«Los niños de hoy en día son muy listos». Una frase recurrente. La decímos ahora como padres o abuelos pero también la decían los padres y abuelos de hace medio siglo, y diría que mucho antes. Hace unos años fui con mi hija y mi mujer al estreno en cines de Capitán América: Civil War. No pasó mucho tiempo de metraje cuando mi niña me dijo: Papá, ¿dónde está Hulk? Acostumbrada desde muy pequeña a ver pelis de superhéroes, con una madre que ha leido desde siempre cómics y un padre polifriki; ya ella sabía que faltaba alguien y que si por alguna razón (que en el film comentan muy de pasada), una Civil War significaba que iban a pelearse todos contra todos… A ella lo que le importaba es que faltaba uno. Y Hulk no estaba. Entonces, le expliqué así por encima lo que se escondía tras ese tema. Aunque en realidad, me hubiera gustado que hubiese sido algo más mayor (¿Cinco años más?) y decirle como padre orgulloso: Rubita, es hora de que leas Planet Hulk.
Una historia genial y alternativa que Joe Quesada, director editorial de la Marvel de entonces, tuvo claro que Hulk no podía estar en la Tierra en el momento en que desencadenase aquella batalla. Era obvio que el bando que contase con el gigante verde, sería claro ganador de la contienda. Por supuesto, hablo de cómics. Ya sabemos lo chiste que es Hulk en comparación con otros superhéroes de la MCU. Así que fue Quesada quién comenzó a mover la maquinaria que sacaría a Hulk de nuestro planeta para a la postre iniciar con él un proceso de reconstrucción del héroe más que necesario para adaptar al personaje a la nueva edad de grandeza a la que Quesada estaba llevando a los principales héroes de la editorial. Y se parió así toda una saga que recupera Panini Cómics ahora nuevamente en una colección en la que sin duda debe estar un guionazo como es Planeta Hulk. Un Must-Have en toda regla, uno de los integrales mejor cuadrados que he leído de Marvel en mucho tiempo. Donde descubrí toda una serie de maldades, sobre uno de los personajes que más me han molado de La Casa de las Ideas, precisamente por eso mismo, por ser uno de los más denostados.
Los Illuminati (un grupo formado por Tony Stark, Reed Richards, Rayo Negro, Namor, y el Dr. Stephen Strange y Charles Xavier) se reúnen para engañar a Hulk y enviarlo lejos de la Tierra ante el enorme conflicto social que se avecina. Pero la decisión de depositar a Hulk en un planeta deshabitado y pacífico con vida no más inteligente que él, se ve truncada cuando la nave espacial es interrumpida por un agujero de gusano, colocando a la mole verde en un violento planeta llamado Sakaar, inmerso en guerra de sociedades. El guerrero de piel verde se une rápidamente a otros vilipendiados del Universo para sobrevir en una curiosa arena de gladiadores. Es entonces cuando empieza a despuntar como uno de los mayores enemigos del césar-manda-más de los reinos, el llamado Rey Rojo.
A través de toda una serie de conflictos y problemas, Hulk une todo un planeta matando al tirano regente, a la vez que encuentra un alma gemela y se enamora de la guerrera Caiera. Hulk es el salvador de las especies. Es coronado rey, con Caiera como reina. Pero la paz no dura eternamente, nunca lo hace, el goliat verde ve como los mundos (al igual que su amada Tierra) tarde o temprano, están abocados al desastre, a la aniquilación interna por los conflictos entre razas, generada por la falta de recursos. Su golpe de estado parece haber dado inicio a la destrucción del planeta Sakaar y a lo que en breve se llamará World War Hulk con su regreso a casa…
No existe paraíso para Hulk. Permitidme haber ahondado un poquito bastante en el inicio de esta saga, no lo suelo hacer, pero necesitaba que viérais que aquí (de momento) hay muy poco de lo que con los años metieron en Thor: Ragnarok. Un film que gusta por la genial mezcla de comedia y epicidad, pero donde se vuelve a denigrar la verdadera fuerza de La Masa, el Hulk que ha llegado a nuestros días, que en los cómics todos temen. En este Planeta Hulk sí que hay originalidad por los cuatro costados. Puede ser una de las historias de El Bicho, más recomendadas. Y con razón. Perderte en este integral como lo hice yo, no tiene precio. Como igual de alucinante es ver pelear a la mole verde contra Silver Surfer en una arena de gladiadores…
Como os decía, los eventos de Planeta Hulk continúan con la ira desatada de la mole verde en World War Hulk. Otra aventura que en mi opinición también tiene cabida en dicha colección. Obras que pueden vivir la una sin la otra, pero que se complementan bastante bien. Así que lo dicho: he gozado como un cosaco, como un poseso, pues eso: Alta recomendación.
Gloriosa aventura extraterrestre que no debe faltar en ninguna cómicteca.