Reseña: Pulp, de Ed Brubaker y Sean Phillips

Supongo que muchos de vosotros tendréis vuestros autores favoritos de los que os compráis e intentáis leer todo-todo. De los que aunque escriban una obra en papel de váter, lo queréis tener/leer todo. Se llama ser fan, aunque ahora le dicen ser fanboy o algo así. Pero normalmente esto pasa porque confías en esos autores y sabes que rara vez te defraudan. Ya puede ser un tema muy bizarro o uno que no les pega ni con cola que cuando te pones a leer, no paras de susurrar: «Madre mía, qué bueno es». O qué buenos son. Pues si es de esos que se complementa o se completa con una pareja de ilustrador como es el caso Ed Brubaker y Sean Phillips; dios, pero qué buenos son.

Por otro lado, sabéis muchos que con los años he encontrado el “lado bueno” del Salvaje Oeste; un cine, una literatura, un tipo de cómic que de pequeño nunca me gustó y ahora se puede decir que lo amo. Sólo por eso conocer de la publicación de Pulp entre las novedades de Panini Cómics y con este tandem de autores en los créditos, me puso casi el vello de punta. Y no sé si lo siento o me alegra decir que amigos, Panini Cómics este año en verano no ha parado de sacar joyitas. Otros años (aunque creo recordar que un par ya que hace lo mismo), Panini Cómics, más o menos en junio, julio y agosto, sacaba poca cosa. No poco bueno, sino poco en cantidad; el continuo de ciertas cabeceras y algún que otro integral interesante. Pero poco en cantidad. Este año, da miedo. Joya del cómic tras joya. Menudo julio estamos viviendo. Diez súper recomendables, al menos. Y no tienen porque ser grandes tochales.

Un ejemplo de ello es Pulp, una historia corta, one-shot, de los maestros Brubaker y Phillips; que si me pongo a nombrar joyitas que tienen juntos publicadas, no paro. Los mejores creadores del cómic de genero negro que han existido nunca. Pulp es un nuevo giro en una trama que hemos visto antes. Pero que tiene ese toquecito que siempre engancha. A un señor mayor llamado Max Winter, sus días de gloria le pesan pero se le da una última oportunidad para enfrentarse a lo injusto. Posiblemente, un nuevo intento de alcanzar la gloria. Una trama algo conocida pero que este equipo creativo la hace sentir fresca al reducir la acción y la romantización, y permitir que los miedos y sueños de sus personajes tengan prioridad. Por que lo bueno es que Pulp es literalmente un cómic sobre vaqueros y nazis… ¡Uh! ¿Qué? ¡Cómo! Ups! Sí. Aunque dedica más tiempo a ese miedo que todos tenemos sobre la vejez y la muerte que a otra cosa. A lo que verdaderamente importa. Todo el mundo muere. Unos antes, otros después. Tarde o temprano, todos morimos. Y Winter está en esos momentos en los que uno contempla su lugar en el mundo y piensa bastante en lo que dejará a los que quedan detrás.

Ed Brubaker y Sean Phillips han creado cantidad de historias increíbles juntos. Panini Cómics ha traído a nuestro país la mayoría. Por lo menos, un buen lote de las más potentes como pueden ser Criminal, Fatale y aún se está editando Kill or Be Killed. De las más potentes en cuanto a género negro. En Pulp, el tandem demuestra una vez más que aún le quedan muchas historias por contar juntos y que son capaces de seguir aportando historias gráficas que son todo un deleite.

Aquí conocemos a Max Winter, que escribe historias pulp para una revista en la Nueva York de 1930. Historias de la Frontera con pistoleros y bandidos y muchas de ellas centradas en su héroe Red River Kid. Solo que las historias no son del todo ficticias pues, en realidad, se basan en la vida verdadera de Max en el Lejano Oeste. Pero llegan malos tiempos y la vida del escritor comienza a caer en espiral. Le reducen el salario en el trabajo, lo asaltan mientras intenta ayudar a un extraño necesitado y para más inri, sufre un ataque cardíaco. Max comienza a pensar en su muerte más que en otra cosa. Y en lo que dejaría a su esposa en caso de muerte prematura.

Paralelismos entre la vida del Max actual y su vida en la frontera. A través de los cuentos de Max, conocerémos su vida anterior. Lo que sucedió a Max, aquellas tres veces en las que casi lo matan, por ejemplo. También de sus viejos hábitos en los que ha vuelto a caer. También vemos a alguien del pasado de Max resurgir. Pero, ¿era amigo o enemigo? ¿Puede Max hacer lo correcto por su esposa antes de que el sol se ponga por última vez? ¿Qué pasa con los nazis invasores en Nueva York? ¿Qué papel juegan en el “viaje” de Max? Brubaker y Phillips elaboran una historia extraordinaria de redención, desesperación y autorrealización.

A alguien que lleve la escritura dentro, le dará que pensar.