Sin perderme nada del gran evento que es Aniquilación, enorme saga-evento que Panini Cómics continua publicando en estos geniales volúmenes en tapa dura tan asequibles; entro ahora en el siguiente tramo de arcos argumentales, la denominada Aniquilación Conquista. ¿Dónde? Por el Prólogo como todo buen inicio. La Aniquilación original reunió una pandilla de personajes cósmicos Marvel de los que puedo decir que pocos fans casuales sentían amor. Pero Aniquilación goza de ese don de las grandes tramas que no se hacen (en general) con personajes archiconocidos y terminan enganchando y gustando más de lo que se espera. Y en el transcurso de unos veintitantos números logra revitalizar el amor por los eventos Marvel que tantos nos gustaban a todos en los 80. Por eso, a nadie le sorprendió que se anunciara una secuela poco después. Y ahora, una vez más, la galaxia está en peligro por una amenaza casi insondable, y una banda heterogénea de héroes y antihéroes se han unido para luchar contra ella. A eso vamos en Aniquilación Conquista.
Durante los últimos tres meses hemos sido testigos del ascenso y casi caída del último miembro restante de los Nova Corps. Hemos visto a Quasar enfrentarse a su destino y buscar al supuesto salvador de la raza Kree. El misterioso Espectro (Wraith) tuvo la batalla más dura de todas, la de ganarse la aceptación de un grupo escéptico (de lectores también). Y si ganó esa batalla depende completamente de ti. Y luego está esa aventura con árboles parlantes, mapaches y explosiones masivas… jajaj. En definitiva, como os habéis dado cuenta no voy a spoilear la saga central a la que estáis tardando en acceder si no sabéis nada. Ahora es el momento de Aniquilación Conquista, que se parece bastante en sus inicios a su “madre” pero con unos giros argumentales que la hacen muy atractiva. Esos quiebros que junto a un genial diseño y grandes momentos, vuelven a aportar una historia épica. Eso si, os lo aclaro ya, si bien este arco entretiene a varios niveles, no deja la misma impresión duradera que deja su antecesora.
Empecemos por lo bueno. De alguna manera los escritores Dan Abnett y Andy Lanning lograron tejer una historia que logra ser accesible para nuevos lectores sin alienar demasiado a los fans que han estado siguiendo esta trama de que Panini Cómics la editara de nuevo. No puedo culpar exactamente a los lectores ocasionales por no querer invertir en cuatro miniseries diferentes que conducen a otra miniserie, pero es bien, haberlas leído. Se pueden disfrutar con independencia…, pero no es lo mismo. Y cada una a su tiempo, o mejor dicho, en orden cronológico tal como las está publicando la editorial marvelita por excelencia en nuestro país. Por supuesto, siempre habrá ciertos problemas al saltar a la mitad de una historia, y los nuevos se preguntarán quién es tal o cual o por qué Quasar anda con un dragón parlante. Pero en general, se mantiene firme y se entiende. Abnett y Lanning también logran establecer un tono adecuadamente oscuro y siniestro en esta serie. Al igual que con la Aniquilación original, el precio de la guerra se siente en cada viñeta. A pesar de que estamos leyendo sobre personajes divinos que patean asteroides como balones de fútbol, las batallas se desarrollan de una manera brutal y muy de guerrilla. Es «otra» guerra. El tandem, en realidad, hace un mejor trabajo comunicando la amplitud y el alcance de la batalla antes que cualquiera de sus vínculos anteriores. Hasta ahora, había descartado a Phalanx como una amenaza lamentable para cuando se enfrenta a Annihilus y sus fuerzas. Pero no hace falta decir que ahora todo es diferente. Es como cuando veías a un enemigo súper poderoso en Bola de Dragón y después aparecía en lontananza otro aún más fuerte, de mirada poderosa, que lo dejaba en bragas.
Esa es la sensación.
Ahora pasemos a lo no tan bueno. Me entristece decir que Conquista probablemente nunca estará a la altura de su predecesora desde un punto de vista puramente visual. Andrea Di Vito es un ilustrador algo difícil de seguir visualmente y Tom Raney no sería exactamente mi primera opción como ayudante gráfico a una posible segunda parte como es ésta. ¿El estilo de Di Vito era adecuado para una epopeya intergaláctica? Pudiera serlo pero a mí, en ciertos momentos, me satura. No sé, esto es como todo a mi no me gusta y a ti a lo mejor te encanta. Sin problema, los lectores de cómics no somos robots de una misma opinión y ahí está el encanto de lo friki. Sin embargo, ocurre que Aniquilación Conquista: Prólogo es un inicio decente que requiere un acto de fe basado en el pedigrí, o mejor dicho, pone en tela de juicio el pensar a qué nivel te gustó Aniquilación. Para mí, por el momento, es satisfactoria y, por supuesto, quiero saber más.