Sexto volumen de un título ameno y divertido. Y aunque van seis integrales de esta chula recopilación, sigo recordando que son cómics que se disfrutan por si solos, que en un porcentaje muy alto apenas hay continuidad y que contienen aventuras independientes. De hecho, conozco a gente que se pilla solo los volúmenes porque una o dos de las historias interiores le atrae. Otras, que solo pillan el integral por aventuras que no tienen en colecciones antiguas. Sea como fuere, Quena y el Sacramús no deja de ser otra maravilla del noveno arte que se publica actualmente en nuestro país gracias a Dolmen Editorial y su colección Fuera Borda.
El Sacramús (Le Scrameustache) es un animal extraño y amigable que proviene de las estrellas. Con su amigo Quena (Khena), viaja por el universo para ayudar a todo habitante de la galaxia y así desentrañar los grandes misterios del Universo. Esta sería la premisa general que define a Quena y el Sacramús, el cómic clásico de la BD, otra de las chulas colecciones que se pudieron seguir en la famosa revista Spirou. Un titulo de los maestros Gos y Walt, que desde su aparición en 1972 consiguió llegar a la friolera de 44 álbumes. ¡Ah, otra buena serie de mi infancia lectora de cómic europeo gracias a mi Tito Americano! Como en cualquier buen cómic juvenil, lo que me seduce de esta saga son sus siempre variadas y originales aventuras con trasfondo de clásica Ciencia Ficción. Creo haber hablado de ella en alguna que otra conversación comiquera con amigos; es ideal para hacer que tus peques se interesen por la CF, pues esta serie realmente tiene todo para complacer, al menos, al público joven. Personajes entrañables, tramas cautivadoras, buen humor en general… y sobre todo, ¡un dibujo magnífico! Que provoca una terrible nostalgia de los buenos tiempos pasados que uno/a tuvo cuando en nuestra vida no había otra preocupación que pensar en qué gastar el tiempo libre.
Quena y el Sacramús es preciosista, nunca violenta, fresca, tramas con un ligero humor que apetece leerse mucho ahora que el calor aprieta, donde solo apetecen lecturas ligeras, no demasiado complicadas… ¿Quién no brinda por una buena historia de CF mezclada con humor? Detallitos muy chulos que ayudan a forjar la imaginación. Este sexto volumen contiene tres nuevos álbumes. Hay que recordar que los padres, el hermano y la hermana de Quena se quedaron en el siglo XVI. Sin embargo, el padre de Quena prepara a sus hijos para un regreso al siglo XX creando un portal dimensional. Por su parte, Quena quiere ir a buscar a sus padres en el siglo XVI y recuperar, con el Sacramús, el platillo que quedó en la luna. ¿Pero qué ocurre cuando viajan en el tiempo y el portal desaparece? ¿Y si la temida Peste de dicho siglo hubiera azotado la villa donde vive su familia? Todo esto se cuenta en El Gran Regreso.
El siguiente álbum es El Origen del Sacramús. Una genialidad que me ha encantado leer/tener. Por que además de contar el origen del “bicho” llamado Sacramús, la historia sirve como precuela al álbum que inició esta maravillosa serie. Muestra a Najboul, un científico adelantado a su tiempo, y como lleva a cabo un experimento genético destinado a crear un ser combinando con las cualidades de varios animales. Así nació. Pero el éxito de Najboul despierta mucha envidia, tanto entre sus eruditos colegas como entre los Stix, y Najboul es detenido…
Las Alaridesas cierra este sexto integral. Donde la prometida del Renegado quiere sacar a su amado de la cárcel y casarse con él. Lo que se hace en presencia de los testigos, Quena y el Sacaramús. Además, ella expresa el deseo de hacer su luna de miel en la isla de Aran, habitada por las Alaridesas, criaturas encantadoras pero fácilmente irascibles. Pero, ¿y si aprovechara la oportunidad para vengarse de los galaxianos? Y peor aún, ¿y si apareciera un enemigo al que creían derrotado? Siguiendo la opinión de mi Tito Americano al que pregunté para esta reseña que opinión le quedaba tras haber leído todo-todo de esta obra en su día (recordé que era una de las que leyó y comentó que la disfrutó mucho en su idioma original), os traslado lo que me dijo: «Desafortunadamente, como cualquier saga, The Scrameustache duró demasiado. Y, por supuesto, después de un tiempo, las historias comenzaron a ser algo repetitivas. Menos interesantes argumentalmente…, para un adulto. Pero esta percepción me vino después de haber leído unos veinticinco tomos. Lo que ya es de valorar. Además, es una serie que huele bien de lejos. A perfume francés. Donde se puede encontrar intacto el encanto retro pero no anticuado de estos cómics».
¿Es bueno o no?
Puedo decir sin vergüenza que me gustó mucho esta serie y que desearía gozar de más integrales así. El dibujo agradable que promovía la editorial o casa Dupuis al otro lado de los Pirineos; perfecta legibilidad, dinamismo de la línea de dibujo, vivos colores que encienden el sentimiento, galería de personajes rica y variada (un villano malo-maluto de los que no se olvidan), escenarios construidos muy al estilo fílmico… Autores que casi cincuenta años atrás ya innovaban. El mundo/Los mundos que Gos crea en esta serie son guays. Las aventuras pueden recordar a las mejores historias de Peyo con Los Pitufos. Una compra ideal para disfrutar con tus hijos y para ti que siempre eres capaz de valorar un cómic bien hecho.