí, en el avión, todo se remonta al día en que como dice el título «el mundo se puso patas arriba». Un espectáculo hipnótico, un momento de desconcierto e incomprensión, a través de este personaje, adolescente en el momento de los hechos, con la cual seguimos el transcurso del día, cuidadosamente documentado y compartido entre el viejo y el nuevo continente.
Pero hay más. Por un lado, el punto de vista de un estudiante universitario francés, recordando el impacto mundial de esta tragedia. Por otro, el horror vivido en el lugar, a la sombra de las dos torres, todo retransmitido en pantallas de todo el mundo: la bola de fuego y el humo negro que se eleva en el cielo, los cuerpos que saltan al vacío. las llamas, el derrumbe de las Torres Gemelas, la nube de humo que recorre la ciudad, el miedo y el pánico que se apoderan de las calles… Todo, mientras que en esta niña de catorce años, este espectáculo hipnótico provoca un momento de desconcierto e incomprensión -compartido por adultos igual de perdidos- en toda Nueva York. Y el mundo quieto. Apenas se moviliza por el susto. Pero un cómic algo coral que se detiene brevemente en varios destinos: el de Brian Clark, uno de los cuatro supervivientes que se encontraban por encima del punto de impacto de la Torre Sur, Joseph Pfeifer y Frank Campagna (bomberos) y Suzanne Plunkett, fotógrafa de prensa que realizará una de las tomas más famosas de los hechos.
11 de Septiembre de 2001: El Día que Cambió el Mundo es interesante y pedagógico. Publicado antes de la retirada de las tropas estadounidenses en Kabul hace unas semanas. Lo que explica bien los riesgos de la intervención USA en este país. Echádle un ojo.