Os dije que volvería, y volvería con la reseña de Era de Rebelión: Villanos tras el disfrute de Era de Rebelión: Héroes Aquí, los villanos de la trilogía original: viles, astutos, implacables, aparentemente sin piedad… ¡Quién por el amor de Dios no sucumbe a eso!
Gran Moff Tarkin sirve al Imperio con lealtad y placer y espera la misma devoción absoluta de sus subordinados. Boba Fett, cazarrecompensas profesional, hace lo que hace porque es bueno en eso y así es como se gana la vida. Y punto. El planeta Tatooine tiene poco que ofrecer…, pero cuando agentes externos se interesan por este supuesto planeta estéril, Jabba el Hutt ya está viendo oportunidad de beneficio así que ahí estarán sus secuaces. ¿Darth Vader? Darth Vader da una lección sobre la verdadera burocracia del Imperio; cuándo obedecer y cuándo morir, o dejar que a los demás les aplaste un cangrejo espacial gigante. Y una breve historia de mi amado IG-88 es lo que completa esta antología de pequeñas historias que nos transporta a la Era de la Rebelión. La que es para mí la mejor época contada, de la que mejores cosas se han hecho para el Universo Expandido.
Este cómic que recién publica Planeta Cómic está guionizado por los tan de moda Greg Pak y Simon Spurrier. Ilustrado por varios artistas. Las historias son bastante buenas, es solo que algunas de ellas tienen algunos elementos un poco rarunos, que quizás incluso os flipe. Por ejemplo, todas esas escenas que son secuencias en el interior de la cabeza de Tarkin y verlo enseñando pechote. No sé, no veo yo a Willhuff Tarkin como el tipo de persona que sueña despierto con ansias de poder y patadas voladoras, jajaj. Aunque aparte de esos detalles, creo que es muy buena historia. Pero la trama de Boba Fett es “lo que debería ser una historia de Fett”. Simple y eficaz. Fett es un cazador implacable e imparable cuya reputación le precede, y tenemos aquí lo que es probablemente la mejor historia de la colección; que curiosamente, dije lo mismo sobre la historia de Jango en Era de República: Villanos. Obvio que se le dan bien a estos autores, estos personajes y el amor por ellos esplende en las historias. Entonces, ¿qué tal una miniserie de Jango/Boba, herederos de Disney? Ah, que ya se viene… Come on!
Mas, si hay un personaje que ha recibido una buena cantidad de desarrollo en la nueva era de los cómics de Marvel-Star Wars, ese es Darth Vader. Y quizás por ello no puedo dejar de leer todo-todito-todo lo que edita Planeta Cómic donde Vader es el centro de atención no de una, sino de dos excelentes series de veinticinco números. Aquí, la historia de Vader tiene lugar a principios de los días del Imperio. Vader aún vuela con la nave que lo vimos adquirir en la serie Soule y después… No estoy diciendo que no quede ninguna historia valiosa de Vader por contar. De hecho, gracias a estas series y one-shots su leyenda no decae. Al menos, en mi mente, sigue creciendo como personaje.
No obstante, echo de menos en el tomito, una historia verdadera y profunda sobre Palpatine, aún habiéndose convertido en el personaje más denostado por culpa de la última trilogía donde se le ha metido donde no pega ni con cola. Pues, ¿con qué frecuencia vemos a Palpatine en otra cosa que no sea un papel secundario?
Y, por supuesto, mi amado IG-88, que tras verlo en The Mandalorian, me enamoré de este personaje robot y su “mini” trama. Sí, sé que no es exactamente el mismo, es IG-11, pero no dejan de ser el mismo sistema de fabricación, el mismo pensamiento, ¿no? Una máquina despiadada que destaca por sus habilidades y talento únicos para que no se alarguen los combates. Y que está a un paso de querer tener conciencia y sentimientos. En ese proceso anterior que tuvieron alguna vez los robots antes de pasar a ser androides. Mola. Compraría todo-todito-todo lo que se escriba sobre este cazarrecompensas de hojalata con más armas encima que Rambo en un mal día.
Un tomo chulo, para disfrutar de los mejores malutos de Star Wars.