La publicación en gran formato de Tales from the Crypt en nuestro idioma y a todo color, no es otra cosa que una muestra del gran momento de recuperación de grandes títulos comiqueros que estamos viviendo. ¿Quién iba a pensar que esto podríamos tenerlo en nuestras manos en estas condiciones? Poca fe tenía yo. Pero bueno, tampoco es que se mérito de todo el mundo, en este caso concreto las alabanzas deben ser para una editorial que está aportando “regalos” a los fans del género de Terror. Una editorial que llevo tiempo reivindicando para que le pongáis el ojo encima o una de esas arañitas de seguimiento que tenía el de mallas rojas y azules. Una editorial maravillosa como es Diábolo Ediciones. Una editorial que aboga por el siempre maravilloso género de Terror. Tanto en cómic (Biblioteca de Cómics de Terror de los Años 50: El Extraño Mundo de tus Sueños, Haunted Love, Frankenstein de Dick Briefer, Zombis, Momias, Criaturas del Pantano, Fantasmas), como en otro de los puntos fuertes del género como son las antologías de relatos clásicos (Nueve Fantasmas, El Fantasma de Agua y otros historias de espectros singulares, En compañía de fantasmas… https://www.cronicasliterarias.es/?p=2388) de los que ya os hablaré otro día. No obstante, joya tras joya. Sueños hechos realidad.
Tales from the Crypt es volver a mi infancia de nuevo. Regresar a una de las piezas del puzzle que me hicieron como persona. A friki, a fan, a una de las puntas de lanzas que me hicieron amar el género de Terror por encima de todas las cosas; como se quiera llamar. Algunos dicen: «Si te encanta el terror clásico, este cómic no te defraudará». De lo que solo estoy de acuerdo en las tres últimas palabras. ¿Terror clásico? ¿En serio? Quizás se pueda encuadrar así, si necesitáis etiquetarlo de algún modo. Pero que todas y cada una de estas historias son meramente actuales, que han sobrevivido súper bien al paso del tiempo, que casi un cien por cien de ellas podrían ocurrir hoy mismo (en 2021), eso os lo aseguro yo ya. ¿Qué si dan miedito a día de hoy? Otra cosa por la que pongo la mano en el fuego. Claro que como todo, donde brilla el género de Terror, se deberá a la persona, lugar y circunstancia en las que se lean. Pero la base está aquí. Las fuentes de muchos guiones, libros, películas y gustos de grandes directores de cine que vinieron después. Ellos «nacieron» aquí. Con Las Historias de la Cripta (Tales from the Crypt), los cuentecillos de horror que narraba el Tío Creepy en la serie de TV, o los diversos “presentadores” del horror en sus publicaciones hermanas como fueron The Haunt of Fear y The Vault of Horror.
Tales from the Crypt fue una serie bimensual de cómics de terror estadounidense publicada por EC Comics de 1950 a 1955 que produjo en principio veintisiete números. El primer número con este título fue el número #20 porque anteriormente la revista tuvo los nombres International Comics (#1-#5), International Crime Patrol (#6), Crime Patrol (#7-#16) y The Crypt of Terror (#17-#19) para un total de cuarenta y seis números con los que terminó la serie. Maravillas de historias que asustaron a niños pero, sobre todo, a padres y madres cuando se percataron de lo que podían estar leyendo sus vástagos (como si el mundo real no fuera ya bastante horrorífico). En fin, no voy a hablar demasiado de este tema tan trillado. Lo resumo: los cómics fueron atacados por un susodicho americano aburrido, los padres le creyeron en su valorización y todo deparó en prohibir historias o ponerles un sello para clasificarlos para adultos. El famoso Código que después repercutió en que guionistas e ilustradores empezaran a hacer malabares para esquivarlo de algún modo en sus obras. Pero una cosa era crea un Código y otra fue cancelar Tales from the Crypt y sus dos títulos de terror complementarios, junto con las series de ciencia ficción y crímenes restantes de la compañía en septiembre de 1954. ¡Odio eterno a esos norteamericanitos aburridos! En fin, que nos quedaron historias para el recuerdo. Todas aquellas con las que no pudo esa “ley seca” y que ahora gracias a esta genial edición regresan a nuestras mentes deseosas de perturbación. Historias sobre esa cosa que sale del mar y va en tu busca porque… ¡Te ama! Historias también de un alimento fatal para el ser humano que intenta reproducirse; de unos rayos-x que te llevan a ver tu muerte inminente; una forma impactante de morir, o pasear por una avenida del terror a altas horas de la madrugada; pararse a ver una de esas mansiones en las que nadie pasaría un minuto de su vida. Otras en las que… ¡La muerte le convenía! Terror, horror, pasión por un género que gusta. Tramas, guiones, todos alabados por maestros en su arte como Stephen King, Steven Spielberg o John Carpenter (que abre este primer volumen con un Prólogo en el que cuenta su experiencia con estos cómics). Cuentos que fueron inspiración pura para incluso pintores y cantantes (he oído decir), historias de cabecera de nuestra niñez.
Dark Horse Books hizo en USA esta genial edición que Diábolo Ediciones ha hecho un gran esfuerzo por trasladar aquí. Ilustraciones (¡Portadacas!) de Johnny Craig, arte y guiones muchos de Al Feldstein, George Roussos, Wally Wood, Harvey Kurtzman, Ghastly Graham Ingels y Jack Kamen; y todo editado por el legendario Bill Gaines. Impreso en un formato grande, colorido, de los que mola ver que incluso se reimprimen en su formato original los anuncios y las cartas de los fans fechados originalmente. Esos comentarios divertidos y respuesta del que sería en un futuro el Tío Creepy. Maravilloso, maravilloso, maravilloso. Cómic indispensable del año.