OUI, oui, OUI !!! Desde hace unos años, Editions Dupuis ha decidido adaptar el universo de Spirou y abrirlo a autores distintos a los de la serie madre. Una buena cantidad de ideas nuevas y creativas con total libertad para expresarse. Después de disfrutar con el bichejo más bichejo de ese mundo como es el Marsupilami, y después de saber como se las gastaba en su “vida normal” el tal Zorglub -ese siniestro megalómano, científico loco torpe que que pasó de enemigo a amigo de nuestros héroes-, el Conde de Champignac es quien tiene ahora los honores de un one-shot. Uno por el momento, por que no me cabe duda que repetirá. Pues Champignac es un personaje fascinante, rico en posibilidades y con solo ver que su pasado ha sido relativamente poco explotado hasta ahora por “la maquinaria” que genera historias de Spirou; el conde es de esos héroe discretos que molan. Y llevarlo al entorno Segunda Guerra Mundial es simplemente una genial idea. De buenas a primeras, me encontré devorando un excelente álbum, que respeta tanto el universo de referencia (con muchos guiños tan coherentes como creíbles) pero también, en general, diré que ciertos eventos de la historia real están genialmente bien encajados. Lo de la espada de madera es una idea endiabladamente buena…
Lo he dicho en más de una ocasión. Algunos estamos encantados con lo que va trayendo poquito a poco Nuevo Nueve Editores. Una editorial que empieza muy fuerte por que hay detrás gente con bastante experiencia en el mundo de la BD. No pasa ni un mes que este que está aquí no mire sus novedades. Para este mes nos traen Champignac – Enigma, el álbum de BéKa y David Etien que hoy os recomiendo. Donde se nos presenta a un conde de Champignac en sus primeros treinta o cuarenta años, en medio de la Segunda Guerra Mundial, y por el momento lo encontramos sonriente y tranquilo, con su lado caprichoso y su pasión por la ciencia y los hongos. Detrás de su bigote (aquí todavía marrón), encontramos el personaje de las aventuras de Spirou más joven, y a mí eso me encantó. Dejando atrás su castillo, se va a Inglaterra, al sitio de Bletchley Park, donde los intentos ingleses de descifrar las comunicaciones del ejército alemán tienen lugar en secreto. Luego se codeará con una parte de la historia, el famoso Alan Turing en particular. Y allí también conocerá a una guapa escocesa, de mente tan vivaz y curiosa como la suya, de la que pronto se enamorará.
Aquellos que sepan un poco sobre el descifrado del Código Enigma y la vida de Alan Turing no andarán desorientados y saborearán este titulo con gusto. El escenario tiene muchos puntos en común con la reciente película Descifrando Enigma (The Imitation Game), de Benedict Cumberbatch, pero también con la novela de Neal Stephenson, Cryptonomicon. Sin embargo, me complació la explicación mucho más didáctica y clara del funcionamiento del descifrado y de la máquina en Champignac – Enigma. Quizás, por que la magia del cómic y la explicación con dibujos facilita su comprensión. Pero esta parte didáctica, muy presente durante la primera mitad del álbum y que puede sorprender, afortunadamente da paso rápidamente a una historia más ligera, mezclando aventura, humor y una parte de romance. Y el famoso Alan Turing es aquí sólo un personaje secundario.
El diseño es realmente magnífico. Las viñetas están trabajadas, hermosas, elegantes y dinámicas al mismo tiempo. Y el color es lo suficientemente sobrio como para recordarnos que esta es una trama que forma parte de la realidad histórica, pero una historia clara y limpia que aporta alguna que otra sonrisa. El dúo Béka-Etien se mantiene admirablemente de pie en este acto de equilibrio. Solo lamento algunos guiños, en particular, los que hablan de Ian Fleming, pues imagino que son algo rebuscados ya que no todo el mundo puede saber que es el escritor de las novelas de James Bond. Pero en general, me encantó. Champignac – Enigma es toda una experiencia dentro de la experiencia. Y mola el cuadernito de notas que trae
Muchos agradeceríamos que se convirtiera en serie.