A los inquietos nos gusta saber de todo. Ser un poco maestro-liendre pero sin el “entiende”. Bueno y sin el “de nada” también. Mente inquieta. ¿Qué te gusta el Terror? Pues conocer autores y textos clásicos que nadie conoce. ¿Qué te gusta la Fantasía? Saber de donde procede cada mito. ¿Qué te gusta lo bélico? Pues saber, conocer o sumergirte en historias que desarrollen en batallas de las que uno no tiene ni idea. Y si quieres profundizar algo más en el tema bélico solo debes centrarte en batallas navales. A ver, ¿cuántas batallas desarrolladas en el mar conocéis en profundidad? Nunca mejor dicha, la metáfora. Yo pocas. Por no decir ninguna. Por eso me pareció tremendamente atractiva la colección de cómics de europeo que está publicando Norma Editorial. Una muy recomendable serie de cómic denominada Las Grandes Batallas Navales, a la que echar un ojo a poco que te guste el tema. Algo tan diferente como refrescante. Una colección del pintor oficial de la Marina, Jean-Yves Delitte, con el que disfrutar de estas historias que abarcan desde la Antigüedad hasta la II Guerra Mundial.
Hoy os presento el último leido llamado La Batalla de Hougue. De la que, por supuesto, nada sabía. Específicamente, claro. Porque es una de las muchas batallas que se sitúan dentro de la Guerra de los Nueve Años, eso si. Aquella guerra en la que Francia andaba inmersa a finales del siglo XVII y una con las que se intentó poner freno a la expansión territorial de Luis XIV. Bien, pues es una de las mayores derrotas de la Marina Real Francesa. Una flota que se tuvo que enfrentar a una gran coalición de naciones porque de no ser así… en Inglaterra se hablaría francés. Pero como otros grandes momentos de la historia en los que ingleses han gozado de la suerte que se necesita (clima, consecuencias de otros hechos que se suman y que otros no tienen), pues ya estoy adelantando que fue un potente fracaso. Y es que en 1692 el Rey Sol decidió ayudar al rey católico derrocado Jacobo II a recuperar el trono de Inglaterra. Con un plan arriesgado, como era hacerse con el control de las aguas del canal de la Mancha para facilitar el desembarco de un enorme ejército.
Pocas cosas salieron bien. Pero profundizo un poco más. Desde 1688, Francia se ha visto envuelta en la Guerra de la Liga de Augsburgo. Una gran coalición formada por la Monarquía Española, el Sacro Imperio, el Reino de Suecia, el Reino de Portugal, las Provincias Unidas, algunos reinos Inglaterra alternos y Escocia. En este contexto, el Rey Sol traza un plan atrevido con Jaime II pero su impaciencia hace que envíen a una flota francesa incompleta con solo unos cuarenta barcos. Fue el vicealmirante de Tourville quien había recibido órdenes: «¡Navegar a toda costa y enfrentar al enemigo sin importar el tamaño!». En el siglo XVII, las órdenes no se discutían, especialmente cuando hablaba el Rey, por muy idiota que fuera una idea y por muy idiotas que fueran los reyes que hablaban sin saber. Si el enfrentamiento entre el ejército naval francés y el anglo-holandés se hubiera limitado al de Barfleur el 29 de mayo de 1692, los franceses seguramente se hubieran hecho con la victoria (incluso una excelente victoria), pero con su cuarenta y cuatro barcos y sus más de tres mil cien cañones, el vicealmirante de Tourville no pudo con una flota anglo-holandesa de noventa y ocho barcos escoltados por fragatas que llevaban casi nueve mil cañones. Una batalla que por desgracia no terminaría aquella noche de 1692.
Y ahora imaginad la posibilidad de vivir/leer todo esto en formato cómic. Cómic europeo del bueno y en uno de los geniales álbumes ligeros de dicha colección que se marcó el autor Jean-Yves Delitte. Eso es La Hougue.