Reseña: ¡Arrástrate, Sombra!, de Abraham Merritt
Tras el apagón de ayer en todo el país, volvemos a lo que mola. Los libros. Leer. Eso ninguna situación apocalíptica nos lo quitará nunca. Nunca olvidéis que lo material, en general, es lo más valioso que ha creado el ser humano y los libros tienen el poder de ser algo material capaces de teletransportar a las personas a otras realidades. Por eso, por nuestro bien, que no desaparezcan nunca. Y hoy, una joyita. Como bien se dice, dado que Costas de Carcosa publicó hace tiempo la obra de Abraham Merritt, ¡Arde, bruja, arde!, era cuestión de tiempo que llegara algo más más de este distinguido autor tan horriblemente poco conocido por estos lares. ¡Arrástrate, Sombra! llegaría y muchos estábamos locos porque así fuera. Y ya está aquí en estos geniales y económicos formatos que Costas de Carcosa tiene dedicado a grandes novelas pulps. Joyitas que otras editoriales no se atreven publicar. Y es que Merritt no es ningún desconocido para mí. Ya he leído sus novelas: The moon pool, Seven footprints to Satan, The Metal Monster pero Creep, Shadow! (¡Arrástrate, Sombra!) era una secuela que por una cosa o por otra jamás había conseguido leer. Corresponde a la que sería la segunda novela de la serie del Doctor Lowell, pero también tengo que decir que aunque hay claras referencias a ella, se puede leer fácilmente de forma independiente. Una prosa dinámica, con diálogos abundantes (cuya falta me molesta mucho en escritores de terror tempranos), páginas que pasan volando porque muestran el terrible don que tenía Merritt para este tipo de literatura. Y donde conocemos al Dr. Alan Caranac, eminente investigador etnológico (culturas humanas, pueblos primitivos), de una antigua familia bretona, que regresa tras tres largos y difíciles años en las selvas tropicales de África. No espera un comité de bienvenida en Nueva York, pero se sorprende y decepciona mucho por la ausencia de sus dos mejores amigos. No los ve en el muelle a su llegada, ni en el Explorer’s Club donde se aloja Alan. Había escrito a ambos… y algo no cuadra. Richard Ralston, un hombre adinerado sin trabajo, solo para vivir cómodamente, y el Dr. Bill Bennett, un prominente médico, reconocido neuroespecialista y colaborador del gran Dr. Lowell, son sus dos grandes amigos. Al hojear un periódico del día anterior, el Sr. Caranac queda atónito: el Sr. Ralston se ha suicidado, y es uno de los cuatro hombres adinerados de los últimos meses que han hecho lo mismo. La policía especula que existe un pacto suicida. El Dr. Bennett, con cara de perro enfermo, entra en su habitación minutos después tras una llamada telefónica. Él cuenta una extraña historia, el Sr. Ralston siendo tratado por Bill durante muchas semanas había visto sombras sin forma que le seguían a lugares que no existen. Pero, ¿ y si en realidad su amigo, fue obligado a suicidarse (asesinarse, de hecho), por una hermosa bruja que sigue suelta por ahí?
Escenas espeluznantes, seres extraños vistos, demonios, sueños empapados de maldad… Una historia extraña pero fascinante sobre las extrañas regiones de lo oculto y sobre la locura desatada en todas sus facetas por miembros que un día deciden “recorrer” el camino del Mal. Por supuesto, ¡Arrástrate, Sombra! tiene todos los defectos de la época (años 30 del siglo pasado) en que se publicó. Ingenuidad, algunas coincidencias extremadamente ilógicas y un final apresurado. Pero tiene todo el poder de atracción de enganche de la buena literatura pulp. O lo que yo busco. Leyendas antiguas, mundos paralelos a este, erotismo, horror sobrenatural y una trama apasionante, perfectamente llevada por su magistral autor además de ilustrada por Virgil Finlay y Lawrence Sterne Stevens, conteniendo incluso como colofón ilustraciones interiores originales de Argosy en un apéndice final que dejará muy buen sabor de boca al fan de pro.
Tiene todo lo que mola.