Yondu no es un personaje nuevo y molón, para mí, al menos no, desde que apareciera por primera vez en la vida de muchos en el primer film de Los Guardianes de la Galaxia. A lo que voy es, que no es un personaje nuevo para muchos de los lectores de cómics clásicos. En mi caso, yo conocía a Yondu, al más molón, de mucho antes. Soy de esos pocos friki-cómics que hizo la colección en grapa de Los Guardianes de la Galaxia originales allá por los 90. De los pocos que compraba la serie mensualmente y en grapa. Aunque no desde su inicio, veréis: en aquellos benditos años de coleccionismo con colegas, uno de los comentarios normales entre nosotros era advertir que ibas a dejar una colección y si alguien te la quería pillar, comprartela para continuarla. No sé por qué, me llamó la atención la trama de unos superhéroes galácticos en el siglo XXXI que iban buscando por el espacio-sideral un amuleto arcaico que resultaba ser el escudo del extinguido ya Capitán América… Bien, pues uno de ellos era Yondu. Un Yondu bueno, pero firme en su puesto, un tipo de piel azul que maneja un arco clásico y flechas a conciencia. Ese Yondu, como casi cada arquero de cualquier historia, me encantó. En realidad, todos los personajes eran molones y desde entonces decidí leer cualquier historia donde “El Pitufo” apareciera. Y así, casi treinta años después, llego a este Mis Dos Yondus, una trama cuando menos curiosa.
Ahora Yondu tiene su propia minsierie. Cinco numeritos que Panini Cómics recoge en un solo TPB, una trama donde el destino de galaxia depende de su “taza de té”, como diría un inglés. Que Anthos nos ayude a todos…
Mis Dos Yondus está escrito por el dúo de guionistas Zac Thompson y Lonnie Nadler. John McCrea trae el arte, mientras que Mike Spencer los colores. Joe Caramagna escribe algo también. Una trama que cuenta como, después de violar la ley para su propio beneficio una vez más, el canalla de Yondu Udonta encuentra a sus amigos los Ravagers -ese grupo espacial de ladrones, piratas y contrabandistas que en ocasiones se alían y en ocasiones se oponen a Los Guardianes de la Galaxia-, encuentra a un buen montón de ellos muertos. Las heridas son de combate pero queda una reliquia entre los cuerpos: la Urna del Heraldo. Sabiendo que dicho artefacto en valor y poder equivale a la Gemas del Infinito, Yondu planea honrar a sus amigos perdidos, vendiéndolo al mejor postor. ¡Y corriéndose una buena juerga! ¿Qué pensaban? No obstante, su descendiente del siglo XXXI también llamado Yondu Udonta ha tenido una visión de su poderoso dios Anthos, el cual le otorga la misión de retroceder en el tiempo y asegurar el futuro de su pueblo, ayudando a su antepasado en su nombre.
Por que lo que quiere hacer ese inepto del Yondu del pasado con la Urna del Heraldo es peligroso de cojones.
La trama de Mis Dos Yondus es un argumento ingenioso a varios niveles. Si bien indudablemente se hizo para dar protagonismo en una historia alternativa al Yondu moderno -popularizado por la actuación de Michael Rooker y el guión de James Gunn-; este cómic se esfuerza por establecer en el podium al Yondu original como personaje con derecho propio. Y eso me gusta. Al César lo que es del César.
El guión provoca que se relacionen directamente y eso no es otra cosa que una excelente manera de forzarlos para tal vez quizás, formen pareja en el futuro. Además, algo que hacen increíblemente bien el dueto de guionistas es crear una atmósfera cada vez más extraña. El planeta en el que aterrizan ambos Yondus (¿Yondii?), Eyefelle 66, está repleto de varios personajes alienígenas nuevos y rarunos que asombran y dan vida a la aventura cósmica. Me encanta el ilustrador John McCrea aquí, se crece y lanza nuestros ojos una arquitectura estrecha, claustrofóbica por dentro y por fuera, con detalles que llenan las páginas. Y con colores espectaculares de Mike Spencer en cada página.
Si bien un personaje con el nombre Yondu Udonta ha existido desde 1969 dentro de los archivos de Marvel Comics, no fue hasta la primera película de Los Guardianes de la Galaxia (2014) cuando los muggles comenzaron a disfrutarlo como personaje. Pero a los fans de obras de culto dentro de Marvel sólo nos hizo sonreír al verlo. Ya conocíamos a Yondu. Algunos desde los 90, otros desde sus principios. Mis Dos Yondus es una historia que intenta justificar al mismo tiempo por que el actual, actúa como actúa. Dos ángulos, dos perspectivas de una misma alma, que deja un buen sabor de boca.