Reseña: West Fantasy, de J. L. Istin, Bertrand Benoit y Marco Itri

West Fantasy, dentro de la extensa colección de títulos de J. L. Istin sobre su mundo fantástico, es un concepto interesante, una especie de mezcla entre fantasía heroica y western, que debería atraer a los fans del mundo de Aquilon o Undertaker. Pero como las comparaciones siempre fueron odiosas quizás por eso ha recibido tantas quejas de los aficionados al cómic europeo desde el otro lado de los Pirineos. Es una mezcla de géneros para la que no todo el mundo está preparado. Yermo Ediciones publica este mes este volumen que contiene los dos primeros álbumes de la serie, el mismo formato que se ha seguido con las geniales Conquistas, Elfos, Enanos, Las Tierras de Ogon (https://www.cronicasliterarias.es/?p=15535), Orgos & Goblins… etc. Además, si estás familiarizado con los Mundos de Aquilon, los Maestros Inquisidores o este tipo de serie conceptual, permanecerás en terreno familiar. Y además, para este titulo se reúnen los mismos equipos de artistas, el mismo diseño gráfico…, es decir, que queda genial en tu cómicteca junto a todos los anteriores tomos.

Primero, lo positivo. El dibujo de Benoît. La calidad del papel y del álbum. Capítulo 1. En cuanto al resto de la historia de Istin… De cualquier manera, el talento de Istin se muestra aquí, de momento, en muy concretas escenas. La historia está escrita como una novela, pero solo funciona a medias. Esta serie es única porque incluye páginas en blanco compuestas únicamente de texto, insisto, como una novela. Además, me molestó de algún…

… modo el personaje del sacerdote. Típico de Istin, por cierto. “Sin embargo, tu hermano se suicidó y la ley de Dios es muy clara al respecto”. ¿Ah, bien? ¿Qué ley? De hecho, esto es completamente falso. El sacerdote actúa de manera acorde con su época (aunque en USA fuéramos más bien protestantes que católicos). De forma más breve me gustó el enano Okaar. Esconde un triste pasado, pero su estoicismo implacable no le permite sobresalir. Y por último, el empresario de pompas fúnebres es probablemente el personaje mejor escrito.

West Fantasy es un cómic que combina hábilmente el western y la fantasía. Este primer volumen nos presenta al Duende, al Enano, al Vaquero y al No Muerto, todo en un escenario sólido que no te deja indiferente. Sinceramente, es una pena que el final llegara tan rápido porque sé que aún queda para que Yermo publique el siguiente volumen.

Los gráficos son excelentes. Los rostros están magníficamente hechos, todos realzados por los magníficos colores de Nanjan. Me gustó mucho este primer volumen. Hay suspense, acción y escenas de violencia. El género western que nos encanta a muchos pero al estilo Fantasy. No obstante, la sensación para muchos, imagino, es que tras Elfos, Enanos, Magos… y todo eso, se piense que Istin solo quiere encontrar otra forma de quedarse con nuestro dinero. Western y Fantasía, los dos estilos más punteros del cómic europeo juntos. Es un riesgo atrevido pero llama la atención, eso no se lo quita nadie. Y viendo el mapa de Estados Unidos remodelado en salsa de goblins y orcos, para muchos empezó mal pero a mí me hizo gracia. J.L. Istin se beneficia de varios giros y vueltas para crear una nueva historia que cuanto menos es atractiva. Aunque no me encariñé con los personajes principales, reconozco que es complicado presentar, desarrollar y hacer entrañables a tres protagonistas en un solo número. Así que me espero al segundo para ver y refrendar que los códigos de ambos géneros se llevan bien a cabo, y al final, sí que estamos ante una serie inolvidable.

Oye, como en la historia, todo podría ser una metáfora.

J. J. Castillo nació una fría mañana de invierno en la que el murmullo del viento hizo temer al más valeroso. Enamorado de esa sensación, dedica su tiempo a escribir y leer historias que increpen el alma. En el ámbito de las letras ha ganado premios y ha colaborado con cantidad de editoriales especializadas en los tres grandes géneros.