En ciertos foros de cómic europeo que visito, no creo que haya puesto cinco estrellas de forma tan rápida tras terminar de leer un cómic. Pero aquí está, no pude resistirme a este álbum que de algún modo me trasladó a recuerdos “estimulantes” de mi juventud. De hecho, una de las películas más duras que recuerdo haber visto de muy-muy joven en el sofá y junto a mi padre (que nunca tuvo reparo a que me enfrentara a las peores situaciones en 35 mm); fue una película del polifácetico cineasta Shoedsack la denominada The Most Dangerous Game, una película de acción y aventuras de la época pre-code que se basa en la novela homónima de Richard Connell, y que curiosamente años después me enteré que se rodó completamente en los mismos escenarios donde un año después se filmaría la clásica King Kong. La clásica eh, que os estoy hablando de un film en blanco y negro de 1932… Uff, ¿no? Jajaj.
Que os decía, que el recuerdo es tan vivo en mí de esta película, una obra maestra del cine fantástico de la que cosas como querer ver más cosas (Papá, papá, venga, por favor…) que la semana siguiente vi Frankenstein y, por supuesto, la comentada King Kong, de James Whale. Porque mi padre (como si la cosa no fuera con él) preparó una especie de cine-club en casa gracias al videoclub que teníamos cerca y a nuestro estrenado aparato VHS de los que éramos pioneros en todo nuestro vecindario. Mi padre me estaba proponiendo un ciclo de películas fantásticas de la década de 1930. A mí, que podría tener unos seis o siete años. Por lo que puedo decir que mi educación cinematográfica empezó con esos tres grandes clásicos, del que me encantó El Juego Más Peligroso (The Most Dangerous Game) que en francés se llamó Les Chasses du comte Zaroff y que fue filmada en 1932.
Esta película poseía innegables cualidades artísticas y técnicas en las que el entorno brillaba y estaba espléndidamente creado. Su trasfondo gótico, los pantanos brumosos y el denso bosque, constituían una atmósfera hostil y angustiosa, que trasladaban a cualquiera con palomitas en el regazo, a la aventura. Mostraban a un personaje que encandilaba, Zaroff, un aristócrata refinado y cruel en el 99 % de los casos, que a partir de aquí se convirtió en un hito que inspiró varios remakes fílmicos. Citaré dos (obviamente, mi padre los buscó rápidamente), películas otra vez de interesantes cualidades pero más recientes en el tiempo: Los Cazadores, película hispano-suiza de 1974 que revisita el mito de una forma más bestial y mucho más violenta, y del mismo año, La Condesa Perversa, película francesa pero del español Jesús Franco, el maestro del erotismo que lo mezcla con el horror; donde la condesa cazaba vírgenes desnudas en su isla, una película donde mi padre dijo a los pocos minutos de visualizarla: ¡Eeeeeh…, chep, chep, chep! Y tuve que esperar a hacerme mayor para terminar de verla.
Después de esta lección de historia del cine, hablemos del cómic de Runberg y Miville-Deschênes que acaba de publicar Norma Editorial en un genial álbum en tapa dura. Qué decir. Fácil. Encantado y con el corazón marcado desde mi infancia con el malvado Zaroff, me encantó por completo este homenaje a uno de los villanos menos conocidos entre el público actual o no amante del cine clásico de aventuras. De hecho, para todo aquel que le haya gustado lo que he contado sobre dichos films y el tema les quede algo lejos o les de pereza, debe saber que Zaroff, este ejemplar de NormaEditorial, hace una extrapolación de aquella mítica película y la adapta fielmente como cómic pero con un toque chulo, ya que Runberg imagina lo que sucedería tras la película, por lo que es una extensión interpretada libremente que provocará que quieras ver el film finalmente… Jajaj.
Runberg crea una historia atractiva que además resume la película en las primeras páginas en una especie de tono oscuro, lo que permite comprender la cronología de los hechos precedentes antes de enfrentarte a lo nuevo. Un álbum que es poderoso, sobre todo, por el dibujazo de Miville-Deschênes que tuve la oportunidad de admirar su trabajo en el pedazo de integral Reconquistas que también se marcó Norma Editorial. Otro cómic recomendado desde aquí del tándem Runberg-MD. En Zaroff encontramos un dibujo suntuoso y llamativo en el que es muy importante el color, que también aporta este hombre, por cierto. Fondos hiper-consistentes que le dan una fuerza increíble a la historia, hasta el punto de volverla inmersiva.
El escenario de esta isla malvada formada por una jungla exuberante, enfrentamientos y animales salvajes, todo esto forma un universo extraordinario y fantástico que lleva a un trama bastante pulp. Imágenes que hacen referencia a las geniales novelas de aventuras del siglo XIX, en una historia que retoma la película con dos grupos de cazadores que se cazan entre sí. Y cada uno de ellos tan psicópata o más, que el otro.
Un álbum sensacional que apela a la nostalgia fílmica del buen cine de aventuras.